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Anarquismo es el nombre dado a toda filosofía política o social que llama a la oposición y
la abolición del Estado entendido como monopolio de la fuerza, y por extensión también
puede llamarse así al rechazo de todo gobiernopolítico o de toda autoridad social
impuestos sobre el individuo, por considerarlos innecesarios o nocivos.12 Sébastien
Faure (1858-1942), filósofo anarquista francés, dijo: «Cualquiera que niegue la autoridad y
luche contra ella es un anarquista». Bajo una formulación tan simple, pocas doctrinas o
movimientos han manifestado una variedad tan grande de interpretaciones y acciones, que
no siempre fueron bien entendidos por la opinión pública. Históricamente hablando, el
anarquismo generalmente es crítico de la relación de los individuos con
la sociedad presente con el objetivo de promover el cambio social hacia una futura
sociedad, en palabras de Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865), «sin amo ni soberano».3
No existe acuerdo académico en cuanto a una taxonomía de las corrientes anarquistas;
algunos hacen una distinción entre dos líneas básicas de
pensamiento, individualistas y socialistas;4 también es común señalar como las corrientes
históricas más importantes: anarquismo individualista, mutualismo, anarquismo
comunista y anarcosindicalismo, y según algunas fuentes, también el colectivismo.5
Aunque han surgido diversos pensadores y movimientos precursores desde la Antigüedad
que son debatidos por los historiadores, el punto de partida que suele tomarse para el
inicio del pensamiento anarquista moderno se remonta a finales del siglo XVIII, en la obra
de William Godwin (1756–1836).6 Sin embargo, el anarquismo entendido como movimiento
intelectual y social emerge recién en la segunda mitad del siglo XIX a través de distintas
corrientes de pensamiento y organizaciones y, si bien no dejó de ser un movimiento
minoritario frente a otros movimientos políticos, logró incrementar su influencia hasta tener
algún nivel de relevancia política en varios países occidentales, incluyendo algunos
experimentos sociales libertarios significativos en la primera mitad del siglo XX.7 El declive
del anarquismo como movimiento social internacional inicia en la década de 1910 hasta
prácticamente extinguirse en la década de 1940, en el contexto de las dos guerras
mundiales, tras lo cual las ideas anarquistas han sido recuperadas y reelaboradas por
estudiosos y pensadores, y han estado continuamente insertadas en multitud de doctrinas
y movimientos contemporáneos, especialmente tras su emergencia en el contexto de
ciertos movimientos estudiantiles y antiautoritarios de la década de 1960.8
Índice
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1Etimología
2Historia del anarquismo y de sus corrientes
o 2.1Antecedentes del anarquismo moderno
o 2.2Siglo XVIII: la Ilustración y la Revolución francesa
o 2.3Del socialismo utópico al anarquismo moderno
o 2.4Hacia la Primera Internacional
o 2.5Desarrollo del anarcoindividualismo estadounidense
o 2.6El anarcoindividualismo europeo
o 2.7Surgimiento y evolución del anarcocomunismo
o 2.8Anarcosindicalismo
2.8.1España
2.8.2Francia
2.8.3Anarquismo en Latinoamérica
o 2.9Primeras revoluciones
2.9.1Ilinden. La revolución en Macedonia y Tracia
2.9.2Revolución rusa de 1905
o 2.10El periodo de entreguerras
2.10.1La Revolución Majnovista
2.10.2Plataformismo y sintetismo
2.10.3Otras revoluciones y hechos anarquistas
2.10.4Revoluciones anarquistas en España
o 2.11Después de la Segunda Guerra Mundial
