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“Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”

ESCUELA SUPERIOR
DE FORMACIÓN
ARTÍSTICA

“EDUARDO MEZA
SARAVIA”

ESTUDIANTE : CARLA FIORELLA TAPULLIMA NUNTA


DOCENTE : Mg. YESSENIA A. BALVIN PINEDO
TEMA : EL SENTIDO VALORATIVO DE LA VERDAD
ESPECIALIDAD : ARTES VISUALES
CICLO : I – 2018
CURSO : RELIGIÓN FILOSÓFICA

Pucallpa – Perú
2018

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DEDICATORIA

Dedico el presente trabajo a Dios sobre


todas las cosas, a mis padres y
familiares por sus indesmayable apoyo
incondicional y seguir esta profesional,
a mis docentes por sus enseñanzas y
capacidad que nos trasmite por ser
unos excelentes profesionales.

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PRESENTACIÓN

El tema del sentido valorativo de la verdad parece fundamental para la filosofía;


creo que falta algunos otros aspectos de la verdad me parece que es necesario
tomar el tema en la Grecia arcaica, donde por medio de los maestros de verdad,
el poeta, el adivino el rey de justicia; la verdad era creadora, se identificaba con
la realidad, pero la palabra de los maestros de verdad era creadora.

Por otra parte me parece también que no se puede dejar de lado a Foucault, esté
o no de acuerdo con él, creo que debe estar; la verdad entendida como "poder".

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INDICE

PAG.

CARATULA

DEDICATORIA 2

PRESENTACIÓN 3

I. EL SENTIDO VALORATIVO DE LA VERDAD 5


1.1 CRITERIO DE LA VERDAD 7
1.2. LA BUSQUEDA DE LA REALIDAD O DE LA VERDAD 7
1.3. EL FALSOCIONISMO 8
1.4. LA CONCEPCIÓN POSITIVISTA 9
1.5. CRITERIOS HISTÓRICOS DE LA VERDAD 10

CONCLUSIONES 11

BIBLIOGRAFIA 12

ANEXO 13

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I. EL SENTIDO VALORATIVO DE LA VERDAD

La verdad es un valor vinculado a la honestidad que implica la actitud de


mantener en todo momento la veracidad en las palabras y en las acciones.

Pues bien, para entender el concepto de la verdad, me gustaría compartir


la definición tan acertada que hace un autor desconocido sobre la misma y
que dice así: "La verdad siempre se consideró como un valor ético, pues
da sentido al respeto ante los demás hombres, ante una sociedad, ante uno
mismo. Es el pilar básico donde se orienta la conciencia moral y abarca la
confianza a esa sociedad; donde todos nos necesitamos para vivir en
verdad".

La Sagrada Escritura está llena de frases sobre la Verdad y va más allá,


identificando a Dios con la Verdad. De hecho, podemos ver cómo San Juan
en su Evangelio lo expresa así: "Dios vino al mundo a dar testimonio de la
Verdad. ÉL mismo se autodefinió como el Camino, la Verdad y la Vida.

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Así mismo, en el Santo Evangelio de San Juan, se recoge que Jesús dijo a
los judíos que habían creído en él: "Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 2 y conoceréis la verdad, y
la verdad os hará libres." La verdad nos hará libres.

Siendo la verdad el compendio de la certeza; aquella que no da a lugar a


la duda, me sorprende y me preocupa que actualmente con opiniones tan
diversas.

Aunque es más que respetable que cada individuo se acoja a su verdad,


es cierto que tendemos a adoptar esa verdad al disfraz que más nos
acomode: ya sea a nuestro pensamiento, a nuestra circunstancia, a nuestra
ideología, o incluso a nuestra rebeldía. Todo eso lleva a que el sentido
verdadero vaya perdiendo forma; a que la desconfianza se adueñe de
criterios que no hacen bien a la mente humana; a que se limite la inventiva,
a que aumente el afán de comparar, a que se reduzca la profundidad de
analizar situaciones que contradicen el sentido común...De manera que nos
desvía de la verdadera verdad sin embargo nos encamina hacia un cauce
desbordado en dirección a la mentira. La mentira se convierte en nuestra
se hace compañera de viaje y el " todo vale " se mezcla con la razón y anula
la verdad.

Es la preocupación de una sociedad que comparte otros criterios, otras


aspiraciones y sobre todo que ve el poco esfuerzo que transmite a
generaciones que necesitan una orientación certera de la verdad.

Me atrevo a decir que la verdad no sólo ha de encauzarse en el terreno de


la VERDAD SUPREMA. Por lo que intención es no tratar este desde el
terreno religioso puesto que respeto y cuento con la libertad personal de
cada ciudadano, aunque me veo en la obligación de manifestar mi dolor al
ver "verdades" que van abrumando campos llenos de faltas de fundamento
y confianza.

Me apasiona la veracidad de la gente sencilla, comprensiva y abierta al


dialogo. Gente que ha madurado con el paso de los años. Personas que ha
tenido una actitud ejemplar. Son ese ejemplo del espejo en donde muchos
se miran, y se hacen testigo de su valía.

