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CFBL 1689 – Cap.

30 DE LA CENA DEL SEÑOR


MATEO 26: 26-29, MARCOS 14:22-25, Lucas 22: 14-20, 1 CORINTIOS
11:17-34.
La pregunta que se suele presentar, y enfatizar en la mente de quienes están
presentes en la celebración de la Santa cena, e igualmente suele tener un
lugar de destaque en el sermón y apelo del predicador, suele ser la siguiente:
¿Soy digno de participar en el Cena del Señor? Esta es una cuestión muy
pertinente y digna de ser levantada, sin embargo, no es el enfoque de ninguno
de los textos referentes a la institución, significado y ocasión de la celebración
de la Santa Cena. Todos tenemos marcos de referencia dentro de los cuales
encuadramos toda la realidad que nos rodea, y lo mismo ocurre en cuanto a
nuestro entendimiento de las verdades bíblicas. El resultado de ello es que
terminamos por torcer el significado dela Santa Cena, la cual pasa de ser una
celebración, una conmemoración a ser un ritual exclusivista separado
solamente para la elite de miembros del cuerpo de Cristo. En algunas
congregaciones donde se mal interpreta la Cena de Señor, su significado y a
quienes debe ser administrada, el culto de celebración de esta sagrada
ordenanza llega a ser el menos frecuentado en la agenda de actividades de la
iglesia local.
Antes de pasar directamente a la lectura de la CFBL 1689, examinemos los
textos listados arriba y busquemos responder las siguientes preguntas:
1ª) ¿Por qué Jesús instituyó la Santa Cena, con qué propósito?
Memorándum
2ª) ¿Qué representan los elementos, el pan y el vino? El cuerpo partido –
molido, y la sangre vertida, derramada

3ª) ¿En qué consiste el nuevo pacto y qué tiene que ver con la sangre de
Cristo? Jeremías 31:31-34, Hebreos 7:22-28, 9:11-28.

En la Teología Reformada este nuevo pacto es señalado como siendo


el “Pacto de Gracia” o Pacto de Redención (pago dado por un esclavo)
 Mientras que el pacto eterno fue hecho entre el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo, el pacto de gracia fue hecho entre Dios y el hombre. Este pacto de
gracia es donde Dios, promete salvación eterna al hombre, basado en el
sacrificio de Jesús en la cruz. Es llamado el pacto de gracia porque es iniciado
por Dios, y no proviene para nada del hombre ni por su valía, y es un favor
inmerecido recibido de Dios.

En este pacto, Jesús fue hecho carne (Jn 1:1, 14, 18; He 2:9), mediador de un
mejor pacto (Hebreos 8:6: “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo,
cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.”),
nacido bajo la Ley (Gá 4:4), cumplió perfectamente la Ley (1ª Pedro 2:22: “el
cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;”). Por lo tanto, la justicia
cumplida por Cristo se le es dada al creyente para que así obtenga la justicia,
no por nada que haya hecho, sino la de Cristo: “y ser hallado en él, no teniendo
mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia
que es de Dios por la fe;” (Fil 3:9). La responsabilidad del creyente es tener fe
en la obra terminada de Cristo (Ro 5:1; Ef 2:8-9), una justicia derivada en los
tiempos del Nuevo Testamento por fe, de la forma como también lo fue en los
tiempos del Antiguo Testamento (Ro 4:1-11). La manifestación del pacto de
gracia fue progresivamente revelada. Empezó en el Huerto del Edén después
que Adán y Eva pecaron y Dios prometió un redentor (Gn 3:15), a Abraham,
la promesa de hacer de él una nación grande y por él, bendecir a todas las
familias de la tierra (Gn 12:2-3), el pacto de los 10 mandamientos dados a
Israel en el Monte Sinaí (Ex 34:28), y a los creyentes en el Nuevo Pacto (Jer
31:31-37), el cual es cumplido en Cristo: “Asimismo tomó también la copa,
después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre;
haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.” (1 Co 11:25).
Matt Slick- CFBL 1689 Cap. 7

