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ORAL DE DERECHO PRIVADO 1

Para comenzar con el desarrollo de la materia, es esencial hacer una introducción,


dejando sentado que el derecho se clasifica en público y privado según los sujetos que
intervienen en la relación jurídica, en el derecho público contamos con la intervención del
estado, en cambio en esta materia la relación se da entre dos sujetos particulares, por lo
tanto forma parte de la clasificación de derecho privado.

En cuanto a la noción de derecho privado específicamente, se lo puede analizar desde el


punto de vista objetivo y subjetivo.
Desde el punto de vista objetivo se divide el derecho civil y comercial.
Desde el punto de vista subjetivo se puede analizar en sentido amplio y estricto.
El sentido amplio se hace hincapié en los derechos subjetivos, que pueden ser
extrapatrimoniales y patrimoniales.
Entre los extrapatrimoniales encontramos a los personalísimos o potestativos, y entre los
patrimoniales están los personales o de crédito reales e intelectuales.
Y analizándolo en sentido estricto abarca todo lo relacionado a la relación jurídica y sus
elementos que son sujeto objeto y causa, que los voy a desarrollar con detalles más
adelante.

En cuanto al derecho civil y comercial, es importante hacer referencia a la unificación de


estas ramas.
Con el nuevo Código Civil y Comercial se unificaron en un único cuerpo por compartir
problemáticas. De todas materas esta unificación es parcial ya que todavía subsisten
muchos microsistemas, sobre todo en el área de derecho comercial.

Nuestro código comienza con un título preliminar que se divide en cuatro capítulos.
El primero hace referencia al derecho, el segundo a la ley, el tercero al ejercicio de los
derechos y el cuarto a los derechos y bienes.

Luego se divide en seis libros.


El primero, que es, junto al titulo preliminar, el que abarcara esta materia, desarrolla los
tres elementos esenciales de las relaciones jurídicas.
En su título 1 desarrolla la persona humana, y el titulo 2 a la persona jurídica, en el titulo 3
desarrolla el objeto, y en el titulo 4 la causa.

El libro segundo reglamenta las relaciones de familia, el tercero derechos personales, el


cuarto los reales, el quinto transmisión de derechos por causa de muerte y el sexto
disposiciones comunes a los derechos reales y personales. (AGREGADO)

Enfocándome en el título preliminar, las circunstancias más relevantes son los cambios
sufridos en el último código.
En el artículo 1 2 y 3 se contemplan las fuentes y aplicación, y el deber de resolver del
juez.
En el artículo 9 establece que los derechos deben ser ejercidos con buena fe; en el
artículo 10 se regula el abuso de derecho, y en el 11 especifica que ambas disposiciones
se aplican en casos de abuso de posición dominante.
En el artículo 12 se introduce la figura de fraude de ley, y en el 14 los derechos de
incidencia colectiva.
En el artículo 17 de desarrollan los derechos sobre el cuerpo humano y por último, en el
18 sientan los derechos de las comunidades indígenas.

Ya en la parte general del código, en su primer libro, comienza a desarrollar los elementos
de la relación jurídica.

En su primer título, desarrolla a la persona humana, caracterizándola como aquella que


tiene personalidad jurídica, aptitud, y disposición potencial para tener derechos,
adquirirlos y para ser sujeto activo o pasivo de las relaciones jurídicas.

Empieza haciendo referencia al comienzo y fin de la existencia de las personas.


En cuanto a las personas por nacer, es muy importante tener en cuenta cuando comienza
la existencia de la persona humana, ya que es el momento en que el sujeto tiene
personalidad jurídica y goza de protección de la ley.
Según el artículo 19 del código la existencia de la persona humana comienza en la
concepción, es decir que se considera que hay persona durante todo el proceso de
gestación.
Este asunto también tiene respaldo en el Art. 4.1 del Pacto de San José de Costa Rica,
tiene jerarquía constitucional ya que está incorporado en el artículo 75 inc 22 de la CN, y
hacen referencia en la Convención de los derechos del niño.
Los derechos y obligaciones del concebido o implantado en la mujer quedan
irrevocablemente adquiridos si nace con vida; lo cual se presume. Si no nace con vida, se
considera que la persona nunca existió y quien lo alega debe cargar con las pruebas.

