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Egocentrismo y altruismo en la

comunicación humana: algunas


consideraciones psicodinámicas

Luis Ramírez
Universidad de Lima
Lima, Perú

El presente trabajo constituye una aproximación a la comunicación humana desde


los conceptos de “egocentrismo” y “altruismo”, representativos de derivaciones
fundamentales del dinamismo básico inherente al funcionamiento comportamental.
La persona, a partir de su misma estructura ontológica, se ha de ver necesaria y
existencialmente inducida a no perder de vista, contemplar, comprender e
internalizar de manera progresiva su propia realidad y la realidad de los demás;
de ahí la presencia en ella, constante, intensa y simultánea, de tendencias de
“autorrepliegue” y “autotrascendencia”. En esta aproximación el desarrollo de
aquellas líneas de orientación dinámica se ha de apreciar sobre todo en algunas
de sus connotaciones defensivas, para al final tratar de lo que implica, en lo
esencial, una apertura auténticamente altruista del sujeto frente a los demás.
comunicación / psicodinámica / egocentrismo / altruismo

Egocentrism and altruism in human communication: psychodynamic


considerations
This paper is an analysis of human communication from the concepts of “ego-
centrism” and “altruism”, concepts derived from the basic dynamism inherent to
behavior functioning. A person, from its own ontological structure is necessarily
and existentially induced to gradually contemplate, understand and internalize its
own reality and the reality of others. Thus the constant, intense and simultaneous
presence of two tendencies: “self-retreat” and “self-transcendence”. The
elaboration of those lines of dynamic orientation are approached in their defensive
connotations. Finally, the author discusses the essential implications of a genuine
altruistic attitude of the subject in relation to others.
communication / psychodynamic / egocentrism / altruism

Persona 1, 1998, 13-26


Ramírez

Se puede sostener, con toda certeza, mental diferenciada –sociocultural-


que la “comunicación” constituye una mente orientada– de la propia ontici-
dimensión esencial, fundacional, de la dad.
psicología humana, algo realmente
trascendente en ésta. Para ello basta LAS NOCIONES “MARCO” EN JUEGO
con recordar que en la comunicación se Como el título del trabajo lo sugiere
forma la personalidad y el estilo básico se trata, en principio, de dos nociones:
de desarrollo del sujeto, se resuelve su “psicodinámica” y “comunicación”.
destino “estructural” de salud o enfer- ¿Cómo entenderlas? Veamos:
medad psíquica, se posibilita su más La noción de “psicodinámica” la en-
profunda disposición comportamental tendemos referida aquí a toda aproxi-
a la vida de relación con los demás, y mación a la conducta humana que ten-
se definen sus tendencias básicas al au- ga por objeto pensarla inicialmente co-
torrepliegue “egocéntrico” y a la auto- mo consecuencia, luego como causa, y
trascendencia “altruista”1. Efectos po- que desde este contexto temático refe-
seídos, todos ellos, no sólo de una di- rencial busque reconstruir el itinerario
mensión psicológica sino también, en- de su configuración, su sentido e inten-
tre otras, de una dimensión propiamen- cionalidad. Descripción ésta que pode-
te ontológica. En realidad toda activi- mos considerar suficiente para el efec-
dad y desarrollo posible del hombre ha- to de identificar si una lectura de la
bla siempre, en el fondo, en alguna me- conducta posee o no un cierto carácter
dida, tanto de la densidad y despliegue psicodinámico, pero sin embargo insu-
de su estructura ontológica, como del ficiente, requerida de más amplias pre-
tipo internalizado de relaciones comu- cisiones, para garantizar que la estruc-
nicativas vivido entre él y su mundo tura interna y lógica del discurso aso-
(social, cultural, etc.), al punto de po- ciado a ella da cuenta real o potencial
derse afirmar que la integración diná- del vasto y trascendente panorama de
mica de ambas dimensiones sostienen, significación humana cubierto por su
inducen y orientan inicialmente tal ac- proyecto de interpretación. Esto es
tividad y desarrollo. epistemológicamente relevante, más
La comunicación se visualiza pues aún si tenemos presente que bajo la no-
como un inductor existencial complejo ción de “psicodinámica” se han cobija-
que facilita la expresividad comporta- do “visiones” de conducta no sólo fuer-
temente diferenciables, incluso contra-
1 Acerca de la primera gran bifurcación que tiene puestas en aspectos nucleares, sino
lugar en el dinamismo del funcionamiento com-
también algunas otras fuertemente res-
portamental, bajo las formas de orientación al su-
jeto, y al objeto, véase Nuttin (1985, pp. 162- trictivas de lo cualitativamente huma-
172). no. Por tanto resulta conveniente que