4ª) ¿Qué hecho especifico representa la Cena del Señor? La obra vicaria,
redentora, salvífica de Cristo por sus elegidos.
5ª) ¿A qué evento del ministerio de Cristo precede y apunta la institución de
la santa Cena? Crucifixión, resurrección, Gran Comisión y Ascensión.
6ª) Teniendo en mente a Dios Padre, quién envió a Jesús para redimir a los
elegidos, la expresión de Cristo “mi cuerpo que es partido por vosotros, y, mi
sangra que por vosotros es derramada” y su posterior crucifixión, ¿Qué
atributos humanos quedan evidentes? La culpabilidad del ser humano
ante el Justo e implacable Dios, la extrema gravedad de su pecado y
desesperada condición, la deuda y ofensa eterna con Dios, la paga
debida al pecador – muerte y exposición a la ira y maldición divina.
7ª) ¿Qué aspecto, qué atributo, de Cristo es representado esencialmente en la
Santa Cena? Cordero Redentor – Sacrificio vicario.
8ª) ¿Qué nos debe recordar el partir del pan y el beber del vino? El sacrificio
de Cristo en nuestro lugar para perdón de nuestros pecados – deudas
para con Dios.
8º) ¿Qué promesa hace Jesús al instituir la Santa Cena? El volverá y
celebrará la cena con los suyos – Las bodas del Cordero - Apocalipsis
19:1-9.
Hasta aquí vimos el aspecto, o mensaje Soteriológico y Escatológico
de la Santa Cena, ahora, sin perderlos de vista veremos qué relación
tiene con un mensaje eclesiológico.

Teniendo el texto de 1 CORINTIOS 11:17-34 respondamos:


1ª) ¿Quién es el autor del texto, y a quienes escribe? Pablo a la Iglesia en
Corinto.
2ª) ¿Por qué escribe Pablo a la Iglesia en Corinto, es decir; cuál es el propósito
de la carta?
Al resumir el contenido de la epístola, podemos explicitar el propósito de 1
Corintios brevemente. Primero, Pablo buscaba fomentar y promover un
espíritu de unidad en la congregación local y, a la vez, mostrar a los
destinatarios que ellos pertenecen a la iglesia universal. Segundo, el apóstol
intenta corregir algunas tendencias erróneas en la comunidad cristiana. Una
de esas tendencias era la apatía con respecto a disciplinar a un incestuoso. En
tercer lugar, Pablo respondió a preguntas que le fueron hechas por carta (7:1)
y por una delegación (16:17). Y finalmente, la epístola de Pablo instruye a los
creyentes de Corinto de recolectar fondos para ayudar a los santos necesitados
en Jerusalén. Específicamente desde el capítulo 11 – 14:40 Pablo está
tratando problemas en el seno de la Iglesia. 1 Corintios 1:10-11, 3:1-4
3ª) ¿Cuál era el signo de división que se manifestaba a la hora de participar
de la Cena del Señor? Egoísmo, falta de reverencia y liviandad –
menospreciaban la Iglesia de Dios al no considerarse la unidad y armonía que
debe existir entre los miembros del cuerpo de Cristo.
4ª) ¿Qué evidenciaba un mal discernimiento – entendimiento, del cuerpo de
Cristo?
El no esperar unos por otros, comiendo y bebiendo egoístamente, a la luz del
contexto más amplio, el participar de lo ofrecido a los demonios y de participar
de la Cena del Señor. 10:16-17, 19-24.
5ª) A la luz del contexto, ¿Qué es el cuerpo de Cristo y como se relaciona con
el abuso corregido por Pablo? Tanto el cuerpo físico de Cristo, como su cuerpo
místico que es la Iglesia.6:15, 19-20, 8:9, 11-13, 10:16-17, 19-22, 31-33, 11:16-
17, 20-22, 33-34, 12:12-14, 24b-28a; Juan 17 – 18. En lo que se refiere al
carácter soteriológico, no discernir el cuerpo de Cristo es participar de la Cena
del Señor como si se tratara de algo trivial, una comida cualquiera, sin
discernir – entender lo que ello representa, a saber: Que, para salvar a los
pecadores de la condenación eterna, Dios Hijo se encarnó, tomó sobré si
nuestros pecados y murió bajo el peso de la ira divina, en lugar de todo aquel
que en Él deposite confianza para salvación. Sin embargo, no quedo en la
sepultura, sino que también resucitó para nuestra justificación 1 Corintios
15:1-3, Romanos 4:24-25.
En su carácter Eclesiológico el cuerpo de Cristo es la Iglesia la cual es
compuesta por los santos, los elegidos, los que fueron comprados por la sangre
de Cristo. El valor de la Iglesia se define por el precio que Dios estuvo
dispuesto a pagar por ella. Participar de la Cena del Señor con un
comportamiento individualista, egoísta, lo que denota un sentido de
superioridad, es menospreciar la Iglesia de Cristo, que es el cuerpo del mismo
Cristo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todos. 6: 15, 19:20; 8:11-13,
10:16-17, 19-22, Efesios 1:15-23, 2: 11-22.
6ª) Según el texto, quienes participan de la Cena del Señor sin discernir su
cuerpo, participan indignamente – no son dignos de participar de este símbolo
de la comunión cristiana, tales comen y beben para su propio juicio. ¿Qué es
participar indignamente sin discernir el cuerpo de Cristo?

