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Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.° 3 - Págs. 417-430.

ISSN: 1135-0806

ARTÍCULOS

Perspectivas en el estudio y tratamiento


psicológico del dolor crónico
Perspectives in the study and
psychological treatment of chronic pain
MIGUEL A. VALLEJO PAREJA1

RESUMEN

El abordaje psicológico del dolor crónico debe responder a dos aspectos:


actuar sobre el dolor de modo que los sistemas de regulación natural operen
adecuadamente y, en segundo lugar, impedir que el dolor se haga dueño de la
vida del paciente, impidiéndole ser persona. Ambos objetivos precisan
reconocer el dolor y aceptar su existencia. El primero debe permitir, atendien-
do a las sensaciones percibidas y a las respuestas fisiológicas relacionadas
con el dolor, hacer más efectivos los sistemas de regulación fisiológica del
dolor. El segundo, requiere reconocer los problemas y ponerse a recuperar las
actividades que se consideran valiosas. Las técnicas de biofeedback, neuro-
feedback y la hipnosis han mostrado su utilidad al respecto del primer objeti-
vo. Por otro lado la terapia cognitivo conductual en sus desarrollos denomina-
dos de tercera generación entre los que cabe incluir la terapia cognitivo con-
ductual contextual procura los medios adecuados para que la persona recu-
pere el control de su vida, haciendo de su comportamiento, según sus valores,
el elemento clave de su vida.

ABSTRACT

Psychological approach to chronic pain must achieve two goals: first, acting
upon the pain to let natural regulation systems operate properly and second,
preventing the pain from taking over patient's life –i.e., recognizing the pro-

1 Catedrático de Terapia Cognitivo Conductual, Facultad de Psicología. UNED. mvallejo@psi.uned.es

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Perspectivas en el estudio y tratamiento psicológico del dolor crónico

blems and retrieving valuable activities, otherwise pain will not let him/her be a
person. In both cases, pain must be acknowledged and its existence accep-
ted. Concerning the first goal, biofeedback, neurofeedback and hypnosis are
techniques that have proved their usefulness in this regard. On the other hand,
the so-called third generation cognitive behavioral therapy (including contex-
tual cognitive behavioral therapy) is seeking appropriate ways for people to
regain control of their lives -making their behavior the key element in their lives
in line with their values.

PALABRAS CLAVE

Dolor crónico, Tratamiento psicológico, Psicofisiología.

KEY WORDS

Chronic pain, Psychological treatment, Psychophysiology.

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M. A. Vallejo

El acercamiento psicológico al que buscan ajustarse a esa comple-


dolor crónico es hoy imprescindible, jidad. Sin embargo, junto a ello se
tanto si nos atenemos a su relevan- encuentra el que una monotécnica
cia en la comprensión del problema bien conocida como es el biofeed-
como en términos aplicados en su back sea considerado el tratamiento
tratamiento. Diversos hitos han jalo- de elección en las cefaleas tensio-
nado este camino que se inició en nales. ¿Qué debemos pensar al res-
los años 60 del siglo pasado de pecto?, ¿qué implicaciones puede
mano del estudio y tratamiento psi- tener esta aparente contradicción
cológico del dolor concebido de un en el futuro del tratamiento psicoló-
modo multidisciplinar (McCracken, gico del dolor?
2007): la consideración del papel de
las emociones y su relación con los El dolor, por otro lado, afecta de
sistemas de analgesia endógenos; forma a veces dramática a la vida
entender la conducta de dolor como de la persona. El reconocimiento de
una conducta más, sujeta a relacio- este hecho es imprescindible. El
nes funcionales concretas con el concepto de aceptación provenien-
medio; la relación entre situaciones te de las llamadas terapias de terce-
concretas que provocan cambios ra generación dentro de la terapia
fisiológicos específicos que exacer- de conducta y supone incidir en una
ban o provocan el dolor, etc. A ello determinada forma de afrontamien-
habría que añadir, en un sentido to del dolor, con un modo de proce-
más amplio, el modo en que la der o filosofía que teniendo sus raí-
experiencia de dolor afecta global- ces en la terapia de conducta, está
mente a la persona y requiere por poco representado, a veces contra-
su parte y por su contexto un reco- representado, en la terapéutica psi-
nocimiento y adaptación a dicha cir- cológica del dolor crónico.
cunstancia.

