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“JESUCRISTO EL INCOMPARABLE”

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a


los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo,
a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el
cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y
quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado
la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra
de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó
más excelente nombre que ellos. Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él
me será a mí hijo? Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo,
dice: Adórenle todos los ángeles de Dios” Hebreos 1:1-6.
El libro de los Hebreos

La carta a los Hebreos no tiene un autor conocido, fue escrita aproximadamente


en el año 67-69 d.C. fue dirigida básicamente a los judíos que se habían
convertido a Jesús y que tenían la fe cristiana, tiene como tema central una
motivación muy fuerte a los judíos que se habían convertido a Cristo y que
estaban padeciendo persecución por causa de su fe y además están siendo
confundidos por los falsos maestros judaizantes para que siguieran ligados a la
vieja fe judía. El autor pretende enfatizar lo que es en verdad la gracia en Cristo
el Señor.
Presentación
Esta epístola es muy singular pero muy importante, y este capítulo que abre el
libro tiene una exposición potente, clara y totalmente cristológica, se intitula
“Dios ha habla por su hijo”, esta carta irrumpe en el lector con la potente
exposición de que en este tiempo, en el “hoy” el Dios todopoderoso sigue
hablando, en realidad Dios siempre ha hablado al hombre, de muchas formas y
muchas maneras, a su pueblo Israel les habló por largo tiempo por medio de sus
siervos los profetas, lamentablemente la nación hebrea fue rebelde a la palabra
de Jehová y transgredió permanentemente la ley de Dios. Este capitulo es
totalmente cristológico y cristo céntrico presentando la grandeza, el valor y la
importancia del Hijo de Dios. Además Jesús es mucho mayor que los mismos
ángeles por cuanto heredó mas excelente nombre que ellos, esta por encima de
Miguel, Gabriel, y de los arcángeles, querubines, serafines, principados y
potestades. Debe recibir de ellos el reconocimiento, la adoración y la alabanza.
Dios lo puso en un lugar único y especial por lo tanto el Hijo es lo mas grande
que existe ¡Gloria a Dios para siempre!
Jesucristo él incomparable y el unico Hijo de Dios
Hoy el Eterno habla por su Hijo a la humanidad, así como ayer empleó a los
profetas para hablar a su pueblo, hoy lo hace por medio de Jesús. Su Hijo es el
ser mas extraordinario que existe, el personaje principal de la sagradas
escrituras y el hombre mas extraordinario que la historia haya conocido, el
heredero de todas las cosas, además Dios hizo el universo mismo por causa de
su Hijo, y este Hijo es la sustancia misma de Dios y quien sustenta (alimenta,
mantiene, sostiene, da vida) todas las cosas con la palabra de su poder, otras
versiones dicen; “El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su
naturaleza…”, es Dios mismo (Juan 14:9, 1ª. Juan 5:20, Colosense 2:9, Tito
2:13, Romanos 9:5, Apocalipsis 1:8).
¿Quién es Jesucristo? Jesús es el personaje y eje central de la biblia aparece en
sus sesenta y seis libros; en Génesis es la Simiente de la mujer, Éxodo es el
cordero pascual, en Levítico el cordero del sacrificio, en Números es la peña
de Horeb y la vara de Aarón, en Job el Redentor que vive, en los Salmos el
buen pastor, en Eclesiastés el predicador, en Proverbios él es la sabiduría, en
cantar de los cantares él es el amado, en Isaías es el Siervo de Jehová, en
Daniel el cuarto varón del horno de fuego, en Joel el Espíritu derramado, en
Amós el León que ruge, en Miqueas es el Señor de Israel, en Zacarías es el
Pastor herido, en Malaquías es el Sol de justicia, en Mateo es el Mesías de
Israel, en Marcos el Hijo del Hombre, en Juan el Hijo de Dios, en Hechos el
Mesías rechazado, en las epístolas de Pablo él es; El primogénito de la
creación, la cabeza de la iglesia, el Siervo, el justificador, el Salvador, El poder
y la sabiduría de Dios, la Esperanza de Gloria, la Plenitud de la Deidad, el Juez
de vivos y muertos, el Gran Dios y Salvador, en el libro de Hebreos es el Gran
Sumo Sacerdote, en Judas es el único y Sabio Dios y en Apocalipsis es Rey de
reyes y Señor de señores.
El escritor Cristiano David Breese responde a la pregunta ¿Quién es
Jesucristo? Diciendo; “Jesucristo es el Unigénito hijo del Padre encarnado en
forma humana. Es el hijo del hombre, el único Salvador del mundo, el autor y
consumador de nuestra fe, el que por medio de su muerte en la cruz provee
redención para todos los que creen en Él, Él es el que murió por nuestros
pecados, resucito al tercer día, que vive para ser intercesor por nosotros
delante del Padre, y que un día vendrá en su Glorioso retorno, para juzgar a
los vivos y muertos, cuando aparezca en su reino. Él es Señor Dios, y solo en
ÉL tenemos vida, y vida en abundancia.
El es el único que está sentado a la derecha del Padre, en el lugar de mayor
privilegio que nadie nunca pudo ni podrá tener; a la misma derecha de Dios en
la gloria excelsa (Salmo 110:1, Lucas 22:69, Hechos 7:56, Colosenses 3:1)
intercediendo por todos los que por medio de El se acercan a Dios, es nuestro
gran abogado y el único mediador entre Dios y los hombres (Juan 14:6, 1ª.
Timoteo 2:5, Hebreos 7:25, 1ª. Juan 2:1). Por ello nadie puede ser salvo,
perdonado, transformado, acercarse a Dios y llevado al cielo si no es por El. Por
eso el gran apóstol Pablo se refirió a la persona del Señor Jesucristo de esta
extraordinaria manera; “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también
en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de
siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los
que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua
confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” Filipenses 5:1-
5.
Palabras finales
Gloria a Dios por la maravillosa, extraordinaria y singular persona del único y
gran salvador del mundo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo. El autor de esta
preciosa carta confirma la supremacía de Cristo y su preeminente lugar en el
cielo, en la historia y en la salvación. Amén.

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