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Módulo 4

Conflictos
sucesorios
4 Conflictos Sucesorios

4.1 Sucesión en la empresa


Las empresas familiares están expuestas permanentemente a situaciones
complicadas que afectan no sólo el destino de aquellas, sino también el del
familiar que se encuentra en proceso de retiro. La salida de uno de sus
miembros tiene un fuerte impacto tanto para su familia, empleados y
terceros que tengan alguna relación de negocios.

En algunas empresas familiares, la importancia de la sucesión es aún mayor


cuando el que se retira fue el generador de la riqueza de todo un grupo
familiar y es el que provee los fondos que alimentan y visten a dos o tres
generaciones. Adicionalmente, dicho evento puede tener mayor relevancia
cuando la empresa familiar representa un motivo de orgullo para los
miembros de la familia y conlleva a un apego emocional profundo.

El proceso sucesorio, no debe verse como un motivo de desajustes


económicos y emocionales, sino como un proceso natural. Todo
propietario de una empresa familiar, en algún momento de su amplia
carrera en los negocios, puede experimentar la necesidad de identificar y
contar con el sucesor idóneo, aquel que dé continuidad al liderazgo
empresarial que requiere la empresa para contribuir a su crecimiento
cuando éste ya no se encuentre al frente, ya sea porque se retiró, o porque
desee tomar un descanso y permitir que su descendencia, en el caso que lo
desee, continúe con el negocio familiar.

Es natural en el ámbito de las empresas familiares que el sucesor sea algún


miembro de la familia en primera instancia. Pero ceder el control y la
propiedad de un miembro de la familia a otro, no es tan simple como
podría parecer, se requiere de una adecuada planificación para garantizar
que el proceso sea desarrollado con éxito.

1
Entorno de la empresa familiar
Las empresas familiares son la principal fuente de ingreso y riqueza para
sus propietarios, además es cierto que en su mayoría han sido logradas con
mucho esfuerzo y lucha de varias generaciones por preservar el legado de
su fundador.

Su principal característica es la creación de un ambiente único, el cual


motiva un sentido de pertenencia e instaura un objetivo común dirigido
hacia un fin específico. Sin embargo, en todas las organizaciones, algunas
veces la operación en la empresa familiar se puede ver violentada debido a
diversos conflictos que pueden surgir entre la familia por la diversidad en el
pensamiento sobre los valores empresariales y objetivos de negocio.

Es sumamente importante establecer los mecanismos o procedimientos


para la sucesión de los fundadores o personas con cargos jerárquicos
importantes y la transmisión de las acciones o cuota parte a otras personas
que no sean herederos. Además está la posibilidad de limitar la
transferencia según la conveniencia de los miembros de la empresa.

Este tema plantea no pocas dificultades, ya que si bien la autonomía de la


voluntad permite realizar acuerdos de este tipo, por otro lado estas
restricciones no se pueden realizar sin cortapisas; es decir, el carácter de
orden público de la Ley de Sociedades Comerciales regula ciertas
situaciones a tener en cuenta al momento de establecer el blindaje en el
estatuto o en el protocolo.

Son característicos de la empresa familiar el control familiar de las


decisiones y la continuidad intergeneracional. En las empresas de primera
generación es habitual encontrarse con empresas unipersonales y
comunidades de bienes. No obstante, en las empresas familiares con mayor
cantidad de años, con un importante volumen de negocio y en las que ha
existido reemplazo generacional, suelen adecuar la forma de sociedad.
Existen dos aspectos a tener en cuenta para la continuidad de la empresa:
el régimen matrimonial y las cuestiones sucesorias, sobre todo en el
momento del traspaso de la empresa a la segunda generación.

Si el fundador piensa en la empresa como unidad de producción


sustentable a través de sucesivas generaciones, conviene adoptar fórmulas
societarias y prever la mayor cantidad de situaciones conflictivas posibles
para prevenirlas y asegurarse soluciones anticipadamente.

2
Según José Manuel Calavia Molinero (2009):

Los estatutos sociales de una sociedad anónima o limitada


constituyen una parte del conjunto de instrumentos idóneos
mediante los cuales se debe planificar adecuadamente las
soluciones relativas a la sucesión y al funcionamiento de una
sociedad familiar.

En definitiva, hay que distinguir nítidamente entre:

a) El protocolo familiar destinado a recoger los principios


fundamentales reguladores de las relaciones entre la familia
o familias propietarias y la empresa familiar.

b) Los estatutos sociales de la sociedad anónima o limitada


familiar que han de plasmar de manera concreta aquellos
principios del protocolo familiar que afectan al
funcionamiento de la sociedad mercantil.

El nexo entre ambos instrumentos debe ser de coordinación,


ya que parte de los principios establecidos en el protocolo
familiar se han de plasmar de manera concreta y detallada
en los estatutos sociales.

A través del protocolo familiar se busca la continuidad


exitosa de la empresa familiar regulando la unidad y
dedicación de los miembros de la familia en la actividad
empresarial de la empresa familiar. Por ello, los estatutos
sociales de la sociedad holding familiar constituyen un
elemento del todo que es el protocolo familiar.

Es evidente que entre las materias propias del protocolo


familiar y el contenido de los estatutos sociales se producen
muchas coincidencias y zonas comunes. Por ello, es
aconsejable realizar en primer lugar el protocolo familiar a
modo de principios fundamentales reguladores de las
relaciones entre la familia o familias propietarias y la
empresa y luego proceder a redactar los estatutos sociales
de manera coordinada con lo establecido en el protocolo
familiar. (P. 2).

Cabe destacar la importancia de ambos instrumentos para pensar en una


adecuada planificación para regular todas estas situaciones.

3
4.1.1 Sucesión, concepto y clasificación

Transmisión de los derechos. Concepto

La sucesión en la empresa familiar es un elemento clave para la


continuidad del proyecto empresarial. De su trascendencia da muestra el
hecho de que quizás sea éste el asunto que más atención e interés
despierta entre los investigadores de la empresa familiar y el que mayor y
más variada bibliografía ha producido en los últimos años.

El proceso sucesorio es de gran relevancia en cualquier tipo de empresa,


sea familiar o no. Ahora bien, es necesario resaltar que, en el caso de las
empresas familiares, a las complejidades propias de cualquier proceso
sucesorio, se añaden las tensiones emocionales particulares que se
generan en el seno familiar cuando ha de prepararse, diseñarse y
ejecutarse un plan de sucesión.

Hablamos de sucesión de empresa, con carácter general, cuando la


empresa cambia de titularidad. Cuando se habla de sucesión, se hace
referencia a la transmisión de derechos y obligaciones. Por ejemplo,
cuando se celebra un contrato de compraventa de un inmueble, el dueño
transmite al comprador los derechos y obligaciones que son inherentes a
esa propiedad.

También se transmiten derechos y obligaciones cuando heredamos de


nuestros padres, al fallecer éstos. La diferencia con la anterior es que en
esta última se continúa con la personalidad del causante, por lo que la
transmisión es a título universal y no particular.

Clasificación:

En función de lo explicado anteriormente, las sucesiones se clasifican en:

Sucesiones por acto:

 Entre vivos: por ejemplo en la compraventa, pero también puede


ser la permuta, cesión onerosa de derechos, donaciones.

 Mortis causa o por causa de muerte: que es la transmisión


hereditaria. Se da cuando fallece una persona (llamada causante o
cujus); como consecuencia, pasan a sus herederos sus derechos y
obligaciones.

4
Tras la muerte del empresario, dos son las consecuencias que puede tener
la empresa:

a. Disolución de la empresa y, por lo tanto, finalización de las


relaciones laborales con los trabajadores. En el caso de un
empresario individual el trabajador tendrá derecho al abono
de una cantidad equivalente a un mes de salario; en el caso
de una sociedad mercantil, deberá producirse la extinción
de la personalidad jurídica y despedir a los trabajadores
mediante un despido objetivo con una indemnización de 20
días de salario con un máximo de 12 mensualidades.

b. Continuación de la actividad empresarial.

 A título universal: se transmite la totalidad o parte alícuota


(o ideal) del patrimonio del causante. Solo se da en caso de
la sucesión por causa de muerte. Parte alícuota significa que
en el caso de haber varios herederos (los únicos sucesores a
título universal), se divide el patrimonio en tantas partes
como herederos haya. Sólo puede ser por causa de muerte.

 Singular: se da cuando se transmiten uno o más derechos o


bienes que componen el patrimonio, pero no se transmite la
totalidad de éste. Se puede dar en las sucesiones por actos
entre vivos o por causa de muerte (en este caso, los que
reciben bienes o derechos determinados se denominan
legatarios). Puede ser entre vivos o mortis causa. (Aradas
García, 2014, http://goo.gl/wY5foF)

Gráficamente:

Figura 1: Proceso de sucesión.

Fuente: elaboración propia

5
4.2 Principios de la sucesión
hereditaria
La sucesión por causa de muerte se rige por algunos principios que se
detallan a continuación y que tienen consecuencias importantes en el
ámbito de los efectos de la transmisión del patrimonio.