Tal vez lo que mejor caracteriza al SOBRE LA COMPLEJIDAD


dolor crónico es su complejidad, de DEL DOLOR CRÓNICO
ahí el hecho ampliamente aceptado Y SU ABORDAJE
de que su comprensión y tratamien-
to ha de ser multidisciplinar. Cierta- El dolor crónico tiene que ver con
mente todo lo concerniente al ser la ocurrencia de una estimulación
humano es complejo, ¿quién osaría sensorial nociceptiva, y/o una alte-
decir lo contrario?, y por supuesto ración en los centros neurales res-
también el dolor lo es. La informa- ponsables de su integración en el
ción de que disponemos hoy día, y caso, por ejemplo, del dolor neuro-
de la que es buena muestra este pático. Su cronicidad ocurre merced
monográfico, corrobora este aspec- a un fallo de la autorregulación
to. Si se repasan, además, los trata- natural, de los sistemas endógenos
mientos psicológicos del dolor cró- de analgesia, de la capacidad de
nico la mayoría están constituidos adaptación de la persona ante el
por programas multicomponente problema y, obviamente, de las limi-

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taciones de la terapéutica médica. (ver Vallejo, 2005). Además el estu-


El dolor crónico es, principalmente, dio señala que resulta ser más efi-
el resultado de un fallo en los siste- caz que la relajación, cuando es
mas naturales de analgesia ligados, comparado con ella, posiblemente
generalmente, a una condición sen- porque sólo el bio-feedback electro-
sorial concreta y adicionalmente, y a miográfico atiende de forma más
consecuencia de ello, a la falta de precisa a los cambios fisiológicos
recursos personales (psicosociales) más directamente relacionados con
para afrontar las implicaciones vita- el problema y con su auto-regula-
les que ello supone. Todo esto tiene ción.
una evidente complejidad y da lugar
a múltiples interacciones. Aún así Resulta posible, por tanto, que al
conviene no olvidarse del origen del menos en el caso de las cefaleas
problema. tensionales la atención a los cam-
bios fisiológicos relacionados con el
Dejemos de lado, por el momen- problema contribuyan a eliminar
to, lo relativo al afrontamiento del éste. Parecería, a juzgar por la dife-
dolor crónico y centrémonos en los rencia con respecto a la relajación,
aspectos sensoriales y los sistemas que el centrarse de forma más
naturales de autorregulación. Para específica en la actividad fisiológica
que un sistema de autorregulación más relacionada con el problema
funcione es preciso dejarlo, permi- supondría cierta ventaja. En el en-
tirle que lo haga: notar las sensacio- trenamiento en biofeedback la per-
nes y dejar que los cambios fisioló- sona presta atención a los cambios
gicos asociados a ellas pongan en en la respuesta fisiológica y a su
marcha (recuperen) su funcionalidad magnitud (refuerzo) sin que esto
natural; y permitir que aquellos cam- suponga una interferencia activa en
bios sensoriales específicos se pro- los mecanismos de autorregulación,
duzcan. Esto es lo que básicamente favoreciendo una restauración de
hacen las técnicas de biofeedback. los servomecanismos naturales.
Éstas, basadas en el condiciona-
miento operante, fueron uno de los ¿Es este hecho singular de las
primeros recursos terapéuticos en el cefaleas tensionales o puede gene-
tratamiento del dolor crónico y, co- ralizarse a otros tipos de dolor?
mo estoy trayendo aquí, una valiosa Parece que se hace también exten-
herramienta. Como muestra se aca- sivo a otro tipo de cefaleas, las mi-
ba de publicar un estudio meta-ana- grañas, a las lumbalgias e incluso a
lítico sobre la eficacia del biofeed- ciertos tipos de dolor neuropático,
back en las cefaleas tensionales como el dolor de miembro fantasma
(Nestoriuc, Rief y Martin, 2008), (Vallejo, 2005). Cabría suponer que
según el cual el biofeedback es un la facilitación de información senso-
tratamiento empíricamente validado rial próxima al origen del dolor po-
para el tratamiento de la cefalea dría facilitar el reajuste de los siste-
tensional, algo que ya reconocía la mas de modulación natural del do-
American Associaton of Neurology lor.

