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PERCEPCIÓN Y MEMORIA

Pablo Zuleta González.


Profesor de Cátedra Universidad Jorge Tadeo Lozano

1. Introducción

La percepción tiene diferentes definiciones, las cuales intentan delimitar distintos


niveles y tipos de experiencia bajo el mismo término. Esta ha sido una dificultad al
abordar el tema ya que los consensos no son claros y ha dado pie a algunas discusiones
que son simplemente de denominación. Las acepciones amplias del término percepción
incluyen procesos de pensamiento, de raciocinio y de juicio (cita). Las discusiones sobre
las variaciones del uso del término se plantean en el trabajo, sobre la base de los
proceso psicológicos primarios propuestos por el estructuralismo (la teoría clásica de la
percepción). Este enfoque parte de los conocimientos a prior delimitados por Kant en
cuanto a los conocimientos dados por la intuición. (cita).

La teoría clásica de la percepción ( Von Helmholtz ) y la teoría ecológica (Gibson)


tienen un punto no reconciliable alrededor de los procesos neurofisiológicos y los
procesos mentales que genera la experiencia perceptual. Fundamentalmente la
descripción de los procesos no conscientes del vínculo entre los fenómenos físicos y los
fenómenos psíquicos, que requieren formas de aprendizajes y por lo tanto de memoria,
son determinantes para construir la propuesta del estructuralismo(cita). Mientras que la
aproximación ecológica desestima los conocimientos implícitos previos constituidos a
través del aprendizaje. Para Gibson existe un ambiente en donde el ser humano tiene la
capacidad innata de registrar la información que está disponible, sin que requiera
procesos previos que le permita tener experiencia mental de esta información. Ambas
propuestas plantearon la irreductibilidad de la experiencia mental “básica”. La diferencia
fundamental es el tipo de experiencia mental originaria y su génesis misma.

Lo propuesto por Von Helmholtz en cuanto al conocimiento del propio cuerpo, no


provienen de procesos perceptuales que conlleven a experiencia mental, sino como un
proceso de tipo neurofisiológico primitivo. No nombra este proceso como una forma
neurofisiológica precisa, pero sí se anticipa a lo que desarrolla posteriormente
Sherringthon en la propuesta de la propriocepción (1903). Además del sistema
proprioceptivo consideraré los avances actuales de la investigación del tacto como
forma perceptual. Tanto la propriocepción como el tacto (formas hápticas de
percepción) generan procesos complejos que permiten conocimientos fundamentales
para las cogniciones visuales y auditivas, gracias a la de integración perceptual y las
formas de integración del conocimiento adquirido, es decir las distintas formas de
memoria [cita: Touching for Knowing. Cognitive psychology of haptic manual
perception. Yvette Hatwell, Arlette Streri, Edouard Gentaz.]

Ambas propuestas pueden ser confrontadas desde los avances de la ciencia médica, la
psicología y de la ciencia cognitiva. Esto lleva por un lado a presentar la propuesta de

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Schacter sobre las memorias implícitas y por otro mostrar la importancia de la
propriocepción desde sus primeras descripciones (1906) adjudicadas a Sherrington y el
desarrollo actual de la enacción (enactividad) en la ciencia cognitiva. En la propuesta
inicial de Varela (cita) se hace evidente en su argumentación la importancia radical de
la memoria implícita para la constitución de la enacción (enactividad), así no haga
referencias específicas a la memoria implícita. Esta discusión se presenta en punto 3

Para comprender la importancia de la memorias implícitas (en el desarrollo de las


cogniciones simples y originarias siguiendo el lenguaje fenomenológico), se realiza una
revisión de los avances en las investigaciones del desarrollo embrionario y fetal,
situando ese tipo de cognición como las formas perceptuales originarias y como
condiciones necesarias para que el resto de la experiencia se pueda dar. Al hablar de
cognición en estos niveles se habla de todos los tipos de conocimientos y saberes sin
necesidad de limitarlos a aquellos que se dan en la “experiencia mental” o bien a
aquellos de los cuales nos percatamos o tenemos la posibilidad de percatarnos. Una
referencia importante es la propuesta de Sheets-Johnstone respecto al movimiento
como primacía de la experiencia, aspecto que nos conducirá a la importancia de las
memorias implícitas de los movimientos tempranos, lo cual está directamente
relacionado con el desarrollo embrionario, fetal, y de la infancia.

