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de con las acomodaciones alternativas de vivien- nia y de trastornos parecidos a la esquizofrenia.

da, tales como hogares para grupos supervisados. Así todo, no todos los profesionales aceptan esta
distinción; tienden a concebir estos trastornos
como una amplia categoría que se manifiesta de
ESQUIZOFRENIA forma diferente a distintas edades. Asimismo,
incluso entre los que están de acuerdo con la dis-
Como hemos señalado al principio de este capítu- tinción de trastornos quedan cuestiones por resol-
lo, tanto Kraepelin como Bleuler encontraron un ver sobre la clasificación y naturaleza de La esqui-
pequeño porcentaje de casos de esquizofrenia zofrenia en los niños y adolescentes. Por tanto, la
cuyo inicio se había producido en la niñez. En la batalla para comprender este asunto continúa, y
década de los años treinta aparecieron los prime- muchas de las antiguas cuestiones siguen estu-
ros estudios descriptivos y epidemiológicos de diándose.
alto riego de esquizofrenia en la niñez (Cantor,
1988). Entre los primeros investigadores impor-
Criterios del DSM-IV
tantes se encuentran Poner ( 1933), Bender
(1947), Despert (1940) y Bradley (1947). Duran- A pesar de que los sistemas de clasificación más
te las décadas siguientes se realizaron muchos importantes han reconocido en algún momento la
esfuerzos para conceptualizar la naturaleza de categoría de esquizofrenia en la niñez, esto ya no
esta afección. Esta búsqueda se complicó por el es así. A este cambio le subyace el razonamiento
debate que surgió en cuanto a la forma en que se de que la esquizofrenia y los trastornos similares
relacionaban la esquizofrenia adulta e infantil, así son esencialmente iguales en los diferentes gru-
como si La esquizofrenia adulta se concebía mejor pos de edad. Por tanto, a los niños y adolescentes
como una categoría amplia que incluía varias se les clasifica como esquizofrénicos si satisfacen
expresiones conductuales o como una categoría los criterios del trastorno en los adultos.
reducida (Volkrnar, I 991). Es dentro de este En el Cuadro 12-5 se resumen los criterios del
marco donde Kanner defiende la existencia de un DSM-IV,y en la sección A del mismo se presentan
síndrome diferente de autismo y se diferencian las manifestaciones del trastorno. Las ideas deliran- tes,
varios trastornos del desarrollo de la esquizofre- o creencias erróneas, y las alucinaciones, o per-

CUADRO 12-5 Criterios del DSM-IV para el diagnóstico de esquizofrenia


A. Dos o más de los siguientes, presentes de forma significativa durante un mes
l. ideas delirantes
2. alucinaciones
3. lenguaje desorganizado
4. comportamiento catatónico o desorganizado
5. síntomas negativos, por ejemplo, aplanamiento afectivo, alogía o abulia
B. Deterioro acusado en una o más áreas de actividad, tales como el trabajo, las relaciones interpersonales o el cuí·
dado de uno mismo. En los niños, incapacidad de alcanzar el nivel esperado en el colegio, en el trabajo o en las
relaciones interpersonales.
C. Alteración permanente durante al menos 6 meses. Al menos un mes con síntomas del Criterio A. Puede incluir
períodos anteriores (prodrómicos) o residuales en los que se presentan menos síntomas.
D. No se debe a afecciones asociadas: trastorno esquizoafectivo o trastorno del estado de ánimo con síntomas psicó-
ticos.
E. No se debe a drogas, medicamentos o a una afección médica general.
F. Si existe un historial de trastorno generalizado del desarrollo, incluyendo el trastorno autista, se realizará el diag-
nóstico solamente si están presentes durante al menos un mes ideas delirantes y alucinaciones.
Adaptado y reproducido. con autorización, del Diognostic and Statistical Ma1111al oj Me11t(1/ Disorders, Fourth Edition. Derechos
de autor de la American Psychiatric Association, 1994.
cepcíones erróneas, se consideran a menudo las mar- problemas que existen para su clasificación y diag-
cas características de la esquizofrenia. Pero la desor- nóstico. No obstante, la prevalencia está relaciona-
ganización del habla, la cual refleja un pensamiento da con la edad. Se piensa que es extremadamente
desordenado, suele señalarse como el síntoma más baja antes de los cinco o seis años de edad (más
importante. El comportamiento desorganizado se baja que la del autismo), que aumenta en alguna
manifiesta de muchas formas: tonterías inoportunas, medida durante la niñez, y que luego aumenta
rápidamente durante la adolescencia para alcanzar
inquietud inesperada y conductas de agresión, falta
de cuidado de uno mismo y otras similares. Los el índice que se encuentra en los adultos del 1 por
ciento (McClellan y Werry, 1994 ). A fin de apre-
comportamientos catatónicos consisten en alteracio-
nes motoras, tales como un exceso o un defecto de ciarlo adecuadamente, se ha estimado que se
encuentran menos del 20 por ciento de los casos
reactívidad motora o posturas corporales extrañas y
antes de los diez años de edad (McKenna, Gordon
rígidas. Todos estos comportamientos que acabamos
et al., 1994). Durante los primeros años de vida
de describir se denominan síntomas positivos. Sin
este trastorno se produce con más frecuencia en
embargo, las personas con esquizofrenia también
los varones que en las mujeres. si bien esta dife-
presentan síntomas negativos, es decir, la carencia
rencia entre sexos parece desaparecer en la puber-
de conductas que se producen normalmente. Así
tad (Green et al., 1992; McClellan y Werry, 1994).
pues, pueden mostrar muy poca emoción, su expre-
Pueden producirse unas tasas de esquizofrenia
sión verbal puede consistir en réplicas breves que no
en los niños más altas en las familias con una
parecen comunicar mucha información (alogia), o
menor educación y con un éxito profesional menor
puede que ni inicien ni persistan en acciones dirigi-
(Volkmar, l 991), y se ha citado la diferencia en la
das a la consecución de un objetivo (abulia). Sin que
clase social como una de las maneras en que se
resulte una sorpresa, los comportamientos esquizo-
diferencia del autismo. Sin embargo, los datos
frénicos alteran la adaptación normal y las relacio-
referentes a la clase social son confusos y puede
nes. Por lo tanto, a los niños y adolescentes a los que
que estén sesgados debido a su fuerte dependencia
se les diagnostica esquizofrenia deben haber mostra- de las muestras de hospitales (Werry, 1992).