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M. A. Vallejo

Cuando la actividad fisiológica establecido una relación causal


origen del dolor no es fácilmente entre la experiencia de dolor y la
accesible, aún es posible intervenir actividad EEG. Efectivamente, aun-
para tratar de regular el sistema que en algunos ensayos clínicos
alterado. Hoy día en que se utilizan (Sime, 2004 y Tan y cols., 2006) se
sofisticados medios para medir la ha demostrado que esos cambios
actividad cerebral es posible llegar a en la actividad EEG, resultado del
ella de forma modesta pero efectiva tratamiento aplicado, producen una
mediante el registro de la actividad reducción del dolor informado, esto
electrocortical. El biofeedback EEG no significa que se haya establecido
tiene una antigua tradición en este una clara relación causa efecto
campo. Se ha remozado con instru- entre ambos elementos. La clarifica-
mentación más adecuada y con un ción de este aspecto es, sin duda,
ya amplio campo de investigación. un objetivo de la investigación en
El neurofeedback, que así es deno- los próximos años, sin embargo y
minado actualmente, parece poder sin que suene a desaliento, la cues-
actuar sobre un fenómeno que liga tión es difícilmente resoluble. En
la percepción del dolor y el aumento efecto, ¿cómo establecer una rela-
en la frecuencia de la actividad beta ción causal entre algo aceptada-
(13-35Hz) y disminución de la activi- mente tan complejo como la per-
dad alfa (8-12Hz). De este modo y cepción del dolor y los cambios en
mediante el entrenamiento en bio- dos o tres parámetros de la activi-
feedback sobre este tipo de activi- dad cortical? En los últimos tiem-
dad cortical puede alcanzarse una pos, merced al desarrollo de técni-
reducción del dolor aumentando la cas como la resonancia magnética
actividad de las ondas de baja funcional, es posible conocer qué
amplitud (baja alpha y theta) y dis- áreas del cerebro se activan en la
minuyendo las de alta amplitud persona cuando se encuentra reali-
(beta). De modo que, como también zando determinado tipo de activi-
ocurre con la utilización de la hipno- dad o tarea. Aunque resulta difícil
sis, es posible actuar sobre aspec- sustraerse a la tentación de estable-
tos sensoriales que influyen decidi- cer relaciones causales, lo que se
damente en el control del dolor. obtiene, en realidad, no es sino una
Esto viene a ser reconocido hoy por información de carácter correlacio-
Jensen, Hakimian, Sherlin y Fregni nal, que orienta y da pistas sobre
(2008) en un trabajo que llama la los procesos implicados, pero no
atención sobre la capacidad de los liga causalmente a ellos.
neuromodulación del dolor median-
te estos procedimientos. En este La falta de una relación causal
trabajo se aboga por el uso del neu- determinada no debe ser considera-
rofeedback y de la hipnosis como da un impedimento para el estudio
procedimientos que han sido capa- e intervención en el comportamien-
ces de modificar la actividad EEG to. Nuestro saber tiene más un ca-
en el sentido señalado más arriba. rácter probabilista que determinista,
Además, se constata que no se ha por más que tratemos de acercar-

