CONSAGRACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LUJAN

En súplica a Dios por el niño y la madre

h Dios, fuente de toda verdad y

justicia, imploramos que por los méritos y la
intercesión de la Madre de Tu Hijo, otorgues
a nuestra patria Argentina, su maternal
protección en esta hora de dolor.

Nuestra patria sufre y recurrimos a

Ti, que nos has puesto bajo el amparo de
Nuestra Señora de Lujan.

Concédenos que las olas de la

muerte y los lazos del abismo no logren
acallar tu voz y la fuerza de tu palabra.

Apresúrate, socorro de los afligidos,

a librarnos de las calamidades y peligros, Tu
que derribas a los soberbios de sus tronos.

Dios nuestro, autor y dador de la verdadera Paz, a quien conocer es vivir y servir es
reinar; protege a nuestros niños y madres de toda incursión enemiga, para que
experimentemos que en verdad somos Tus hijos.

¡Alzamos nuestro estandarte! Allí brilla fulgente, nuestra Reina y Madre, por ella tu
esclava, líbranos del Enemigo, que busca matar y destruir, pues es temida por ser
¨toda de Dios¨.

Tu Hijo, Señor, Rey de los reyes de la tierra, destruyó el odio y nos dio su paz
reinando desde la cruz. Por esta víctima, apiádate de nuestras aflicciones y cobardías, y
restablece la paz y la concordia que solo Tú, Dios verdadero, puedes concedernos,
porque nos amas.

A los pies de Nuestra Señora venimos, a rogar que no sea derramada sangre
inocente, a precio de iniquidad. Hoy consagramos nuestras vidas, nuestras familias y
nuestra patria, cristiana y libre, bajo el manto puro y celeste de Nuestra Señora, Madre
de Luján.

Atiende nuestros ruegos, no por nuestros méritos, sino por ser quien eres, Dios de
sabiduría y bondad. Líbranos, Príncipe de Paz, del enfrentamiento y la discordia; que
con vigor guardemos fielmente y con firme tesón Tu Ley de Amor y Justicia.

¨Quién es esta que surge, como escuadrón a banderas desplegadas¨ Oh María

madre nuestra ¡líbranos! de todo peligro y concédenos ardor y alegría, en la lucha por
la conquista de este mundo para Dios.

Credo – Pater - Ave - Gloria