o 2.12Época contemporánea
3Corrientes principales de pensamiento
o 3.1Anarquismo individualista
o 3.2Mutualismo
o 3.3Anarquismo comunista
o 3.4Anarcosindicalismo
o 3.5Anarquismo sin adjetivos
4Nuevas corrientes de pensamiento anarquista
o 4.1Anarquismo ecologista
o 4.2Feminismo anarquista
o 4.3Insurreccionalismo
o 4.4Anarquismo posizquierda y posanarquismo
5El anarquismo y la religión
6El anarquismo en la cultura
o 6.1Literatura
o 6.2Teatro
o 6.3Cine
o 6.4Artes plásticas
o 6.5Música
7Críticas al anarquismo
8Véase también
9Referencias
10Bibliografía
11Enlaces externos
Etimología[editar]
La palabra «anarquía» deriva del griego «ἀναρχία» («anarkhia»).9 Está compuesta del
prefijo griego ἀν- (an), que significa «no» o «sin», y de la raíz arkhê (en griego ἀρχή,
«origen», «principio», «poder» o «mandato»).1011 La etimología del término designa, de
una manera general, aquello desprovisto de principio director y de origen. Esto se traduce
por «ausencia de apriorismo»,12 «ausencia de norma»,12 «ausencia de jerarquía»,13
«ausencia de autoridad»14 o «ausencia de gobierno».11
Los términos «anarquía» y «anarquista» fueron usados libremente, en un sentido político,
desde el siglo XIII.15Felipe IV de Francia usaba estos términos frecuentemente en sus
ordenanzas para designar desorden o caos.15 Durante la Revolución francesa, en términos
de crítica negativa, relacionados con los abusos empleados por varios partidos para dañar
a sus oponentes; así, tanto los Enragés, que desconfiaban del poder excesivo,
como Robespierre, que lo buscaba, fueron tachados de anarquistas. Este sentido negativo
cambió cuando Pierre Joseph Proudhon publicó ¿Qué es la propiedad? (1840), el libro que
le estableció como un pionero del pensamiento libertario. Tras responder al título («la
propiedad es un robo»), el autor se convierte en el primer hombre que se
autodeclara anarquista y precisa qué es lo que entiende por anarquía: «una forma de
gobierno sin amo ni soberano».3 Aunque el mismo autor, desde la Revolución de 1848,
dejó de definirse como "anarquista" prefiriendo usar otros vocablos para su pensamiento
radical.15
William Godwin, considerado por algunos autor del primer tratado anarquista.
En su obra más conocida, ¿Qué es la propiedad? o Investigaciones sobre el principio del derecho y
del gobierno (1840), Proudhon denunciaba: «la propiedad es un robo», palabras que, según Max
Nettlau, «tenían la fuerza de una revolución».39
Junto a los socialistas utópicos, los filósofos hegelianos alemanes aportaron el corpus
teórico del anarquismo de la primera mitad del siglo XIX: la dialéctica histórica hegeliana
aportó un sentimiento de optimismo en cuanto a la evolución social del devenir histórico,
que favorecería en aquel entonces a la nueva clase obrera (concepto marxista de “lucha
de clases”). Wilhelm Weitling, influido por el cristianismo primitivo, defendía una sociedad
ideal basada en principios morales: “la sociedad perfecta no requiere gobierno, sino sólo
una sencilla administración; carece de leyes y, en su lugar, existen obligaciones; no tiene
sanciones, sino sólo medios de corrección”.40
A mediados del siglo XIX, el tejido industrial aún era débil; predominaban artesanos y
campesinos. En la década de 1840, Pierre-Joseph Proudhon en Francia y Josiah
Warren en Estados Unidos alcanzaron el anarquismo independientemente a partir de la
crítica de las doctrinas utópicas socialistas, particularmente las de Charles Fourier y Robert
Owen respectivamente.41 Para ambos, el ideal de generosidad colectiva del comunismo