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Perspectivas en el estudio y tratamiento psicológico del dolor crónico

nos y emular a las ciencias natura- te, que el impacto del dolor sobre su
les. Aceptar un cierto nivel de inde- vida desaparezca de forma inmedia-
terminación es algo que no sólo ta. Puede reducirse el dolor e inclu-
refleja el carácter científico de nues- so desaparecer pero perdurar algu-
tro hacer sino que es justamente nos comportamientos y problemas
consustancial con la condición que aparecieron como forma de
humana. Los cambios en el EEG no afrontamiento o de adaptación a él.
nos lo dicen todo, pero sí algo. Lo Esto no supone problema alguno
que parecen decirnos es que si la desde un punto de vista terapéutico.
persona se centra en esa actividad Quedarían configurados dos formas
fisiológica, que tiene alguna relación básicas de intervención que pueden
con el dolor, y se expone a ella de utilizarse de forma secuencial y/o
modo que predomina la experimen- combinada. Se puede actuar direc-
tación frente al control verbal, tamente sobre la neuromodulación
puede producirse una recuperación del dolor y sobre los comportamien-
de los sistemas naturales de modu- tos, emociones, etc., relacionados
lación del dolor que reduzcan éste. con su impacto en la vida del
Por el momento se conocen dos paciente, según sea necesario.
procedimientos para ello, el biofe-
edback (neurofeedback) y la hipno-
sis. En ambos casos se lleva a cabo LA REGULACIÓN DEL DOLOR
una exposición a la actividad fisioló- COMO SISTEMA
gica relevante, centrándose en ella
tal y como acontece, potenciando Los sistemas de regulación del
formas de procesamiento alejadas dolor han sido expuestos reciente-
del control verbal y centradas en la mente por Chapman, Tuckett y Woo
experimentación. Posiblemente (2008). Del desajuste de dichos sis-
otras técnicas o procedimientos temas cabe esperar que el dolor se
terapéuticos puedan servir también mantenga y perpetúe. Dicho des-
a este objetivo, o de hecho ya lo ajuste o desregulación se produce
hagan. Nuestro objetivo, aquí sí, es en razón de la alteración de las fun-
progresar en nuestro conocimiento ciones biológicas básicas (alimenta-
sobre estos aspectos. ción, sueño, trabajo según los ritmos
circadianos, patrones de actividad
Este abordaje terapéutico del social, etc.); y de la alteración en los
dolor, como se recuerda, pretende sistemas de feedback que aseguran
recuperar la neuromodulación natu- la homeostasis. Los sistemas de
ral del dolor. No va dirigida, al feedback se ven impedidos, ade-
menos de forma concreta, a mejorar más, cuando la terapéutica médica
el afrontamiento del problema ni a introduce sustancias que interfieren
actuar sobre el impacto que este con la alostasis normal pudiendo
tiene en la vida del paciente. Eviden- incluso empeorar la situación. Es
temente, si el dolor se reduce, mejo- por tanto preciso asegurar que los
rará la situación del paciente, aun- sistemas de feedback funcionan
que esto no significa, necesariamen- confirmando que reciben la estimu-

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lación adecuada y de que no es es, como se ha comentado, posible-