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Egocentrismo-altruismo en comunicación humana

aquella noción se entienda ligada en el menos potencialmente, en una suerte


fondo a las tendencias del hombre a la de metodología y “hermenéutica” glo-
permanencia, a la interacción, a la bales del funcionamiento comporta-
complementariedad, a la unidad –onto- mental, evitando “entronizaciones” ab-
lógica y axiológicamente jerarquiza- solutistas de lo parcial –con mayor
da–, a la creatividad y al desarrollo in- razón si de lo parcial, “parcialmente”
tegral. De este modo creemos cautelar investigado e interpretado–, y recor-
teóricamente, con cierta amplitud, la ri- dando que sus juicios de verdad son
queza y complejidad del psiquismo hu- siempre de carácter relativo. Se desfa-
mano, su orden y armonía, el “acuerdo vorecerá así el riesgo de un reduccio-
básico” “en” y “entre” sus procesos nismo simplista e ilegítimo que termi-
esenciales, y una cierta garantía de no na por implicar una cierta negación de
caer en interpretaciones reduccionistas. la realidad y, en esa medida, un pensa-
Pensamos que una teoría psicodiná- miento más fantasioso que racional.
micamente humanista para ser tal debe Por su parte la noción de “comunica-
corresponder a los fundamentos de una ción”, a nivel humano, la entendemos
“antropología” abierta como posibili- como una dimensión de la conducta
dad al hombre total, al hombre íntegro por la cual la persona revela, conscien-
–no seccionado, no separado, no escin- te o inconscientemente, su disposición,
dido–, y además no a un hombre abs- deseo o decisión, de adquirir, re-cono-
tracto, desencarnado, a-temporal y a- cer o transmitir información, mensajes,
espacial, sino más bien a un hombre sentidos objetivados –palabras, gestos
concreto, si se quiere personalizado, o signos, en general–, dentro de su pro-
“encarnado” en un tiempo y en un es- pio sistema psíquico –“entre” sus dis-
pacio realmente humanos2. Se trata así tintos niveles o áreas de funcionamien-
de reconocer la urgencia de que la psi- to–, o en su vida de relación con el
cología dinámica respete sistemática- mundo –con otras personas en espe-
mente su objeto propio de investiga- cial–, constituyéndose así en funda-
ción –la conducta humana– en todo lo mento, luego en manifestación, de la
que es y representa, y no perdiéndolo intra e intersubjetividad.
de vista en su “totalidad”, diseñe sus Descripción que ubica con cierta am-
esquemas de investigación y formule plitud la comunicación en el ámbito de
sus interpretaciones de modo que re- la personalidad psíquica, pero que nos
sulten susceptibles de integrarse, al sugiere de alguna manera la interro-
gante de si ella no debería ir más allá
de modo de invitarnos a pensarla, final-
2 En torno a la contribución posible de la antropo-
logía filosófica a la psicología y al psicoanálisis, mente, desde la noción de persona. En
véase los profundos ensayos de Vergote (1996). buena cuenta, ¿no se puede acaso sos-

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Ramírez

tener que la personalidad misma es tenerse radical y definitivamente en el


función de la persona “posible”, de la concepto de personalidad, sino más
persona psíquicamente “realizada”? bien avanzar, en una cierta apertura del
Consideramos que una psicología de la “espíritu” especulativo, al encuentro de
comunicación humana no debe perder una antropología filosófica o si se quie-
de vista que en última instancia lo psí- re de una metafísica de la persona.
quico, tal como queda organizado en la Consideraciones que nos ponen en el
personalidad, es en lo esencial, en lo camino de una ontopsicodinámica de la
más fundamental, tributario de la es- comunicación humana. La comunica-
tructura ontológica del sujeto; que en el ción pensada no como una manifesta-
fondo las experiencias que éste vive, ción desligada de lo “finalmente” re-
constituyen fenómenos que tienen lu- presentado en ella, como un fenómeno
gar dentro de un marco de posibilida- separado de lo esencial, que en el fon-
des ontológicamente determinadas. do sustentó su posibilidad, sino más
Así pensamos que las experiencias en bien como una “realidad” compleja,
general, las experiencias de comuni- temporal y espacialmente encarnada,
cación en particular, logran plasmarse históricamente sustentada, que da
en el sujeto como representaciones cuenta en síntesis de lo que el sujeto es,
psíquicas en la medida que su propia como estructura psíquica y ontológica
onticidad lo permita y de alguna mane- de carácter relacional.
ra lo sugiera. Si el “suceso” no repre-
sentara “nada” en lo que por naturaleza ALGUNAS CATEGORÍAS
le es propio al hombre, si no diera PSICODINÁMICAS EN EL ESTUDIO DE LA