era un máximo utópico, y abogaban por comenzar con una más inmediata y accesible
reciprocidad, el camino equitativo de Warren y el mutualismo de Proudhon.39 Por su lado,
en Alemania, el filósofo Max Stirner partió del hegelianismo para alcanzar su inversión
completa en El único y su propiedad (1844), negando todos los absolutos e instituciones,
en un individualismo extremo que ha sido denominado Egoísmo.41
Pierre-Joseph Proudhon fue el primer individuo en denominarse a sí mismo
«anarquista»,42 motivo por el cual es considerado por algunos como el fundador de las
teorías anarquistas modernas. Proudhon, considerado como próximo al socialismo por él
mismo y por los críticos e historiadores posteriores43 abogaba por una economía no
opresiva donde los individuos intercambiaran el producto de su propio trabajo. El valor de
intercambio de los bienes sería determinado por la teoría del valor-trabajo.44 El
pensamiento de Proudhon, enfrentado tanto con el Estado como con el socialismo
autoritario que se iba configurando, tuvo especial repercusión entre los socialistas no
autoritarios de Bélgica y Francia. En 1843 escribió El sistema de las contradicciones
económicas o la Filosofía de la miseria, que dio lugar a una dura respuesta de Marx, La
miseria de la filosofía (1844). Tras la Revolución francesa de 1848, Proudhon continuó su
labor de difusión del anarquismo durante la Segunda República Francesa en una serie de
diarios, e intentó poner en marcha en 1849 el «Banco del Pueblo»,45 modelo de lo que
actualmente se conoce como banco mutualista, que fracasó antes de que empezara a
funcionar. Los artículos que escribió en enero del mismo año contra Luis Napoleón
Bonaparte, el «Príncipe Presidente», en Le Peuple le valieron una condena de tres años
en prisión.46
El pensamiento de Proudhon impresionó fuertemente a Marx (quien trató de demolerlo
teóricamente en 1847), a Stirner, en Alemania, y a Bakunin, en Rusia. También tuvieron
gran acogida en España, en la figura de Pi y Margall, por medio de su obra La reacción y
la revolución: estudios políticos y sociales (1854), y sus traducciones al español de los
libros de Proudhon.39 Otro anarquista francés conocido de esa época fue Joseph
Déjacque, el primero que se autodescribió como libertario. Escribió una utopía anarquista
intitulada El humanisferio, y criticó la visión patriarcalista acerca de la familia de
Proudhon.4748
El pensamiento de Proudhon tuvo poca repercusión en Inglaterra y Estados Unidos, donde
percibían el anarquismo como una extensión lógica del liberalismo de John Locke y
la democracia jeffersoniana. Los «derechos naturales» a la vida, libertad y propiedad eran
sacrosantos, y consideraban que el Estado, en vez de defenderlos, había llegado a ser
destructivo respecto a dichos fines, y debía por tanto abolirse para permitir que se
alcanzara una armonía natural.49 Desilusionado del socialismo utópico tras el fracaso de la
comunidad experimental de Robert Owen, New Harmony, uno de los colonos, Josiah
Warren, había concluido que era imposible la convivencia social desinteresada, y a partir
de 1825 abogó por la individualización completa de la vida social, tomando como modelo
de su primer experimento socioeconómico la «Cincinnati Time Store», el intercambio
equitativo basado en la teoría del valor-trabajo, sistema económico que se encuentra
plasmado en sus obras Equitable Commerce (1846) y Practical Details in Equitable
Commerce (1852). El anarquismo individualista de Warren tuvo cierta repercusión en
Inglaterra, pero pasó desapercibido para el socialismo europeo hasta 1885. Sus ideas
