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Iconos, Revista de Ciencias Sociales No.

33
Flacso-Ecuador
Enero 2009
p. 141-153
Individuo y feminismo.
Notas desde América Latina
Feminism and the Individual.
Reflections from Latin America
Kathya Araujo
Psicoanalista. Doctora en Estudios Latinoamericanos y Directora
del Programa de género de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano

Correo electrónico: karaujo@academia.cl

Fecha de recepción: septiembre 2008


Fecha de aceptación y versión final: noviembre 2008

Resumen
Este artículo discute las dimensiones problemáticas de las formas en que la noción de individuo
ha sido y es movilizada por una parte importante del feminismo en América Latina. La presen-
tación aborda los avatares de su recepción teórica y política, además se detiene en las consecuen-
cias que este modo de comprensión tiene en el ámbito de la producción de conocimientos y en
el de los procesos de institucionalización estatal (políticas públicas). El texto argumenta que este
uso de la noción de individuo conduce a una imposición normativa que empobrece la reflexión
sobre las sociedades latinoamericanas así como permite, de manera indeseada y paradójica, que
partiendo de horizontes utópicos se aporte a las nuevas formas de dominación contemporáneas.

Palabras clave: Feminismo latinoamericano, individuo, producción de conocimientos, institu-


cionalización, modos de dominación.

Abstract
This paper addresses the problematic dimensions of the use given to the notion of the individ-
ual by a significant number of Latin American Feminism. The text analyzes the theoretical and
political reception of the notion as well as the consequences of this type of understanding in
two main areas: the production of knowledge and of the processes of state institutionalization
(public policies). The main argument is that the non critical use of the notion of individual
leads to its normative overdetermination contributing to the impoverishment of the reflections
on Latin American societies, triggering the paradox that pursuing feminist utopian horizons of
emancipation, new modes of domination might arise.

Keywords: Latin American Feminism, the individual, production of knowledge, institutionaliza-


tion, modes of domination

Iconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 33, Quito, enero 2009, pp. 141-153
© Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador.
ISSN: 1390-1249
temas
Kathya Araujo

Feminismo e Individuo producir el lazo político y la incitación a la


acción que pasaba por la toma de conciencia
La noción de individuo es una vieja conocida individual.
en las discusiones del Feminismo. Ciertamen- Finalmente, el individuo concebido como
te, y en eso más vale partir aguas rápidamente, su campo de acción, se ha vinculado con la no-
de uno de los Feminismos: aquel que de ma- ción de que la transformación social es resulta-
nera temprana se situó, reivindicó y exigió su do del trabajo del sí sobre el sí de cada uno de
legitimidad en el marco de los valores de la los miembros de los grupos oprimidos de la
modernidad (García y Valdivieso 2006). El sociedad, esto es, que la emancipación será re-
Feminismo ha sido un temprano y sensible sultado de una recuperación de poder indivi-
soporte para el individuo, para el valor de la dual. Para el feminismo, el individuo es un fo-
noción y para lo que la encarna. ¿Por qué? Por- co privilegiado de su acción en tanto es conce-
que éste, el individuo, ha sido desde muy tem- bido como materia con capacidad auto-trans-
prano, a la vez, su meta normativa, su herra- formativa.
mienta política y su campo de acción privile- La noción de individuo ha estado, así, fuer-
giado. temente asociada con el carácter emancipatorio
El individuo se constituye en su meta nor- del feminismo. La figura del individuo es cons-
mativa, en vinculación estrecha con el objeti- titutiva de su horizonte normativo. La noción
vo político de reconocimiento e incorporación de individuo y la utopía feminista han ido de
de las mujeres a la polis. Dos premisas que se la mano, en un acuerdo que ha hecho muy di-
nutren mutuamente contribuyen a ello. Por fícil la puesta en cuestión de esta alianza.
un lado, la convicción que remontar la discri- Por cierto, no se me escapa al señalar lo
minación y exclusión de las mujeres pasa prio- anterior, que desde las canteras posmodernas y
ritariamente por su reconocimiento como ciu- deconstructivistas ha habido una constante
dadanas. En segundo lugar, la estrecha asocia- crítica a la convicción moderna de este Fe-
ción entre una noción afirmativa de individuo minismo, así como una puesta en cuestión al
y la noción de la ciudadanía, es decir, de indi- individuo concomitante, interogación cuyo
viduos como ciudadanos: portadores de dere- foco se ha centrado en la noción de identidad.
chos y obligaciones, los que derivan de su per- Como sabemos, esta concepción identitaria
tenencia a un cuerpo político y del hecho que del individuo ha sido contestada ya sea en tér-
les es atribuida autonomía personal, en conse- minos del nomadismo del sujeto (Braidotti
cuencia, responsabilidad por sus acciones 2000) o del carácter puramente performativo
(O’Donnell 2002:308). De este modo, el de la identidad (Butler 2006), para nombrar
individuo como modelo y como encarnación algunas posiciones. No obstante, es necesario
es un objetivo central para el feminismo por- recordar que en todos los casos, y esto es sin-
que la ciudadanía de las mujeres es una meta tomático, llegado el punto en que se ha inte-
política prioritaria. rrogado la validez política de estas posiciones
El individuo fue constituido en su herra- críticas, se ha impuesto lo que podemos consi-
mienta política, en la medida en que fue reco- derar un retorno al individuo. Esto por la vía
nocido como dimensión principal a movilizar de propuestas como la del uso político estraté-
para el cambio. Es a este nivel, el individual, gico de la identidad (Spivak 1997; Weeds y
que el feminismo definirá de manera impor- Schor 1997) o del reconocimiento de la legiti-
tante al agente político de la transformación midad y eficiencia posible de la lucha desde y
social. El individuo como herramienta política por la identidad (Butler 2006).
ha estado vinculado con la apuesta señera de En el caso de América Latina esta vincula-
este movimiento social por una manera de ción entre feminismo e individuo ha sido con-