do un nivel de logro mucho mayor o no haber alcan-
zado los niveles normales de logro. Funcionamiento psicológico y conductual
Tanto el DSM-IV como otros sistemas de clasi-
ficación incluyen subcategorías en la esquizofre- Los niños a los que les diagnostica esquizofrenia
nia. Sin embargo, no se ha determinado la fiabili- presentan muchos comportamientos problemáti-
dad de las subcategorías, así como su utilidad con cos, si bien existe una gran variación entre indivi-
respecto a los niños y los adolescentes. Aparte de duos. En los últimos años la investigación llevada
esto, surgen otras cuestiones en lo que se refiere al a cabo ha documentado la aplicabilidad de los cri-
diagnóstico de niños y adolescentes. Por ejemplo, terios de la esquizofrenia adulta a los niños. pero
es muy poco probable que se diagnostique esqui- de forma más fácil a los adolescentes. Nos centra-
zofrenia a los niños muy pequeños, ya que su nivel remos en primer lugar en los síntomas psicóticos
de desarrollo limita su capacidad de mostrar los primarios y después en los síntomas asociados
síntomas psicóticos recogidos en los criterios de la que presentan los casos clínicos. (En la página 72
sección A. Los investigadores que piensan que el se muestra una descripción de un caso).
proceso esquizofrénico puede comenzar muy pron- Alucinaciones. Las alucinaciones son per-
to, quizá en el segundo o tercer año de vida, sostie-
cepciones falsas que se producen en ausencia de
nen que no se tienen en cuenta las manifestaciones estímulos identificables. En el Cuadro 12-6, el
precoces de la esquizofrenia (p.ej., Cantor, 1988). cual presenta algunos de los síntomas de cuatro
muestras de niños diagnosticados con esquizofre-
Prevalencia nia, se indica que la frecuencia con que se produ-
Los datos sobre prevalencia y epidemiológicos cen alucinaciones es alta y notablemente consis-
continúan siendo limitados y carentes de calidad, tente a lo largo de estas investigaciones. Las
debido a la baja frecuencia de este trastorno entre alucinaciones auditivas fueron con mucha dife-
los niños y adolescentes y a la gran cantidad de rencia las más habituales. Se comunicó la existen-
CUADRO 12-6 Algunos síntomas de los niños esquizofrénicos en cuatro estudios diferentes

Porcentaje de síntomas que presentan


Edt1d Niños: Cl Alucinaciones Alucinaciones Ideas Pensamiento
media Niñas medio auditivas visuales delirantes desorganizado
Kolvin et al., 1971
N=33 11,1 (est.) 2.66:1 86 82 30 58 60
Green et al., 1996
N=38 9,58 2,17:l 86 84 47 55 100
Russell et al., 1989
N=35 9,54 2,2:l 94 80 37 63 40
Volkmar et al., 1988
N=l4 7,86 (est.) 2,5: 1 82 79 28 86 93
Adaptado de Green et al., 1992, Russell et al., 1989 y Volkmar et al., 1991.

cía de alucinaciones visuales con bastante fre- CUADRO 12-7 Porcentaje de niños con alucina·
cuencia, en tanto que las que implicaban el tacto clones e ideas delirantes

y el olfato eran muy escasas. Estos hallazgos son Tipos de alucinaciones Porcentaje
consistentes con los de otros estudios realizados
sobre niños y adultos con esquizofrenia (Kemph, Alucinaciones no afectivas 80
Órdenes 69
1987; Davison y Neale, 1996). Visuales 37
En el Cuadro 12-7 puede apreciarse la variedad Voces que conversan 34
de alucinaciones que se comunicaron en el estu- Religiosas 34
dio de Russell, Bou y Sammons ( 1989), así como Persecutorias 26
el porcentaje de sujetos que experimentaron cada Voces que comentan 23
uno de los tipos. No resultaba poco frecuente que Táctiles 17
un niño comunicara varios tipos diferentes de alu- Olfatorias 6

Somáticas 6
cinaciones, si bien las alucinaciones no auditivas
nunca se producían en esta muestra sin que se pro-
dujeran alucinaciones auditivas. A continuación
se ofrecen algunos ejemplos de los informes que
dieron los niños de sus experiencias.
Tipos de ideas delirantes Porcentaje
Auditiva: La luz de la cocina decía hacer cosas y me dijo
Persecutorias 20
«cállate». Somáticas 20
Orden: La voz de un hombre dijo «mata a tu padrastro» Extravagantes 17
y «vete fuera a jugar». De referencia 14
Visual: Se vio en diferentes momentos y en diferentes De grandeza 11
lugares un espíritu con la cara roja, quemada y con De inserción del pensamiento 11
cicatrices. De control/influencia 9
De lectura del pensamiento 9
Religiosa: Dios dijo, «lo siento, D., pero no puedo ayu- De difusión del pensamiento 6
darte ahora, estoy ayudando a otra persona». De control del pensamiento 3
Persecutoria: Los monstruos dijeron que el niño era Religiosas 3
«estúpido» y que Je harían daño. Tomado de A.T. Russell; L. Bon, y C. Sammons, Thc phcno-
menology of schizophrenia occurring in childhood. Joumal of
Ideas delirantes. Las ideas delirantes, creen- thc American Acadcmy of Child and Adolescent Psychiatry, 28
cias falsas que se mantienen incluso ante la evi- (3), 399·407, 1989. ©dela American Acadcmy of Child and
Adolescent Psychiatry.
dencia de una contradicción real, se encontraron
con relativa frecuencia y de forma consistente tras. A pesar de que estas diferencias puedan ser
entre las muestras que se resumen en el Cuadro en efecto reales, también pueden deberse a pro-
12-6. Se hallaron muchos tipos de ideas deliran- blemas para detectar la desorganización de pensa-
tes, como se muestra en el Cuadro 12-7, y algunos miento y a las diferencias en su forma de definir-
niños informaron de varios tipos. A continuación lo (McKenna, Gordon et al., 1994).
se presentan algunos ejemplos.