fueron desarrolladas posteriormente en Estados Unidos por otros anarquistas
individualistas, como Lysander Spooner y Benjamin Tucker, quien tradujo también la obra
de Proudhon.50
En Alemania, como reacción a la filosofía hegeliana, unido a la crítica al cristianismo y al
estatismo y burguesismo imperante, nació un sentimiento libertario original, sobre la
década de 1840, en el ambiente de los hermanos Bruno y Edgar Bauer, un grupo al que se
llamaba «los libres de Berlín», del que fue pilar Max Stirner. El grupo desarrolló
un nihilismo crítico que en 1842 desembocó en un repudio completo del Estado.51 El
radical individualismo de Stirner llegó a alarmar a algunos anarquistas, como Kropotkin,
por la ferocidad de sus enseñanzas.52 Cabe destacar también a Ludwig Feuerbach como
una fuente de las ideas libertarias en Alemania, al acabar con el autoritarismo hegeliano
mediante el restablecimiento del papel principal del hombre.53
Hacia la Primera Internacional[editar]
"La libertad de cada uno necesariamente asume la libertad de todos, y la libertad de todos no llegará
a ser posible sin la libertad de cada uno... No hay libertad real sin igualdad, no sólo de derechos sino
en la realidad. Libertad en igualdad, ahí está la justicia.": Mijaíl Bakunin.54
Hacia mediados del siglo XIX había algunos grupos de anarquistas comunistas en Francia,
alrededor del diario L'Humanitaire, el primer órgano del comunismo libertario francés. En
1846-47, algunos ilegalistas fueron condenados por ciertos actos. Tras la revolución de
febrero de 1848, el fin de la monarquía y la instauración de la Segunda República
Francesa, surge en Toulouse la figura de Anselme Bellegarrigue, quien formó en 1850
en París la «Asociación de libres pensadores», que publicó varios folletos en los que
repudiaba el gubernamentalismo francés floreciente apelando a la abstención completa, lo
que más tarde se llamó huelga política, como medio para paralizar al gobierno. Autor y
editor de Anarchie, Journal de l'Ordre y de Au fait ! Au fait ! Interprétation de l'idée
démocratique, Bellegarrigue escribió un precoz Manifeste de l'Anarchie (Manifiesto de la
anarquía) en 1850.
La democracia desembocó en el golpe de Estado militar de 1851 y el
subsiguiente Segundo Imperio Francés de Napoleón III, lo que provocó una crítica que
propugnaba el abandono del parlamento y la legislación directa por el pueblo. El
socialismo científico de Marx y Engels (quienes publicaron el Manifiesto Comunista en
1848) se enfrentaba al mutualismo proudhoniano, y son en este tiempo importantes las
figuras de los anarcocomunistas Eliseo Reclus, Joseph Déjacquey Ernest Coeurderoy. 55
En España, desde la restauración absolutista de 1814, la monarquía y el aparato de poder
que la rodeaba fueron combatidos a lo largo de todo el siglo por federalistas como Pi y
Margall, que pragmáticamente dejó a un lado sus concepciones sociales para cohesionar
el partido federalista, del que era jefe. En las zonas industrializadas, especialmente
en Cataluña, se empezaron a difundir desde 1840 las asociaciones de obreros, que
continuaron abierta o clandestinamente hasta la revolución de septiembre de 1868 y
acabarían en gran parte uniéndose a la Primera Internacional.56
Entre los pueblos eslavos, debido la opresiva supremacía de la gran Rusia y Polonia. la
creación de federaciones anarquistas se convirtió en un sueño para muchos, pero fue
entre la nobleza que las ideas humanitarias del siglo XVIII encontraron eco. Bakunin se
libraría de las concepciones y filosofías absolutas que hasta entonces le dominaron,
