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Hipermedia
George P. Landow
1. P. Quéau. Lo virtual
2. G. P. Landow, Hipertexto
Hipertexto
La convergencia de la teoría crítica
contemporánea y la tecnología
~ Ediciones Paidós
Barcelona-Buellos Aires-México
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1. a edición, J995
ISBN: 84-493-0186-6
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Sumario
Agradecimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
lista? . . . . . . . .'........., 13
voces y el descentrar . . . . . . . . . . . . 19
Predicciones . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
2. Reconfigurar el texto. . . . . . . . . . . . . . . 51
Texto disperso . . . . . . . . . . . 72
el manuscrito electrónico . . . . . 75
3. Reconfigurar al autor . . 95
Eros¡ón de la personalidad 95
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HIPERTEXTO
10
12 HIPERTEXTO
nados alegatos sobre nexos, tramas, lexias, Web Views y otros ar
con un NeIson posestructuralista o desconstrucdonistll, Estos en
expresar.
te sin conexión alguna: la teoría de la líteratura y el hipertexto
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verbal como no verbal. Los nexos electrónicos unen lexias tanto la experiencia de la lectura como la naturaleza de lo leído. Por
«externas,) a una obra, por ejemplo un comentario de ésta por ejemplo, si dicho artículo sobre]oyce se encontrara en un sistema
otro autor, o textos paraldos o comparativos, como internas y así de hipertexto que tuviese nexos con todo el material citado, pasa
crean un texto que el lector experimenta como no lineal o, mejor ría a formar parte de un sistema mucho más extenso, en el que la
dicho, como multílineal o multisecuencial. Si bien los hábitos de totalidad podría resultar más importante que el documento indi
lectura convencionales síguen válidos dentro cada lexía, una vidual; el artículo se encontraría entonces mucho más entrelazado
vez que se dejan atrás los oscuros límites de cualquier unidad de al contexto que su homólogo impreso,
texto, entran en vigor nuevas reglas y experiencias. Como se ve, el hipertexto difumina las fronteras entre lector y
El típico artículo académico de humanísticas o de ciencias escritor y con ello presenta otra calidad del texto ídeal de Barthes.
ilustra perfectamente las nociones subyacentes hipertexto A la luz de los cambios actuales en informá.tica, la distinción de
como texto que se lee secuencialmente. Por ejemplo, en el caso de Barthes entre texto de lector y texto de escrítor cOÍncide con
un artículo sobre Ulises de James Joyce, uno va leyendo primero distinción entre Jos textos basados en la tecnología de la impren
10 que convencionalmente se conoce como texto principal y se va ta y el hipertexto, ya que este últímo alcanza
encontrando números o símbolos que indican la presencÍa de no
tas, a pie de página o al final de la obra; uno deja entonces el tex
to principal para leer dichas notas, que pueden comener una cÍta el objetivo de la obra literaria (o de la literatura como obra), que
consiste en hacer del lector, no un consumidor sino un productor
de un pasaje de Ulises que supuestamente apoya e1 argumento en
dd texto. Nuestra literatura se caracteriza pOI' el despiadado
cuestión, o bien datos sobre agradecimientos o d.iscrepancias del vorcio que la institución literaria mantiene entre el prodllctor del
autor con otros escritores, etc. Las notas también pueden conte texto y su usuario, entre el propietario y el diente. Ellectol' se en
ner información acerca de otras fuentes, influencias y paraleHs cuentra sumergido en una especie de ociosidad, es intransitívo, e
mos con otros textos literarios. En cada caso, el lector puede se incluso serio: en vez de funcionar por sí mismo, en lugar de ucce
guir la conexión y salírse por completo del primer artículo, Tras der a la magia del significante, a los placeres de la escritura, se lo
leer la nota, o mirarla y decidir que una lectura completa no pro deja sólo con la pobre libertad o rechazar d texto: leer
cede por el momento, vuelve a] texto principal y sigue leyendo no es más que un referéndum. Frente al texto de escritor, se en
hasta encontrar otra nota y volver a dejar el texto principaL Este cuentra su contrario, su homólogo negatívo }' reactivo: lo que pue
de lectura constituye la experiencia básica y el punto de par de ser leído pero no escrito: el texto de lector. Cualquier texto de
del hipertexto, Imagínémonos que uno pueda simplemente lector puede considerarse texto clúsico (5/2)
tocar la página donde se encuentra el simbolo de la nota, referen
cia o anotación para hacer aparecer instantáneamente el conteni· Comparemos la descripción que hacen los diseñadores de In
do de la nota o incluso el texto completo, en este caso Ulises en termedia, uno de los más avanzados sistemas de hipertexto desa
tero, al que alude la nota. Los artículos académicos se sitúan en rrollados hasta la fecha, del lector activo que el hipertexto requie"
re y crea:
un campo de relaciones que, en su gran mayoría, permanecen
ocultas en el caso de los textos impresos y relativamente difíciles
A la vez herramienta para el escritor y medio para el lector,
de seguir por encontrarse físicamente lejos de sus referencias. En
documentos en hipertexto permíten a los escritores, o a grupos de
cambio, el hípertexto electrónico facilita muchísimo el segui
autores, conectar datos entre sf, crear trayectos en un conjunto
miento de las referencias individuales así como la navegación por material afín, anotar textos ya existentes y crear notas que re
todo el campo de interrelaciones, que también se vuelve muy evi mitan tanto a datos biblíográficos como al cuerpo del textu en
dente. Este cambio en la facilidad para orientarse en ese contexto cuestión... lector puede pasearse por esos textos anotados,
y acceder a las referencias individuales afecta radicalmente tanto referidos y conectados de forma ordenada aunque no secuencial.\>
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18 HIPERTRXTO
EL HJPERTEX1"O y L\ TEORÍA cRÍTrCA
19
Para tener una idea de cómo el hip~rtexto produce un texto de
otras funciones del sistema o buscar conexiones nuevas. La versa
lector de Barthes, examinemos cómo Vd., lector de este libro, lo le
ería en una versión en hipertexto. En primer lugar, en vez de ma tilidad del hipertexto, que se manifiesta en múltiples conexiones
entre bloques individuales de texto, requiere un lector activo.
nejar un ejemplar impreso, 10 estaría leyendo en una pantalla de or
denador. Las pantallas actuales, que no tienen la movilidad y tacto Además, un sistema completo de hipertexto, a díferenda de
de los libros impresos, hacen la lectura un poco más difícil. A las los líbros y de algunas de las primeras aproximaciones al hiper
texto actualmente disponibles (HyperCard. Guide), ofrece el
personas que, como yo, suelen leer tumbadas en la cama o en el
sofá, la pantalla puede parecerles algo menos práctica. Por otro mismo entorno tanto al escritor como al lector. Así, con simple
lado, la lectura en Intermedia, el sistema de hipertexto con el que mente entrar en el programa de procesamiento de texto, o editor,
trabajo, ofrece varías compensaciones importantes. Al leer una como se lo conoce, Vd. podría tomar notas o induso rebatir por
versión de este libro en Intermedia, Vd. podría, por ejemplo, cam escrito mi interpretacíón. Aunque no podría modifícar mi texto,
si podría escribir una contestacíón y luego unirla a mi documen
bíar el tamano e íncluso el tipo de letra para hacer la lectura mucho
to. ASÍ, habrá leido este texto de lector de dos maneras imposibles
más fácil. Aunque no podría hacer estos cambios de forma perma
nente para otros lectores, sí podría hacerlos cuando quisiera. con un libro: prÍmero, Vd. mismo escogió la trayectoria de su
Y, más importante aún, como estaría leyendo este hipertexto lectura y, como todos los lectores escogerán distintas trayectorias
en una gran pantalla gráfica que muestra dos páginas a la vez, ten individuales, la versión hipertextual de este libro podría asumir
dría la posibilidad de colocar varías textos unos al lado de otros. formas muy diferentes, así como sugerir tal vez el valor de rutas
Así, al llegar a la primera nota del texto principal, al fínal del pa alternativas y dedicar seguramente menos espacio en el texto
saje de SIZ anteriormente citado, activaría el equivalente hiper principal a los pasajes citados. Por otro lado, tal vez había empe
textual de la referencia (tecla, símbolo de referencia) y ello haría zado a tomar notas o a produdr respuestas al texto a medida que
aparecer la nota finaL La nota en hipertexto difiere de varios mo lo leía, algunas de Jas cuales podrían muy bien presentarse en for
dos de la nota en un libro impreso. En primer lugar, se relaciona ma de textos que apoyen o contradigan las interpretaciones enun
ciadas en mis escritos.