El desarrollo de esta discusión deja de lado los planteamientos fundamentales de la


Gestalt debido a que esta propuesta se fundamenta en conocimientos a priori de las
formas. El planteamiento básico de la relación entre percepción y memoria contradice
en parte el anterior postulado. Si bien los principios gestálticos de las formas objetales
son susceptibles de comprobación, considero que esto forma parte del proceso de
aprendizaje primario y no de posibilidades dadas sin mediar la experiencia. Es claro que
se requiere unas estructuras complejas neurofiosiológicas en el sujeto y estar en medio
de un ambiente que tenga el mínimo de estimulación para que el desarrollo básico se
produzca. Al suprimir parte de los niveles de estimulación (la llamada deprivación
sensorial) se generan sujetos con limitaciones claras, incluso con incapacidades para
reconocer los principios gestálticos. [ref]

En las sesiones siguientes presentaré los tipos de memoria y el desarrollo histórico de la


investigación en cuanto a la memoria implícita. Posteriormente discutiremos el alcance
de la memoria en la formulación de la teoría clásica y las modificaciones a estos
postulados. Luego discutiré el reconocimiento perceptual de los sujetos como otro ser
interactuante, sin que se requiera vincular a este tipo de cognición procesos más
complejos que la percepción, la cual siempre estará asociada a la memoria.

nota:
Dentro de estos destaco la formulación de “las cogniciones” humanas como “El Sistema
Múltiple de Memoria Cerebral”( cita: Multiple Memory Systems in the Brain: Cooperation
and CompetitionN. M. White, McGill University, Montreal, Canada).

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2. Consideraciones históricas de la Memoria Implícita como base del
conocimiento

“Memory for a recent event can be expressed explicitly, as conscious recollection, or


implicitly, as a facilitation of test performance without conscious recollection”. Schacter

La memoria implícita
Este capítulo está centrado en realizar una referencia crítica al trabajo de Schacter
sobre la historia de la memoria implícita. Parte de la crítica es el no reconocer a algunos
autores en las descripciones sobre los conocimiento implícitos y por otro lado aportar
elementos sobre la integración del conocimiento y sobre la disociación del
conocimiento. Para esto utilizó como referencia reiterativa el trabajo sobre la memoria
la serie Lerning and Memory [1. John H. Byrne]

Schacter realizó un revisión minuciosa de la historia de la investigación de la memoria


encontrando, en distinto autores, descripciones de lo que el denominó la memoria
implícita pero con uso de distintos términos para referirse al mismo fenómeno[1987].
En un trabajo anterior propuso, una clasificación de la memoria sobre la base de la
necesidad de evocación o no de los conocimientos; la memoria explícita, como aquella
que tiene una recolección (o evocación) consciente e implícita como aquella que
permite las ejecuciones sin necesidad de esta recolección consciente. [2. Graf and
Schacter (1985, 1987; Schacter & Graf, t986a, 1986b)]

Antes referirme a los hallazgos de Schacter, quiero señalar que no incluyó en su


revisión a autores que son referencia fundamental para el presente trabajo. El primero
de ellos es Husserl; la referencia principal es el trabajo sobre las síntesis pasivas y las
síntesis activas como procesos fundamentales para constituir nuestra experiencia. Otro
autor a quien tampoco hace una referencia especifica es a Von Helmholtz, quien en la
elaboración de la teoría perceptual hace referencias específicas sobre el tipo de
conocimiento implícito.

Sin embargo el recorrido histórico que realiza es enriquecedor en cuanto a que muestra
el descuido importantísimo que tuvo la filosofía de la mente y la ciencia cognitiva
durante las últimas décadas del siglo XX respecto de la pertinencia fundamental de este
tipo de saberes para poder desarrollar – sedimentar - las formas de cognición más
complejas.

En la introducción Schacter nos presenta argumentos de fondo para descartar los


términos que se usaban y se usan para referirse al tipo de conocimiento que él agrupa
como memoria implícita. Inicialmente compara la memoria implícita con lo que para el
psicoanálisis es el inconsciente, sin entrar a explicar las diferencias entre los
fenómenos. Esto tiene relevancia ya que el inconsciente psicoanalítico está circunscrito
a las relaciones intersubjetivas cargadas afectivamente, las cuales están limitadas por
un grupo en conductas reiterativas, ante el ambiente social en que se desenvuelve. El

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psicoanálisis afirma que la génesis de estas conductas se dan en el curso de la infancia
y la adolescencia lo cual termina por definir la personalidad de los individuos ante su
entorno. De ahí proviene el término transferencia para nombrar este tipo de fenómeno
en las relaciones intersubjetivas, las cuales se repiten durante el curso del psicoanálisis.