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servada más celosamente que en el mundo por el feminismo latinoamericano en el marco


noroccidental, si hacemos caso a las discusio- de la insuficiente preocupación regional por lo
nes y producciones en las dos áreas geográfi- que hoy conocemos como derechos económi-
cas. En el caso de América Latina no ha habi- cos, sociales y culturales. Estas lecturas, ade-
do discusiones de peso que pusieran en cues- más, son permeadas por la conciencia de que
tión a la figura del individuo como horizonte se está frente a un continente en el que las con-
normativo del feminismo. A pesar de que pue- diciones mínimas para una vida digna no son
den movilizarse marcos explicativos diversos, contempladas para grandes segmentos de la
en última instancia el horizonte normativo es población. Es también la particularidad regio-
mantenido. Ejemplos de ello pueden ser nal la que llevará a definir como un objetivo
encontrados en lecturas históricas (Mannarelli estratégico primordial para la defensa de los
2003, 1999), en perspectivas sociológicas o intereses de las mujeres, llegada la década del
antropológicas (Bonder 1998; Guzmán 2003, noventa, intervenir y fortalecer la instituciona-
2002; Aguirre 1998; Heilborn 2004; León lidad estatal. Este objetivo surge en el encuen-
2004, 1997; Valdés 2000) o sicológicas (Burin tro con un distorsionado/desdibujado rol del
1996). ¿Cuáles son las razones que explicarían Estado: su débil o impositiva presencia, según
esta lealtad? Proponemos dos líneas explicati- el caso, su corrosión por las prácticas corrup-
vas. La primera de orden político, la segunda tas, clientelares, absolutistas, etc. Todas estas
de orden teórico. especificidades de la región son elementos cen-
trales del diagnóstico implícito y explícito, que
dará forma progresivamente a las luchas del fe-
Presencia política del individuo en el minismo latinoamericano a partir de los años
Feminismo setenta hasta nuestros días.
El diagnóstico de la situación regional deri-
La fidelidad a esta alianza con el individuo va en que la ciudadanía de las mujeres se cons-
puede ser explicada por el diagnóstico de la tituya en un fin político central2. Es un objeti-
realidad política y social que marcará las inter- vo, un argumento, una evidencia. El abordaje
pretaciones y acciones del movimiento femi- del problema de la ciudadanía es realizado a
nista latinoamericano1. partir de estrategias diversas pero que pueden
Las exigencias de la realidad social latinoa- agruparse centralmente en dos tipos. En primer
mericana, harán leer de manera específica las lugar, aquellas destinadas a promover las trans-
urgencias y definirán de manera importante formaciones necesarias para el otorgamiento,
los objetivos estratégicos del feminismo en la reconocimiento y ejercicio de la ciudadanía for-
región. El déficit de ciudadanía de las mujeres mal y real de las mujeres. En esta perspectiva,
es amplificado por la realidad de un continen- frente a los desafíos de la región, y luego de la
te con largas restricciones a su acceso y con cerrada desconfianza que caracteriza la relación
una escasa tradición en el otorgamiento de
contenidos reales a la ciudadanía formal 2 Véase por ejemplo, Machicao, X., 2006, “Educación
ciudadanía y derechos de las mujeres”, en: http://
(Molyneaux 2001; Jelin 1997, 1996). Las de- www.choike.org/nuevo/informes/4908.html; García,
mandas específicas de las mujeres son leídas Ana Isabel y Gomáriz, Enrique, Género y ciudadanía en
Centroamérica: Otra mirada al horizonte, en:
http://www. iigov.org/iigov/pnud/biblite/revista/revis-
1 Elegimos aquí plantear una línea común que puede ta5/docs/arti_54.htm. También presentes en las líneas
extraerse del trayecto seguido por este movimiento, o declaraciones de principios de articulaciones regio-
aunque con certeza es posible establecer acentos dife- nales feministas como MARCOSUR, www.mujeres
rentes en un diagnóstico que abarque, por una parte, delsur.org.uy o REPEM (Red de Educación Popular
las décadas del 70 y del 80 y, por otra, la década del 90 entre mujeres de América Latina y el Caribe), www.
en adelante. repem.uy.