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Sin embargo, por desgracia, se ha tomado la dañina costumbre de no oír
lo que nos conviene, lo que no nos autoriza a seguir con nuestra mentira.
De ahí, no puede dejar de preocuparme que exista una constante
desviación de las reglas del juego. En ese sentido, no puedo dejar pasar la
participación masiva de nuevos partidos políticos sin experiencia. No me
cabe duda que esa experiencia la adquirirán con los años, con la madurez
que dan las situaciones extremas, pero hoy por hoy, sobre la sociedad
campea el vuelo alarmante de la anulación de la verdad.

Y es que esa falta de verdad empobrece las ilusiones nobles, escasea la


creación de proyectos realizables y cansa a una juventud que podría dar
un buen juego a nuestra sociedad. Por el contrario, recae en beneficio de
otras opciones, no tan ilusionantes, con matices de enfrentamientos, de
falta de proyectos para el progreso, y creando en su objetivo rivalidad entre
hermanos, ciudadanos; llevando a un y creando in extremo, odio,
rivalidades, persecución a idearios contrarios.

Por eso pido desde aquí que entre todos busquemos el valor de las
personas. Sólo quiero haceros ver que nos jugamos mucho en el panorama
Español. Nos jugamos mucho en cada rincón de España y yo deseo, como
muchos recuperar, la sensatez que a veces vemos en el borde del
precipicio.

1.1. Criterio de la verdad

El criterio de la verdad es la norma para fijar la veracidad, la certeza


de nuestro conocimiento; el testimonio que confirma y atestigua la
justeza de nuestras ideas; el grado de concordancia entre nuestras
sensaciones y conceptos y la realidad objetiva. Para el idealismo, el
criterio de la verdad no se halla fuera de la conciencia humana, en la
realidad objetiva, sino en las sensaciones, en las ideas del sujeto, en
la claridad y exactitud de los conceptos. Desde el punto de vista del
idealismo, es difícil distinguir entre lo veraz y lo falso, entre lo real y lo
fantástico. El criterio de la verdad del materialismo dialéctico es, en
cambio, la experiencia, la práctica, comprendida no sólo en el estrecho

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sentido del único acto de la comprobación, del experimento o de la
experiencia individual, sino, ante todo, en el sentido de la práctica
histórico social de los hombres. “La concepción de la vida, de la
práctica, debe ser la primera y fundamental concepción del
conocimiento” (Lenin). El criterio de la práctica refuta al idealismo y al
agnosticismo, por cuanto demuestra que nuestros conocimientos
sobre las leyes que rigen la Naturaleza tienen el valor de verdades
objetivas, y que no existen en el mundo cosas incognoscibles.

1.2. ¿La búsqueda de la realidad o de la verdad?


Una forma ilustrativa de exponer qué entendemos por verdad, es
referirnos a la alegoría de la caverna de Platón.
Platón imagina que los prisioneros que están agrupados en un muro
en el interior de la caverna, están allá desde su nacimiento y su cabeza
está dirigida solo para el interior de la caverna. Atrás de ellos se
encuentra un fuego y un camino para salir. A través del camino circulan
personas y animales que proyectan sus sombras en la pared del fondo
de la caverna. Los prisioneros dentro de la caverna apenas pueden
percibir sus sombras, de tal forma que acreditan que estas sombras
son reales, siendo las únicas que han visto durante toda su vida. Un
día, uno de los prisioneros es liberado, pudiendo salir de la caverna.
Las llamas y el sol lo deslumbraran completamente, poco a poco se
acostumbra a ver el mundo real alrededor de él. Este hecho abre un
proceso de diferenciar los objetos y de reconocer la pobreza en la cual
había sido sometido durante muchos años. Posteriormente, el
prisionero es forzado a volver a su posición original en la caverna,
viendo y distinguiendo el mundo de las sombras del mundo real que
había visto. Sus compañeros, entretanto, siguen creyendo que el
mundo real es el mundo de sombras, pues nunca tuvieron la
oportunidad de experimentar el mundo real. La parábola de Platón
muestra que la mayoría de la humanidad se contenta en vivir en un
mundo de apariencia. Pero también podemos extraer otra lección: la

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verdad y la luz son la única realidad, porque ella es todo lo que vemos.
En el idealismo, la consciencia puede equivaler a la luz de la caverna.

1.3. El falsocionismo
La perspectiva racionalista y empirista de Karl Popper se basa en
hechos materiales. Con una perspectiva crítica frente al inductivismo
y con base en un racionalismo crítico, Popper entiende como verdad
"la correspondencia con los hechos (o con la realidad); o, de forma
más precisa, una teoría es verdadera si, tan solo si, corresponde a los
hechos”. En La lógica de la investigación científica, escribe: "hemos
descrito el principio de inducción como el medio por el que la ciencia
decide sobre la verdad. Para ser más exactos, deberíamos decir que
sirve para decidir sobre la probabilidad: pues no le es dado a la ciencia
llegar a la verdad ni a la falsedad más los enunciados científicos
pueden alcanzar únicamente grados continuos de probabilidad, cuyos
Límites superior e inferior, inalcanzables, son la verdad y la falsedad”
y destaca que la verdad “es la correspondencia con los hechos".
Inspirado en el concepto aristotélico de verdad, y en declaraciones
posteriores del matemático y filósofo Alfred Tarski, argumenta que la
característica fundamental de su tesis es que recupera la noción
clásica de verdad, entendida como correspondencia de los hechos. Su
propuesta de falsacionismo significa que la ciencia no puede poseer la
verdad absoluta y sus enunciados no son verificables, ni probables,
sino falsables.