Esta comparación implica que las reacciones emocionales y los tipos de relaciones
personales (los tipos de intersubjetividad) son memorias implícitas. Como sería el caso
de “la compulsión a la repetición”[Más allá del principio del placer. Recordar Repetir y
Reelaborar]. Pero el psicoanálisis no hace referencia a los otros tipos de memorias
implícitas. Esta analogía es presentada de forma rápida, sin realizar un análisis sobre las
descripciones de este tipo de fenómeno al que se refiere el psicoanálisis. Pero es claro
que el inconsciente psicoanalítico corresponde a unos tipos de memorias, llena de
complejidades, con distintas categorías de conocimiento y distintos orígenes. Todas
estas circunscritas al principio de placer (la pulsión sexual o Trieb). Se entiende que el
objetivo de la técnica psicoanalítica es lograr que gran parte de este “conocimiento
inconsciente” llegue a ser percatable por parte del sujeto que se analiza.

También descarta el uso de memoria no-percatable (unaware memory) centrado en el


mismo argumento que descarta el uso de memoria inconsciente: tiene un gran variedad
de sentidos psicológicos e implicaciones, que en muchos casos no se aplican al
fenómeno de la memoria implícita que intenta delimitar. Para casos de la imposibilidad
de acceder a los recuerdos que de no ser evocados no pueden aparecer en la
consciencia, no corresponden a memoria no-percatable. Cree Schacter que utilizarla
limitaría el alcance del fenómeno. En la clasificación propuesta por Schacter y cols. el
fenómeno de la memoria implícita incluye las formas de memoria a la que se refieren
ambos términos. El sistema de memorias múltiples busca diferenciar las formas de
conocimiento que tenemos como también la forma como utilizamos estos
conocimientos.[cita: Multiple Memory Systems in the Brain: Cooperation and Competition. N. M. White, McGill
University, Montreal, Canada]

La revisión general de la memoria implícita en la historia de la filosofía la inicia con una


referencia a Descartes (1649), quien afirma que los traumas durante la infancia
generan respuestas afectivas que determinan las reacciones emocionales por el resto
de la vida. [“ramain imprinted on his(the child’s) brain to the end of his life…any
memory remaining of il afterwards”] sin que posteriormente Descartes haya
profundizado en este fenómeno. Posteriormente presenta a Leibniz y cita las referencias
específicas de las afirmaciones sobre la formación de conocimiento que no
rememoramos posteriormente. Leibniz tuvo alumnos que continuaron las
investigaciones sobre el tipo de conocimiento implícito, pero no tuvieron injerencia en el
desarrollo de la filosofía británica en el siglo XVIII que se vio dominada por el
asociacionistas. Sí bien hace referencia a las afirmaciones de Darwin sobre la
recolección voluntaria e involuntaria, pero para ambos casos se refería a la memoria
explícita.

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Posteriormente se centra en el trabajo de Maine de Biran, quien desarrolló su trabajo
sobre la idea central de que la investigación del pensamiento requería entender la
complejidad de los hábitos. Afirmaba la necesidad de la repetición de las acciones hasta
que estas se hacían automáticas. Además propuso una clasificación de la memoria:
mecánica, sensitiva y representativa. Las dos primeras son de tipo implícito y
corresponden a la capacidad de desarrollar movimientos repetitivos y respecto a las
reacciones emocionales. La tercera corresponde a recolección consciente de ideas y
eventos. Esta clasificación es la primera que considera las diferencias entre las distintas
formas de tener y mantener nuestro conocimiento. Las ideas de Maine de Biran no
fueron conocidas por fuera de Francia a pesar de haber tenido gran influencia en Janet
y Bergson. [cita: Mémoire sur la décomposition de la pensée]

De finales del siglo XIX y principios del siglo XX, hace referencia a Carpenter (1874) y el
uso del termino unconscious cerebration como la actividad mental por fuera de la
percatación y a Ewald Hering (1870) quien usa el término de memoria inconsciente.
Para Hering era necesario el estudio de las memorias inconscientes para explicar el
desarrollo ontogenético y la herencia.

