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La Carpa Blanca
de la Dignidad 1

La Escuela Pública Enseña, Resiste y Sueña

[ Sonia Alesso* ]
H oy más que nunca necesitamos recuperar las batallas sostenidas por
la docencia organizada para recordar que los docentes no nos rendi-
mos, no nos arrodillamos, porque tenemos una dignidad que sostiene
cotidianamente la esperanza de poder construir un futuro mejor para
nuestros pibes y pibas, y para la sociedad toda.

Hace 20 años se instalaba la Carpa Blanca de la Dignidad y hoy, la Es-

* Secretaria General de CTERA, cuela Pública Itinerante recrea esa lucha desde el mismo lugar histórico
Secretaria General de AMSAFE y con los mismos planteos en defensa de la educación pública. En los
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‘90 plantamos un arbusto que hoy se ha con-
vertido en un árbol, con profundas raíces de
amor y compromiso, que nos permitió con el
conjunto del pueblo sostener el derecho social
a la educación y resistir los terribles embates
contra la escuela pública. Nuestro compromiso
2
sigue siendo defender tenazmente nuestros
derechos, por el presente y el futuro. Hoy más
que nunca seguimos sosteniendo que “la es-
cuela argentina enseña, resiste y sueña”.
Es para nosotros una gran alegría poder rea-
lizar esta revista que conmemora el 20° aniver-
sario de aquella gesta histórica que fue la
Carpa Blanca. Han pasado dos décadas
desde aquel 2 de abril de 1997 en que ins-
taláramos la Carpa Blanca, sin duda un hito de
las luchas docentes y de las luchas sociales en
general, en nuestro país y en Latinoamérica
toda. En su momento puso un dique a las
políticas neoliberales impulsadas en educación
por el gobierno de Carlos Menem. En aquellos
años el Estado Nacional se desentendía de la
educación pública, pues los establecimientos
nacionales se habían transferido a las provin-
cias; se impulsaban políticas que favorecían la
privatización y mercantilización de la educa-
ción y se pretendían cercenar los derechos
laborales docentes. Contra esas políticas se
instaló la Carpa; por eso luchábamos las y los
trabajadores de la educación.
La Carpa Blanca, que originalmente iba a ins-
talarse por dos semanas, extendió su perma-
nencia por 1003 días y se transformó en la
lucha más importante contra el neoliberalismo
de los ‘90. Habíamos entendido desde CTERA
que necesitábamos nacionalizar la lucha, ya
que las luchas provinciales iban desangrán-
dose una a una y no tenían ninguna respuesta
a las demandas. En la Carpa Blanca grupos de
docentes de todo el país realizábamos un
ayuno por alrededor de 20 a 30 días. La Carpa
Blanca de la dignidad se convirtió al poco
tiempo en un faro donde todas las luchas con-
vergían: los jubilados, los trabajadores, la
salud, la denuncia contra el “gatillo fácil”, José
Luis Cabezas, derechos humanos, estudian-
tes, entre otros. La repercusión que empezó a
tener la Carpa transcendió las fronteras y fue
conocida en todo el mundo.
A pesar de la oposición del gobierno, que uti-
lizó todos los medios a su alcance para inten-
tar doblegar a los docentes, desde el “nin-
guneo” a la represión o la campaña de des-
prestigio en los medios de comunicación, final-
mente debió ceder debido al enorme apoyo y
consenso que la lucha docente había conci-
tado y tuvo que definir la creación de un Fondo
para sostener la educación. Este fondo fue la
base para lo que cinco años después se con-
virtió en el logro de una Ley de Financiamiento
Educativo.
La Carpa Blanca triunfó, pese a lo difícil que
parecía en un comienzo, gracias al acom-
pañamiento de la comunidad educativa, de las
organizaciones sociales y sindicales y de am-
plios y diversos sectores del pueblo que mani-
festaron su apoyo.
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Casi 3.000.000 de personas pasaron por ella
durante los tres años que duró la pelea, 1.500
docentes de todo el país ayunaron, 1.500.000
firmaron el petitorio exigiendo un Fondo de Fi-
nanciamiento para la Educación, del 2 al 6 de
junio y del 9 al 10 de septiembre de 1997 se
extendió el ayuno a todo el país, se realizaron
unos 475 eventos culturales, 45.000 jóvenes
participaron del recital de música Maestrock,
se recibieron visitas de 6.700 escuelas de
todo el país y 95 delegaciones internacio-
nales. Adhirieron 1.012 organizaciones gre-
miales, pedagógicas, sociales, políticas, am-
bientalistas, culturales, etc.
A veinte años de aquel triunfo de las y los tra-
bajadores de la educación, hoy enfrentamos
un conflicto que, en muchos sentidos, re-
cuerda ese movimiento histórico. Con algunas
similitudes y diferencias, tanto hoy como ayer,
la lucha docente confrontó y confronta con un
gobierno que aplica políticas neoliberales,
donde el Estado Nacional pretende desenten-
derse de la educación pública y dice que las
provincias deben hacerse cargo. Un gobierno
que impulsa políticas para favorecer la privati-
zación y mercantilización de la educación y
que pretende quitar derechos laborales a los
docentes y al conjunto de los trabajadores.
La situación contextual ha cambiado en todo
este tiempo, y en Latinoamérica, más allá del
avance de la derecha que se da en este mo-
mento, se ha fortalecido el sector popular, pro-
gresista, de izquierda. Y tenemos como saldo
una primera experiencia de alternativas con-
cretas al neoliberalismo, que en los ‘90 no
teníamos. En nuestro país esto es muy claro, y
una diferencia crucial es la potencia que hoy
tiene el sector del movimiento obrero y del
movimiento popular que se opone a las políti-
cas neoliberales -que se ha mostrado en las
calles y en el conflicto social en general-, cosa 3
que en los ‘90 no sucedía, sobre todo a princi-
pios de la década, cuando éramos un sector
claramente minoritario y el neoliberalismo con-
taba con un extenso consenso.
En el caso del sector docente (y de CTERA en
particular) tenemos la experiencia de haber lo-
grado una serie de conquistas que, sumado al
alto grado de sindicalización de nuestro sector,
se concretan en un marco normativo favorable
para la garantía del derecho social a la edu-
cación, y que se concreta en: Ley de Finan-
ciamiento Educativo, Ley de Educación Nacio-
nal, Paritaria Nacional Docente, Formación
permanente gratuita y en ejercicio, entre otras.
Todos estos elementos actualmente nos han
convertido en blanco del ataque del gobierno
de turno (y en buena medida de los medios
dominantes), porque necesitan derrotarnos
para poder avanzar con sus políticas de res-
tauración conservadora.
Como conclusión del análisis, sostenemos que
el gobierno nos trata de acorralar en un con-
flicto que probablemente no tendrá una resolu-
ción rápida (si sigue en su postura de no
convocar a la Paritaria Nacional Docente y
continuar atacando a la Educación Pública).
Sin embargo, sabemos que el mismo se re-
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4 solverá más temprano que tarde -como ya
ocurrió hace veinte años con el de la Carpa
Blanca- a favor de quienes concitamos el
mayor apoyo popular: la docencia.
Si bien hoy el gobierno intenta mostrarse fuerte
y toma iniciativas respaldado por la ola de
derecha que avanza en el continente, noso-
tros sabemos que debemos resistir y confiar
que el tiempo y la organización jugará a nues-
tro favor. Pues las políticas que el gobierno
aplica socavarán su propia base de sus-
tentación; su impulso terminará por efecto de
esas mismas políticas, más allá de todo el
maquillaje mediático que se les logre hacer.
Debemos resistir apoyándonos en la memoria
y en la conciencia histórica del significado de
la educación pública y en los principios de la
gratuidad, obligatoriedad, laicidad, con cali-
dad, inclusión, solidaridad y justicia social.
Desde CTERA la “Escuela Pública Itinerante”
es una vuelta a la resistencia, como lo fue la
A 20 años de la Carpa Blanca reforzamos nuestro compromiso,
la Escuela Pública Argentina Enseña, Resiste y Sueña.
“Carpa Blanca”, en defensa de nuestros
salarios, de nuestras condiciones laborales, del
derecho social a la educación. Una lucha que
se hace presente en todos los maestros y pro-
fesores que han peleado por una mejor edu-
cación para el pueblo, por la “educación
popular”. Una lucha que se asienta en el tra-
bajo y compromiso cotidiano de los traba-
jadores de la educación, en la denuncia del
camino que propone el neoliberalismo en edu-
cación: la meritocracia, la competencia y la pri-
vatización que, en última instancia, nos con-
ducen a una mayor desigualdad e injusticia.
La “Escuela Pública Itinerante” de CTERA que
recorre los caminos de la Patria sigue tejiendo
esos sueños de Isauro Arancibia, Marina Vilte,
Eduardo Requena, Alfredo Bravo, Stella Mal-
donado, Mary Sánchez, Carlos Fuentealba y
de todos los docentes asesinados, detenidos
desaparecidos, sosteniendo en alto la ban-
dera por una Educación Nacional, Popular,
Democrática. /
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A 20 años de
la Carpa Blanca
Fel inicio
ue una lucha que dejó una huella pro-
funda porque marcó, de alguna manera,
de la etapa en la que el neolibera-
lismo -en la versión de Cavallo y Menem-,
en la Argentina entró en crisis y comenzó a
perder consenso social. La Carpa catalizó
un ambiente de descontento que hasta ese
momento no había tenido un cauce de ex-
presión y eso explica la empatía, el apoyo
que se generó rápidamente desde la comu-
nidad, que además se identificó con esos
símbolos de los guardapolvos blancos, la
Escuela Pública. Hubo como una especie
de despertar de una larga siesta, en sec-
* Secretario General de CTA, Presidente de la Internacional de la Educación para América Latina.
5
[ Hugo Yasky* ]
tores que habían sido seducidos por la idea
de que la Argentina se había eyectado al
Primer Mundo. Por fin, esos sectores se
dieron cuenta de que nos habían eyectado
a un terreno baldío, no al Primer Mundo, y
que estábamos peor que como habíamos
empezado. Creo que fue marcando el final
de una década de retrocesos. Además en-
tiendo que la Carpa fue como forma de
lucha muy novedosa, algo que impactó, que
logró el objetivo de influir en la opinión
pública. Cuando llegamos a la Carpa venía-
mos de sucesivas derrotas, habiendo
apelado a la movilización, a la huelga, a la
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La Escuela Pública e
culación nacional. Porque si uno se pone a analizar
los periodistas que pasaron por la Carpa se en-
cuentran muchos de los que hoy están en la
trinchera de la clase dominante. Creo que hoy una
carpa de esas características hubiese sido noticia
solamente para algunos medios, como lo son hoy
por ejemplo, hechos tan importantes como la Mar-
cha Federal o la Escuela Itinerante; que muchos
grandes medios trataron de mantener oculto.

concentración callejera, todas esas formas de

lucha que el menemismo había logrado neutralizar,
invisibilizando el reclamo, mostrándonos perma-
nentemente como portadores de la mala noticia de
que no había clases, de que se suspendía la activi-
dad por el paro. La Carpa dio vuelta ese escenario
de derrota en el que veníamos, en un momento -
en el que además- habíamos llegado a tocar fondo;
porque cuando pusimos la Carpa teníamos cinco
6 provincias o seis que no cobraban directamente
salario. Ya venían cobrando en bonos pero llegó el
momento que ni los bonos aparecían, de manera
que la Carpa expresó el punto máximo de una cri-
sis de la Escuela Pública que tenía que ver con el
ajuste, con la provincialización, con el intento fa-
llido de la municipalización -que pese a haber
quedado a mitad de camino- fue un golpe que
fragmentó al sistema educativo y que lo dejó sin fi-
nanciamiento.

