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su procedencia>,seaesraprocedenciael método, la autoridad reli-

giosa, o bien tal o cual doctrina, debe se¡ susriruida por <<esto es
aceptableen función de sus efectos,,.
Crítica constanre,por lo tanto, hacia roda afirmación que recla-
ma nuestraaceptaciónsobre la basede su procedencia.Peio cuida-
do, ¿desdedónde hacer l¿ crítica? Si no hiy insranciasfirmes y se-
guraspara
"fundamentar en verdad" nuestrosdiscursosy nuestras
prácticas,tampoco exisrenlugaresprivilegiadosdesdelos cualesar-
ticular su interrogación y su enjuiciamiento,Si ya no podemos re-
fugiarnosen santuarioalguno para fundamentarnuestrosconoci-
mientos y nuestrascreenciastampoco podemos recurrir a sanruario
alguno para emprender su deconstruición. ¿La crítica? Sí claro, Construccionismoy psicología
pero ¿desdedónde?Desdeluego,nunca másdesdeun lugar seguro,
y sólo nos quedapor lo tanto la frágil fuerza de nuestroJargumen-
tos y nadamás.Sólo nos quedaap elar ala razón, pero ale razón con
La incontenible irrupción de la disidencia construccionista
"r" minúscula,a.esarazón que ha producido a lo largo de la histo-
ria tantascosasvaliosas,y no nos queda nada más.Y no me digan
ustedesque como cadacual eslibre de suspropias interpretaciones, Permítanme empezar con una simple constatación. La reciente
la ausenciade referentesabsolutosabre las puertasa la ley del más emergenciay el fuerte desarrolio del construccionismo son cierta-
fuerte: ..estoes así porque lo digo yo y soymás fuerte qúe tú,,. Al mente notablesen el merco de la psicologíacontemporáneapero no
contrario, es precisamentecuando se postulan criterios absolutos constituye, ni mucho menos,un fenómeno que seaexclusivo de la
cuando se legitima plenamenteel .ecurio a la fuerza parahaceren- psicología. Se trata de un fenómeno que se está manifestandocon
trtr en razó¡ a quienesseponen al margen de ellos, extraordinaria pujrnza en el conjunto de las cienciassociales.Lo
Abandonados los referenresabsolutos,la psicologíasocial sólo encontramos,por ejemplo, en ei campo de la sociología,de la an-
pue.le encontrar su propia justificación en la labor crítica que seaca- tropología, de la economía,de las cienciasde la organización,de la
paz de desarrollar,Por mi pane no veo razón algunapara no preferir lingüística,de la filosofía, de la cienciade la ciencia...Pero esmás,su
estetipo de legitimación a aquellasotras que exaltanla cientiÍicidad de influencia se manifiestatambién en crecientessectoresde las llama-
nuestradisciplina.¿Quépodemosperderal sustituirun tipo de legiti- das "cienciasnaturales",véase,por eiemplo, la física de los sistemas
mación por otro? Sin duda alguna corremos el riesgo de que se nos alejadosdel equilibrio, con los trabajosde Ilya Prigogine y todo lo
pnve
prive oe
de ros
los pn\lreglos
privilegiosque co pertenenciaal ámbrto
c lerela pertenencra
confiere ámbito de la clen-
cien- que gira en torno a los sistemascaóticosy ala creaciónde orden a
cia instituida,y sabemosque son muchos:dinero,credibilidad,presti- partir del desorden,véasetambién el campo de la biología con las
gio. Todos,que duda cabe,y yo el primero buscamosreconocimiento aportacionesde Henri Atlan, o el campo de las neurocienciascon
socialy prestigio.Pero, por lo menos,podemos elegi de quién nos los trabajos de Francisco Varela. En áefinitiva, nos encontramos
gustaríarecibir nuestro prestigio. ¿De la institución cientfica? Es una ante un fenómeno bastantegeneralizadoy no cabeduda de que se
opción muy legítima,pero si construimosla psicologíasocial como estáconfieurando estosúltimos añoslo oue vo llamaríauna autén-
una herr¿miena crítica capazde debiütar,por poco qui sea,las condi- ¡ls¿ "galÑa construccionistar,cie.ta-ente Éeterogénea,no exenta
cionesde dominaciónsobrelasque seasientanla explotacióny la mar- de imprecisión y de confusión, pero que se asienta,cuando menos,
ginación,nuestroprestigio arranctráentoncesde otras fuent.s, unas sobreun coniunto de preocupaciones y de formulacionesque son
fuentesque,a mípor lo menos,me parecenmucho másvaliosas. comunesa tooos suslntegrantes.

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Frenteal innegableaugedel constmccionismolo primero que se como lo que a todosnos inte¡esaaquíts l,r lr¡',rrr.r ,.',¡,,
r rlr, r rl, I.r
nosplanteaesintentarexplicarlasrazonesde estedesarrollo,y esto psicología, me ceñiréa estecampoaunqucs(r.r I)r,r(rrr.lrr rt, rrl
es tanto más acuciantecuanto que eseconiunto de preocupaciones posibleevitaralgunaque otra excursiónpor-1,,s,1,,,,,r,,,,r', rlr lr¡',
y de formulacionesal que antesme referíasesitúaen una posición principios generales.
de ruptura frontal con buena parte de los presupuestosque confi- Construccionismoy psicología,por lo tanto. Puesbit.rr,cl ,lr,',r
guranlo quepodríamosllamarla,.,concepción heredada"de la cien- rrollo del construccionismo en el campode la psicologían()(('rsrI
cia, esdeci¡ la idea de la cienciaque seha forjado a 1olargo de estos tuye sino la muy palpablemanifestación de que la psicologírr cst;i;rl
últimos siglos,y se sitúan en ruptura frontal con muchasde nues- canzandoun cierto gradode madurez.¿Quéquiero decir con csrr,?
tras ideasmás arraigadas.Claro que siemprese han manifestadodi- Puessencillamente que la psicologíaestáempezandoa abrntkrn¡u
sidenciasen relación con los presupuestosgeneralmenteaceptados, cienasingenuidades que habíaheredadode la modernidad.Ab;rrr
pero cuando estasdisidenciasconsiguenarraigary expandirsesiem- donar la ingenuidad,lo mismo que alcanzarla madurez,no c()nsrl
pre signi{icaque algo bastanteprofundo estácambiandoen una so- tuye algo que seapositivo o deseable en sí mismo.Podemosrcivil
ciedad.Es bastanterazonablepensarque el hecho de que la "disi- dicar,por qué no, el derechoa la ingenuidady dejarnosseducrrnrr¡v
denciaconstruccionista"hagamella en nuestrasciencias,se instale legítimamentepor sus evidentesencantos.Ocurre, sin ernDrrll(),
en ellasy se expandaen su senoindica claramenteque nuestraépo- que determinadasingenuidadesson tremendamentepeligrosasy, t'rr
ca esuna épocade transición,una épocaen la cual se estánasentán- el casode la psicologíasus ingenuidades erantan peligrosasquc lc
do lasbasesde una mutación,de un cambioradical.¿Quéeslo que han conducidopaulatinamente a constituirsecomo un dispositiv,',
estácambiando? Los másatrevidospensamos, sencillamente,que es- extraordinariamenteautoritario y forrrarla forma del autorir,rris
tamos saliendode eselargo período constituido por la modernidad mo másgenuino.Por supuesto,las^ingenuidades que han propici.r
y entrando lentamenteen la postmodernidad y este momento de do estasituaciónsólo puedensertildadasde si nos scn
"peligrosas,,
transición, que serálargo, explica,sin duda, la confusión, la pérdida timos incómodoscon el autoritarismo,pero permítanmeclar pttr
de referentesclaros, la incertidumbre y la desorientaciónen la que supuestos,aquí, estaincomodidad porque, aún con el riesgo clc ¡rir
muchos nos hallamos actualmente,así como el repliegue de otros recerintolerante,la verdades que ni siquierame apetececntirblrrr
haciavalores-refugiotradicionalescomo son los fundamentalismos debatecon quieneslegitimanel autoritarismo;simulacroclcrlt'hrrr.