En cuanto a los atributos que adquieren las personas humanas, estos no son derechos ni
deberes, son inherentes y consideradas a priori de la persona, es decir que comienzan
con su existencia, y son la capacidad, nombre, estado y domicilio.
Se caracterizan por ser necesarios e inherentes a las personas, únicos, indisponible,
inmutables e imprescriptibles.

La capacidad, puede dividirse en capacidad de derecho y de hecho, hoy llamada de


ejercicio.
La capacidad de derecho es aptitud de toda persona humana para ser titular de derechos
y deberes jurídicos; y la capacidad de ejercicio es la aptitud para ejercer los derechos por
sí mismo.

Entre las diferencias de ambas figuras podemos encontrar que la capacidad de derecho
nunca puede faltar de manera absoluta, porque es un atributo de las personas, sin
embargo es relativa, porque tiene límites en los derechos de los demás e interés público.
En cambio, la capacidad de ejercicio puede ser absoluta o restringida.

Los límites de la capacidad de derecho se ven reflejados en el código de manera


dispersa, y se refieren a las prohibiciones o restricciones en relación a calidad de persona
que interviene en el acto, las cosas que constituyen su objeto y la clase de acto que se
trate.
En cambio la incapacidad de ejercicio está establecida en el art 24, donde enumera que
tienen incapacidad de ejercicio las personas por nacer, los menores de edad, es decir,
menores de 18 años según el art 25, y los que fueron declarados incapaces por
sentencia.

En cuanto a los menores, incapaces de ejercicio, tienen excepciones. Por ejemplo los
adolescentes pueden decidir en relación a los tratamientos no invasivos; los menores
emancipados por matrimonio que gozan de plena capacidad de ejercicio; la persona
menor de edad con título profesional habilitante que puede ejercer profesión sin
necesidad de previa autorización.

En los supuestos que están fuera de estas excepciones, el menor ejerce su derecho de
ejercicio a través de un representante.
Cabe aclarar que se considera menor de edad a quien tiene menos de 18 años, y
adolecente a quien tiene más de 13 y menos de 18.

Por otro lado están las restricciones de la capacidad, estas son excepcionales y en
beneficio de la persona.
Este supuesto está establecido en el art. 32, que nos dice que a partir de los trece años
se puede restringir judicialmente la capacidad de una persona cuando padece una
adicción o alteración mental permanente o prolongada de entidad suficiente, o
excepcionalmente declarar la incapacidad cuando la persona se encuentre absolutamente
imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo,
medio o formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz.
En estos supuestos el juez debe ordenar medidas cautelares durante el proceso para
garantizar derechos personales y patrimoniales, debe entrevistar personalmente antes de
dictar resolución
En cuanto a la sentencia, previo al dictado es necesario el dictamen de un equipo
interdisciplinario, sin el cual la sentencia no es válida.
Esta debe determinar la exención y alcance de la restricción, designar personas de apoyo
o curador y puede ser revisada en cualquier momento.

También están los inhabilitados para ejercer ciertos derechos, como los pródigos, que se
encuentran en el artículo 48, y son aquellos a quienes, por la mala gestión de sus bienes,
en el sentido de dilapidar, malgastar, expongan el patrimonio familiar a que se vea
menoscabado.
Los legitimados para promover acción son cónyuge, conviviente, ascendientes y
descendientes, con efecto de que se designe un apoyo