cuenta de “nada” de lo que le es inhe- COMUNICACIÓN HUMANA

rente, si no fuera en alguna medida y de Hemos de utilizar las nociones de


algún modo objetivación de su ser pro- “egocentrismo” y “altruismo”. Ambas
fundo, en ese caso, el “suceso” pasaría hacen referencia a dos de sus líneas bá-
desapercibido para él –sería “nada” pa- sicas de organización, funcionamiento
ra él–, no alcanzaría a constituirse y or- y desarrollo. El “egocentrismo” induci-
ganizarse en él como estímulo y men- do por una dinámica de “repliegue” y
saje. “vuelta sobre sí”, el “altruismo” por
De ahí que para comprender con la una dinámica de “despliegue” y “bús-
mayor profundidad legítimamente de- queda del otro”. Lo que da lugar, según
seable el presente funcional de la acti- la naturaleza de su dinámica inductora
vidad psíquica e identificar mejor las prevalente, a una comunicación predo-
posibilidades reales y finales de su fu- minantemente egocéntrica o altruista.
turo “comportamental” y representa- Siendo de agregar que ambas catego-
cional, será siempre importante no de- rías y líneas de orientación dinámica se

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Egocentrismo-altruismo en comunicación humana

hallan de ordinario imbricadas y pue- allá de lo constructivo, en la medida en


den encontrarse normal o patológica- que la frustración y el “vacío” una vez
mente estructuradas3. instalados intensamente en el sujeto, en
la estructura funcional de su subjetivi-
Respecto del egocentrismo dad (que por otra parte aspira “natural-
mente”, en lo más profundo, a seguir
La noción de egocentrismo la enten-
“siendo” y a “desarrollarse”, y que ve en
demos aquí en referencia a un modo de
tal frustración y vacío la evidencia de un
ser en el cual el sujeto privilegia su
riesgo de disminución y discontinuidad
existencia como objeto de satisfacción,
o muerte), lo “conducen” a negar la rea-
pudiendo llegar al punto de no tomar
lidad objetiva de los “otros” –sus nece-
seriamente en cuenta o simplemente no
sidades, deseos y aspiraciones–, y a
tomar en cuenta las necesidades, de-
idealizar su propio ser, sus necesidades
seos e intereses de los demás. Egocen-
y posibilidades. En este sentido la satis-
trismo que puede inducir al sujeto a no
facción de sí, constituida en pauta anó-
aceptar siquiera posponer el logro de
mala de valoración “ética” en el com-
sus metas –a pesar de las mayores ur-
portamiento humano, podrá estimarse
gencias de otros–, y aún a pasar por en-
como fuertemente influida por el siste-
cima de personas o grupos con tal de
ma psíquico de defensa.
alcanzar su propia satisfacción4.
Nos parece conveniente señalar que
Situación que implica significativas
no nos referimos aquí, predominante-
distorsiones psíquicas en el sujeto; en-
mente, al interés natural, normal, del
tre otras posibles, la de constituir la
hombre por su autosatisfacción, nos
“satisfacción de sí” en pauta “definiti-
referimos más bien al interés exacerba-
va” de diferenciación de lo bueno y lo
do, “tenso” y angustiante, por lograr-
malo, del bien y el mal. Será vivencia-
la5. Por lo que nuestra aproximación al
do, incluso pensado y reconocido como
problema de la comunicación humana
bueno aquello que le permita al indivi-
desde la noción de egocentrismo debe
duo realizar sus deseos, y como malo
entenderse como significativamente
aquello que lo impida.
parcial, y sin embargo capaz de permi-
¿Cómo interpretar tan grave distor-
tirnos reparar en algunas de sus formas
sión? De manera general digamos que la
de revelación más o menos frecuentes
satisfacción de sí se inviste de un sig-
y encubiertas.
nificado normativo de valoración, más

3 Sobre algunos aspectos de la relación entre lo


normal y lo mórbido desde la óptica del pato- 5 En relación a ciertas implicancias narcisistas en la
análisis véase Schotte (1990b). psicopatología humana véase Corveleyn (1993,
4 Véase S. Freud (1948). pp. 49-108).

