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TODOROV, T.:
i\11JAJL BAJTJN. EL PRJNCJPIO DIALOGICO,
Du Seuil, París, 1981.
Cap. 2 : "Epistemología de las Ciencias Humanas" (síntesis)
Traducción del francés de Nonna Piccinini. Año 1985.
Sostiene Bajtín que en el Renacimiento se propaga un uso
descentrado del lenguaje, que se manifiesta sobre todo en la
novela y que corresponde a la concepción galileana del mundo
por oposición a la de Ptolomeo. Para Bajtín, la explicación de
este fenómeno reside en que la evolución de las artes y de las
ciencias está ligada a la evolución de la ideología.
Existe por lo tanto, entre las ciencias naturales y las ciencias
humanas, un paralelismo histórico que se explica por su raíz
común en lo ideológico y lo social. Pero al lado de esta primera
tesis de 13ajtín, que se sostiene sobre la unidad y homogeneidad
del campo del conocimiento, existe un pnnc1p10 de
diferenciación que separa ciencias humanas y c1enc1as
naturales. Bajtín descubre este principio casi, por un azar al
estudiar el rol del discurso en las distintas actividades
humanas: este rol es esencial en las ciencias humanas pero nulo
en las ciencias naturales.
"Todo el apara/o melodológico de las ciencias
111a/emá1icas y na111rales eslá orienlado hacia la cap/ación
ele 11n objelo 'cosificado' q11e no se revela en el discurso y
q11e 110 com1111ica nada de sí mismo. Aquí el conocimiento
no es!á ligado a ·la recepción y ala inlerpre/ación cleY
discursos y signos q11e vienen del objeto ( .) En le,�
ciencias h11ma11as s11rgen los problemas especificas de la
11bicación, trasmisión e inlerpre/ación de los discursos del
airo (ej. las f11e11tes en la historia). En cuanto u las
disciplinas filológicas, el hombre ("parlante') y s11
discurso son de manera f11ndamen1al el objeto del
conocimiento (. .) En el dominio de la poética, de la
historia de la /itera/ura y en general de la hisloria de las
ideologías, ningún o/ro acercamienlo es posible ( _. . ); )' es
necesario no so/amen/e hablar aquí del discurso sino
hablar con el discurso, para caplar el seníido ideológico,
accesible sólo a una cap/ación dialógica que incluye la
evaluación y la resp11es1a". (])
Bajtín distingue dos puntos donde se cristaliza la diferencia
entre ciencias humanas y ciencias naturales: en el objeto y en
el método (desde el punto de vista del sujeto que conoce).
a) Diferencia en el objeto
El objeto de las ciencias humanas es un texto, en el sentido
amplio de la materia significante.
"Naso/ros nos interesamos en la especificidad de las
ciencias humanas dirigidas hacia los pensamientos, los
sen/idos, las significaciones, q11e vienen de olro y q11e se
realizan y ofrecen al sabio únicamen/e bajo la especie de
1111 /ex/o ( . .) El /ex/o es esa realidad inmediala sólo en la
cuál pueden es/as disciplinas y esle pensamiento
cons1i111irse. Allí donde no h ay /ex/o, no hay objelo de
investigación y de pensamien/o "(2)
Por lo tanto no es simplemente el hombre el objeto de las
ciencias humanas, sino el hombre en tanto que productor de
textos.
"Las ciencias humanas son las ciencias del hombre en s11
especificidad y no de 11110 cosa sin voz y de un fenómeno
natural. El hombre en su especificidad humana se expresa
7
 siempre, es decir, crea 1111 texro (aunque sea polencial).
