Professional Documents
Culture Documents
EL EMBARAZO, EL PARTO Y
POSTPARTO
41Para poder comparar las concepciones sobre embarazo,
parto y postparto de la mujer aymara rural con las de la
migrante aymara en la ciudad, hicimos un estudio con los
grupos de mujeres migrantes en la ciudad de La Paz
confrontando nuestros hallazgos con los datos sacados de una
revisión bibliográfica.
42Si bien hay una influencia citadina fuerte en casi todas los
aspectos de la vida, se observa la persistencia de prácticas
tradicionales en relación al embarazo.
43En cuanto al comportamiento reproductivo de la mujer rural,
algunas investigaciones en comunidades rurales constatan que
las mujeres durante su vida fértil (15 a 45 años) pueden quedar
ernbarazadas unas diez veces. De estos embarazos la mayoría
termina en un aborto espontáneo o en la muerte del niño
(Hatch 1982:337).
44El embarazo puede haber progresado uno, dos o tres meses,
antes de ser confirmado definitivamente ya sea mediante el
cese del flujo menstrual, el engrose del abdomen y de los senos
o la aparición de mirk'a (manchas en la cara) (Carter y Mamani
1982:141; Izko, Molina y Pereira 1986:248 y Martínez
1976:110).
45Se indica tambien que la mayoría de las mujeres fija la fecha
de nacimiento de acuerdo a festividades religiosas; por
ejemplo: una futura madre podría decir que se embarazó
alrededor de la Natividad, fiesta del 8 de septiembre, y que dará
a luz para la fiesta de la Cruz del 3 de mayo (Carter y Mamani
1982:141; Martínez 1976:110).
Tratamientos prenatales
73Estos tratamientos prenatales nos están mostrando que la
medicina tradicional no solamente es curativa sino también es
preventiva.
74Por eso, cuando la embarazada en el campo presenta dolores
inesperados, consulta con el yatiri (adivino),
el qulliri (curandero) o la usuym (partera). Generalmente el
diagnóstico se hace a través de la lectura de coca y de acuerdo
al resultado , se tratará a la persona con mates de yerbas,
ofrendas a los espíritus ofendidos o simplemente se darán
recomendaciones sobre su cuidado personal durante los meses
restantes del embarazo. (Carter y Mamani 1982:142; Martínez
1976:112).
75Todas las mujeres del grupo migrante, creen tener esas
molestias debido a que el feto está en mala posición o por que
se “enfriaron” y el 55% de ellas procede a friccionarse o pide
que lo haga su esposo, con mentisan, belladona, con la saliva
producto de la masticación de la coca, o toma algún mate de
manzanilla o coca.
76El 14% fué donde el adivino y siguió sus recomendaciones,
una de ellas nos dijo: “él me lo ha mirado en coca, —maldición
es— me ha dicho, que me bañe con unas yerbas el martes en
la tarde”. Otras (el 14%) acudieron donde la partera, quien
utilizó como tratamiento en un caso el qaqt”api y en los otros
el t”alt”api (ver más abajo).
77Casi ninguna de las mujeres hace control prenatal en una
posta o centro de salud cercano, eso se demuestra en el hecho
de que solo el 17% del grupo acudió a la posta de su zona
cuando los dolores eran intensos “a la posta de Las Lomas he
ido, y el doctor una pildorita nomás me ha dado”.
78Aquí no influye el costo de la consulta ya que es un servicio
gratuito en la mayoría de los centros. Lo que prima sobre todo
es la confianza en sus propias prácticas tradicionales.
79A pesar de que existen centros hospitalarios, en la región
son excepcionales las mujeres que acuden a una consulta: la
mujer aymara no cambia por nada el trato personal en la
seguridad de su casa, la conversación en su propia lengua y la
comprensión y la importancia que le da a su mundo espiritual
el especialista local (Carter y Mamani 1982:143). Ella evita así
la vergüenza de los exámenes vaginales, la posición incómoda
para dar a luz en el hospital, las prácticas de higiene rigurosas
que contradicen a la prescripción tradicional del baño parcial
sólo después de una semana o el baño completo luego de un
mes, además del gasto que significa llegar al hospital (Hatch
1982: 337).