El crecimiento del respaldo a la Carpa Blanca fue

un proceso espontáneo. Cuando iniciamos la
Carpa no sabíamos qué suerte podría correr, in-
cluso ni nos imaginábamos que íbamos a estar
tres años; ni que íbamos a generar la corriente de
adhesión que generó; ni que la Carpa iba a ser
después casi un lugar de culto para todos aque-
llos que se comprometían con las causas progre-
sistas, con las defensas de las banderas sociales.
Todo eso fue sucediendo casi espontáneamente y
creo que se dieron una cantidad de factores, en
parte por lo citado y en parte por nuestra necesi-
dad de aguzar las formas de comunicar nuestra
demanda y dar testimonio de la crisis de la Escuela
Pública. Se fue construyendo un fenómeno que se
explica también en una Argentina donde todavía
los grandes grupos mediáticos no estaban alinea-
dos en el “periodismo de guerra” como definió uno
de los principales columnistas de un diario de cir-
También eso hay que tenerlo en cuenta, fue posible
en las condiciones en que se daba la disputa entre
los proyectos de país de aquella época, donde mu-
chos periodistas asumían para sí la condición de
ser una especie de pastores que guiaban al rebaño
por los caminos del progresismo, pero cuando
vieron que ese camino lo marcaba la propia cons-
trucción popular, tuvieron una reacción que fue
aprovechada por los dueños del poder económico
para generar eso que ellos llaman la grieta y que
no es otra cosa que el profundo abismo que separa
a quienes quieren un país para pocos y a quienes
queremos un país donde podamos vivir los sec-
tores populares.
Hay un proyecto que se desea reflotar, una línea
que conecta la idea de que la Argentina requiere
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a enseña, resiste y sueña
insertarse en el mundo a través de la vinculación
subordinada a EE. UU. de Norteamérica, al Fondo
Monetario Internacional. La idea de que para tener
un lugar en la región tenemos que ser competitivos
y que eso requiere bajar el costo salarial de los tra-
bajadores, la idea de que el ajuste inevitablemente
es la condición para que haya una acumulación en
la copa y para que la copa después derrame.
Todas estas cuestiones las hemos escuchado en-
tonces, pero la diferencia es que este es un go-
El crecimiento del respaldo a la Carpa Blanca fue un proceso espontáneo
bierno que orgánicamente representa a la clase
dominante.
Hoy tenemos los CEOS de las multinacionales
ocupando lugares clave en el gabinete, tenemos
los representantes de las consultoras que hacen
negocios con el sector bancario y el FMI, ya no
como intermediarios sino como parte del gabinete.
Tener representantes de las ONG que trituraron la
cabeza de los argentinos para abrirle paso a este
modelo neoliberal, Poder Ciudadano y tantas
otras, que han metido a sus principales represen-
tantes en el gabinete. Por eso este es un gobierno
que cuenta con el apoyo del poder que significan
los grandes medios de comunicación: acá el Presi-
dente tiene una cuenta en un paraíso fiscal y eso
pasó como si estuviéramos hablando de que te-
nemos el 65% de humedad, la noticia ocupó tanto
espacio en los medios como el registro de la
humedad que se hace todos los días. Eso habla
de una monumental maquinaria mediática al ser-
vicio de este gobierno. Y esto establece una no-
table distancia con lo que sucedía cuando se
instaló la Carpa Blanca.
En este momento de disputa el movimiento sindi-
cal tiene que jugar un papel fundamental para ar-
ticular la resistencia de los sectores populares y el
descontento de muchos que votaron esto, pen-
sando que votaban un cambio idílico y no a un go-
bierno de las multinacionales y la clase dominante.
Y lograr que la resistencia popular erosione las
bases de sustento de este gobierno para dar
vuelta la página y retomar el camino de la justicia
social, la distribución de la riqueza y la dignidad
del pueblo. Esta es la condición imprescindible
para evitar que las conquistas obtenidas en aque-
lla epopeya de los “docentes ayunantes” no ter-
minen siendo arrasadas por quienes hoy preten-
den desconocer la Ley de Financiamiento Educa-
tivo y el derecho de los docentes a la Paritaria Na-
cional. /
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La resistencia
Al neoliberalismo
[ Eduardo López* ]
A principios de 1997 el plan neoliberal apli-
cado en la Argentina, con sus consecuen-
cias políticas, económicas, sociales y cultu-
rales, parecía consolidar su hegemonía de un
modo absoluto. El “menemismo”, la identidad
local del fenómeno que atravesó la década
del ’90 con el triunfo mundial de la “economía
de mercado”, había sido respaldado electoral-
mente después de llevar adelante una reforma
neoliberal “sin anestesia”. Privatización gene-
ralizada de empresas públicas, traspaso de
fondos jubilatorios a administradoras privadas
manejadas por los principales bancos, aper-
Marcha Federal Educativa - 22 de Marzo de 2017
tura comercial que destruía la industria na-
cional, endeudamiento externo, eran los ejes
de un modelo que contó con sucesivas vali-
daciones electorales. El corazón de estas re-
formas se forjó a partir de 1991/2. En esos
años se traspasó la responsabilidad del finan-
ciamiento educativo a las provincias y se
proyectó la Ley Federal de Educación y la Ley
de Educación Superior, sancionadas en 1993
y 1995, respectivamente.
* Secretario General de UTE y de CTA Ciudad.
Secretario Gremial de CTERA
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Pese a las movilizaciones y medidas de fuerza
que realizábamos desde la CTERA o en el
marco de la CTA, el gobierno neoliberal avan-
zaba en las reformas sin acusar recibo. Las
protestas parecían caer en el vacío y resultaba
muy difícil construir un correlato político de la
resistencia que lograra poner límites a un pro-
grama económico que descargaba su peso
en el pueblo.
Vistos en perspectiva, aquellos años nos
muestran que la suma de pesares y sufrimien-
tos no genera por sí un sujeto movilizado. Es
decir, no necesariamente de una política de
ajuste surge la masividad de movilización
popular. Los sujetos sociales se movilizan
cuando perciben que esa movilización puede
modificar la correlación de fuerzas y mejorar
sus condiciones de vida. No nos movilizamos
sólo porque estamos mal, nos movilizamos
porque creemos que con la movilización
vamos a estar mejor. Desde el campo po-
pular atravesábamos dos problemas simultá-
neos. Uno, la imposibilidad de conseguir
mejoras parciales frente a un gobierno inflexi-
ble y otro, la dificultad para que sus reclamos
obtengan legitimidad social. Era necesario en-
contrar medidas de lucha que por un lado no
pudieran ser derrotadas en el corto plazo por
una simple negativa del gobierno al diálogo,
y por otro, que, en su mismo desarrollo, per-
mitieran dar la batalla simbólica por el sentido
común. O sea, había que poner al conjunto
social del lado de las organizaciones popu-
lares, en nuestro caso, sindicales para acu-
mular fuerzas en la lucha y no debilitarnos.
Por supuesto que nadie sabe si una medida
de lucha será acertada en el momento de de-
cidir efectuarla. Conocer el resultado de las
acciones políticas de antemano implicaría
cierto pensamiento mágico. Como cuando al-
gunos sectores exigen a las asambleas de
trabajadores que voten “un plan de lucha para
ganar” suponiendo que se pudiera poner el
resultado de un partido antes de jugarlo.
Con la perspectiva histórica que se ha dado
en llamar “diario del lunes” de nuestro lado,
podemos ver que la Carpa Blanca, fue una
herramienta para perseguir esos objetivos: no
regalarle derrotas al neoliberalismo y construir
consenso social en favor de las luchas do-
centes por los derechos laborales y el dere-
cho social a la educación.
La Carpa, además de renacionalizar la discu-
sión educativa e impedir el avance de las re-
formas de segunda generación que pretendían
municipalizar y privatizar el sistema, logró con-
vertirse en el centro de la escena educativa y
9
caja de resonancia de muchos otros conflictos
sociales. Durante aquellos años de finales de
la década del ’90, se trasladó el domicilio sim-
bólico de la educación pública desde Pizzurno
950 a Entre Ríos 50. Por ese lugar ubicado en
el kilómetro 0 de la patria, pasaron no sólo
1.500 docentes ayunantes; por allí también
pasaron los conflictos sociales que jalonaron
la resistencia al neoliberalismo. /
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[ Silvia Almazán* ]
Epañeras
l 2 de abril de 1997 salí temprano de mi casa
con el recuerdo del abrazo de mis com-
de escuela y de los compañeros de mi
sindicato Suteba, en el distrito de Fcio. Varela,
que me saludaron el día anterior con un “volvé
pronto” y vi en sus miradas interrogantes ante
* Docente ayunante de provincia de Buenos Aires. Grupo 1,
Secretaria General Adjunta, SUTEBA
En la Carpa Blanca
se escribieron
las luchas y sueños
de nuestro pueblo
esta nueva forma de lucha a la que nos con-
vocaba CTERA, que consideraban una locura.
Un ayuno en el Congreso Nacional por la Edu-
cación Pública!!!
Fue llegar a la Plaza de los dos Congresos y
observar sorprendida la estructura de la carpa
y pensar “¿todo esto por tan pocos días?” No
imaginaba, ni proyectábamos que tendríamos
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que quedarnos 1003 días para comenzar a
construir el logro de lo que nos proponíamos:
hacer visibles las reformas educativas neolibe-
rales expresadas en la Ley Federal de Edu-
cación, defender la escuela pública y deman-
dar una Ley de Financiamiento Educativo.
Se estaban agotando nuestras herramientas
de lucha ante la voracidad del menemismo
neoliberal. Allá en el sur patagónico, Hugo
Yasky propuso esta medida desesperada y
fue aprobada por los representantes de los
sindicatos de base de CTERA. Por eso maes-
tros y maestras de todo el país nos encon-
tramos ese 2 de abril, nos realizamos un con-
trol médico, nos dieron el marco político de
la lucha Hugo Yasky y Marta Maffei, nos pusi-
mos el guardapolvo blanco y empezamos a
ser los primeros docentes ayunantes.
Allí se comenzó a construir una de las gestas
más importantes para los docentes y para
nuestro pueblo, en aquella dura década de
los ‘90.
La década de las privatizaciones, del endeu-
damiento, del uno a uno, de los monitoreos
del FMI y del riesgo país, la de las provincias
viables e inviables, la de las importaciones li-
bres y el fin del desarrollo industrial nacional,
la de las marchas de los jubilados, la de la
desocupación creciente, la de la pauperi-
zación hasta lo inimaginable, la de los come-
dores populares, la de la reducción del estado
en la representación popular, la de los indul-
tos, la de la represión a las luchas populares,
la de José Luis Cabezas, la de los atentados
de Río Tercero, la Embajada de Israel y la
AMIA, la del saqueo continental, la de la pizza
con champán.
Los ‘90, la década menemista, de la reforma
educativa neoliberal, la del Ministerio sin es-
cuelas y sin responsabilidad nacional de la
educación, la de los maestros cobrando con
meses de retraso, en bonos, pseudomone-
das, la de los edificios escolares derruidos, la
de la exclusión social y educativa de nuestros
pibes y pibas, entre otras graves cuestiones.
La del "dolor país", la década según Silvia
Bleichmar de "un fin de siglo que nació al
calor de la utopía y terminó al borde de la de-
sesperanza".
La Carpa Blanca se estremeció el 21 de abril
ante el asesinato de Teresa Rodríguez y fue
centro de una gran convocatoria en repudio a
la feroz represión en Neuquén. Y así fue con- 11
virtiéndose en el espacio en el que se referen-
ciaban todas las luchas de los trabajadores,
de los más humildes, de los que peleaban
contra las injusticias de aquel tiempo, de los
que sostenían en alto las banderas de los 30
mil, de los que soñábamos que un país y un
mundo más justos eran posibles.
Una larga lista de acciones para sostener la
visibilidad de la Carpa ante la contraofensiva
gubernamental de descalificación y ninguneo.
Una extendida nómina de artistas populares,
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escritores, pedagogos, curas
de opción por los pobres,
científicos, deportistas, perio-
12 distas, etc. expresaron su soli-
daridad con la lucha de los
maestros. Así fue instalándose
el "Hoy somos todos do-
centes".
Algunos recuerdos de aquellos 1003 días de
las presencias, que pude compartir, de Eduar-
do Galeano leyendo a don Simón Rodríguez,
las palabras y canciones que nos acariciaron
de Mercedes Sosa, Spinetta y Serrat, y el
humor político analizando la realidad de
Guinzburg y Castello, entre tantos otros y
destaco la de Silvio Rodríguez, a quien fuimos
a buscar al hotel con Sonia Alesso, Rosana
Merlos y Ani Barcos, y nos abalanzamos de
amor por él, por su compromiso, por sus Can-
ciones y por Cuba.
El ayuno docente tuvo jornadas en las que se
extendió en las escuelas de todo el país y en-
contró a los maestros con la comunidad edu-
cativa unidos en una misma lucha. Con tal di-
mensión, que en muchas escuelitas alejadas
a cientos de kilómetros había un par de maes-
tros y su comunidad como en ceremonia reli-
giosa garantizando el ayuno. O recuerdo que
en la Plaza de Trenque Lauquen, allá en el in-
terior bonaerense, un grupo de docentes
ayunaba a la par de la Carpa Blanca, habían
asumido como propia la lu-
cha y se organizaron para
acompañarla.
No recuerdo el hambre, ni el
cansancio, recuerdo las emo-
ciones y a los compañeros y compañeras que
compartieron ese primer grupo de ayunantes,
uno de los más numerosos, en el que estuvo,
entre otros, Roberto Baradel. Y tengo muy
presente la fuerza y creatividad política de Ce-
cilia Martínez, a Alejo Demichelis coordinando
los actos, entre otros compañeros y a Lilian
Capone, la doctora de la Carpa, ahí siempre
sosteniéndonos.
A fines de 1999 cuando tirábamos de los
paños de la carpa para desarmarla, simbólica-
mente intentábamos como pueblo dar vuelta
la página menemista de nuestra historia y
dejar atrás esos duros años. Nos costaría un
tiempo más de lucha y de vidas de hombres,
mujeres, jóvenes y niños de nuestro pueblo.
En el 2005, en tiempos de la batalla del No al
Alca, de la integración latinoamericana, la del
fin de las leyes de impunidad, de la Ley de Fi-
nanciamiento Educativo y de salarios cobrados
en término por los docentes, de un Estado que
comenzaba a hacerse presente resolviendo las
problemáticas y las necesidades populares. En
ese año CTERA es convocada a un encuentro
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continental en Canadá por la Red Sepa, in-
tegrada por organizaciones sindicales, sociales
y estudiantiles en defensa de la Educación
Pública. En el marco de dichas jornadas se
hacía un encuentro internacional de educación,
del que participaban destacados investigadores
y académicos. Fuimos invitados a asistir a una
comisión que coordinaba Michael Apple, quien
presentó a la delegación latinoamericana e hizo
un destaque especial con Argentina. Planteó
que éramos los docentes que habíamos desa-
rrollado esa lucha emblemática, la Carpa Blan-
ca. El murmullo de admiración se transformó en
ovación y en demandas de los asistentes "nece-
sitamos que nos enseñen cómo organizaron esa
lucha, porque nos están atravesando duramente
las políticas neoliberales, necesitamos que nos
enseñen cómo luchar".
Esa referencia política y ética a nivel mundial
la construimos los maestros y maestras ar-
gentinas organizados en CTERA, defendiendo
la escuela pública, en ese hito histórico de
1003 días de ayuno en la Carpa Blanca. Como
dijo Hugo Yasky:
“Es la voluntad de cientos de miles de tra-
bajadores de la educación que en su lucha
cotidiana, en cada rincón del país se re-
sisten a aceptar que la escuela pública ter-
mine siendo una estación de tránsito hacia
la exclusión social”.
Por eso hoy, en tiempos de gobiernos que im-
pulsan políticas neoliberales y un modelo de
país para pocos, que intentan avanzar en Edu-
cación, como en otras áreas en lógicas de
ajuste, desresponsabilización estatal, despidos,
privatizaciones, recortes presupuestarios, ava-
sallamiento de derechos laborales e intentos de
implosión de las paritarias y el derecho social a
la educación, los maestros y maestras planta-
mos banderas irrenunciables, no vamos a retro-
ceder en nuestras conquistas.
Para nosotros la ley de Financiamiento Educa-
tivo y la Ley de Educación Nacional fueron es-
critas en las telas de la Carpa Blanca por miles
de historias, de luchas, de sueños y proyectos
de nuestro pueblo y son como Stella Maldonado
planteaba, nuestras plataformas de lucha. //
13
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[ ]
14
Alejandro Demichelis*
Lmentos
a histórica Carpa Blanca
Los abrazos
de 1.003 días tuvo mo-
emblemáticos donde
el acompañamiento de la so-
ciedad a nuestro reclamo hizo
que nuestra lucha fuera con-
tundente.
En esos 1.003 días de re-
sistencia, la Carpa se llenó de abrazos. Abrazos
gigantes que sostuvieron nuestra lucha.
Los trabajadores de la cultura estuvieron firmes y
solidarios con nuestra batalla por la Defensa de la
Educación Pública. No fueron pocos los momen-
tos donde artistas dijeron presente: se realizaron
en la Carpa Blanca 475 eventos culturales,
recitales, muestras de pintura, fotografía, escultura,
teatro, etc.
El sobrecogedor acto frente al Congreso de la
Nación donde Mercedes Sosa y Teresa Parodi
cantaron el Himno Nacional a capella ante el ase-
sinato de Teresa Rodríguez.
La presencia de Luis Alberto Spinetta marchando
codo a codo con los traba-
jadores de la educación del
Congreso a Plaza de Ma-
yo, guitarra en mano, con la
mirada y la voz en un acto
emocionante y masivo:
"Están dando una lección
mucho más importante
que todo, que la base de la edu-
cación, es la ética y el respeto por la vida”, expresó
el Flaco en una Plaza de Mayo desbordante.
El enorme Alfredo Alcón fue uno de los primeros
en darnos su abrazo y su aliento, fue él quien puso
la dirección Entre Ríos 50 frente a la Carpa.
Los escritores Eduardo Galeano, Mario Benedetti,
Ernesto Sábato, Augusto Roa Bastos pasaron y
dejaron sus mensajes emotivos.
Los acordes del piano de Miguel Ángel Estrella
sonaron una tarde noche en el ayuno que do-
centes de todo el país realizamos en la Plaza de
Mayo; acordes conmovedores.
* Docente ayunante. Director del Área de Prensa - CTERA
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Quizá el evento cultural más impresionante fue
Maestrock, un concierto de rock frente a la Carpa
que congregó a más de 45 mil jóvenes, Luis Al-
berto Spinetta -nuevamente- abriendo la jornada y
finalizando con Divididos. Desde la tarde hasta en-
trada la noche distintas bandas de rock dijeron pre-
sente en la lucha de los docentes. Los jóvenes
envolvieron con sus cantos la lucha docente con
un vigor vibrante.
La lucha de CTERA, de los trabajadores de la edu-
cación también contó con las voces de los queridos
cantantes Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat,
Daniel Viglietti, Víctor Heredia, Fito Páez, Ana Belén,
Víctor Manuel, Litto Nebbia, entre otros.
Artistas que vinieron a tomar unos mates con los
ayunantes, que vinieron silenciosamente a ani-
marnos en nuestra resistencia: Héctor Alterio,
Miguel Ángel Solá, Leonardo Sbaraglia quién ex-
presó: "Una absoluta adhesión al reclamo de los
docentes, una absoluta adhesión a gente que está
luchando por algo tan justo como la educación.
Esta Carpa representa eso, una herida que está
abierta, un país que pide que las cosas estén mejor,
que pide justicia." La Carpa Blanca fue un gran
15
acto de resistencia y lucha que duró 1.003 días,
de la cultura
que estuvo acompañado por el pueblo.
Los trabajadores de la cultura dijeron presente en
esta lucha, nos abrazaron, se pusieron el guar-
dapolvo blanco, bancaron la lucha y la defensa de
la escuela pública. La Carpa Blanca se levantó un
30 de diciembre de 1999; León Gieco, siempre
presente, demostrando su compromiso y coheren-
cia, había afirmado al comienzo del ayuno docente:
"Yo estoy con el pueblo en lucha. Es lo que me in-
cita a venir y a decir gracias por lo que hacen. Estoy
acá y yo soy uno más de ustedes". Fue él quien el
último día, mientras emocionados los ayunantes
desarmábamos la Carpa, entonó “Solo le pido a
Dios” con su guitarra y armónica, mientras las
luces de la noche cubrian la Carpa.
Este relato es en reconocimiento y agradeci-
miento a todas y todos los trabajadores de la cul-
tura que nos brindaron su apoyo y solidaridad en
esos 1003 días, que abrazaron la Carpa Blanca
con convicción y compromiso; la cultura compro-
metida con su tiempo. //
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Marcha Federal Educativa - 22 de Marzo de 2017
La convocatoria de la Carpa Blanca en
nuevos tiempos neoliberales
16
[ Adriana Puiggrós* ]
Egentina.
l 20 aniversario de la Carpa Blanca ocurre
en un momento difícil para la educación ar-
El gobierno de “Cambiemos” no so-
lamente ha regresado a la política de la
década de 1990, sino que la profundiza; está
decidido a llevar a fondo la privatización del
sistema escolar estatal y la precarización del
trabajo docente, así como elitizar la educación
en su conjunto. Por esa razón hoy más que
nunca vale recordar que la Carpa Blanca no
fue un acontecimiento aislado sino el hecho
sobresaliente de una larga lucha. Los com-
pañeros educadores caídos y desaparecidos
en la Dictadura portaban demandas político-
educativas populares y democráticas que
tenían larga historia y conservan total vigencia
en la actualidad. Cuando durante el gobierno
neoliberal de Carlos Saúl Menem los blancos
guardapolvos de miles de docentes vistieron
los caminos del país, la sociedad percibió la
fuerza que ellos representaban. La Carpa
Blanca fue el significante de la decadencia del
primer neoliberalismo que llegó al poder con
el voto popular.
Los cientos de compañeros de todo el país que
ayunaron durante meses, reclamaban una Ley de
Fondo Permanente para la Educación y que el go-
bierno cumpliera con el Art. 61 de la Ley Fede-
ral de Educación, entonces vigente, que preveía
una inversión anual del 6% del PBI, en tanto se
estaba invirtiendo menos del 3%.
Esas medidas reclamadas eran el sostén de
una concepción y un programa educativo
democrático, nacional y popular; en la Carpa
se condensaron demandas de muchos sec-
tores sociales, que concurrieron para dar su
apoyo a la CTERA, pero también a sumar las
suyas propias. El gobierno de la Alianza, en el
raquítico flash progresista de sus primeros
días, aprobó la Ley de Incentivo Docente. Pero
fue recién en el gobierno de Néstor Kirchner
cuando se sancionó la primera Ley de Finan-
ciamiento Educativo del país y se estable-
cieron de manera legal las paritarias docentes.
* Ex Diputada Nacional. Pedagoga.
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 17
Durante ese gobierno y el de Cristina Fernán-
dez de Kirchner, se sumaron leyes y otras nor-
mativas que constituyeron la estructura
indispensable para llevar a cabo muchas de
las metas planteadas en la Carpa Blanca.
Siempre debe recordarse que la Carpa, como
las acciones que la precedieron, significó al-
canzar un punto muy alto de cohesión y clari-
dad en los objetivos, cuya repercusión en la
conciencia social actuó decisivamente en la
política educativa llevada adelante a partir del
2003. En la hora actual, cuando un nuevo go-
bierno neoliberal, con nuevos instrumentos
comunicacionales y objetivos más claramente
empresariales respecto a la educación estatal,
se suma a la campaña internacional de des-
prestigio de los docentes y de la escuela
pública, la Carpa Blanca es símbolo del pro-
grama educativo que se necesita recuperar de
manera superadora. Si bien no puede obviarse
que muchos docentes facilitaron con su voto
la llegada de la coalición “Cambiemos” al
poder, debe advertirse que su identidad pro-
fesional y su puesto de trabajo son blanco de
las políticas de este gobierno. La penetración
de las corporaciones tecnológicas y mediáti-
cas, de las fundaciones de las empresas más
poderosas y de los grandes bancos interna-
cionales en el sistema de educación pública,
avalada y alentada por la OCDE (Organización
para el Comercio y el Desarrollo Económico,
también llamada “Club de los países ricos”)
era aún incipiente en la Argentina hace veinte
años. El gobierno de Menem abrió las puertas
para que avanzaran y la docencia argentina
levantó entonces un muro que fue infranquea-
ble. Por eso no pudo ese gobierno establecer
una reforma semejante a la que destruyó la
educación pública de Chile. Para llevarla a
cabo es indispensable doblegar a los edu-
cadores reduciendo drásticamente los pues-
tos de trabajo y los salarios en los estable-
cimientos públicos y privados, y avanzando en
un uso de la tecnología sustitutivo del vínculo
educador-educando, operado por meritócra-
tas y destinado a repartir la cultura entre muy
pocos. Pero, como la Carpa Blanca no es una
ficción sino una fuerte marca en la memoria
social y, como del respeto a los docentes de-
pende la educación de millones de niños,
jóvenes y adultos, son posibles nuevos acon-
tecimientos en los que las luchas sindicales y
políticas convoquen a la gran mayoría de los
17
maestros y profesores, a los estudiantes, a sus
familiares, a los trabajadores, a todos los ciu-
dadanos a la defensa sin tregua de la edu-
cación pública, nacional, latinoamericanista y
popular. /
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 18