directamente con el símbolo de referencia en vez de encontrarse
en una lista numerada al final del texto principal. En segundo
lugar, una vez abierta y superpuesta al texto príndpal o bien co Otras convergencias:
locada a un lado, la nota aparece como un documento indepen
diente, aunque asociado, y no como una especie de texto subsi
intertextualldad, diversidad de voces y el descentrar
diario, secundario y eventualmente parásito.
La nota en cuestión contiene la información siguiente: «Ro Como Barthes, Foucaulr y Mikhail Bakhtin, ]acques Derrida
land Barthes, SIZ, trad. Richard Milier (Nueva York, Hill y Wang, utiliza constantemente términos como ne.;.:o (liaison), trama (tot1e),
1974), págs, 5-6». La lexia hipertextual equívalente a esta nota po red (réseau) y entretejer ú'y tinen/)," que claman por ]a hipertex
dría íncluir la misma información o, con más probabilidad, el pa tualidad/ pero a diferencia de Barthes, que insiste en el texto de lec
saje citado, un fragmento más largo o todo el capítulo o incluso el tor y su no linealidad, Derrida enfatiza la apertura textual, la inter
texto íntegro de la obra de Barthes. Además, este pasaje podría textualidad y la improcedencia de la distinción entre Jo interno y 10
l'iervir a su vez de nexo con otras declaraciones de Barthes al res externo a un texto dado. Este énfasis aparece con toda claridad
pecto, con comentarios de estudiantes suyos o con pasajes de De cuando afirma que «como cualquier otro texto, el de "Platón" no
rrida o de Foucault acerca del mismo concepto de texto en red, podía dejar de estar involucrado, al menos de manera virtual, diná
Como lector, tendría Vd, que escoger entre volver a mi exposición, mica y lateral, con todos Jos mundos que componían el sistema del
seguir alguna de las conexiones sugeridas por los nexos, utilizar
" En francés en el origínal. T.
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20 H!I'EKI'EXTO
EL H1PERTEXTO y LA Tl:.ORÍA ClünCA
21
idioma griego;.> (129),,.,1 De hecho, lo que Derrida describe aquí
coincide con los actuales sistemas de hipertexto en los que el Jector, dka, y, así, uno no se olviJ'1 de él con los dientes»; eSlos dieme::>,
activamente ocupado en el descubrimiento y exploración del texto, según adara Dlmer, se refieren a las comillas, corchetes, parénte
puede hacer intervenir dicdonarios con análisis morfológicos que sis: cuando se cita un texto (colocándolo entre comillas), el efecto
conectan las palabras aisladas con símiles, derivados y contrarios. es el mÍsmo que liberarse de un contexto limitativo>>- (58).
Una vez más, lo que Derrida y otros teóricos críticos expresan como Esta búsqueda a ciegas por parte de Derrida de un medio
una reivindicación lmgilistica, aparentemente descabellada, resulta para subrayar su reconocÍmiento de cómo opera el texto en un
describir precisamente la nueva dinámica de la lectura y de la escri medio impreso -al fin y al cabo, es un acérrÍmo defensor de la
tura en el medio electrónico, más virtual que físico. escritura frente a la oraHdad- ilustra la posición, o tal vez el di
Derrida reconoce acertadamente (con antelación, cabría de lema, del pensador que trabaja con letra impresa y percibe Sus ca
cir) que una nueva forma de texto más dca, más libre, más fiel a rencias pero que no puede, pese a su brillantez, encontrar un
nuestra experiencia potencial, y tal vez a una experiencia real aún caJnmo tuera de su mentalité. *1 Según demuestra la experiencia con
desconocida, depende de unidades discretas de lectura, Como 10 hipertexto, Derrida tantea hacia un nuevo tipo de texto: lo des
explica, en lo que Gregory UImer considera «la generalización cribe, lo alaba, pero sólo puede presentarlo en términos de los re
fundamental de su obra»,M también existe «la posibilidad de omi cursos asociados con un modo particular de escribir, en este caso
sión o adición de citas, que pertenece a la estructura de cualquier Jas marcas de puntuación. Como nos lo recuerdan los marxisLas,
marca, oral o escrita, y que constituye toda marca escrita, antes y el pensamiento se deriva de las fuerzas y modos de producción,
fuera de cualquier horizonte semiolingüístico de comunicación... aunque, como veremos, pocos marxistas se enfrentan al más im
Todo signo, lingüístico o no, oral o escrito, puede ser citado, portante modo de producción literaria, el que depende de las
tecnologías de escritura e impresión,
puesto entre comillas». La íroplicación de esta facultad para ser
citado, o apartado, se manifiesta en el hecho, clave para el hiper De este énfasis de Derrida en la discontinuidad proviene el
texto, de que, como añade Derrida, «de este modo, puede aleíarse concepto de hipertexto como un extenso montajc, lo que en otro
de cualquier contexto dado y engendrar una infínidad de contex lugar denominé meta texto y lo que Nelson llama «docuverso>~. De
tos nuevos de una forma absolutamente ílimitada».9 hecho, Derrida emplea la palabra montaje par<l el cine, que ve
Como Barthes, Derrida concibe un texto compuesto de uni como un rival o una alternativa a la letra ímpresa, Ulmer destaca
dades díscretas de lectura, La concepción de texto de Derrida se que «la pizca o huella proporciona la "lingüística" para el encola
relaciona con su «metodología de la descomposición», que podda do/montaje» (267), y cita el uso que hace Derrida de montaje en
traspasar los límites de la filosofía. Gregory Ulmer subraya: «El ór jpeech and Phenomena: «La palabra "montaje" parece más apta
gano de este episteme filosóHco es la boca, la boca que muerde, para sugerir que el tipo de reunión aquí expuesto presen ta una es
mastica, cata ... el primer paso de la descomposición es el mordis tructura tejida, entremezdada, como una trama, susceptible de
co» (57), Derrida, que describe el texto como algo muy próximo a permitir a los diferentes hilos de sentido o líneas de fuerza sepa
las lexias de Barthes, explica en Ciar que «el objeto de esta obra rarSe de nuevo o bien establecer nuevas conexiones». 10 Para llevar
también es el estilo, el "morceau"»:k que Dlmer traduce por «tro más lejos aún el teorizar intultivo de Derrida del hipertexto, ca
zo, pedazo, fragmento; pieza de música; tentempié, bocado», Este bria seiialar su reconocimiento de que esa textualidad como mon
mOl'ceau, añade Derrida, «siempre está suelto, como su nombre ín taje anuncia o coloca en primer plano el proceso de escritura y,
por lo tanto, rechaza una transparencia engañosa,
*1. Los números emre parémesis indican siempre el número de página del úl
timo texto dtado, T.