80Al respecto, una promotora del programa de embarazadas
del Ministerio de Salud nos comentaba: “Por los alimentos más
que todo iban desde el tercer mes de embarazo, en el cuarto,
quinto mes ya sacaban alimentos”. Respecto a los médicos
señala: “Felizmente buenos nomás me han tocado”. Algunas
dicen nos lastima al tocarnos y el médico dice cuando sus
maridos les tocan no les lastiman? a sus maridos no les dice
nada..nos ha tocado no más buenos médicos. “Las señoras
tienen miedo de ir al hospital, a los médicos “por ahí me hacen
mal, se equivocan, hasta en análisis se equivocan. Sería bueno
seguir con medicinas caseras eso no nos hace daño”.
81Se conocen dos tratamientos prenatales tradicionales:
1. El t”alt”api o manteo. Cuando la madre se queja de dolores se
supone que se debe a una mala posición del feto y la partera ya
sea sola, o con la ayuda de cuatro personas procederá a realizar
el t”alt”api. Este tratamiento consiste en lo siguiente: una vez
tendida la mujer embaraza en un poncho o en una frazada,
deberá cambiar de posición (adelante, costado derecho, costado
izquierdo, de espaldas con la cara hacia abajo) de acuerdo a las
instrucciones que le dá la partera, mientras ésta sacude
suavemente de ambas esquinas el poncho. Todo esto con el
propósito de acomodar al bebé correctamente de manera que el
nacimiento sea fácil. El tratamiento concluye con breves
masajes de ambos costados del abdomen con el zumo de la
coca en forma de saliva.( Carter y Mamani 1982:142, Martínez
1976: 112). Ocho días después se realiza la misma operación
para “reacomodar” los órganos de la madre y prevenir futuras
complicaciones”(Portugal Michaux 1987: 358).
2. El qaqt”api, consiste en un masaje a la embarazada cuando
sufre de dolores en el cuerpo, estos masajes se los hace con
una pomada preparada con cebo de vacuno negro mezclado
con hierbas molidas como el molle, romero, chacataya, solda
que solda o jamillo (Carter y Mamani 1982:142). Todas estas
plantas son de naturaleza cálida ya que se supone que la causa
de los dolores se deben a un “enfriamiento” del cuerpo de la
embarazada.
El parto
83En un estudio sobre el lugar de parto según la zona, el año
anterior en zonas objeto de nuestro estudio y sobre un subtotal
de 98 partos en las zonas de Pasankeri, LLojeta y Las Lomas,
82% fueron partos domiciliarios; de este porcentaje la atención
estuvo a cargo de un familiar en el 72% de los casos, 8% de los
partos fueron atendidos por una partera y 2% de los partos por
un profesional. El 18% restante fueron partos hospitalarios
(Informe de actividades 1990 c.c.c., cuadro 17).
84Al considerar que durante el parto se enfría el cuerpo, el
lugar preferido para dar a luz es la cocina, por lo caliente que
es, ya que se piensa que si durante el parto se recibe una
corriente de aire se puede estancar y podrir la sangre. Durante
el parto pueden ayudar la madre, la usuyiri, el esposo, la
suegra. En algunos casos la mujer tiene el bebé sola.
85Para que se expulsen coágulos de sangre, se le ofrece a la
parturienta mate de sanu-sanu o itapallo (Carter y Mamani
1982:143, Martínez 1976: 119).
86Durante el embarazo, para facilitar el parto y después del
parto, ya sea en el campo como en la ciudad, la mujer recibe
una serie de mates de yerbas “cálidas” o “frías” en busca de
mantener su equilibrio corporal. Las plantas nombradas en
algunos libros (Carter y Mamani 19 82:142-43, Martínez
1976:119) mas las citadas por las mujeres nos sirvieron de
base para el cuadro 2:
87En el grupo de estudio, el 55% de las mujeres, al sentir los
dolores y para facilitar su parto, tomó entre una a tres tazas de
mates, ofrecido en la mayor parte de los casos por el esposo,
algún familiar, la partera o una vecina.