religiosos o las lealtadesextremashacia los grupos étnicos y hacia además,porque me haríancallar,como hacencallara los pr¡.'r,r,'r,
los fundamentalismosnacionalistas.Pero no quiero entrar aquí en en cuanto sepresentasela ocasión.
el complejodebatesobrela postmodernidady quizásseasuficiente En la medidaen que el construccionismo cu€stionatlirt,.r.r¡¡¡,rrrr'
con formular la razonable conjetura de que el rela¡ivo éxito del lasingenuidades collas que ha comulgadola psicologíirrrL, l.rr¡i,,,1,
construccionismoremite,probablemente, a un procesode cambio su desarrollo,se puededecir que lo que estáhaciencl.t cl i orrsrrrr,
en nuestrássociedades. cionismono esni másni menosoue desmantelar csctlisrr,rsirir',, ,¡L
r
Por otra parte, el hecho de que el construccionismotransite por toritario en que se habíaconvertldola psicología,muy .r ¡( \.u, r,in
disciplinastan diversascomo las que he mencionadopone de mani- duda alguna,del talantey de la sensibilidad liberal,cn cl bucrr sr'¡rrr
fiesto su carácterde "meta-discu¡5e",esdeci¡ de un tipo de discur- do de la palabra,de la mayoríade los psicólogos.Pcro ya cs hor'.rtlc
so cuyo alto nivel de generalidad y de abstracciónpermite inspirar decir de qué ingenuidadesestoy hablando,aunquc paril lrl(('rtirs
concrecionesdiversassegúnlas peculiaridadesde cadadisciplina, al aflorarcon mayor nitidez esnecesario recordarprcviamcrrte .¡rr.:. s
estilo de lo que hicieran,y siguenhaciendo,los grandesparadigmas exactamente lo que pretendenla psicologíay los psicólogos.( )rc,'
de pensamiento,como por ejemplo,el positivismoo el realismo. quc estaremos de acuerdosi digo quepretendcnbásic¿rncntc rtost rr
Por lo tanto, quedaclaro que deberíamossituarnossobreestemeta- sas.En primer lugar,elaborarunosconocimicntos, alcanzlrunoss.r
nivel para poder abordarla discusióndel construccionismo,pero bcrcsque seanlo másconfiablcsposiblcs,tan ccrtcr()sc()nrori(.1l)()

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siblc,acercade esapeculiarrealidadque es"la realidadpsicológica'. una imagenporque precisamenteestabadentro de el1a.Esa rmagen
Sc trata, por lo tanto, de constituir un conocimiento especializado fue configuradapor la moderna ideología de la cienciay me gusta-
(.lr. r." preciso,más coherente,másfundamentadoy más sóli- ría ir dibu.jandoaquí nuevamenteesaimagen,o por lo menos esbo-
.in qre los-á, cónocimientos de sentidocomún,esdecir,de esoscono- zar algunosde los elementosque le dabanforma,porqueesesarmá-
cimientosque en materiade psicologíatienentodos los sereshuma- genla que con{eríasu pleno sentidoa1noblepropósitoque alentaba
nos porque sus culturas los han ido constmyendo a lo largo de Ia a la psicología. og¡Erb
história.Dicho con otras palabras,que nos resultarán,sin duda,muy Primer trazo de esaimagen:una materia prima hacia la cual en- 1,
familiares:la psicologíapretendeconstituir un conocimientotan focarla operaciónde producciónde conocimientos, esdecir,un ob-
cicntíficocomo estoseaposiblesobrela complejarealidadpsicoló- jeto que algunosllamanla ..!sique.y que estáconstituidopor ese l5qür
gica que solicita su atención.Esto significarápara algunospsicólo- conlgnro d"efenómenos.pñ;;;; rn..rnir-os psicológicosque HvfiAilA
gosla necesidadde ádoptary adaptarlos métodosde las cienciasna- componenla variopinta y complejarealidadpsicológicade la que es-
turales a su propio objeto de investigación,y otros psicólogos tamoshechoslos sereshumanos.Y esarealidadessencillamente ..la
consideraranmás convenienterecurrir a un tipo de racionalidadin- que es>,no la que nos gustaríaque fuese ni ningunaotra cosa.Es la
vcstigadora que no seatan miméticade la que imperaen lascienci¿s que es,con total independgncia de lo que podamosconocero pen-
natui"les,peio en cualquiercasola metaestáclaramente establecida. ,r, ,..r.. d" ya,níiida-
dib.tjosepara
En segundolugar,ló que pretendenlos psicólogoses,sencilla- mente,como "llr]EGffi?"ro
si de la tierra y el cielo"n
se"l
tratase,dos dominiosdife-
lr.' nt", .riilirr. esebagajede conocimientosvá1idos,constituidoen rentes:la realidadpor una parte y el conocimiento de la realidadpor
cl "laboratorioo fuera de é1(estono importa demasiadoaquí)para otra. Este primer trazo que instaura una división sugiereya infini-
incidir positivamentesobrela infinidadde problemasde tipo psico- dad de cos¿s.Sugiere,por ejemplo,que existealgún pasaje,algún
Itígicocon los cualesseenfrentan,o los que padecen,Iaspersonasen camino,complejo sin duda,y un tanto misterioso,que conducedes- ¡o*5¡1¡r1¡
su cxistenciacotidianamejorandoasíla calidadde vida de los seres de la realidad al conocimiento de la realidad.Sugieretambién, con
llumanos. trariamentea lo que dicen las religiones,que esen la derra, en la rea-
Estamos,sin duda,antedos propósitosáparentemente muy no- lidad, y no en el cielo, en el conocimiento, donde radicala verdad. eüftr,r¡r'o
trlcsy muy loables.Sepodríaargüirque entrelasintencionesque se Lasrazonesson obviasy los positivistassupieronresumirlasen una
pr,r.lamany lo que luegosehaceen realidadsuelenexistirnotables fórmula magistral cuando hablaron del irrefutable "tribunal de los
,liscrepancias, pero no va a seresami líneade argumentación. Daré hechos",pero volverésobreello en un instante.Sugiere,por fin, la . .- _. _
-
¡xrr buenala declaraciónde intenciones,tomaréal pie de la letra,sin existenciade un¿ ..terrae incó.gnita", la realidad piicoló-gicat^l V |{i\i#¿
,lLr..lrr de ello lo que pretendeexplícitamente la psicología.Pero in- como es, que los primeros psicólogosse lanzarona explorarcon
tcrrtrrré deconstruiresapretensiónpara haceraflorarsuspeligrosas cautelay con tenacidad.
irrllcrruidades.Eso sí,por razonesde tiempo y parano hacermeaún Segundotrazo eÍ el dibujo: esaexploración,ellamisma,las brú-
¡¡r.isucsadode lo que setoleraen un acto como éste,me limitaré al julas, las cartasde navegación,1osprocedimientosque la psicología
¡.'r'irncrpunto. Es áecir,al noblepropósito de constituirun conoci tenía que :uúlizarparaaventurárseen esaandaduray para orientar-
rrricntoespecializado Ían científicocomo seaposible. se en esárealidadque debíapenetrarevi¡andoperderseen las apa-
riencias_, porque claro, existen muchas formas de adentrarseen la !; mÉ6o.