Estos principios son:

4.2.1 Continuidad de la persona


Se considera que el heredero continúa la personalidad del causante o
cujus. Al respecto, el nuevo Código Civil y Comercial, en el artículo 2278,
dispone: “se denomina heredero a la persona a quien se transmite la
universalidad o una parte indivisa de la herencia; legatario, al que recibe un
bien particular o un conjunto de ellos”1.

El heredero que ha entrado en la posesión de la herencia o que ha sido


puesto en ella por juez competente continúa la persona del difunto y se
convierte en propietario, acreedor o deudor de todo lo que el difunto era
propietario, acreedor o deudor, con excepción de aquellos derechos que
no son transmisibles por sucesión. Los frutos y productos de la herencia le
corresponden.

4.2.2 Responsabilidad ultra vires


El derogado Código, establecía al respecto, en su artículo 3343, que:

El heredero que ha aceptado la herencia queda obligado,


tanto respecto a sus coherederos como respecto a los
acreedores y legatarios, al pago de las deudas y cargas de la
herencia, no sólo con los bienes hereditarios sino también
con los suyos propios.2

1 Artículo 2278. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.


2 Artículo 334. Ley 340: Código Civil de la Nación. Modificado por Ley 24.779, art. 1 (B.O.:
1/4/97).

6
En este caso se producía la confusión de los patrimonios del causante y del
heredero. Este último tenía la responsabilidad por las deudas del causante.

Pero con el nuevo Código Civil y Comercial, se limitó la responsabilidad de


los herederos, a partir del artículo 2317, que dispone: “responsabilidad del
heredero. El heredero queda obligado por las deudas y legados de la
sucesión sólo hasta la concurrencia del valor de los bienes hereditarios
recibidos. En caso de pluralidad de herederos, éstos responden con la masa
hereditaria indivisa”.3

Se estableció, además, que el heredero responderá con sus bienes propios


solo en los siguientes casos:

Artículo 2321: Responsabilidad con los propios bienes.


Responde con sus propios bienes por el pago de las deudas
del causante y cargas de la herencia, el heredero que:

a) no hace el inventario en el plazo de tres meses desde que


los acreedores o legatarios lo intiman judicialmente a su
realización;

b) oculta fraudulentamente los bienes de la sucesión


omitiendo su inclusión en el inventario;

c) exagera dolosamente el pasivo sucesorio;

d) enajena bienes de la sucesión, excepto que el acto sea


conveniente y el precio obtenido ingrese a la masa.4

4.2.3 Transmisión hereditaria


Todos los derechos y obligaciones del causante, por disposición de la ley, se
transmiten a los herederos. Esta transmisión se produce instantáneamente
y de pleno derecho en el mismo instante en que el causante fallece. La
declaratoria de herederos es –como se dijo antes– solo a los efectos
declarativos, pero ya son herederos desde el mismo momento en que el
causante fallece. El Código Civil y Comercial de la Nación 5, establece la
situación de los herederos. Desde la muerte del causante, los herederos
tienen todos los derechos y acciones de aquél de manera indivisa, con

3 Artículo 2317. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.


4 Artículo 2321. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.
5
Artículo 2280. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.

7
excepción de los que no son transmisibles por sucesión, y continúan en la
posesión de lo que el causante era poseedor.

Al respecto, el artículo 2277 manifiesta:

Apertura de la sucesión. La muerte real o presunta de una


persona causa la apertura de su sucesión y la transmisión de
su herencia a las personas llamadas a sucederle por el
testamento o por la ley. Si el testamento dispone sólo
parcialmente de los bienes, el resto de la herencia se defiere
por la ley.6

La herencia comprende todos los derechos y obligaciones del causante que


no se extinguen por su fallecimiento: Al respecto, dice el artículo 2280:

Situación de los herederos. Desde la muerte del causante, los


herederos tienen todos los derechos y acciones de aquél de
manera indivisa, con excepción de los que no son
transmisibles por sucesión, y continúan en la posesión de lo
que el causante era poseedor.

Si están instituidos bajo condición suspensiva, están en esa


situación a partir del cumplimiento de la condición, sin
perjuicio de las medidas conservatorias que corresponden.

En principio, responden por las deudas del causante con los


bienes que reciben, o con su valor en caso de haber sido
enajenados.7

En los estrados judiciales se presentan tres casos: cuando hay menores,


cuando no hay acuerdo entre los herederos y cuando hay un acreedor que
pide la apertura.

6 Artículo 2277. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.


7
Artículo 2280. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.

8
Figura 2: Sucesión por causa de muerte.

Fuente: elaboración propia

Es importante aclarar que si bien se hace la declaratoria para “declarar”


judicialmente el estado de heredero, éste ya se adquirió en el mismo
momento en que el causante falleció, por lo que al terminar el proceso
judicial de declaración, el heredero puede empezar a disponer de los bienes
con todo lo que haya pasado con ellos desde el día del fallecimiento. Eso es
lo que significa “retroactivo”: se vuelve el tiempo para atrás.

Ejemplo 1:

En una familia empresaria en la que los hijos eran apoderados del causante
para los trámites bancarios, cuando fallece el fundador, van al Banco y
retiran todos los fondos ahí depositados. Al tiempo les llega una
notificación en la que el Banco les solicitaba que devolvieran el dinero y
solo contra entrega de auto de declaratoria (que es como una sentencia)
podrían retirar ese dinero nuevamente. Los intereses que generara ese
dinero depositado también les pertenecerían, solo que antes tenían que
hacer el trámite judicial. Grande era su desconcierto al realizar la consulta,
pero finalmente pudieron entenderlo.

Se verá más adelante, que una de las conductas del heredero debe ser la
aceptación o el rechazo de la herencia; sin embargo, debido a este principio
de la transmisión instantánea, en el caso de aceptar la herencia, la
aceptación tiene efectos retroactivos; es decir, se considera como si
hubiera aceptado en el instante en que el causante falleció.

9
4.2.4 Unidad
Esta transmisión produce la unidad procesal o “fuero de atracción”. Esto
significa que ante el juez del último domicilio del causante, que es quien
entiende el proceso sucesorio, se tramitan todas las cuestiones referentes
al patrimonio del causante. Uno se puede imaginar el “fuero de atracción”
como un gran imán, algo que atrae y deja adheridos los juicios que tienen
que ver con cuestiones patrimoniales (por ejemplo, de cobro de deudas) al
juzgado en el que se está tramitando la declaratoria de herederos.

Este fuero de atracción no comprende todas las acciones, sino que hay
excepciones; quedan excluidas de este principio: las acciones respecto de
las cuales el causante era acreedor y las acciones reales (son las que se
refieren a bienes inmuebles como campos, edificios, casas), que deberán
realizarse o continuarse ante el juez del lugar donde se encuentran los
bienes.

Al respecto, el artículo 2336 del Código Civil y Comercial dispone:

Competencia: La competencia para entender en el juicio


sucesorio corresponde al juez del último domicilio del
causante, sin perjuicio de lo dispuesto en la Sección 9a,
Capítulo 3, Título IV del Libro Sexto.

El mismo juez conoce de las acciones de petición de


herencia, nulidad de testamento, de los demás litigios que
tienen lugar con motivo de la administración y liquidación de
la herencia, de la ejecución de las disposiciones
testamentarias, del mantenimiento de la indivisión, de las
operaciones de partición, de la garantía de los lotes entre los
copartícipes y de la reforma y nulidad de la partición.

Si el causante deja sólo un heredero, las acciones personales


de los acreedores del causante pueden dirigirse, a su opción,
ante el juez del último domicilio del causante o ante el que
corresponde al domicilio del heredero único.8

Ejemplo 2:

En un proceso sucesorio de una provincia de nuestro país, el causante no


dejó nada previsto para el momento de su defunción. Tenía una empresa
dedicada a la comunicación y los medios, y su actividad comercial se

8 Artículo 2336. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.

10
extendía por toda la región; por lo tanto, los juicios por el cobro de deudas
a los clientes que tenía fueron llevados al juzgado del lugar donde vivió por
última vez. Pero, además, tenía unos juicios de usucapión9 respecto de unos
terrenos en otra provincia, y esos siguieron ahí. Al momento en que los
familiares recurrieron a un abogado, su equipo externo, que lleva el juicio,
se remitió a éste para ayudarlo y apoyarlo con lo que es la preparación de
los informes e inconsistencias patrimoniales que puedan llegar afectar la
herencia.

4.3 La posesión hereditaria

Una vez que se ha justificado el vínculo hereditario de los herederos con el


causante en el proceso conocido como declaratoria de herederos, el juez
les reconoce el carácter de herederos. De esta manera se exterioriza la
transferencia de los derechos hereditarios. Esta posesión hereditaria es la
que hace posible que se puedan transmitir los derechos reales a los
herederos sin estar el causante; es como un título que justifica el derecho
de propiedad del heredero.

Luego de esta posesión hereditaria, viene la posesión de los bienes de la


herencia.