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Ramírez

Así se puede acreditar que bajo la in- nalizada como contenido y aspecto del
fluencia de intensas y persistentes de- propio psiquismo y personalidad, cons-
terminaciones egocéntricas (intensas y tituida en algo “duradero”, introducirá
persistentes búsquedas de autosatisfac- el sentido del pesimismo, la idea y sen-
ción) la función comunicativa del sación de no poder esperar gran cosa de
psiquismo humano se hallará y mos- los demás. El sujeto ha desarrollado se-
trará fuertemente subjetivizada. De un rias dudas acerca de las intenciones y
modo u otro el sujeto buscará poner di- sentimientos profundos de los otros;
cha función al servicio de sus necesida- con mayor intensidad todavía cuando
des, especialmente de aquéllas que se trata de asuntos que se asocian
siendo fundamentales no fueron aten- estrechamente a las más graves “lesio-
didas adecuadamente en los tiempos nes” padecidas; por lo que resulta ra-
cruciales de su desarrollo; por lo que zonable que el sujeto herido, que expe-
ciertos temas y modos de abordarlos rimenta continuamente necesidad de
tenderán a surgir y resurgir con elevada ayuda, la buscará, sí, pero desconfiado
frecuencia e intensidad en su compor- del “mundo”, lo hará de modo simbóli-
tamiento comunicativo, mostrándose el co. Hablará de lo que necesita pero lo
sujeto particularmente interesado y hará de modo complejo, de esa manera
sensible en torno a ellos. Ahora bien, lo comunicado no será rápidamente
aquellos temas y las formas comporta- vinculado en la conciencia manifiesta a
mentales de tratarlos, no constituirán las dificultades estructurantes de su
transparencias –directas– de las necesi- propia intimidad, ni por el receptor, ni
dades insatisfechas, eso puede tener lu- por él mismo. La mediación simbólica
gar, en tal o cual medida, pero no ine- utilizada lo librará así, en parte, de
vitablemente; con frecuencia las insa- darse a conocer como sujeto social-
tisfacciones más dolorosas para el suje- mente débil. La debilidad, según la his-
to se habrán de mostrar bajo mediacio- toria de sus propias experiencias de fra-
nes simbólicas muy complejas, difíci- caso, se asoció al sometimiento, a la
les de interpretar, de ligar a lo que ellas “esclavitud”, a la manipulación, por
representan en el fondo. Al sujeto le se- tanto a la posibilidad que otros dispon-
rá siempre difícil y doloroso mostrar gan de la propia vida, él quiere librarse
sus “heridas” más íntimas, aquellos de ello. De ahí que desconfiado y teme-
“espacios” posibles de comunicación roso se autodefienda dando a conocer
interpersonal particularmente marca- de un modo simbólico su necesidad de
dos y sensibilizados por experiencias auxilio, mas no, por lo menos no direc-
de abandono, agresividad o decepción. tamente, el problema “de fondo” por el
La insatisfacción “lesiva” –insatisfac- que debería ser ayudado. No deseando
ción que hiere–, en la medida que inter- exponerse a más fracasos, a más aban-

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Egocentrismo-altruismo en comunicación humana

donos o agresiones, “caricaturiza” sus vía insatisfecho, y ser modelo potencial


propias y profundas insatisfacciones, y confiable para él. Mientras tanto, la
alcanzando de esta manera cierta tran- conducta comunicativa del sujeto “pa-
quilidad. ciente” tenderá a mantenerse intensa-
Otros sentidos posibles se articulan en mente egocéntrica; bajo formas direc-
el hecho de ocultar sus heridas bajo tas o indirectas él continuará buscando
complejas mediaciones simbólicas. Así con cierta “ceguera” la oportunidad de
por ejemplo, la intención de efectuar curar sus heridas o por lo menos de
una cierta depuración en el terreno de suavizar sus efectos dolorosos.
sus relaciones interpersonales; el sujeto
necesita y desea identificar a los más Respecto del altruismo
capaces de cooperación profunda. Con
La noción de altruismo la entende-
la complejidad de sus mensajes él obs-
mos referida a una forma de conducta
taculiza la fácil comprensión de su con-
que privilegia, desde la intimidad pro-
ducta por los demás, favoreciendo la
funda y plena del sujeto, la donación de
posibilidad de identificar con relativa
sí y la búsqueda de satisfacción del
facilidad la capacidad real de observa-
“otro”. El sujeto no se tiene a sí mismo
ción, sensibilidad y ayuda que puedan
como centro fundamental de interés, el
poseer. El sabrá “reconocer” de esta
manera a los que realmente puedan re- centro de interés es el otro: sus necesi-
presentar algo positivo para él. dades, sus deseos, sus aspiraciones.
En el fondo el sujeto íntimamente in- Pero hay que señalar que no toda apa-
satisfecho y por eso “centrado en sí y riencia comportamental “altruista” co-
para sí” tenderá a expresar su insatis- rresponde al altruismo arriba descrito.
facción de modo mediatizado y “cari- Con frecuencia comportamientos, en el
caturizado” hasta que logre “acreditar” fondo intensamente egocéntricos, se
en algún “otro” la existencia de ciertas muestran “socialmente” altruistas6. Se
condiciones reconocibles por él como trata en estos casos de manifestaciones
garantía de una posible y saludable co- exteriores de un “cuasialtruismo”, si se
municación intersubjetiva entre ellos. quiere, de un altruismo fundamental-
Comunicación ésta que tendrá lugar mente “egodefensivo”, que utiliza el
progresivamente en la medida en que el sujeto como vía, en parte inconsciente,
“otro” confirme, con su conducta apa- para alcanzar finalmente y sobre todo
rente y sus actitudes, una capacidad su propia satisfacción, valiéndose si
eficaz de respuesta a los problemas del
sujeto insatisfecho, estar significativa-
mente satisfecho en lo que el sujeto 6 Sobre el altruismo como defensa véase A. Freud
“paciente” del problema se halla toda- (1986).