realidady no todasellasconducenhaciala producciónde conoci- y¡,,0",
l.as ingenuidadesbásicasde la psicologíainstituida mientos válidos. Senecesitabauna brújula, o meior aún, una balan- (Er¡rope,r
za oaraoiñla cantidadde aciertocontenidaen cadaconocimiento
l..r ¡rsi.,rlt,gíalr.r permanccido durante largos años prcsr dc tttt.t que 1apsicologíaiba descubriendo/_elaborando.Pero los_.psicólo-
inr,rgcn,cautiv;rclc una irnagcn no puciicndo vcr qttc tiln stilo t t.t gosno tuvicron que construrresabalanza,ya existía,y selimiraron

229
a ¡omarla prestadadeLarazón científica.¿Qué decíala razón cten- adecuaciónde esosdiscursos es. sencillamente.la existenciade la
tífica?Simplementeque un conocimiento estanto másacertado,vá- "objetividad",esdecir,de eseconjunto de reglasde procedimiento
nl?,$t 1ido,correcto, rico en contenido de verdad cuanto mejor se adecua, que permiten limpiar los conocimientosde toda traza dejadaen
_ ^---_ .. refleja, representaa la propia realidad.Lo que se dice acercade ellostanto por las peculiaridades
del agenteproductor de esosco-
?ffiryrl#^1, realidad^debe .rt"., dé alg:u.ra e.r .orrespondenciacon la nocimientos como por las condicionesen que se han producido y
-a.rera,
realidad para que nuestrosenunciadospuedan ser aceptadoscomo por los instrumentosque han sido utilizadosparaproducirlos.Re-
enunciadosválidos.Con estovolvemosal famosoutribunalde los glasde procedimientoque constituyenlo que llamamosel "método
hechos"al que he hechoreferenciahaceunosinstantes.Cuandoha- cientí{ico"y que todos conocemosbien,por esomismo de que las
blamosdel ntribunalde los hechos"lo que estamosdiciendoesque universidadesnos han construido como los psicólogosque somos.
esla propia realidad,y no nosotroslos ciendficos,seamospsicólo- Bastacon los dos trazosque hemosesbozadoal dibujar la ima-
gos o pertenezcamosa otra variedad, quien dictamina, en última gen en la que se encontróapresada la psicologíay ya aparecenlas
instancia, acercade la validez de los conocimientos. Podemos in- dos grandesingenuidadesque la afectarona la psicologíadesdesu
ventartantasdescripciones, explicaciones o teoríascomo nos venga incipienteconstitucióncomo disciplinacientífica:
en ganao como alcancenuestraimaginación,pero los hechosson
tozudos y esla propia realidadla que se encargaráde poner freno a - Primera ingenuidad:la creenciaen la existenciade una realidad ,gourno
nuestrainventiva.Nosotros somos dueñosde las preguntasque indeoendiente de nuestromodo de accesoa la misma.
formulamosa la realidad.somostambiénresoonsables de la elabo- - SgSund.a ingenuidad:cr€er.que existe.un lod_o d9 ?gcef! pri qryr,.,n
,.q
--
raciónde lasrespuesras, pero esla propia realidad,y sólo ella,quien vilegiadocapazde conducirnos,graciasa la objetividad,hasta
tieneen susmanosla decisiónúltima en cuantoa si la preguntaes- la realidadtal y como es.
tababien fo¡muladay en cuantoa si la respuestaque hemoscons-
truido esaceptable. Cuandoun enunciadocientíficoseaceptacomo La hterza con la que estascreenciasmarcan nuestra cultura es tan
correcto es precisamente porqueestoleradopor la realidad,porque intensaque nos cuestamuchísimopercibirlascomo ingenuidades,
éstano lo desmiente,o no lo refuta como le gustadecir a Popper, másbien esla negaciónde estascreencias la que nosparecepecar,si
porque se correspondecon ella y porque la representade forma no de ingenua,ciertamentede extrañae incluso de estrafalaria.Así
conveniente. Por supuesto,siempresepuedebuscaruna correspon- que Io primero que senos planteaaquíesargumentarpor qué esta-
denciamás fina, más precisa,siempresepueden limar las imperfec- mos,efectivamente, antedos grandesingenuidades. Pero aún admi-
ciones,apurarlas descripciones y acercaraún más la imagende la tiendo que estaargumenfaciónfueseconvincente,aún cabríapre-
realidadofrecidapor el conocimientocientíficode la realidada la pro- guntarsepor qué estasdos ingenuidades son peligrosasy conducen
pia realidad "tal y como es,. En esto radica,al parecer,la grandeza al autoritarismo. Al fin y a1cabo, muchos colegasdefienden esas
de la cienciay su carácteracumulativo. dos creencias,acertadao equivocadamente, y no manifiestan,sin
Queda claro hastaaquí que desdeestaconcepciónde 1arelación cmbargo,simpatíaalgunapor los dispositivosautoritarios.Reto-
entre realidady conocimientoes, por ejemplo,el propio átomo maré, por lo tanto, los supuestosdel construccionismopara argu-
quien obliga a que el físico hable de él de tal o cual forma porque él mentartan bien como puedaque nos enfrentamos, efectivamente,a
es,precisamente, de tal o cual forma; quedaclaro que es la propia dos clarísimasingenuidadesy que estasson, efectivamente,ingcnur-
paranoiaquien obliga al psicólogoa hablarde ellatal o cual forma dadcspcligrosas.
porque la paranoiaes, precisamente, de tal o cual forma. ¿Pero
cómo podemosestarsegurosde que el discursosobrecl átomo o el
discursoacercade la paranoiano distorsionanla rcalidadde la quc
hablan?Tranquilos,conocemosla respuesta:lo quc grra.ntiz,rl:r

230 2,7I
de la realidad.Por supuestoque la realidadexistey que nos constn-
El talanteinvolunt¿riamenteautoritariodela psicología ñe y nos potenciaal mismo tiempo, con total independenciade
instituida cómo nos gustaríaque fuese.Lo que aquí se estáafirmando es que
la realidadno existecon independenciade nuestro modo de acceso
No resultanada fácil desprendernos de la idea de que existeuna
a la misma,y esto esalgo muy diferente,contra lo
realidadindependientede nuestromodo de accesoa la misma' Es supuestoscontraeiemplos que he mencionado.Ni "üii6ffil*
la distancia,ni el
decir.de que la realidadescomo escon independencia de nosotros'
milita a fuego, ni el árbol, ni el cáncer,ni la paranoia existen en la realidad
No resuliafácil porque toda nuestra experiencia cotidiana
su con independencia de nosotros,de nuestraconformacióncomo se-
favor de estaidea resaltandodiariamentetanto su validez como
reshumanosy como seressociales. Los objetosde los que creemos
utilidad. Por eiemplo,estáclaro que la distanciaentreSantiagode que estáhechala realidad <<soncomo son" y existenen la realidad
Chile y Barceionaseguirásiendola mismapor mucho.quepueda porque (nosoügs somos comg sornos" y los hacemosexistir. Daré
desear'reducirla; estáclaro que si pongo mi mano en el fuego me un ejemplotrivial, ténemosmanosy éstasnos sirvenparaprender
quemarépor mucho qrr" p.oilant. qrreel {uegono quema;también cosas,en e1mundo hay milesde objetosque podemosprendercon
.'. oue si mi io.É" t. lanz"iontra u.t árbol,de poco servr- las manos y otros, como el aire, las llamas o las montañas,que no
"uid"ni" el árbol cerrandolos ojos' Creer que la
rá oue hasa desaparecer podemosprender,el mundo estádividido, por asídecirlo, en objetos
."tl'id"d "ár.o-ó es, no sólo sebasaen milesde evidenciasaplas- uaprehensibles" y otros que no los son, pero la "aprehensbilidad"
tantessino que resultaimprescindibleParanuestrapropia existen- no esuna propiedadde los objetos,esuna propiedadque conferi-
cia, es ios psicólogosestamosmuy bien situadospara saber mos nosotrosa los objetosdebidoa nuestráspropiascaracterísticas.