interferida, ni con sustancias exter- mente debido a la restauración de
nas ni negando o enmascarando la los mecanismos naturales de regula-
información sensorial correspon- ción. Al revertir la desregulación el
diente. La desregulación se produ- dolor se reduciría de forma fisiológi-
ce, por ejemplo, cuando el sistema ca, siempre y cuando, naturalmente,
falla en su respuesta a un determi- el motivo del mantenimiento fuera
nado estresor, por no alcanzar éste debido a dicha desregulación
el punto de disparo correcto. Es, ¿Cómo es posible que sistemas de
según McEwen (2002) la metáfora gran complejidad (ver Chapman y
del fallo es no escuchar claramente cols., 2008) que afectan a diversos
la señal. Esta metáfora puede apli- sistemas neurales, endocrinos,
carse no sólo a la terapéutica médi- inmunológicos, etc., puedan verse
ca sino también a la psicológica. En reajustados por el entrenamiento en
efecto, no reconocer o más frecuen- el control (aprendizaje operante) de
temente rechazar o negar las sensa- una respuesta fisiológica aislada?
ciones o cambios perceptivos, con Parece existir la creencia de que
independencia de que puedan ser problemas complejos requieren solu-
molestos o indeseables, dificulta e ciones complejas. Pues bien, parece
incluso interfiere en su regulación. que dicha creencia no está soporta-
da por la realidad. Desde un punto
Entre los distintos ámbitos de de vista fisiológico un pequeño, pero
desregulación uno de los más rele- relevante, cambio de actividad
vantes es el referido a la actividad puede inducir otros cambios que
autonómica. Aquí se cuenta con un afecten de forma global y significati-
índice especialmente relevante va a todo el sistema (deKloet, 2004),
(Chapman y cols., 2008), la variabili- pero qué ocurre si ampliamos, más
dad del ritmo cardiaco. El aumento allá de los cambios fisiológicos, al
de la variabilidad cardiaca está aso- comportamiento global del sujeto en
ciado a la influencia vagal y es un su entorno social, familiar e incluso
marcador indirecto de la habilidad de la asistencia sanitaria que se le
de la persona para responder antes presta. El sistema se hace más com-
situaciones estresantes y, sobre plejo e indeterminado y es definido,
todo, recuperarse eficientemente de como señalan Plsek y Greenhalgh
ellas. En los últimos años se ha pres- (2001) como un sistema adaptativo
tado atención a esta actividad fisioló- complejo, compuesto por un conjun-
gica y el biofeedback de variabilidad to de agentes individuales con liber-
de frecuencia cardíaca se ha mos- tad para actuar, de modo no com-
trado útil en el tratamiento de la fi- pletamente predecible, y cuyas
bromialgia (Hassett y cols., 2007), acciones están interconectadas de
síndrome clínico de difícil abordaje. modo que las acciones de un agente
cambia el contexto en el que operan
El que técnicas relativamente sen- otros agentes. En este contexto la
cillas como el biofeedback se mues- intervención efectiva debe ser sim-
tren eficaces en el control del dolor ple, sencilla, pues de otro modo

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Perspectivas en el estudio y tratamiento psicológico del dolor crónico

impondría una serie de restricciones social fue publicada en el Psycholo-


que dificultarían el ajuste del siste- gical Bulletin por MacDonald y Leary
ma. Según Brown (2007) la mejor (MacDonald y Leary, 2005). Estos
solución, caso de existir, impone autores definieron el dolor social co-
demasiados controles para permitir mo la reacción emocional seguida
la flexibilidad de respuesta necesaria de la percepción de que uno es ex-
para incorporar la nueva información cluido de relaciones sociales desea-
disponible que permite el feedback das, o es rechazado por personas o
necesario para su ajuste. No hay grupos deseados. La pérdida de un
soluciones perfectas, el disenso, la ser querido, la separación forzada, el
paradoja y la indeterminación son la rechazo son, entre otras, las situa-
norma. Es la flexibilidad e indetermi- ciones que darían lugar a ese dolor.
nación, que incluye la variabilidad e Los autores sostienen que la exclu-
incluso las paradojas, el modo más sión social dispara los mismos senti-
adecuado de actuar sobre los siste- mientos de dolor, produciendo una
mas complejos. experiencia emocional de dolor sin
estar acompañado por la sensación
del dolor físico.
DOLOR REAL O IRREAL
Ciertamente, la exclusión social
En las líneas precedentes se ha es una condición de amenaza que
sostenido que en los casos de dolor requiere, posiblemente, una res-
crónico existe algún tipo de dolor puesta protectiva similar a la que
real que no ha desaparecido porque sigue a la percepción de dolor. Ade-
los mecanismos de regulación fisio- más, la exclusión en sí puede ser
lógica (natural) no han funcionado tan aversiva o más que el dolor físi-
correctamente. Sin embargo no se co, en determinadas circunstancias
ha considerado la existencia o (Williams, 1997). La percepción de
mejor la inexistencia de un dolor, esta amenaza pone en marcha una
digamos físico, y la ocurrencia de respuesta generalizada que incluye
un dolor que bien podría denomi- tanto factores sociales como físicos.
narse psicológico, emocional, moral De este modo, la exclusión puede
e incluso social. Sin entrar a debatir originar agresión porque tal exclu-
la existencia de tal tipo de dolor que sión es procesada a nivel automáti-
ha sido discutida en otro lugar co como una amenaza básica, al
(Vallejo y Comeche, 1994) tiene inte- igual que el dolor. Así la exclusión
rés considerar el caso en que los social que entenderíamos como una
aspectos psicosociales del dolor profunda y negativa experiencia
tienen una importancia capital, de emocional, se comportaría biológi-
tal modo que serían los factores psi- camente, en virtud de la gravedad
cológicos los principales responsa- de la amenaza, como si de un dolor
bles del problema. agudo se tratara, con sus respues-
tas automáticas de miedo y agre-
Una excelente revisión sobre la sión. Esto devuelve el dolor social al
existencia de un denominado dolor dolor físico.