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cabe el término de la satisfacción del nuevos fracasos en el actuar propia-


“otro”. No es el “otro” su centro de in- mente personal, a la posibilidad de
terés, aún cuando lo que hace, lo hace, “distraerse” de los propios sufrimien-
en apariencia, por él. El “otro”, sus in- tos, y a la oportunidad de alcanzar cier-
satisfacciones y sus heridas, son inves- tas ventajas de carácter social. A lo que
tidos así de un interés tal vez muy am- se agrega, de modo general, que en lo
plio que no corresponde sin embargo a esencial el proceso en cuestión parece
su más profunda significación. A este responder a una tensión inherente al
nivel el interés “casi-único” del sujeto hombre que lo induce a alcanzar “poco
es el de calmar y “superar” a través del a poco” niveles cada vez más construc-
“otro” el dolor instalado en su propia tivos en su funcionamiento psíquico y
intimidad. Y lo consigue –aunque sólo comportamental.
en parte–, pues las satisfacciones del Ahora bien, la vuelta a la realidad de
“otro”, en particular si son logradas las propias urgencias puede, en aque-
con su cooperación, le proporcionarán llos casos, convertirse en un período
placer suficiente, incluso en la medida psíquicamente muy sensible para el su-
de retroalimentar y afianzar su actitud jeto, por la exacerbación de sus heridas
y conducta de ayuda. profundas. A pesar de ello, el servicio
No obstante, la satisfacción del “otro” prestado a los demás, aun bajo las con-
no resolverá radicalmente, en este con- diciones defensivas arriba señaladas,
texto defensivo, el problema de la pro- no estará carente de un cierto poder
pia insatisfacción, pues en el fondo el “restaurador”. El servicio prestado be-
sujeto no llegó a salir realmente de sí neficiará al propio sujeto siempre que,
para donarse “plenamente” al “otro” en claro está, no se trate de una simula-
un acto de auténtica generosidad. Aquí ción conscientemente fraguada. El pro-
el sujeto frustrado se “limitó” a percibir blema está en que el beneficio “restau-
al “otro” –insatisfecho también– como rador” tenderá a establecerse muy len-
alguien en quien proyectar su propia tamente. En todo caso la calidad y me-
frustración, para luego identificarse con dida del beneficio no dependerá sólo de
él. Él continuará teniéndose a sí mismo lo que haga objetivamente el sujeto por
como objeto central de interés, aunque los demás, aunque lo hecho por él, ob-
ahora, con una apariencia diferente. jetiva y sinceramente, le permitirá de-
Tal proceso homeostático encubre la sarrollar conciencia acerca de su capa-
realidad de un egocentrismo intenso cidad social de ayuda y solidaridad –a
arraigado en el sujeto como dinamismo pesar de sus propias necesidades–, y
comportamental, que responde entre sobre el hecho de que la cooperación
otros motivos probables a la necesidad con los otros “desencadena” en éstos
de no exponerse al riesgo “temido” de diversidad de respuestas positivas, por

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Egocentrismo-altruismo en comunicación humana