-ás,
oué eslo ou" oau.." cu"=ndo unapersonasemuestr¿incapazde di- Lo mismo ocurrecon todaslaspropiedades y con todos los objetos
f'erencia.la realidadpo. un, p".t" y susfantasías acercade la reali- en los que podamospensar,no hay objetos duros y objetos blandos,
dad.por otra. Paracolmo, elldealismo ontológico intentó cuestio- gasesy líquidoscon independencia de nosotros.Las sillaso los ob-
.r". i" ."irt.rr.i" de la realidady lo hizo con tan mala fortuna que jetos
"naturales"sobre los que uno sepuedesentarno existen,por
contribuyó finalmentea reÍorzaraún más la evidenciade una rea- supuesto,en el mundo de lashormigasy no existiríanparanosotros
lidad independiente. si, manteniendotodo lo demáspor igual, tuviéramos la conforma-
Existen, claro está,casoslímite dónde las cosasno resultan tan ción anatómicade una hormiga.Ningún objeto existecomo tal en
claras.Por ejemplo,no Ponemosen duda de que el cáncerexistey la realidad,no es cierto que el mundo estáconstituidopor un nú-
que existía qu" la medicinasupierade su existencia,supiera merodeterminadode objetosque estánahí fuerade una vez por to-
"n,.ipeio cuandoun psicólogonosdice que un Paranol dasy con independencia de nosotros.Creemosque si podemosre-
diagnosticarlo;
.o J, r.rt p"r"noico y que lo seríaigualmenteaunquela psic-ologíano presentatnombrar,conocerlos objetosdel mundo es porque ya
hubieseilaborado .on".p,o de paranoiay el modo de diagnosti- cstánahíy porquepre-existena su representación y al actode nom-
"l voy a ser más brarlos.Pero estono esasí.Lo que tomamospor objetosnaturales
carla,la cosasePrestaa másdiscusión.Sin embargo,.
papistaque el Papay voy a permitirmeaceptartambiénesteúltimo no son sino objetivaciones que resultande nuestrascaracterísticas,
l .>- ¿- ''

ijer"plo .o-o Í"t or de la existenciade una realidadin .lc nucstrascqleñcióFery de nuestrasprácticas.Esasprácticasde


".grrrn"ttto" porque al igual que,todoslos objctivaciónincluyen,por supuestoel conocimiento,científicoo
d"p"rrdi..tr.. No"corro ningún riesgo,
demásejemplosque he venido dando previamente,resultaquc sc no, lls categorías
conceptuaies que hemosforjado,lasconvenciones
totalmenteir¡elevantcpara.lacuestiónqrrc r¡ucutilizamos,el lenguajeen el cualsehaceposiblela operaciónde
trata de un
"agu-attto
estoy plantearrioaqui,y mientrassigamospcnsandocn cscti¡.rotl' ¡)('llsit r.
I)()rl() tanto,si volvemosa retomar,por un momento,la metáfo-
.i.Ápiot p"r.rn"..."-os fuerade esacuestión'¿Porquó? l'trt'
no cs ni muehtt rllcll"*l't t xisttrt' i ' r.r(lu( irntcsutilicéacercade la imagenen la cual sehallabapresala
porqü. lo qra aquísecuestiona

2.72
psicología,lo que quedadisueltoa parrir del momenroen que re- Es precisamente todo esto1oque quedaenmascarado cuando se
chazamosla ideade una realidadindependienteessimolemen¡eesa cree que la realidad<<es como es>con independenciade nuestro
dicotomíaradical,esaseparaciónnírida enrrela realiáad,por una modo de accedera ella,y esasícomo quedadifuminada bajo la apa-
p"rrre,y el conocimiento de la realidad,
por orraparre.No hay for riencia de la neqgalida4, la responsabilidadque tienen los psicólo-
ma de romper 1arelación interna que une inextricablementela rea- gos sobre l" ioffiiióiótt de la realidadpsicológica.Senaiuraliza,
lidad con el conocimiento.Somósnosorrosquienesinsrir.uimos áe esta fot-a, una realidad que aparececomo consustancialcon la
como objetoslos objetosde los que aprr"trteÁenr. esráhechala condición humana,seenmascarael papel que desempeñandetermi-
realidad.El objerono generanuestrarepresentación de él sino que nadasprácticashumanasen la construcciónde esarealidady se su-
resulta de las prácticasque articulamos para representárlo.y son giere que existen,por lo tanto, unas pautasde norm¿lidad psicoló-
esasprácticaslas que troceanla realidaden objetosdiferenciados. gica que vienen marcadaspor nuestrapropia naturalezay a las que
Insistouna vez más,la realidadexiste,estácompuestapor obje- deb.mos,por lo tanto, conformarnosParaser plenamentemiem-
tos,pero no porqueesosobietosseanintrínsecamente constiturivos bros de nuestraespecie. La presiónparaque nosadecuemos a la rea-
de la realidadsino porque nuestraspropias característicaslos ..po- lidad psicológicatal y como esencuentra en esteprocesode natura-
¡sn',, por asídecirlo,en la realidad.Y es,precisamente, porqueson lizacién su modo de ejercicio más sutil y eficaz, superando con
nuestrascaracterísticas las que los constituyenpor lo cualno pode- creces,la eficaciade las exhortacionesnormativas que nos conmi-
mos trocearla realidada nuestroantojoy creerque si la realidádde- nan a ser de tal o cual forma.
pendede nosotros,entoncespodemosconstruii l, realidadque nos Ingenuidad,por lo tanto,pero ingenuidadpeligrosaque dejaa la
vengaen 8ana. p.r.or" sin otrá alternativamás que la sumisión frente a los dicta-
Creer que la realidadexisrecon independencia de nuestromodo dos de la norma psicológica.
de accesoa la realidadesuna ingenur
ingenuidad,hoy por ho¡
hoy, insostenible. Veamosahorala segundagran ingenuidad,esdecir,la creenciaen
Pero_, ¿quéimplicaesrode caraa la psicología? Pues,simplemen- que existe un accesoprivilegiado a la realidad que nos permite, al
te, que los objetosque componenla realidadpsicológicaró p.o..- amparode la objetividad,conocerla realidad"tal y como es". Esta
den de.unasupresta.narur¿lez.a humana-en la cu¿lestarían pre- creencia,al igual que la an¡erior,seimponeá nosotroscon una tre-
contenidos de forma natural, sino-lié resultasde las prácticai de mendafuerza porque también experimentamossu legitimidad y su
objetivaciónque nosotros
objetivación nosotrosmismos desarrolladá.yY cuando
mismosñemosdesarrollado. utilidad a lo largo de nuestraexistenciacoddiana'Todos sabemos
digo "nosotrosmismos,,incluyo, por supuesto,a los psicólogos,y que existenconocimientosmás confiablesque otros y que existen
cuandodigo "prácticasde objetivación"incluyo, por supuesto,el procedimientosque conducencon mayor seguridadhaciala elabo-
conocimiento científico como una de susdimensiones.Esto siqnifi- raciónde conocimientosmásacertadosque otros.