Ya terminando con el atributo de capacidad, voy a desarrollar en segundo atributo que es


el nombre, este es el que te identifica e individualiza del resto.
Tiene dos elementos, el primero es el pronombre o nombre de pila que individualiza a la
persona dentro de la familia, y el segundo el apellido que te individualiza en la sociedad.
En cuanto a la protección del nombre, puede ser ejercida por aquel a quien le es
desconocido el uso de su nombre, por aquel cuyo nombre es indebidamente usado por
otro, y por aquel cuyo nombre es usado para la designación de cosas o personajes de
fantasía, si ello le causa perjuicio material o moral.
Las acciones las encontramos en el artículo 71, estas son la reclamación o
reconocimiento (para que se reconozca y prohíba futura impugnación) la impugnación o
usurpación, y la supresión (para que cese uso)
En este punto también hubo muchas modificaciones en el código, especialmente
comenzando a respetarse la diversidad de género y el matrimonio igualitario.
Antes el apellido de los hijos matrimoniales se encontraba reglamentado en dos partes,
por un lado por matrimonios de distinto sexo y por otro de igual sexo.
Ahora, no se hace esta distinción, sino que el art 64 establece que los hijos matrimoniales
tienen el apellido de alguno de los dos, si no hay acuerdo se hace sorteo, y a pedido de
ellos o el hijo con madurez se agrega el otro.

En cuanto al hijo extrapatrimonial, estos tienen el apellido del su progenitor.

También hubo modificaciones respecto al nombre del conyugue.


Antes la mujer casada tenía derecho optativo de agregar el apellido del marido, y los del
mismo sexo ambos tenían esa opción.
Ahora, no se hace distinción de sexo, y el art 67 establece que ambos tienen opción de
agregar el apellido del conyugue.

El tercer atributo, que el domicilio, es el lugar que la ley considera como centro o sede
legal de la persona.
Se clasifican en domicilio general u ordinario, y domicilio especial.
El general u ordinario es un atributo, cualidad o propiedad inherente a la persona que
representa su indispensable asiento o sede legal para el ejercicio de sus derechos y
cumplimiento de sus obligaciones. Es necesario, único y mutable.
A su vez este puede ser legal o forzado, cuando es instituido por la ley, o real y voluntario
cuando es la efectiva residencia de la persona en un cierto lugar con ánimo de
permanecer allí.
El domicilio especial no es un atributo, sólo produce efectos en relación a una o varias
relaciones jurídicas determinadas, es el que las partes de un contrato eligen para el
ejercicio de los derechos y obligaciones que de él emanan. No es necesario, puede ser
múltiple, y es voluntario.

El domicilio es muy importante a la hora de determinar la ausencia de una persona, y la


muerte presunta.
La ausencia se da cuando una persona ha desaparecido de su domicilio, sin tenerse
noticias de ella, y sin haber dejado apoderado.
La muerte presunta puede ser ordinaria o extraordinaria.
La primera se da con la ausencia de una persona de su domicilio sin que se tenga noticia
de ella por el término de tres años, causa la presunción de su fallecimiento aunque haya
dejado apoderado.
El caso extraordinario, precisa que el ausente por última vez se encontró en el lugar de un
incendio, terremoto, acción de guerra u otro suceso semejante, susceptible de ocasionar
la muerte, o participó de una noticia de él por el término de dos años, contados desde el
día en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido, si encontrándose en un buque o
aeronave naufragados o perdidos, no se tuviese noticia de su existencia por el término de
seis meses desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido
Para que nazca la presunción de fallecimiento es preciso que la persona se ausente de su
domicilio sin que se tenga noticias de ella por el término de tres años, sin requerir la
norma que la ausencia de la persona haya ocurrido en virtud de una circunstancia que
traiga aparejada la muerte (supuesto de buque o aeronave naufragada, incendio,
terremoto, etc.), como ocurre en los casos extraordinarios. Por último, el plazo de tres
años debe contarse desde la fecha de la última noticia que se haya tenido del ausente.
La disminución de los plazos en los casos extraordinarios en relación al supuesto
ordinario, se debe a que se trata de hipótesis que se sustentan en circunstancias
particulares, en las que las posibilidades de supervivencia resultan ínfimas.

El último atributo de las personas es el estado civil, este es propio de las personas físicas
y hace referencia a la posición o rol que ocupa una persona en la sociedad, por ejemplo
estado civil, o en una familia, por ejemplo estado de padre, de hijo, etc.
Entre sus características podemos encontrar es regulado por normas de orden público,
que es indivisible y oponible erga omnes, generalmente es recíproco o correlativo, es
inalienable, es decir intransmisible, y es necesario, indisponible y único.
En cuanto a los efectos, el estado genera deberes jurídicos.
Entre los medios de prueba podemos encontrar el nacimiento, matrimonio, muerte de las
personas físicas, estableciendo que se prueba con las partidas del Registro del Estado
Civil y Capacidad de las Personas, conocido como Registro Civil.