Las referencias al siglo XX están centradas en los reportes de pacientes con patologías
neurológicas que mantienen la capacidad de aprendizaje implícito pero con perdidas
plenas de las formas evocativas. Vincula el estudio de las alteraciones cognoscitivas
para evaluar aquellas funciones que permanecen a pesar de fallas claras pero que
tienen una localización cerebral específica que al estar dañadas no afectas otros tipos
de conocimientos. Hace referencia a los reportes de Robert Dum, pero le dedica mayor
énfasis a los reportes de Korsakoff y a los aprendizajes implícitos de pacientes con
amnesias.

El tipo de memorias sensitivas propuesto por M. De Biran corresponden en parte al


fenómeno descrito por el psicoanálisis. Para el caso del inconsciente psicoanalítico, ese
tipo de conocimiento se constituye inconsciente por trauma psíquico, que lleva a no
tener presente algunos episodios, siempre con contenidos eróticos. Pero a la vez, la
construcción de las respuestas en las relaciones intersubjetivas están sujetas al
aprendizaje durante la vida infantil. Esto fija los tipos de comportamientos ante los
fenómenos intersubjetivos. En el caso de clasificar estos como memorias, corresponden
a memorias implícitas que pueden llegar a ser percatables y que se constituyeron de
forma explícita pero que se mantienen en el individuo como memorias implícitas.

Si bien hay investigaciones psicológicas en varios de los autores que nombra Schacter,
a parte de M. De Biran, no hay clasificaciones específicas de la memoria que resulten de
esos trabajos, a excepción de Prince y de Ebbinghaus.

Es aquí en donde llama la atención la no referencia a von Helmholtz y a la construcción


de la teoría perceptual, en donde claramente hace referencia a la noción del cuerpo
como un proceso neurológico sin tener consciencia de este. También llama la atención

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que no hace referencia a los trabajos de Sherringthon y la propriocepción ya que es
clara la forma de conocimiento no percatable que se tiene del cuerpo y de su
movimiento.

Posteriormente ya se inician las referencias a las investigaciones modernas en


neurofisiología y psicología de las distintas formas de memoria implícita.

Sí bien la revisión que hace es amplia y clara, la referencia a la memorias implícitas


como condiciones necesarias para que las formas perceptuales complejas puedan
aparecer en la consciencia, ni siquiera lo nombra. Como tampoco hace referencia
alguna a la fenomenología.

El Sistema Múltiple de Memoria


Si bien hay en la actualidad consenso en que tenemos un sistema de memoria complejo
que tiene procesos de aprendizajes diferentes, como también diferentes formas de
mantener el conocimiento aprendido, el uso de los términos para describir los distintos
fenómenos es motivo de debate. Prefiero seguir la clasificación general de Schacter, la
cual permite seguir la discusión sobre los procesos de percepción que requieren tener
conocimientos previos, fundamentalmente memorias implícitas, lo cual me permitirá
argumentar a favor de la propuesta de Von Helmholtz, específicamente en cuanto a la
necesidad del aprendizaje para percibir los fenómenos complejos. Todos elementos
clasificatorios de la memoria pueden enmarcarse en el grupo implícito o en el grupo
explícito, que lleva a proponer niveles de cognición y tipos de procesos entre los
distintos niveles.

Los tipos de aprendizaje tienen un tipo de clasificación específica y un estado del arte
muy avanzado, que abarca distintos niveles; desde los procesos neuronales hasta los
procesos escolares. Sin embargo estos pueden caber también en esta clasificación. Los
aprendizajes son fenómenos no observables en el tiempo, ya que una vez sucedidos y
en caso de ser exitosos, solo son evaluables a través de las pruebas que evalúan la
memoria. Pero su proceso puede ser descrito como “habiendo sido percatados o no
percatados”, lo cual los hace evocables, potencialmente evocables y no evocables.

