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FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y DE LA SALUD

CARRERA DE PSÍCOLOGIA
NEUROANATOMIA

TEMA:

HOMUNCULO

Primer Semestre Psicología

DOCENTE:
Dr. Luis Urdaneta

INTEGRANTE:
EMILY MARIÑO RODRIGUEZ

PERÍODO ACADÉMICO:

Abril - Agosto
AMBATO- ECUADOR
2018
HOMÚNCULO

El concepto de homúnculo (del latín homunculus, «hombre pequeño», a veces


escrito homonculus) se usa a menudo para ilustrar el funcionamiento de un
sistema. En el sentido científico de un actor primordial incognoscible, puede ser
visto como una entidad o agente.

El término parece haber sido usado por primera vez por el alquimista Paracelso,
quien una vez afirmó haber creado un falso ser humano al que se refería como
el homúnculo. La criatura no habría medido más de 30 centímetros de alto, y
hacía las funciones normalmente asociadas con los golems. Sin embargo, tras
algún tiempo, el homúnculo se volvería contra su creador y huiría. La receta para
crearlo consistía en una bolsa de huesos, esperma, fragmentos de piel y pelo de
cualquier animal del que se quisiera que fuese un híbrido. Todo esto había de
enterrarse rodeado de estiércol de caballo durante cuarenta días, tiempo en el
cual el embrión estaría formado.

Actualmente el término se usa de determinadas formas para describir sistemas


que se cree que funcionan gracias a los «hombrecillos» de su interior. Por
ejemplo, el homúnculo sigue siendo una de las principales teorías sobre el origen
de la consciencia, que afirma que es una parte (o proceso) del cerebro cuyo
cometido es ser «tú». El homúnculo se cita con frecuencia también en la
cibernética, por razones similares.

El homúnculo se usa también comúnmente para describir una figura humana


distorsionada dibujada para reflejar el espacio sensorial relativo que nuestras
partes corporales representan en la corteza cerebral. Los labios, manos, pies y
órganos sexuales son considerablemente más sensibles que otras partes del
cuerpo, por lo que el homúnculo tiene labios, manos y genitales extremadamente
grandes.

EL RAZONAMIENTO DEL HOMÚNCULO EN LA FILOSOFÍA DE LA MENTE

El razonamiento del homúnculo explica un fenómeno en términos del propio


fenómeno que se supone que explica (Richard Gregory, 1987). Los
razonamientos del homúnculo son siempre falaces. En la psicología y la filosofía
de la mente los razonamientos del homúnculo son extremadamente útiles para
detectar los puntos en los que las teorías sobre la mente fallan o son
incompletas.

os razonamientos del homúnculo son frecuentes en la teoría de la visión.


Considere a unas personas viendo una película. Éstos ven las imágenes como
algo ajeno a ellos, proyectado en una pantalla. ¿Cómo puede ocurrir esto? Una
teoría simple podría proponer que la luz de la pantalla forma una imagen en las
retinas de los ojos y que algo en el cerebro la ve como si estuviesen en la
pantalla. El razonamiento del homúnculo indica que esto no es una explicación
completa porque todo lo que propone es situar a una nueva persona u
homúnculo detrás del ojo, mirando a la retina. Una teoría más sofisticada podría
proponer que las imágenes en las retinas son transmitidas al córtex visual donde
son procesadas. De nuevo, esto no puede ser una explicación completa porque
todo lo que propone es situar al homúnculo en el cerebro, tras el córtex. En la
teoría de la visión el razonamiento del homúnculo invalida las teorías que no
explican la «proyección», la experiencia que separa el punto de vista de las
cosas que se ven. (Adaptado de Gregory, 1987/1990.)

Muy pocas personas propondrían que realmente hay un hombrecillo en el


cerebro examinando la actividad cerebral. Sin embargo, estas propuestas se han
hecho, como en las teorías del «hombre de paja» sobre la mente. Gilbert Ryle
(1949) propuso que la mente humana se reconoce por sus actos inteligentes.
Ryle arguyó que si hay un ser interior dentro del cerebro que dirigiera sus propios
pensamientos entonces esto llevaría a un ciclo repetitivo absurdo o regresión.

«Según la leyenda, cada vez que un agente hace algo inteligente, su acto va
precedido y es dirigido por otro acto interno de considerar una proposición
regulativa apropiada a su problema práctico.»

«Debemos afirmar entonces que para las reflexiones [del agente] sobre cómo
actuar inteligentemente, ¿éste debe primero reflexionar sobre cómo reflexionar
correctamente sobre cómo actuar? La infinitud de esta regresión implícita
muestra que la aplicación de la adecuabilidad no supone la ocurrencia de un
proceso de contemplación de este criterio.»
Ryle propone que si la reflexión interna fuera un proceso entonces sería una
actividad infinita si ocurriese íntegramente dentro del cerebro.

Sin embargo, si el razonamiento del homúnculo se aplicara rigurosamente


debería expresarse de tal forma que la conclusión sería siempre que si se
necesita un homúnculo entonces la teoría es falsa. Después de todo, los
homúnculos no existen.

El razonamiento del homúnculo aplicado a la teoría de Ryle sería expresado en


términos de si la cualidad mental de «reflexionar sobre cosas internamente»
puede ser explicada por la teoría de que la mente consiste en «actos
inteligentes» sin la necesidad de un homúnculo. La respuesta, proporcionada por
la propia lógica de Ryle, es que la reflexión interna necesitaría al homúnculo para
evitar que se convirtiera en una regresión infinita. Por tanto con estas
suposiciones el razonamiento del homúnculo no apoya la teoría de que la mente
se deba completamente a los actos inteligentes.

El ejemplo de la teoría de Ryle demuestra otro aspecto del razonamiento del


homúnculo en el que es posible atribuir a la mente diversas propiedades tales
como una «reflexión interna» que no son universalmente aceptadas y usarlas
argumentativamente para declarar que una teoría sobre la mente no es válida.
(enciclopedia, 2008)

BIBLIOGRAFÍA
enciclopedia. (17 de Marzo de 2008). Obtenido de enciclopedia:
http://enciclopedia.us.es/index.php/Hom%C3%BAnculo

Florescu, Radu (1975): In Search of Frankenstein. Warner Books, Nueva York.

Gregory, R.L. (1990): Eye and Brain: The Psychology of Seeing. Oxford
University Press Inc., Nueva York.

Gregory, R.L. (1987): The Oxford Companion to Mind. Oxford University Press.

Ryle, G. (1949): The Concept of Mind. The University of Chicago Press.

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