gracias a la lectura que hizo de Feuerbach, y su pensamiento se volvió profundamente
anarquista y revolucionario. Pero en ausencia de otras figuras libertarias con las cuales
colaborar en París hacía 1846, Bakunin continuó madurando su pensamiento al tiempo
que se sumergía en la idea de una fraternización de los pueblos eslavos en una utopía
federalista.56
Antes de la muerte de Proudhon en 1865 el mutualismo proudhoniano estaba en manos de
figuras de menor espíritu, y en 1864, durante la preparación de la Internacional, el talento
de Marx le ayudó a imponer sus ideas propias en la redacción de los primeros documentos
de la sociedad.57
Hacia fines de 1863 Bakunin centró su interés en los movimientos sociales que renacían y
pretendía obrar sobre las fuerzas democráticas y socialistas por medio de militantes
infiltrados. Sus ideas se centraban en la asociación y la federación como base de la
reconstrucción tras la eliminación del sistema vigente. En 1868 entró en la Internacional, y
con sus camaradas se separó de la Liga de la Paz y la Libertad para fundar la «Alianza
internacional» que se afiliara e ingresara en la Internacional, donde supuestamente ya
estaba infiltrado en lo que se llamaba la «Fraternidad». Se iniciaba así un conflicto entre
los partidarios de Bakunin y los de Marx por el control de la organización que acabó con la
ruptura de la Internacional en 1872, cuando Marx lanzó sobre Bakunin una acusación
fundada en documentos secretos llegados a sus manos, facilitando la expulsión de
Bakunin de la Internacional.57
La visión de Bakunin del ser humano como un ser social por naturaleza trasladaba la
unidad básica de la sociedad del individuo a la comunidad, y la asunción de sus tesis por
parte de los proudhonianos durante la Primera Internacional marcó un cambio en el
pensamiento anarquista del individualismo al colectivismo.58 Por otro lado, el conflicto entre
el estatismo autoritario de la «dictadura del proletariado», propuesta por Marx, y la
inmediata destrucción del estado que defendía Bakunin, acabó propiciando el
distanciamiento entre anarquismo y marxismo y la salida de los anarquistas de dicha
organización; para el socialismo antiautoritario de Bakunin, «la dictadura del proletariado
estaba abocada a convertirse en dictadura sobre el proletariado».59 El sindicalismo iba
extendiéndose entre el movimiento obrero, especialmente en España, sobre todo en
Cataluña y Andalucía. Tras la derrota francesa en la Guerra Franco-prusiana, tuvo lugar
la Comuna de París en la primavera de 1871, una breve revolución con un gobierno
popular y federativo, reivindicado tanto por marxistas como por colectivistas.60
Desarrollo del anarcoindividualismo estadounidense[editar]
Artículo principal: Anarquismo en Estados Unidos
La banda de Bonnot asaltando la agencia de Chantilly, según el suplemento ilustrado del Petit
Journal
Piotr Kropotkin
Sin embargo, con las fuertes emigraciones europeas hacia los países americanos el
anarcosindicalismo arraigó en EE. UU., y así tuvo lugar la famosa huelga por la jornada
laboral de ocho horas del 1 de mayo de 1886 que llevó tres días más tarde a la Revuelta
de Haymarket y a la muerte de los llamados mártires de Chicago (1886-87), escalera de
acontecimientos que dio origen a la actual celebración del 1 de mayo como Día
Internacional de los Trabajadores. Destacó la figura del alemán Johann Most, que
comenzó a difundir desde 1882 el colectivismo anarquista, aunque lo llamaba anarquismo
comunista porque el término colectivista no era familiar para los estadounidenses.