ejemplo, gratitud, deseo y voluntad de tiempo del altruismo autoprotector el


reciprocidad; dependerá además de la sujeto podrá utilizar en sus relaciones
internalización cada vez más profunda de comunicación, en todo caso a nivel
de estos efectos. De este modo el suje- de lo manifiesto, mensajes de interés
to “cooperador” alimentará su sentido por los demás, incluso remarcables por
de esperanza y optimismo en las rela- su significación “objetiva” y “social”;
ciones humanas. En sí habrá encontra- pero en ellos se podrán reconocer cier-
do, en un lento pero progresivo proce- tas características inherentes a un “psi-
so de interacción con el mundo y de quismo” que busca en principio y final-
autoconstrucción, la oportunidad de mente poner término a sus propias ca-
irse convenciendo íntimamente de que rencias y no a las ajenas.
la vida de relación con el mundo, su Así uno podrá reparar en que los
existencia misma y la existencia de la mensajes “sociales” de solidaridad del
humanidad, pueden ser pensadas y sen- sujeto –en la medida en que necesitado
tidas como algo realmente bueno –que también él de solidaridad– mostrarán,
vale la pena vivir–7. Circunstancia de con frecuencia, singular intensidad, so-
desarrollo personal que favorecerá que brecarga de energía. Ellos darán testi-
las conductas de servicio social del su- monio de la sensibilidad desbordante a
jeto puedan alcanzar en el tiempo una que se hallan asociados en la intimidad
mayor autenticidad. En la medida en del emisor, y que trascendiendo su ca-
que “cerradas” las heridas que le fue- pacidad de control lo induce a sobre-
ron causadas –sobre todo en la niñez– exigir conductas de interés social a los
por la ausencia de donación profunda demás. El sujeto “habla” de tal manera
de los “otros”, él se hará capaz, en par- a sus “escuchas” con respecto a los ne-
te por la mediación de su esfuerzo de cesitados y a la necesidad de ayudarlos,
donación inicial –donación sincera, pe- como si él fuera un necesitado más...
ro “inconscientemente” defensiva–, de se halla tan identificado con ellos; así
llegar a niveles significativos de genui- lo perciben los demás, y en el fondo
na donación de sí. aciertan. Una posible consecuencia: la
Quisiéramos ahora detenernos de mo- sobreexigencia de cooperación, al
do más específico en la utilización “al- escucharse y entenderse más como un
truista” egodefensiva de los mensajes. grito personal de auxilio que como una
Al respecto señalemos que durante el búsqueda real de ayuda para los demás,
con frecuencia desencadenará en los
receptores un efecto de “sordera”.
7 Por la vinculación de estos procesos con funda- Una derivación “asociada”: el caso de
mentales expresiones y figuras de la sublimación
humana, véase la trascendente obra de Vergote un cierto tipo de “consejero” en el que
(1997a). los mensajes de solidaridad se mues-

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tran además de intensos, repetitivos y en los destinatarios, aun tal vez es posi-
rígidos. El sujeto, en constante aunque ble que sean causa de daño involun-
no siempre manifiesta actitud de alerta tario en ellos. Sin embargo el “altruis-
y búsqueda de oportunidades de cola- ta” emisor vive la certeza de que es de
boración con los demás, percibirá a és- urgencia su intervención: aconsejar y
tos, en aquellas oportunidades, como dirigir a los “receptores”... ¡los percibe
en situación de emergencia y desorien- tan necesitados e indefensos!
tación; de ahí que él sienta la necesidad Su certeza nace de la propia y remota
de aconsejar y dirigir. En realidad, ha- experiencia; ella se asocia, en un nivel
llada la oportunidad de colaboración más bien inconsciente, a la existencia
ésta se convierte para él en exigencia en el propio psiquismo de causas per-
perentoria de “intervención”. El pro- manentes –heridas y vacíos profundos–
blema del “otro”, en la percepción de- que “justifican” desde su punto de vista
fensiva del sujeto “altruista”, es tan la constante autoexigencia que vive de
evidente, y tan urgente de resolver, que comprender y ayudar a los “otros” en
es necesario “actuar” ya, en el acto. El quienes se ha proyectado y con quienes
“altruista defensivo” que ha vivido una se ha identificado.
significativa experiencia de carencia Si además tenemos presente que las
social y humana –ausencia de una sana mayores carencias experimentadas por
relación intersubjetiva– entiende que lo el ser humano tienden a afectar profun-
que necesita el otro es colaboración, y damente sus necesidades y deseos –a
colaboración inmediata, además de ellas vinculados–, y también su repre-
permanente. Por lo demás, en su opi- sentación de los “objetos” que les son
nión, su impulso y deseo de colabora- idóneos; y que aquella autoexigencia
ción se explican exclusivamente por vivida por el sujeto le permite, siquiera
las urgencias del “otro”, en nada por él en parte e “indirectamente”, dar curso a
mismo; él piensa y cree que sus conse- otra exigencia insatisfecha y más im-
jos y directivas están en todo destina- portante para él, la exigencia de ayuda
dos a favorecer el bienestar del recep- y comprensión que él “clama” para sí y
tor, en nada el propio bienestar. Él no que él le planteara desde la intimidad
tiene conciencia de la relación exis- “más interior” de sus necesidades y de-
tente entre lo que él desea ofrecer como seos a su propio entorno, sin ser escu-
mensaje de ayuda a los otros y sus pro- chado y atendido, podremos comenzar
pias necesidades “intrapsíquicas”. Pero a entender la hipersensibilidad que él
la verdad se abre paso, los consejos y mostrará frente a los requerimientos de
directivas defensivamente estructura- los “otros”.
dos y ofrecidos no producirán de ordi- En realidad la “desorientación” de es-
nario consecuencia positiva profunda tos “otros” se le presenta como oportu-