~, En francés en el origíno!. T.
"L Mentalidad; (en francés en el origína!), T
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1,
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hacer más explícito, aunque no necesariamente intruso, e] material las voces individuales asumen la forma de lexias.
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ción para crear y percibir interconexiones se produce realmente.
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HlPEll.'fmcrO
EL HlPEltfEXTO '( l.A TEORÍA CRÍTICA 25
24
del hipertexto ha tenido que ver con la Biblia y la tradición exe
El hípertexto Y el descentrar gética. u
No sólo lexias obran de forma muy parecida a los tipos,
A medida que el lector se mueve por una red de textos, des sino que se convierten también en Aleph borgesianos, puntos en
plaza constantemente el centro, y por 10 tanto el enfoque o prin el espacio que contienen todos los demás puntos, ya que, desde la
cipio organizador de su investigación Y experiencia. En otras pa posición dominante que cada uno proporciona, se puede ver todo
labras, el hipertexto proporciona un sistema que puede centrarse lo demás, sí bien no simultáneamente, en todo caso muy cerca, a
una y otra vez y cuyo centro de atención provísional depende del uno o dos saltos de distancia, sobre todo en los sistemas que dis
lector, que se convierte así en un verdadero lector activo, en un ponen de una eficiente función de búsqueda de texto. A díferen
sentido nuevo de la palabra. Una de las caracterÍs!Ícas fundamen cia de los Aleph de Jorge Luís Borges, uno no tiene que verlo todo
tales del hipertexto es estar compuesto de cuerpos de textos co
desde un único lugar, ni tampoco tumbarse en una bodega con la
nectados, aunque sin eje primario de organización. En otras pala
mochila debajo de la cabeza. l & El documento en hipertexto se
bras, el metatexto o conjunto de documentos, el ente que se
vuelve un Aleph viajero.
conoce como libro, obra o texto en el campo de la imprenta, ca
Esta capacidad tiene una relación obvia con las ideas de De
rece de centro. Aunque esta ausencia de centro pueda crear pro
rrida, que insiste en la necesidad de cambíar de puntos de vista
blemas alieetor y al escritor, también significa que cualquier usua
descentrando la discusión. Como él mÍsmo subraya en «Structu
rio del hipertexto hace de sus intereses propios el eje organizador
re, Sigll and Play in the Discourse of the Human Sciences», el
centro) de su investigación del momento. El hipertexto se ex proceso o procedimiento que llama descentrar ha desempeñado
perimenta como un sistema que se puede descentrar y recentrar un papel importante en el cambio intelectuaL Por eíemplo, dice:
hasta el infinito, en parte porque transforma cualquier documen <<1a etnología sólo pudo aparecer como ciencia cuando se dio un
to que tenga más de un nexo en un centro pasajero, en un direc descentrar: en el momento en que la cultura europea y, en conse
torio con el que orientarse y decidir adónde ir a continuación. cuencia, la historia de ]a metafísica y de sus conceptos, se dÍJ!ocó,
La cultura occidental imaginó estas entradas casi mágicas a se alejó de su IOCUJ, se vio oblígada a dejar de considerarse a sí
una realidad en forma de red mucho antes de la aparíción de las misma como la cultura de referencia». 17 Derrida no ímplica que un
tecnologías informáticas. La tipología bíblica, que tan importante centro intelectual o ideológico sea malo ya que, como explícá ell
papel desempeñó en la cultura inglesa en los siglos XVIl y XIX, con respuesta a una pregunta de Serge Doubrovsky: «No he dicho
cebía la historia en forma de tipos y sombras de Cristo y de la pro que no haya centro ni que podríamos salir adelante sin centro.
videncia divina. 14 Así, Moisés, que existe por sí mismo, también Para mí, el centro es una función, no un ente; una realidad, sí,
existe como Cristo, quien cumple y completa el significado del pero una función. Y ésta es absolutamente indispensable» (271).
profeta. Como lo demuestran innumerables sermones, octavillas En todos los sistemas de hipertexto el lector puede escoger su
y comentarios del siglo xvn Y de la época víctoriana, cualquier propio centro de investigación y experiencia. Lo que este princi
persona, acontecímíento o fenómeno servía de ventana mágica en pio significa en la práctica es que el lector no queda encerrado
la compleía semiótica de los designios divinos para la salvación dentro de ninguna organización o jerarquía. Las experiencias con
del hombre. Al igual que el tipo bíblico, que permite a los acon Intermedia revelan que para los que prefieren organizar una se
tedmientos Yfenómenos significativos participar simultáneamen sión por autores y moverse, pongamos por caso, de Keats a
te de varias realidades o niveles de realidad, la lexia individual Tennyson, el sistema puede representar el tradicional enfoque Je
aporta irremediablemente un camino en la red de conexiones. siempre, centrado en el autor, y que aún resulta útil en muchos as
Dado que, en los Estados Unidos, el protestantismo evangélico pectos. Por otro lado, nada obliga al lector a trabajar asi, y los que
preserva y difunde estas tradiciones de exégesis bíblica, no sor desean investigar la validez las generalizaciones por período,
prende demasiado descubrir que una de las primeras aplicaciones
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26 HIPERTEXTO
EL HIPBRTEXTO y LA TEOruA CRÍTICA
27
pueden organizar sus sesiones en función de dichos períodos, va
Según Bush, el problema principal reside en lo que llamó <da
liéndose de los artículos sobre el romanticismo o la época vÍcto
cuestión de la e1ecCÍón», la recuperación de la información, y la
riana como puntos de partida o puntos intermedios, mientras que
razón primaria por la que los que necesitan información no pue
otros lectores pueden partir de nociones críticas o ideológicas,
den encontrarla, se debe a los inadecuados medios de almacenar,
por ejemplo, el feminismo o la novela victoriana. En la práctica, ordenar y etiquetar la información:
los usuarios suelen utilizar la materia desarrollada en la Universi
dad Brown a modo de sistema centrado en el texto y enfocarse en
Nuestra ineptitud para acceder a un dato archivado se debe
obras individuales, y, si bien empiezan la sesión entrando en el
en gran parte a la artificialidad de los sistemas de índices. Cuando
sistema en busca de información acerca de un autor dado, tien se almacenan datos de cualquier tipo, se ordenan alfabética o nu
den a dedicar más tiempo a las lexias sobre textos especificas y méricamente, y la información sólo puede ser recuperada remon
pasando de un poema a otro (<<Laus Veneris» de Swinburne y «La tando su pista de subclase en subclase, Sólo puede estar en un si
Belle Dame San s Merci» de Keats u obras sobre Ulises de Joyce, tio, a menos que se utilice sistemas dobles; hacen falta normas
Tenn}rson y Soyinka) o de un poema a textos de información acerca del trayecto que hay que seguir para localizarla, pero las
(<<Laus Veneris») y documentos sobre los caballeros, el resurgi normas molestan. Además, después de encontrar un dato, hay
miento de 10 medieval, el amor cortesano, Wagner, etc.). que salir del sistema para volver a entrar luego siguiendo otro tra
yecto (3 1 \
lllPERTEXTO
EL HIPERTEXTO Y L\ TF,ORÍA cníTlCA
I
¡ archivos y comunicaciones, dotado de mecanismos que permiten
de elJo s, hay unos espacios para cóJígos en blanco y un puntero
29
Al elaborar un trayecro, el usuario primero le da un nombre, que estudiar.) por qué el p~~gueño arco turco parecía superior al
luego introduce dicho nombre en su libro de códigos y lo teclea en atco largo inglés en las escaramuzas de las Ctuzadas. En su Me
el teclado. De1¡¡nte de él están los dos artículos que han de unirse mex, dispone de docenas de libros y articulos posiblemente perri
proyectados en dos superficies de visionado adyacentes. Debajo nemes. Primero, examina una enciclopedia, encuentra un artículo
interesante aunque demasiado esquemático; 10 deja proyectado.