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en las décadas del setenta y ochenta, éste deven- del feminismo
drá progresivamente en un aliado potencial
indispensable sobre el que es necesario operar3, Dado el objetivo político mencionado, la pro-
en un camino, es cierto, plagado de contradic- ducción de conocimientos del feminismo lati-
ciones4. En segundo lugar, el objetivo de la ciu- noamericano, profundamente anclado en la
dadanía de las mujeres considerará el trabajo de tradición crítica y, por lo tanto, sostenido en la
influencia transformativa sobre las mujeres mis- convicción de que el conocimiento es un
mas, ya sea desde la inicial propuesta de aplica- hecho político (Guzmán y Hola 1996), hará
ción de la modalidad de “auto-conciencia” del individuo una de las orientaciones princi-
(Barring 1998) o desde las posteriores y exten- pales de sus indagaciones. Ya sea que se trate
didas propuestas de educación en ciudadanía5. de estudiar el ámbito de la representación
En breve, para el feminismo latinoamerica- política, de la violencia intrafamiliar, de las
no dado el diagnóstico de la región y de las sexualidades, de las relaciones de pareja o del
premisas políticas que lo animan, se trata de mundo del trabajo será movilizada permanen-
procurar el reconocimiento/otorgamiento de temente la pregunta por el grado en que las
la ciudadanía real a un cierto grupo de la condiciones estructurales o las relaciones
población, pero también de la producción de sociales aportarán, o no, a la constitución o
quienes puedan encarnarla. La producción de despliegue de las mujeres como individuos
ciudadanía es sinónimo de producción de ciu- autónomos, autodeterminados, independien-
dadanas. La tarea es, así, la de generar las con- tes, responsables7. La medida para la lectura y
diciones para la ciudadanía de las mujeres al el juicio provendrá del propio carácter eman-
mismo tiempo que al individuo que la encar- cipatorio del feminismo y estará dada por el
ne. Ahora bien, producir ciudadanas, dado el horizonte normativo relativo al individuo
horizonte utópico normativo del feminismo, deseable que éste promueve. Lo anterior,
es apoyar la constitución de individuos carac- orientará a los estudios feministas hacia temá-
terizados por su capacidad de encarnar los ticas y enfoques poco corrientes en las ciencias
principios de autonomía, independencia y au- sociales latinoamericanas, abriendo campos es-
todeterminación. Individuos, por tanto, ca- casamente explorados por ellas.
paces de sostener el modelo de ciudadanía Una razón para esta estrategia es, sin duda,
imaginada-esperada. De esta manera, la tarea el convencimiento del feminismo respecto a
de producción de ciudadanía es al mismo una de las tesis más difundidas respecto al
tiempo, de manera relevante, la empresa de individuo en nuestra región: la noción amplia-
producción de las mujeres como individuos y mente aceptada que, en estas latitudes, el indi-
como individuos modernos6. viduo en el sentido moderno noroccidental
era, y es, ante todo un proyecto. Esta concep-
3 Para una presentación y discusión sobre los procesos ción está íntimamente vinculada con las discu-
de institucionalización del género en el Estado, véase
Guzmán 2003 y Barrig 1998. siones sobre modernidad latinoamericana; una
4 Para una presentación de estas tensiones véase Vargas discusión en la que con frecuencia se constru-
2005; Ríos 2000; Alvarez 1998; Barrig 1998; Salazar
de la Torre 2005.
5 Machicao 2006; Valdés 2000, 1992. ciudadanía de las mujeres, en: http:// www. eclac.org/
6 Expresivos de esta asociación son los trabajos de Guz- mujer/proyectos/gobernabilidad/documentos/Tiemps.
mán 2002, 2003; Jelin 1997, 1996; Tarrés 1998; Val- pdf
dés 2000, 1992; Vargas 2006, 2005; entre otras. Para 7 Véase, por ejemplo, textos de Sharim 1998, 1996;
una discusión sobre ciudadanía de género y gobernabi- Ruiz Bravo 1999; Tarrés 1998; Correa 2001; Heilborn
lidad asociada a los procesos de producción del indivi- 2004; Dides 2002. O los trabajos de Abramo y Valen-
duo, ver Barquet, Mercedes, Tiempos de ciudadanía: zuela 2005 y Montaño 2003.