1.4. La concepción positivista y materialista: la búsqueda de la


realidad.
La perspectiva materialista en el nivel epistemológico, al descubrir los
hechos, se apoya en el positivismo y en la clásica definición de
Durkheim sobre la estrategia de investigación, al definir los fenómenos
sociales como “cosas” y la observación de los “hechos”, entendidos
estos como una “manera de actuar” y con una existencia propia
“independientemente de sus manifestaciones individuales”. Para
Durkheim, la tarea de las ciencias sociales es mostrar que las

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uniformidades y las regularidades de la conducta humana no son
accidentales.
Para analizar estas uniformidades es necesario poseer un “método
apropiado a la naturaleza de las cosas estudiadas y a los requisitos de
la ciencia”. Esta perspectiva científica apoyada en la similitud que
establece entre las ciencias sociales y naturales, se basa en la
aceptación de leyes naturales y en la necesidad de corroborarlas
mediante un proceso empírico. Los científicos sociales analizan los
sistemas sociales, apoyados en la observación de la estructura de las
diferentes partes que los componen y que interpretan a partir del
análisis de las partes, las cuales se encuentran en conexión y pueden
ser delimitadas en su entorno. Las ciencias sociales extrajeron
normalmente sus teorías a través de un proceso de observación de la
realidad, elaboración de hipótesis, contrastación, demostración o no
de las mismas hipótesis, y construcción de modelos o teorías
generales. El paradigma positivista o naturalista ofreció el marco y los
límites de análisis de la realidad como una “cosa” externa al individuo.
1.5. Criterios históricos de la verdad
El criterio de la verdad es el proceso racional completo que nos
traslade, en un recorrido dialéctico ascendente, desde las evidencias
sensibles hasta la definición de una determinada esencia universal o
idea. El criterio de la verdad es la diferencia entre lo propuesto en el
pensamiento y lo propuesto en la realidad. La adecuación inmediata
entre lo que se dice y lo que es, asimismo es la verdad es la necesaria
armonía final entre las proposiciones teológicas demostradas de las
facultades naturales del hombre (sentido, razón) y los dictados de la
fé o conocimiento sobrenaturales directamente revelados por Dios.
Todos aquellos pensamientos que pueden ser conocidos por la mente
con total claridad y distinción son necesariamente verdaderos.
El criterio de la verdad es la correspondencia entre impresiones e
ideas, es una práctica donde se demuestra la materialidad del
pensamiento, es la comprensión de una acción humana, un hecho
histórico, es comprender el sentido de esa acción. La hermenéutica es
el método que nos permite comprender el sentido histórico de las

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acciones humanas, la verdadera actividad del pensamiento consiste
en la infatigable elaboración de renovadas perspectivas sobre la
realidad.

CONCLUSIONES

El significado de la palabra verdad abarca desde la honestidad, la buena fe y la


sinceridad humana en general, hasta el acuerdo de los conceptos con las cosas,
los hechos o la realidad en particular, las cosas son verdaderas cuando son
fiables, fieles porque cumplen lo que ofrecen, el término no tiene una única
definición en la que estén de acuerdo con la mayoría de los estudiosos y filósofos

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profesionales y las teorías sobre la verdad continúan siendo ampliamente
debatidas, hay posiciones diferentes acerca de cuestiones como que es lo que
constituye la verdad; como definirla e identificar; si el ser humano posee
conocimientos innatos o sólo puede adquirirlo; si existen las revelaciones o la
verdad puede alcanzarse tan solo mediante la razón.

BIBLIOGRAFIA

Adolphs, R., Damasio, H., Tranel, D.,

Cooper Damasio, A.R. (2000) A role for somatosensory cortices in the visual
recognition of emotion as revealed by three-dimensional lesion mal ing. Journal
of Neuroscience, 20, Nº 7, pp. 2683-2690.

Agrest, B. (1998) Frida Kahlo: Trauma y creación. Buenos Aires. Asociación


Psicoanalítica Argentina. Revista de Psicoanálisis, 56, Nº. 1. Recuperado el 28
de noviembre del 2002, de http://www.apa.org.ar/revista/vol55n4re_sp.htm

12
Teoría de la acción, perspectivas filosóficas y psicoanalíticas. Buenos Aires.
ADEP. Aperturas Psicoanalíticas, Revista de Psicoanálisis. Recuperado el 6 de
noviembre del 2000, de http://www.aperturas.org/6dorfman.html

ANEXO

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