una historia
A
- C PI a
p a B la n c
Car
TA
iso, amor,
UTE

de c o m p r o m
L FE

ilitancia
riano Mango*
y m
a
o
M
enc u e n t r
U T E
DE
RAL

“¿Vos sabés o te acordás qué fue la Carpa

Blanca de la Dignidad?”, pregunto siem-
pre queriendo invitar a una conversación.
Es una de esas preguntas de las que no
espero necesariamente una respuesta.
Se trata simplemente de una excusa an-
siosa para dejar salir esas palabras que
nos permiten contar nuestra vida. Por-
que en la mía, la Carpa fue una de las
experiencias de militancia colectiva más
profundas. De esas de las que uno sien-
te orgullo de haber compartido.
18 Tenía 23 años cuando a mediados de junio de 1997
ingresábamos como Grupo 4 al Ayuno Docente.
Durante algunas semanas compartimos caldos,
mates y jugos con compañeras y compañeros de
la provincia de Buenos Aires, Misiones, Jujuy,
Santa Fe, Entre Ríos, de nuestra Ciudad de Buenos
Aires, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Neuquén y
Río Negro.
Conmigo también entraron los nervios, la ansiedad,
los miedos, las ganas de “poner el cuerpo” junto a
otros. En ese momento era delegado de mi escuela,
el glorioso Mariano Acosta, y participaba de los ple-
narios de la UTE, mi sindicato. Sin embargo, lo que
hasta entonces eran pequeñas experiencias de
participación, a partir de la Carpa se fueron convir-
tiendo en un proceso de enamoramiento de la mi-
litancia. Y claramente en ese tiempo se me fueron
arrimando los amores. Porque en ese invierno es-
taba muy enamorado de mi novia, con quien ya
habíamos decidido casarnos. Ella nunca faltó du-
rante todo el ayuno a darnos ese beso diario. Allí
apareció otro amor también, la CTERA. En la Carpa
se juntaron ellas tres: Eliana, la Militancia y la
CTERA. Aquellos fueron momentos de mucha in-
tensidad. La Carpa había explotado mediática-
mente. Se había vuelto visible. Por momentos nos
costaba terminar de entender la dimensión de lo
que estaba ocurriendo a su alrededor.
Ya estábamos ayunando cuando como CTERA
convocamos a una histórica marcha a Plaza de
Mayo para el 20 de junio. La concentración previa
fue muy movilizante. La gente pasaba, nos agra-
decía y saludaba. Algunos nos tomaban fuerte la
mano. Se había generado una mística muy espe-
cial que también nos asustaba un poco. No en-
tendía bien qué pasaba. Quizás la gente intentaba
encontrar algo en la Carpa y en sus ayunantes. In-
tentaba compartir su dolor, su tristeza. Eran tiem-
pos en los que reinaba la desesperanza y soledad
(era muy difícil encontrar algún joven participando
políticamente), y la Carpa era un lugar de mate
compartido, un espacio donde ponerse a res-
guardo junto a todas y todos los que la estaban
pasando mal en aquel invierno menemista. La
Carpa fue encuentro y lucha.
Los momentos más impactantes fueron las visi-
tas de pibes y pibas de las escuelas. Nosotros
íbamos compartiéndoles nuestros reclamos. Clara-
mente la visita de mis alumnos de primer grado fue
una de las que más me sensibilizó. De esas visitas
siempre me acuerdo la de María Paula, con quien
tengo la única foto de aquella experiencia. Ella, con
el buzo del Acosta, ese día me trajo un dibujo her-
moso. Tenía seis años. Hoy tiene 26 y la última vez
que la crucé estaba estudiando el profesorado
para ser maestra. //
* Docente ayunante de CABA, UTE Grupo 4,
Secretario de Gestión Privada - UTE
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 19

- LA
A
UTELP Sindicalismo
Olga Reinoso*
PAMPA

M i participación en el gremio hizo que muchas

veces estuviera en total desacuerdo con las
medidas ministeriales, por esa razón, fui una de
las docentes argentinas que participó del Ayuno
en la Carpa Blanca levantada frente al Congreso
de la Nación.

Desde allí les escribí a mis hijos:

Compartimos el ayuno con delegaciones de Río
Negro y Misiones. Acompañamos a las Madres en
Roberto integró el grupo que viajó a Pina-
su ronda de los jueves. También asistimos al acto
mar al recordarse el primer aniversario del asesinato
de Memoria Activa (AMIA) un lunes frente a Tri-
de José Luis Cabezas.
bunales.
La noche anterior yo integré una delegación que
asistió a Buenos Aires Vivo durante el recital de los
Fabulosos Cadillac con Vicentico a la cabeza.
ema:
encia quedó este po
De aquella experi Subimos al escenario. Apenas nos descubrieron en

Tormenta de N ieve
la pantalla gigante comenzaron a aplaudir. Me tocó
19
hablar ante 70.000 personas enardecidas por el
Carpa Blanca recital. Saqué el micrófono del pie, saludé con la
un copo mano y se me ocurrió decir:
Comenzó siendo
m bl or oso.
pequeño y te
al ud se fue nutriendo - Nunca imaginé trabajar en un aula tan llena.
Pero como un Fue una ovación y en ese clima pude decir que la
iones.
de blancas intenc tando
s có nd ores lo fueron aven Carpa Blanca no se iba porque “las únicas luchas
Las alas de lo a.
ís de punta a punt que se pierden son las que se abandonan”. La mul-
y hoy abarca el pa y ca nt a titud coreaba “Menem, compadre laralaralara…”
vocifera
Crece, efervesce, ca.
an se du mbre y calma blan Fue un momento de mucha adrenalina. Pero lo que
con nívea m o
eblo con insomni más me conmovió fue el constante fluir de la gente
Es vigilia de un pu do ca lla. que nos tomaba la mano, nos miraba a los ojos y
e por mie
y es la voz del qu udales
l silen cio, los señores fe decía:
Los amos de - No aflojen. Ustedes son lo único confiable que
s pesadillas
sufren inagotable
uo grupo pacifista nos queda.
frente a este inoc .
pudores la miseria Era demasiado fuerte. Una corriente eléctrica reco-
que muestra sin po r la s pl az as rría nuestros cuerpos y tácita o explícitamente
ntinos
Hay maestros arge se en sa ña asumíamos el compromiso.
a quien
enseñando moral
pi ed ad y se arrodilla
mintiendo sin Ya pasaron 20 años y todavía me emociona recor-
s.
ante los opresore s
s ar ge ntinos con agalla dar. Lo más grande de esa experiencia es haberla
Hay maestro stic ia compartido con mi amigo hermano del alma Rober-
y la inju
hartos del fraude
lib re y con la frente alta to Petit. Nunca voy a conocer otro ser más trans-
que al aire .
señar la dignidad parente y maravilloso.
nos vuelven a en a y flore ce n Parafraseando a Borges me animo a decir:
ís. Niev
Nieva sobre el pa - Que otros se enorgullezcan de lo que han sido. Yo
libertad.
la utopía, la fe, la estoy orgullosa del amigo que tuve. //
* Docente ayunante de La Pampa, UTELPA,
19 al 29 de enero de 1998 - Grupo de Ayunantes Nº 15.
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SA
FE -
n la C a r p a Blanca
“ E
os clases”
SA
AM

n d im
aías
b ié
por Marcela Is
t a m
NTA

FE

Nota publicada en el diario La Capital de

Rosario. Sábado 01 de Abril de 2017

Francisco Guillén
“Con la Carpa Blanca también dimos clases", dice
Gustavo Bessolo el maestro rosarino que estuvo
ayunando en 1997 frente al Congreso de la Nación,
junto a cientos de educadores. Mañana se
cumplen 20 años del inicio de aquel hecho histó-
rico del magisterio. Fueron 1.003 días en los que
la docencia se plantó para defender la Educación
Pública.

G
20
ustavo Bessolo tiene 52 años y es vicedirector
de una escuela de la ciudad. Hace 20, en-
señaba ciencias sociales y lengua en una primaria
de barrio Emaús. En una de las asambleas del
gremio se enteró de la Carpa Blanca que la CTERA
terminaba de instalar frente al Congreso de la

El día de la foto
Nación. Fue, exactamente, el 2 de abril de 1997, y
que no se levantaría hasta diciembre de 1999,
cuando se consiguió que los legisladores na-
cionales aprobaran el Fondo de Incentivo Docente.
"Con la Carpa Blanca también dimos clases. Con el

Congreso de la Nación costó, tuvimos que calificar-
los con la (a los legisladores) libreta en recu-
peración", se explaya con ironía sobre la lucha que
el magisterio organizado le ganó al menemismo.
Carlos Menem presidía por segunda vez el país du-
rante esos años, y Susana Decibe era la ministra de
Educación de la Nación. La aprobación de ese
fondo fue el logro puntual, que a largo plazo repre-
sentó un precedente clave para la aprobación de la
Ley de Financiamiento Educativo sancionada en
2005, además de profundizar el debate sobre Ley
Federal de Educación que castigaba al sistema
educativo argentino.
EBlanca,
l maestro Gustavo Bessolo recuerda muy bien
el día que le tomaron esta foto en la Carpa
el 6 de junio de 1997: "Hacía mucho frío
y yo estaba apoyado sobre los colchones apila-
dos, donde dormíamos. Ese día habían venido
mi esposa y mi hija a visitarme. Mi hija tenía tres
años, hoy estudia comunicación social en la uni-
versidad. Llegó el fotógrafo -Ricardo Ballesté-,
se presentó amablemente, le conté que era de
Rosario, me preguntó por mi escuela y luego
tomó las fotos, adentro y afuera de la Carpa".