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yó una perspectiva analítica que ponía énfasis los estudios de género, pondrá parte impor-
en la distancia entre nuestras realidades y el tante de su interés en el estudio de las subjeti-
modelo noroccidental acompañado de supues- vidades e identidades, así como dimensiones
tos normativos, entre ellos, por cierto, la no- vinculadas al ámbito de la intimidad o priva-
ción de individuo. Lo anterior en dos grandes cidad, teniendo como motor implícito la pre-
versiones. Por un lado, la que se centra en gunta por el individuo y su constitución. Lo
subrayar la brecha entre la realidad social de anterior, estrechamente derivado de las apues-
América Latina y el modelo noroccidental, tas políticas de esta posición: por un lado, el
asociada a la aspiración de remontar esta dis- papel otorgado al individuo y su transforma-
tancia. En este sentido, el individuo se consti- ción; por el otro, la politización de lo priva-
tuye en un proyecto inconcluso pero en mar- do/doméstico y de la intimidad como núcleo
cha. Por el otro, la que pone en el centro el de sus propuestas de comprensión e interven-
carácter particular de la región, cuya expresión ción en lo social10. Se crea, de este modo, un
más acabada y reciente son los trabajos sobre campo de conocimientos que difiere de las
la especificidad de la modernidad latinoameri- corrientes más hegemónicas de las ciencias
cana8. Desde aquí el individuo en el sentido sociales latinoamericanas, fuertemente centra-
moderno aparece como un falso proyecto. das en perspectivas más institucionales o polí-
Mientras que una posición puso el acento ticas sistémicas.
en lo que hacía falta a las sociedades y a los
individuos para encarnar el modelo moderno,
la segunda leyó las especificidades de los pro- El individuo como problema
cesos en la región, proponiendo otras estrate- en el feminismo
gias de constitución y mantenimiento de lo
social y de los individuos. No obstante, en Si bien el impulso que da al feminismo el lugar
ninguno de los dos casos hubo un enfoque sig- político que ocupa el individuo puede ser con-
nificativo respecto a los procesos concretos de siderado positivo, en cuanto abre perspectivas
producción de individuos o procesos de indi- y temáticas renovadoras en las ciencias socia-
viduación. De hecho, los trabajos que podrían les, las modalidades en que ello se cristaliza
considerarse como más cercanos a una indaga- son bastante más problemáticas: la acción del
ción a este nivel, con escasas excepciones, se horizonte utópico normativo del feminismo
han centrado principalmente en el problema en el abordaje de estos estudios tendrá como
de la identidad y han estado más bien orienta- consecuencia procesos de deslizamiento y tras-
dos a responder preguntas relacionadas con la vase conceptual.
construcción nacional, comunitaria o grupal9. La estrecha vinculación que hace el femi-
En otras palabras, más interesados en respon- nismo latinoamericano entre ciudadanía y
der preguntas relativas a la acción política y la producción del individuo desemboca en desli-
pertenencia o cohesión social que a acercarse a zamientos entre niveles, lo que estará en la
la especificidad de los modos de producirse base del trasvase de contenidos de una dimen-
como individuos o sujetos en las realidades sión a otra. La asociación entre la tarea de la
estudiadas. construcción de la ciudadanía y la producción
La producción de conocimientos feminis-
ta, principalmente agrupada en el ámbito de 10 En el abordaje de esta problemática serán tres las prin-
cipales fuentes teóricas movilizadas: el disposicionalis-
8 García Canclini 1999, 1995; Martín Barbero 2001, mo (Bourdieu), las tesis de la individualización (espe-
1989; Cornejo Polar 1994; Sarlo 1988, entre otros. cialmente autores como Beck y Giddens), y la perspec-
9 Solo para tomar el caso de Chile: Bengoa, 2006; tiva del sujeto, fuertemente influida por Foucault y el
Larraín, 2001, entre otros. psicoanálisis.