La posesión hereditaria puede ser:

 de pleno derecho: que corresponde a los ascendientes,


descendientes y cónyuges. Ellos no necesitan que se declare
judicialmente este título o investidura. Al respecto, dispone el
artículo 2337:

Investidura de pleno derecho. Si la sucesión tiene lugar


entre ascendientes, descendientes y cónyuge, el heredero
queda investido de su calidad de tal desde el día de la

9 Usucapión es un proceso también llamado “prescripción veinteñal o decenal” y


básicamente consiste en que luego de pasados 20 años (en el caso de la veinteañal) de
poseer un inmueble sin título y sin que haya aparecido el dueño, haciendo actos
materiales de posesión (por ejemplo, alambrando, edificando, etc.) y pagando los
impuestos (se consideran los últimos cinco años), la persona que poseyó ese terreno
puede reclamarlo para sí a través de un juicio. Esto en líneas generales, ya que el tema
es más complejo.

11
muerte del causante, sin ninguna formalidad o intervención
de los jueces, aunque ignore la apertura de la sucesión y su
llamamiento a la herencia. Puede ejercer todas las acciones
transmisibles que correspondían al causante. No obstante, a
los fines de la transferencia de los bienes registrables, su
investidura debe ser reconocida mediante la declaratoria
judicial de herederos.10

Esto no significa que estos herederos estén eximidos de realizar los


trámites judiciales para entrar en posesión de la herencia, pero se
reconoce sin esta declaración; por ejemplo: si se quiere iniciar una
acción por daños debido a la muerte del causante, con la sola
presentación de la partida de defunción se puede accionar.

 Conferida por los jueces: al respecto, dispone el artículo 2338:

Facultades judiciales. En la sucesión de los colaterales,


corresponde al juez del juicio sucesorio investir a los herederos
de su carácter de tales, previa justificación del fallecimiento del
causante y del título hereditario invocado.

En las sucesiones testamentarias, la investidura resulta de la


declaración de validez formal del testamento, excepto para los
herederos enumerados en el primer párrafo del artículo
2337.11

Ejemplo 3:

En una empresa hay cuatro fundadores: los cuatro son hermanos,


tres de ellos están casados (algunos divorciados) y tienen hijos y
uno solo está soltero y no tiene hijos. Éste último dice que le
quiere dejar todo a sus sobrinos, y sus hermanos están de
acuerdo; por eso se le sugirieron dos alternativas: 1) hacer un
testamento a favor de sus sobrinos o 2) donarles sus bienes en
vida reservándose el usufructo (esta sería la menos costosa y la
más segura en la actualidad).

10 Artículo 2337. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.


11 Artículo 2338. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.

12
4.4 Legítima (Ab Intestato12).
Concepto

Es la parte del patrimonio de quien ha dejado de existir, de la cual ciertos


parientes próximos no pueden ser privados salvo por indignidad. Esto es,
hay ciertos parientes que no pueden ser privados de un porcentaje de la
herencia por las liberalidades que efectúe el causante, por ejemplo:
donaciones o legados que haya dejado a otras personas.

Ejemplo 4:

Si una persona fallece y deja todos los inmuebles de su patrimonio a una


persona por donación (supongamos, un amigo o una novia), los hijos de esa
persona pueden, luego de su fallecimiento, reclamarle a esa persona que
les devuelva lo que recibió.

Esto se debe a que el causante solo puede disponer de un 33.3 % de su


patrimonio por testamento, ya que el resto va a los herederos forzosos.

¿Quiénes son estos herederos forzosos?

Precisamente, estos herederos son contemplados por sus lazos de sangre


(por ejemplo: los hijos) o por haber contribuido a la realización del
patrimonio familiar (por ejemplo: el cónyuge).

Al respecto, dispone el artículo 2340:

Sucesión intestada. Si no hay testamento, o éste no dispone


de la totalidad de los bienes, el interesado debe expresar si
el derecho que pretende es exclusivo, o si concurren otros
herederos.

12
Esta expresión significa “sin testamento”.

13
Justificado el fallecimiento, se notifica a los herederos
denunciados en el expediente, y se dispone la citación de
herederos, acreedores y de todos los que se consideren con
derecho a los bienes dejados por el causante, por edicto
publicado por un día en el diario de publicaciones oficiales,
para que lo acrediten dentro de los treinta días.13

De esa manera se evita que el causante perjudique a sus herederos para


beneficiar a personas extrañas o parientes lejanos.

El artículo 2444 hace referencia a la porción legítima: “Legitimarios. Tienen


una porción legítima de la que no pueden ser privados por testamento ni
por actos de disposición entre vivos a título gratuito, los descendientes, los
ascendientes y el cónyuge”.14

Artículo 2445: Porciones legítimas. La porción legítima de los


descendientes es de dos tercios, la de los ascendientes de un
medio y la del cónyuge de un medio.

Dichas porciones se calculan sobre la suma del valor líquido


de la herencia al tiempo de la muerte del causante más el de
los bienes donados computables para cada legitimario, a la
época de la partición según el estado del bien a la época de
la donación.

Para el cómputo de la porción de cada descendiente sólo se


toman en cuenta las donaciones colacionables o reducibles,
efectuadas a partir de los trescientos días anteriores a su
nacimiento o, en su caso, al nacimiento del ascendiente a
quien representa, y para el del cónyuge, las hechas después
del matrimonio. 15

Asegurada una porción para estos herederos forzosos, el resto del acervo
hereditario constituye lo que denominamos “porción disponible”, que es
justamente de libre disposición para el causante a título gratuito
(donaciones, testamentos).

13
Artículo 2340. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.
14 Artículo 2444. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.
15
Artículo 2445. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.

14
Sin embargo, una de las actitudes que puede asumir el heredero es
renunciar a la herencia, una vez realizada la apertura de la sucesión
(muerte apertura y transmisión ocurren en el mismo instante).

Ejemplo 5:

En una empresa familiar, el causante tuvo dos matrimonios; el primero se


disolvió mediante un divorció y luego, a sus 70 años, se casó con una mujer
de 21 años, con la que tuvo tres hijos antes de fallecer. Del matrimonio
anterior tenía cuatro hijos. Durante su vida, a sus hijos mayores les hizo
firmar cesiones de derechos sobre paquetes accionarios y sobre inmuebles
muy caros a favor de la nueva mujer. Hoy, que ya no está él, los hijos
mayores están reclamando lo que les corresponde, ya que la última mujer
se quedó con mucho más de lo que le correspondía.

Este tipo de casos es muy común y muchas veces no por maldad, sino por
falta de información. De hecho, cuando este fundador estaba internado y
sabía que su vida estaba en peligro, le dijo a uno de sus hijos mayores que
se arrepentía por el problema que les estaba dejando, solo que no tuvo
tiempo para arreglarlo.

4.4.1 Herederos legitimarios y cuotas


Ya se aclaró que los herederos que tienen derecho a la porción de la
legítima son denominados herederos “legitimarios” o “forzosos”. Entonces
estos parientes son: ascendientes (padres, abuelos, bisabuelos),
descendientes (hijos, nietos, bisnietos) y cónyuges. Estos son los herederos
protegidos por la ley. A ellos el causante les debe dejar su porción del
patrimonio denominado “legítima”.

Los demás parientes, hasta el cuarto grado inclusive, se denominan


“legítimos” y no tienen esta porción de la legítima que tienen los herederos
legitimarios (hermanos, primos, sobrinos).

Bienes propios y gananciales


En este punto y antes de analizar los grados, es conveniente aclarar que se
hablará de bienes propios y gananciales siempre y cuando los cónyuges
estén bajo el régimen de comunidad.

15
En caso de estar sometidos al régimen de separación de bienes no existe
esta clasificación.

No todos los bienes tienen el mismo tratamiento. Hay dos tipos de bienes:
propios y gananciales.

Figura 3: Bienes propios

Fuente: elaboración propia

Figura 4: Bienes gananciales

Fuente: elaboración propia

También conviene considerar algo básico, el tipo de adquisición:

 La adquisición gratuita es aquella por la que el que transmite no


recibe nada a cambio. Son motivos de adquisición gratuita: la
herencia, el legado (cuando se recibe por testamento), la donación,
la cesión gratuita de derechos.

 La adquisición onerosa es la que implica una compensación para


quien transmite, por ejemplo: la compraventa, la permuta, los

16
frutos (ganancias, alquileres, etcétera), la locación, entre otros tipos
de contratos.

Gráficamente y en una línea del tiempo se puede pensar en un esquema


como el siguiente:

Figura 5: Adquisición de los bienes

Fuente: elaboración propia

Retomando, es importante esta distinción entre bienes propios y


gananciales, dado que determina la suerte de la herencia y el divorcio
(tema que se tratará más adelante).