Allí donde el hombre sea es111diado fuera del !ex/o e
independientemente de él, 110 se !rala de ciencias humanas
(anaromía y fisiología h11111a11a, etc.) "(2)
Esta idea. esta distinción, estaba ya presente en la primera
publicación teórica de Voloshínov/Bajtín:
"Los cuerpos f,sicos y químicos exisren igualmen/e fuera
de la sociedad humana, 111ie11lras q11e los productos de la
creación ideológica no se desarrollan más que en ella y
por ella"(])
Bajtín ha recurrido a formulaciones diferentes para definir la
identidad del objeto de las ciencias humanas. En los escritos de
los ai'ios '20 se sirve de una antigua distinción en la materia, la
de San Agustín entre cosas y signos ( ...) Describe el signo
como aquello que envía de una cosa a otra, en oposición a las
cosas que son en sí mismas intransitivas. A su vez, los signos
se dividen de manera agustiniana en "ya existentes" · y en
"expresamente creados"
Las ciencias humanas son pues subdivisiones de la semiótica.
Al mismo tiempo, Voloshínov/Bajtín parecen considerar como
intercambiables las dos nociones de "conjunto de signos" e
"ideología".( ... )
"El acto humano es 1111 texto potencial, Ciencia del
espíritu. El espíri/u (el mío como el de otro) no puede ser
dado como cosa sino sólo a través de 11110 expresión de
signos, 11110 realización por texlos(..) q11e valen por sí
mismos y por los otros "[sujetos cognoscentes] (2)
En un texto fechado aproximadamente en 1941, pero que Bajtin
)etomará en 1974, se encuentra otra tentativa de definición de
'las. ci�ncias hun1anas: la división no es más entre cosas y
signos sino entre cosas y personas.
8
"Conocimientos de las cosas y conocimiento de la
persona. Es necesario caracterizar/o como extremos: /a
cosa p11ra y m11erta, que no es más q11e exterioridad q11e
110 existe más que por "el otro" y q11e este o/ro ( el s11jeto
cognoscenle) puede revelar ell/eramenle por 1111 acto
11nila1eral. El airo extremo es el conocimienlo de la
persona en presencia de la persona misma, el diálogo, la
inlerrogación, la súplica; dos límites del pensamiento y de
la práctica o dos !ipos de relaciones (la cosa, la persona)"
(2)
Se podría decir que en ciencias naturales se busca conocer un
objeto y que en ciencias humanas un sujeto.
"Las ciencias exaclas son 11110 forma mo110/ógica del
saber:· el inlelec/o co/1/empla una cosa y habla de ella.
Acá 110 hay más q11e 1111 solo sujelo, el sujelo cognoscente
(o que conlempla) y parlan/e (emmciante). Enfrenle de
es/e s11je!Ó, una cosa sin voz. Pero 110 se p11ede percibir y
es111diar el sujelo en sí mismo como si f11era 11na cosa,
porque deja de ser s11jelo si no tiene voz; en consecuencia
su conocimien/o no puede ser más que dialógico". (2)
Esta insistencia sobre la persona no debe ser entenderse como
una defensa de la individualidad psicológica (nada estaría más
alejado del pensamiento de Bajtín). Se trata más que nada de
insistir sobre el carácter único, no repetible, de los hechos que
fom1an el objeto de las ciencias humanas.
"La personalización no es de ninguna manera subjeliva.
El límite aquí 110 es el yo, sino es/e yo en una inlerrelació11
con los.otros, es decir, yo y otro, yo y tú (..)" (2)
Sorprende la ausencia de Ja palabra "histórico": este término
parece no haber sido abordado por Bajtín ( ... )
Las ciencias humanas y los estudios literarios en particular,
sufren de un complejo de inferioridad ¡¡l enfrentarse con las
ciencias mturales y querrían sobrepasarlas. Pero lo hacen al
precio de sacrifica, su especificidad, olvidando que "su objeto"
no es Justamente un objeto sino otro sujeto. Esta veneración de
la '·,er(iJdera ciencia" puede tomar muchas forrnas. Desde sus
primeros escritos, Bajtin demostró que existe una tendencia a
susti1uir el verdadero objeto de las ciencias humanas por una
realiJaJ que seria más inmediata, más tangible (. .),
reduciendo el texto a su materialidad (empirismo objetivo) o a
los estados psíquicos (que lo preceden o que le siguen) de los
que producen o reciben el texto (empirismo subjetivo)
'·(. . .)"