En resumen, según cada uno de los textos ¿qué simboliza la Santa Cena?
El cuerpo del redentor molido, para dar vida al cuerpo de redimidos
que estaban perdidos. El cuerpo humano de Cristo molido para
perdonar los pecados y dar vida al cuerpo místico de Cristo, la
Iglesia.
Juan 17 y 18 corresponden a al contexto anterior y posterior de la institución
de la Cena del Señor. El capítulo 17 registra la famosa oración sacerdotal que
enfatiza la unidad de los miembros del cuerpo entre sí, juntamente unidos a
la cabeza del cuerpo que es Cristo. La Santa Cena – La Cena del Señor,
también era conocida como la Cena del Amor –Ágape. No se trataba de una
cena de San Valentín, sino de una celebración comunitaria donde el cuerpo de
Cristo, en comunión celebraban su común salvación y el amor de Dios por
ellos, y el amor cristiano los unos por los otros. Con los años esta ordenanza
llegó a ser conocida como la eucaristía, de la raíz griega “eucharitos”, que
significa “agradecer”, exactamente por expresar gratitud por la salvación
recibida.
Concluimos entonces de este breve estudio, que la Santa Cena debe ser
tomada libre y confiadamente por todos aquellos que disciernen – entienden
su carácter o significado soteriológico, Cristo nos salvó de la condenación
eterna entregando su cuerpo a ser molido y muerto en nuestro lugar. Su
carácter eclesiológico, fuimos todos comprados por la sangre de Cristo, fuimos
todos constituidos miembros de su cuerpo por igual, por su sacrificio en
aquella Cruz. Somos miembros de un solo cuerpo, somos muchos unidos a uno.
Y su carácter escatológico, debemos celebrar no solo nuestra común salvación
de la condena del pecado, y común unión a Cristo, sino también la común
glorificación futura, Cristo prometió que volverá para tomar para si su novia,
y entonces tomaremos con Él otra vez la Santa Cena, pera ya no solo doce,
sino la multitud de aquellos cuyas vestiduras fueron lavadas en la sangre del
Cordero. Apocalipsis 19:1-9.
Participar de la Cena del Señor indignamente es:
1 - Participar confiando en tu comportamiento piadoso como pase – vale que
te dignifica ante Dios.
2 - Participar livianamente, como si de una mera y trivial ceremonia religiosa
se tratara. Como si esta sagrada ordenanza no fuera más que un simple
cumplimiento litúrgico.
3 - Participar por coacción o por no lucir mal ante la congregación.
4 -Participar movido por la pretensión de pertenecer a un grupo distinguido y
superior entre la raza humana, y los demás creyentes.
La Santa Cena es la señal del pacto que Cristo a su Iglesia, su novia, es decir,
a todos y cada uno de los redimidos, justificados, y santificados en y por Cristo,
mediante la fe.
Participar de la Cena del Señor dignamente es
1 - Participar de la Cena del Señor dignamente es tomarla entendiendo que
somos grandes pecadores, pero Cristo es el único y suficiente gran Salvador.
2 - Participar dignamente es entender que no somos dignos por nuestras
obras, sino porque su Gracia nos basta y nos transforma.
3 - Participar de la Cena del es comer el pan, y beber de la copa para su Gloria.
4 - Participar dignamente de la Cena del Señor es participar de ella seguros
de que Él volverá a buscar a su Iglesia, porque la obra que Él empezó la
perfeccionará, porque Él es fiel.
Isaías 55:1 -10

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