El sistema múltiple de memoria intenta a la vez explicar lo que se conoce como la


disociación de los tipos de memoria; por ejemplo cuando se presentan algunos tipos de
amnesias. En algunos casos de amnesia los individuos presentan amnesia retrograda y
anterógrada a la vez. Es decir no recuerdan nada de su vida, y no logran fijar
(sedimentar) procesos de memoria a corto plazo, pero sí son capaces de aprender
algunos procesos mecánicos. Como por ejemplo son los casos de poder aprender a
manejar un automóvil o a montar en bicicleta, y nunca recordar que han aprendido a
realizar estas tareas pero las realizan, con la posibilidad de mejorar su desempeño a
medida que repiten las actividades señaladas.

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La disociación de la memoria, vista desde el sistema múltiple de memoria, tiene una
relación clara con los planteamientos de la fenomenología sobre los distintos niveles de
experiencia. Sin embargo la expectativa de la fenomenología husserliana busca, a
través de la reducción fenomenológica, encontrar en la experiencia mental aquellas
cosas que están “escondidas”. La ruta propuesta para esto es el no dirigir la atención a
los procesos de pensamiento de mayor complejidad, y dirigir la atención a lo más
primitivo. Abstraerse de los juicios de valor, del raciocinio, etc, no solo es
inmensamente complejo, sino que define con claridad cuales son las experiencias más
primitivas y originarias. El establecer cuales son, ya implica un proceso de abstracción y
raciocinio sobre datos que no necesariamente provienen de la propia experiencia. Si se
siguiera la propia experiencia, hay aspectos constituidos en nuestra memoria implícita
que no nos permiten abstraernos de este conocimiento. Por ejemplo de la gama de
colores que percibimos no podemos abstraernos y dirigir la atención a la escala de
grises. Como tampoco podemos anticipar como sería nuestra experiencia de mundo en
escala de grises, como sería nuestra intencionalidad o como sería nuestra
“navegabilidad” o como nuestra enactividad.

Los procesos que se dan en el desarrollo infantil, que implica ir vinculando a la


experiencia mental los colores que van dándose [apareciendo] en la experiencia del
mundo, se dan de forma pasiva en el infante. El proceso de iniciar la interacción con las
cosas, ya sea tocándolos con las manos, llevándolos a la boca o realizando seguimiento,
implican un proceso activo que genera de forma no percatable el estado del mundo
entre las cosas que aparecen en el campo visual y el cuerpo del bebe. Pero una vez
constituidas no podemos abstraernos de lo ya dado para poder experienciar lo
originario. Aquello que fue lo originario y primitivo no perdura como tal, de forma
simple, sino que se mantiene como forma compleja de conocimiento, en conjunción con
otras formas.

El nivel de experiencia de la percepción de la vida adulta implica tener memorias


implícitas y haber aprendido de forma pasiva y activa este conocimiento. Este tipo de
fenómenos corresponden a lo que Husserl llamó Síntesis Pasivas y Síntesis Activas. Pero
como ya he señalado no es posible dirigir la atención a estas experiencias primitivas y
originarias. No son reductibles.

La base de toda nuestra cognición proviene de las formas implícitas de conocimiento,


las cuales son condiciones necesarias para que los procesos de conocimiento explícito
puedan darse.

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3. La memoria en la Teoría Clásica de la Percepción

La vinculación de la memoria al proceso perceptual en la teoría clásica proviene de los


planteamientos de Von Helmholtz en el texto “ The facts of perception”. Dada la
influencia de Kant para la época, la propuesta sigue explicaciones basadas en estudios
fisiológicos sobre las sensaciones, desde una perspectiva naturalista, lo cual lo lleva a
tener un distanciamiento de la versión Kantiana en cuanto a la intuición y los otros
conocimientos a priori.

Las discusiones sobre los aportes de Von Helmholtz al estudio de la consciencia han
estado presentes desde el final del siglo XIX y principios del siglo XX. Con el desarrollo
de lo que se ha llamado la filosofía de la mente y la ciencia cognoscitiva sus aportes
aún forman parte de los debates, así la propuesta de la percepción ecológica de Gibson
sea la referencia más frecuente. El fondo de la discusión tiene que ver con la propuesta
de que lo que percibimos del exterior de forma inmediata requiere “elementos” previos
que denominó sensaciones y un proceso no cociente de integración de estas
sensaciones que denominó inferencia (traducción al español de termino alemán). Este
proceso para Von Helmholtz es posterior a procesos puramente neurofisiológicos que
ocurren en los órganos de los sentidos, y ejemplificaba lo que estaba demostrado, en
ese entonces, respecto al funcionamiento de la retina y al funcionamiento del caracol
(órgano fundamental de la audición). Describía los procesos neurofisiológicos en etapas
de tiempo diferente hasta llegar a conformar la experiencia mental. La división de los
fenómenos de sensaciones y percepción que tiene la teoría clásica se puede obviar y
mantener el termino percepción para referirse a los fenómenos dados en el nivel de
experiencia en que nos enfocamos.