Luego de hacer referencia a las atribuciones de las personas, en el código quedan


establecidos los derechos personalísimos.

Antes de abarcar este asunto, es importante aclarar que estos se encuentran dentro de la
clasificación de los derechos subjetivos, que son el poder o facultad conferido a los
sujetos por el ordenamiento jurídico, para exigir de otros sujetos un comportamiento o
conducta, tendiente a la satisfacción de intereses dignos de protección.
Como ya adelante antes, estos se clasifican en extrapatrimoniales o patrimoniales, y los
personales forman parte de la primer clasificación.

Ahora sí, los derechos patrimoniales son los que recaen sobre ciertos aspectos o
manifestaciones de la personalidad del hombre para proteger su libre desenvolvimiento.

Entre ellos están la inviolabilidad de la persona humana, las afectaciones a la dignidad, el


derecho a la imagen, la prohibición de alterar la genética del embrión, la prohibición de
realizar investigaciones en seres humanos sin comprobar su eficacia y seguridad, el
derecho a informar consentimiento para actos médicos o investigaciones de salud, el
derecho a dar directivas medicas anticipadas, y el derecho a disponer de exequias, todos
introducidos en el nuevo código civil, en el art 75 inc 22, y reconocidos de manera
explícita en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en otros instrumentos
supranacionales.
Estos son absolutos, extrapatrimoniales, irrenunciables, relativamente disponibles por las
partes y por ende no transmisibles. Y su vulneración da derecho a su titular a reclamar la
prevención y reparación de los daños.

Ya en el titulo dos, se comienza a desarrollar a la persona jurídica, definida por el art 141
como todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para
adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de
su creación.
La personalidad jurídica es el presupuesto de actuación de los grupos humanos dentro de
la sociedad; exigencia ineludible para posibilitar el pleno desarrollo de los individuos que
integran una comunidad jurídicamente organizada.

Hay distintas teorías en cuanto a su naturaleza, entre ellas están la teoría de la ficción, las
teorías negatorias de la personalidad jurídica y las realistas.
La teoría de la ficción considera que la persona necesita actuar en conjunto, por eso
crean un ente artificial, pero este no tiene voluntad, por lo cual lo representan.
La teoría negatoria considera que los sujetos que se unen no logran crear un sujeto
distinto, este ente no existe, pero lo protege la ley por solidaridad social.
Y las teorías realistas consideran que este es un ente diferente a los miembros que lo
componen.
A su vez tiene diferentes posturas; las que se basan en la voluntad que lo considera un
verdadero ente semejante al organismo de las personas físico, a su vez tiene dentro la
teoría del órgano que reemplaza la palabra representación por órgano de voluntad; las
que se basan en el interés considerando que este ente tiene un interés distinto al de sus
miembros; y la teoría de la institución que considera al ente una institución, con elementos
esenciales que son obra, organización, y manifestación de comunión.

La persona jurídica comienza su existencia desde su constitución, a menos que necesite


autorización legal. Es necesario que el contrato constitutivo se inscriba en el Registro de
Personas Jurídicas.

Es importante aclarar que la persona jurídica es un ente ideal distinto de los socios que lo
componen, personalidad jurídica propia, por ende, puede adquirir compromisos propios
frente a los terceros y constituye un centro de imputación distinto del patrimonio de los
socios.

Los atributos de la persona jurídica no son los mismos que los de la persona humana, en
este caso son el nombre, domicilio y sede social y patrimonio.
El nombre es necesario para su individualización.
El domicilio remite a la indicación genérica de la ciudad, localidad o región, la sede a la
dirección.
Capacidad de derecho limitada por principio de especialidad (para su finalidad) y
limitaciones impuestas por naturaleza (no pueden ser titulares de derechos potestativos)
Patrimonio formado por aportes y conjunto de bienes.