El maestro Gustavo estuvo entre mayo y junio de En el interior, la Carpa se llenaba de mensajes,
1997 ayunando en la Carpa. Un mes, el mismo dibujos cartas y fotos. Todos tenían la meta de
tiempo que rotaban los educadores de todo el país. la compañía y del apoyo fraterno a la lucha do-
Durante esos días sólo ingirieron líquidos: mate co- cente.
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cido, gaseosa, agua. Nada más. "Nos levan-
tábamos muy temprano, nos hacían un control
médico y nos llevaban a la sede de CTERA para
ducharnos. Siempre estuvimos muy bien cuidados
y contenidos. Volvíamos y participábamos de al-
guna de las actividades pensadas para ese día.
Podía ser una conferencia de prensa o recibir a
quienes nos visitaban. Charlábamos mucho con la
gente que pasaba, les hacíamos conocer la realidad
de cada lugar de dónde veníamos", describe. El
primer día que Gustavo llegó a la Carpa sufrió una
descompensación. Los médicos casi lo dejan fuera
del ayuno. Lo mismo pasó el último día, aunque
esta vez lo llevaron al hospital, donde permaneció
toda la noche en observación.
Los días de frío eran más soportables con el abrazo
de quienes de una u otra manera acercaban su soli-
daridad: "Era impresionante. Guardo unas notas in-
creíbles, de personas que llegaban y preguntaban
cómo colaborar, gente común, desde chicos del
jardín de infantes hasta abuelas". La presencia de
artistas, políticos y otros gremios fue una constante
en el apoyo que recibieron los ayunantes. También
el de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
En números
Diferentes documentos de la CTERA detallan que,
en esos 1.003 días, ayunaron mil quinientos do-
centes de todo el país y dos millones 800 mil perso-
nas visitaron la Carpa Blanca. Hubo casi quinientas
actividades culturales, desde recitales, teatro hasta
muestras de fotografía; se dictaron 36 cátedras uni-
versitarias en el mismo espacio y 95 delegaciones
extranjeras la visitaron y expresaron su apoyo.
Todos los miércoles los jubilados terminaban sus
marchas en la Carpa, y los jueves los maestros se
sumaban a las rondas de las Madres. También allí
se recordó a José Luis Cabezas, Mario Bonino,
María Soledad Morales, Teresa Rodríguez, Se-
bastián Bordón, Miguel Brú y a las víctimas de la
Amia. "Mientras estuve en la Carpa pasaron Fito
Páez, Baglietto, Spinetta, el padre Luis Farinello, el
presidente de Vélez Sarsfield y también Quino que
me dejó un dibujo para mi hija que aún conservo",
hace memoria en voz alta de algunos de los tantos
"famosos" que apoyaron la lucha de la CTERA.
No eran tiempos de redes sociales ni de celulares
21
donde compartir fotos. Por eso los lazos se cons-
truían con las historias que cada maestro y maestra
aportaba de su lugar de vida. "Nos mostrábamos
las fotos familiares: «esta es mi hija», «esta mi es-
posa». Conversábamos mucho, no sólo de edu-
cación sino de la cultura de cada provincia, de las
formas de ser, de las costumbres. Me hice muy
amigo de un maestro de Chubut, de otro de La
Quiaca. Nos enriquecíamos muchísimo". Así de ín-
tegra y diversa era la Carpa de los maestros. Para
quienes vivían a 300 km de Buenos Aires, las visitas
de los familiares eran frecuentes. No así para
quienes llegaban desde más lejos al ayuno do-
cente. Una razón que hacía más necesarias las
charlas diarias y los intercambios. Y cada uno
recreaba ese espacio común con lo propio: "Yo
pedí que me trajeran unos libros y la bandera de
Central, que la colgué en un rinconcito de la Carpa".
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- CÓR
C
Un grito anónimo
Compañerismo

DO
UEP
que decía fuerza
A dos décadas del inicio de aquella manifestación

BA
maestros Héctor Nieva*
que se prolongó por casi tres años, Gustavo anali-
za que sirvió para mostrar la realidad docente y
romper con los prejuicios que recaen sobre su ofi-
cio. También que fue un esfuerzo enorme para al-

canzar algo puntual como el Fondo de Incentivo
Docente. Pero que ese hecho cobra mayor valor
cuando se piensa a la Carpa Blanca como una
medida que abrió la puerta a la Ley de Finan-
ciamiento Educativo.
¿Es posible repetir esa experiencia? "También me
lo pregunto. Me lo sigo preguntando. Y cuando
me cuestionan si no tenemos una alternativa a los
paros, digo que sí, que la Carpa fue una alterna-
tiva. Pienso que lo que antes nos costó tanto, hoy
puede ser diferente. La sociedad está más em-
poderada. La carpa fue parte de ese aprendizaje".
Las imágenes, una que otra anécdota o reflexión
se entrecruzan en la charla con el maestro rosari-
no. Dice que "compañerismo" es la idea que
22
mejor representa lo que significó para él la Carpa
Blanca:
"Compañerismo en el sentido más amplio, no
en lo restringido a un partido político. En la
Carpa había gente que venía de distintas ideo-
logías. No era de una rama o agrupación. Com-
pañerismo de sentirse que éramos todos
partes de una misma lucha, de un mismo uni-
verso de ideas. Todos defendíamos lo mismo".
Lproponen
os gobiernos neoliberales, tienen por doctrina
asociarse al Fondo Monetario Internacional, que
competitividad con los mercados inter-
nacionales, por lo tanto se abre la importación, con
la consecuente caída de puestos de trabajo y a su
vez como el salario es parte de los costos para los
empresarios, intentan reducir los haberes a los tra-
bajadores, imponiendo la flexibilización laboral,
esto genera ajustes de todo tipo, incluyendo una
gran pérdida de puestos de trabajo en la estructura
formal como informal, generando una gran conflic-
tividad social.
A las provincias que no son afines a su ideoogía les
recortan los envíos de dinero correspondientes a
cooparticipación federal de ingresos, y a las que
son afines, les exigen aplicar este modelo
económico, como consecuencia de esto, los que
sufren las consecuencias son los trabajadores, los
más pobres y la clase media baja, mientras unos
pocos se favorecen enriqueciéndose a costa del
sacrificio del resto del pueblo.

…averiguaban
el día de re-
cambio de ayu
nantes y la
gente se conc
entraba para
despedir a los
que se iban y
dar la bienven
ida a los que
llegaban.
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 23

Es así como cada gremio estatal en

cada provincia comienza a negociar
sus salarios como puede y acorde a
los recursos con que ésta cuente, en
algunos casos, y en otros se ajusta por
orden del gobierno nacional. En con-
secuencia, en cada provincia los tra-
bajadores de un mismo rubro tienen
diferentes sueldos respecto de otro
ejerciendo el mismo trabajo.

Atento a esto, la CTERA le

venía proponiendo al go-
bierno nacional unificar los
salarios docentes en todo el
país, partiendo de un piso
como sueldo mínimo a per-
cibir por cada docente, o
cargo y dejar en libertad a
cada gremio provincial para
que partiendo desde ese
piso negocie en su lugar el
haber que acuerde.
Transcurrido mucho tiempo
de estar exigiendo esta pro-
puesta sin ser escuchados, a
modo de realizar una protesta
pacífica e ingeniosa, se decide
que el 2 de abril de 1997 (fecha muy cara a nuestro
sentimiento nacional) se instale la CARPA BLAN-
CA, que en un principio algunos la llamaban la
Carpa de los maestros.
Esta protesta generó un destacado re-
conocimiento de la sociedad por la lucha
docente, pero también el reconocimiento
social a la importancia de la escuela
pública, en un contexto donde la mayo-
ría la estaban pasando mal y veían a la
escuela pública como la única y última 23
alternativa para no marginar a los pibes
de aquellas familias que no la estaban
pasando bien.
A mí me tocó ayunar en el tercer turno
y lo digo con orgullo 20 años después de haber
transcurrido, estoy jubilado y alejado de la activi-
dad gremial, pero a mis 69 años si la CTERA me
convocara para una actividad igual o similar les
digo ¡PRESENTE!, porque fue una lucha pacífica
pero muy fuerte y contundente, se que se tardó
1.003 días para conseguir el objetivo, pero así
somos los MAESTROS llenos de utopías y
creyendo en las mismas.
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 24
Así de convencidos estábamos todos, jamás hasta
ese momento había vivido tanta unidad, cordialidad
y apoyo entre los docentes, y ni pensar en la gente,
a modo de ejemplo: estabas en la carpa y muchas
veces alguien pasaba y sin detenerse escuchabas
un grito anónimo que decía: “¡Fuerza maestros no
aflojen carajo....!” y vos adentro con un amargo
entre las manos pensabas, no es tan al vicio lo que
estamos haciendo, te dejaban recuerdos, sin cono-
certe te saludaban afectuosamente, se averiguaban
el día de recambio de ayunantes y la gente se con-
centraba para despedir a los que se iban y dar la
bienvenida a los que llegaban. Recuerdo el día que
24
dejábamos el ayuno, la trafic que nos traía de
habernos bañado no pudo estacionar frente a la
carpa, lo tuvo que hacer en la calle de enfrente; el
fervor de la gente era algo excepcional, tardé como
30 minutos en cruzar la calle.
Dentro de las experiencias personales, debo
destacar la inmensa solidaridad no sólo de la so-
ciedad en su conjunto si no también de las distintas
instituciones, artistas, religiosas de todas las reli-
giones y creencias, futbolistas, árbitros, etc. //
* Docente ayunante de Córdoba, UEPC Grupos 3 y 31.
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 25

R
E - CH Mi estadía en
la Carpa Blanca

AC
UT

de la Dignidad
O de los años ‘90

Valentina Molisano*

Equedará
n la historia personal y la herencia de los
actos de mi vida y relatos para mis hijos,
la estadía y participación en la Carpa
Blanca de la CTERA en los años noventa co-
mo uno de mis orgullos de mujer, de docente
y militante.
Formé parte del grupo número 31 de UTRE, de
la Provincia del Chaco, que en un invierno frío
y húmedo nos cobijó bajo un cielo de lona
blanco en el centro de la Ciudad de Buenos
Aires, convocados por el espanto del contexto
neoliberal de aquellos años menemistas, de la
indiferencia y la frívolidad superficial que arra- 25
saba sobre valores y conquistas.

Recuerdo que nos uníamos en el terror al des-

pojo de la Educación Pública y el cercano
temor de las privatizaciones y peor aún, la mu-
nicipalización de las escuelas públicas, proyec-
tos que se avecinaban sobre nuestros sueños
de trabajadores como negros nubarrones.

Nunca antes había tomado conciencia del res-

peto que sentía toda una sociedad por los do-
centes y la Escuela Pública.

La vida en la Carpa, por aquellos días, era de

febril actividad. A toda hora recibíamos la visita
del pueblo solidario y agradecido que pasaba
a demostrar su adhesión a un acto que se
comprendía como una sana y necesaria ba-
rrera a las medidas de cambio que se per-
geñaba y desde las usinas de otros organis-
mos extraños a nuestra historia y cultura. Era
constante el bullicio de alumnos de todos los
niveles con sus maestras y maestros que se
nos acercaban con tanto cariño en sus son-
risas, con sus manos en cartulinas de miles de
colores con letras y dibujos de mensajes que
emocionaban y ayudaban a seguir; muchas
veces los padres, otras los trabadores de dis-
tintos sectores, los artistas comprometidos
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 26

con su Patria, pasaban y nos animaban en nues-

- FOR
tra terquedad ante el avance arrollador de otra
Pequeñas vivencias

ADF

M
os
de momentos únic
cultura y nos regalaron sus voces, poemas,

OSA
creaciones como un aliciente para soportar la

en la Carpa Blanca
situación. Entre ellos nos visitaron los padres y
la hermana de José Luis Cabezas, asesinado
cente
de la Dignidad Do
Walter Enrique Arévalo
por la mafia en venganza por su trabajo.

La CTERA nos cuidó como a sus hijos en la con-

*
tención y el cuidado de la salud y la higiene, con
sólo recordarlo me emociona el haber sido parte
de aquella epopeya de lucha. Son dos los que
marcaron nuestros recuerdos en aquellos tiem-
pos de dignidad en la ciudad. El recital de Víctor
Heredia en el Luna Park. Nunca pude olvidar todo
un público de pie agradecidos. Durante nuestro
ingreso al estadio junto a las Madres de la Plaza
al que habíamos sido invitados especialmente.
Nuestra participación en un Acto de la AMIA. En
la conciencia social estábamos integrados y for-
mábamos parte de la sociedad como un en-
granaje más para el logro de la justicia y la
democracia.
26
Mis días en la Carpa se coronaron al haber for-
mado parte también del grupo número 39, en el
verano del ‘99 junto a la provincia de Corrientes;

hasta el acto final en que todos y todas hermana-
dos en abrazos y de todas las provincias que par-
ticipamos, nos reencontramos en el desmantela-
miento de la Carpa. En ese momento tomé con-
ciencia de los entrañables lazos y complicidad de
amor que nos dejaron esos días de lucha.
Tengo claro que un balance me deja satisfecha
de haber sido parte de un acto de dignidad en la
historia de la lucha docente. Porque sé que dejé
para mis compañeros y compañeras el legado de
tomar conciencia de ser parte de la clase traba-
jadora que es el motor de vida en nuestra so-
ciedad: creando, luchando, participando. Hicimos
temblar a un régimen que se disponía a rifar lo
más sagrado que podemos dejarle a nuestros
hijos y alumnos: el futuro.
Gracias a la CTERA y a mi provincia,
a mis compañeros y a UTRE. //
* Docente ayunante de Chaco. UTRE, Grupo 31 y 39.
E
n el mes de febrero del año 1998, con un
grupo de compañeros de la ADF (Agre-
miación del Docente Formoseño) tuve la opor-
tunidad de ir a acompañar en la Carpa Blan-
ca, como parte de la organización, servir los
líquidos cada media hora (mate cocido o té,
agua, caldo de verduras), al Grupo 18 de Ayu-
nantes.
Al año siguiente, y en el mismo mes, volvimos
a la Carpa. Yo no fui preparado o con la idea
de que iba a ¡ayunar! Faltando unos minutos
para el cambio de posta mi Secretario Ge-
neral, Luís Branchi me dice: “¿Walter, te ani-
más a ayunar con éste grupo?”. Yo sorpren-
dido y con sensaciones muy encontradas; por
un lado los compañeros que dejaban el ayuno
al terminar su turno, con lágrimas en los ojos
y yo, con la gran oportunidad de tener un mo-
mento único en mi vida de docente y de una
manera u otra aportar mi granito de arena en
esta lucha! El temor que tenía era no poder lle-
gar hasta el final. Con orgullo puedo decir hoy
 carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 27

os que fui Ayunante en la Carpa de la Dig-

nidad Docente, representando a la
a ADF-CTERA en el Grupo 44.
ente
alo*
Puedo decir que en mi vida, hay un
antes y un después de la Carpa
Blanca.

Además, me quedó en la memoria

aquel “¡gracias por el esfuerzo!” de mi
mamá al llegar a mi casa después del
ayuno (mi madre que era también do-
cente y hoy está fallecida).

Nos llenaban de orgullo y satisfacción

la visita de muchísima gente, y
cuando pasaban por la Carpa nos
gritaban: “¡Aguanten Maestros!”.

* Docente ayunante de Formosa. ADF,

Grupo 18 y 44. Docente Titular de la 27
EPEP N° 308 – de La Colonia Aborígen
“La Primavera “ Provincia de Formosa.
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 28

ca
- FOR La Carpa Blan
símbolo de la
ADF

M
OSA
lucha sindical
Sara Edith Fernández*

LAires,
a Carpa Blanca símbolo de lucha sindical fue
instalada en la década del ‘90, en Buenos
Capital Federal, República Argentina, lle-
vada a cabo por maestros de todo el país. Ini-
ciando un reclamo de aumento en los fondos
económicos destinados a la educación, de
mayor presupuesto educativo y salario unifi-
cado.

El 30/12/1999, con el gobierno de la Alianza, CTERA de-

Haciendo una breve reseña, la Carpa tuvo su
sarma la Carpa tras una larga espera de aprobación
protagonismo desde el 02/04/1997, hasta
del Congreso de la Nación de la Ley de Finan-
30/12/1999. La protesta se prolongó por 1.003
ciamiento Educativo cuyos montos fueron seiscien-
días frente al Congreso Nacional, en el gobierno
tos sesenta millones, para posibilitar un aumento
del Presidente Carlos Saúl Menem.

Marcando un hito de un antes y un después en la salarial docente.

En dos años y 9 meses participaron 7.000 instituciones

historia de la política gremial, conquista que

educativas, 1.500 ayunantes.

CTERA dejó como emblema en las páginas del
28
tiempo docente oprimidos por un modelo socio
político económico neoliberal del momento.
El ayuno consistía en una dieta diaria de bajas
En el transcurso de días y meses en todos los rin- calorías cada 30 minutos: agua, mate, café, té,
cones de cada provincia se unían en un solo eco mate cocido, a las 12:00, 18:00 y 22:00 hs. caldo
de disconformidad: marchas, debates, firmas de verdura desgrasado, con apoyo y control dia-
para lograr Financiamiento para la Educación. rio médico.

Se recibieron 1.500.000 firmas, se solidarizaron El grupo 18 conformado por un popurrí de maes-

múltiples personalidades, demostrando su apo-
yo, creando espacios para compartir y convivir en
pequeños instantes defendiendo la escuela públi-
ca, el guardapolvo blanco. Una de nuestras con-
signas fue “hoy todos somos maestros ayu-
nantes”, despertando interés y conciencia colec-
tiva de la crisis docente.
Cada grupo reforzaba la esperanza, debido a que
aún no se daba clara respuesta a nuestras de-
mandas. Finalizando ese periodo, CTERA logró
una cláusula de garantía estatal para evitar que el
fondo de financiamiento educativo quedara atado
a la recaudación contra el impuesto a los auto-
motores establecidos para conformar el fondo.
* Docente ayunante de Formosa, ADF, Grupo 18
tros formoseños realizaba su campaña documen-
tando cada avance en diferentes medios de
comunicación, entrevistas radiales, revistas, dia-
rios y televisión. Era visitada constantemente por
padres, artistas, políticos, familias, colegas, tran-
seúntes, alumnos, jubilados, etc. Se realizaban
debates, diálogos que vivenciaban la lucha do-
cente, su compromiso, su impronta a la realidad
cruda ante la mirada atónita del momento
político, cautivando y alimentando el horizonte de
una lucha pacífica con garra, alma y corazón, de-
fendiendo su derecho laboral.
A.D.F., fue el mentor, el motor que nos impulsó en
la toma de decisiones, la posta unida a todo lo
que infiere e implica la Educación Pública, pre-
sente en cada batalla que avizora… Fortaleciendo
vínculos, convicciones claras de punto de refe-
rencia y a donde se transfiere la calidad ecuánime
en la Educación Pública. //
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-
CO C
SUTE La Carpa

OR
no tapó

RIEN
el bosque
Fernando Ramírez*
TE
S

A 20 años de la instalación de la Carpa

Blanca, podemos decir como lo vivi-
mos desde este lugar de nuestra patria.