Un aspecto fundamental de este texto es que plantea de forma general la


propriocepción (descrita por Sherringthon en 1903) como forma perceptual básica en la
constitución de la experiencia del cuerpo. Von Helmholtz describió algunas de las
diferencias que hay en la inervación que generan percatación y de las que no generan
percatación, que para el caso de la propriocepción es un ejemplo fundamental ya que
hay conocimiento del cuerpo, de su posición para ser exactos, sin que haya
movimiento. Como el es el caso de saber que a pesar de estar sometidos a la fuerza de
gravedad no caemos contra el piso porque permanecemos realizando una fuerza de
oposición a la fuerza de gravedad, pero nunca este hecho nos genera suficiente interés
para que atrape nuestra atención en esto y nos percatemos de ello. Pero a la vez sí
podemos realizar un ejercicio simple y experienciar partes del cuerpo que hasta
entonces eran transparentes a nuestra consciencia.[cita: De cuerpo presente. Varela &
Thomsom]

Von Helmholtz describe de la siguiente manera lo que posteriormente se describe como


propriocepción y su forma de conocimiento a través de la memoria implícita:

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• “The only difficulty in learning to do these things is that we must try to do
them by using innervations which are unknown, innervations which have not
been necessary in movement previously executed.”

Tener la posibilidad de percatarse de un estímulo marca los limites de la definición de


experiencia de la fenomenología. En otros enfoques la posibilidad de percatación define
lo mental a diferencia de lo sub-mental [sub-personal]. Husserl afirmó que la
fenomenología y la psicología no obedecen a formas de estudio similares. En la
introducción de Ideas 1, respondiendo a la crítica recibida previamente, afirma que la
diferencia entre fenomenología y psicología es análoga a la diferencia entre astronomía
y ciencia natural. Para Husserl la psicología estudia los procesos más complejos, como
el raciocinio, la abstracción y los juicios (ref) y los procesos más primitivos obedecen al
estudio fenomenológico siendo la herramienta fundamental la epojé, que radica en
abstraerse de los juicios, y así poder realizar la reducción fenomenológica. Técnica
mental que como ya se dijo es imposible de realizar para conseguir describir las
experiencia originarias y primitivas. Las divisiones de la experiencia “mental”, si bien
busca diferenciar los niveles de complejidad del conocimiento, en algunos casos
generan confusiones y discusiones del uso de las palabras para describir hechos o
fenómenos. Poco sirven para abordar las discusiones sobre si los estímulos o los
fenómenos que se describen suceden realmente, o si estos fenómenos están generando
conocimiento o cuales son las condiciones necesarias para que estos se den en la
consciencia. Lo que sí considero fundamental es la diferencia entre lo percatable,
potencialmente percatable y lo no percatable. Estas diferencias son importantes en
cuanto a los tipos de memoria y los tipos de conocimiento. Son aun más determinantes
cuando buscamos la relación entre atención y percepción, aspecto que se desarrolla en
el próximo capítulo.

Von Helmholtz desarrolla su propuesta abordando los temas del tiempo, del espacio, y
de las sensaciones. Para él la intuición y los conocimientos a priori son fundamentales
para que las sensaciones y la percepción se pueda dar. Se distancia de Kant ya que
consideró que parte de estas intuiciones se lograban a través de las formas de
“inervación” que eran previas a toda experiencia. En sus especulaciones, estas
inervaciones propias del cuerpo, como ya se mencionó, corresponden en parte a lo que
hoy conocemos como propriocepción. Estas inervaciones van constituyendo una
estructura de información (conocimiento) que permite la inferencia inductiva
(unbewusste Schlussfolgerung), como mecanismo indispensable para la posibilidad de
la percepción. La crítica fundamental a la propuesta de Von Helmholtz es que el acto de
la inferencia corresponde a procesos mucho más complejos que lo que se realiza al
integrar este tipo de conocimientos. La inferencia está definida dentro de los procesos
lógicos. Sin embargo la adquisición de conocimiento a través de las integraciones
perceptuales, sí bien se puede dar de forma pasiva en los infantes, la adquisición de
algunos de estos conocimientos requieren días y llevan a realizar actos repetitivos en
donde el infante busca quedar expuesto a estos fenómenos, hasta que estos estén
constituidos de forma implícita. [Nota-ejemplor]. Este tipo de mecanismo requiere de