Criticado por los anarcocomunistas alemanes, sólo a partir de 1888 comenzó a propagar el
comunismo anarquista de Kropotkin. Los mártires de Chicago fueron pues colectivistas en
su mayor parte.80
La Internacional fue declarada disuelta por el gobierno español en 1874, teniendo que
pasar la organización a la clandestinidad. Volvió a la vida pública a principios de la década
de 1880 como la Federación de Trabajadores de la Región Española. En las zonas más
deprimidas, se dieron estallidos de violencia; en Andalucía, varios incendios y muertes
fueron atribuidas a «La Mano Negra», provocando la represión contra el anarquismo y
arrestos de miembros de todos los matices de la organización, que se posicionó
claramente en contra de las acciones violentas y delictivas. El anarcocomunismo fue
aceptado poco a poco por el anarquismo colectivista rígido que primaba en las
organizaciones. Tras la muerte de Alfonso XII, la agitación por la jornada de ocho horas y
el 1 de mayo de 1886 y los sucesos posteriores en Estados Unidos dieron un nuevo
impulso al movimiento, especialmente en Cataluña, donde se fundó la revista Acracia.81
Entre finales del siglo XIX y principios del XX se sucedieron las revueltas y proliferó la
realización de atentados con bomba: el 24 de septiembre de 1893 un anarquista atentó
en Barcelona contra el general Martínez Campos, que resultó herido, a la vez que moría
un guardia civil. El autor del atentado, Paulino Pallás, fue fusilado, hecho que comportó la
represalia de otro anarquista, Santiago Salvador Franch, que el 7 de noviembre de 1893
lanzó una bomba en el interior del Teatro del Liceo, causando 20 muertos. Igualmente en
la ciudad condal, el 7 de junio de 1896, el anarquista Tomás Ascheri hizo explotar
una bomba en la procesión de Corpus, con un resultado de seis muertos. Otra serie de
atentados en los siguientes años condujeron de nuevo a una dura represión
gubernamental, ejecuciones, encarcelamientos y destierros masivos a Inglaterra, que
debilitaron el movimiento anarquista en España unos años, hasta la fundación en 1900 de
la Federación de Trabajadores de la Región Española. La Federación se extinguió como
organismo en 1905 o 1906, pero las distintas secciones o sindicatos, que persistieron pese
a la falta de organización, comenzaron a federarse de nuevo en Cataluña alrededor
de Solidaridad Obrera.81
Explosión de la bomba en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona por el anarquista Santiago
Salvador Franch, en la portada del periódico Le Petit Journal (1893).
Los hermanos Ricardo (izquierda) y Enrique Flores Magón (derecha), periodistas y anarquistas
mexicanos.
A finales del siglo XIX el Imperio otomano en decadencia endurecía sus políticas, y
en Macedonia, una de sus regiones, el declive económico era evidente, con un
estancamiento de la manufactura a pequeña escala y la agricultura, base de la economía,
que sufría por el sistema de latifundios en manos de una minoría musulmana que oprimía
el resto de etnias (cristianos, judíos, griegos, valacos, turcos, albanos, romaníes). En
respuesta a esta situación, surgió en 1893 la Organización Interna Revolucionaria de
Macedonia, OIRM, operativa principalmente en Macedonia y Tracia, que perseguía la
independencia de los otomanos y su posible integración en la vecina Bulgaria. Las
vecinas Serbia y Grecia se oponían a la posible integración en Bulgaria, y propugnaban
una partición de Macedonia.93
A principios del siglo XX Rusia era una de las grandes potencias europeas, aunque estaba
saliendo recientemente del feudalismo, y su nivel de industrialización era muy retrasado en
comparación a Gran Bretaña, Alemania y Francia. Bajo la intensa presión proveniente de
las bases sociales que buscaban un cambio político y económico, desde el otoño de 1904
el gobierno autocrático imperial osciló entre la represión y la indulgencia, pero ninguna de
estas posturas tuvo éxito en acabar con el desasosiego generalizado entre varios grupos
sociales: la burguesía liberal, los trabajadores industriales, el campesinado y las minorías
nacionales.95 El 22 de enero de 1905, liderados por el sacerdote ortodoxo ruso Georgi
Gapón, un líder popular de la clase obrera, una pacífica manifestación masiva frente
al Palacio de Invierno de San Petersburgo fue considerada como una sublevación y
atacada por las tropas que guardaban el palacio, en lo que dio en llamarse el Domingo
sangriento, generalmente considerado el inicio de la fase activa de la revolución.96
Aunque varios de los principales pensadores anarquistas eran rusos, no fue hasta 1903
que el anarquismo apareció en Rusia, con muy pocos seguidores. Con el inicio de la
Revolución de 1905 comenzó a extenderse, y miembros del Partido Obrero
Socialdemócrata de Rusia y del Partido Social-Revolucionario se adhirieron a la ideología.