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•
30 HIPERTEXTO
EL H¡PERTFXTo y LA TEORíA CRÍTICA
31
A contÍnuación, en una obra dehistoría, encuentra otro articulo
relevante y une ambos, Y así sigue, construyendo un trayecto con memos nuevos generan a su vez una clase de text'o flexible, hecho
muchos artículos. De vez en cuando, ínserta un comentario pro a la medida, abierto a las demandas del lector y, posiblemente, vul
pio, unído al ítinerario principal o bien a un trayecto secundaría. nerable a ellas, También generan la noción de una textualidad
Cuando resulta evidente que las propiedades elásticas del mate múltiple, ya que, en el mundo del Memex, la pa1abra texto desig
rial tenían mucho que ver con el arco, se desvía por una rama la na: a) las unidades individuales de lectura que tradicionalmente
teral que lo lleva a manuales sobre elasticidad y tablas de constan constituyen la «obra»; b) dichas obras enteras; e) conjuntos de do
tes físicas. Añade una página de análisis propio. De este modo, cumentos creados con trayectos; y, quizá, d) Jos mismos trayectos
dabora en medio de11aberinto de material disponible un recorri sÍn documentos acompañantes,
do en fundón de sus intereses (34-35).
Tal vez 10 más interesante para alguien que considere la rela
ción de las ideas de Bush con ]a crítica contemporánea y la teoría
Además, Bush añade que, a diferencia de los trayectos menta cultural es que este ingeníero empezó rechazando algunas de las
les, los del Memex del investigador «no se esfuman», así que, premisas fundamentales de la tecnología de la información que
cuando al cabo de unos años se reÚna con un amigo para hablar han ido dominando (y algunos incluso dirían creando) cada vez
«de los modos en que la gente se opone a las innovaciones, aun más el pensamiento occidental desde Gutenberg. Además, Bush
que sean de vital interés» (35), podrá reproducir los trayectos que deseaba sustituir los métodos esencialmente Hneales que habian
creó para investigar un tema o problema y aplicarlos a otro. contribuido al triunfo del capitalismo y del industrialismo por
La idea de Memex, a la que Bush dirigió su atención de forma algo que, en esencia, son máquinas poéticas; máquinas que traba
intermitente durante treinta años, influyó en Nelson, en Douglas jaran por analogía y asociación, máquinas que capturaran la bri
Englebart, en Andries van Dam y en otros pioneros del hipertex llantez anárquica de la imaginación humana. Todo eEo da la im
to, incluido el grupo del Institute for Research in Information and presIón de que Bush consideraba que la ciencia y la poesía obran
Scholarship* (IRIS) de la Universídad Brown, que creó Ioterme" básicamente de la misma manera.
dia. En «As We May Thinb> y «Memex Revisited», Bush propone
el concepto de bloques de texto unidos con nexos y también in
troduce los términos nexos, conexión, trayectos y trama para des Texto virtual, autores virtuales e informática literaria
cribir su nueva concepción de la textualidad. 19 La descripción que
hace Bush del Memex contiene otras concepciones básicas, e in Los efectos característÍcos de la informátíca sobre las discipli
cluso radicales, de la textualídad. En primer lugar, requiere una re nas humanísticas se deben al hecho de que la información se al
confíguración radical de la práctica de la lectura y de la escritura, macena en forma de códigos electrónicos, en vez de marcas físicas
en la que ambas actividades se acercan entre sí mucho más de lo sobre Una superficie fisica. Desde la invención de la escritura y de
que es posible con el libro impreso. En segundo lugar, a pesar del la imprenta, la tecnología de la información se ha enfocado en el
hecho de que concibiera el Memex antes del advenímiento de la problema de crear, y Juego propagar, unos registros verbales está
informática digital, Bush intuyó que era necesario algo como la ticos y permanentes. Como innumerables autores vienen procla
textualidad virtual para los cambios que propugnaba. En tercer lu mado desde los inicios de la escritura, estos registros fijos COn
gar, su reconfiguración del texto introduce tres elementos comple quistan el tiempo y el espacio, por muy brevemente que sea, ya
tamente nuevos: los índices por asociación (o nexos), los trayectos que permiten a lIna persona compartir información Con otras, en
entre dichos nexos y los conjuntos o tramas de trayectos. Estos ele- distintos lugares y momentos. La imprenta añade el elemento ab
solutamente crucial de las múltiples copias símultáneas de un
mismo texto; esta multiplícidad, que preserva un texto disemí
Instituto de Investigación en Información y Humanísticas. T.
nando copias individuales de éste, permire a lectores separados
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11.
•
34
H1PERTEXTO EL HlPERTEXTO y LA TEORÍA CRITICA 35
ejemplos sugieren que a menudo está confundido acerca de los lo/respuesta y el modelo y/o; y (2) hada otros medios no alfanu
medios que la emplean. Los puntos fuertes y débiles del plantea méricos (distintos de la escritura) como ]a fotografía, la radio y la
miento de Baudrillard aparecen en sus comentarios acerca de la televisión. Curiosamente, cuando Baudrillard enfatiza con aderto
digitalización del saber y de la información. BaudrilIard percibe el papel de lo digital en el mundo posmoderno, suele tomar sus
con acierto que el paso de lo táctH a 10 digital representa un acon eíemplos de digitalización de unos medios que se basan en tecno
tecimiento esencial en el mundo contemporáneo, pero luego se logías analógicas y no digitales, sobre todo en la época en que es
equivoca en cuanto a sus implícacíones, o, mejor dicho, sólo las cribe, y las diferencias entre las características e implicaciones de
percibe parcialmente. Según él, la digitalizacíón implica una opo ambas son importantes. Mientras que el almacenamiento analó
sición binaria: «La digitalización nos rodea. Esto es lo que se des gico de ínformacÍón sonora y visual requiere un procesamiento
prende todos los mensajes y signos de nuestra sociedad. La lineal, la tecnología digital suprime la necesidad de secuencia al
forma más evidente en que se manífiesta es la prueba, la pregun posíbilitar el acceso directo a cualquier bit particular de infor
ta/contestación, el estímulo/respuesta» (Simulations, 115). Bau mación. Cuando se desea encontrar determinado pasaje de una
drillard postula esta equivalencia, que equivocadamente conside sonata de Bach grabada en una cinta, hay que recorrerla secuen
ra axíomática, en su declaración de que «la verdadera fórmula cialmente, aunque los aparatos modernos permiten pasar rápi
generadora, la que abarca todas las demás y la que, de algún damente de una pieza musical a otra. En cambio, cuando se quiere
modo, es ,la forma estabilizada del código, es la fórmula binaría, la localizar un pasaje dado en una grabación digÍtal, se puede acce
digital» (145). Llega a la conclusión de que el hecho primario der instantáneamente a dicho pasaje, marcarlo para futuras re
acerca de lo digital es su relación con «el control cibernético._.la ferencias y manipularlo como sería imposíble hacerlo con la
nueva configuración operacional», ya que «la digitalización es su tecnología analógica; por ejemplo, se puede volver a escuchar ins
principio metafísico (el Dios de Leibnitz) yel ADN, su profeta» tantáneamente una pieza sin tener que rebobinar nada_
(103). Al concentrarse en los medíos alfanuméricos y a1 confundir,
Es que la digitalización implica un estado binario, so según parece, las tecnologías analógica y digital, Baudrillard pier
bre todo en los niveles más básicos del código de máquina y en los de la oportunidad de reconocer el hecho de que lo digital también
más elevados de los lenguajes de programación. Pero de este he tiene el potencíal para impedir, bloquear y rodear la condición lí
cho no se puede extrapolar ingenuamente, como hace Baudri neal y binaria, y sustituirla por la multipHcidad, por una verdade
llard, un sístema entero de pensamiento o episteme. Por supues ra actividad y activación del lector y ]a posibilidad para él de des
to, Baudrillard puede tener razón en parte; tal vez ha percibido viarse en varias redes. Baudrillard ha descrito un hilo princÍpal o
una conexión clave entre el modelo estímulolrespuesta y lo digi constituyente de la realidad contemporánea que, potencialmente,
tal. Sin embargo, e1 hecho del hipertexto demuestra muy clara entra en conflicto con la realidad multilineal e hipertextua!.