Funcionamiento intelectual y del lenguaje. El
Persecutoria: Un niño creía que su padre se había fuga- funcionamiento intelectual, tal y como se eva- lúa
do de la cárcel y que iba a matarle. a través de los tests de inteligencia, es un tanto
Somática: Un niño creía que el espíritu de un niño y el deficiente en la esquizofrenia en los niños, si bien
de una niña vivían dentro de su cabeza. las puntuaciones que se obtienen en el intervalo
Extravagante: Un niño estaba convencido de que era un de retraso mental son aquí tan evidentes como en
perro y que le estaba creciendo pelo. Una vez se negó el autismo. Puede que del 10 al 20 por ciento de
a abandonar la consulta del veterinario si no le pega- los casos presenten unas bajas puntuaciones de CI
ban un tiro. (McClellan y Werry, 1994). Muchas de las pun-
Grandeza: Un niño tenía la firme creencia de que era tuaciones de los niños están en el límite de las
diferente y capaz de matar a otras personas. Sintió puntuaciones medias. Existen unos pocos estu-
que se volvió muy fuerte cuando Dios «zumbó» a tra-
dios sobre el rendimiento en subtests de CI, pero
vés suyo.
pueden darse déficit relativos en tareas verbales y
Desorganizacién del pensamiento. Los deli- en tareas que requieran procesamiento de infor-
rios de grandeza son alteraciones en el contenido mación a corto plazo (Asarnow, R.F. et al., 1987~
del pensamiento, pero en la esquizofrenia también Green et al., 1992).
está trastornada la forma de pensar. El trastorno Los estudios de laboratorio también indican
formal del pensamiento se refleja en un habla alteraciones en el procesamiento de la informa-
desorganizada. El niño puede presentar asociacio- ción, en especial en la atención. Por ejemplo, los
nes vagas: es decir, salta de un tema a otro sin una niños con esquizofrenia respondieron ante estímu-
conexión evidente entre ellos y sin darse cuenta los auditivos con ondas cerebrales anormales, las
del problema. Su lenguaje puede carecer de lógica cuales eran parecidas a las que se habían encontra-
y ser bastante incoherente e incomprensible para do en adultos esquizofrénicos (Erwin et al., 1986).
los demás. También puede estar empobrecido, sin A partir de una serie de estudios de laboratorio,
que comunique mucha información debido a que Asarnow, Sherman y Strandburg ( 1986) concluye-
es vago, demasiado abstracto o demasíado concre- ron que había ciertos mecanismos atencionales
to, o repetitivo. Las asociaciones vagas y la inco- que no se desarrollaban, mecanismos que también
herencia pueden observarse en este extracto de una eran deficientes en la esquizofrenia adulta. Estos
entrevista con un niño de siete años de edad: investigadores razonaron que tales déficit de aten-
ción podrían manifestarse en un habla vaga y di va-
Solía tener un sueño mexicano. Veía la televisión en la gante debido a que el niño es incapaz de mantener
sala de estar. Desaparecí de este mundo y entonces esta- el procesamiento a corto plazo que requiere la con-
ba en un servicio. Suena como un sueño vacío. E.~ un versación normal. Del mismo modo, la incapaci-
sueño mexicano. Cuando me acercaba a esa tierra de sue- dad de atender a diversos indicios sociales en un
ños me volvía cabeza abajo. No me gusta ponerme cabe- momento dado de la interacción social podría pro-
za abajo. Algunas veces tengo sueños mexicanos y sue- vocar la incompetencia social que se observa en
ños vacíos. Resulta realmente difícil gritar en sueños. los niños con esquizofrenia.
(Russell et al., 1989, pág. 404) Por otro lado, se ha informado de un deterioro
en el desarrollo del lenguaje (Cantor, 1988; Wat-
En el Cuadro 12-6 puede observarse unos por- kins, Asamow y Tanguay, 1988), y sería de esperar
centajes muy altos de pensamiento desorganizado que se produjera en los casos con un CI bajo o de
en los cuatro estudios presentados, aunque tam- inicio muy precoz que interfiere con el desarrollo
bién una gran variación entre las diferentes mues- general. El lenguaje hablado puede reflejar obvia-
mente la desorganización del pensamiento, y pue- ejemplo, un monstruo quiere matarme), pero pro-
den producirse síntomas atípicos como la ecolalia o gresivamente se vuelven más elaboradas, comple-
la creación de neologismos (palabras artificiales o jas, abstractas y sistematizadas. Estos cambios
sin significado). Sin embargo, las habilidades bási- están de acuerdo con el desarrollo cognitivo y
cas del lenguaje no parecen ser tan deficientes socioemocional del sujeto.
como en el autismo (Prior y Werry. 1986). La forma en que comienza la esquizofrenia en
la adolescencia está menos clara. Quizá no sea tan
Otros déficit. Los niños con esquizofrenia a insidiosa, apareciendo de forma más habitual
menudo muestran muy pocas emociones, o ríen, como un brote repentino (King y Noshpitz, 1991).
lloran o se encolerizan cuando la situación no Puede sostenerse que el estrés asociado a este
pide tal reacción. Se ha informado de la presencia momento de la vida desempeñe un papel en su
de otras alteraciones emocionales, tales como aparición. Este panorama parece ser más acorde con
frialdad, cambios de humor, ansiedad y depresión. la esquizofrenia adulta. No obstante, muchos
A pesar de que existen muy pocos estudios sis- adolescentes con esquizofrenia cuentan con un
temáticos sobre el comportamiento social, se ha historial de problemas de atención, motores y per-
informado de la existencia de diversos problemas ceptuales, y de otros problemas neuroevolutivos,
(Bettes y Walker, 1987; Kydd y Werry, 1982; así como una excesiva preocupación, timidez,
Watkins et al., 1988). Entre éstos se encuentran el cambios de humor y conductas de agresión.