Para los estudios literarios, son los fonnalistas rusos los que
ilustran los dos tipos de empirismo. El empirismo objetivo:
reducen el texto a sus estructuras lingüísticas y luego, si es
pos,hle. a la materia fónica; o renuncian a la búsqueda de
"intenciones" porque no son directamente observables. Bajtín
opondd su propia actit1.1d a la de los fonnalistas.
"Nosolros insislimos sin cesar en el aspee/o semán1ico y
sobre el aspee/o expresivo, es decir inlencional -que son
los f,1erzas que es1ra1ifica11 y diferencian la lengua
lireraria connfn- más que cf?J§!nemos en las ,narcas
ling1iis1icas (coloraciones lexicales, an7'onías semán1ica)
ele las jergas profesionales y o/ras marcas que son, por así
decir¡ depósilos esclerosados del proceso inlencional y los
signos de una inlerprelación de formas lingiiislicas
comunes dejadas de lado por el lrabajo vivo de /a
i".1 1tcnción. Estas marcas exteriores, observaóles e
1de111ijicables en el plano lingiiíslico, no pueden ser
aprehendidas s111 lener en cuenla la inlención ,¡11e la
unima"(J)
Esta exigencia de asir el lenguaje no en les fonnas producidas
sino a través de las fuerzas productoras (Humboldt decia:
"energeia non ergon") encuentra su correla10 del lado del
receptor en la insistencia con que es utilizado.' el ténnin,c
11
Hhorizonte".
"Es necesario una vez más subrayar que por "lenguaje
social" enlendemos no las diferencias dialee1ológicas sino
el conjun/o concre/o y vivo de marcas de diferenciación
social, dadas a lravés de desplazamientos sem6n1icos y
elecciones léxicas. Es un horizonle sociolingüíslico
concre/o que se diferencia en el i111erior de los !imiles de la
lengua abs1rac1amenle unificada. Por lo 101110, es/e
horizonle verbal no se presta a 11110 definición lingiíistica
rigurosa, pero eslá cargado de posibilidades para una
independencia dialecllkal ul!erior: es 1111 dialeclo polencial,
el embrión de un dialec/o no formado !Odavía" (})
El empirismo objelivo es por lo lanlo una de las formas de!
formalismo en los estudios literarios; la otra es el empirismo
subjetivo, perceptible a través de conceptos como
"automatización"; "fomia sensible" o "palpable";
"distan e iamien to".
"( . .) Los formal islas han a/acodo a aquellos que buscan el
alma y el lemperamen/o en la obra lileraria, pero ellos
mismos reconocieron en és1a la capacidad psicof,siológica
de producir exci!Ociones "(])
Las dos formas de empirismo provienen de la idea aristotélica
de que es posible, y aún necesario, separar el estudio de la obra
del de los participantes en el acto de comunicación que es la
literatura (el autor y el lector), Por lo tanto, si se procede así, se
retiene sólo una parte de un proceso que no es inteligible sino
en su totalidad.
9
 "En s11ma, es1os dos p11111os de vis/a pecan del mismo
defec10; e/íos 11·ara11 de enconlrar el todo en la parle,
presentan la estructura de la parle, abstracta111ente aislada
por ellos, en lugar de la estruc111ra del todo. En realidad,
lo "ar1ís1ico "en s11 IOlalidad 110 reside en la cosa ni en el
psiqZ1is1110 del creador tomado aislada111e111e ni en el del
conte111plador: lo artístico engloba los tres aspectos j,1111os.
Es una forma particular de la relación entre el creador y
el conlemplador,Jijada en la obra de arte." (3)
Es una variante del objetivismo, todavía más abstracta, que se
encama, según Bajtín, en los estudios estructurales más
recientes.