c.a,_muy directamente,que los fenómenos psicológico. .ro ui"r.rt Todossabemosla utilidad que tieneparanuestrosdesplazamien-
dados sino que son Qe4!!I!rd9!_a través de una prácticasque, por tos la posesiónde un mapaque se atengafielmentea la realidad,y
ser <<nuestras>>,
son inevitablementecontingentes,rpsalgr e E$óIi- conocemos las catástrofeshacia las que nos puede conducir un
c4s.Es decir,g44bjangs, cambiablesy felativasa una cultura dada. mapa equivocado.Todos sabemos,por fin, que para confeccionar
Fkto significatambién, que los fenómenospsicológicosestánpar- lrn br"o*"p" necesarioseguirunasreglasde procedimiento bien
cialmenteconformadospor la maneraen que los representamos, "r
es definidasen luear de otras.
clccir,por los conocimientosque producimosacercade ellos.Y esto Lejos de mi intenciónla pretensiónde negarque ciertosconoci-
significa,por fin, que los psicólogoscoayudana conformarla reali- mientosson mejoresque otros, Pero, ¿por qué son mejores?¿Por
daclpsicológica,no solamenteu¡ilizando sus conocimientospara qué son másfielesa la realidad?¿Porqué la reflejanmejor y seco-
ir¡ciclirsobreella,sino mucho másdirectamente a parrir de los pro- lrcsponclenmásexactamente con ella?No voy a entrar aquí en las
¡rioscorrocimientos que elaboran. frlz()ncspor las cualesun conoclmtentoes meror que otro aunque

:l;i.1 235
tcngo,por supuesto,mis ideasal respecto,pero imaginoque nadie pia realidad, los hechos,quien dirá si el enunciado es acePtabley
sc ¿trcveráa decir que lo propio de los conocimientosacertados, quien pondrá en evidenciala parte de subjetividadque marca even-
pongamospor casolos conocimientoscientí{icos,radicaen que se tualmenteal enunciado.Pero, ¿hanvisto ustedesalgunavez unos
correspondencon 1arealidad.Porque si alguien se atreviesea decir hechosque tenganvoz y que hablenpor sí mismos?
csto incurriría en una tremendabarbaridadlógica.Veamos,para sa- Paraque la realidaddiga algo y seexpreseen el ntribunalde los
ber si una cosa,el conocimientopor ejemplo,se cor.espondeco.t hechos"alguientiénenque prestarlesu voz. Decir que los hechos
otra, la realidadpor ejemplo,hay que compararentre sí esasdos co- desmienteno confirman algo es un enunciado metafórico porque
sas.Si no las comparamosno podemossabersi una secorresponde los hechosno puedenpor sí mismosdesmentiro confirmar nada.
con la otra ¡ para compa¡árlas,tenemosque tener accesoa cadauna Alguien rienen que interpretarlosen tanto que conformeso discon-
dc ellas con independenciade la otra, no podemos definir una de formescon lo que sedice acercade ellos.Pretenderque la obietivi
cllasen los términosde la otra porque si lo hiciéramos,la compara- dad consisteen someterse¿l veredictode los hechosimplica un
ción seríauna simpleparodiade comparación.Ahora bien, ¿cómo ejerciciode ventriloquiamedianteel cual se creala ilusión que los
puedo accedera la realidadcon independenciadel conocimiento hechostienen voz propia cuando en realidad,y obviamente,"al-
que tengode ellapara compararlacon el conocimientode la reali- guien" les prestasu voz.
dad?Nadie ha sabidodecirlohastaahoray sin embargo,esprecisa- La objetividadno essino el nombre que se da a esteejerciciode
mente 1o que deberíaexplicarnosquien pretendaque el conocr- ventrlloqura.
miento científico secorrespondecon la realidady nos dice cómo es --ffi'ffifr, hay procedimientos que son mejores que otros Para
la realidad. producir conocimientos,pero es absurdopensarque el secretode
No tienesentido,por lo tanto,pensarque el conocimientocien- su eficaciaresideen que permiten alcanzarla ob.ietividad.Los pro-
tífico nos dice cómo esla realidadporque, obviamente,no hay for- blemascon los que ha topado el conceptopositivistade objetividad
ma de sabercómo es la realidadcon independencia de su conoci- han sido tan insalvablesque, al final, los defensoresmás acérrimos
mientoy no hay forma,por lo ranro,de iaber si el conocimiento de la "obietividad"no han tenido másremedioque definirlaen tér-
científicoaciertaen su descripciónde la realidad.El conocimien- minos de "inter-subietivid¿d", lo que equivale a abandonar,en la
to científico tiene, desdeluegó, otr"s virtudes pero no la de reflejar práctica,laideanuclearcontenidaen el propio conceptode objeti-
la realidadtal y como es. vroao.
Tambiénquedalejosde mi intenciónla pretensiónde negarque Por fin, no pretendo,ni mucho menos,defenderla idea de que
ciertos procedimientos conducen a elaborar mejores conocimien- no hay diferencia entre enunciadosverdaderosy falsos.Es verdad
tos. Pero, ¿por qué permiten obtenereseresultado?¿Será,acaso, que la nieve esblanca,que los camposde exterminio existieron,que
porque garantizanla objetividad? Voy a dejar de lado la evidenci¿ la represiónexistey que si me ¡iro de un sextopiso me estrellaréen
de que si no hay objetos, como lo he argumentadohaceun rato, ló- el suelo.El conceptode la verdad es un conceptoabsolutxmente
gicamentetampoco puede haber uobietividad" y r'oy a aceptarpor esencialpara nuestraexistenciacotidianay no entrañaningún mis-
un momentola ideaclásicade la
"objetividad".¿Quéesla objetivi, terio. Sabemosque ninguno de nosotrospuededecidir a su antojo
d¿d? Es l¿ formade impedirquela presencia del suietoesréinscrir.r lo que esverdaderoy lo que no lo es,pero tambiénsabemosque la
cn los conocimie.rtor qrr. est. prodiElünionóiñEito esobjeri verdadno tienen ningún caráctertr3tEnd$$4l, que es relativa.ano-
vo si la voz del sujetoque la enunciano dete¡minael enunci¿doy lll sotros,a nuestrasconvenclones, a nuestfaexperlencra'no esnlngun
nrcjorforma de asegurarse de que un conocimientoesobjctivo con gbsoluro-Por ejemplo,cuandodigo que "es verdadque la nievees
sistcen someterloal veredictode los hechosy no a la ooinión clcI¡rs [¡lancaoséperfectamente que la nieveno tienecolor porqueel color
l)crsonas.Volvemosuna vez más al f¿mosó - tribunel dc los hc cs llgo que cs conferidoa los objetospor mi sistemaPercePtivoy'
chos".Ils cl científicoquiendicecómo esla realidad,pcro c, l,r¡.,r',, sin cnrbergo,cl enunciado"la nievees blanca" esplenamentever-

237
rl,rtlcro,pcro vcrdirdcr()
r.clrrtiv.urcntc
rtun sistcmadc co¡rvcllcioncs realidadla que habladirecmmentepor su boca.I.a ingenuaadhe-
y il unirpcrspcctivaparticularquc cs la que dibuja mi conformación sión al mito de la objetividadproduce,de estaforma, tremendos
ncurofisiológica.Paraun serl''s ¡6 peicibieraóolores,o los pcrci_ efectosde poder sobrelas personas.El discursodel psicólogotan
bicr¿difcrentemente, hay muchosen^lanaturaleza, el enunciado..la sólo puedJsercuestionadosi sedemuestraque ha infringido la re-
¡licveesblanca"seríatotalmen¡efalso. gladi la objetividad,porquesi no lo ha hecho,entoncesdudarde su
Es precisamente esa.relarividad>de la verdadla que desaparece palabraseríatan ¿bsurdocomo dud¿rde la propia realidad.