Al respecto, el Código Civil y Comercial resume el carácter de ganancial de


los bienes en el artículo 465, que establece:

Bienes gananciales. Son bienes gananciales:

a. los creados, adquiridos por título oneroso o comenzados a


poseer durante la comunidad por uno u otro de los
cónyuges, o por ambos en conjunto, siempre que no estén
incluidos en la enunciación del artículo 464;

b. los adquiridos durante la comunidad por hechos de azar,


como lotería, juego, apuestas, o hallazgo de tesoro;

17
c. los frutos naturales, industriales o civiles de los bienes
propios y gananciales, devengados durante la comunidad;

d. los frutos civiles de la profesión, trabajo, comercio o


industria de uno u otro cónyuge, devengados durante la
comunidad;

e. lo devengado durante la comunidad como consecuencia


del derecho de usufructo de carácter propio;

f. los bienes adquiridos después de la extinción de la


comunidad por permuta con otro bien ganancial, mediante
la inversión de dinero ganancial, o la reinversión del
producto de la venta de bienes gananciales, sin perjuicio de
la recompensa debida al cónyuge si hay un saldo soportado
por su patrimonio propio. Sin embargo, si el saldo es
superior al valor del aporte ganancial, el nuevo bien es
propio, sin perjuicio de la recompensa debida a la
comunidad;

g. los créditos o indemnizaciones que subrogan a otro bien


ganancial;

h. los productos de los bienes gananciales, y los de las


canteras y minas propias, extraídos durante la comunidad;

i. las crías de los ganados gananciales que reemplazan en el


plantel a los animales que faltan por cualquier causa y las
crías de los ganados propios que excedan el plantel original;

j. los adquiridos después de la extinción de la comunidad, si


el derecho de incorporarlos al patrimonio había sido
adquirido a título oneroso durante ella;

k. los adquiridos por título oneroso durante la comunidad en


virtud de un acto viciado de nulidad relativa, confirmado
después de la disolución de aquélla;

l. los originariamente gananciales que vuelven al patrimonio


ganancial del cónyuge por nulidad, resolución, rescisión o
revocación de un acto jurídico;

m. los incorporados por accesión a las cosas gananciales, sin


perjuicio de la recompensa debida al cónyuge por el valor de
las mejoras o adquisiciones hechas con sus bienes propios;

n. las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el


cónyuge que ya era propietario de una parte indivisa de

18
carácter ganancial de un bien al extinguirse la comunidad,
sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge en caso de
haberse invertido bienes propios de éste para la adquisición;

ñ. la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se


adquirió a título oneroso durante la comunidad, si el
usufructo se consolida después de su extinción, así como la
de los bienes gravados con derechos reales que se extinguen
después de aquélla, sin perjuicio del derecho a recompensa
si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se
emplean bienes propios.

No son gananciales las indemnizaciones percibidas por la


muerte del otro cónyuge, incluso las provenientes de un
contrato de seguro, sin perjuicio, en este caso, de la
recompensa debida a la comunidad por las primas pagadas
con dinero de ésta.16

Esta distinción entre bienes propios y gananciales es de suma


importancia en el tratamiento de la sucesión, ya que se los
menciona de manera permanente. Es esencial al respecto tener
un glosario que aclare qué significa cada término, dada la
complejidad técnica de esta materia.

El incremento del valor de los bienes propios, según lo establecido en la


ley, genera el derecho de recompensa, por lo que recibe el tratamiento de
bienes gananciales.

Ahora bien, siguiendo con el tema de la herencia, se dijo anteriormente


que para hablar de “herederos forzosos” y de la legítima, es importante
saber hasta qué grado lo son, ya que eso determina el derecho a recibir la
herencia como heredero forzoso o no.

Se cuentan a partir de la persona que falleció y hacia abajo; luego, hacia


¿Cómo se determinan los grados en una sucesión?
arriba. Cada persona es un grado.

16Artículo 465. Ley 26.994: Código Civil y Comercial de la Nación.

19
Se cuentan a partir de la persona que falleció y hacia abajo; luego, hacia
arriba. Cada persona es un grado.

El Código hace referencia, en el artículo 2426, a la: “sucesión de los hijos.


Los hijos del causante lo heredan por derecho propio y por partes
iguales.”17

Artículo 2427: Sucesión de los demás descendientes. Los


demás descendientes heredan por derecho de
representación, sin limitación de grados.

Artículo 2431: Supuestos de procedencia. División. A falta de


descendientes, heredan los ascendientes más próximos en
grado, quienes dividen la herencia por partes iguales.

Artículo 2433: Concurrencia con descendientes. Si heredan


los descendientes, el cónyuge tiene en el acervo hereditario
la misma parte que un hijo.

En todos los casos en que el viudo o viuda es llamado en


concurrencia con descendientes, el cónyuge supérstite no
tiene parte alguna en la división de bienes gananciales que
corresponden al cónyuge prefallecido.

Artículo 2434: Concurrencia con ascendientes. Si heredan


los ascendientes, al cónyuge le corresponde la mitad de la
herencia.

Artículo 2438: Extensión. A falta de descendientes,


ascendientes y cónyuge, heredan los parientes colaterales
hasta el cuarto grado inclusive.18

17 Artículo 2426. Ley 26.994: Código Civil y Comercial de la Nación.


18 Artículo 2427, 2431, 2433, 2434, 2438. Ley 26.994: Código Civil y Comercial de la
Nación.

20
Figura 6: Grados de parentescos

Fuente: Comisión de comunicación, s. f., http://goo.gl/0aUUCe

El gráfico anterior es bueno para esta asignatura, ya que no pone el


concepto del causante, sino de trabajador o trabajadora, que es justamente
como se piensa a los fundadores. Este gráfico muestra cómo se cuentan los
grados hacia arriba (ascendentes), hacia abajo (descendientes) y hacia los
costados (colaterales). Pero además de los consanguíneos (es decir, los
parientes de sangre), incluye el concepto de los parientes por afinidad,
llamados también políticos, y que están por el lado del cónyuge.

¿Cómo se distribuye la legítima?

Las porciones de la legítima, según el Código, en su artículo 2444, se


distribuyen según el siguiente detalle: “Legitimarios. Tienen una porción
legítima de la que no pueden ser privados por testamento ni por actos de
disposición entre vivos a título gratuito, los descendientes, los ascendientes
y el cónyuge”.19

19
Artículo 2444. Ley 26.994: Código Civil y Comercial de la Nación.

21
Artículo 2445: Porciones legítimas. La porción legítima de los
descendientes es de dos tercios, la de los ascendientes de
un medio y la del cónyuge de un medio.

Dichas porciones se calculan sobre la suma del valor líquido


de la herencia al tiempo de la muerte del causante más el de
los bienes donados computables para cada legitimario, a la
época de la partición según el estado del bien a la época de
la donación.

Para el cómputo de la porción de cada descendiente sólo se


toman en cuenta las donaciones colacionables o reducibles,
efectuadas a partir de los trescientos días anteriores a su
nacimiento o, en su caso, al nacimiento del ascendiente a
quien representa, y para el del cónyuge, las hechas después
del matrimonio.

Artículo 2446: Concurrencia de legitimarios. Si concurren


sólo descendientes o sólo ascendientes, la porción
disponible se calcula según las respectivas legítimas. Si
concurre el cónyuge con descendientes, la porción
disponible se calcula según la legítima mayor.

Artículo 2447: Protección. El testador no puede imponer


gravamen ni condición alguna a las porciones legítimas; si lo
hace, se tienen por no escritas.

Artículo 2448: Mejora a favor de heredero con discapacidad.


El causante puede disponer, por el medio que estime
conveniente, incluso mediante un fideicomiso, además de la
porción disponible, de un tercio de las porciones legítimas
para aplicarlas como mejora estricta a descendientes o
ascendientes con discapacidad. A estos efectos, se considera
persona con discapacidad, a toda persona que padece una
alteración funcional permanente o prolongada, física o
mental, que en relación a su edad y medio social implica
desventajas considerables para su integración familiar,
social, educacional o laboral.

Artículo 2449: Irrenunciabilidad. Es irrenunciable la porción


legítima de una sucesión aún no abierta.

Artículo 2450: Acción de entrega de la legítima. El


legitimario preterido tiene acción para que se le entregue su
porción legítima, a título de heredero de cuota.

22
También la tiene el legitimario cuando el difunto no deja
bienes pero ha efectuado donaciones.

Artículo 2451: Acción de complemento. El legitimario a


quien el testador le ha dejado, por cualquier título, menos
de su porción legítima, sólo puede pedir su complemento.20

Veamos un ejemplo de planificación patrimonial práctico. Este ejemplo


(deformados los datos de la verdadera planificación y con menos bienes)
da una idea de cómo uno puede ver el “universo patrimonial” de una
persona. Este es un cuadro no definitivo de una planificación patrimonial
que hizo el fundador de una empresa familiar cuando le descubrieron una
enfermedad terminal (solo una proyección). En esta planificación estaban
algunos bienes que ya habían sido donados, por ejemplo: un departamento
y tres rodados, pero igualmente se los traía a la masa patrimonial para
equiparar valores.