"En el eslrucluralismo no hay más que un solo sujeto, el
sabio mis1110. Se transforman las cosas en nociones ( de
una abstracción \'ariable}; [pero) el sujeto no puede jamás
devenir una noción (él habla y se responde a sí mismo} el
sen/ido es personal: hay siempre en él Z111a preg1111/a, 1111
llamado, Z111a respuesta anticipada: en él hay sie111pre dos
sujetos (el 111í11imllm dialógico)" (2)
Una nota precisa sus diferencias con los estructuralistas:
"Mi posición frenle al estruct11ralismo. Conlra el encierro
en el /ex/o ( .} Una /ormakació11 y una
despersonalización co1110 co11sec11encia: todas las
relaciones 1ie11e11 lln carácler lógico (en el sentido amplio
de la palabra). Mientras q11e yo oigo por todos lados
voces, y relaciones dialógicas entre las voces." (2)
Este reproche dirigido contra los estudios estructurales se
inscribe en suma en una querella entre los subjetivistas y los
' objeti vistas ( creemos escuchar a Kierkegaard critic;ando a
Hege°I: "el sujeto no puede jamás devenir una noció�I. Bajtín
defiende la subjetividad, no la de la persona cognoscente,
. \o
como se hace habitualmente, sino la de la "cosa" a conocer. O
como lo dice en otra nota de los últimos años de su vida:
"Las ciencias del espíritu: su objeto no es !1170 sino dos
'espíritus' (estudiado y "est11diante") que no se deben
jllsionar en !In espirilu único. S11 verdadero objeto es la
interrelación y la interacción de los espíritus" (2)
b) Diferencia de método
No sorprenderá que a la diferencia de objeto le corresponda
una diferencia de método, a tal punto que Bajtín preferirá
hablar de "com,prensión" más que de "conocimiento". En esto
permanece fiel a la tradición inaugurada por Dilthey, Rickert y
Max Weber. A partir de sus escritos de juventud, Bajtín,
combatiendo a la epistemología y a la estética de la empatía,
describe la comprensión como una trasposición que mantiene
separadas dos conciencias autónomas.
"( . . . )"
En sus escritos posteriores pondrá el acento particularmente en
la dualidad irreductible del locutor y del receptor: la primera
característica de la comprensión es que tiende a tomar la forma
de una réplica, suscitada por el propósito inicial (el objeto a
conocer).
"Toda comprensión verdadera es activa y representa desde el
vamos el embrión de una respuesta. Sólo la comprensión activa
puede apropiarse del tema (del sentido de lo enunciado)(... )
Toda comprensión es dialógica. La comprensión se opone a lo
enunciado, como una réplica se opone a otra en el sentido de
un diálogo. La comprensión va a la búsqueda de un
contradiscurso para el discurso del locutor." (4)
No hay aquí, en efecto, ninguna diferencia entre el discurso a
conocer y el discurso cognoscente: los dos son consustanciales
(lo cual no ocurre en las ciencias de la naturaleza) .
:,
$
�
!-t
$ ''Pcnsomietilos sobre los pensamientos, eJ.periencias de "El 111e1ole11g11a;e no es si111ple111e11te 1111 código: se
� f!.\j,'r!nc11c1as. discursas sobre íos discursos, lexros relaciona sie111pre diaiógicamenle con el le11g11a;e que
� apoyodos sobre los lexlos Esla es la par1ic11/oriciacl de describe y analiza." (2)
� �-
1111esrros disciplinas (h11111anas) en relación a las ciencias Como consecuencia de esta diferen,.ia fundamental, los
11a111mies ( .) "(2) ténninos mismos de ciencia y conocimiento no guardan el
�
Se puede distinguir ciertamente, ateniéndonos a la lógica, el mismo sentido según se los aplique en uno o en otro dominio.