i partir del momentoen que seunen las c¡eenciasdÉ que Con estaoperaciónseimpiden cuatrocosas.En primer lugar'se
clades como es con independencia "la reali_
del modo en que accedemos a impide ver que la realidadpsicológicaesuna construccióncontin-
clla".yde.que <exisr.e un modo de acceso privilegiado que permirc gente,dependientede nuestrásprácticassocio-históricas y por
accederal conocimientode la realidadt"i y.oÁo er". Ertas dos no nos -que' en
define
io,r.rto,.ro nos define en tér;inos esencialistas,
crcencias seconjuganparaarrebararnos el criterio de la verdady si_ términosde algoque estaríainscritoen nuestroser.En segundolu-
ruarlo cn un plano rrascendente y absoluto.El procedimientopara gar,seimpide ver que el discursodel psicólogoestámarcadopor las
sccuesrrarla verdad,arrebatarlai nuesrrasdecisionesy situarlaiue_ ionvencionesque esteaceptay que no constituye,por lo tanto,más
r¿ de nuestroalcance,essimple,pero de una lógicaapiastante. pun_ que una interpretaciónde la realidadpsicológicaentre otras posr-
to primero, la realidadescomo es,por lo trnro, J. una y única.punto bles .in que sé puedanuncaprivilegiarningunade ellasaduciendo
s.cBy{o, podemosllegara conocárobjetivamentecómo esla reali qrre." .oit"tponde "mejor" con la propia realidad.En tercerlugar,
dad.,P¡nto terce-ro, por lo tanto cuandodecimoscómo es la rea_ seimpidever que el discursodel psicólogodesempeña, él mismo,un
trdad,la verdadde eseenunciadoesabsolutay única.No hay vuel_ p"p"[".r la coñformaciónde la realidadpsicológicay que sepuede
ra dehoja, siendouna la realidady siendoporibl.,u conocimiento éxigir,por 1otanto, al psicólogoque explicitecuálesson las opcio-
objetivo sólo-hayun conocimientá que seaverdaderoy la verdadde .reJnoimrtirras que guían su actividad. Por {in, en cuarto lugar, se
csteconocimiento no es relativa a mi condición sino que transcien_ impide que la gé.ttepueda terciar en las cuestionespsicológicas,
de estacondiciónporque radicaen la propia realidad. poiq.,. Ji lo único en lo que puedefallar el psicólogoes en la co-
C 'ando comprobamosa.québarbaridades lógicasy a qué conse_ irecia aprehensiónde la realidad,entonces,tan sólo otro especialis-
cuenciasinsosteniblesconduce la creencia I" d" ,rn ta puedi detectarestefallo y puedeenjuiciarsi el procedimientose-
accesoprivilegiadoque permitadecir "r, cómo
""irt"rr"i"
Iod9.{" es en realidad grrido h" sido el adecuadoo no. El juego queda entre compadresy
la reahdad,no nos quedamás remedioque admitir que se trata dc él pueblo sólo tiene derechoa contemplarla contienda,y en verdad
una.ingenuidad. Pero además,es una ingenuidadp.lig.o., po.qre niliquiera la puedecontemplarporquela jergaterminológicaseen-
cstableceuna <rerórica de la verdad. tin¡o más podlror" ..r"r,to cargt de Ievantaruna pantalláopacaentreél y el espectáculo.
_quela decisiónacercade lo que esverdaderoo falso ya no depen<Je En su conjunto, los efectosde la ingenuacreenciaen la objetivi-
de las convenciones,las caraclerísticas y prácticasd" lá, ,"re, ú,.,-" dad han constituidoa la psicologíaen un dispositivoautoritarioque
ruossino que sesitúa fuera de ellos,.n Ál ,"no mismo de la realidady dice a las personasla verdadde su ser sin dejar otra salidamásque la
cn el procedimientoque permiteaccedera ella ..obietivamen¡e,. dcl acatamiento.
son,lasi mplicaciones todo esto parala psicología?
.. ¿Cuáles _de
Son bien sencillas.La adhesiónal mito de la obietividá colocá¿l
,..i . fsi.cól9Soen el papelde simplecronisrade la reaiidaddesvinculán_ Contra el construccionismo
tlt'lo de toda responsabilidad
,.ii',¡'^., y de todo co:npromiso.No esél ,, cll.r
.lui"nconsrruyeversiones acerca de l,,álidad psicológica sino.¡uc l'll construccionismo nos dice,y creo que con razón,que el pensa-
;1.,1
t s l.rcicnciapsicológica la que hablapol.susbocrsy, como la cicrr n.ricntohumanoconstruyesuselaboraciones de maneraargumenta-
(¡.1sc lnurra¡ dar cuenrade l¿ realidad, es,en definitiva,l.r¡r¡,,¡1¡,¡ riv,ry dilcmática.Es decir,recurriendoa argumentosy contra-argu-

239
In(' l()ss l pcrdcr nuncirclcvi.sti,por consiguiente, quc toda postu_ tico-conceptualcon la afirmaciónde que,por lo t"nto, obi"to 33?
|,l s(.Inscrtl cn un conjunto abicrtode posturasposibles.Sabemos, "r" es
de natur¿leza ]ingüístico-conceDtual.Decirque el leneuaie "for-
l)()r Io t¿rnto,que no basta.o., los arguimentos a favor de ffii mucho'menos, q"ueÍa realidrd
un.rp.osturaparaconvencerde su ""porr.i
validez,sino que es conveniente seade naturalezalingüísticá, es como si dijéramos qu" po.qrr. rrrt
cx:llnlnar los contra_argumentosy mostrar que no son convincen_
edificiodebesu existenciaa las técnicasde ouieneslo hacerexistir
rcs.Me permitirán..por lo ranto,que .o-"nr" algunasdc lasoble_ entonceseseedificio consisteexclusivamentien un entramadode
r'r()nes mas habttuales que se esgrimenen contrade las posturas saberes técnicos.
nr¿nrenidas desdeel consruccioiismo. Esro nos permitirá además En segundolugar,secometetambién una tremendafalaciacuan- Q $,
¡rdcnrrarnosmás finamenteen la comprensión de io que es el cons_
do se olvida que nuestro lenguajeno es una abstracciónnacida de €rreúr,,',E
truccionismo,puesroque esprecisamente medianteÉl juego d. las nuestros caprichos sino que está umotivado',, en el sentido qr. Prlhnr^..
críticasy de las contra-críticás, es decir,mediantela confróntación Saussureda a éste término, por nuestrascaracte¡[5qicas, q]esl4s *''c45t^L
tlc argumentoscomo mejor se llega a-entend..lrrr" determinada
posrura. trrácticas,llggllg¡higto¡ia y nu"r. @"-.1 mundo.
Esto.significa que el lenguajeestásometidoa un conjuntode cons-
¡ El primergranreprocheque sele ha hechoal consrrucclonismo
trlccronesque no permiten generara partir de él cualquier realidad
',i,,fiiliú cs cl de caeren I¿Ialaciadel.- reduccionismolingüístico..En efecto,
y cambiarlaa placer.