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M. A. Vallejo

Las implicaciones de esta breve algunos foros, sin embargo de lo


excursión al dolor con mayor conte- expuesto hasta aquí parece claro
nido psicológico es que los senti- que el modo de conseguir reducir
mientos de exclusión o de incapaci- y/o eliminar el dolor debe partir de
dad relacional pueden contribuir al él mismo. Al igual que ocurre en los
desencadenamiento y/o manteni- trastornos de ansiedad, el huir del
miento de problemas de dolor cró- objeto fóbico lo que hace realmente
nico. El padecimiento del problema es reafirmar el miedo. En el caso del
de dolor en sí puede ser origen de dolor, su aceptación e incluso la
exclusión o de devaluación de las contemplación de algunos de las
relaciones sociales, por lo que estos respuestas fisiológicas relacionadas
aspectos deben ser considerados con él, son una vía para reducirlo.
con especial detalle. Los factores Un ejemplo a este respecto es el
sociales, incluyendo especialmente, uso de programas de exposición
la actividad laboral, familiar, etc., de utilizados para el tratamiento de la
los pacientes de dolor crónico siem- fibromialgia (Lumley y cols., 2008).
pre se han considerado como ele- Otro ámbito con tradición en psico-
mentos esenciales en el abordaje terapia es el uso la escritura como
del problema (Fordyce, 1976), sin forma de exposición y de autodes-
embargo he aquí un nuevo motivo cubrimiento. Así escribir sobre la ira
para hacerlo. El modo de abordar asociada a la percepción del dolor
estos aspectos debe ajustarse al crónico produce una mejoría en el
modo en que operan y que se ha dolor percibido y el estado de ánimo
comentado más arriba. Por ejemplo, (Gram y cols., 2008), lo que viene a
si se consideran que estos factores confirmar que la inhibición de la
psicosociales no tienen que ver con expresión de la ira contribuye a
un dolor físico, se reforzará la per- aumentar la percepción de dolor
cepción de exclusión. Es, por tanto, (Burns, Quartana y Bruchl, 2008).
preciso apoyar y validar el dolor que
siente el paciente, de otro modo no Es necesario, por tanto, partir del
será posible romper el círculo vicio- dolor y el malestar por el generado,
so de exclusión/dolor (ver Sullivan, para superar esa situación. Las pro-
2000). Promover la aceptación mesas de los libros de auto-ayuda y
social, así como el reconocimiento y algunos adalides de la denominada
la exposición a las emociones y psicología positiva que sugieren que
sensaciones del paciente, contribui- el afecto positivo puede mejorar la
rá a reducir la percepción de ame- salud por sí mismo, ofrecen unos
naza y del mantenimiento del dolor. resultados contradictorios y en gran
medida paradójicos. Ello ha llevado
a señalar que la pretensión de que
LA ACEPTACIÓN DEL DOLOR el afecto positivo mejora la salud
carece de sustento científico (Press-
Admito que resulte arriesgado man y Cohen, 2005). Es más, en
hablar de aceptación del dolor, de algunos casos la visión optimista,
hecho no me avendría a hacerlo en puede ser contraproducente, al

