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REGLAS DE INFERENCIA PARA LOS ARGUMENTOS DEDUCTIVOS

Como ya hemos mencionado, la lógica tiene como finalidad distinguir el razonamiento correcto del
incorrecto, y para ello emplea los métodos de prueba que han resultado ser de lo más adecuado. Los
métodos para la demostración valida y no valida de argumentos son aquellos que nos ayudan a tal
propósito.
Ahora bien, un argumento es una secuencia o serie de proposiciones en las que una de ellas,
llamada conclusión, se infiere o se obtiene de las premisas en la que una de ellas, llamada
conclusión se infiere o se obtiene de las premisas. La validez de los argumentos consiste pues, en
que las premisas y la conclusión se encuentran lógicamente estructuradas, sin importar si dicho
argumento es verdadero o falso, puesto que la importancia será destacar la coherencia lógica o
formal.

MODUS PONENS
Para verificar si nuestros argumentos son válidos podemos disponer de una serie de reglas que
determinan la estructura que nuestros argumentos deductivos deben de tener. La primera de ellas es
la llamada modus ponendo ponens, o modo en que afirmando se afirma. El modus ponens nos dice
que si afirmamos como verdadero el antecedente entonces tendremos como conclusión la
afirmación del consecuente. La forma del modus ponens es:
Si el enunciado p entonces el enunciado q
El enunciado P
Por lo tanto el enunciado q.
Ejemplo:
(P)Si hay millones de planetas habitables en nuestra galaxia, entonces (q) parece probable que la
vida se haya desarrollado en más planetas que en éste.
(P)Hay millones de planetas habitables en nuestra galaxia.
Por lo tanto (q) parece probable que la vida se haya desarrollado en más planetas que en éste’.
Otro ejemplo:
(P) Si todas las películas de Robert Rodríguez han sido clasificación R, entones (q) su nueva
película también será clasificación R
(P) Las películas de Robert Rodríguez son clasificación R
Entonces
(q) La nueva película de Rodríguez será clasificación R.
Modus Tollens:
El modus tollens o modo en que negando se niega, consiste en negar el consecuente para afirmar el
antecedente. Su estructura es:
Si P entonces q
No q
Entonces no p
Ejemplo:
(P) Si Alfredo hubiera sido ambicioso, (q) habría aceptado el puesto. (No q) No aceptó el puesto.
Por lo tanto, (no p) Alfredo no era ambicioso.
Otro ejemplo:
(P) Una lectura literal del Génesis nos llevaría a concluir que (q) el mundo tiene menos de 6 000
años de antigüedad y que el gran cañón bien pudo ser formado por el Gran Diluvio hace 4 500 años.
(No q) Dado que esto es imposible, una (no p) lectura literal del Génesis debe ser un error.
Otro ejemplo:
(P) Si el universo fuera infinitamente viejo. (q) No quedaría hidrógeno en él, dado que el hidrógeno
se convierte en helio constantemente en todo el universo, y esta conversión es un proceso
unidireccional. (No q) Pero de hecho el universo está compuesto casi por completo del hidrógeno.
Luego, (no p) el universo debe haber tenido un comienzo determinado.
Modus Tollendo Ponens
El modus tollendo ponens o modo en que negando se afirma, es una forma de argumento en la que
una premisa es un enunciado disyuntivo o disyunción, la otra premisa es la negación de uno de los
dos disyuntos y la conclusión es la verdad del otro disyunto. Su forma es:
PoQ
No p
Por lo tanto q
Ejemplo:
(P) El criminal es un miembro de la familia o (q) es un vecino.
(No p) No puede ser un miembro de la familia.
Por lo tanto (q) es un vecino.
Otro ejemplo:
(P) Esperamos el progreso mediante el perfeccionamiento de la moral, o (q) lo esperamos mediante
el perfeccionamiento de la inteligencia.
(No p) No podemos esperar el progreso mediante el perfeccionamiento de la moral.
Por lo tanto (q), debemos esperar el progreso perfeccionamiento de la inteligencia.
Falacias.
Son argumentos mal intencionados que tienen la finalidad de apelar a los sentimientos del auditorio.
En este gran grupo podemos encontrar a todas las llamadas “Falacias informales” que se dan cuando
la información contenida en las premisas no autoriza a enunciar la información de la conclusión. Este
hueco argumentativo suele ser llenado con elementos irracionales, que están más allá de los
presupuestos por las reglas de la argumentación:

Falacias formales. Falacia de afirmación del consecuente

Las primeras (formales) pueden expresarse mediante símbolos lógicos, distinguiendo con precisión
las partes que las componen. Las segundas, en cambio, no han podido formalizarse (es decir:
representarse mediante el uso de símbolos); sólo pueden describirse de una manera general los
elementos que las conforman, utilizando para ello el lenguaje natural. A lo largo de este libro
analizaremos falacias informales, planteando una alternativa de esquematización para algunas de
ellas.