Figura 7: Ejemplo de cuadro de planificación patrimonial

Fuente: elaboración propia

20
Artículos 2445, 2446, 2447, 2448, 2449, 2450, 2451. Ley 26.994: Código Civil y Comercial
de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

23
Entonces: en una sucesión, por más que se haya donado
patrimonio en vida, si no se lo hizo de manera justa, los otros
herederos forzosos pueden reclamar el valor que les hubiera
correspondido. Por eso es necesaria una planificación
patrimonial prolija y bien pensada, para evitar conflictos. No es
positivo beneficiar más a algunos herederos y dejar
desprotegidos a otros, ya que en el momento en que la persona
fallece, aparecen los conflictos.

4.4.2 Orden de la sucesión


Cuando una persona fallece sin dejar testamento, sus bienes pasan a los
herederos que la ley determina y se distribuyen entre ellos en la proporción
que determina la ley. Esta sucesión se denomina intestada o ab intestato.

Para esto el Código Civil fija los siguientes órdenes sucesorios:

 primer orden: descendientes;

 segundo orden: ascendientes;

 tercer orden: el cónyuge;

 cuarto orden: los hermanos y sus descendientes hasta el cuarto


grado;

 quinto orden: los demás parientes colaterales y sus descendientes


hasta el cuarto grado inclusive (por ejemplo: los tíos, sobrinos).

Respecto de estos órdenes es importante tener en cuenta algunas reglas:

Los órdenes sucesorios excluyen a los siguientes, por ejemplo: si hay


descendientes, no heredan los ascendientes. En estos casos, se deberá
tener en cuenta las reglas de la concurrencia que se verán enseguida y que
permiten heredar conjuntamente a los diferentes órdenes.

24
Dentro de cada orden, la regla es que el pariente más cercano excluye al
más lejano, excepto en el derecho de representación. Por ejemplo: si hay
hijos, no heredan los nietos.

Siempre dentro de la sucesión ab intestato estas reglas deben ser tenidas


en cuenta cuando a la sucesión concurren herederos de diferentes
órdenes:

a) Primer orden: descendientes. Todos los hijos se dividen la herencia en


partes iguales. Pueden concurrir con los cónyuges. En este caso, tenemos
que tener en cuenta dos tipos de bienes:

a.1. Los bienes propios del causante, es decir, los que tenía antes del
matrimonio y los que heredó. En este caso, el cónyuge concurre
como un hijo más.

a.2: Los bienes gananciales, es decir, todos los bienes que adquirió
durante su matrimonio. El cónyuge ya es dueño de la mitad, por ello
los hijos heredan la otra mitad, la que se repartirá en partes iguales
entre ellos.

b) Segundo orden: ascendientes. Estos también se dividen la herencia en


partes iguales. En caso de concurrencia con el cónyuge sobreviviente,
heredará éste la mitad de los bienes propios del causante y también la
mitad de la parte de gananciales que corresponda al fallecido. La otra mitad
la recibirán los ascendientes.

c) Tercer orden: el cónyuge. Si no han quedado descendientes ni


ascendientes, los cónyuges se heredan recíprocamente, excluyendo a todos
los parientes colaterales (hermanos, por ejemplo). Este derecho no puede
ser invocado en caso de que haya contraído un nuevo matrimonio o si ya
estaba separado de su cónyuge fallecido por decisión propia, si estaba
divorciado, si vive en concubinato o si hubo realizado injurias graves contra
su cónyuge. También es importante tener en cuenta el artículo 2336:

Derecho real de habitación del cónyuge supérstite. Si en el


haber hereditario hay sólo un inmueble habitable, y éste fue
el último hogar conyugal, el cónyuge supérstite tiene
derecho real de habitación vitalicia y gratuita. Este derecho

25
se extingue si el cónyuge beneficiario contrae nuevas
nupcias o vive en concubinato.21

d) Cuarto y quinto orden: colaterales. Tienen preferencia los hermanos


respecto de los otros colaterales.

Causas de exclusión de la herencia:

Así como existe el derecho de heredar, también se puede excluir a una


persona de la herencia, pero no por cualquier causa, sino solo en los casos
previstos en la ley (que en realidad son cada vez menos).

En algunos casos no existe la situación de afecto comprobada entre quien


falleció y el posible heredero. A esta situación de imposibilidad por
incompatibilidad se la denomina técnicamente "indignidad hereditaria".

Pero, concretamente, ¿cuáles son las causas?

Las causas que pueden conducir a la indignidad y, en consecuencia, a ser


excluidos de la herencia, están enumeradas taxativamente en el Código
Civil y Comercial. Esto es, sólo las causas enumeradas y no otras. Esto es
por su carácter de excepción, dado que lo normal es heredar.

Esas causales son:

ARTÍCULO 2281.- Causas de indignidad. Son indignos de


suceder:

a. los autores, cómplices o partícipes de delito doloso contra


la persona, el honor, la integridad sexual, la libertad o la
propiedad del causante, o de sus descendientes,
ascendientes, cónyuge, conviviente o hermanos. Esta causa
de indignidad no se cubre por la extinción de la acción penal
ni por la de la pena;

b) Los que hayan maltratado gravemente al causante, u


ofendido gravemente su memoria;

c. los que hayan acusado o denunciado al causante por un


delito penado con prisión o reclusión, excepto que la víctima

21
Artículo 2336. Ley 26.994: Código Civil y Comercial de la Nación.

26
del delito sea el acusador, su cónyuge o conviviente, su
descendiente, ascendiente o hermano, o haya obrado en
cumplimiento de un deber legal;

d. los que omiten la denuncia de la muerte dolosa del


causante, dentro de un mes de ocurrida, excepto que antes
de ese término la justicia proceda en razón de otra denuncia
o de oficio. Esta causa de indignidad no alcanza a las
personas incapaces ni con capacidad restringida, ni a los
descendientes, ascendientes, cónyuge y hermanos del
homicida o de su cómplice;

e. los parientes o el cónyuge que no hayan suministrado al


causante los alimentos debidos, o no lo hayan recogido en
establecimiento adecuado si no podía valerse por sí mismo;

f. el padre extramatrimonial que no haya reconocido


voluntariamente al causante durante su menor edad;

g. el padre o la madre del causante que haya sido privado de


la responsabilidad parental;

h. los que hayan inducido o coartado la voluntad del


causante para que otorgue testamento o deje de hacerlo, o
lo modifique, así como los que falsifiquen, alteren,
sustraigan, oculten o sustituyan el testamento;

i. los que hayan incurrido en las demás causales de


ingratitud que permiten revocar las donaciones.

En todos los supuestos enunciados, basta la prueba de que


al indigno le es imputable el hecho lesivo, sin necesidad de
condena penal.22

De su sola lectura comprendemos que en esos casos es


razonable y justa la declaración de indignidad para heredar. De
todas maneras, se deben tener en cuenta dos cuestiones: que
estas causales no se pueden dejar por testamento y que, a su
vez, prescriben a los tres años si la persona posee la herencia y
nadie pide su exclusión.

22 Artículo 2441. Ley 26.994: Código Civil y Comercial de la Nación.

27
¿A quiénes se aplica?

A todos los herederos que cumplan la causal, incluso los sucesores


testamentarios y legatarios. La causal de indignidad debe existir y ser
debidamente probada al momento de la muerte del causante. Escapan,
obviamente, a la regla las causales de omisión de denuncia y de sustracción
de testamento.

Los efectos de la indignidad desaparecen por dos causales: el perdón del


ofendido y la posesión de la herencia por el indigno durante tres años
(como se dijo antes). Si el ofendido lo perdonó en vida, no hay razón para
que un juez o la misma ley persistan en la declaración de indignidad.

4.4.3 Herencia vacante


Si faltan los herederos mencionados en los distintos órdenes, entonces la
herencia quedará vacante y pasará al Estado. Al respecto, dispone el
artículo 2441:

Declaración de vacancia. A pedido de cualquier interesado o


del Ministerio Público, se debe declarar vacante la herencia
si no hay herederos aceptantes ni el causante ha distribuido
la totalidad de los bienes mediante legados.

Al declarar la vacancia, el juez debe designar un curador de


los bienes.

La declaración de vacancia se inscribe en los registros que


corresponden, por oficio judicial.23

23 Artículo 2441. Ley 26.994: Código Civil y Comercial de la Nación.

28
4.5 Testamentaria. Ley Aplicable
El testamento es un acto escrito, celebrado con las solemnidades de la ley,
por el cual una persona dispone el destino de todo o parte de sus bienes
para después de su muerte.

Toda persona legalmente capaz de tener voluntad y de manifestarla tiene


la facultad de disponer el destino de sus bienes por testamento, ya sea a
favor de sus herederos o de un tercero denominado legatario (que recibe
bienes determinados). Respecto de la capacidad para testar, se establece
artículo 2464: “edad para testar. Pueden testar las personas mayores de
edad al tiempo del acto”.24

Este es un acto de liberalidad, es decir, la persona recibe sin dar nada a


cambio, pero en el caso de estas liberalidades, se pueden imponer
condiciones o cargos legales. Lo importante es que estos no sean
físicamente imposibles o contrarios a las buenas costumbres (por ejemplo:
imponerle, al que recibe un inmueble, el cargo de que viva allí por siempre
o casarse con determinada persona); de ser así, en estos casos se anula la
disposición impuesta.