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Perspectivas en el estudio y tratamiento psicológico del dolor crónico

reducir la atención a síntomas rele- persona, se propone una recupera-


vantes. ción de la actividad ordinaria. No se
trata de esperar a encontrarse mejor
Aceptar el dolor, el malestar y las y motivado para moverse, sino
limitaciones que esto supone no es hacer aquellas cosas que merecen
un punto de llegada sino de partida. la pena, a pesar del malestar o de
Tampoco es una mera actitud o filo- no estar suficientemente motivado.
sofía, sin más, sino que se integra Este enfoque no es ajeno al modo
en un tipo concreto de terapia, las de proceder de la terapia cognitivo
incluidas dentro del rótulo de tera- conductual, sin embargo, sí hace
pias de 3ª generación (Hayes y cols., hincapié en algunos aspectos en los
2006) y en particular en una de ellas: que dicha terapia a veces insiste de
la terapia de aceptación y compro- forma inapropiada. No se busca aquí
miso (Hayes, Strosahl y Wilson, la forma de distraerse del males-
1999 y Wilson y Luciano, 2002). Este tar, ni reestructuración cognitiva
tipo de terapia tiene especial interés o procedimientos para reducir la
en el tratamiento del dolor crónico y ansiedad, el estrés, etc., sino poten-
así ha desarrollado procedimientos ciar, como se ha señalado, la reali-
específicos (Dahl y cols, 2005 y zación de actividades valiosas para
McCracken, 2005) que ya han ofre- el paciente, así como centrarse en
cido resultados positivos (McCrac- lo que acontece realmente (ver Va-
ken y Vowles, 2008). El punto de llejo, 2006) y no en el mundo pro-
partida, como se decía al inicio de duc-to del pensamiento e imagina-
este párrafo, es reconocer y aceptar ción.
el dolor y todo lo que implica. Esto
tiene, frente a la opción de negar, Un abordaje de estas característi-
escapar o huir de todo lo relaciona- cas es congruente con los princi-
do con él, las ventajas que da la pios que sustentan la terapia cogni-
exposición frente a la carga emocio- tivo conductual y con los aspectos
nal negativa que supone la huida, que se han recogido al comienzo de
que confiere un valor aversivo adi- este trabajo sobre los sistemas
cional a la situación. El hecho de naturales de regulación del dolor. Se
que en muchos problemas de dolor ajusta mejor, además, con el sentido
crónico, incluido obviamente el dolor general de que no es posible una
originados por procesos degenerati- vida sin dolor, sin malestar, sin cam-
vos o del envejecimiento en sí, éste bios en el estado de ánimo, etc., en
se mantenga a pesar del tratamiento suma queda mejor integrado en la
médico, da más sentido adaptativo forma natural de la vida. Introduce,
al reconocimiento y aceptación de por tanto, un orden en los objetivos.
su presencia. Recuperar el control de la propia
vida ya traerá, por sí solo, una mejo-
La aceptación conlleva la deter- ra en la autoestima personal y en la
minación de no dejar que sea el posibilidad de afrontar los proble-
dolor el que dirija la vida. De este mas relacionados con la limitación
modo y según los valores de cada impuesta con el dolor.