El art 144 hace referencia a Inoponibilidad de la personalidad jurídica, dejando sentando


que cuando el accionar de la persona jurídica esté destinada a la consecución de fines
ajenos a la persona jurídica o constituya recurso para violar la ley, orden público y buena
fe, o para frustrar derechos de cualquier persona, procede la inoponibilidad de la persona
jurídica: la actuación del ente se imputará directamente a los socios, asociados,
miembros, controlantes directos e indirectos que la hicieron posible, quienes responderán
solidaria e ilimitadamente por los perjuicios.

Las personas jurídicas desarrollan su actividad por medio de las personas físicas que
actúan en su nombre. Estas tienen el deber de actuar con lealtad y diligencia, esta última
teniendo en cuenta la dimensión de la sociedad, el objeto social, las funciones genéricas y
específicas, las circunstancias en que debió actuar, y la aptitud que es común encontrar
en personas que administran negocios similares.

En cuanto a la responsabilidad de los administradores, entendida como la responsabilidad


civil por daños, es una responsabilidad ilimitada y solidaria frente a la persona jurídica,
sus miembros y terceros, por los daños causados por su culpa en el ejercicio o con
ocasión de sus funciones.
Responderán ilimitadamente con todo su patrimonio por los daños que produzcan, y
solidariamente entre los administradores que faltaren a sus obligaciones de lealtad y
diligencia en los casos de administración plural.
Es necesario que hayan ocasionado un daño causado ya sea por dolo o culpa.
La responsabilidad de los administradores respecto a la persona jurídica es de naturaleza
contractual, y es extracontractual respecto de los terceros.

Ya dejando claro que es la persona jurídica puedo pasar a su clasificación.


Estas se dividen en públicas y privadas.
Las públicas están enumeradas en el art 146, y son el estado, los estados extranjeros y la
iglesia católica; se rigen por la norma de origen y por aquéllas que la complementen o se
dicten por delegación.
Las privadas están emuneradas en el art 148, y son las sociedades,
asociación civil, simple asociación, fundación, iglesia, confesión, comunidad, entidad
religiosa, mutuales, cooperativas, consorcio de propiedad horizontal.
Estas poseen como atributos el nombre que la identifique como tal, con el aditamento
indicativo de la forma jurídica adoptada, el domicilio y la sede social, y el patrimonio.

Habiendo terminado con el desarrollo del primer elemento de la relación jurídica, paso a
detallar el segundo elemento, que es el objeto, que encontramos en el titulo 3, respecto a
este puedo decir que este varía según la clase de relación y derecho subjetivo que se
trate. Pueden ser: cosas, hechos u objetos inmateriales.

Los bienes son identificados con la valoración económica, no importa si son materiales
(cosas) o inmateriales.
En cambio las cosas son objetos materiales susceptibles de valor.

El objeto de la relación jurídica tiene varias clasificaciones.


Pueden clasificarse las cosas consideradas en sí misma como muebles e inmuebles,
divisibles e indivisibles, fungibles y no fungibles, principales y accesorias, consumibles y
no consumibles, frutos y productos, bienes dentro y fuera del comercio.
Por otro lado pueden clasificarse en relación a las personas. Están los bienes
pertenecientes al dominio público, los pertenecientes al dominio privado del estado, y los
bienes particulares.
Y por último pueden clasificarse con relación a los derechos de incidencia colectiva.

Para terminar con esta parte y pasar a describir el patrimonio que es uno de los atributos
de la persona jurídica publica, voy a hacer una descripción breve de cada una de esas
clasificaciones.
Las cosas inmuebles pueden serlo por su naturaleza, como el suelo, las cosas
incorporadas a él de una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el
hecho del hombre; o por accesión cuando son cosas muebles que se encuentran
inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con carácter perdurable, en este caso
forman un todo con el imnueble. Y las cosas muebles son las que pueden desplazarse por
sí mismas o por una fuerza externa

Las cosas son divisibles cuando pueden ser divididas en porciones reales sin ser
destruidas. Y son indivisibles cuando no podrán ser divididas, aunque se den todos los
requisitos desarrollados anteriormente, si su división convierte en antieconómico su uso.

