Professional Documents
Culture Documents
Decir “me quiero” no es un acto de orgullo, sino de amor propio. Mientras la primera dimensión
deriva de nuestros miedos e inseguridades, la segunda, el amor propio, se nutre de una autoestima
saludable que nos permite establecer relaciones más sanas.
Cuando hablamos de relaciones afectivas es muy común que, en ocasiones, la autoestima quede casi
diluida ante las necesidades y deseos del otro. Llegamos a pensar incluso que si la otra persona está
bien, todo está bien.
No es nada fácil establecer un límite cuando hablamos de amor. Caminamos en espacios
comunes donde todo se comparte y donde se hacen muchas renuncias personales a favor del propio
compromiso.
Ahora bien, algo a lo que nunca deberíamos renunciar es a nuestro amor propio, a nuestros valores
y a ese equilibrio personal en el cual seguir estando bien con nosotros mismos. Decir me quiero no
es un acto de egoísmo, sino de fortaleza
Seguro que te ha ocurrido alguna vez, decir un “yo no quiero esto para mí” y que otra persona te
responda: “eres muy egoísta”. Lejos de sentirte agraviado, toma conciencia de estas explicaciones:
El amor propio
• El amor propio nos permite establecer una barrera de protección para prestar atención a
nuestro bienestar y necesidades.
• La autoestima es una dimensión que debe fortalecerse ya desde la infancia. Es necesario que
los padres ofrezcan reconocimiento, valor e individualidad al niño para que tenga una buena
autoimagen de sí mismo y se sienta seguro.
• El amor propio nos permite decirnos “me quiero” porque estamos emocionalmente
centrados y nos sentimos orgullosos por lo que somos y lo que nos define.
• Con una buena autoestima serás capaz de saber escucharte, de entender qué te hace bien y
qué es lo que deberías evitar para no caer en el abismo de la dependencia o el sufrimiento.
• No necesitas aprobaciones externas ni que nadie te diga lo que debes hacer para ser feliz.
El orgullo
• Una persona orgullosa se idealiza a sí misma mientras niega sus propias debilidades y sus
carencias.
• Busca sentirse superior a los demás como mecanismo de defensa, para esconder su baja
autoestima, su insatisfacción, sus problemas afectivos.
• Es común que las personas orgullosas tengan un carácter fuerte y algo arrogante. No
disponen de una buena empatía ni de un adecuado autoconocimiento.
• Imponen la necesidad de que “se les respete” cuando, en realidad, son ellos quienes no se
respetan porque no atienden su falta de autoestima, sus necesidades emocionales, sus
actitudes defensivas y dañinas con el entorno.
Cosas que debes hacer antes de iniciar una relación afectiva
Sabemos que, en ocasiones, el amor llega cuando menos te lo esperas. No siempre podemos
controlar de quién nos enamoramos y de quién no pero, para poder establecer un filtro lo más
adecuado posible, es necesario potenciar ciertas dimensiones personales.
Lee también: “he dejado de dar explicaciones a quien entiende lo que quiere”
Según un interesante artículo publicado en la revista Psychology Today, las personas deberíamos
prestar atención a estas 4 dimensiones:
¿Tomamos nota?
Hay quien prefiere dejarse llevar, poner en manos de los demás la capacidad de ser felices sin
recordar que la felicidad parte primero de uno mismo. Es necesario tenerlo en cuenta.