� "La inlerpre/ación de es1ruc111ras simbólicas debe
lenguaje y el metalenguaje, el texto y el metatexto. Pero, para
� BaJtín, la relación metatextual no está especificada, el profundizar en la infini111d de los senlidos si111bólicos, por
� metatexto es de hecho un intertexto, el enunciado que describe eso no puede ser cienlíjica (...) pero es prof1111damenre

'.,
� a otro enunciado entra con él en una relación dialógica. cognitiva." (2)
"El eslenograma (sic) de las ciencias humanas. Es siempre Introduce dos términos diferentes para definir el ideal en uno y

'
el esre11ogra111a de un diálogo de una especie par1ic11/ar: la
correlación compleja del lexlo (objelo de estudio y
reflexión) y del con/ex/o que lo encuadra (preg,mla,
objeción, ele) co1110 s11 marco creado, y donde se realiza el
�-
.,(/
�·
pensamienlo cog11osci1ivo y evaluador del sabio. Se /rala
del enc11enlro de dos /ex/os: del lexto dado y del que se
\ eslá creando co1110 reacción al primero y por
co11sec11e11cio, r/el encuentro de dos sujelos, de dos
� frenre a sí una cosa 111uer/O; él preg11nla al mismo q11e va a
autores. " (2)
\ "La cornprensión como forma de relación con olros lextos
\ y como rei111erpreloció11 en un nuevo con/ex/o (el mio, el
\ de mi tiempo, el del f111uro) (..) Lo verdadero co111prensión
\ en lireral11ro y en los es111dios li1erorios es siempre
hislórico y persono/ (..) ¿ Hay un equivalente a 11n
\
conlexlo en ciencias naturales ? El con/ex/o es siempre
oigo personal (1111 diálogo infinito sin pri111era ni zilíimo
polobro), mientras que en ciencias naturales se /rola de un
sistema ob;eti1·0 (desprovislos de s11je1o s) "(2)
O más brevemente:
· no por un objeto real, sino por un objeto de conocimiento, que
otro caso: para las ciencias naturales cuenta sobre' todo la
exactitud:
"La exaclilud presupone la coincidencia de la cosa con
ella misma. El limile de la exaclilud es la identíjicación
(a = a)." (2F
Para las ciencias humanas la profúndidad es lo esencial:
[En las ciencias humanas}"el szUelo cognoscen/e no se
formula una pregunta, un inlerroganle a sí mismo, ni 1iene
ser conocido. El crilerio no es la e.rnclit11d, sino la
prof11ndidad de la pene/ración. El objelo de las ciencias
humanas es el ser expresivo y parlan/e. Esle ser no
coincide jamás consigo mismo, por es/o es inago1able en
su sen/ido y en su signíjicación (...)" (2)
c)Lingüistica y translingüística
Et objeto común a todas las ciencias humanas es el texto.
Como estas ciencias son múltiples, no pueden ser sometidas al
imperio de una de ellas. Corno la epistemología de las ciencias
lo afim1a desde hace mucho tiempo, una ciencia se determina
11

'-�-
surge de la adopción de una perspectiva en cada caso diferente
para un mismo objeto.
"El objelo real es el hombre social q11e habla y se expresa
por disrinros medios. El leng11aje, el discurso es casi la
roralidad de la vida humana. Pero no pensemos que esa
realidad rora/ y de n11í/1iples /aceras p11eda ser el objelo de
11110 sola ciencia: la /i11g1iísrica (. . .) "(2)
De todas las perspectivas posibles para encarar el objeto único,
Bajtín toma dos: la lingüística y otra ciencia que en sus últimos
escritos llama "metalingüistica" y que yo traduciría por
translingüistica. -El término usado actualmente que mejor se
adecuaría al de translingüística, seria el de "pragmática": se
puede decir sin exageración que Bajtin es el fundador moderno
de esta disciplina.
Lingüística y translingüística representan dos puntos de vista
diferentes sobre el mismo objeto: el lenguaje ( ...) Para Bajtín
es imposible construir una ciencia del discurso (Poética) sobre
la base de la ciencia de la lengua (Lingüística).
El objeto de la translingüística no es la lengua sino el discurso,
representado por los enunciados individuales. (En los escritos
más antiguos, discurso y enunciado no están bien
diferenci_ados). Es claro que el discurso es el producto de una
"puesta en acción" (realización) donde la materia lingüística es
sólo un ingrediente; el otro ingrediente está dado por el
contexto histórico, social, cultural, etc., que en cada caso es
único.Luego, el contexto es único por definición( ...) y esto le
permite oponer las unidades de la lengua a las instancias del
discurso, como lo que es reiterable frente a lo que es único.
( .. )
·; "El enunciado como 1111 lodo 110 reirerable, hisróricamenle
' ,ínico ,e individual (. . .) no reprod11cible (a1111q11e cilable) y
12
(los en1111ciados) esrán relacionados enrre sí por relaciones
dialógicas. "(2)
(...)