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Egocentrismo-altruismo en comunicación humana

nidad para reproducir la angustia de la los demás por lo que es en sí, digno por
propia y antigua frustración y el “grito” tanto de ser escuchado y atendido se-
correspondiente de auxilio –intenso pe- riamente cualquiera sea la especifici-
ro tal vez encubierto– que él manifestó dad de su propia situación. Por lo que
en el pasado a sus padres, inicialmente, no deberá extrañar que utilice sus de-
y más tarde a toda la sociedad, frente a fensas, progresivamente las diversifi-
la desorientación existencial padecida, que y las haga más sutiles al punto de
y que aún ahora lo afecta y hiere. pasar inadvertidas a los demás, incluso
De ahí que la posibilidad de “com- a él mismo; de este modo reforzará su
prender” y “aconsejar” a los “otros” se resistencia a establecer relaciones pro-
constituya en el sujeto en oportunidad fundas de comunicación y confianza
deseable para reconstruir y resignificar con el mundo.
sus propias falencias. Él lo hará en par- Evidentemente, los mensajes “altruis-
te por la reflexión y el discurso de acon- tas” autodefensivos tenderán a ser bas-
sejamiento y orientación que les ofrece- tante más “repetitivos” en la medida en
rá. que simbólicamente den cuenta de los
Así se podrá apreciar en la vida coti- estados psíquicos más dolorosos del
diana cómo determinados consejos y propio emisor. Repetición que como
directivas de amigos y familiares, pero hemos visto deberá pensarse en el fon-
también de educadores y psicólogos, do como petición o demanda renovada
con diversa frecuencia, hablan bastante de lo inicialmente frustrado, asociada a
más de ellos mismos y de sus propias la esperanza de encontrar en la vida ac-
insatisfacciones no resueltas, que de las tual de relación la satisfacción hasta el
necesidades reales de los aconsejados y presente postergada; petición y espe-
dirigidos. Diversos efectos parecen co- ranza que se pueden enriquecer en la
rroborar la verdad de esta afirmación; posibilidad de una experiencia cotidia-
así por ejemplo, la prolongación inclu- na proveedora de nuevas y más cons-
so por años de ciertas relaciones de tructivas informaciones que creen para
orientación y consejo que no logran el sujeto la opción de re-escribir los
comprometer existencialmente al “pa- textos de sus primeras y más serias
ciente”, y la continuidad en éste de un insatisfacciones de modo de lograr una
sentimiento de vacío, sin insinuación lectura “interna” menos ansiógena.
de mejora consistente. El sentido de “autodefensa” del men-
El sujeto “paciente” parece descubrir saje “cuasialtruista” se mostrará asi-
en tales circunstancias que no es valo- mismo a través de palabras y gestos ha-
rado como un fin en sí mismo, como bitualmente utilizados por el sujeto y
una realidad concreta, singular, distin- que pueden asumirse como expresio-
ta, como un ser digno de interés para nes “claves” de su psiquismo. En efec-

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to, el empleo “repetitivo” de dichas gestos más adecuados a sus verdaderas