retraimiento y el aislamiento social, la incapaci- i. Qué es lo que les sucede al final a los niños y
dad de iniciar interacciones sociales, la incompe- adolescentes a los que se Les diagnostica esquizo-
tencia y la ansiedad social. frenia? La respuesta a esta pregunta no se ha esta-
Por último, también se observan con frecuencia blecido de manera firme. En general, ocurre que,
anomalías motoras como torpeza, mala coordina- al igual que en la esquizofrenia adulta, algunos in-
ción y posturas peculiares (Bender. 1972; Cantor, dividuos presentan un trastorno crónico, otros su-
1988; Eggers, 1978; Watkins et al., 1988). fren episodios de problemas que víenen y se van,
y aún otros se recuperan. Por ejemplo, Eggers
( 1978) estudió algunos niños que tenían edades
Evolución y pronóstico
comprendidas entre siete y dieciocho años reali-
La esquizofrenia puede aparecer repentinamente, zando un seguimiento de los mismos durante una
tras unos breves episodios que llevan a un episo- media de dieciséis años. Alrededor del 20 por
dio completo, o de forma gradual (McClellan y ciento se había recobrado, el 33 por ciento mos-
Werry, 1994; Prior y Werry, 1986). Cuando se traba un estado muy malo y el resto estaba en un
produce repentinamente puede estar asociada a mal estado. En una revisión sobre adolescentes
estrés. Las que tienen su inicio antes de los trece esquizofrénicos se ha indicado que alrededor del
años de edad tienden a ser insidiosas, producién- 50 por ciento de los casos tenía un curso crónico,
dose síntomas no psicóticos antes de que aparez- y que en el 20 por ciento se producía una remisión
can los síntomas psicóticos. Estas alteraciones total de los síntomas (Krausz y Muller-Thomsen,
premórbidas no psicóticas incluyen retrasos y 1993). Pero en otro estudio se halló que el 78 por
aberraciones en las funciones del lenguaje, moto- ciento de los adolescentes habían sido hospitali-
ras, sensoriales y cognitivas, así como retraimien- zados al menos dos veces a la edad de treinta años
to social, problemas escolares y una personalidad y que no les iba muy bien (Gillberg, Hellgren y
«extraña» (p.ej., Watkins et al., 1988). Gillberg, 1993). Resulta muy difícil interpretar
Las alucinaciones e ideas delirantes muestran los resultados de los diferentes estudios debido a
una tendencia evolutiva (Eggers, 1978; Russell et las discrepancias en los criterios diagnósticos y la
al., 1989). Los temas de la niñez como son los duración de los seguimientos realizados.
monstruos y los animales se van abriendo camino Con lo que sí podemos contar es con que los
en los informes de las experiencias psicóticas de resultados suelen ser desfavorables, si bien varia-
los niños. Cuando aparecen por primera vez las bles. Una buena adaptación prernórbida, el inicio
ideas delirantes. éstas son bastante simples (por repentino y la existencia de factores precipitantes
identificados están relacionados con un resultado El rendimiento obtenido en los tests neuropsi-
final más favorable. En otras palabras, el niño o cológicos y en las tareas de laboratorio, así como
adolescente que parece que va desenvolviéndose las medidas neurofisiológicas también impli-
razonablemente bien, y que luego sufre síntomas can un trastorno biológico, tanto en la esquizo-
agudos relacionados con sucesos específicos, frenia de inicio precoz como en la adulta. Por
tiene una mayor probabilidad de recuperación. Se ejemplo, se han encontrado déficit en la atención,
ha encontrado que una edad de inicio precoz pre- en los tiempos de reacción, en el seguimiento
dice un resultado final más desfavorable, pero las visual, en diversas tareas cognitivas y en la activi-
pruebas de esto son confusas. Debido a que en los dad cerebral. Parece claro que existen algunos
niños más pequeños el inicio del trastorno tiende déficit en los mecanismos de atención y de proce-
a ser insidioso, quizá sea este factor más que la samiento de la información (Asarnow, 1994).
edad en sí lo que esté asociado a un pronóstico Existe un gran interés por encontrar posibles
peor (Werry, 1992). Debemos esperar a que reali- anomalías estructurales en el cerebro, y la mayoría
cen futuras investigaciones que nos digan más de los estudios se han realizado sobre la esquizo-
cosas acerca del curso y resultado de la esquizo- frenia adulta. Al principio, el método para estudiar
frenia en los niños y adolescentes. el cerebro consistía en realizar una autopsia de los
cerebros de los pacientes fallecidos, pero las técni-
cas actuales de neuroimagen pernúten detectar de
Causas de la esquizofrenia
forma más clara las anomalías estructurales. Un
Es muy probable que los trastornos diagnosticados hallazgo habitual es la dilatación ventricular, lo
como esquizofrenia estén provocados por múlti- cual sugiere la existencia de un menor desarrollo o
ples causas y que tengan alguna base biológica. De de una menor cantidad de tejido (Peterson, 1995).
nuevo hemos de reconocer la escasez relativa de También se han encontrado anomalías en otras
investigaciones realizadas con muestras de niños y áreas cerebrales como las prefrontales o las límbi-
adolescentes, y nuestro estudio deberá centrarse cas (Davidson y Neale, 1994; Heinrichs, 1993).
necesariamente en lo que se conoce sobre las cau- Estas anomalías suelen asociarse a déficit en los
sas de la esquizofrenia adulta, basándonos en tests neuropsicológicos y a una mala adaptación
datos provenientes de diversas fuentes. entre las que antes de la enfermedad. Con todo, quizá menos de
se encuentran los estudios sobre personas en la mitad de las personas evaluadas mediante técni-
situación de alto riesgo de padecer este trastorno cas de imagen cerebral presenten anomalías
(véase pág. 85). estructurales. Asimismo, los escasos estudios rea-
lizados sobre niños con esquizofrenia indican que
Factores relacionados con el sistema nervioso. existen variaciones de un niño a otro.