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las formas de memoria que corresponden a tipo de memoria implícita propuesta por
Schacter y los procesos de aprendizaje pueden ser a través de la percatación o sin la
necesidad de la percatación. Para lograr este nivel de cognición se requieren procesos
de integración a lo largo del tiempo, y este fenómeno complejo lo podemos denominar
como lo consensuemos.

Por otro lado Wundt, quien es considerado el pionero de la investigación en psicología,


realiza la diferenciación entre filosofía y psicología, lo cual termina por definir su
posición en la presente discusión (cita). Aporta las bases académicas de la posibilidad
de una psicología científica. La herramienta fundamental es Selbstbeobachtung - la
introspección, o la observación de sí-mismo -. Este enfoque limita la definición de
psicología y de la investigación psicológica, ya que consideraba que los procesos
biológicos que anteceden a la experiencia mental, a la psique -o bien a la consciencia -,
no son objeto de estudio de la psicología. Para Wundt la experiencia mental es no
reductible y no tiene equivalentes en los procesos neurofisiológicos ni en el cuerpo
mismo. Esta posición es la misma que asume la fenomenología Husserliana, al limitar la
experiencia a lo que se da en la mente. Pero contrario a Wundt la intencionalidad en
fenomenología sí es objeto de estudio, incluyendo la actitud natural y todas las
anticipaciones mentales de la experiencia psíquica.

De esta manera los procesos de memoria implícita no forman parte del objeto de la
psicología de Wundt y no deben ser considerados en los análisis y estudios de la
psicología. Sí se hace caso a este límite, muchas de las metodologías que se utilizan en
la psicología y en particular en la neuropsicología y el conductismo perderían el valor
que actualmente se les da. Sin embargo siguiendo el proceso psíquico exclusivamente,
si podemos realizar introspección sobre procesos de conocimiento no consciente,
fundamentalmente sobre las memorias procedimentales, y descubrir fenómenos
mentales complejos de los cuales no nos hemos percatado hasta el momento en que
realizamos el ejercicio. No sugiero con esto seguir la reducción fenomenológica
propuesta por Husserl, como ya lo he señalado, pero sí considero determinantes los
ejemplos de disociación de memoria, y los procesos a través de la introspección de
hacer percatables fenómenos que habitualmente no lo son.

La versión de Von Helmholtz de la percepción requiere de los procesos de memoria


implícita, los conocimientos previos, como condiciones necesarias. La presente
propuesta amplía la versión de la teoría clásica: las memorias implícitas son necesarias
para tener las formas perceptuales complejas. Siendo el fenómeno perceptual una
experiencia inmediata, sin la necesidad de procesos de abstracción, raciocinio, ni de
conclusiones lógicas. El tipo de memoria implícita y los distintos niveles de integración
permiten no tener que recurrir a estos procesos de mayor complejidad. La construcción
de esta memoria es compleja, pero fundamentalmente requiere de tener experiencias
perceptuales y estas poderlas asociarlas con el cuerpo, siendo el cuerpo el eje
fundamental de la construcción del conocimiento del mundo por la forma como se
constituye la relación entre cuerpo y mundo.

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4. La percepción en el estudio del desarrollo infantil

Los trabajos de mayor impacto en el desarrollo infantil son los de Piaget a pesar de las
críticas actuales. Todas las propuestas y desarrollos sobre el desarrollo infantil y el
desarrollo fetal y embrionario toman los postulados de Piaget para ampliarlos,
especificarlos o controvertirlos. Pero que el estado del arte de la psicología y la ciencia
cognitiva actual tenga claridad de que las habilidades, las capacidades psicomotrices,
las reacciones emocionales y los procesos del pensamiento complejo se van
desarrollando de forma progresiva, gracias a los tipos de ambientes en que los
individuos crecen, es un aporte determinante en la comprensión de la mente humana y
esto se le debe a Piaget.