Aunque un pequeño grupo de anarquistas siguieron las más benignas ideas de Kropotkin,
destacaron especialmente los que siguieron la estrategia de la propaganda por el hecho,
convencidos que los actos de violencia estimularían el alzamiento de las masas contra sus
explotadores. Las explosiones del Hotel Bristol en Varsovia y el Café Libman
en Odessa son dos de los atentados más espectaculares que se produjeron en los
violentos últimos meses de 1905.97
Sello de la Unión Soviética de 1985, conmemorando el 80 aniversario del motín del acorazado
Potemkin.
En octubre de 1905, tras una serie de huelgas generales en diversos puntos del imperio
ruso promovidas por los trabajadores industriales en respuesta a los sucesos de enero, se
fundó el Soviet de San Petersburgo. La idea de un soviet como un órgano que coordinase
las actividades de los obreros en huelga surgió durante los encuentros de trabajadores con
el eserista, y posteriormente anarquista, Volin, entre enero y febrero de 1905.98
La revolución se extendió por todo el imperio. El 15 de junio se amotinó el acorazado
Potemkin; un decreto imperial creaba el 6 de agosto la Duma del Imperio, una asamblea
consultiva que el 12 de octubre, tras la aprobación del Manifiesto de Octubre, propuesta
del conde Sergéi Witte, se elevó a la categoría de asamblea legislativa, extendiendo el
derecho de sufragio a la pequeña burguesía ciudadana y a los obreros; de hecho,
quedaron conquistadas las libertades democráticas, y surgió una prensa revolucionaria
que tuvo que ser tolerada por las autoridades. Mientras el Soviet de San Petersburgo
perdía empuje, en diciembre de 1905 una huelga general en Moscú se convirtió
inmediatamente en una fuerte insurrección que provocó que hubiera de recurrirse a la
artillería para dominarla. A principios de 1906 se acababa con los restos de levantamientos
en el imperio, con expediciones punitivas que restablecieron el orden. La primera
revolución rusa se saldó con cerca de 15.000 muertos, más de 18.000 heridos y 79.000
encarcelados, pero las masas de obreros y campesinos rusos habían perdido el temor
hacia el gobierno autocrático, y el núcleo del partido bolchevique se templó para luchas
futuras.99
El periodo de entreguerras[editar]
La Revolución Majnovista[editar]
Artículo principal: Revolución majnovista
A nivel teórico, en los escritos y vidas de Bakunin, Kropotkin y León Tolstói, Rusia
contribuyó probablemente más que cualquier otro país al desarrollo del anarquismo como
movimiento internacional. No obstante, en la misma Rusia el movimiento anarquista tardó
en aparecer, y se mantuvo en un segundo plano frente a
los mencheviques y bolcheviques del Partido Social Demócrata en las ciudades, el Partido
Social Revolucionario en las zonas rurales y el Bundismo en Polonia. Sólo al final de su
trayectoria, durante la Guerra Civil Rusa que siguió a la Revolución de Octubre, entre 1918
y 1921, el anarquismo ruso tuvo una breve y repentina gloria, cuando los campesinos
de Ucrania se unieron por decenas de miles a las banderas del Ejército Negro, la guerrilla
anarquista liderada por Néstor Majnó.100
Néstor Majnó (1889-1934), líder de la Revolución majnovista, impulsor del plataformismo.