Se ha inferido un trastorno biológico a partir de También se ha estudiado la actividad cerebral. Se
muchos tipos diferentes de datos. Algunos de los han encontrado anomalías en el EEG. Las
síntomas clínicos de los niños con esquizofrenia exploraciones de flujo sanguíneo y de consumo
apuntan a una disfunción del sistema nervioso, tales de glucosa indican que el área prefrontal podría
como un retardo motor y problemas de coordina- tener muy poca actividad. Durante muchos años
ción, desviaciones perceptuales y algunos signos se ha implicado un exceso de dopamina en la
débiles neurológicos (Cantor, 1988; Fish, l 984; esquizofrenía. Por ejemplo, los fármacos que pue-
Goldfarb, 1970). Bender (1970) describió un desa- den aliviar las alucinaciones, las ideas delirantes y
rrollo lento y desigual en todas las áreas de funcio- la desorganización del pensamiento disminuyen
namiento del sistema nervioso (incluyendo dormir, los niveles de dopamina. Sin embargo, una defi-
comer o el momento de alcanzar la pubertad) y ciencia de dopamína no está involucrada en los
defendió la existencia de un déficit biológico cen- llamados síntomas negativos de la esquizofrenia
tral. Bender se encuentra entre las personas que sos- (Fowles, 1992). Se continúan buscando nuevos
tuvieron que la esquizofrenia podía tener su inicio hallazgos sobre el cerebro, y los muchos que exis-
muy pronto en la vida y que las manifestaciones ten -algunos de los cuales son muy coherentes
conductuales variaban según el nivel de desarrollo. entre sí- son prometedores. Pero quedan muchas
piezas del puzzle que no encajan bien, y sin duda segundo trimestre del embarazo. Tales complicacio-
hay muchas otras que faltan. nes podrían actuar por sí solas o concebirse mejor
Factores genéticos. Existe una gran cantidad como factores precipitantes de la esquizofrenia en
de pruebas que ponen en evidencia la vulnerabili- personas vulnerables (Neutcherlein, 1986).En efec-
dad genética a la esquizofrenia. Los padres de to, un estudio realizado por Cannon (1993) y sus
niños con esquizofrenia presentan unos índices colaboradores indica que la etiología de la esquizo-
más altos de esquizofrenia que los de la población frenia puede ser muy compleja. Sus resultados pro-
general, alrededor de un l O por ciento comparado vienen de una investigación prospectiva de alto
con un 1 por ciento (Volkmar, 1991). Los resulta- riesgo en Dinamarca en la que se realizó un segui-
dos preliminares de un estudio que está llevándo- miento de los hijos de padres esquizofrénicos
se a cabo también indican una alta tasa de apari- durante varios años. Sus hallazgos indicaron que las
ción de esquizofrenia en los familiares de los complicaciones durante el embarazo y el parto, así
niños que tienen este trastorno (Asamow, 1994). como el riesgo genético, actuaban de forma inde-
Estos hallazgos son coherentes con la investiga- pendiente de cara a que se produjera esquizofrenia,
ción realizada sobre la esquizofrenia adulta en pero que además estas variables actuaban de forma
diversos países que indica que existe un mayor conjunta para causar el trastorno.
riesgo de padecer esquizofrenia a medida que la
relación genética con una persona esquizofrénica Factores sociales y psicológicos. La investi-
sea más estrecha. Los estudios de adopción tam- gación realizada sobre la etiología social y psico-
bién apoyan la hipótesis de la transmisión genéti- lógica de la esquizofrenia ha reconocido la exis-
ca en la esquizofrenia adulta (Tíenari et al., 1990). tencia de sutiles desventajas crónicas debidas a la
Los investigadores están estudiando los datos educación, a la baja inteligencia y a la falta de
genéticos a fin de determinar el modo de transmi- apoyo social, si bien se ha centrado en los aconte-
sión genética. Los efectos producidos a través de cimientos vitales y en las características de la
genes únicos pueden darse en un pequeño núme- familia (Fowles, 1992).
ro de casos (Gottesrnan, 1993), sí bien no se han Los acontecimientos vitales se conciben como
identificado genes específicos. Asimismo, se sucesos adversos o demandas de cambio que resul-
piensa que la mayoría de los casos de esquizofre- tan estresantes. Tales acontecimientos se incre-
nia implican una herencia polígénica que interac- mentan en las semanas prevías al inicio de los sín-
túa a menudo con factores sociales o con otras tomas esquizofrénicos (Fowles, 1992). Quizá en
variables del entorno. De hecho, a pesar de que algunos casos sean la única causa de los síntomas,
los datos genéticos son impresionantes, no expli- pero es más probable que se combinen con otros
can la cuestión en su totalidad. Por ejemplo, los factores y contribuyan de forma secundaria a la
gemelos adultos con esquizofrenia tienen tanta etiología de la esquizofrenia (Gottesman, 1991).
probabilidad de tenerla los dos como de no tener- La hipótesis de que la esquizofrenia en la niñez
la. Por lo tanto, la prueba consiste en explicar qué estaba causada por factores familiares tales como
influencias genéticas podrían estar actuando y en una forma irunadura de cuidar al niño por parte de
qué momento. qué otros factores podrían estar la madre y la pasividad por parte del padre, la inca-
implicados, y de qué forma las diversas variables pacidad del niño de separarse de la madre y las
podrían combinarse para causar la esquizofrenia. reacciones ante una dinámica patológica de las rela-
ciones familiares se propuso muy pronto (Alanen,
Complicaciones durante el embarazo y el parto. 1960; Goldfarb, 1970; Mahler, 1952).Se decía que
Las complicaciones durante el embarazo y el parto las interacciones de las familias en las que había un
están ligadas a algunos, si bien no a todos, los casos adulto esquizofrénico eran anormales (p.ej., Bate-
de esquizofrenia en la niñez y en la vida adulta son et al., 1956; Mishler y Walker, 1965). Sin
(Cannon et al., 1993; Rieder. Broman y Rosenthal, embargo, existían problemas con esta investigación
1977). Por ejemplo, en Dinamarca se asoció una inicial: las replicaciones no tenían éxito; no se
epidemia de gripe a la esquizofrenia, en especial encontraba de forma consistente interacciones anor-
cuando la exposición al virus se produjo durante el males, y la alteración de la interacción podía deber-
se a la presencia de un miembro familiar trastorna- no de crianza saludable mostraban unos índices
do más que tratarse de un factor causal. de esquizofrenia similares a los de la población
Hoy en día existe un interés renovado por la general (Goldstein, 1988).
familia, recalcando el modelo interactivo de desa- Tomadas en su conjunto, las investigaciones
rrollo. Una serie de estudios se ha ocupado de exa- familiares indican que los niños vulnerables que
minar La comunicación anormal, definida como experimentan determinadas interacciones familia-
una comunicación vaga, sin centrarse en nada y res están especialmente estresados (activados), y
distorsionada (Asamow, 1994). Entre sus hallaz- que esta combinación de variables les coloca en
gos se encuentra el hecho de que la comunicación una situación de riesgo para desarrollar una esqui-
anormal se producía en mayor medida en familias zofrenia o trastornos afines. No obstante, las inves-
con un niño esquizofrénico (o con un trastorno tigaciones realizadas tienen sus puntos débiles, y
afín) que en las familias de niños con depresión o no son del todo coherentes. Por tanto, debemos ser
trastornos afines (Asamow, Goldstein y Ben-Meir, precavidos en cuanto al peso que les demos.