Se presenta ahora una nueva dificultad epistemológica: si los
enunciados son únicos ¿pueden ser objeto de una ciencia ? Fue
por esa razón que Saussure eliminó el habla del objeto de la
lingüística. Pero la translingüística supera su estatuto de
ciencia de lo particular porque estudia los aspectos generales
(la forma y las funciones) de los enunciados. (Si tomamos los
enunciados en lo que tienen de específicos y únicos pasamos al
ámbito de la historia literaria). La translingüística estudia las
leyes de funcionamiento de los enunciados., · : u·
Siendo el enunciado un "todo no reiterable. único. e
individual", cuando se repite una frase que se acaba de
pronunciar, a pesar de todas las identidades aparentes, la
segunda tiene un estatuto parecido al de la cita. Esta diferencia
entre Lengua y Discurso determina la paradoja de la
traducción:
"Todo sislema de signos, es decir, toda lengua, cualquiera
sea la dimensión de la coleclividad que la adople, puede
ser en principio descifrada y lraducida a o/ro sistema de
signos; por consiguienle hay una lógica general de los
sistemas de signos, una lengua de leng11as, polencial y
unificada (que, por s11p11esto, 111111ca podrá transformarse
en 11110 lengua particular y concreta, una lengua enrre las
otras lenguas) Pero el texlo, a diferencia de la lengua, no
puede ser traducido absolulamenle, porque no h ay !ex/o de
/ex/o, po!encial y unificado."
La evidencia del carácter no reiterable del hecho textual, remite
a los problema·s de epistemología general abordados
anteriorn1ente. Bajtín se pregunta ahora si la unicidad es
•
�
�
�
�
carJc 1 ec:stica e>:c!usiva del objeto de las ciencias humanas o b
presentan también los objetos de las ciencias naturales: qué
!:�
cosa tan única, por ejemplo, como la huella digital. Aún más,
� tanto la huella como el libro se pueden reproducir, un libro
�� existe en muchos ejemplares, la impresión se puede multiplicar
� al infinito ... pero esto, reduciendo al texto sólo a su aspecto REFERENCIAS
� material y descartando la intervención de un sujeto:
"Unicidad 110111ral (por ejemplo, la huella digi1al) y no ( 1) BaJtín, M. Esthétique et théorie du Roman, �allimard,

�,
i,
reirerabilidad semiólica del /ex/o: una reprod11cción 1978.
� mecánica es posible para el !ex/o; pero la reprod11cció11 (2) Bajtín, M. Estética de la creación verbal, Siglo XXI,
por un sujelo (vuella al /ex/o, nueva lec/ura, nueva ]982
� 1111li:ació11, cila) es un acon/ecimienlo nuevo y no (3) Todorov, T. y Bajtín, M. El principio dialógico, du

.,
t:, reilerable en la vida de un /ex/o, nuevo eslabón en la Seuil, 1981.
cadena his1órica de la comunicación verbal." (4) Bajtín, M. El marxismo y la filosofía del lenguaje.
(. ..) Saussure descartó al habla como objeto de la Lingüística;
()

,,,)
Bajtín se opondrá explícitamente a esta manera de encarar el NOTA: Las aclaraciones entre corchetes pertenecen a la
�\ problema, afinmando que el habla pertenece al dominio de lo traductora.
social, no de lo individual. ¿Cómo salvar esta dificultad? Bajtín
se ocupa de esto en uno de sus últimos textos:
"El problema es si la ciencia puede ocuparse de
.)
1111icidades 1011 absolulamenle irrepelibles como los
.) enunciados, que parecen quedar ji,era del campo del
·--'\·· co11ocimie1110 cienlíjico generalizan/e. Por supueslo que sí.
Primero, el punlo de par/ida d;(Ja ciencia consisle en /
unicidades no reilerablcs, y así a lo largo de su /rayec/o se
relacio11a co11 lo parlicular. E11 ·IIJ-1'-Scgundo 11:sf.1gtj-íef, la
ciencia y sobre lodo la filosofia, puede y debe esludiar la
forma y la función específicas de lo individual."

13
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