Las cosas son principales cuando pueden existir por si solas. Y son accesorias cuando
cuya existencia y naturaleza son determinadas por otra cosa de la cual dependen o a la
cual están adheridas.

Las cosas son consumibles cuando su existencia termina con el primer uso. Y son no
consumibles cuando no dejan de existir por el primer uso que de ellas se hace, aunque
sean susceptibles de consumirse o deteriorarse después de algún tiempo.

Las cosas son fungibles cuando todo individuo de la especie equivale a otro individuo de
la misma especie, y pueden sustituirse por otras de la misma calidad y en igual cantidad.
Y son no fungibles cuando tienen características que las hacen únicas y, por ende, no
pueden ser sustituidas por otras de características exactamente idénticas, como ser un
caballo de carrera, puesto que éste tiene particularidades.

Las cosas son frutos cuando son objetos que un bien produce, de modo renovable, sin
que se altere o disminuya su sustancia. Y son producto aquellos objetos no renovables
que separados o sacados de la cosa alteran o disminuyen su sustancia.
Los frutos pueden ser naturales, industriales o civiles.

En cuanto a las cosas dentro y fuera del comercio, no dependen de la característica


intrínseca de la cosa, sino de su disposición legal.
En general los bienes están dentro del comercio, salvo los que prohíbe la ley por
considerar prohibida su transmisión. Estos bienes generalmente son de dominio público
del estado.

Son bienes pertenecientes al dominio público aquellos muebles o inmuebles que, siendo
de propiedad del Estado Nacional, de los estados provinciales o de los municipios, están
destinados a satisfacer una finalidad de utilidad pública y afectados al uso general y
gratuito de todos los particulares. El estado no tiene sobre ellos un derecho de dominio,
sino que tiene la facultad de reglamentar su uso. Son inenajenables e imprescriptibles.
entre estos bienes podemos encontrar el mar territorial, aguas interiores, bahías, golfos,
ensenadas, puertos, ancladeros y las playas marítimas, ríos, estuarios, arroyos y demás
aguas, islas formadas o que se formen, espacio aéreo suprayacente al territorio y a las
aguas jurisdiccionales de la nación, calles, plazas, caminos, canales, puentes, obras
públicas, documentos oficiales del estado, ruinas y yacimientos, etc.

Son bienes de dominio privado del estado aquellos que pertenecen al Estado nacional,
provincial o municipal, son inajenables, inembargables, imprescriptibles.
Entre ellos encontramos inmuebles que carecen de dueño, minas de oro, plata, cobre,
piedras preciosas, sustancias fósiles y toda otra de interés similar, según lo normado por
el Código de Minería, lagos no navegables que carecen de dueño, cosas muebles de
dueño desconocido que no sean abandonadas, excepto los tesoros, bienes adquiridos por
el Estado nacional, provincial o municipal por cualquier título.

Son bienes de los particulares aquellos que no son del Estado nacional, provincial, de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires o municipal, y sobre los cuales tienen derechos

En cuanto a los derechos individuales y de incidencia colectiva, es importante dejar en


claro que el código antepone, a los derechos individuales los de incidencia colectiva: flora,
fauna, biodiversidad, agua, valores culturales, paisaje, entre otros.
Los derechos de incidencia colectiva, consagrados en el art. 43 de la Constitución
Nacional, tienen vías específicas de protección, como ser el amparo colectivo.

Terminando con esta clasificación voy a hacer una breve descripción de lo que es el
patrimonio, atributo de la persona jurídica, para culminar con el último elemento de la
relación jurídica que es la causa.

El patrimonio es una unidad jurídica compuesta por elementos singulares que lo integran,
los cuales pueden ingresar o egresar, aumentar o disminuir o aun ser nulos, sin que el
patrimonio deje de ser tal.
Está integrado por bienes materiales e inmateriales, y las relaciones jurídicas y derechos
que se ejercen sobre ellos.
Entre sus clases podemos encontrar el patrimonio general, que es el conjunto de bienes
susceptibles de valoración económica del que es titular la persona, junto con las cargas
que lo gravan, y el especial que es el conjunto de bienes afectados a un fin determinado y
sometidos a un régimen especial.
Entre sus características, el primero es único e indivisible, inalienable e intransmisible e
idéntico al mismo. Y el segundo está sujeto a un régimen especial y su excistencia
depende de la ley.