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del individuo tiene como efecto que los estu- jo de producción de sujeto. Sujeto, este sí, que
dios o intervenciones del feminismo, en su según estas posiciones, daría cuenta, en última
mayor parte, y con una gradual pero constan- instancia, de la lógica de la acción del indivi-
te acentuación, van a partir de una definición duo concebido como unidad mínima de aná-
preestablecida de individuo y van a hacer de lisis en lo social y de lo social.
ella la medida interpretativa de la realidad Ahora bien, con frecuencia en el uso que se
social en cuanto esta definición previa funcio- hace de la noción individuo éste transita sin
na como su horizonte normativo. demasiadas advertencias entre estos diferentes
Para tratar de aclarar este punto es necesa- niveles: indicativo, normativo o descriptivo,
rio empezar por diferenciar, aunque sea breve- haciendo difícil la discusión. En ocasiones este
mente, los niveles en juego en la utilización de tránsito tiene el efecto de velar consideraciones
la noción de individuo. Esta noción no es centrales. Es el caso cuando la dimensión nor-
compacta ni unívoca. Sin ser exhaustiva, se mativa abstracta se sobre-impone al nivel des-
pueden al menos diferenciar cuatro niveles criptivo dinámico. Cuando el individuo nor-
cuando nos referimos al individuo. mativo se constituye en la clave de percepción
En primer lugar, solemos designar con él a y lectura del individuo sociológico. Es precisa-
lo que podemos llamar el individuo de hecho. mente este deslizamiento entre niveles, nor-
Es decir, la unidad material elemental, el “todo mativo y descriptivo dinámico, el riesgo en
concreto ‘atómico’” (Legros 2006:78), que juego en los abordajes del feminismo.
podemos reconocer como nuestro semejante. Para el feminismo es el individuo el que se-
Se trata de un uso que podemos situar a un rá el fundamento de la ciudadana. Pero, y éste
nivel descriptivo indicativo. es el punto que resulta digno de atención, lo
En segundo lugar, la denominación indivi- que ocurre como trasvase y deslizamiento es
duo suele ser utilizada para designar la unidad que la ciudadana, a su vez, será movilizada en
mínima pasible de reconocimiento normativo cuanto modelo para el individuo. El trasvase
asociado a la pertenencia a una comunidad de contenidos realizado es digno de atención
política, el individuo fundamento de la ciuda- porque hay una diferencia extremadamente
danía. En este caso nos encontramos en un importante entre el hecho de que la ciudadanía
nivel normativo abstracto. requiera como fundamento al individuo y que
En tercer lugar, la noción de individuo se el contenido normativo asociado a la noción
utiliza para apelar a la unidad elemental social, de ciudadanía se constituya en el modelo de
la que normalmente ha sido concebida como individuo que se considera como fin deseable.
un conjunto atributivo dinámico más o menos El problema en juego aquí es que los atributos
definible, el que tendría una función explicati- del individuo que provienen del modelo nor-
va importante respecto a las modalidades o mativo que subyace a la noción de ciudadanía,
naturaleza de la acción a nivel social, se apun- aparece como el modelo que se esperaría en-
ta a un nivel descriptivo dinámico situado histó- contrar en el nivel del individuo en una pers-
ricamente. pectiva descriptiva histórica y dinámica. El
En este último caso, es indispensable dis- modelo normativo del individuo moderno del
tinguir dos de las entradas teóricas más usua- norte occidental se reintroduce por vía del des-
les: las que se centran en el individuo y las que lizamiento realizado entre lo que se entiende
toman como eje al sujeto. En este último caso, como las precondiciones de la ciudadanía y la
el individuo ha sido movilizado de una mane- identificación de las condiciones de produc-
ra que podría ser considerada como secunda- ción del individuo en lo social. El sustrato
ria. Se ha usado para referirse con él esencial- sociológico noroccidental del individuo abs-
mente al locus en el que se desarrolla el traba- tracto se cuela y termina produciéndose como

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medida y referente interpretativo de sociedades dimensión histórica que normalmente sí es