.rtponerrantoénfasisen el papelque desempena el lenguaie. y las Curiosamente, sepodríadecirque son aquellosmismosque lan-
convencioneslingiiísticas en la construcciónie la ."áiiáádlir"""
zan contÍa el construccionismo la acusaciónde idealismo y de re-
quc el construccionismoestédando a enrenderque .1acla2l-:s len_ duccionismolingüísticoquienesestánhaciendoreduccionismolin-
]r!¡je y qr. Ia realidades de naruralezalingüística.Sl iIJñ, giiístico sin saberlo y quienespractican un idealismo de facto. En
cxlstenpor sí mismas,sino que l¿shacemoJexistir mediantenues_ ".
efecto,no se dan cuentaque tomán como propiedadesde las cosas
tras categoríaslingüístico-conceptuales,mediantelas convencrones
lo que tan sólo son propiedadesde nuestrosdiscursossobrelasco-
que.establecemos y mediantenuistrasprácdcasdiscursrvas, parece sasy de nuestrámanerade hablar de ellas;tampocose dan cuenta
otlvlo que lascosasseríande otra forma,o que habríaotrascosas,
si que atribuyena las cosaslo que no pertenecesino a nuestraforma
todas esascategorías,convencionesy prá.iicas fuesendistintas.
A de representarlas. No dejade constituiruna paradojaque seacuseal
partir de aquí pareceque se puedad"i fá.il-"nt. el pasoque
nos construccionismode idealismolingüístico cuando al llamar la aten-
llcve.adecrrque l¡astacon cambiarlaspalabrasparacimbiai la rea_
ción sobreel carácterformativo de realidadque tienenel lenguaje
lidad.Es.ráclaro que si el construccionismo defándiese estaposrura no hacensino haceraflorar los imolícitosidealistasoue anidanen
rnerecería_ plenamentela acusaciónde caeren la falaciadei reduc_ lasposturasrealist¿s. Hay que seriáealistaen la práctiia,afirmando
eionismolingüístico ¡ por lo tanto,. de .idealismo",ya queimputar de las cosaslo que no pertenecesino a nuestra forma de hablar de
.r la realrdaduna naturalezalingüísticano consrituyesin'ola versión
ellas,para ver en e1construccionismouna expresióndel idealismo,
rnoderna idealismo quereducíala realidaáa lasideassobrc
f"^"qr.l ahí estála gran paradoja.
tirreatldad.l,ero estono esasí.
Un segundo reproche que se haceal construccionismo es el de @
No
l\o esasl,
así,en pnmer
primer lugar,porque cuandosecometeuna falacia desemboc¿¡sobre un relativismo radical y se considera,por su- rErarrvr(r,
cs precrsamente
Prccrsamente cuando seconlunde
confundeel plano olano ¡nn pt
enistémi..,con
epistémico
ru cPrsLcrrrlco con el pla-
et ^1"-
Pla- pucsto, que esto constituye una tara mort¿I. El reladvismo ha sido
rro ontológicoy cuandose confundenla. condicionesde nosibili_ posibili-
lrl objcto de unoq ataquesy de una descalificación tan intensosy tan
nn,*, tl.t.l de un lenómeno con el propio fenómeno. euienes acusan ll
"o.rii"iorr".
prolongadosen el tiempo que muchosconstruccionistas seasustan
, de reduccionismo lingüístico.o-rrr"t..,,ellosmis
llIíJ,:,,^.
h ! l¡ ,c"A "rtrlu:..ionismo -
''r)r()s,
- .- "' - "' - ¡rntctal acusacióny se afananen demostrar que no son relativistas.
tr I¿laclade conlundir la afirmaciónde que .alqo"
alqo" adquierc.u
aelqu l'in cfecto,seda por sentado,sin mayor detenimientosobrela cues-
qs*!c
t dc objcto
cstillus obi realmedianteun procesode coniñii-í li,r*iit
l nl l urs tit'rn,que el relativismoes autocontradictorio,desembocasobrela

241
ncgirci(indc la ótica y promuevela pasividadpolítica.pues bien, dependientes de nosotros,no relativosa nosotros,que dictamtnan
r'orrsitlcroquc frcntc al reprochede serrelativistaslo que debenha_ sin discusiónposiblelo que esdigno de serdefendidoy lo que no lo
ccr los construccionistas consecuentes es reivindicarÉfectivamente es.En estesentido, el relativismo no sólo no conducea la pasividad 6,no"1"
cl rclirtiv.ismo, pero mosüandoque no hay nadaque seareprocha_ política sino que, por el contrario, fomenta la implicación política ro"ín"o
blc cn cllo. porquesoy yo, con unos criteriosque séque me son propiosy que
l,lnprimer lugar,porque el relativismono esautocontradictorio, sólo cobransentidoen función de mi compromisocon ellos,quten
o nrcjordicho,tan sólo esautocontradicroriosi sele enjuiciadesde soy responsablede defenderlosy de procurar que configuren el tipo
lii)if" +rj-lgdg*el iuego trazadaspor su contrario, es decir, pot el Ñ- de realidadsociopolíticaque he decididopotenciar.
rr'¡r,r',úlulismo.En efecto,cuandosediceque si ninqúnenunciado es uer_ En definitiva, un construccionismoconsecuentereconoceplena-
I rl:rdcro rampoco lo es el enunciado'que afirrña estoy que se rrara. mente la adecuacióndel calificativo de "relátivismo" que se utiliza
,l-,.. I)()rlo t¿nto,de un enunciadoque se refuta a sí mismo,se estáin_ para caractertzarlo,pero no ve en ello motivo alguno de escándalo
i.l,il, ,t"du.i."do_el criterio mismo que estáen debate,la sverd¿d,,,para sino todo lo contrario.
,rlrrrl'r,,,rtt-t. el debate,lo cual invalidi y conculcaautomáriámlite todo Por fin, un tercerreprocheque se hacea1construccionismore- @
cl debate.El relativismo efectivamente, autorefutantesi pre- curre al importantísimo concepto de reflexividad. ¿Qué ocurre,.se ft4dryl0Ar
_sería,
tcndieseparasí mismo el privilegio que niegaa los demás.poi su_ nos pregunta,sr se apllca al proplo construccronrsmola PersPectlvacriü'r(tc¿rdr6
puesto,que el relativismoy, por lo tanto el construccionismo tam_ construccionista.esdecir. si sehaceun análisisconstruccionistadel
bién,no son verdaderosy no enuncianningunaverdadabsoluta.Si construccionismo ? Porque claro, habráque admitir entoncesque
..icnuncian la falaciade la verdady el sinsentido de recurrira esecri- el construccionismoresultatambién de un conjunto de convencio-
tcrio,seríaabsurdoque lo reivindicaranparasí mismos.Tansólo un nes particulares,de prácticas socio-históricamentesituadas,y de
absolutistapuedetildar de autocontradiitorioal relativismo,un rc_ presupuestosinacepablesque sólo apareceráncomo talesen un mo-
tativis?ss.a.t4+{:lgrygs pr3p.:qgos:uras
y estodisuel- mento ulterior. Es más, el construccionismopuede llegar a consti-
vc cn el acto toda trazade autoreiutactón.pero la negattva¿ entrar ruirse en la nuevahegemoníadenro de la psicologíay producir to-
dos los e{ectosde poder que el propio construccionismodenuncia
llll',ffi"rdonetoda posibilidad de enjuiciar las posturasy de considerarquc en las actualesortodoxias. Se necesitaránentoncesbuenos decons-
ciertasposrurasson_preferibles , ot.ri' po, ejemplo,que el relati- truidores para desmantelarel construccionismoy Dermitir nuevos
vismo esmásaceptableque el absolurismo.Lo único que se afirma avances.Sin duda alguna,esto es así,pero h"y uná dif"."n.ia funda-
cs que los criterios para discriminarentre distintasfortrrr", ,o,, mental,y esque en el senode un construccionismo consecuente no
construccionesnuestras,relativasa nuestrascoou*ion.s, , nue.,- sólo existela concienciade estospeligrossino que existeel convenct-
trasprácticasy a nuestraspeculiaridades y no puedenapelar,por io miento pleno de que son inherentesa cualquierpostura que sedesa-
tlnto, a ningún estarusahsoluto, lI3lce¡d€¡¡r y üga:bumaú. rrolle y, por lo tanto, que son inherentesal propio construccionismo.