1988). Las familias en las que se producían mayo-
res niveles de comunicación anormal eran también
El modelo de diátesis-estrés. Tanto Los facto-
res biológicos como los ambientales están impli-
las que mostraban mayores deterioros y en Las que
cados en la etiología de la esquizofrenia, y ningu-
peor funcionaba la atención. Los investigadores
no de estos grupos de factores explica bien el
propusieron que la vulnerabilidad a los déficit
trastorno. Esta es la razón por la que se ha reco-
atencionales junto con la exposición a una comu-
nocido ampliamente el modelo de diátesis-estrés.
nicación anormal podrían ocasionar una disfun-
Este modelo multífactorial parte de la base de que
ción atencional y un deterioro psicosocial.
la esquizofrenia es el resultado de la vulnerabili-
Un alto nivel de hostilidad, de crítica y de exce-
dad del organismo, probablemente genética, al
so de compromiso emocional también se ha aso-
interactuar con el estrés originado en el entorno
ciado con La esquizofrenia. En un estudio los
psicológico. Algunos estresores posibles son una
padres de niños con esquizofrenia tenían una
ligera situación de desventaja, los acontecimien-
mayor tendencia a mostrarse críticos hacia sus
tos vitales adversos y la dinámica familiar, y ade-
hijos en comparación con los padres de un grupo
más, los efectos de estos estresores pueden acu-
de control (Asamow, L 994). En otro estudio se
mularse. El grado en el que están implicadas la
muestra que la hostilidad, la crítica y el exceso de
vulnerabilidad y la estimulación ambiental puede
compromiso emocional están vinculados a un
variar y tener consecuencias diferentes. De hecho,
diagnóstico posterior de esquizofrenia ( o de tras- la esquizofrenia puede consistir en varios trastor-
tornos afines) en adolescentes en situación de alto nos afines, los cuales siguen trayectorias etiológi-
riesgo (Valone, Goldstein y Norton, 1984). En un cas diferentes y a menudo complejas.
estudio realizado sobre padres con un alto nivel
de expresión emocional y sobre sus hijos no Evaluación
esquizofrénicos pero considerados en situación de
riesgo debido a sus problemas de conducta se Es importante realizar una extensa evaluación del
sugiere que tanto los padres como sus hijos tenían niño o del adolescente del que se sospecha que tiene
propensión a una activación psicológica elevada.
esquizofrenia, debido a que las manifestacio- nes
La posible influencia del clima familiar puede
conductuales pueden variar en gran medida de
verse en el Estudio Finlandés de Adopción, en el persona a persona, y un tratamiento óptimo requie-
cual la mayoría de los niños adoptados que en re que se lleve a cabo una evaluación óptima. A
última instancia se volvieron esquizofrénicos
continuación se indican unas categorías que sirven
tenían madres biológicas esquizofrénicas. Sin
de guía para realizar una evaluación comprensiva
embargo, en todos los casos, estos niños adopta-
(McCiellan y Werry, 1994; Volkmar, 1991):
dos se habían criado en familias a Las que se con- 1. Información histórica que incluya complicaciones
sideraba que tenían relaciones trastornadas. Ade- durante el embarazo, el desarrollo en los primeros
más, los hijos de padres esquizofrénicos que años de vida, una personalidad premórbida y un his-
habían sido adoptados y disfrutaban de un entor- torial médíco y familiar.
2. Evaluaciónpsicológicaque incluyael examen de la inte- vagas, y el pensamiento ilógico disminuye. En su
ligencia, la comunicacióny las habilidadesadaptativas. estudio sobre la desorganización del pensamiento,
3. Evaluación de los síntomas positivos y negativos de Caplan ( 1994) empleó una escala normalizada y
la esquizofrenia y de otros síntomas asociados. una técnica de entrevista que incitaba respuestas en
4. Evaluación médica incluyendo exploración neurológi- el niño a partir de la narración de una historia.
ca, estudio electroencefalográfico y examen cerebral. Entre sus hallazgos más interesantes está el que las
5. Consulta con el colegio y los servicios sociales según
asociaciones vagas podrían ser un indicador parti-
sea necesario.
cularmente potente de la esquizofrenia en la niñez.
Se ha expresado una preocupación especial La evaluación de los adolescentes, en especial
sobre la evaluación de las manifestaciones psico- de los más mayores, parece ser menos problemáti-
lógicas de la esquizofrenia en la niñez. Las entre- ca que la de los niños. Los síntomas psicóticos son
vistas semiestructuradas estandarizadas como la más parecidos a los que se observan en la esquizo-
Schedule for Affective Disorders and Schizophre- frenia de inicio adulto, y probablemente resulten
nia for School-aged Children (Kiddie-SADS} son más útiles las escalas y procedimientos de evalua-
de ayuda. pero se necesita hacer un mayor esfuer- ción empleadas con adultos. Por supuesto, la eva-
zo para adaptar y simplificar los instrumentos luación requiere siempre un sensibilidad hacia el
normalizados al nivel de desarrollo del sujeto desarrollo y funcionamiento individual. Asimismo,
(McKenna, Gordon y Rapoport, 1994). En efecto, los síntomas psicóticos en los adolescentes puede
la evaluación saldría beneficiada de un mejor que no indiquen un brote completo de esquizofre-
conocimiento de la forma en que el cambio evo- nia, por Jo que siempre se requiere realizar una eva-
lutivo podría influir en el cuadro clínico. Por un Iuación comprensiva (p.ej.. Mundy et al., 1990).