Es importante también tener en cuenta lo visto anteriormente


respecto de la porción legítima de los herederos forzosos. Por
ello, cabe aclarar que el testamento no puede afectar esta
porción establecida.

24 Artículo 2464. Ley 26.994: Código Civil y Comercial de la Nación

29
4.6 Heredero. Caracterización
El heredero puede asumir tres actitudes respecto de la herencia:

 Aceptarla: por medio de este acto jurídico el heredero manifiesta su


Es interesante ver como en
otros países el régimen es consentimiento en recibir los bienes que componen la herencia. A
totalmente diferente; por su vez, esta aceptación puede ser: expresa, cuando manifiesta su
ejemplo, en Centro aceptación de manera formal; tácita, cuando realiza actos que
América, el régimen legal demuestran su calidad de heredero (por ejemplo: alquila la casa que
de Nicaragua reconoce la
hereda). En el caso de aceptarla, se presume que la acepta “con
posibilidad de disponer
todo por testamento, por lo beneficio de inventario”; esto significa que, en caso de tener dudas
que el concepto de legítima sobre la solvencia del patrimonio (dado que se heredan las deudas
no existe, y esto puede dar también), se puede limitar la responsabilidad por las deudas del
lugar a muchas injusticias. causante solamente a los bienes que recibe. Esta aceptación se
De hecho, algunas familias
presume siempre; en consecuencia, no se produce la confusión de
empresarias cuyos
fundadores entienden que los patrimonios del causante y del heredero. Respecto de esto,
el poder pasa por el manejo dispone el Código Civil y Comercial que el heredero, por su
del patrimonio tienen aceptación bajo beneficio de inventario, no pierde el derecho de
actualmente el problema de propiedad de la herencia, sino que conserva todos los derechos del
que no saben qué se
heredero, esto es: está sometido a todas las obligaciones que le
dispuso por testamento y
no se sabe a quién se va a impone la calidad de heredero, y transmite a sus sucesores
beneficiar; esto suele universales la herencia que ha recibido, con los derechos y
desalentar a los futuros obligaciones de su aceptación, bajo beneficio de inventario. Los
herederos que están acreedores, de una manera inversa, también tienen la facultad de
trabajando en la empresa y
interponer la acción de “separación de patrimonios” cuando la
se sacrifican por ella.
herencia vaya a ser recibida por un heredero insolvente.

 Renunciar a ella: esta actitud debe ser siempre expresa. Al


respecto, dispone el Código Civil y Comercial que la renuncia de una
herencia no se presume. Para que sea eficaz respecto a los
acreedores y legatarios, debe ser expresa y hecha en escritura
pública en el domicilio del renunciante o del causante. También
puede ser hecha en instrumento privado; en este caso, es eficaz y
tiene efecto solo entre los coherederos. Si es hecha en instrumento
público, es irrevocable. El efecto de esto es que se considera al
renunciante como si nunca hubiera sido heredero.

 Asumir una actitud de silencio al respecto. El derecho de elegir


entre la aceptación o la renuncia a la herencia, se pierde por el
transcurso de 20 años desde que se abrió la sucesión. En este caso
dispone el Código Civil y Comercial que los terceros interesados
pueden exigir que el heredero acepte o repudie la herencia en un
término que no pase de treinta días. Si el heredero continúa en

30
silencio, se lo tiene por aceptante; la renuncia a la herencia no se
presume según la ley argentina.

4.7 Derecho de representación.


Nociones generales

La representación es el derecho por el cual los hijos de un grado posterior


son colocados en el grado que ocupaba su padre o madre en la familia del
difunto, a fin de suceder juntos en su lugar a la misma parte de la herencia
a la cual el padre o la madre habrían sucedido. Por ejemplo: en el caso de
que el causante fuera el abuelo y el padre hubiera fallecido antes que éste,
los hijos pueden concurrir a la sucesión de su abuelo en representación de
su padre y heredan todo lo que le correspondería a él.

El representante va a la sucesión porque la ley así lo dispone. Por eso, para


que la representación tenga lugar, es preciso que el representante sea hábil
para suceder a aquel de cuya sucesión se trata. Esto tiene relación con el
heredero forzoso y lo que se vio anteriormente con respecto a la herencia y
causas de exclusión.

Se puede representar a las personas muertas, con excepción del


renunciante de la herencia, a quien, aún vivo, pueden
representarlo sus hijos. Esta disposición incluye también a los
hijos del ausente con presunción de fallecimiento, pueden
representarlo, sin la necesidad de probar que existía al tiempo
de abrirse la sucesión. Solamente se puede ir en representación
de las personas que habrían sido llamadas a la sucesión del
difunto. El instituto de la representación tambien opera en caso
de indignidad.

31
Respecto de las líneas de representación, se deben tener en cuenta las
siguientes reglas:

Artículo 3.557. …es admitida sin término en la línea recta


descendente.

Artículo 3.558. En una misma sucesión, pueden


representarse a varias personas, subiendo todos los grados
intermedios, siempre que hubiesen muerto todas las
personas que separan al representante del difunto. Si uno de
ellos vive, la representación no puede tener lugar.

Artículo 3.559… No tiene lugar en favor de los ascendientes.


El más próximo excluye siempre al más remoto.

Artículo 3.560: En la línea colateral, la representación sólo


tiene lugar a favor de los hijos y descendientes de los
hermanos…25

La representación produce, como efecto principal, el hacer


entrar a los representantes en los derechos que el representado
hubiese tenido en la sucesión si viviera, para concurrir con los
otros parientes o para excluirlos.

4.8 Partición de la herencia

Al comienzo de este tema, se vio que uno de los principios de las


sucesiones es el de la transmisión de pleno derecho y que, como
consecuencia de este, los bienes del causante pasan a sus herederos.

Si hay más de un heredero, se produce la “comunidad hereditaria”, es


decir, todos los herederos se convierten en condóminos de los bienes que
heredaron.

25 Artículo 3.557, 3558, 3559, 3560. Código Civil y Comercial de la Nación.

32
Respecto de estos bienes de la comunidad, su estado es de indivisión,
estado que dura hasta que se produce la partición de la masa hereditaria.

Los herederos, cualquiera de ellos, pueden pedir esta partición en


cualquier momento, salvo que: el causante haya dispuesto una indivisión
forzosa, por un plazo de 10 años como máximo; o se trate de un
establecimiento comercial, industrial, agrícola, ganadero, minero o
cualquier otro que constituya una unidad económica26, en cuyo caso la
indivisión puede extenderse hasta que todos los herederos sean mayores
de edad; o cuando se trate del inmueble de propiedad de ambos cónyuges,
en el que ellos habitaban y que se adquirió en la sociedad conyugal.

Los créditos y las deudas de la masa hereditaria escapan a este principio de


indivisión; cada uno de los herederos los soporta según la parte que les
corresponda de la herencia.

4.8.1 Formas de la partición


La partición hereditaria puede ser:

 Directa: se realiza sobre los bienes dejados por el causante y le toca


a cada heredero la proporción que le corresponde. Esta es la regla
general y, en principio, es lo más conveniente para evitar conflictos
entre los herederos.

 Indirecta: se realiza por medio de la venta de los bienes cuando los


herederos lo deciden así o cuando aquellos son indivisibles material
y económicamente.

 Judicial: se realiza en el caso de que haya herederos menores,


incapaces, ausentes cuya existencia sea incierta; cuando haya
terceros que se opongan a una partición privada; cuando haya
conflicto de intereses entre los herederos.

Como se vio antes: este último es el caso del juicio sucesorio, ¡al
que no conviene llegar! Por eso se recomienda que se haga la
planificación para repartir todo en vida y evitar conflictos.

26
Esto es básico para las empresas familiares: la unidad económica hace a su continuidad.

33
 Extrajudicial: en todos los demás casos. Esta partición se debe
hacer por instrumento público. Se prevé, para esto, dos requisitos:
a) que todos los herederos estén presentes y b) que lo hagan por
unanimidad.

La partición puede hacerse cuando fallece el causante o un


tiempo después; de todos modos, en el momento de realizarse,
esta tiene efectos retroactivos (es decir, se retrotrae hasta el
momento de la muerte). Es importante tener en cuenta que, a
los efectos prácticos, para poder realizar esta partición (en
cualquiera de sus formas), es necesario haber cumplido
previamente el trámite judicial de la declaratoria de herederos.

4.8.2 Cuenta particionaria judicial: hijuelas

La cuenta particionaria judicial comprende las siguientes partes:

 Inventario: con los detalles de los bienes registrables. Allí se


describe el cuerpo general de bienes que está conformado por el
activo de la sucesión. Luego se detalla el pasivo de la sucesión, el
cual comprende las deudas del causante y las deudas contraídas por
la sucesión (honorarios, costas, impuestos).

 Avalúo: es el denominado “líquido partible” y se forma con la


deducción del pasivo sobre el activo; la diferencia es lo que se
distribuye entre los herederos.