Todos estos bienes que integran el patrimonio, están afectados al cumplimiento de sus
obligaciones y constituyen la garantía común de sus acreedores cuando las personas se
convierten en deudores, con excepción de aquellos que este Código o leyes especiales
declaran inembargables o inejecutables.
Estos bienes excluidos son inembargables o inejecutables y están enumerados en el art
744, y son las ropas y muebles de uso indispensable, los instrumentos necesarios para el
ejercicio personal de la profesión.

El art 244 hace referencia especial a la vivienda.


La característica fundamental de este régimen es que, una vez afectada la vivienda e
inscripta en el Registro de la Propiedad, la misma se torna inembargable e inejecutable
por deudas que contraiga su titular, aun en caso de concurso o quiebra e
independientemente de cuál sea la causa de la obligación, si ésta es posterior a la
afectación.
La afectación de la vivienda puede constituirse entre vivos, motriz causa y por constitución
judicial.
El efecto de la afectación es que la vivienda afectada no es susceptible de ejecución por
deudas posteriores a su inscripción. De todas formas podemos encontrar excepciones,
como obligaciones por expensas comunes y por impuestos, tasas o contribuciones que
gravan directamente al inmueble, obligaciones con garantía real sobre el inmueble,
obligaciones que tienen origen en construcciones u otras mejoras realizadas en la
vivienda, obligaciones alimentarias a cargo del titular a favor de sus hijos menores de
edad, incapaces, o con capacidad restringida.

El inmueble afectado no puede ser objeto de legados o mejoras testamentarias, excepto


que favorezcan a los beneficiarios de la afectación.

Son embargables y ejecutables los frutos que produce el inmueble si no son


indispensables para satisfacer las necesidades de los beneficiarios.

La Desafectación y cancelación de la inscripción, puede hacerse A solicitud del


constituyente, A solicitud de la mayoría de los herederos, A instancia de cualquier
interesado o de oficio y En caso de expropiación, reivindicación o ejecución autorizada.
Desafectada y cancelada la inscripción registral, la vivienda dejará de gozar de los
beneficios que concede el régimen estudiado y, por lo tanto, la misma será ejecutable y
embargable.

Ahora si nos encontramos con el tercer y último elemento de la relación jurídica, la causa,
desarrollada en el titulo 4, esta puede definirse como aquello en virtud de la cual las
relaciones jurídicas nacen, se modifican, transforman, transmiten o extinguen.

Antes de comenzar voy a aclarar la diferencia entre hecho y acto jurídico, la cual radica en
que el primero es un acontecimiento que produce el nacimiento, modificación o extinción
de relaciones o situaciones jurídicas, en cambio el acto tiene el fin inmediato de generarlo.

Los hechos jurídicos pueden ser naturales o humanos.


Son naturales cuando no interviene el ser humano, y son humanos aquellos en los que si
interviene.

A su vez los humanos pueden ser voluntarios o involuntarios según si son ejercidos con
discernimiento intención y voluntad.

Y los voluntarios, pueden ser lícitos e ilícitos.

En cuanto a la voluntad jurídica, contiene elementos internos o morales, y materiales o


externos. Los primeros son el discernimiento, que es la aptitud de conocer y depende de
la madurez; la intención, que es el discernimiento aplicado a un caso concreto; y la
libertad que es el poder obrar sin coacción (física y moral)

Elemento externo de la voluntad: manifestación, hecho externo

La voluntad puede ser viciada, ya sea por error, dolo o violencia.


El error se da cuando hay un conocimiento inexacto de la realidad. A su vez el error
puede ser de hecho o de derecho según se dé respecto de una norma jurídica aplicable
o sobre las circunstancias o elementos fácticos que hacen al negocio o relación
jurídica de que se trate, espontaneo o provocado según la persona haya cometido la
falsa noción por ella misma o haya sido inducida a la falsa creencia, esencial o
accidental donde el primero es el que recae sobre la naturaleza objeto causa principal
cualidades sustanciales de la cosa o la persona del otro contratante y el segundo
recae sobre algún accesorio de la cosa, y por ultimo error excusable o inexcusable
según haya habido culpa o no.