mente que lo digital no nos confina necesadamente en un mundo Además del hipertexto, varios aspectos de la informática en
lineal ni en uno de oposiciones binarias. las humanidades se derivan de la virtualidad del texto. En primer
A diferencia de Derrida, que enfatiza el papel de1libro, de la lugar, la facilidad con que se puede manipular símbolos alfanu
escritura y de las tecnologías de la escritura, Baudrillard nunca méricos da lugar a un procesamiento de texto más senciJIo. A su
considera el texto verbaI, cuya ausencia se prolonga en toda su ar vez, ]a comodidad del procesamiento de texto facilita mucho ]a
gumentación, y reconstituye a su manera lo que a todas luces no publicación erudita tradícional, es decir, la creación de textos
esperaba. Sugiero que parte de la difícultad teórica Baudrí dedignos y, en principio, doctos, a partir de manuscritos o libros
llard se debe a que pasa por alto los textos verbales digitalizados publicados, justo en el momento en que la noción misma de tex
y se desvía demasiado fácilmente, a parrir del hecho de la codí to aislado, unitario y unilateral tal vez esté cambiando e incluso
ficación digital, en dos dírccdones: (D hada el modelo estímu- desapareciendo.
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En segundo lugar, est(\ misma facilidad para cortar, copiar y La presencia de múltiples trayectos de lectura, que perturba
manipular el texto permite formas diferentes de composición eru el equilibrio entre lector y escritor y que crea así el texto de lector
dita, en las que las notas del investigador y la información original de Barthes, también crea un texto que existe con una indepen
existen en una mayor proximidad experimental. Según Michael dencia mucho menor respecto a los comentarios, analogías y tra
Heim, a medida que la textualidad electrónica vaya liberando la es diciones que el texto impreso. Este tipo de democratízación no
critura de las limitaciones de la tecnología del papel impreso, «enor sólo reduce la separación jerárquica entre el llamado texlo princi
mes cantidades de información, y más textos todavía, se volverán pal y las anotaciones, que ahora existen como textos indepen
accesibles inmediatamente bajo la superficie electrónica del escri dientes, unidades de lectura o lexias, sino que también difumina
to... Conectando 1m pequeño ordenador con un teléfono, un profe las frontel'as entre textos individuales. De este modo, la conexión
sional podrá leer "libros" que a su vez se abren sobre un extenso electrónica reconfigura nuestra experiencia tanto del autor como
mar de bases de datos que sistemizan todo el saber humano».2} La de la propiedad intelectual, y ello promete afectar, a su vez, nues
facilidad de manejo del texto erudito, que se debe a la capacidad de tras nocíones tanto de autor (y de autoridad) de los textos que
los ordenadores para examinar bases de datos con gran velocidad, estudiamos como de nosotros mismos como autores.
permite la búsqueda de textos completos, concordancias dinámicas Además, estos cambios se producen en un entorno electrónico,
e impresas, y otras clases de procesamientos que permiten a los eru el docuverso nelsoniano, en el que la publicacíón cambía de senU
ditos en humanidades plantearse nuevos tipos de preguntas. Ade do. El hipertexto, mucho más que cualquier otro sistema informá
más, a medida que uno escribe. «el texto en progreso se encuentra tico. promete convertir la publicación en una cuestión de acceso a
conectado y unido a todo el mundo de la información» (161). alguna red electrónica. Por el momento, los eruditos seguirán de
En tercer lugar, el texto vírtual, cuya apariencÍa y forma pue pendiendo del libro, y es de prever que las mejoras continuas en au
den ser modificados según convenga al lector, también tiene el toedición e impresión láser provocarán una ÚltinlU tloracíón del
potencial de añadir un elemento completamente nuevo: el nexo texto como objeto físico. No obstante, estos textos físicos serán
electrónico o virtual que reconfigura el texto tal y como lo cono producidos (o mejor dicho, reproducidos) a partír de textos elec
cemos los que hemos crecido íunto a los libros. Es la facultad de trónicos; y, a medida que los lectores se vayan acostumbrando a la
conexión electrónica lo que crea el hipertexto, una textualidad comodidad de los textos electrónicamente conectados, el libro,
compuesta de bloques y nexos que permiten multiplícar los tra ahora definido tanto como herramienta del erudito como produc
yectos de lectura. Como Heim sostiene, el procesamiento de tex to acabado suyo, irá perdiendo su papel preponderante en la inves
to electrónico inevitablemente produce nexos, y éstos desplazan tigación humanística.
el texto, al lector y al escritor hacia otro espacio de escritura:
electrónicamente. En segundo lugar, cualquier conjunto de ámbito necesarias para un hipertexto interinstitucional, a gran es
xias. tanto si se deben al autor del texto verbal como a un tercero cala y a distanda, materializarán los actuales mundos de la infor
que haya reunido textos de varios autores, toma la forma de una mación, incluida la literatura. Dícho otro modo, para obtener
red; en algunos sistemas, se llama trama a cualquier conjunto de información hará falta tener acceso a algún tramo de la red. Para
documentos, cuyos límites cambiantes los convierten, de algún publicar en el mundo hípertextual, hará falta tener acceso, aun
modo, en el equivalente hipertextual una obra. En tercer lu que sea de forma limítada, a una red.
gar, el término red también se refiere a un sistema electrónico que La analogía, modelo o paradigma de red, esencial en el hiper
ímplica ordenadores adicionales así como cables y conexiones fí texto, aparece en todos los escritos teóricos estructuralistas y poses
sicas que permiten compartir información entre máquinas indivi tructuralistas. El modelo de red y sus componentes rechazan la li
duales, estaciones de trabajo o terminales de lectura-escritura. nealidad en forma y explicación, y ello a menudo en aplicaciones
Estas redes pueden tomar la forma de las actuales redes de ámbi inesperadas. Bastará un solo ejemplo de este pensamiento no lineal.