lado, se está haciendo mucho hincapié ahora en
los síntomas psicóticos a la hora de diagnosticar Tratamiento
esquizofrenia. pero, como hemos visto, éstos tien-
den a aparecer en los niños sólo después de la apa- Al igual que sucede con otros aspectos de la
rición de los síntomas no psicóticos. Asimismo, esquizofrenia en niños y adolescentes, se da una
las alucinaciones y las ideas delirantes muestran escasez de investigación sistemática, y hasta cier-
sus propios cambios evolutivos. to punto debemos generalizar a partir de lo que se
Además, a veces resulta difícil identificar las conoce del tratamiento de los adultos. El trata-
verdaderas alucinaciones e ideas delirantes en los miento depende de la gravedad del caso, de la fase
niños pequeños (King y Noshpitz, 1991; McKen- en que se encuentre el mismo, de las posibílidades
na, Gordon et al., 1994). Por ejemplo, las alucina- de tratamiento, del apoyo familiar y de la comu-
ciones pueden ser muy breves, y las alucinaciones nidad, y de la perspectiva del terapeuta. Algunas
transitorias no son necesariamente una señal de personas gravemente trastornadas permanecen en
esquizofrenia. Los niños pueden también infor- sus casas y asisten a colegios especiales; a otros se
mar de distorsiones perceptuales, e incluso las los acomoda en hospitales y en otros estableci-
imaginaciones vívidas de los niños pequeños no mientos de internamiento durante ciertos períodos
resultan siempre fáciles de distinguir de las ver- de tiempo. La mejor estrategia de tratamiento
daderas alucinaciones. De igual modo, puede ser consiste en emplear varios métodos y enfoques a fin
especialmente difícil decidir si las ideas extrañas, de aliviar los múltiples problemas que suelen
las obsesiones y las preocupaciones que comuni- encontrarse. Actualmente se hace un gran hinca-
can los niños deberían considerarse ideas deliran- pié en facilitar y mantener al cliente en entornos
tes que indican esquizofrenia. naturales, y por tanto en trabajar con las familias
La detección de la desorganización de] pensa- y con agentes de la comunidad.
miento puede resultar también problemática, en
especial cuando no se ha desarrollado bien el len- Tratamiento médico. Hubo un tiempo en que
guaje. De nuevo, debe tenerse en cuenta el nivel de se utilizó la terapia electroconvulsiva y se recla-
desarrollo. Por ejemplo, en los niños normales de mó su eficacia para los niños y adolescentes con
más de siete años no se encuentran las asociaciones esquizofrenia (Bender, 1947). Hoy en día no se
acepta generalmente. El tratamiento médico pre- establecer un yo separado, interpretar el mundo,
ferido es el de medicación antipsicótica que redu- distinguir la realidad de la fantasía, desarrollar un
ce los niveles de dopamina. En los adultos dicha sentido de dominio y encontrar unas defensas más
medicación puede aliviar las alucínaciones, las adaptativas (Cantor y Kestenbaum, 1986; Ekstein
ideas delirantes, la desorganización del pensa- et al., 1972). En los adolescentes se centra en las
miento y otros síntomas, pero no es tan eficaz con tareas evolutivas de ese momento de la vida,
los síntomas negativos. Se han realizado muy como por ejemplo, en la formación de la identidad
pocas investigaciones sistemáticas y controladas y en la maduración física. Con índependencia de
sobre la medicación en niños y adolescentes la edad, es esencial una relación intensa, cálida y
(Campbell y Spencer, 1988; McClellan y Werry, confiada, y se emplean las herramíentas psicoana-
1994 ). Se dice que los antisicóticos son menos líticas habituales de transferencia e interpretación.
eficaces en los niños que en los adultos, quizá Este enfoque cuenta con defensores, sí bien ha
debido a que el trastorno tenga un efecto más perdido fuerza durante los últimos años (King y
generalizado sobre las funciones que están toda- Noshpitz, J 99 J ).
vía desarrollándose en el niño. Sin embargo, algu-
nos datos indican una mejora modesta tanto en Tratamientos conductuales y familiares. El
niños como en adolescentes (McKenna, Gordon y tratamiento conductual, con independencia del
Rapoport, 1994 ). Estos fármacos tienen diversos lugar donde se lleve a cabo, se centra en las con-
efectos secundarios, tales como discinesia, rigidez ductas desadaptativas y extrañas que interfieren
en la postura e inquietud motora, y requieren una con el funcionamiento, a la vez que enseña con-
vigilancia especial. ductas adaptativas. Por tanto, puede que se ignore
La investigación reciente índica que la clozapi- el comportamiento psicótico, mientras que se mo-
na, un nuevo fármaco antipsicótico atípico, podría delan y refuerzan las habilidades de interacción
ser eficaz, y especialmente de ayuda cuando el social. Durante algún tiempo se ha utilizado el tra-
sujeto no responde bien a los antisicóticos norma- tamiento operante en los hospitales, en especial
les o sufre efectos secundarios (Asarnow, l 994; para fomentar el cuidado de uno mismo y otros
Biederman, 1991 ). Este fármaco es un antagonis- hábitos para desenvolverse en la vida cotidiana.
ta de la serotonina, y no tiene los efectos secun- El propósito que subyace a este enfoque no es de
darios de los antisicóticos convencionales. Puede curar la esquizofrenia, sino el de ayudar a mante-
aliviar además tanto los síntomas positivos como ner a los clientes como agentes activos de su
los negativos. Por otro lado, resulta caro y tiene propia vida y el de facilitar que abandonen los
sus propios efectos secundarios (crisis epilépticas, hospitales para acomodarse en entornos menos
deterioro del sistema inmunitario). La investiga- restrictivos. Este tipo de intervenciones suele
ción preliminar llevada a cabo indica éxito en su satisfacer estos objetivos con frecuencia.