El dolo cuando hay maniobras engañosas empleada por una de las partes para inducir a
la otra a celebrar un acto jurídico. Para que provoque la invalidez, será necesario que
haya sido grave, que haya ocasionado un daño importante y que no haya habido dolo
recíproco. A su vez este puede ser esencial o incidental, el primero es esencial y causa
la nulidad del acto si es grave, es determinante de la voluntad, causa un daño
importante y no ha habido dolo por ambas partes, y el segundo es aquel en el que le
faltan uno o más requisitos. También puede directo, si es cometido por una de las
partes del acto jurídico, su dependiente o representante; o indirecto, si proviene de la
conducta de un tercero ajeno a la relación de que se trata para beneficiar a alguna de
las partes.

Por último la violencia como vicio de voluntad, se da cuando hay coerción sobre una
persona para obligarla a realizar un acto. Esta puede ser fuerza o intimidación o
fuerza irresistible. A diferencia del dolo, acá no hace falta un daño.

En cuanto al acto jurídico, también puede ser viciado, por lesión, simulación y fraude.

La lesión: puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando


una de las partes explotando la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia de la otra,
obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y
sin justificación.
El vicio de lesión subjetiva origina en cabeza del lesionado o sus herederos dos acciones.
Ninguna otra persona puede ejercer esta acción.
Requisitos: la grave desproporción en las prestaciones que debe existir al momento de la
celebración (elemento objetivo) la explotación por parte del beneficiario de la “necesidad”,
“debilidad síquica” o “inexperiencia” del lesionado (elemento subjetivo)

La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la


apariencia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que
no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmiten derechos o personas
interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten.
Así, se define la simulación como el acto que, por acuerdo de partes, se celebra
exteriorizando una declaración recepticia no verdadera para engañar a terceros, sea que
ésta carezca de todo contenido, o bien, que esconda uno verdadero diferente al
declarado.
Elementos: la declaración deliberadamente disconforme con la verdadera intención de las
partes, el acuerdo de partes sobre la falsa declaración y el propósito de engañar a
terceros.
Esta puede ser absoluta o relativa, licita e ilícita, total o parcial.
Todo tercero que se ha visto perjudicado por la simulación tiene derecho a ser resarcido
del daño sufrido.
Prescribe: a los dos años
Objetivo: nulidad
El fraude: implica una inmediata referencia al engaño, al acto contrario a la verdad y al
recto proceder. El fraude supone una conducta tendiente a eludir los efectos de una
norma imperativa o de origen convencional, utilizando otra vía negocial no reprobada por
ley. El fraude se configura mediante actos reales, serios y no aparentes, no simulados.
Esta caracterización permite señalar tres notas que se hallan presentes en la noción de
fraude a los acreedores: otorgamiento por el deudor de actos o negocios jurídicos,
provocación o agravación de la insolvencia del deudor y sustracción de bienes del
patrimonio del deudor en perjuicio de los derechos de los acreedores.
Prescribe: al año
Objetivo: inoponibilidad

Los actos pueden tener distintas modalidades, entre estas encontramos la condición,
plazo y cargo.

Ya para culminar con el desarrollo de la materia, voy a hacer referencia a la ineficacia de


los actos jurídicos, que puede darse por la nulidad o inoponibilidad respecto de
determinadas personas.
La nulidad puede ser absoluta o relativa. La primera puede ser declarada por juez sin
mediar petición de parte. La segunda se declara a instancia de partes.
La nulidad puede ser total o parcial de acuerdo al alcance de la afectación.

Por otro lado, la inoponibilidad puede hacerse valer en cualquier momento, sin perjuicio
del derecho de la otra parte a oponer la prescripción o la caducidad y no tiene efectos con
respecto a terceros, excepto en los casos previstos por la ley.

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