to local (LAN),'~ como Ethernet, que conecta conjuntos de má Aunque los expertos en narratíva casi siempre han subrayado la li
quinas dentro de una institución o parte de ésta, como departa nealidad esencial de la narración, recientemente, los críticos
mentos o unidades administrativas?4 También hay redes de gran empezado a encontrarla no líneal. Barbara Herrnstein Smith, por
ámbito (W ANV! que conectan distintas instituciones geográfica ejemplo, sostiene que «en virtud de la naturaleza misma del discur
mente muy alejadas. Las prímeras versíones de redes de gran ám so, la no linealidad es más bien la regla y no la excepcÍón en las
bito, tanto nacionales como internacionales, incluyen JANET (en obras narrativas».2ó Puesto que volveré al tema de la narrativa líne
el Reino Unido), ARPANET (en los UU.), el National Rese al y no lineal en un capítulo posterior, ahora sólo mencionaré que la
arch and Education Network (NREN),"'z y BITNET, que conec no linealidad se ha vuelto tan importante en el pensamiento crítico
ta uníversidades y centros de ínvestigación en América del Norte, contemporáneo, tan de moda, podría decirse, que la observación
Europa, Israel, Australia, Nueva Zelanda y Japón.2> Estas redes, de Smíth, tanto si es acertada como si no, resultaba casi inevitable.
que hasta el momento se han utilizado principalmente para el co Puede apreciarse la ímportancia general del pensamiento no
rreo electrónico y para transferir archivos particulares, también nealo antilineal por la frecuencia con que Barthes y otros críticos utí
han servido infraestructura a boletines de noticias como lízan los vocablos nexo, red, trama y trayecto y por la destacada posi
manist. Para que estas redes puedan soportar el hipertexto, hacen ción que les dan. Más que cualquier otro teórico contemporáneo,
falta equipos más potentes que puedan transferir con mucha ra Derrida emplea los términos nexo, trama, red, matriz y entretejido en
pidez grandes cantidades de información. relación con la hipeltextualidad; Bakhtin así mismo emplea nexos
La cuarta acepción de red, en cuanto a hipertexto, se acerca (Problems, 9,25), conexión (9), interconexión (19) y entretejido (72).
mucho al sentido que se le da en la teoría crítica. Red, en su sen Como Barthes, BakhtÍn y Derrida, Foucault concibe el texto
más completo, se refiere a la totalidad de los términos para en términos de red y se vale precisamente de este modelo para
los cuales no hay término y que son representados por otros tér describir su proyecto, «el análisis arqueológico del conocimiento
minos hasta que surja algo mejor o que uno de ellos logre abarcar mismo». En Tbe arder ofTbings sostíene que su proyecto impli
el sentido más amplio y la mayor difusión: «literatura», «iofo ca rechazar las «famosas controversias» que tienen ocupados a
mundo», «docuverso» y, de hecho, «cualquier escrito», tanto en sus contemporáneos; proclama que «hay que reconstruir el siste
sentido alfanumérico como derridano. Las futuras redes de gran ma general de pensamiento cuya red, en su aspecto positivo, hace
posible la interacción de opiniones simultáneas y aparentemente
.,. LAN: Local Area :-Jerworlc. 1.
contradictorias, Es esta red la que defíne las condiciones que ha
"1. WAK Wide Area Network. T.
cen posíble un problema o una controversia y sostiene la bistori
"2, Red Nacional de InvestÍgadón y Educación, T.
cidad del saber».27 Para Foucault, el orden es, en parte, «la ley in
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'11!
terna, la red oculta» (xx); él, una «red» es aquel fenómeno plememe localízado en alguna memoria elecrrónica ni en ningún
«capaz de interconectar» (127) una amplia gama de taxonomías, microinterruptor. Para los conexionistas, la representación del
observaciones, interpretaciones, categorías y normas de observa saber se dÍstribuye entre las fuerzas de las conexiones [¡los ne
ción a menudo contradictorias. xos!], entre unidades» (126).
La descripción de red que hace Heinz Pagels en The Dreams 01 Como lo demuestra Pagels, la ciencia contemporánea y la teoría
Reason (Los sueños la razón) sugiere por qué la red seduce tanto crítica proponen teorías convergentes acerca del pensamiento hu
a los que sospechan de los modelos jerárquícos o lineales. Según él, mano y del mundo del pensamiento basadas en el paradigma de red.
«una red no «arríba" ni "abajo". Más bien, es una pluralidad Terry Eagleton y otros teóricos marxistas, que a menudo recu
de conexiones que incrementan las posibles interacciones entre sus rren al posestrucruralismo. también se valen del modelo o imagen
z9
componentes. No hay autoridad central ejecutiva que supervise el de red. En cambío, los marxistas más ortodoxos, que tienen un in
sistema»,'B Además, como Pagels tambíén explica, la red funciona terés personal (o un convencimíento sincero) en la narrativa o la
en varias ciencias físicas comó un poderoso modelo teórico capaz metanarrativa lineal tienden a recurrir a red y a trama principal
describir una gama de fenómenos de muy distintas escalas espa mente para caracterizar la equivocación. Pierre Machery podría pa
ciales y temporales y, así, de ofrecer un programa de investígación. recer algo fuera de lugar sif!uiendo a Barthes, Derrida y Foucault al
El modelo de red ha cautivado la imaginación de la gente en cam sítuar las novelas dentro de una red de relaciones con otros escritos.
pos tan diversos como la inmunología, la evolución y el cerebro. Según Machery, <<la novela se sitúa inicialmente en una red de libros
que sustituyen la complejidad de las relacíones reales que, de
El sistema inmunológico, comO el evolutivo, es un poderoso hecho, constituido cualquier mundo». Sin embargo, su frase sí
sistema de reconocimiento ele con ci:\pacídad para guíen te deía bien claro que, a diferencia de la mayoría de los poses
aprender y recordar, Esta característíca dd sistema inmunológico tructuralístas o posmodernistas, que emplean la red como paradig
ha sugerido a varías personas que un modelo informático dinámi ma de una situación y no restrictiva, percibe la red como
co que símulara el sistema inmunológico también podría ápren algo que confina)' limita: «Encerrada en la totalídad de una recopi
der recordar. .. El sistema evolutivo obra en una escala de tiem
lación, en medio de un complejo sistema de relaciones, la novela se
po cientos de miles de años, el inmunológico en cuestión de
días y el cerebro, en milísegundos. Si descubriésemos cómo el sis vuelve literalmente alusión, repetición y continuación de algo que
tema inmunológico reconoce y destruye los tal vez ello sólo entonces empieza a parecerse a un mundo inagotable».30
nos podría enseñar cómo las rcdc:s nerviosas reconocen y destru Fredric Jameson, que en The Politt"cal Unco/tsdouJ ataca a
yen ideas. Después todo, tanto el sistema inmunológico como Althusser por crear impresiones «totalización fácil» y de «tra
el sistema nervioso están constituidos por de millones de cé ma ininterrumpida de fenómenos>~, considera, frecuente y explí
lulas altamente especializadas que se excitan y se inhiben unas a citamente, los modelos en red como el asiento del error.>l Por
otras, y ambos aprenden y tienen memoria (134-135). ejemplo, cuando en Marxism and Form critica «el prejuicio an
tiespeculativo» de la tradición liberal, dice que «Sil énfasis en el
El modelo red también ha ínspirado el movimiento cone acontecimiento individual a expensas de la red de relaciones en
xionista en informática, que recurre a una «hipotética arquitectu
aquél puede estar inmerso» es el medía que tiene elliberalis
ra nerviosa para el diseño en red» máquinas radicalmente dí
mo para «prevenir que la gente llegue a conclusiones, de otro
ferentes. Los conexionistas sugieren que «las conexiones, el
modo inevitables, a nivel politicO».32 Aquí, el modelo de red re·
diseño mismo de la red» aporta «la clave de su funcionamiento y
presenta una completa y adecuada puesta en contexto, suprimida
no algún programa interno como los de los ordenadores» (125).