Cuadro 2. Plantas usadas durante el embarazo, durante o después
del parto
La importancia de la placenta
101Para los Aymaras, la placenta o wawa iqиiñа tiene gran
importancia etiológica y viene a conformar parte del vasto
mundo de lo sagrado, proporcionando explicaciones fáciles
para los infortunios de la vida. Es por eso que será un anciano
quien se ocupe de lavar bien la placenta, extrayendo toda la
sangre de todas las venas para que la cara del niño resulte
simpática y no llena de mochos. Una vez lavada, en algunas
comunidades, la queman echando luego las cenizas en el techo
y en otras comunidades la entierran en el patio. Si no se
deshacen de ella correctamente, tanto la madre como el hijo
están en peligro, se llega incluso a decir que el niño no se criará
sano ni fuerte y aún, probablemente muera. Si en el futuro el
niño presenta algunos defectos físicos, o anda siempre sucio,
se atribuye también al hecho de no haberse lavado bien la
placenta. Si cuando adulto es alcohólico, se dice que cayeron
unas gotas de alcohol en la placenta (Carter y Mamani
1982:145; Martínez 1976:122).
102Los datos que recogimos en la ciudad sobre las actitudes
tomadas con la placenta nos muestran la importancia que tiene
para las mujeres el destino de ésta. Más de una de las
entrevistadas preguntaba “Y en el hospital, qué hacen con la
placenta, la botan nomás no ve”.
103Todas las mujeres han enterrado o guardado la placenta,
alguna recordando un parto anterior (tomamos para el estudio
el último parto), “en mi Eduardito, sí en él, lo hemos botado
nomás por eso pienso que se ha muerto, por eso no se bota
hay que guardar”.
14 K'ara. Pelado, sin nada, sin bienes materiales (entrevista mujeres
migrantes La Paz 1991).
Cuidados en el post-parto
107Los Aymaras en el campo muestran una gran preocupación
por la madre, ya que es atendida por el esposo, la suegra, la
partera o algún otro pariente. Ella permanecerá en la cama
durante tres o cuatro semanas en el primer parto y varios días
en los siguientes. Para evitar que haya hemorragias, la madre
es envuelta fuertemente con un chumpi, lo que también evita
que su matriz vacía sufra un desgarramiento.
108Al considerarse que durante el parto todos los poros del
cuerpo se han abierto, lo que significa un grave peligro, pues
la madre al estar simbólicamente “abierta”, está expuesta a
cualquier agresión. Por eso tiene prohibido tocar agua: no
puede bañarse ni lavar ropa, ni bañar a su hijo por espacio de
tres semanas a un mes, al término del cual tomará un baño de
romero. Este baño además de ser benéfico por sus cualidades
antisépticas y tonificantes del romero, tiene un aspecto
simbólico importante, ya que permite al cuerpo terminar su
proceso de reconstitución. De no cumplir dicha prescripción se
corre el riesgo de que sobrevenga el “sobreparto”. Este estado
llamado “sobreparto” parece ser causado por un desequilibrio
térmico corporal, provocado por un exceso de frío —comidas
frías o agua fría— o de calor —no se debe mirar al sol (Portugal
Michaux 1987:360-361).
109En el grupo se confirma lo señalado ya que el 59% no lava,
el 18% no sale del cuarto y otro 18% se protege del frío; además
comentan: “Sopla el frío, se hincha uno y eso es sobreparto, te
pones completamente mal”,
15 Mikhi. Espíritu maligno imaginado como una mujer con una luz
entre las piernas que vagabundea por (...)
BIBLIOGRAFIA
ALBO, X., 1988.- Raíces de América: El mundo Aymara. UNESCO,
Alianza Editorial, Madrid, 607 p.
IZKO, J., MOLINA, R., PEREIRA, R., 1986. - Tiempo de Vida y Muerte,
Estudio de caso en dos contextos andinos de Bolivia, CONAPO,
ministerio de Planeamiento, CHD-Canadá, La Paz, 318 p.
LIBERMANN, K.., GODINEZ, A., ALBO, X., 1989. - Mundo Rural Andino,
en: Para comprender las culturas rurales en Bolivia: 18-156; MEC-
CIPCA-UNICEF, La Paz.
MARTÍNEZ, J., ODERA & MARI, 1976.- Matrimonio y familia en Bolivia.
Estudio comparativo del matrimonio y vida de familia en el
altiplano, los valles y el trópico, Los Amigos del Libro, La Paz-
Cochabamba, 272 p.