con sustratos sociológicos distintos. reconocida), sino en especial, sincrónicamente
En breve, lo que interesa subrayar es que el (diversas sociedades, culturas, grupos étnicos,
modelo de individuo feminista se constituye sectores sociales, generaciones, etc.).
en un modelo ideal que interviene en la inter-
pretación de los datos, la formulación de las
preguntas, la conformación de los modelos de Consecuencias e impasses políticos: el indi-
intervención social o en las nociones de base viduo del feminismo como ideal de sujeto
que se impulsan para la política pública.
Ejemplos de este deslizamiento podemos El producto del deslizamiento del sustrato
encontrarlos en los enfoques que toman mu- sociológico del individuo abstracto normativo
chos estudios sociológicos de raigambre femi- de la ciudadanía hacia la lectura del individuo
nista, en los que los resultados se leen a partir sociológico de nuestra región, ha encontrado
de su distancia con el individuo normativo. una vía privilegiada para su constitución como
Por ejemplo, los estudios sobre participación ideal en los procesos de institucionalización de
en el mundo laboral han partido del supuesto la agenda feminista en el Estado. Como sabe-
de la asociación entre grado de individuación mos, estos procesos están a su vez vinculados
y participación en el mercado laboral (Díaz, con la trasnacionalización de los movimientos
Godoy y Stecher 2005; Guzmán y Mauro sociales potenciados por la globalización. Los
2004). En los estudios políticos se ha trabaja- movimientos sociales han adquirido un funcio-
do a partir de la asunción de la relación inver- namiento entramado fuertemente por la acción
samente proporcional entre grado de indivi- en la doble esfera nacional y trasnacional. Esta
duación y participación política (Jelin 1996; dinámica ha incrementado su poder de in-
Luna 1994; Chaney 1983). En el campo de la fluencia a nivel nacional –por medio del traba-
salud sexual y reproductiva, el uso de la con- jo político de sensibilización de organismos
tracepción y el nivel de autodeterminación internacionales–, pero al mismo tiempo ha
han aparecido como directamente asociados aumentado los flujos de contenidos normativos
(Dides 2002). Pero también, el deslizamiento desde lo global hacia lo nacional/ local.
y el trasvase que nos ocupa se revela a otro La institucionalización de concepciones y
nivel: en los procesos de institucionalización visiones normativas provenientes del feminis-
de la agenda feminista en la institucionalidad mo, resulta particularmente relevante dada su
estatal, en los que nos detendremos más ade- repercusión en la definición de los enfoques
lante. adoptados en la generación de políticas públi-
El problema de imponer lo normativo a lo cas y en las formas en que el Estado entiende
descriptivo-histórico-dinámico en la aproxi- su propia función. Las concepciones feminis-
mación al individuo, reside en que o la pre- tas que son incorporadas al aparato estatal
gunta por la especificidad social, cultural e his- transportan definiciones implícitas de indivi-
tórica se vela o la interpretación de la especifi- duo o de sujeto, las que funcionan como
cidad es distorsionada. La suposición de base modelos ideales. Estos modelos, a su vez, tie-
resultante de este deslizamiento es que existe nen efectos preformativos, en cuanto funcio-
una noción de individuo, y, con ello, se pierde nan como orientaciones últimas para la acción
de vista la multiplicidad de modos en que el estatal, evidentemente, pero también porque
individuo se puede producir o el sujeto se contribuyen a la conformación de los ideales
puede configurar. Se difumina la multiplici- sociales que desde el Estado se ofrecen.
dad de modalidades y figuraciones en que ello Participan, así, en la definición del individuo
puede darse, no solo diacrónicamente (la o sujeto legítimo y deseable. Es desde esta

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perspectiva que resulta indispensable acercarse A equidistancia de estas posiciones, subra-


a las consecuencias políticas del individuo pro- yamos el carácter de radical ambigüedad del
movido por el feminismo en tanto ideal. ideal (Freud 1921, 1973). El ideal puede al
En este punto de la argumentación, vale la mismo tiempo ser instrumento para la cohe-
pena subrayar que no se trata de poner en sión social (elemento común de identificación
cuestión de manera tajante la validez política que permite el reconocimiento enlazador de los
del horizonte normativo del feminismo miembros de una comunidad o grupo) o ame-
moderno. Menos aún sostener que debemos naza para la misma (cuando funciona como
dejar fuera los ideales de la modernidad en pivote de modalidades de producción grupal
nuestras sociedades. Nuestras sociedades son basadas en la exclusión de una parte de la
sociedades que no pueden ser pensadas fuera comunidad, por ejemplo). Del mismo modo,
del horizonte de la modernidad. Por otro lado, el ideal puede constituir una herramienta tanto
vale la pena reconocer que la modernidad y para la emancipación (en cuanto movilizador
sus ideales también han contribuido a produ- tanto de sentidos como libidinal) como para la
cir un mundo más humano, con mayores dominación (en cuanto cristalización constric-
oportunidades, más inclusivo. El horizonte tiva del “deber ser”). El ideal se revela, de esta
normativo en el caso del feminismo moderno, manera, potencialmente, como instrumento
como se ha reiterado, está constituido princi- de cohesión, malestar, integración y anomia.
palmente por un individuo cuyas característi- Dado el carácter fundamentalmente abierto de
cas principales serían la autonomía, la capaci- los ideales, los destinos de los mismos no pue-
dad de autodeterminación, su condición de den ser evaluados apriorísticamente: su fun-
sujeto de derechos y una orientación inma- ción, como instrumentos de la dominación o
nente hacia la actualización de su potencial. emancipación, no puede ser dada por sentado
Todos estos son principios y valores que resul- de antemano. La función del ideal dependerá
taría contraproducente negar categóricamente del complejo contexto de relaciones y significa-
como elementos deseables. Sin embargo, este ciones en que se ubique, un contexto que se
reconocimiento no autoriza a dejar sin analizar caracteriza por su movilidad.
la complejidad que se encierra en este proceso, Un ejemplo puede aportar a iluminar este
por el cual el individuo normativo del feminis- argumento. Éste será tomado de los procesos
mo se cristaliza como modelo ideal social. de institucionalización en el Estado de ele-
Para empezar, entonces, debemos enfren- mentos de la agenda feminista en el campo de
tarnos a la pregunta por el ideal mismo. ¿Cuál las sexualidades, a partir de una investigación
es el estatuto del ideal? Esto nos conduce rápi- de tres años que sobre este tema fue realizada
damente a la tensión que hay en las ciencias para el caso de Chile12.
sociales entre considerar el ideal como un ins- Las políticas y programas estatales chilenos
trumento de sujeción o dominación (allí relativos a la sexualidad (educación sexual y
donde los ideales son considerados como regulación de la fecundidad) desde la década
obreros de la alienación), o como una herra- del noventa, revelan la presencia explícita y ac-
mienta para la emancipación (donde el ideal es tuación subyacente de la noción ideal de indi-
obrero de la utopía). Es decir, la tensión entre viduo propuesta por el feminismo. Este mode-
posiciones que ponen a los ideales del lado de
la integración (Parsons 1968) y aquellas que 12 Investigación “Discurso estatal y configuración de la
muestran su connivencia con la dominación11. sexualidad en la sociedad chilena actual. 1992 - 2002”.
Proyecto financiado por el Fondo de Desarrollo de la
11 Categorías en las que podemos ubicar los abordajes Ciencia y Tecnología (Chile) Nº 1030193, desarrollado
críticos de inspiración marxista, psicoanalítica lacani- entre 2003 y 2005. La investigación se restringió a dos
ana y foucaultiana. áreas: regulación de fecundidad y educación sexual.