uso con niños y adolescentes, y por tanto se con- Los enfoques familiares reconocen que una
sidera con cautela como una posible medícación dedicación y apoyo conveniente por parte de la
alternativa (Mozes et al., 1994). familia es esencial para los clientes, y que los pro-
pios miembros de la familia pueden beneficiarse
Psicoterapia tradicional. La terapia psicoa- del consejo y la formación. El enfoque de Falloon
nalítica se ha centrado en los niños considerando y sus colaboradores resulta particularmente inte-
que están dominados por los impulsos del ello, resante. Su propósito era reducir los niveles de
con una escasa función del yo, e incapaces de emoción expresada --de compromiso hostil exal-
separarse de sus madres. A menudo no suele esta- tado-- debido a que un alto nivel de la misma
blecer una distinción terminante entre el autismo correlaciona con altos índices de recaída (Falloon
y la esquizofrenia en la niñez. Así pues, por ejem- et al., 1985, citado en Davison y Neale, 1994). Se
plo, el enfoque de Bettelheim tendía a utilizarse aseguró a las familias la naturaleza biológica de la
para los dos trastornos (véase pág. 314). esquizofrenia y se afirmó la importancia del cum-
El papel del terapeuta, dependiendo en cierta plimiento del tratamiento farmacológico. Se les
medida de la edad del cliente, es ayudar al niño a proporcionó formación conductual y cognitiva en
sus hogares sobre la mejor forma de expresar sen- muchas pruebas sobre causas biológicas. Sin
timientos y para la resolución de problemas. La embargo, no se ha identificado definitivamente
comparación con un grupo de control que recibió ningún proceso que sea causal, y es probable que
psicoterapia individual mostró que esta interven- sean varios factores o su combinación los que den
ción familiar fue beneficiosa. lugar al autismo.
Está claro que se necesita un enfoque com- El autismo se produce con poca frecuencia, y
prensivo y un entorno de apoyo general para tra- se encuentra más entre niños que entre niñas.
tar la esquizofrenia. El tratamiento farmacológi- Comienza típicamente durante los primeros años
co, la intervención conductual, la terapia familiar, de vida, y presenta una trayectoria evolutiva
la terapia individual y la enseñanza de habilidades variada. Quizá de dos terceras partes a tres cuar-
escolares o evolutivas son todos importantes. El tas partes de todos los casos tengan un mal resul-
apoyo es crucial en todas las fases de la esquizo- tado final. El nivel de inteligencia y la capacidad
frenia, no sólo durante la fase aguda, si bien los de lenguaje predicen el resultado del trastorno.
componentes del tratamiento pueden variar con Los métodos de evaluación comprensiva son
toda seguridad según la fase de que se trate. Tam- útiles en el autismo, e incluyen una evaluación
bién resulta crucial que continúe avanzando la médica, social, de comportamiento e intelectual.
investigación sobre el tratamiento de los más Se considera que el tratamiento psicoterapéutico
jóvenes, en especial de los niños. tradicional no es eficaz. El tratamiento farmacoló-
gico da resultados confusos y se considera que es
mejor utilizarlo como un tratamiento adjunto a los
RESUMEN enfoques educativos y conductuales. El programa
TEACCH y el proyecto para jóvenes autistas han
Durante mucho tiempo se han reconocido varios obtenido algunos de los mejores resultados. Los
trastornos de la niñez parecidos a las psicosis métodos operantes pueden facilitar el lenguaje y
adultas, pero han sido difíciles de conceptualizar otras habilidades, y reducir las conductas indese-
y clasificar. La frecuencia de aparición relaciona- ables. El uso de tratamientos aversivos para las
da con la edad, así como otras características, abo- conductas autolesivas ha hecho que surjan algu-
gan por una distinción entre síndromes de inicio nas cuestiones éticas. El entrenamiento en comu-
precoz y síndromes de inicio tardío. Todos los sis- nicación funcional es una alternativa a los méto-
temas principales de clasificación reconocen el dos aversivos.
autismo y la esquizofrenia. La esquizofrenia en la niñez y en la adolescen-
El autismo se considera como un trastorno cia se diagnostica con los mismos criterios que se
generalizado del desarrollo caracterizado princi- utilizan para los adultos. Sus marcas característi-
palmente por un deterioro en la interacción social cas son las alucinaciones, las ideas delirantes y la
y en la comunicación, y por una restricción en las desorganización del pensamiento. A estas caracte-
preocupaciones y la presencia de estereotipias. rísticas se las denomina síntomas positivos. junto
También se encuentran déficit adicionales, como con la conducta desorganizada y la catatonia. Los
por ejemplo en la percepción. Alrededor del 70 síntomas negativos consisten en la ausencia de
por ciento de los niños con autismo presenta retra- conductas normales, como por ejemplo una míni-
so mental, con déficit en la abstracción, en el pro- ma respuesta emocional y de lenguaje. También
cesamiento de la información y en la teoría de la se han señalado otras anomalías en la conducta
mente. Tanto los problemas cognitivos como los motora, en la atención, en el lenguaje y en el com-
afectivos se consideran déficit centrales en el portamiento social.
autismo, si bien puede ser que existan varios défi- La prevalencia de la esquizofrenia es extrema-
cit principales. damente baja en los niños pequeños, aumenta un
Las teorías sobre la etiología del autismo que poco durante la niñez, y de forma notable durante
se centran en los factores familíares, como la de la adolescencia, en donde desaparece la diferencia
Bettelheim o la de Ferster, no han recibido apoyo a favor de los varones. El inicio puede ser repen-
a partir de la investigación realizada. Existen tino o gradual; se presenta de forma insidiosa en
los niños, sin que se produzcan síntomas psicóti- cos previamente.Las alucinaciones y las ideas
delirantes sufren cambios evolutivos. La evolu- ción de la esquizofrenia varía, si bien el resultado
final suele ser desfavorable. Una buena adapta- ción premórbida, así como un inicio agudo, predi-
cen un resultado final más favorable.
La etiología biológica de la esquizofrenia se infiere a partir de díferentes métodos de inves-
tigación, si bien gran parte de las pruebas pro- vienen de estudios realizados con adultos es-
quizofrénicos. Los hallazgos sugieren que la vulnerabilidad biológica puede interactuar con factores
psicosociales para provocar la esquizo- frenia. El modelo de vulnerabilidad-estrés está
por tanto bastante aceptado. La esquizofrenia podría ser de hecho un conjunto de trastornos afi- nes que
se deben a una etiología multifactorial y compleja.
Al igual que en el autismo, lo ideal es realizar
una evaluación comprensiva. No siempre resulta fácil identificar los síntomas psicóticos en la
niñez; esto resulta más fácil en la adolescencia. El tratamiento médico de la esquizofrenia se basa en
fármacos antisícóticos, los cuales sirven de ayuda, pero se requiere investigar más su eficacia y sus
inconvenientes. La terapia psicoanalítica tradicio- nal tiene sus defensores, si bien ha perdido impor-
tancia a favor de los enfoques conductuales, fami- liares y educativos.

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