 División: una vez determinado el líquido partible, se procede a la


distribución entre los herederos de acuerdo a la proporción que les
corresponde.

 Adjudicación: es la parte final del proceso y consiste en dar a cada


heredero los bienes de la sucesión que les corresponden, según lo
determinado en la división. Cada una de estas partes se denomina
“hijuelas”: estas son el título de los bienes que se le entregan al
sucesor.

34
Figura 8: Proceso de partición en un juicio sucesorio

Fuente: elaboración propia

Es importante tener en cuenta que las reglas de la sucesión


tienen un carácter de “orden público”, por lo que no se puede ir
en contra de las mismas. Se debe respetar la legítima y los
derechos de los herederos. Lo más aconsejable es prevenir estos
conflictos sucesorios con lo que se denomina planificación
patrimonial, tema que se presentará enseguida. En definitiva se
trata de prevenir conflictos sucesorios realizando la prevención
en vida.

4.9 Protección patrimonial o


planificación patrimonial

Se ha visto hasta ahora que es importante prevenir, anticipar; de hecho, se


han ejemplificado los conflictos que pueden generar ciertas situaciones no
previstas a tiempo, a veces casi impensables, pero que sucedieron. En aras
de conseguir mejores resultados en las empresas, uno de los temas clave,
luego de haber estudiado los conflictos, es justamente ver de qué manera
las familias empresarias pueden blindarse o protegerse.

35
4.9.1 Prevención de conflictos sucesorios
Uno de los principales conflictos es el sucesorio. Se ha dicho que la legítima
y el carácter de nuestra ley son estrictos y que a veces es más caro el
remedio que la enfermedad, es decir, actuar luego de la muerte con un
gran riesgo patrimonial.

Es necesario tener presente el siguiente esquema en el momento de la


prevención:

Figura 9: Sucesión patrimonial

Fuente: elaboración propia

Tenemos que tener en cuenta cuando nos referimos a el derecho a la


legítima, que debemos pensar en cómo se pueden realizar ciertas acciones
sin violarla, por ejemplo en una cesión de acciones con reserva de
usufructo, donaciones con reserva de usufructo, etcétera.

Lo importante es que siempre se piense en que no necesariamente se debe


proteger a los herederos o sucesores patrimoniales con la empresa, sino
que también se lo puede hacer por fuera de la empresa.

Ejemplo 6:

En una empresa tenían un gran conflicto. Padre y madre fundaron la


empresa. Su composición patrimonial inicial era: 80 % del padre y 20 % de
la madre. Tuvieron 5 hijos de los cuales algunos de ellos, a medida que

36
terminaron el secundario, ingresaron a trabajar en la empresa; a veces se
crearon puestos según la necesidad o ingresaron porque había vacantes,
pero de los cinco, tres ingresaron. De entre ellos, el hijo mayor traía el
mandato moral de ser el responsable, solo que, en este caso, además era
muy capaz. El que le seguía en edad también era muy capaz, pero no podía
trabajar con el hermano mayor, ya que entre ellos había una competencia
permanente y sus consecuentes peleas. La tercera hermana que trabajaba
en la empresa se llevaba bien con todos, y los otros dos tenían sus trabajos
por fuera de la empresa.

En un momento, los dos más grandes tuvieron una pelea muy fuerte y uno
de ellos, el menor, se fue de la empresa muy enojado con el otro y con su
familia, que en realidad había tratado de mediar, pero no pudo hacer nada.

Tiempo después, ingresan a trabajar los otros dos hermanos a la empresa y


el padre les cede sus acciones a los cuatro que estaban trabajando, en
partes iguales, es decir que tenían un 20 % cada uno. Pero el que ya no
trabajaba y se quedó afuera de la empresa no recibió nada. Allí empezaron
los conflictos.

¿Cómo se solucionó?

Esta situación es más frecuente de lo que se puede creer. Estos padres no


previeron el conflicto; en realidad, le ofrecieron al que no estaba en
la empresa participar de la distribución del 80 % del padre, pero él no
quiso, por rencor y por enojo. En este caso, el hijo enojado decía que
esperaba que los padres fallecieran para entrar a pedir lo suyo a sus
hermanos, que la empresa estaba creciendo y él estaba esperando su
parte.

La negociación vino por parte de su madre, que medió para que aceptara
la donación de los inmuebles que tenía el matrimonio a su nombre y que
en valor equiparaba al 20 % que recibió cada uno, donación que este hijo
aceptó. Luego se acudió a una mediación profesional para sanar los
vínculos y esta resultó medianamente exitosa, es decir, al día de hoy al
menos se hablan y están en contacto nuevamente. Este hijo entendió que
su familia lo quería proteger y que, en definitiva, su hermano mayor
padecía la carga que tuvo siempre de “dar el ejemplo”.

37
¿Qué quedaba por hacer con el 20 % restante? Los hijos que estaban como
accionistas, ya con sus ganancias le compraron a la madre esa parte, por lo
En lo que se llaman tanto, dejaron de ser objeto de herencia.
herramientas de planificación
patrimonial, se encuentran Todas las cesiones y las donaciones se hicieron con reserva de usufructo,
los contratos y formas propias
del derecho. El tema es que de manera que los hijos solo pasarán a ser verdaderos propietarios (no
se puedan aplicar siguiendo solo nudos propietarios) el día en que sus padres (ambos) fallezcan.
los lineamientos por la ley.
En el caso abordado también Esta fue una de las posibles soluciones, podría haber habido otras, pero
los padres podrían haber esta fue la que se abordó.
constituido un fideicomiso
testamentario a favor del hijo
enojado y eso también les
podría haber solucionado el
problema.
El tema es saber qué
4.9.2 El divorcio y su impacto en la empresa
herramientas usar para
prevenir, para eso se debe Uno de los conflictos a prevenir es el divorcio, tanto en el impacto
tener una visión de emocional como en el impacto vincular.
proyección y ver a largo plazo.
Incluso estas donaciones o
cesiones, por ejemplo, tienen
un costo impositivo de lo que
implica una sucesión judicial,
que además de los impuestos,
implica el resto de los gastos
¿Cómo afecta el divorcio a la empresa?
que este tipo de procesos
judiciales implican.

El cónyuge tiene derecho a pedir el 50 % de las ganancias aún no retiradas


o el 50 % del valor de las acciones, según sean propios o gananciales,
siempre que estén sometidos al régimen de comunidad. Ya se ha
enunciado este tema anteriormente. Cuando los bienes son propios, el
cónyuge afectado no tiene derecho a pedir nada. Pero sí puede hacerlo en
el caso de que sean gananciales; en ese caso, puede pedir el 50 % de su
valor. Cabe recordar que los bienes gananciales son los que integran la
“comunidad matrimonial patrimonial”.

Respecto de los bienes gananciales, que son los que representan más
problemas, hay cuestiones a tener en cuenta, por ejemplo este fallo que
dice: “Estimo que la accionante se equivoca con el precedente
razonamiento, pues aunque se postule que la sociedad conyugal persiste
tras la separación de hecho, ello no impide que la calificación de los bienes
adquiridos con posterioridad a ella se realice de una manera diferenciada.
En otras palabras, entre la celebración del matrimonio y la disolución de la
sociedad conyugal acontecida con la notificación de la demanda de
divorcio, no todos los bienes gananciales adquiridos durante dicho período
merecerán la misma categoría o calificación; y es aquí donde se produce el

38
yerro de la actora. Efectivamente, los bienes adquiridos desde la celebración
del matrimonio y hasta la separación de hecho, serán digamos bienes
gananciales "puros" o bienes gananciales "propiamente dichos". En
consecuencia, estarán alcanzados por la regla del Art. 1315 C. Civ., que
obligará en su hora a la división "por iguales partes entre marido y mujer".
En cambio, desde la ruptura de la unión fáctica y hasta la disolución de la
sociedad conyugal, los bienes que aumentaron el patrimonio de cada
cónyuge serán gananciales anómalos o no sujetos a división. Tal aserto ello
hace que se desplace la aplicación del antes citado Art. 1315 C. Civ., y que
entre en juego la regla del Art. 1306 párr. 3º, y su interpretación por el
tribunal en pleno. Por ende, esta última norma impedirá a cada cónyuge
participar de los bienes adquiridos por el otro.

Conforme a lo expuesto, la presunción de ganancialidad del Art. 1271 C.


Civ., que tanto invoca la accionante, en nada ayuda a la posición que ella
sustenta en sus agravios. Ello así porque, aun aplicando la mentada
presunción, lo único que se acredita es que el demandado incorporó a su
patrimonio bienes gananciales "anómalos", esto es, no sujeto a partición.
Baste para corroborarlo las constancias obrantes a fs. 186/197, 754/833, y
838 de las presentes actuaciones, de las cuales surge que la adquisición por
el demandado de las acciones de "La Matera S.A." y "La Capilla S.A.", no ha
sido durante la época de la comunidad de vida, de manera que a tales
acciones jamás se le puede atribuir el carácter de bienes gananciales
"puros" o propiamente dichos, encuadrados en el Art. 1315 C. Civ.