Observemos. El ejemplo de una falacia formal, denominada "falacia de afirmación del consecuente"

Si la contaminación rebasó los 300 puntos IMECA, hay molestias visuales y respiratorias en la
población capitalina. De hecho, hay molestias visuales y respiratorias en esta población. Por lo tanto,
la contaminación rebasó los 300 puntos IMECA.

(Simbolicemos los enunciados: C= La contaminación rebasó los trescientos puntos lMECA, R= Hay
molestias visuales y respiratorias en la población capitalina. Ahora simbolicemos el conectivo
"si...entonces": -+= Si...entonces.)

Utilizando la simbología en cuestión, la "falacia de afirmación del consecuente" adquiere la forma:

C-+R

Por lo tanto, C

Cualquier razonamiento cuyos enunciados (además del conectivo) se distribuyan en la forma


ejemplificada, será una instancia de la falacia ya mencionada de afirmación del consecuente. Por otro
lado, tratándose de un razonamiento incorrecto, las premisas serán verdaderas y la conclusión falsa.

En síntesis, debido al hecho de haberse podido simbolizar, al argumento sobre la contaminación se


le denomina "falacia formal".

Más ejemplos de falacia de afirmación del consecuente:


* Si alguien es madrileño, entonces es español.
El Cid es español.
Luego, es madrileño.
* Si alguien toma cianuro se morirá.
La abuela se ha muerto,

Luego, ha tomado cianuro.

* Si un canario canta es que está vivo.


Mi canario está vivo,
Luego, canta

* Si compras el coche no te llegará el dinero a fin de mes.


No te llega el dinero a fin de mes,
Luego, has comprado el coche.

Falacias de ambigüedad

Llamadas falacias de claridad. Estas falacias aparecen en razonamientos cuya formulación contiene
palabras o frases ambiguas, cuyos significados oscilan y cambian de manera más o menos sutil en el
curso del razonamiento y, por consiguiente, lo hacen falaz.

3.4.1. Equívoco

Esta falacia utiliza tanto en las premisas como en la conclusión algunos términos del lenguaje que
tienen dos o más significados, sin especificar cuál significado se está usando; lo que lleva a errores
de sentido y confunde al interlocutor. Por ejemplo:

Dar el gasto es una obligación conyugal.


El amor se gastó.
El amor es una obligación conyugal.

3.4.2. Anfibología

La anfibología contiene más de un significado no sólo en alguno de sus términos, sino en la estructura
de la proposición completa, sean premisas o conclusión; se trata igualmente de una argumentación
que hace mal uso del lenguaje, lo cual le lleva a tener diferentes sentidos. Por ejemplo:

Todos han cometido alguna equivocación. Por tanto, hay una equivocación que todos han cometido.

3.4.3. Énfasis o acento

Esta falacia se comete cuando, a partir del énfasis o acento que se ponga en la expresión, se obtienen
interpretaciones diferentes dejando en la ambigüedad lo que verdaderamente se quiso decir. Por
ejemplo:

No es tan fácil vivir como morir sin dolor.


No, es tan fácil vivir como morir sin dolor.
No es tan fácil, vivir como morir sin dolor.
No es tan fácil vivir. como morir sin dolor.

3.4.4. Composición

En esta argumentación falaz se atribuyen las cualidades de las partes de un todo, al todo en su
conjunto; se trata de una falsa generalización de las cualidades de los casos particulares al caso
general. El error consiste en que el sentido atribuido o encontrado en algunos, se pasa al conjunto.
Por ejemplo:

Toda acción bélica es racional, entonces la guerra es racional.


Todo franciscano es pobre, por tanto la orden Franciscana es pobre.
Si una copa de vino es provechosa, una botella aún mejor.

3.4.5. División

Es la contraparte de la falacia de composición, en ésta se aplican las cualidades del todo a cada una
de las partes; se considera que si el conjunto al que pertenece algo tiene ciertas características,
igualmente las tendrán sus partes. Lo cual es falso. Por ejemplo:

- La Cámara de Diputados es Honorable, luego cualquier diputado es honorable.


- La selección de Fútbol de Brasil es la mejor del mundo, por lo que su portero es el mejor del mundo.

Resumiendo. Buena parte del por qué las falacias nos parecen argumentaciones válidas es debido a
que tienen regularmente una estructura premisas-conclusión, lo que nos hace suponer que existe
relación entre ellas. Este es el elemento persuasivo, pero es precisamente en este punto que tales
argumentos se convierten en falaces porque no hay una relación, ni necesaria ni de implicación, entre
las premisas y su conclusión.

Con esta falta, las falacias ponen en el lugar de las razones otros elementos que no son pertinentes, ni
vienen al caso, porque no tienen relación lógica. Conocer los diferentes tipos de falacias, sus
características y los errores que incurren en la argumentación puede ayudar no sólo a no cometerlos
sino también a identificarlos cuando otros los usen y, con ello, poder contrarrestarlos.

Tarea:
1) Realizar cinco ejemplos de la aplicación de cada regla de inferencia

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