por alguna escuela de pensamiento que no es la marxista, pero
Los conexionistas también proponen una «representación del sa
que sólo resulta necesaria para describir las socÍedades premar
ber» en la que el saber está distribuido en toda la red; y no sim xistas. Jameson repite este paradigma en su capítulo sobre Hcr
1,
-
bert Marcuse, cuando explica que «el deseo auténtico corre el tado fragmento de un ensayo crítico que contiene a su vez una
riesgo de disolverse y de perderse en la extensa red de seudosatis cita de otro ensayo, como un portador alberga un parásito». Pro
facciones que constituyen el sistema de mercado» (lOO-lOO. Una siguiendo con la analogía microbiológíca, MilIer pasa a explícar
vez más, el concepto de red proporciona un paradigma solamen que «el "ejemplo" es un fragmento parecido a esas minúsculas
te necesario, según parece, para describir las complejidades de partículas de alguna sustancia que se introducen en un diminuto
una sociedad caída. Vuelve a hacerlo cuando, en el capítulo sobre tubo de ensayo y se investigan con ciertas técnicas de química
Sartre, discute la noción de fetichismo de Marx, que presenta, analítica. Se puede llegar muy lejos, u obtener mucho de un pe
para]ameson, ciertas «comodidades y la red "objetiva" de las re queño fragmento de texto: nos guía de contexto en contexto, que
laciones que mantienen entre sí» como la apariencia ilusoria que se amplían hasta abarcar, como medios necesarios, toda la familia
enmascara «la realidad de la vida social», que «se encuentra en el de lenguas indoeuropeas, toda la literatura y el pensamiento con
proceso mismo del trabajo» (296Y. ceptual en estas lenguas y todas las permutaciones de nuestras es
tructuras sociales de economías domésticas, receptoras y dadoras
de regalos».35
¿Causa o convergencia? ¿Influencia o confluencia? Aun así, Milier subraya que el ~~Glas de Derrida y los ordena
dores personales aparecieron más o menos al mismo tiempo. Am
¿Adónde lleva la relación de la informática, y del hipertexto bos trabajan consciente y deliberadamente para dejar obsoleto el
en particular, con la teoría de literatura de las tres o cuatro últi tradicional modelo de libro lineal y sustituirlo por el nuevo hiper
mas décadas? En la conferencia de mayo de 1990 en el Elvetham texto multilineal, que ya se está convirtiendo rápidamente en el
Hall sobre la tecnología y el futuro de la investigación humanística, modo de expresión característico, tanto de la cultura como del es
J. Hillis Miller sugirió: «La relación ... es múltiple, no lineal, no tudio de las formas culturales. El "triunfo de la teoría" en los
causal, no dialéctica y excesivamente determinada. No encaja en la estudios literarios y su transformación por la revolución digital
mayoría de los paradigmas tradicionales que definen "relaóón,,».3> son dos aspectos de un mismo cambio arrollador» (Literar)' The
El mismo Miller aporta un buen ejemplo de esta convergen ory, 19-20). Por supuesto, dícho cambio arrollador tiene muchos
cia entre la teoría crítica y la tecnología. Antes de descubrir el hi componentes, pero hay un tema que aparece tanto en escritos so
pertexto, hablaba del texto y del procesamiento (interpretativo) bre hipertexto (y el Memex) como en la teoría crítica contempo
de texto de una manera que resultará familiar a cualquiera que ránea: las limitaciones de la cultura impresa, de la cultura del
haya leído o trabajado con hipertexto. Por ejemplo, en Fiction libro. Bush y Barthes, Nelson y Derrida, así como todos los teóri
tll1d Repetition describe cómo se lee una novela de Hardy de una cos de estos campos, quizá sorprendentemente entrelazados, em
forma que yo calificaría de hipertextualidad bakhtíniana: <~Cada piezan con el deseo de liberarnos de las limitaciones de lo impre
pasaje es un nodo, un punto de interseccÍón o de enfoque, en el so. Este proyecto común requiere que uno reconozca primero el
que convergen líneas que conducen a muchos otros pasajes de la enorme poder del libro, ya que, sólo cuando hayamos tomado
novela y que, en última instancia, los incluye todos». Ningún pa conciencia de la manera en que ha formado e informado nuestras
saje tiene una prioridad particular sobre los demás, en el sentido vidas, podremos intentar escapar de algunas de sus limitaciones.
de ser más importante o de ser el «origen o el fin de los otros».l4 En este contexto, las explicaciones de Claude Lévi-Strauss
Así mismo, al proponer «un "ejemplo" de estrategia descons del pensamiento iletrado en The Savage Mind (El pensamiento .ral
truccionista de la interpretación>~, en The Critic as a Hast (1979), vaje) y en sus tratados sobre mitología aparecen, en parte, como
describe bloques de texto dispersos y conectados, cuyo recorrido intentos de descentrar la cultura del libro, de demostrar los con
se puede seguir hasta un universo o metatexto que crece y au finamientos de nuestra cultura literaria saliéndose de ella, por
menta sin cesar. Aplica una estrategia desconstruccionista «al cÍ- muy superficial y brevemente que sea. Al enfatizar medios de co
..