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M. A. Vallejo

En los últimos años se ha presta- control es bastante amplia: frecuen-


do especial atención a un construc- cia e intensidad del dolor, estrés
to, el catastrofismo, tanto como asociado a la cefalea y puntuación
explicación del agravamiento de los en el BDI-II. Efectivamente se redu-
pacientes de dolor crónico como ce el catastrofismo pero no la cefa-
para medir éste. Es definido en tér- lea.
minos de magnificación de los
aspectos negativos asociados a él, Veamos el caso contrario, cuando
como la desesperanza y la presen- se utiliza un tratamiento ajeno al
cia de rumiaciones cognitivas, y ha constructo que se pretende me-
venido a ser tanto una variable dir. Vowles, McCracken y Eccleston
dependiente como una explicación (2007) informan de un trabajo con
de la persistencia del dolor (Sullivan pacientes de dolor crónico atendi-
y cols., 2001). El catastrofismo ha dos en un hospital del Reino Unido,
sido considerado crucial para mediante un programa denominado
entender la experiencia de dolor y terapia cognitivo conductual contex-
es tenido como una variable clave en tual y que se centra en la acepta-
determinados acercamientos cogniti- ción, al modo señalado más arriba.
vo conductuales (Keefe y cols., 1989 Los resultados informan, además de
y Turner y Aaron, 2001). El uso de una mejora en los índices clínicos,
estos constructos circulares que tie- de una reducción postratamiento del
nen su explicación en sí mismos y catastrofismo y un aumento de la
que se ajustan bien a procesos tera- aceptación. Los autores señalan que
péuticos similares como la reestruc- ambos elementos parecen contribuir
turación cognitiva o ciertos tipos de a la mejora terapéutica y se sorpren-
afrontamiento, tienen su desventa- den de haber obtenido este efecto
jas, sobre todo cuando se utilizan sobre el catastrofismo, al no utilizar
para valorar la misma terapia cogni- una terapia que actuara directamen-
tivo conductual. te sobre él. Reconocen, no obstante,
que aunque la terapia no buscara
Thorn y cols. (2007) informan de actuar sobre el contenido de los
un trabajo con pacientes de cefalea pensamientos, sí lo hizo sobre sus
crónica en el que se buscó reducir funciones y esto, obviamente, influ-
el catastrofismo mediante terapia ye también en la forma de los pen-
cognitivo conductual. Se trata de un samientos (ver Teasdale y cols.,
estudio con asignación aleatoria al 2002 y Barnes-Homes y cols., 2004).
grupo de tratamiento antes indicado
y a un grupo de control de lista de El catastrofismo puede ser útil
espera. Los resultados indican que, para medir de forma indirecta cam-
como se esperaba, se redujo el bios terapéuticos útiles, principal-
catastrofismo, la ansiedad y aumen- mente, para promover la actividad
tó la autoeficacia, lo que no sucedió del paciente y reducir el dolor, y no,
en el grupo control. Sin embargo, la tal vez, para dar fe de una profecía
lista de variables en las que no hubo autocumplida sin apenas interés clí-
diferencia con respecto al grupo nico.

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Perspectivas en el estudio y tratamiento psicológico del dolor crónico

A MODO DE CONCLUSIÓN dimientos de naturaleza psicofisio-


lógica han mostrado su utilidad al
El tratamiento psicológico del respecto del primer objetivo. Ade-
dolor crónico debe ser capaz de más en los últimos años vienen a
responder a dos aspectos funda- reiterar su potencialidad. Por otro
mentales: actuar sobre el dolor de lado la terapia cognitivo conductual
modo que los sistemas de regula- y más concretamente los desarro-
ción natural operen adecuadamente llos denominados de tercera gene-
y, en segundo lugar, atendiendo a la ración entre los que cabe incluir
persistencia del dolor impedir que especialmente la terapia cognitivo
éste se haga dueño de la vida del conductual contextual procura los
paciente, impidiéndole ser persona. medios adecuados para que la per-
Ambos objetivos precisan reconocer sona recupere el control de su vida,
el dolor y aceptar su existencia. El haciendo de su comportamiento, se-
primero debe permitir, atendiendo a gún sus valores, el elemento clave
las sensaciones percibidas y a las de su vida.
respuestas fisiológicas relacionadas
con el dolor, hacer más efectivos los Finalmente, reiterar que el estudio
sistemas de regulación fisiológica y tratamiento del dolor aún siendo
del dolor. El segundo, requiere reco- una empresa compleja, debe reque-
nocer los problemas y ponerse a rir medidas terapéuticas sencillas,
recuperar las actividades que se pues los sistemas complejos, justa-
consideran valiosas. Las técnicas mente, pueden ser moldeados más
de biofeedback, neurofeedback, la eficientemente mediante pequeños
hipnosis, la relajación y otros proce- cambios.

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