En nuestra provincia y en aquellos que

teníamos pocos años en la docencia, pero
un profundo rechazo por las políticas con-
servadoras del menemismo que dio el
golpe final a un Estado que se nos venía
cayendo a pedazos, producto de la dic-
tadura genocida y los ataques sistemáticos al
gobierno del Presidente Alfonsín. Luego vino el año ‘99, la experiencia de
Buenos Aires se traslada a nuestra provincia, la
En ese contexto surge esta expresión de la denuncia a una clase dirigente y gobernante
lucha y rebelión que se denomina “Carpa que la mantuvo igual durante más de 400 años
Blanca”, la cual denunciaba el vaciamiento del
Estado con políticas de ajuste y destrucción
de la Educación Pública. Este bastión de
lucha pasó a convertirse en un lugar emble- 29
mático para el conjunto de la sociedad ar-
gentina, de restitución de sueños, de denun-
cia a las políticas de un modelo conservador.

La Carpa no tapó el bosque, ya que sirvió co-

mo lugar de referencia para todos los sec-
tores que enfrentaban a las políticas neoli-
berales.

No significó sólo salario docente, fue la ex-

presión más extraordinaria de la lucha y de
encuentro de todo el Pueblo Argentino.

SUTECO-CTERA se convirtió desde

ese momento en una referencia para la ge-
neración de nuevos docentes, lo cual nos con-
vocó a la protesta desde el ámbito sindical.

En estos tiempos de restauración de las políti-

cas neoliberales, es imprescindible el reen-
cuentro con símbolos tales como la “Marcha
Blanca” del ‘88 y la “Carpa Blanca” del ‘97, con
el fin de impedir el restablecimiento de las
políticas que destruyeron el aparato produc-
tivo y el sistema educativo. //

* Secretario General de SUTECO, Corrientes.

carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 30

-
ER R
Escritos de esa
ÍO
UNT

maestra que fui

Miriam Parisotto*
NEG
RO

C uando me pidieron que escriba unas palabras

sobre mis vivencias como ayunante en la Carpa
Blanca, fui en busca de una agenda que me había
acompañado en ese momento. Encontré los es-
critos de esa maestra que fui, hace varios años, y
pensé que era ella quién mejor podía expresar lo
que esta experiencia había significado para mí.

g Martes 15/7
Recambio -Comienza el ayuno- Esperan a Mara- frente estaba bien alta y que muchos de ellos no
dona un montón de medios, pero no viene. podían ni compararse con nosotros en cuanto a la

g Viernes 18/7
dignidad y el ejemplo de lucha. Obviamente no se
avanzó en nada. A la tardecita vino Spinetta y des-
Hace 3 días que comenzamos el ayuno y el desfile pués tuvimos una reunión con Hugo Yasky.

de gente en estos tres días fue impresionante. To-
30
davía no logro adaptarme demasiado al ritmo de
trabajo y me cuesta mucho tomar la palabra con
grupos grandes. Me he animado un poco por ahí
con grupos chicos y en entrevistas radiales. Siento
que lo que estoy viviendo es muy importante pero
todavía no logro dimensionarlo demasiado.
Fuimos al Acto de la AMIA. Necesitaría un camión
remolcador para levantar las emociones e impre-
siones que están en mí y que las palabras no lo-
gran corporizar para imprimirlas en un papel.
g Jueves 31/7
Estamos en el día 16. Tanto física como anímica-
mente me siento muy bien. En general las rela-
ciones en el grupo son muy buenas y se ha creado
un clima muy especial.
Realmente todo esto que estoy viviendo no lo voy
a olvidar mientras viva y creo que va a marcar en
mi vida un antes y un después. Cuando se cono-
cen y se saben ciertas cosas no se puede volver
atrás. Estuvo María Rosa Gallo. Genial.

g Lunes 21/7 g Miércoles 6/8

Estoy atorada de emociones. Después de la rutina diaria tuvimos una mañana

g Viernes 25/7
Llamó Graciela. Vino Alberto y participamos del
Acto de Cabezas en Dolores. Impresionante la
adhesión de la gente en el trayecto a Dolores. En
la llegada nos tomaron la mano a través de la
ventanilla y nos daban ánimo y se emocionaban.
Llamó Laura a la noche.
bastante tranquila. Vino Roberto a despedirse por-
que se iba a descansar unos días a Cipolletti,
vuelve para el recambio, ya me sacó el pasaje para
el miércoles al mediodía. Estamos en la cuenta re-
gresiva. Sinceramente no sentí tanto el esfuerzo.
Pensé que iba a ser mucho más duro y salí tremen-
damente recompensada. Bien valió el sacrificio.
Todo lo que viví y sentí fue maravilloso, hasta los

g Miércoles 30/7
momentos no del todo buenos.

Tuvimos una mañana bastante tranquila, por la
tarde fuimos al Congreso. Es ver la insensibilidad,
la impunidad, la desvergüenza cara a cara. Sentí,
pasando al lado de estos grandes señores de traje
y relojes caros y lapiceras doradas, que nuestra
Dentro de un rato vamos al Congreso. Aparente-
mente los diputados oficialistas van a bajar pero
no a tratar el tema del financiamiento. ¿Qué voy a
sentir cuando los tengamos ahí, casi, casi, cara a
cara?
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Queridos compañeros:
Estamos ya en la cuenta regresiva. La fecha de re-
cambio ya está fijada: lunes 11 de agosto. Me re-
sulta difícil explicar con palabras toda la intensidad
de esta vivencia.
En todos estos días sentí que la distancia en kiló-
metros era sólo una circunstancia porque estaban
aquí conmigo compartiendo esta experiencia. A
veces, en el aula, uno pierde la dimensión de con-
junto pero cuando tiene la posibilidad de en-
riquecerse con el conjunto redimensiona el aula,
esos miles de chicos que visitan la carpa pasan a
ser Fernando, María, Alejandro, Adela… nuestros
alumnos multiplicados en cada carita que nos
saluda, nos da un beso, nos pregunta, inves-
tiga y deja caer sobre nosotros ese manantial
de cariño que nos alienta día a día a mantener
esta lucha para que ellos tengan acceso a una
Escuela Pública Nacional y Popular con igualdad
31
de oportunidades para todos.
A lo largo de estos días fueron impresionantes y
conmovedoras las muestras de solidaridad y
apoyo de la gente y los lazos afectuosos entre los
compañeros ayunantes y de organización.
* Docente ayunante de Rio Negro, Supervisora sumariante
designada por UnTER.
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 32

- NEU
N Sostener y
organizar
ATE

QU

Ricardo Catalán*
ÉN

Ldelegamos a la Carpa Blanca a mediados

de diciembre 1997 como representantes
ATEN - Neuquén, junto a la compañera
Mirtha Dovis y el compañero Edy Salazar,
además estaban los compañeros Arturo
Nahuel, Rubén Cernadas, Edgar Ávila y
María Eugenia Figueroa. Coincidimos con
ATECh de Chubut y la UEPC de Córdoba y reem-
plazamos a las compañeras y compañeros de Organizar y sostener la Carpa Blanca fue
Tierra del Fuego, Salta y Entre Ríos. un gran hecho político y simbólico para nosotros
como trabajadoras y trabajadores de la educación,
en esos días de diciembre de 1997 nos tocó la triste
responsabilidad de contestarle a María Elena
Walsh, que había publicado una dolorosa carta en
el diario “La Nación” con el título “La carpa también
debe tomarse vacaciones”, ni ella ni nosotros sa-
32 bíamos que íbamos a estar mil tres días con la
Carpa Blanca.

Han pasado muchos años, recuerdo la visita y soli-

daridad de destacados artistas e intelectuales, re-
cuerdo la curiosa llegada sin pausa de turistas ex-
tranjeros, y recuerdo a nuestro pueblo, su visita y
aliento permanente, grandes, chicos, jóvenes y
viejos. Días de emoción y reconocimiento cons-
tante, no como individuos sino como colectivo.
//

Era parte de nuestra delegación Miguel Ro-

dríguez, papá de Teresa Rodríguez que
había sido asesinada por la policía provincial
en abril de ese año en la segunda pueblada
de Cutral Có, profundamente relacionada
con la lucha que sosteníamos en la provin-
cia y el país contra la aplicación de la Ley
Federal de Educación.

La Carpa había cambiado su funciona-

miento en esos meses y a nosotros nos
tocó estar cerca de quince días, algunas
compañeras y compañeros de Neuquén
que habían estado antes pasaron muchos
más, como Pedro Vanrell que estuvo
cerca de cuarenta días y había bajado catorce kilos.
Yo solamente perdí cuatro.
* Docente ayunante de Neuquén, ATEN.
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 33

¡El Ayuno Docente

H - C
EC
!
en la Carpa Blanca
AT

HU T
a...
Un poco de histori
BU

Delia Norma Coiro*

LMenem.
a histórica “Carpa Blanca” se instaló frente al
Congreso en 1997, durante el gobierno de
El campamento duró tres años, los do-
centes reclamábamos mayor presupuesto educa-
tivo y mejoras salariales… Esos 1003 días de lucha
hicieron que años después se derogara la Ley
Federal de Educación, cuestionada por la mayoría
de los docentes de la provincia de Chubut, para
dar paso a una etapa de incipiente participación y
dad de contar con una Ley de Educación que
unificara criterios pedagógicos y aspectos organi-
zativos del sistema en general.

Ayuno, movimiento y entusiasmo…

33
Participé de esta intensa lucha desde mi compro-
miso con el espacio sindical docente, como Se-
cretaria de la Regional Esquel de la ATECH y como
docente de Nivel Secundario en la provincia de
Chubut. En el mes de diciembre, llegamos a la
Carpa Blanca como delegados escolares y sindi-
cales, desde distintas localidades de la provincia;
llegaron también, compañeros y compañeras do-
centes de las provincias de Neuquén y Córdoba.
Fue así que nos presentamos y comenzamos el
ayuno.

discusión política; las necesidades y demandas

del sector educativo nacional se habían profun-
dizado notablemente, considerando el deterioro
social y educativo generado por las políticas neo-
liberales del momento. Así fue que en el marco del
Ayuno Nacional Docente, las Entidades de Base
de la CTERA comenzaron a generar espacios de
reflexión y debate tendientes a instalar la proble-
mática educativa en la sociedad, en la provincia
de Chubut, particularmente, y considerando la
coyuntura de lucha nacional, la ATECH articuló
propuestas y acciones con el propósito de elabo-
rar un Proyecto Educativo Provincial que contem-
plara la diversidad geográfica y cultural desde
formas adecuadas a las necesidades y particulari-
dades de la población que habita esta extensa
provincia. A nivel nacional, se imponía la necesi-
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 34

- MIS
M Blanca como

IO
UDP
el guardapolvo

NES
Permanecimos dos semanas andando ese tramo
inolvidable de compromiso militante y espontánea docente
Alba Rodríguez Sosa*
solidaridad, con una maravillosa actitud de espíritu,
conversando con la gente que nos visitaba, inter-
cambiando opiniones con aquellos que opinaban y
recibiendo el apoyo incondicional de personalida-
des públicas del mundo del arte y la cultura que lle-
gaban y permanecían también, compartiendo nues-
tro mismo sueño... Muchos fuimos los que pasamos
por la histórica Carpa, en la Plaza del Congreso... Y
no fue en vano, quedó la influencia de la dignidad
del sector que siempre supo plantarse y resistir con
firmeza y convicción, ante los recurrentes atropellos
de los necios mandarines de turno.

Recuerdo que en mi grupo había una mujer del in-

terior de la cordillera que era portera de un jardín
maternal, una extraordinaria compañera que supo
ganarse el amor de todos nosotros, había una su-
blime profundidad en sus palabras sencillas y
claras... Nos decía que ayunaba “por los pibes,
para seguir viéndolos reír y corretear felices”.
34

V
Así fue el ayuno, pasamos aquellos días con ale-
gría, ansiedad y mucha esperanza, y hoy el re-
cuerdo es contundente.
olver la mirada, la búsqueda de soluciones a
la gravísima situación de los docentes del país
Una expresión pacífica y audaz de la lucha docente
conjuntamente con el colectivo de la sociedad
impecable y continua, que nos involucra a todos…
argentina. Entonces surgió esa idea tan particular
Porque la lucha de los maestros fue y será un de-
de protesta, inédita y pacífica: la instalación de
safío latente para los argentinos que defendemos
una carpa blanca como el guardapolvo docente.
la educación pública, y trabajamos día tras día,
Ahí estuvimos, miles de docentes ayunando y
para que los pibes tengan una educación de cali-
otros miles haciendo que la organización refleje
dad, escuelas equipadas, comedores dignos, igual-
el trabajo de los docentes cuando se proponen
dad de oportunidades y fundamentalmente, un
objetivos claros.
corazón de tiza que no deje de brillar nunca…//
Cuando UDPM -Unión de Docentes de la
* Profesora ayunante de Chubut, ATECH.
Provincia de Misiones- fue convocada, plantó
su bandera y responsabilidad como entidad de
base de la CTERA, muchos creímos, persisti-
mos y resistimos.

Los Ayunantes, colegas que ponían a disposi-

ción de la causa su propia salud e integridad
física, cumplimentando religiosamente los tiem-
pos de infusiones a fin de mantenerse hidratados,
pasando cada amanecer por los controles médi-
cos... y transcurrida una semana comenzando a
manifestar los lógicos cambios en su estado de
ánimo por la ausencia de alimentos. Aún recuerdo
claramente haber llegado a la instancia de infor-
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 35

mar a los médicos la negación de la ingesta de
líquidos de algunos ayunantes, que ante la posibi-
lidad de verse obligados a abandonar la protesta,
bebían: agua, jugo natural, caldo, té y así cada día
cumpliendo el ciclo de hidratación; también la tris-
teza de algunos compañeros que por prescripción
médica debían abandonar el ayuno y regresar a
sus provincias.
Estoy muy feliz de formar parte de la historia de
los derechos de la educación argentina y tengo
un gran reconocimiento con cada uno de los com-
pañeros docentes argentinos. //
* Docente ayunante de Misiones, UDPM.

Transcurrieron mil días de carpa blanca, que se

convirtió en el más atípico método de protesta
pacífica, transformado en un ícono mundial re-
conocido, con el único fin de lograr el interés de
un país devastado, a fin de conseguir un real fi-
nanciamiento de la educación para los alumnos
que concurrían a cada escuela de todo el territorio
argentino.

Lentamente lo logramos: Ley Nacional de Educación,

Ley de Fondo de Incentivo Docente, Ley de Finan-
ciamiento Educativo con un porcentaje específico del
Producto Bruto Interno destinado a Educación.