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lo de individuo ingresa en el marco de la re- El individuo como ideal de sujeto y las


composición democrática, en el contexto de concepciones de la esfera moral sexual conco-
los procesos de modernización del Estado, y se mitante (plural, basada en la autonomía, aso-
inscribe, para decirlo brevemente, en una co- ciada a espacios de debate), no consiguen su
rriente que apunta a renovar y fortalecer el pa- camino de expresión en políticas y programas
radigma de los derechos al interior de éste. Se concretos. Es el caso de la educación sexual.
trata de un individuo autónomo y reflexivo, Aunque el Estado propone una nueva política
capaz y con el derecho de tomar la vida en las de educación sexual a comienzos de los noven-
propias manos, es decir, al que se le reconoce ta y produce el programa piloto de la
la capacidad de decisión sobre sí –autodeter- Metodología de las Jornadas de Conversación
minación– y lo que le concierne. sobre Afectividad y Sexualidad, JOCAS, en el
El individuo ofrecido como modelo ideal que se expresan los principios normativos ide-
es fundamento de una propuesta mayor de ales aludidos, el carácter piloto de las JOCAS
transformación societal hecha por el feminis- no consigue ser modificado. No existe una
mo y orientada a la obtención de mayor igual- normativa que incorpore de manera obligato-
dad (a partir del reconocimiento de las dife- ria la educación sexual en la educación públi-
rencias), menor discriminación y un perma- ca hasta hoy. Los espacios para la reflexión, los
nente respeto a la libertad individual en un medios para la información, las oportunidades
marco de solidaridad. El individuo como ideal para el debate, requeridos para la producción
se entrama, así, con las promesas de la moder- y despliegue de las nociones normativas que
nidad construidas como utopía política. Es vehiculizan las políticas o programas propues-
una oferta que, aunque no cristalizada, tiene el tos, no están presentes. Ellas se difuminan en
enorme valor de mantener vivo un horizonte el camino entre la formulación de la política o
emancipatorio. El individuo ideal movilizado programa y su implementación.
por el feminismo que se ofrece como modelo Las personas están llamadas así, a tener que
a los sujetos en lo social, desde esta perspecti- ser más de lo que es posible, a asumir como res-
va, y como muchas teóricas feministas latino- ponsabilidad propia lo que les pasa si se atienen
americanas lo han sostenido, es fundamento a la imagen normativa de individuo que se les
de la emancipación (Bonan y Guzmán 2006; ofrece; pues serían ellos, según el modelo ideal,
Vargas 2006, 2005; Valdés 2000). los que han de hacerse responsables de las con-
Pero esta no es la única cara del ideal. El secuencias de sus prácticas sexuales, aún cuan-
caso de la autonomía moral en el campo de las do las condiciones mínimas para este ejercicio
sexualidades nos puede servir de ejemplo. no estén disponibles. El individuo tal como lo
La afirmación enfática de la autonomía entiende el feminismo en su ingreso al aparato
moral del individuo que se encuentra en el estatal aparece como un ideal de sujeto exten-
material analizado, contrasta, sin embargo, con dido, pero las condiciones de su realización se
la ausencia de condiciones para su ejercicio. encuentran coartadas.
Ausencia de condiciones vinculada con la exis- En un contexto como éste, las consecuen-
tencia de un campo social en el que las personas cias habrá que pensarlas ya no del lado positi-
se ven expuestas de manera permanente a vo del elemento movilizador utópico, sino de
dobles discursos (a nivel estatal) o a dispositivos lo que aparece como imposición de un agente
institucionales que, por su presencia o ausencia, sobre otro, es decir del lado de la dominación.
suponen la restricción de la supuesta capacidad Dos figuras contemporáneas de la domina-
del individuo de articulación y actuación moral ción, tal como las ha discutido Martuccelli
–dada la importancia y poder de la iglesia cató- (2007), se pueden entrever en función aquí.
lica y de sectores aliados– (Araujo 2005).

