Introducción

Nuestro país se caracteriza por ser largo y angosto, razón por la cual nuestro clima
tiene una variedad notoria entre cada región, lo que le entrega su particularidad.
Esta razón es factor principal de que se determine la existencia de diversos
animales y plantas variados según corresponda la zona del país. Por ejemplo, en el
norte encontramos animales como los camélidos, especies que por naturaleza
están acostumbradas a las altas temperaturas y alturas. Por otra parte, en el sur
encontramos otro tipo de animales, como pumas, zorros adaptados al frio, etc.
Nuestras plantas también presentan las mismas variaciones. En el norte, debido a
la poca caída de agua, y el extremo calor tenemos poca presencia de vegetación.
De hecho, de las pocas especies que pueden sobrevivir sometidas a estas elevadas
temperaturas podemos distinguir las cactáceas, como por ejemplo el cactus.
Asimismo, en el sur, podemos distinguir que la vegetación es mucho más verde y
tupida. Destacamos las regiones cercanas a la Antártica, que es donde los arboles
prácticamente viven a despensa de la humedad que entregan las incesantes lluvias.
En estos lugares son más comunes encontrar arboles como el espino, el quillay, las
araucarias, etc.
Es por ello, que a partir de estas características dispuestas analizaremos de qué
forma interactúan las especies según el territorio donde se ubican, por qué son
capaces de adaptarse a una zona determinada, y conocer la diversidad de
especies tanto animales como vegetales que posee nuestro país.
 Marco teórico

Como bien sabemos, Chile posee una superficie que bordea los 75 millones de
hectáreas y se ubica en el sector sudoccidental de Sudamérica.
Su paisaje está caracterizado por ser geológicamente joven con una particularidad
variante o dinámica, lo que le otorga una geomorfología de diferentes formas, ya
sea conformada por montañas, valles, serranías, etc. Esta característica ha dado
pie a que exista una gran variedad entre ambientes costeros, terrestres e
insulares, los cuales han sido lugar de evolución de un grupo no abundante, pero
si importante de especies y comunidades de plantas.
Esto, de la mano con el aislamiento biogeográfico de un territorio, también limitado
por barreras climáticas y geográficas (como la cordillera de los Andes) ha
configurado nuestra biodiversidad, conformada por un alto endemismo (una serie
de especies que viven exclusivamente en nuestro país.)