El progreso en la adquisición de habilidades y formas de conocimiento se da de forma


lenta desde la vida embrionaria hasta el final de la adolescencia, sin cortes específicos
en este progreso. Para determinar sí el progreso del infante es adecuado, se han
definido algunas actividades o fenómenos como parámetros del desarrollo normal.
Como también se han definido distintos tipos de ambiente para los individuos en
desarrollo, como es “ambiente con niveles de estímulos mínimo” o “ambiente con
niveles de estímulo óptimo” para que las habilidades y cogniciones básicas puedan
desarrollarse. Si bien el ambiente es determinante para un desarrollo armónico, el
cuerpo define de forma determinante el tipo de desarrollo posible.

En el contexto del desarrollo infantil normal, hoy en día sabemos que los recién nacidos
y posteriormente los infantes, dirigen su atención preferencialmente hacia los sujetos
en su entorno. Reconocen el estado de los otros, es decir desarrollan la
intersubjetividad de forma temprana, reconociendo los estados mentales, en empatía,
de los otros sujetos. Principalmente de la madre, pero también de los demás
cuidadores. La atención hacia los objetos y el reconocimiento de las características de
los objetos se da de forma secundaria y más tardía. El reconocimiento de la caída de los
objetos o de la constancia de los objetos a través de la visión se da en el curso del
tercer mes, momento en el cual ya hay un amplio nivel de intersubjetividad, táctil,
auditiva y visual con la madre y los otros cuidadores. [ref.] Cuando la atención de un
infante se dirige preferencialmente hacia los objetos de forma clara, generalmente
corresponden a trastornos del desarrollo como los Autismos Infantiles.

Sí bien el mayor avance en la comprensión del desarrollo mental proviene de diversos


estudios en infantes mayores de tres meses, las formas perceptuales simples y
originarias deben buscarse en el desarrollo fetal y embrionario. La interacción del
embrión y su movimiento genera las primeras formas de sedimentación,
almacenamiento, memoria ( o como se quiera nombrar), las cuales se dan dentro del
desarrollo neuronal. El movimiento del embrión humano se inicia a las 5 semanas del
embarazo. La información proprioceptiva se inicia a las 6 semanas de la gestación. Si la
propriocepción no se desarrolla los embarazos no son viables; se produce un aborto
espontaneo. Esa forma de cognición temprana es condición necesaria para que el

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proceso de desarrollo pueda seguir su curso. No hay en ese momento ninguna otra
forma de saber (cognitiva) el saber moverse y la traducción del movimiento del cuerpo
embrionario en propriocepción. Cita [The Cambridge Encyclopedia of Child
Development] El desarrollo fetal presenta la aparición de otras formas perceptuales en
su expresión primaria que son la audición y el tacto que han sido estudiadas.[ cita:
Hiroki Mori, Yasuo Kuniyoshi.] [Peter G Hepper, B Sara Shahidullah.]

Los procesos de integración de estas formas primitivas de percepción (o cognición


primitiva) se dan de forma pasiva, sin mediar ningún tipo de intención del individuo. A
esta integración David Stern la llamo percepción amodal. Un aspecto evidente en el
desarrollo del infante desde los 3 meses hasta aproximadamente los 12 a 15 meses es
la exploración de los objetos y de la profundidad del espacio que se le da en su
experiencia visual. Esta exploración la realiza asociando lo que ve con su cuerpo,
explorando las constancias de los objetos, hasta que en el curso del segundo año deja
esta corroboración. En otras palabras el infante construye la enactividad a través de la
experiencia, desarrollando memorias implícitas luego de “percatarse” de forma
repetitiva del tipo de relación que tienen los fenómenos visuales con su cuerpo.

El anterior argumento lleva a considerar que ni el concepto de affordances ni el de


enacción corresponden a formas a priori de conocimiento. Si a la vez consideramos los
casos de acromatopsia adquirida durante la edad adulta, como es el caso reportado por
Sacks en El caso del pintor ciego al color, estos individuos pierden la enactividad y
como consecuencia de esta perdida, su deambulación es errática y confusa al principio.
Posteriormente desarrollan un tipo de enactividad sobre la base de la escala de grises.
Aprenden la enactividad en donde claramente es indispensable las memorias implícitas,
ya que no requieren evocar sí eso que veo es un objeto, una sobra, o parte del espacio
libre entre objetos.

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