manifestaciones habla, sobre todo en el necesidades, deseos y aspiraciones. Su
psiquismo inconsciente, de su densidad pensamiento se mostrará fresco y flexi-
de significación funcional, y de lo mu- ble, abstraerá y razonará conveniente-
cho que representan como posibilidad mente a partir de las experiencias; su
“mediadora” en la expresión de sus ne- memoria recuperará oportunamente las
cesidades, deseos y aspiraciones funda- informaciones requeridas; su afectivi-
mentales insatisfechos, tanto tiempo dad se hallará maduramente dispues-
postergados. El hábito de utilizar deter- ta... todo lo cual le permitirá permeabi-
minados gestos y palabras no constitu- lidad, vitalidad y adaptación a las múl-
ye algo psíquicamente “arbitrario”, ca- tiples circunstancias de la vida cotidia-
rente de una cierta “racionalidad” ex- na y del servicio que desea prestar.
plicativa de base, mucho menos tratán- Bajo tales condiciones psíquicas el
dose de gestos y palabras utilizados co- sujeto altruista actuará con “plena” li-
mo defensas psíquicas. Si el sujeto ani- bertad, sin ataduras a conceptos, re-
mado por un deseo “altruista” defensi- cuerdos o emociones que pudiesen de-
vo coopera con “otros” valiéndose de terminar inflexibilidad, rigidez o resis-
reiterados consejos y orientaciones po- tencia al cambio, en su conducta de
demos pensar que éstos le abren de al- cooperación. Él puede ponerse en el lu-
guna manera a él mismo la posibilidad gar del otro, en sus puntos de vista, en
de reencontrarse con sus propias frus- sus aspiraciones, deseos y necesidades.
traciones, y de hallar así una vía de so- Y puede hacerlo aun cuando el otro no
lución para ellas. De este modo el con- reconozca la ayuda recibida. En todo
sejo y orientación brindados reiterada- caso no teniéndose a sí mismo sino al
mente a los “otros” serán una suerte de otro como centro fundamental de inte-
rés puede mostrarse fácilmente creador
mensajes encubiertos –de consejo y
y recreador de estrategias frente a los
orientación– dados a sí mismo.
obstáculos y retos que amenazan su de-
En el caso del altruismo auténtico los
cisión de servicio8.
implícitos psíquicos son significativa-
De ahí que el sujeto altruista en sus
mente diferentes. Aquí el sujeto opta
comunicaciones de ayuda sabrá hacer
por atender al otro en un acto de dona-
uso oportuno, prudente y firme, de la
ción de sí; su interés no es él mismo, su
interés es el otro. Él vive la felicidad de
servir y la felicidad que su servicio se
traduzca en un beneficio genuino para 8 Considerando la importancia de la perspectiva
el otro. Por lo tanto tenderá a encontrar, temporal futura en el comportamiento, y sus rea-
les y posibles articulaciones, teóricas y prácticas,
para el bien real de éste, las formas de con el sentido autotrascendente y altruista de la
comportamiento, los actos, palabras y persona en desarrollo, véase Lens (1986).

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Egocentrismo-altruismo en comunicación humana

palabra y del gesto de solidaridad, de jo” e “inductor” de los más profundos


manera de atraer y comprometer tanto deseos y aspiraciones de “servicio” del
a los posibles artífices de ésta –sujetos ser humano.
capaces de ayudar también–, como a
los propios necesitados. REFERENCIAS
Este desenlace podrá vincularse al
hecho de que los receptores de mensa-
jes de ayuda social, auténticamente al- Biblia de América (1994). Madrid: La Casa
truistas, lograrán reconocer éstos como de la Biblia.
la transparencia de una actitud y deci- Corveleyn, J. (1993). Histérie et névrose
sión consistentes de solidaridad, como obsessionelle. En J. Florence et al.
una interpelación razonable y justa a la Psychanalyse. L’homme et ses destins.
Louvain/Paris: Editions Peeters.
sociedad por las necesidades reales de
los otros, y como una exigencia final- Freud, A. (1986). El yo y los mecanismos
de defensa. Buenos Aires: Paidós.
mente destinada al bien de los demás; y
también porque a través de ellos los re- Freud, S. (1948). Introducción al narcisis-
ceptores, en un sentido más universal, mo. En Obras completas Vol. 2.
Madrid: Biblioteca Nueva.
lograrán reconocer al emisor como al-
guien genuinamente interesado en la Golder, E. (1996). Au seuil de l’incons-
humanidad misma, por tanto en la hu- cient. Le premier entretien. Paris. Édi-
tions Payot & Rivages.
manidad de los propios receptores.
En buena cuenta el emisor de men- Ladrière, J. (1984a). L’articulation du
sajes genuinamente altruistas, percibi- sens. Vol. I. Discours scientifique et
parole de la foi. Paris: Les Éditions du
do como garantía de trato justo y equi-
Cerf.
tativo, y de rechazo a la postergación y
abandono, no generará mayores resis- — — . (1984b). L’articulation du sens. Vol.
II. Les langages de la foi. Paris: Les
tencias, sino más bien un espontáneo
Éditions du Cerf.
aunque relativo “acercamiento”. Los
Lens, W. (1986). Future time perspective.
receptores podrán proyectar en él sus
A cognitive-motivational concept. En
mejores sentimientos y virtudes, identi- D. Brown & J. Veroff (Eds.), Frontiers
ficarse con él y vivir el singular atracti- of motivational psychology. New York:
vo de su espíritu de donación al mun- Springer-Verlag.
do. A través de él se “convertirán” tam- Nuttin, J. (1971). Tache, réussite et échec.
bién ellos, en alguna medida, en cola- Théorie de la conduite humaine. Lou-
boradores de la humanidad. En ese sen- vain/Paris: Publications Universitaires
tido la conducta comunicativa signada de Louvain/Béatrice-Nauwelaerts.
por el altruismo, y el altruista mismo, — — . (1985). Théorie de la motivation
tienen el valor de constituirse en “espe- humaine. Paris: P.U.F.

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Ramírez

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