El ser humano es capaz de

ver con el corazón...

La educación
“todos los niños tiene la ca- afectiva y sexual
pacidad de maravillarse ante
lo bueno, y por lo tanto la
vida, siempre que no se les Educación para la vida
haya ahogado esa
capacidad”

Información basada en el capitulo 1, parte 4

Del libro:
¡Por favor, háblame del amor!
de Inés Pélissié Du Rausas
La vida es bella
La educación de la afectividad y de la se-
xualidad habla de lo que es la vida.
El don del amor transmite vida como un
regalo de Dios.
La cultura de la vida esta es crisis, por el
escepticismo y fundamentos fura de la
ética y el amor.
La cultura de la vida
es una sencilla reali-
dad de defender, res-
petar y amor a toda
vida humana desde su
concepción,
La familia debe vivir
en un clima con aper-
tura a la cultura de la vida a través del
amor que nace en el ceno de la familia.
La familia debe ser un testimonio de vida, la
cual no se fabrica sino es un hermoso re-
galo que procede el amor
en pareja, abierta a for-
mar una familia con cade-
nas generacionales que le
preceden.
Celebrar
las edades
de la vida
Cada cumpleaños es una ocasión para celebrar
la vida, y el valor propio que esta tiene. Vale la
pena crecer y vivir, y hacer de cada año una
ocasión para celebrar lo esencial del vivir.
Es indispensable que cada uno de nosotros diri-
jamos una mirada contemplativa hacia los de-
más, aquella que va más allá de lo que es mate-
rial y recuerda la dignidad de persona que nos
encierra y engrandece.
La autentica
Libertad
La libertad nos
da la opción de
elegir libremente el bien sin ser coaxionados
para hacerlo, eso también es la base del amor.
La libertad hace una llamado a servir a los de-
más y no servirse a si mismo a través de los
demás, y esto es el amor y servicio que viven
en la familia.
Los padres se dan a los hijos por amor, por su
vocación de padres que les permitió sentir más
alegría en dar que en recibir.
La contradicción
de la “cultura de
la muerte”
Cada vez es más fre-
cuente escuchar que la
vida se acepta bajo ciertas condiciones, que
si no son cumplidas es “normal” tomar
decisiones que busquen solución con
muerte o con no dar opción a procrear
vida.
Como padres se tiene un mayor compromi-
so en fomentar la vida, a través del amor,
de la entrega completa y del ser copartici-
pe de la obra maravillosa de Dios por medio
del amor en familia.
Las presiones sociales y familiares pueden
guiar equivocadamente al egoísmo de pen-
sar primero en si que en los demás. Este
pensamiento debe ser formado desde el
amor y el uso de la libertad de elegir la
vocación recibida de Dios a través de la
cual se descubra el sentido de la vida, con
el propósito firme de amar.