Personalmente, los mejores veinte días de mi 35

vida en ese mes de enero, donde conjuntamente
sucedieron con cada uno de los integrantes de
UDPM, de cada localidad de la Provincia de Mi-
siones, pusimos nuestro granito de arena, con
el agregado que conté con la compañía de mis
tres hijos, dos de ellos cumplimentando las
guardias nocturnas y a su edad, dando el men-
saje en favor de los maestros argentinos.
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 36
- TUC
P “La Carpa
UM
ATE
ÁN fuimos todos”
Liliana Nieto*
S i no fuera por este artículo, no me hubiera
dado cuenta de todo el tiempo que pasó…
a casi 20 años de la Carpa Blanca ¡Qué orgullo
haber sido parte de ella! Fue el símbolo de
unidad de todos los docentes del país….
36
Aún siento como una especie de escalofrío
cuando recuerdo el momento en que decidí via-
jar… Fue una mañana de sábado cuando desde el
gremio, en el cual milito desde mis inicios en la do-
cencia (28 años), el que supo fortificar mi espíritu
de lucha, el que me enseñó que las conquistas
necesitan compromiso, perseverancia y disciplina.
Me llamaron a casa… atendió mi madre y me dijo..
- Es para vos hija… es de ATEP.
- Me apresuré en llegar al teléfono, era el Secre-
tario Adjunto, el Profesor David Toledo que me
preguntó: “¿cómo estás compañera para irte a la
Carpa?”.
Fue algo tan importante y tan fuerte que saltaba y
abrazaba a mis hijos (cuatro entre 2 y 15 años) tam-
bién a mi madre y trataba de explicarles que era
muy importante... que fui elegida... que confiaban
en mi para ser representante de toda la docencia
tucumana… y que a la vez era un compromiso de
militancia, de lucha, y de convicción para con el
gremio ATEP. La Carpa “fuimos todos”,
allí estuvimos ayunantes de todo el
país… pero también millones de ar-
gentinos expectantes… como también
miles de personas que se acercaban,
día a día nos acompañaban y se soli-
darizaban niños, artistas, políticos,
grandes personalidades…
Adentro de ella convivimos y pusimos
cuerpo y alma… por eso vibro… y
por eso ganamos esa pulseada….
Fuimos ejemplo de lucha porque la sociedad hasta
ese momento no nos entendía, no justificaban los
paros y las distintas manifestaciones que se hacían
en varios puntos del país, incluyendo nuestra
provincia…
En la Carpa se recuperó LA DIGNIDAD DOCENTE.
Los docentes somos profundamente democráti-
cos y fuertes, por eso después de una lucha de
1003 días logramos cambiar una política educativa
equivocada, sostenida por un gobierno que se ne-
gaba a escucharnos.
Pertenecí al 6to Grupo de Ayunantes viajé el 10 de
agosto de 1997 con Benjamín Suárez, él era Con-
gresal de ATEP. En aquel momento vivía en
Lamadrid… Hoy ya no está con nosotros, como
muchos otros que ya descansan pero no sin antes
* Docente Rural de la ciudad de Aguilares, Tucumán,
ayunante de ADEP
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 37

haber sembrado militancia, entrega, sindicalismo,
profesión pero sobre todo compañerismo y lealtad
a un gremio, ATEP, que siempre luchó por la co-
munidad educativa.
Junto a Benjamin Suárez, compañero de la locali-
dad de Lamadrid, Benja, como lo llamaba, fuimos
el grupo de Ayunantes que estuvo mayor cantidad
de días (31) y el primero que pasó el 11 de Sep-
tiembre -Día del Maestro- en la Carpa. Si voy a
darle una definición puedo decir que fue algo …
“Mágico” nunca más volví a vivenciar algo similar,
tan emocionante, la gente nos contagiaba la eufo-
ria y las fuerzas para mantenernos de pie.
El ayuno fue agotador pero también inolvidable …
Cada media hora ingeríamos líquidos -agua mi-
neral, mate cocido, té, jugo-, y el caldo de verdura
triturado era el almuerzo o cena. Continuamente
éramos controlados por equipo médico (presión,
peso, análisis completo, etc ).
Algunos compañeros no pudieron continuar, del
grupo de treinta quedamos veintitrés, a siete los
retiraron del ayuno por prescripción médica y eso
fue algo doloroso, triste por los lazos afectivos que
nos unían y por no poder llegar juntos al final de la
meta, porque teníamos tan hecho carne los ideales
por los que estábamos ahí, por lo que se luchaba
que era la Defensa de la Educación Pública, las
reivindicaciones docentes y el derecho indiscutido
de los niños a educarse sin discriminación.
En ese año yo estaba frente a alumnos de 5to
grado en la Escuela 244 Justo J. de Urquiza de La
Cocha.
“motores” de la lucha: teatro, música, títeres,
mimos, a lo que se sumaban las constantes visitas
de delegaciones escolares, de artistas. Gente
común, políticos, lo que nos permitía no declinar
ni tampoco pensar en la familia que habíamos de-
jado.
La Carpa cobijaba mi otra familia… la familia do-
cente de todo el país…
Todos los días esperábamos ansiosos “el baño” o
la “ducha”, nos llevaban en grupos en trafic a la
casa de CTERA.
Participábamos de marchas, visitas a escuelas,
comedores barriales. Éramos invitados especiales
y ocupábamos un espacio como símbolo de en-
trega y convicción a una “lucha” que no tenía que
claudicar hasta lograr sus propósitos.
Fueron 31 días de ayuno y cada uno de ellos tenía
diferentes momentos que no olvido, por ejemplo
cuando nos masajeaban para evitar las contrac-
turas musculares, y los calambres a los que es- 37
tábamos expuestos por el hecho de no tener
actividades físicas, que no estaban permitidas para
evitar el agotamiento, entonces nos asistían con
masajes corporales.
También recibíamos asistencia espiritual, para for-
talecernos. En nuestro caso nos visitó el Padre Fer-
nando Núñez de Leales. Estas como tantas otras
actividades era lo que nos energizaba, para sopor-

Cuando se supo a través de la prensa que lle-

garon “tucumanos” a sumarse a la Carpa
comenzamos a tener visitas, y lágrimas de
muchos comprovincianos que vivian en
Buenos Aires por razones de trabajo y se a-
cercaron a la Carpa para apoyarnos y
pedirnos que no aflojáramos ...Que éramos
importantes… éramos ejemplo de lucha... en
aquel año teníamos de gobierno provincial
a Domingo Bussi, era un desafío grande y la
pregunta sin respuesta ¿Por qué Bussi llegó
a ser gobernador democrático de una
provincia bañada de sangre y misterio por
tantos desaparecidos?

Las actividades culturales diarias eran los

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tar la fatiga y la tentación de abandonar el ayuno y
ATE
la nostalgia que muchas veces nos vencía y se
transformaba en lágrimas…
La Carpa Blanca fue una de las protestas más ex-
tensas de la década de los ‘90 en nuestro país y
fue visitada por casi 3 millones de personas, in-
cluyendo a 7000 alumnos de escuelas argentinas.
Recibió el apoyo de diferentes personalidades
como Eduardo Galeano, Mercedes Sosa, León
Gieco, Alfredo Alcón, familiares de María Soledad
Morales y José Luis Cabezas, entre otros.
La protesta culminó cuando el Congreso Nacional
promulgó una Ley de Financiamiento Educativo y
fue retirada el 30 de Diciembre de 1999, a 1003
días de su instalación. //
38
- TUC
P
Homenaje a
UM
Benjamín Suárez
ÁN
Gabriel Gomez*
S
eguramente no podremos agregar nada que
Uds. como compañeros de la vida laboral
docente y en no pocos casos, de la vida veci-
nal, hayan podido vivir y comprobar de las vir-
tudes y gestos de este sencillo docente que
hizo de su actividad sindical una continuidad de
la docencia con idéntico tesón, esfuerzo y
tozudez que caracterizó también su vida per-
sonal. Surgido de humilde familia y superando
múltiples dificultades supo armar sin rencores
una existencia preñada de acciones positivas y
eficaces mensajeras de paz, solidaridad, frater-
nidad y entrega por los demás. Construyó en sí
mismo y para sus afectos personales un
sendero de trabajo y decisión de elevarse y ele-
var; así, ocupó laboralmente todas las respon-
sabilidades que animan la vida de una escuela,
fue conserje, personal administrativo, auxiliar de
disciplina escolar, maestro, profesor, director y
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al mismo tiempo compañero, amigo y responsa-

ble dirigente sindical defensor a ultranza de los
derechos individuales y colectivos de la docencia.

Por eso, nos parece oportuno que en esta cele-

bración de la tarea docente, en el homenaje a sus
constructores, los docentes, rescatemos la figura
del Prof. Benjamín Suárez como modelo de do-
cente y servidor público en tiempos en que los va-
lores sociales y los arquetipos de vida humana se
hacen urgentemente necesarios para incentivar
virtudes como la solidaridad, la libertad, el respeto
a las diferencias y fundamentalmente la huma-
nización de las relaciones sociales que consoliden
una sociedad progresista y en paz.

Estamos seguros que Benjamín Suárez perdurará

en todos y en cada uno de nosotros, con su ejem- * Secretario de Prensa y Difusión ATEP.
plo de vida. //

39
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P - SA
A
N
La Victoria
UD

Blanca
Luis Enrique Lucero*
JUA
N

Ebestían
n la década del ‘90, las políticas neolibe-
rales de un gobierno menemista, em-
con profundo arrebato el mandato
constitucional otorgado por el pueblo, reprimiendo
la libertad democrática de nuestra Patria. Nacía
ahí, con ilimitada convicción, estrategia e incer-
tidumbre, una nueva forma de lucha; un criterio
con tendencia formal sobre lo activo, una protesta
con sensatez, con mucha presencia, un llamado
de atención sereno, pero no menos inquietante,
una experiencia inigualable sin precedentes, la que
dejaría huellas profundas en nuestra historia, mar-
cada por infinitos reclamos, no necesitó de un ex-
tenuante proceso de elaboración, justamente a
razón de la impronta hostil demandante.
40
más de 1000 días, reclamaba en la coyun-
tura, por una Ley de Financiamiento Educativo, la
que mansamente, pero estoica, se imponía contra
el ajuste, al magro presupuesto asignado a edu-
cación; el recorte y atraso de sueldos, los malditos
bonos negociables a la baja, el cierre de cursos y
de escuelas, también demandaba, la derogación
de la Ley Federal de Educación, nefasta e inade-
cuada, que segmentaba al sistema, propiciando
desde su matriz, el escenario para consolidar las
políticas neoliberales del momento.

El compromiso desde lo institucional y personal Hugo Yasky, decía que la participación de los com-
por la causa me movilizaba, me llevó a ser partícipe
de esta convocatoria, tal vez, una de las más rele-
vantes en mi vida. Sería el primer ayunante que
representaría a la provincia de San Juan, un gran
desafío. La Plaza de los Dos Congresos, el lugar
indicado, de cara misma al Palacio de las Leyes;
allí donde días previos al 2 de abril de 1997, ayu-
dábamos a levantar con nuestras propias manos,
el mayor símbolo de la lucha social; la Carpa
Blanca, la Carpa de la Dignidad, aquella que por
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pañeros en una Carpa Blanca, con guardapolvo
blanco, la Bandera Nacional, pretendía provocar
en el imaginario individual y popular, una recu-
peración y repercusión referencial; seguramente, él
proyectaba un mundo parecido a una escuela, en
ese marco, de alguna manera todos estaríamos
afectados y seguramente conmovidos por este
justo reclamo. Ellos, que idearon esta modalidad,
visionarios, convencidos que estratégicamente im-
pactaría en el colectivo social provocaría sin lugar
a dudas, una masiva movilización.
Al principio fue todo muy raro, para algunos de los
más de 50 compañeros del primer grupo, algo difí-
cil; la realidad era irrefutable, ninguno había vivido
la inigualable experiencia de un “AYUNO”, no había
antecedentes que nos orientaran cómo seguir en
el cotidiano, nada escrito. Entre las particulari-
dades, nos reconocíamos procedentes de distintas
provincias, casi todos “instruidos y formados” en
la militancia, en la lucha de la calle, discutiendo cul-
turalmente derechos en los patios, pero obvia-
mente sin conocer particularidades de esta apues-
ta. La sindicalización, nos daba fortaleza y opti-
mismo, teníamos en claro que más temprano que
tarde, saldríamos adelante. Ya frente al Congreso,
la consigna era clara…. “por convicción, aguantar
como diera lugar..."
Esta protesta docente crecía a lo largo y ancho del
país: se unificaron las pequeñas-grandes batallas
en el marco del conflicto hasta límites impensados;
en la Carpa, los adminículos, el apoyo logístico, el
murmullo, risas, llantos, adentro, afuera, el efecto
era conmocionante; los periodistas, la radio, la te-
levisión, los que iban y venían constantemente, los
que no compartían nuestros reclamos, los que se
acoplaban desde el interior del país per-
geñando desde las instituciones de base
de CTERA, medidas y acciones con el
mismo objetivo. La Carpa, seguía cre-
ciendo en consenso dentro de la socie-
dad y como un imán, convocaba a mi-
llones de personas que se solidarizaban
con esta lucha: la Escuela Pública y la
Educación como derecho social; se
adherían ciudadanos de profesiones di-
versas, personalidades destacadas del
mundo entero, del arte, de la música, del
deporte, también, banderas y organiza-
ciones políticas heterogéneas, movi-
mientos sociales, instituciones interme-
dias y obviamente estudiantes y padres. “Hacer el
ayuno”, fue para ese momento, el mejor recurso
para poner en evidencia en el mundo entero tanto
despojo y perjuicios, encarnados en un gobierno,
que imponía infaustas políticas económicas y so-
ciales, la desesperanza en educación; todo un cóc-
tel extraño, que se profundizaba generalizando una
parálisis en el pueblo trabajador.
41
Haber logrado, a partir de esta protesta, que se
vuelva a discutir masivamente el tema de la res-
ponsabilidad indelegable del Estado con la escuela
pública, del derecho social a la educación, fue para
la CTERA, que lideró la lucha, un gran triunfo, “la
victoria blanca”.
Por todo esto, la Carpa Blanca nos deja bien en
claro, que hay un antes y un después de ella, un
modo preciso de resaltar una etapa histórica cum-
plida, una referencia en valores no solo contra la
soberbia y el despojo sino también, para nuestros
inevitables reclamos, para las inminentes y expec-
tantes decisiones, un marco que nos permitirá fun-
dar un principio de esperanza y sueños. Como
muchos describieron…. “A partir del 2 de abril de
1997, aún cuando se pierdan en la memoria los
nombres de mujeres y hombres que ahí estuvieron,
igual serán una leyenda en el imaginario popular,
porque así se cuentan los sueños, las quimeras, así
se recuerdan, las epopeyas de los mansos.” //
"Donde la utopía nos reclame, estaremos siempre!!!"
* Docente ayunante de San Juan, UDAP, Grupo Nº 1 y Nº 21.
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- MEN
La experiencia
SUTE

DO
de vida
Alejandro Flores*
ZA

“La experiencia de vida”, es la frase

que puede sintetizar mi participación en

ECarpa
la Carpa Blanca.

ntre los meses de junio y julio de 1999

tuve la suerte de ser elegido para ayunar en la
Docente en Capital Federal. La verdad que
fue la experiencia más importante en toda mi mili-
tancia sindical, dado que el día que partía hubo
Plenario Provincial. El colectivo salía a las 19:00
horas y el plenario no terminaba y un compañero,
Luis Lucero, me dijo: “Vení, decile al plenario que
tenés que irte del mismo porque te vas a ayunar”,
mis compañeros se pusieron de pie y se me puso
42 la piel de gallina, apreté los dientes para no emo-
cionarme de más y me fui.
Cuando llegué me encontré con un grupo humano
increíble, nos trataban como reyes, amigos, her-
manos, familia, pero principalmente como com-
pañeros de lucha. Compartí mi estadía con un
compañero de El Bolsón, uno de Abra Pampa -la
ciudad más contaminada del norte de nuestro
país-, una de Entre Ríos, una de Villa Gessel, uno
de Capital Federal, uno de San Juan y uno de
Catamarca. Entre ese grupo increíble estaba Ale-
jandro, un gordo divino que era como el papá que
siempre nos despertaba a las ocho de la mañana
con un bombo para que nos fuéramos a bañar,
Carlitos, que nos cuidaba todas las noches y fiel
compañero de mates y truco; pero fundamental-
mente una viejita de más de ochenta años que iba
a cebarnos mates todas las tardes -lloviera, hiciese
frío o calor- sin ser parte de ningún sindicato, sim-
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plemente una luchadora más de la vida. Es más, el
día anterior a irnos de la Carpa nos hizo firmarle un
cuaderno, cuando lo hice le pedí que si podía ho-
jearlo, a lo que respondió que sí, cuando lo hice
pude leer un mensaje de todos y cada uno de los
ayunantes anteriores a mi, no lo podía creer.
La verdad es que es imposible poder sintetizar tan-
tas sensaciones y anécdotas vividas allí, reci-
bíamos visitas de tantas personas famosas todos
los días, sin contar a nuestra Secretaria General
por aquel entonces Marta Maffei, quien nos daba
la fuerza para poder bancar la distancia con nues-
tra familia. A diario nos visitaban escuelas y par-
ticipábamos en actos o marchas, es más, un día
nos tocó ir al programa A Dos Voces con la com-
pañera de Entre Ríos y Marta. Pero una de las
cosas que nos costó fue ir -con Gino, el com-
pañero de Capital- a una conferencia de prensa en
la escuela de periodismo, allí nos preguntaron de
todo lo relacionado con educación, pero funda-
mentalmente el por qué de nuestra Carpa. Al prin-
cipio estábamos como piedras pero cuando
empezamos a hablar de educación nos fuimos re-
lajando. Recuerdo esto dado que la última pre-
gunta fue: “¿Profesor cuándo vamos a dejar de ver
la Carpa Blanca enfrente del Congreso de la
Nación?”. Y yo respondí: “el día que esté garanti-
zada la educación pública.”
Cuando respondí el chico me miró sorprendido y
cuando salimos con Gino sentí fuego en el pecho,
estaba convencido que ganábamos esa pulseada,
sentía que con la visita de distintas personas
recibía el mensaje de millones de argentinos que
nos decían “no aflojen, es la lucha de todos”, la
Carpa Blanca es el símbolo de la lealtad, es lo
único en lo que cree nuestro pueblo y nadie los
puede vencer, qué locura, me emociono de sólo
escribir. Cómo poder olvidar eso, si fueron mil tres
días en la calle, en la lucha, hablando con la gente
de nuestra situación, bajando mucho de peso -un
kilo por día-, estando muy lejos de la familia, pero
fundamentalmente luchando por un ideal que hoy
parece una utopía.
Han pasado veinte años y puedo asegurarles que
la emoción sigue intacta, puedo ver en mis retinas
a todos mis compañeros del Grupo 56.
43
* Docente ayunante de Mendoza, SUTE.
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Propuesta de Actividades para Clases Públicas

¿Por qué luchamos los docentes?