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En primer lugar, la figura de la responsabi- De manera específica se ha buscado subra-


lidad, definida como ser responsable no solo yar de qué forma una aplicación no crítica y
de lo que se hace, sino de lo que a uno le pasa. pasiva del individuo del feminismo moderno y
Figura en la que al individuo se le devuelven modernizante, como horizonte normativo a las
responsabilidades que en última instancia lecturas de lo social y a las propuestas de inter-
corresponden al sistema mismo. Se trata del vención en él, puede provocar efectos indesea-
pasaje de la ética de la responsabilidad al dos. Por un lado, se ha discutido cómo ello
sometimiento por medio la responsabilidad. puede aportar al oscurecimiento o distorsión de
La segunda figura de la dominación es la de las especificidades socioculturales de la región y
la implosión subjetiva. En este caso, se trata del en específico, a pensar al individuo o sujeto en
efecto –que puede expresarse en diversos ella. Por otro lado, en qué medida por medio de
malestares subjetivos– resultado del encuentro su diseminación como ideal social, teniendo
entre el llamado a convertirse en un sujeto (en como vehículo al Estado, puede esta ser instru-
los términos que el ideal lo dispone) y las coer- mento de las nuevas figuras de la dominación.
ciones que hacen que este llamado sea imposi- Evidentemente, la argumentación aquí no
ble de satisfacer. La implosión se desarrolla en es ni intenta que se vea como necesario aban-
el espacio creado por la contradicción entre el donar las orientaciones normativas del femi-
mandato del ideal y los obstáculos materiales o nismo que conforman sus fines políticos. El
fuera del orden de la subjetividad que interfie- argumento es que esta dimensión normativa
ren en la posibilidad de encarnarlo (Martu- requiere ser ajustada en su encuentro con rea-
ccelli 2007:147 y 152). lidades sociales específicas. Lo anterior, cierta-
La propuesta ideal de individuo del femi- mente, puede ser realizado por medio de una
nismo moderno en su camino de instituciona- diversidad de entradas. Una de ellas, que es
lización estatal resulta, de manera insospecha- central, implica la reconceptualización de la
da y obviamente indeseada, en herramienta noción de individuo que está siendo moviliza-
para la dominación. da. Esto significa acercarse de manera específi-
ca y encarnada a la manera en que se producen
* * * los individuos en las sociedades en cuestión
evitando la intrusión normativa. Otra entrada,
El argumento desarrollado hasta aquí ha pro- es generar una perspectiva de análisis que per-
puesto que uno de los problemas principales mita acercar la relación entre horizonte nor-
en el abordaje teórico del individuo por el mativo y especificidades socioculturales,
feminismo en América Latina, ha residido en haciéndose cargo de los efectos ambivalentes
el deslizamiento de niveles que se produce al de todo horizonte normativo en su función de
aplicar una noción de individuo normativa y ideal. Esta es una cuestión extremadamente
abstracta al abordaje de una noción de indivi- importante en tiempos como los que corren,
duo descriptiva destinada a explicar la acción marcados por los fenómenos de globalización
social. La dimensión normativa trasvasa sus y transnacionalización de las agendas de los
contenidos a la descriptiva, y con ello se entor- movimientos sociales.
pece la lectura e interpretación del individuo Lo que subyace en lo presentado es, así,
sociológico. El sustrato sociológico ha sido una invitación a poner en signo de interroga-
intervenido y colonizado de maneras distintas ción al individuo del feminismo en América
por lo normativo, lo que resulta, paradójica- Latina. Un estímulo para acercarse a él apli-
mente, del esfuerzo realizado por el feminismo cando consistentemente lo que la tradición de
por mantener actuante su horizonte utópico y la discusión feminista latinoamericana puede
objetivo emancipatorio. aportar: un pensamiento y una postura políti-

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Individuo y feminismo. Notas desde América Latina

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