El hecho de que asumamosque nuesrroi ..ir"ri* * ot.rr. En tanto cue esteconvencimientoes constitutivo del construccio-
,,,,r.*rnuestra,relativosa nuestracondición no niega,y éstees el pulrr() nismo y forma parte internamentede suspresupuestosquizásle sal-
^ñtra qucqueríatocaren segundo-lugar, la posibilidadde u naéticasinoq uc ve del estancamientoy de la institucionalización.Pero esto obliga a
constituye,al contrario,la fundamentaciónmismade la ética. vivir peligrosamentebajo la constantetensión de tener que revrsar
Iln efecto,es entoncescuandose manifiestanuestraDlenarcs sin tregua las seguridadesque se alcanzan.No se extrañenustedes,
¡tonsabilidaden la adopciónde taleso cualesvaloresy e-scvi,.lcnrc por lo tanto, si en una próxima ocasiónme encuentranempeñadoen
(luccsla_responsabilidaddesaparece por completo,y cán ellepi..n1,, desmantelary deconstruirlos supuestosdel construccionismo.
scntitlola nociónmismade ética,cuando,fi.ma.o, quc losv,r|,,,.c, Bien, argumentarcomo lo he hecho en contra de las críticasdiri-
r()s trrnsciendeny que existencriteriosabsolutos,por Io tlrlo irr gidas al construccionismono significaque este tenga respuestas

243
lrr¡'l.rodo y se encuentreexentode contradicciones, debilidadesy sereshumanosque son los psicólogos,tan limitados,insegurosy
lllitctas,por suerteestono es así;pero quisierapasarahoraa algu_ sobretodo subjetivoscomo lo son los demássereshumanos.lJn
n()sclcmentosde conclusiónque me guiraríaformular relaci"ór, campesinonuncapretenderáque susconocimientossonuniversáles
ctrrrla psicología. "r,
y que estánsáncionadospor instanciasatenasa sus propias prácti-
l-lementosde conclusión:adiósa la psicologíacomo dispositivo cas.Lo puede decir, por supuesto,de la na¡uralezapero no de sus
11u tofitario. conocimientos,y legitimará estosconocimientossobre la experien-
. lbda ruptura con lo insti¡uido,con lo que seda por sentado,sue- cia que tiene de que le permiten conseguir unos resultados,unos
lc'cngendrar,_ es_lógico, incomprensiones y malasinterpreraciones. efectosque, para é1,son positivos. Esto mismo eslo que deberíaha-
Me gustaríadeshacertres de ellas. cer la psicología aunque se encuentreentoncesemplazadafrontal-
I. En primer lugar,puedeparecerque el construccionismo consti- mente a definir cuálesson ios efectosque pretendeconseguiry qué
tuya una ofensivlL en contra de la cienciay que se emparejede esta criterios fundamentanesapretensión.Cuestionesen las que puede
Iorma con otras empresasde triste recuerdo.Esto no es asi,no se y debeterciar la comunidad en su conjunto, los psicólogostambién,
,.lr-Íl,r-!-cuesrionaen absoluro e1tipo de conocimiento producido por esa pero no solamenteellos,abriéndoseasílas cuestiones de la psicolo-
liij',if'" aetividad socialquellamamosciencia; setratade conocimienros ran gía la
legítimos y tan valiososcomo los que emanande tantasotras prác- " a la irrupción de gente.
Por fin, p.r.d. p..".'". que el construccionismocuestionala uti- C.
ticassociales. Lo que sí seatacay con toda radicalidadesla ideolo- lidad de los conocimientospsicológicos.Esto no sólo no esasísino
gíasobrela cual sesusrentala empresacientífica,ideologíaque con- ñiEpo. el contrario la udlidad dé estos conocimientos, como lo
.,1.-,,., fiere a 1a$zilsientífica un estatusahistórico y la conforma como de sugerirhaceun instante,cobrauna importanciaprimor- *,.,ooo
"labá
| | . ,, l¿ máspotenteretóricade la verdadde nuestrotiempo.Lo que sí se dial. Utilidad para comprender realid¿desy utilidad para transfor- I
l'il1f.r,/ocombatey con rodavehemenciason los ffemendose{ecto,de pode,
I' ,i
mar realidades.Pero estautilidad no puede expresarseen términos ,*o',,h,,,,.
quc conlleva la reróric¿de Ia verdadcientífica. de reflejar la realidadta1y cómo esni tampoco en términos de nor-1-ftffi
Quitadle sus mayúsculasa la Razón Científica, situadlacomo un malizar las diferenciasrespectode la realidadtal y como es.Los cri-
producto más de la acrividadhumana,resriruidlesu carácterplena- terios que definen la utilidad de la psicología son criterios que no
mentecontingente,carentede fundamentacionesúltimas, y efcons- puedenestaren manosde los psicólogossino que pertenecena un
truccionismono pondrámayor empeñoen deconstruirlos conoci debatedondelo que estáen juego son lasopcioneséticas,normati-
rnientoscientíficos que el que pone en deconstruir otras formas de vas y políticas de la población.
conoclmlento. Sin duda alguna,debemosdecir adiós a la ciencia,adiós a la psi-
,. En segundolugar,puedeparecerque el construccionismocues- cología en tanto que dispositivos autoritarios y resituar a 1aciencia
tiona la pqlgqlgg(aen ranto que éstaconstiruye un conjunto de co- y a la psicologíacomo lo que son, esdecir, simplesprácticashuma-
nocimientosespecializados. Pero_esto tampoco esasí.El campesino nas tan azarosas,frágiles,contingentes,históricas y relativascomo
trcneconoclmrentosespecializados que son opacosal pescador,y lo son todas las prácticashumanas.Este giro reinsertaal ser huma-
, rccíprocamenre, esto es lógico y esinevitable.Si lo admitimospara no en el centro mismo de la razón científicay de la disciplina psrco-
,,1" t') , cl campesinoo ei albañil¿
I, ,l,l ¿porqué selo vamosa neBaral psicólogo? lógica, pero sin añoranzashumanistas,pues hemos aprendido que
' '"']:l_
l' It,o quc
que secuestiona
cuestionano es la cspecjalización
especialización
de los saberes,
saberes,es e)
el rip,,
tipcr el ser humano está socialmenteconstruido. que su autonomía no
' ]l{'
',.,J . 1 " .---'
"'
"------ -=:--;
,.lc.rglond¿d que conliere esa especializacióny el tipo de ¿utoride.l dciadc ser,.las másde las veces.una ilusióny que no hay ninguna
s,'[rrcla
sobrc l¿ cual
cu¿lsebasa.El saberde la psicología
nsicolosíaesespecífico
esnecífico yv esoesta
e.r,í naturalezahumana oue rescatar.
bicr, cs opaco a los que no trabajan en esecampo y eso es incvita I-l psicólogot"to6ién un serhumano,no essólo un especialis-
blc, pcro no puede presentarsea sí mismo como surgido dc otr,r ta, y él también seencuentra"r reinsertadoasí,en tanto que serhuma-
( ()silquc dc las inciertasprácticas,experienciasy reflexioncs clc csos
n() <t()txl>,cn el centro de la psicología,con todos susvalores,sus

245
*$i**,t.*-*¡$***#i*',,
i,í,;;.:.:#ii;:rl1.tffi
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