44

"Los maestros enseñamos valores. Lo que importa en la escuela es la solidaridad,

el otro, el respeto, la democracia, la justicia y la igualdad. Y porque tenemos valores
no tenemos precio y no nos rendimos.... Nuestra tarea es una tarea difícil: tenemos
que dar la batalla de las ideas. Por eso hay que seguir luchando desde cada lugar...
Nuestro trabajo se sostiene en que eso que enseñamos permanezca, se junte y se
sintetice. Estamos orgullosos de ser obstinadamente maestros".
Sonia Alesso
Secretaria General de CTERA
Marcha Federal Educativa
Presentación 22 de marzo 2017

H oy la Educación Pública vuelve a enfrentar la ofen-

siva de políticas neoliberales que buscan su desle-
gitimación y deterioro como paso previo a su
mercantilización.
Incumpliendo las Leyes de Educación Nacional y de
Financiamiento Educativo que obligan al Estado a
garantizar el derecho a la educación a todos los habi-
tantes, el Gobierno Nacional genera un grave conflicto
que se extiende a lo largo y ancho del país.
La represión a los docentes producida cuando intenta-
ban instalar una “Escuela Itinerante”, en la Plaza Con-
greso, pone de manifiesto la decisión del gobierno de
avanzar en esta política con formas autoritarias, así
como desconoce los fallos de la justicia que lo obligan
a acordar con los sindicatos docentes. Estos hechos,
además, actualizan dramáticamente el recuerdo de la
Carpa Blanca y las/os docentes vuelven a idear
nuevas formas de expresar y comunicar sus reclamos,
como hoy lo muestra la Escuela Pública Itinerante.
La no convocatoria a la Paritaria Nacional significa en
los hechos la decisión política de negar el rol del Es-
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tado como garante de una misma educación para

todos los ciudadanos -no importa en qué lugar del te-
rritorio nacional hayan nacido- y dejar librado el
cumplimiento de ese derecho a las posibilidades de
cada provincia. Esta decisión se expresa también en
otras medidas que desde CTERA venimos denun-
ciando como la modificación unilateral del Programa
Nacional de Formación Permanente, que es producto
de un Acuerdo Paritario, el desmantelamiento de Pro-
gramas como Centros de Actividades Infantiles y Ac-
tividades Juveniles, Educación Sexual Integral, Coros Estamos peleando por el cumplimiento de leyes, por
y Orquestas, FINES, Alfabetización, Turismo Educa- derechos y por concepciones de educación que son
tivo, Radios Escolares, Movilidad, Becas, Educación producto de luchas históricas de las que hemos sido
y Memoria; despido del personal de programación protagonistas junto al resto de los trabajadores. Leyes,
derechos y concepciones que construimos y pe-
leamos junto a alumnos, familias y organizaciones so-
ciales en un arduo proceso que atravesó los tiempos
de resistencia a la dictadura militar y la tenaz disputa
con las políticas neoliberales de los ‘90. Pero estamos
peleando asimismo en contra de tendencias autori-
tarias en el marco de gobiernos democráticos, lo cual
es grave para la misma democracia.

Un 2 de abril de hace 20 años, frente al Congreso Na- 45

cional, un grupo de docentes -en representación de
los trabajadores de la educación de todas las provin-
cias-, ayunando en una carpa, iniciaban uno de los
hitos decisivos en la historia de las luchas docentes
de nuestro país y de Latinoamérica: los 1003 días de
lucha de la Carpa Blanca de la Dignidad.

Conocer y comprender aquel hito histórico en cuyo

desarrollo se gestaron las Leyes, los Derechos y las
concepciones por cuyo cumplimiento hoy estamos en
técnica del Programa Conectar Igualdad y el freno a pie de lucha, es para los Trabajadores de la Educación
la compra masiva de equipos; desguazar las coordi- un instrumento para fortalecernos en la pelea. Y a la
naciones de Educación Especial, Educación en Con- vez enseñarla a nuestros alumnos, comunicarla a las
textos de Encierro y Educación Rural, etc. y de los familias, difundirla en nuestras comunidades es una
niveles Inicial, Primario y Secundario; ajuste y subeje- herramienta más de la lucha que tenemos por delante.
cución del Presupuesto 2016. Se inscribe en estas
políticas la realización de las pruebas estandarizadas
del Aprender y el operativo de difundir sus resultados
para deslegitimar la Escuela Pública y desvalorizar el
trabajo de los docentes.

Contra estas políticas de ajuste y planteando que no

es posible una Educación de Calidad para nuestro
Pueblo con docentes por debajo de la línea de la
pobreza, los Trabajadores de la Educación y todas
sus organizaciones sindicales venimos llevando ade-
lante, con el firme acompañamiento de las comu-
nidades educativas, una decidida lucha en defensa de
la Escuela Pública.
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Estas propuestas de clases públicas pueden desarrollarse

con nuestros alumnos, con la comunidad educativa, con

1
diversos sectores (organizaciones comunitarias, barriales,
etc.) que nos acompañan en esta pelea. La idea es que cada
colectivo docente lo defina, de acuerdo a sus realidades.

er. momento
El docente enmarca la propuesta de conocer y comprender la lucha

2
de la Carpa Blanca en el desarrollo del actual
Presentación

conflicto educativo. (Se puede utilizar como

base el texto “Presentación”)

do. momento

Alternativas
¿Qué fue la Carpa
Blanca de la Dignidad?

46 4 A partir de relatos de docentes: se puede trabajar

con los testimonios de ex ayunantes presentes en
esta revista o convocar a docentes que hayan ayu-
nado o visitado la Carpa con su escuela, o que hayan
participado de actos o marchas en la Carpa, o que
hayan participado de acciones en el distrito.

4 Exposición de un/a compañero/a: organizar una exposición a partir de los testimonios

de ex ayunantes que se presentan en esta revista y de los artículos que enmarcan o re-
fieren más el significado que la misma tuvo.

4 En caso de que la clase sea exclusivamente con

alumnos se propone trabajar con las sugerencias
elaboradas para cada nivel que están a conti-

3
nuación.

4 Pueden utilizarse videos sobre la Carpa Blanca.

er. momento
¿Qué significó Espacio de diálogo con participantes para com-
la Carpa? partir opiniones, dudas, preguntas y donde
el/la docente pueda reponer información
sobre el contexto político económico en que
se dio esa lucha.
 4
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 47

to. momento
to lucha hoy:
momen
Nuestra
de la Carpa Blanca El docente aporta información sobre el actual conflicto. En un apartado
a la Escuela Pública se incluyen sintéticamente el contenido de las Leyes y datos sobre el
Itinerante ajuste de las políticas educativas.

Se sugiere ampliar con información actualizada sobre el
estado del conflicto en las provincias, datos sobre el con-
texto socio-político-económico en que estas políticas se
están desplegando, expresiones de la resistencia do-
cente, las distintas medidas de fuerza que se llevaron
adelante, marcando especialmente el significado de:
4 Síntesis de noticias periodísticas, audios
de radio, videos de programas de TV.
Con estos elementos se genera un debate
entre los presentes en la clase, se analizan
ambas posiciones:

4 la Marcha Federal Educativa donde 400.000 do-
centes, estudiantes y científicos/as, organizados/as en
columnas provenientes de la Patagonia, Cuyo, el
Nordeste y el Noroeste confluyeron en Plaza de Mayo
demandando al Gobierno Nacional, la convocatoria a
una Paritaria Nacional, salario digno, trato respetuoso y
mayor inversión en la Educación.
4 ¿Cuáles son los argumentos de cada parte?
4 ¿Qué argumentaciones les parece
que son más valederas?
4 ¿Por qué?
Finalmente se abre un espacio de diálogo y
reflexión que vincule ambos procesos de lucha, el

4 La represión sufrida por los/as docentes en la Plaza

de la Carpa Blanca y la lucha actual, que es-
tablezca relaciones, parecidos y diferencias con-
del Congreso el 9 de abril pasado y la instalación de la siderarando los respectivos contextos.
Escuela Pública Itinerante el 12 de abril.

4 Las argumentaciones del gobierno (nacional y de los

47
respectivos gobiernos provinciales), por ejemplo “Los
docentes no quieren sentarse a negociar”. Se pueden
presentar con distintos soportes.

5
omento
mDecía Paulo Freire:
to. momento
Decimos “No hay palabra verdadera que
nuestra palabra... no sea unión inquebrantable
entre acción y reflexión”.
Por eso se propone a los participantes producir una
acción a partir de lo debatido y vivenciado en esta
Clase Pública. Se trata que entre todos o por gru-
pos sinteticen en una producción algo de lo de-
batido: carteles o afiches a pegar en el espacio
público, volantes a distribuir en el barrio, dramati-
zaciones o fotos fijas hechas con sus cuerpos que
sean filmadas con los celulares y sean puestas a
circular por las redes, comunicados de prensa para
llevar a los medios locales, cartas colectivas a en-
viar a autoridades distritales, provinciales o na-
cionales, etc.
 /
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Actividades para trabajar
exclusivamente con los/as estudiantes
Se proponen las siguientes actividades
Inicial
La docente relata a los niños
la historia de la “Carpa
Blanca”.
4 Tomando como base el re-
lato sugerido;
4 mostrando imágenes de los
docentes, fotos de la carpa;
4 videos si cuenta con alguno.
A partir del mismo se organiza
un diálogo e intercambio
con las/os niñas/os:
¿qué opinan de esta historia?
48
1er. Ciclo
A partir del relato del do-
cente y mostrando imágenes
de las/os docentes, fotos de
la carpa, videos si cuenta
con alguno, se iniciará una
charla grupal, en la que la/el
docente a través de pregun-
tas, promueva el diálogo
para que opinen sobre lo que
vieron y escucharon.
A partir de preguntas relacionadas Luego de la charla que
al jardín, el edificio, el mobiliario puede ser compartida con
que utilizan, los libros de cuentos, la familia:
etc. : 4 se les proporcionan
4 se los invita a conversar sobre las afiches, hojas, papeles de
cosas que más les gustan del jardín; colores, para que expresen
4 como se sienten con sus com- lo que quieran mostrar de lo
pañeros y su maestra, apuntando a conversado.
la necesidad de cuidar y valorar lo
que tenemos intentando relacionarlo Las producciones serán ex-
con la idea de solidaridad y hibidas en distintos lugares
4 que los maestros están luchando, del jardín y de la calle para
como lo hicieron hace años, para que todas/os puedan ver-
que nada de lo que tienen se pierda, las/os.
para cuidarlos y para que todo esté
mejor en el jardín, para poder ir
todos los días a jugar con sus com-
pañeros y con todo lo que necesitan.
Luego podrán con distintos niveles de complejidad, según Las producciones
se trate de 1ro, 2do o 3er grado: de los grupos se ex-
4 expresarse a través de dibujos, textos breves, pondrán en lugares
historietas, en torno a lo que sienten y opinan de visibles de la es-
por qué los maestros luchan por la educación cuela y en la calle
como lo hicieron hace años con la carpa; para compartirlas
4 y ahora en marchas y para que nadie se quede entre todas/os.
sin los derechos que le corresponden (puede
haber una serie de preguntas orientadoras en
torno a sus derechos así como de los significados
de la solidaridad, el compañerismo y la seguridad)
4 de saber que como son niños están asegu-
rando que sean felices y estén cuidados.
Pueden realizar clases abiertas invitando a las fa-
milias a participar de la clase y las actividades.
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La Carpa Blanca
Texto para Inicial y primer ciclo de Primaria

se conocían to-
ían nacido, tal vez sus papás no
Hace veinte años, ustedes no hab en una Carpa frente
entes comenzaron a ayunar,
davía, un grupo de cincuenta doc
al Congreso Nacional.
idos, para mostrar
Es no comer nada, solo tomar líqu
Ayunar es una forma de protesta.
a lograr algo.
que uno está decidido a todo par
dinero para
ent es lo que que rían logr ar era que el Gobierno pusiera más
Estos doc que no bene-
r la edu cac ión púb lica . Gob ern aba un presidente que hacía cosas
sostene l le había pasado
menos trabajo y el Gobierno naciona
ficiaban al pueblo. Cada vez había tene rlas .
no tenían dinero para sos
las escuelas a las provincias, que 49
al gobierno de
stra s y los mae stro s de tod o el país habían intentado convencer
Las mae protestado, ha-
as. Le hab ían ped ido hab lar, y no los habían escuchado; habían
otras form
poco los habían escuchado.
ciendo paros y marchas, pero tam
greso donde tra-
les ocu rrió pon er una carp a en la plaza que está frente al Con
Entonc es se ando sin comer,
tado s y los sen ado res, y quedarse adentro un grupo, protest
bajan los dipu que era mucha, se
eso s sen ado res, dipu tado s y toda la gente que pasaba por allí,
para que
o en las escuelas.
enterara de lo que estaba pasand
crecer… No es que la
vist o cos a igua l. Tal vez por eso, la Carpa comenzó a
Nunca se hab ía acercaba a apoyar y a
se hici era más gran de, sino que cada vez había más gente que se
carpa
traer sus reclamos.
llevaron sus pedidos;
s de tod o el país . Des pués otros grupos de trabajadores
Primero los doc ente jubilados, las Madres de
son as que hab ían sufrido y reclamaban justicia: los
y también otra s per da de Israel, los fami-
May o, las víct ima s de aten tado s, como el de la AMIA y la Embaja
Plaza de
ezas.
liares del periodista José Luis Cab
ayunaban, sus alumnos le
ha gen te a salu dar a las maestras y maestros que
Todos los días iba muc s cuentos, jugadores de
itas , y tam bién iban artistas a cantarles o a contarle
llevaba n dibu jos y cart cada vez más, y la Carpa
juga r a la pelo ta… En los diar ios y la televisión se la mostraba
fútbol a
creció y creció cada vez más.
ceder y dio más dinero para
un día, por el apo yo reci bido , el gobierno finalmente tuvo que
Hasta que triunfado.
toda la gente que la apoyó, habían
la educación. La Carpa Blanca y
 /
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 50

Actividades para trabajar

exclusivamente con los/as estudiantes

2do. Ciclo Primaria

A partir del la lectura, mostrando imágenes de los do-

centes, fotos de la Carpa, videos si cuenta con alguno o
relatos del docente sobre la fecha que recuerda los 20
años de la Carpa blanca, el/la docente promueve el diálogo
para que expresen opiniones sobre lo visto y escuchado,
relacionando con el tema de los derechos, las obligaciones
y la responsabilidad de los adultos (la familia, la escuela y el
estado) a través de los distintos gobiernos para garantizar
que se cumplan los derechos de todos – puede introducirse
el concepto de “leyes” como instrumento para garantizar
que lo que allí dice debe ser cumplido.