municación electrónicos aunque no informáticos, como la radío, bro, Adorno y Prefacio». Lo hilCe con gusto ya que, como anundó
la televisión y el cine, Baudrillard, Derrida, Jean Fran¡;ois Lyo en 01 Gramm(ltology, «aunque parezca 10 contrario, esta muerte
tard, McLuhan y otros se pronuncian igualmente en contra de la libro anuncia, sin lugar a dudas ly, en cierto sentído, siempre ha
futura importancia de la tecnología de la información basada en anunciado), una muerte del discurso (de un suput'xto discurso
la ímpresión, coincidíendo a menudo con los que piensan en que completo) así como una nueva mutación en la historia ele la escri
unos medios de comunicación análogos con sonido, movÍmiento tura, en la historia como escritura. Lo anuncia con una
e información visual remodelarán radicalmente nuestras expecta de varios siglos. Es en esta escala que debemos estimarlo». (8)
tivas de la cultura y naturaleza humanas. En una conversación conmigo, Ulmer mencionó que, puesto
Entre los principales críúcos y teóricos de la crítica, Derrida la unidad de Derrida equívale al nexo, la gramatología es el
destaca como el que mejor advierte la importancia de una tecno arte y la ciencia de conectar y. por lo tanto, el arte y la del
logía de la información autónoma, basada en sistemas dígitales hípertexto.>7 Uno podría añadir que Derrida también describe la
más que analógicos. Como señala, «el desarrollo de métodos prác diseminación como una descripción del hipertexto: <<Junto con
ticos de recuperación de la información amplía enormemente las una expansión ordenada del concepto de texto, la diseminación
posibilidades del "mensaje", hasta el punto en que deja de ser la inscribe una diferente que rige los efectos del sentido o de la
traslación "escrita" de un lenguaje, la transferencia de un signifi referencia (la interiorídad de la "cosa", realídad, objetividad,
cado que, incluso permaneciendo oral, conservaría su integri esencialidad, existencia. presencia en general. sensible o
dad» ..l6 Más que cualquier otro teórico, Derrida se da cuenta de ble, etc.), una relación diferente entre la escritura, en sentído me
que la informática y los otros cambios en los medios de comuni tafisÍco de la palabra, y su "exterior" (histórico, politíco, econó
cación han desgastado el de] modelo lineal y dellíbl'o como mico, sexual, etc.»> (Diuemination,
paradígmas afines y culturalmente dominantes. Derrida declara:
«El fin de la escritura Hneal es en realidad el fin del libro, aunque
sea en form<J líbro que las nuevas escrituras, literarias o teóri Analogías con la revolución de Gutenberg
cas, se dejan encerrar, para bien o para mah, (01 Grammatolog)',
86). Por lo ramo, como lo señala UImer, escritos gramatoló Si nos encontramos realmente en un período de fundamenta
gicos ejemplifican la lucha para romper la investidura del libro» les cambios tecnológicos y culturales análogos a la revolución de
(Applied Grammatotogy, 13). Gutenberg, entonces ha llegado el momento de preguntarnos qué
Según Derrida, «la forma del "libro" está pasando por un podemos aprender del pasado; en particular, qué podemos pre
de agitación general, y, mientras su forma parece cada vez decir acerca del futuro al comprender la «lógica» de una tecnolo
menos natural... y su hístoría, menos transparente, la forma de gía dada o de un conjunto de tecnologías, Según Alvin Kernan,
bro por sí sola no puede zanjar ... la cuestión de aquellos procesos «la "lógica" de una tecnología, de una idea o de una institución es
de escritura que, al cuestionar en la práctica esta forma, han de des su tendencia a conformar, en un limitado número de formas o di
mantelarla». El problema, además, según reconoce Derrida, es que recciones, todo aquello en que inciden».}g La obra de Kernan y
«no se puede tocar¡.> la forma del libro «sin trastornar todo lo de otros como Roger Chartier y Eisenstein, que han estudiado
más» (Dissemination [La diseminación], 3) en el pensanúento ocd complejas transiciones desde la cultura del manuscrito hacia la de
dental. A Derrida, siempre deseoso de tocarlo todo, ello no le pa la imprenta, sugiere tres lecciones claras o normas para cualquíe
rece una razón suficícnte para no tocar el libro y su reivindicación ra que presienta simílares transiciones.
comienza con la cadena de expresiones que aparecen más o menos En primer lugar, estas transiciones toman mucho tiempo; en
como título al principio ele Dissemination: Hors Livres: fuera de todo caso, mucho más tiempo del que los primeros estudios sobre
libro, d'üeuvre: entremés, Extratexto, Prelíminar, Fin de Ji- el paso de la cultura del manuscrito a la de la ímprenta podían lle
-
46 HIPERTEXTO FL H[PERTFXTO y LA TEORÍA
47
vamos a suponer. Estudiosos de la tecnología y de la práctica de la co, ceremonial y eclesiástico del libro u otro material impreso y la
lectura señalan varios cientos de años de cambios y acomodaciones lectura privada. personal e interiodzada».J9
graduales, durante los cuales prevalecieron distintas prácticas de la El mismo Kernan insiste en que «el conocimiento de los prin
lectura, formas de publicación y concepciones de la literatura. cipios básicos de la lógica de la imprenta, como la inalterabilidad,
Según Kernan, no fue hasta principios del siglo XV1II que la la multiplicidad y la sistematización, permite predecir las tenden
tecnología la imprenta «hizo pasar a los países más adelanta cias pero no los modos exactos en que iban a manifestarse en la
dos de Europa de una cultura ora] a otra impresa, reordenando historia de la escritura y en el mundo de las letras. Tanto la ídea
toda la sociedad y reestructurando las letras, más que meramente lízación del texto líterarío como su atribución de una esencÍa esti
modificándolas~> (9). ¿Cuánto tardará la informática, y sobre todo lística son desarrollos de posibilídades latentes de la imprenta,
el hipertexto, para operar cambios parecidos? Uno se pregunta pero opino que no había una necesidad previa y precisa de que las
cuánto tardará el paso al lenguaje electrónico en volverse omni letras fueran valorizadas de estas maneras en particular» (181).
presente en la cultura. ¿con qué medíos, apaños culturales pro Kernan también señala «]a tensión. por no hablar de oposición
visionales y demás intervendrá y creará un cuadro más confuso, manifiesta, entre dos de las fu erzas primarias de la lógica de la ¡m
aunque culturalmente más interesante? prenta: la multiplicidad y la inalterabilidad, algo que podríamos
La segunda norma importante es que el estudio de las rela· denominar efectos "biblioteca" y de "librería de saldos»»(55),
ciones entre tecnologja y literatura junto con otros aspectos de las que entran en juego, o prevalecen, sólo en determinadas condi
humanidades no produce necesariamente una lectura mecánica ciones económÍcas, políticas o tecnológicas.
de la cultura, como temían Jameson y otros. Como Kernan deja La tercera lecdón o norma que puede derivarse de la obra de
bien claro, la comprensión de la lógica de una tecnología no per Kernan y de otros historiadores de las relaciones entre las diver
mite hacer predicciones, ya que en condiciones diferentes la mis sas prácticas de la lectura, las tecnologias de la informacíón y la
ma tecnología producir efectos diferentes e incluso contra cultura, es que las transformaciones tienen contextos e implíca
ríos. Así, J. David Bolter y otros historiadores de ]a escritura clones políticos. Las consideraciones sobre hipertexto. teoría crí
señalado que, al príncípjo, la escritura, que servía Jos intereses del tica y literatura han de tener en cuenta 10 que Jameson llama «el
clero y de la monarquía al registrar leyes y acontecímientos, pare- reconocimiento básico de que no hay nada que no sea. además,
puramente elitista, e incluso hierática; más tarde, a medida social e histórico, y que, de hecho, "en últÍma instancia", todo es
que iba progresando hada abajo en la escala social y económica, polítíco». (Polifical Unconscious, 20).
empezó a parecer democratizante e incluso anárquíca. En gran
medida, los libros impresos tuvieron efectos igualmente diferen
ciados, aunque los factores democratizan tes tardaron mucho me Predicciones
nos en imponerse a los hieráticos: unos cuantos siglos, tal vez dé
cadas, ¡en lugar de milenios! Sí la tecnología de la imprenta cambió radicalmente el mun
Así mismo, como Marie Elizabeth Ducreux y Roger Chartier do tal y como lo expone Kernan de forma tan convincente, ¿cuá
han demostrado, tanto e] material ímpreso como los manuscritos serán los efectos de una transición paralela de la imprenta al
fueron utilizados como instrumentos «de una aculturacÍón reli hipertexto informático? Aunque los cambios asociados con el
giosa controlada por la autoridad, pero en ciertas circunstancias paso de la imprenta a la tecnología electrónica tal vez no presen
permitieron la resisten cía de una fe rechazada y llegaron a ser un ten ningún paralelismo con los asociados al paso del manuscrito a
último y secreto recurso en contra de la conversión forzosa». Los la imprenta, las descripciones de los cambios más recÍentes en la
libros de horas. los contratos matrimoniales y los l1amados libros tecnología del texto alfanumérico pueden sugerirnos campos
evangélicos encarnaban «una tensión básica entre los usos públí- ! investigación.
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