Parece claro que para desvirtuar la precedente conclusión, e incorporar


consecuentemente a la masa ganancial partible las antes referidas
acciones, tenía la actora que haber acreditado que se produjo en la especie
una suerte de subrogación real; vale decir, que tales paquetes accionarios
fueron adquiridos con fondos o frutos provenientes de bienes gananciales
pertenecientes a la época en que se verificaba la convivencia; acreditación
que la apelante no ha realizado. Es más que evidente que no resulta posible
invertir la carga de la prueba prevista por el Art. 377 CPCCN. En otras
palabras, no es dable presumir, como lo quiere la actora, el reemplazo de
una cosa por otra o sea, que las acciones de titularidad del demandado
hayan sido adquiridas con fondos existentes con anterioridad al quiebre de
la convivencia, cuando ningún elemento preciso se ha colectado en la causa.
No existiendo tal prueba, no cabe duda que juega la regla general en el
sentido de que esos bienes adquiridos con posterioridad a la separación de
hecho, lo han sido con fondos obtenidos después de la mentada separación,
y no antes. Ello así porque cuando el Art. 1306 párr. 3º, dice que no se
participa en los bienes que después de la separación aumentaron el
patrimonio del otro, está presumiendo que tales bienes se adquirieron con
fondos que también tuvieron su origen durante la vida separada. La prueba

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en contrario era precisamente la acreditación de la subrogación real (Art.
1266 C. Civ.); acreditación ausente en estos actuados.”27

Entonces se introduce un nuevo concepto: los “bienes gananciales


anómalos”, que son los bienes que se adquieren entre la separación de
hecho y la sentencia de disolución de la sociedad conyugal. En este caso, el
cónyuge le reclamaba al socio de una empresa el 50 % del valor de sus
acciones, pero la Cámara no le dio lugar gracias a esta clasificación.

A tal efecto resulta ilustrativo el siguiente artículo:

Viernes 06 de enero de 2006 | Publicado en edición impresa

Fallo de la Cámara Civil

Lo adquirido entre la separación de hecho y el divorcio no


se divide

Lo decidió la Justicia a tono con la jurisprudencia vigente.

Los bienes adquiridos por los integrantes de un matrimonio


disuelto "de hecho", aun cuando no se hubiera concretado el
divorcio vincular, están excluidos del reparto establecido por
el régimen de "bienes gananciales".

Así lo dispuso la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo


Civil, mediante un fallo que sigue una parte de la
jurisprudencia en ese sentido.

Los jueces Mauricio Mizrahi, Gerónimo Sansó y Claudio


Ramos Feijoo rechazaron el reclamo de una mujer contra su
ex marido, de quien se separó efectivamente en 1987
aunque no fue sino hasta tiempo después que concretaron la
ruptura legalmente mediante el divorcio.

La mujer pretendía que los bienes que había adquirido su ex


esposo con posterioridad a la separación de hecho y antes
del divorcio ingresaran al régimen de bienes gananciales,
esto es que -según establece el Código Civil- estuvieran

27Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala B en los Autos Hinckelmann,


Marcela B. v. Gutiérrez Guido Spano, Miguel R. 2ª INSTANCIA.- Buenos Aires, 28 de
octubre de 2005.

40
sometidos a "la división por iguales partes entre marido y
mujer".

Los jueces reconocieron que "la separación de hecho de los


cónyuges no trae como consecuencia la disolución de la
sociedad conyugal, que subsiste a pesar de ese hecho
fáctico".

Sin embargo, diferenciaron esa situación del reparto de


bienes que sobreviene a la disolución del vínculo: "Cuando
no se ha introducido por los cónyuges la cuestión de la
inocencia o culpabilidad" en el divorcio, "ninguno de los
esposos tendrá derecho a participar de los bienes
gananciales que con posterioridad a la separación de hecho
que aumentaron el patrimonio del otro", dijeron los
camaristas.

Gananciales anómalos

"Los bienes gananciales adquiridos con posterioridad al


hecho fáctico de la ruptura serán en el mejor de los casos
«gananciales anómalos», esto es, no sujetos a división entre
los esposos, se estimarán como propios o, si se quiere,
bienes gananciales no repartibles", sentenciaron los jueces.

"Aunque se postule que la sociedad conyugal persiste tras la


separación de hecho, ello no impide que la calificación de los
bienes adquiridos con posterioridad a ella se realice de una
manera diferenciada", añadieron.

Los camaristas establecieron una calificación ciertamente


innovadora en la materia: denominaron bienes gananciales
"puros" o bienes gananciales "propiamente dichos" a los
"adquiridos desde la celebración del matrimonio y hasta la
separación de hecho".

"En cambio, desde la ruptura de la unión fáctica y hasta la


disolución de la sociedad conyugal, los bienes que
aumentaron el patrimonio de cada cónyuge serán
gananciales anómalos o no sujetos a división",
contrapusieron. Esta interpretación es compartida por gran
parte de la jurisprudencia incluso desde 1996.

El artículo 1306 del Código Civil expresamente prevé en su


tercer párrafo que "producida la separación de hecho de los

41
cónyuges, el que fuere de ella no tiene derecho a los bienes
gananciales que con posterioridad a la separación
aumentaron el patrimonio del no culpable".

En esta resolución, se trata el caso de que ninguno de los dos


cónyuges es culpable del divorcio. En este caso, los jueces
aplicaron el criterio de que entonces los bienes adquiridos
entre la separación de hecho y el divorcio no son
gananciales. (La Nación, 2011, Recuperado el 03/08/2015 de
http://goo.gl/1blKNe).

Por lo que estos “gananciales anómalos” no se dividen, el requisito es la


“no culpa” en la separación, es decir no haberla provocado según las
causales de la ley, por ejemplo: adulterio, violencia.

En varias empresas se decide no participar a los cónyuges como socios,


pero no se los previene respecto de los conflictos que puede generar un
divorcio. La experiencia lleva a aclarar cuestiones que muchas veces los
mismos empresarios desconocen, por ejemplo, cuáles son los bienes
propios y los gananciales; además, que no se puede ir en contra de la ley
con pactos prematrimoniales, ya que en Argentina no están permitidos.

En este sentido, Argentina es uno de los pocos países de Latinoamérica que


no reconoce el valor de las capitulaciones matrimoniales, es decir, el
acuerdo previo a la elección del régimen de los bienes entre los esposos.
Mientras este régimen esté vigente, se debe respetar.

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Así como el matrimonio es uno de los mejores emprendimientos
de la vida de una persona, porque se decide compartir todo con
el ser amado, el divorcio suele traer grandes dolores de cabeza
si no se prevé la mejor manera de proteger al cónyuge ante
estas eventualidades. En el caso de la empresa, se puede llegar a
un arreglo sin que afecte el paquete accionario, para lo que se
puede prever una protección patrimonial por fuera de la
sociedad. En algunos casos, los empresarios, previendo un
posible conflicto patrimonial que pueda originar un quiebre en
el sueño de sus vidas (su empresa), les ceden a sus hijos las
acciones con reserva de usufructo para que, en el caso de que
sus hijos se divorcien, éstos queden como bienes propios. Esto
no implica desconocer la participación del cónyuge como socio
de vida, sino todo lo contrario: se trata de proteger el fruto de lo
que en algún momento fue el sueño del fundador, quien decide
que el patrimonio “quede en la sangre”. Por eso mismo, no se
puede ir en contra de la ley; siempre hay que tener en cuenta
que las herramientas preventivas no deben violar el régimen de
“comunidad patrimonial matrimonial”.

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Referencias
Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado. (2014). [Comentarios
del Dr. R. L. Lorenzetti]. (1° ed.), tomos 1 a 3. Santa Fe: Rubinzal Culzoni.

Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado. (2014). [Comentarios


de J. C. Rivera (Dir.) y G. Medina (Coord.)], tomos 1 a 6. Buenos Aires: La
Ley.

Calavia Molinero, J. M. (2009). Sociedad Holding Familiar: Protocolo


Familiar y Estatutos Sociales.

Eguiazú, A. A., y Eguiazú, G. D. (s. f.). El heredero indigno [Publicación en


un blog]. Recuperado el 1/08/2015, de
http://www.geocities.ws/Athens/Troy/6693/civil602.html

La Nación S.A. (6 de enero de 2006). Lo adquirido entre la separación de


hecho y el divorcio no se divide [Fallo de la Cámara Civil publicado en la
página web oficial del diario]. La Nación [Portal en línea]. Recuperado el
3/12/2011, de http://www.lanacion.com.ar/770236-lo-adquirido-entre-la-
separacion-de-hecho-y- el-divorcio-no-se-divide. Fecha de consulta
3/12/2011.

Comisión de comunicación. (s. f.). Afinidad-y-consanguinidad.png [imagen


publicada en la web]. Recuperado el 03/08/2015, de
http://www.ccoo.cat/fiteqa/solvaymartorell/es/sabias_que_files/afinidad-
y-consanguinidad.png

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