Orientar la conversación a la situación

del conflicto hoy y que expresen sus
50
opiniones sobre cómo los docentes
están luchando por los derechos de
todos en la escuela pública.

Se proponen actividades según el grado

4 Confeccionar afiches con leyendas sobre la es-

cuela y el derecho a la educación.

4 Confeccionar textos para volantes y salir a repar-

tir en el barrio, en torno al por qué de la lucha de los
docentes como fue antes, en la carpa, cómo se ex-
presa hoy en la calle invitando a sumarse a una
lucha que es de todos.

4 Pueden confeccionar el guión de entrevistas para

el ayer y el hoy.

• Ayer: algún docente, familiar, etc. que pueda

contarles algo acerca de cómo se vivió la his-
toria de lucha de la carpa.

• Hoy: a docentes, familia, vecinos para cono-

cer su opinión sobre la lucha docente hoy y si
tienen propuestas para apoyarla.
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La Carpa Blanca
Texto para Segundo ciclo de Primaria

nar,
uenta docentes comenzaron a ayu
Hace veinte años un grupo de cinc a de pro test aa
Nacional. Era una form
en una carpa frente al Congreso ara una ley de fi-
parlamento que sancion
través de la cual ellos le pedían al ía inte ntad o con -
cación pública. Se hab
nanciamiento para sostener la edu más trad icio nale s,
as de lucha sindical
vencer al gobierno con otras form re-
o esto no había alcanzado. Entonces se
como paros, marchas, etc. Per
currió a esta medida.
vez por
lugar, era una medida inédita. Tal
Un ayuno de esa magnitud, en ese fuer a en real idad más
No es que la carpa
eso, la Carpa comenzó a crecer… s. Com o la caja de
más apoyo y más reclamo
grande, pero cada vez contenía los doc ente s de tod o el
fueron las voces de
resonancia de una guitarra, primero a poc o otro s gru pos de
s. Después, pero poco
país, con realidades muy distinta ían sufrido di-
and as; y personas y grupos que hab
trabajadores llevaron sus dem reco noc ió a la Carpa, la
justicia. El pueblo
versos agravios y que reclamaban vez más . Allí, los que en
a creció y creció cada
prensa tomó las palabras y la carp arse y hac erse escuchar.
an voz, podían encontr
general en nuestra sociedad no tení 51
al pueblo. Las
em. Sus políticas no beneficiaban
Gobernaba el presidente Carlos Men ado que hub iera cada vez
ía tomado habían provoc
medidas económicas que éste hab que ría hac erse cargo de la
os trab ajo y más des ocu pac ión. El Estado Nacional no
men as, que no tenían
cac ión púb lica, le hab ía pas ado las escuelas que tenía a las provinci
edu pa.
contra esas políticas se instaló la Car
dinero para sostenerlas. Por esto,
sa Rodríguez,
on sum and o recl amo s. En Neu quén, la policía mató a una mujer, Tere
Se fuer CTERA, el sindi-
el gob erna dor le hab ía ord ena do reprimir una manifestación. La
porque azando esto y pi-
de los doc ente s, con voc ó a un paro nacional, una movilización rech
cato la educación.
do just icia . En defe nsa de la vida se pronunciaron los trabajadores de
dien
Plaza de Mayo, las
a crec ió, con los recl amo s de los jubilados, y las Madres de
Así la carp o los familiares de
s de aten tado s, com o el de la AMIA y la Embajada de Israel,
víctima Luis Cabezas, y mu-
as ase sina das que ped ían just icia, como los familiares de José
person
chos otros.
semana se levantaron
ó 100 3 días ; ayu naro n más de 1500 docentes. Por una
El ayu no dur hubo dos días en que
ayu naro n doc ente s en la principales ciudades, también
carp as don de 1997. Casi 3.000.000
s ayu naro n en tod o el país, el 9 y 10 de septiembre de
200.000 doc ente uelas de todo el país.
son as visit aron la Car pa par a manifestar su apoyo y 6700 esc
de per actividades.
ica, el Maestrock y muchas otras
También se hizo un festival de mús
gobierno, que usó todos los
por tod o el apo yo recibido, pese a la oposición del
Por tod o ello , lmente tuvo que ceder. La
s par a que los doc entes abandonaran su lucha, fina
med ios pos ible cía en un comienzo,
Blan ca y tod a la com unid ad edu cativa, pese a lo difícil que eso pare
Carpa
habían triunfado.
 /
carpa blanca_IMPRENTA.qxp_Layout 1 1/11/17 10:41 p.m. Página 52

Actividades para trabajar

exclusivamente con los/as estudiantes

Secundaria
Realizar un debate a partir de la lectura de los textos La Carpa
Blanca y Políticas de ajuste en Educación, buscar puntos en común
y diferencias y elaborar una presentación en diapositivas, un afiche
o un video donde se puedan expresar.

e,
A partir de las declaraciones a Radio Mitr
ier
del presidente del Banco Nación, Jav A continuación el texto del citado artíc
itó una polé mic a
González Fraga que reed ulo:
imp orta nte
frase pero en tono técnico: "Lo “El trabajo en sus diversas form
la so- as gozará de la
es la maduración de la sociedad, que protección de las leyes, las que
chos asegurarán al
ciedad entienda que todos los dere trabajador: condiciones dignas
acid ad de los re- y equitativas de
están limitados por la cap

1
labor, jornada limitada; descanso
y vacaciones pa-
cursos” gadas; retribución justa; salario mín
imo vital y móvil;
-Fuente: Página 12 27/03/17- igual remuneración por igual tarea;
participación en
52 las ganancias de las empresas,
con control de la
producción y colaboración en la
dirección; protec-
ción contra el despido arbitrario;
estabilidad del
empleado público; organizació

2
¿Cuál es el límite del ejercicio de los n sindical libre y
democrática, reconocida por la sim
derechos según el texto del fun- ple inscripción
en un registro especial.
cionario González Fraga?
Queda garantizado a los gremio
s: concertar con-
venios colectivos de trabajo; recu
rrir a la conci-
2. Lee el Artículo 14 bis de la Consti- liación y al arbitraje; el derecho de
huelga. Los re-
presentantes gremiales gozarán
tución Nacional Argentina. Según el de las garantías
necesarias para el cumplimient
mismo: o de su gestión
sindical y las relacionadas con la
- ¿se establecen límites al ejercicio estabilidad de su
empleo.

3
de los derechos?
- Sí crees que sí, ¿cuál sería ese El Estado otorgará los benefic
ios de la seguri-
límite? dad social, que tendrá carácter
de integral e i-
rrenunciable. En especial, la ley
establecerá: el
seguro social obligatorio, que esta
rá a cargo de en-
tidades nacionales o provinciales
Elabora en grupo un argumento para con autonomía fi-
nanciera y económica, adminis
tradas por los
responder a la afirmación del fun- interesados con participación del
Estado, sin que
cionario y otro para defenderla, a pueda existir superposición de
aportes; jubila-
partir de ellos realizar un debate. ciones y pensiones móviles; la pro
tección integral
de la familia; la defensa del bien de
familia; la com-
pensación económica familiar y
el acceso a una
vivienda digna”.
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La Carpa Blanca
Texto para Nivel Secundario
El 2 de abril de 1997 una Carpa Blanca se levantó
frente al Congreso de la Nación. Más de cincuenta
docentes de todo el país comenzaron una protesta
inusual: ayunar frente al Parlamento para reclamar
fondos para la educación que permitieran sostener la
educación pública y a sus docentes. El avance de las
políticas neoliberales tuvo nefastas consecuencias
para la escuela pública. Esto llevó a pensar en nuevas
acciones de lucha que se sumaran a las más tradi-
cionales como paros, marchas, etc. Por ello se pensó
en un ayuno, una forma de protesta pacífica con una
larga tradición en las luchas por los derechos hu-
manos y civiles. Y con una gran carpa frente al Con-
greso. Una medida inédita hasta aquel momento.
La Carpa se transformó en una caja de resonancia de
todas las luchas del país. Comenzó con los docentes
de todas las provincias, unificados en sus reclamos.
Luego se convirtió en el lugar a donde diversos gru-
pos de trabajadores en lucha llevaban sus demandas,
y en el que personas y grupos que habían recibido
diversos tipos de afrentas de los poderosos pre-
sentaban su pedido de justicia. La comunidad re-
conoció a la Carpa, la prensa tomó sus palabras y la
Carpa se transformó en el lugar donde los que no
tenían voz, podían encontrarse y hacerse escuchar.
Era presidente Carlos Menem, quien aplicaba políti-
cas económicas neoliberales que llevaban al país a
una gran crisis: la privatización de las empresas del
Estado, que fueron regaladas por monedas, la aper-
tura a las importaciones y la caída de la producción,
la desocupación, el endeudamiento externo. En edu-
cación el Estado Nacional no asumía su responsabi-
lidad, pues había pasado las escuelas nacionales a
las provincias, sin los fondos para sostenerlas. Quería
aplicar políticas que favorecían la privatización de la
educación, y quitar derechos laborales a los do-
centes. A la semana de instalada la Carpa, se pro-
dujo una represión en Neuquén, que se cobró la vida
de Teresa Rodríguez. Desde la Carpa blanca, CTERA
convocó a un paro nacional y a una movilización en
repudio a la represión, que fueron contundentes.
Se fue tejiendo una trama de solidaridades, resisten-
cias y luchas, anudadas con la Carpa Blanca. Allí es-
tuvieron los familiares de José Luis Cabezas,
de
María Soledad Morales, de las
víctimas de la AMIA y la Emba-
jada de Israel, los padres de
Miguel Bru y Sebastián Bordón,
muertos por el gatillo fácil y otras
nuevas formas de represión con-
tra los jóvenes; las Madres y
Abuelas de Plaza de Mayo; los mi-
litantes que peleaban contra el
hambre y la explotación infantil; los
jubilados. La Carpa, caja de reso-
nancia de los conflictos de todo el
país, se transformó en la Carpa de la
Dignidad.
Fueron 1.003 días de ayuno donde
participaron más de 1500 docentes.
Se realizaron 12 paros nacionales y 6
marchas multitudinarias a Plaza de
Mayo. Por una semana se levantaron 53
carpas donde ayunaron docentes en las
principales ciudades, también hubo dos
días en que 200.000 docentes ayunaron
en todo el país, el 9 y 10 de septiembre de
1997. Un apoyo multitudinario, casi
3.000.000 de personas visitaron la Carpa,
1.500.000 firmaron un petitorio exigiendo
fondos para educación; 6700 escuelas la vi-
sitaron; los miércoles se acercaban jubilados
(con su lucha) y los jueves los docentes par-
ticipaban de las rondas de las Madres de Plaza
de Mayo; celebraciones religiosas; actividades
en defensa de los derechos humanos; emi-
sión de programas radiales y de televisión, y un
festival de música, el Maestrock.
Por todo esto, pese a la oposición del gobierno,
que intentó por todos los medios doblegar a
los/as docentes, finalmente debió ceder y se logró
la sanción de una ley de Financiamiento Educativo
y la creación de un Fondo de Incentivo Docente,
esto ya en tiempo del gobierno siguiente. La Carpa
Blanca y toda la comunidad educativa, pese a lo
difícil que parecía, habían triunfado.
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Los tiempos de la Carpa

Breve síntesis

Tras una primera avanzada de las políticas neoliberales

durante la Dictadura Cívico Militar del 76, en los años
'90, en un régimen constitucional, el neoliberalismo se
despliega con toda su fuerza. Esta segunda etapa
comenzó con lo que se llamó la “Reforma de Estado”,
por la cual se privatizaron, entre otras, las siguientes
empresas: aeronavegación, teléfonos, electricidad,
gas, principales líneas ferroviarias, fábricas militares,
canales de televisión, YPF, Correo Argentino. Además,
el neoliberalismo llevado adelante por Carlos Menem
se caracterizó por: desregulación, apertura comercial,
flexibilización laboral, equilibrio fiscal con reducción del
gasto público, regresividad tributaria y endeudamiento
externo.

Nuestra lucha hoy

-Algunas notas-
54 Leyes que el gobierno no está cumpliendo

El conflicto educativo a nivel nacional está vinculado
directamente al incumplimiento de dos leyes Na-
cionales, que son producto de la lucha de los/as do-
centes de todo el país. Dichas leyes son:
4 Ley de Educación Nacional 26.206 (Diciembre
2006) y;
4 Ley de Financiamiento Educativo 26.075 (Enero
de 2006). A partir de la cual (art. 10) se crea la Pari-
taria nacional docente.
Dice la Ley de Educación Nacional: “Art. 2°. La edu-
cación y el conocimiento son un bien público y un
derecho personal y social, garantizados por el Estado...
Art. 4°. El Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad
principal e indelegable de proveer una educación in-
tegral, permanente y de calidad para todos/as los/as
habitantes de la Nación, garantizando la igualdad, gra-
tuidad y equidad en el ejercicio de este derecho, con
la participación de las organizaciones sociales y las fa-
milias”.

Y el Art. 10 de la Ley de Financiamiento Educativo es-

tablece que “El Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología juntamente con el Consejo Federal de Cul-
tura y Educación, y las entidades gremiales docentes
con representación nacional, acordarán un convenio
marco que incluirá pautas generales referidas a: a)
condiciones laborales, b) calendario educativo, c)
salario mínimo docente y d) carrera docente”. En su
Decreto reglamentario 27/4/2007 se señalan las ma-
terias incluidas en la negociación entre las cuales es-
tablece la “Retribución mínima de los trabajadores
docentes” y “materias de índole económica, laboral,
asistencial, previsional, y en general las que afecten las
condiciones de trabajo...”
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Políticas de ajuste en Educación

4 Desmantelamiento de los equipos ministeriales y
promesas incumplidas de transferir fondos a las
provincias para Programas como: Centros de Ac-
tividades Infantiles y Actividades Juveniles, Edu-
cación Sexual Integral, Coros y Orquestas,
FINES, Alfabetización, Turismo Educativo, Ra-
dios Escolares, Movilidad, Becas, entre otros;
asimismo, eliminación de una línea de trabajo
nodal como el Programa Educación y Memoria.

4 Desguazar la Dirección de Gestión Educativa y

con ella la coordinación de todas las modali-
dades previstas en la Ley 26.206, como Edu-
cación Especial, Educación en Contextos de
Encierro, Educación Rural, etc. y de los Niveles
Inicial, Primario y Secundario. 55

4 Sub-ejecutar, en el 2016, los presupuestos asigna-

dos a rubros como: Gestión Educativa, Acciones
Compensatorias en Educación, Acciones en
Formación Docente, Infraestructura y Equipa-
miento, Innovación y Desarrollo de la Educación
4 Dejar sin trabajo al personal de programación téc- Tecnológica, etc.
nica del Programa Conectar Igualdad y frenar la com-
pra masiva de equipos. 4 Discontinuar e interrumpir obras de infraestruc-
tura escolar: en 2016 no se hizo ningún Jardín de
4 Modificación unilateral del Programa Nacional de los 3.000 prometidos, ni se construyó ninguna
Formación Permanente con cambios importantes de escuela secundaria.
sus contenidos sin consulta a los gremios na-
cionales y, en consecuencia, sin el aval de los
Trabajadores de la Educación. Realización in-
consulta de pruebas estandarizadas mediante el
Operativo Aprender y difusión de sus resultados
dirigidos a mostrar, según la palabra presiden-
cial, la “terrible inequidad entre aquel que puede
ir a la escuela privada versus aquel que tiene que
caer en la escuela pública", Una operación más
para desvalorizar la Escuela Pública, deslegiti-
mar la lucha docente y fragmentar el consenso
social alrededor de la misma, el mismo día en
que miles de Trabajadores de la Educación se
movilizaban en la Marcha Federal Educativa.
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56

“Reunirnos por una causa

tan importante para nuestro futuro
y el de nuestros hijos, es una forma
de hacer algo diferente”.

Luis A. Spinetta