Tras la victoria bolchevique en la Guerra Civil Rusa, los anarquistas fueron bien
encarcelados, soterrados o se unieron a los vencedores. Algunas figuras, como Emma
Goldman y Alexander Berkman escribieron contra el creciente autoritarismo bolchevique,
viendo como las predicciones de Bakunin sobre las consecuencia de un gobierno marxista
se cumplían. La victoria bolchevique dañó seriamente los movimientos anarquistas a nivel
internacional, cuando los trabajadores y activistas interpretaron su éxito como el ejemplo a
seguir; en Francia y Estados Unidos algunos miembros de los sindicatos mayoritarios
(CGT, IWW) abandonaron las organizaciones para unirse a la Internacional Comunista. En
París, un grupo de anarquistas rusos exiliados, el Dielo Trudá (Causa Obrera), entre los
que se encontraba Majnó, llegaron a la conclusión de que los anarquistas necesitaban
desarrollar nuevas formas de organización, en respuesta a las estructuras bolcheviques.102
Entendían que el anarquismo estaba representado por una serie de organizaciones locales
que advocaban teorías y prácticas contradictorias, sin perspectivas de futuro ni constancia
en el trabajo militante, que desaparecían sin dejar huella tras de sí, en lo que describían
como «desorganización crónica». En el manifiesto Plataforma Organizativa para una Unión
General de Anarquistas, los exiliados del Dielo Trudá propusieron una organización
anarquista basada en principios como unidad ideológica y táctica; acción colectiva;
disciplina y federalismo.103 El plataformismo fue apoyado por algunos anarcocomunistas,
aunque con la oposición de bastantes otros. La tradición del plataformismo continúa hasta
hoy en federaciones en distintos países que se basan en estos principios.102
Vsévolod Mijáilovich Eichenbaum, más conocido como Volin. Antiguo compañero de Majnó,
defendió posteriormente el sintetismo.
La idea de organizarse fue bien recibida, aunque generó cierta crítica por parte de la
mayoría de pensadores y grupos anarquistas. Errico Malatesta, partidario del anarquismo
sin adjetivos, planteó que era erróneo e impracticable desear unir a todos los anarquistas
en «una agrupación revolucionaria activa y única», debido a las diferencias entre distintas
corrientes. Señaló que una tal unión sería autoritaria, «un gobierno y una iglesia», y que
sus efectos educativos serían antianarquistas. Para Malatesta, una organización
anarquista debería fundarse sobre la plena autonomía, independencia y responsabilidad
de los individuos y del grupo.104 La respuesta de Volin y Sébastien Faure fue la síntesis
anarquista. Plantearon la existencia de tres ramas principales en el anarquismo, el
comunista, el anarcosindicalista y el individualista, y veían que el enfrentamiento interno
entre ellas había conducido al debilitamiento del anarquismo. En la línea convivencial
del anarquismo sin adjetivos, señalaban que la fusión teórica y filosófica de las
enseñanzas de estas tres ramas permitiría abordar la estructura y formato de una
organización que representara las tres tendencias.105
Otras revoluciones y hechos anarquistas[editar]
Artículos principales: Anarquismo en Corea, Anarquismo en Italia y Anarquismo en Argentina.
También en Argentina la revolución rusa generó un entusiasmo inicial que pronto fue
sustituido por una actitud crítica, al entender el rumbo autoritario del bolchevismo,
denunciado por Kropotkin en su correspondencia con Lenin, y en el congreso de 1923
la FORA rechazó «la llamada dictadura del proletariado». En enero de 1919 se produjo
en Buenos Aires la Semana Trágica, tras la muerte de varios obreros debido a la violencia
de la policía, que protegía a los esquiroles en una huelga en los talleres metalúrgicos
Vasena. La FORA declaró una huelga general, seguida unánimemente por la clase
trabajadora porteña; la ciudad quedó en manos de los obreros, orientados por los
anarquistas. Pero el movimiento acabó por agotarse, unos 55.000 trabajadores fueron
detenidos, y la isla de Martín García se llenó de anarquistas. El miedo del gobierno, el
ejército y la burguesía se convirtió en sed de venganza, y surgió la primera de las
organizaciones fascistas argentinas, la «Liga Patriótica Argentina», que con el apoyo de
las fuerzas armadas reprimieron con violencia inusitada no sólo a los trabajadores, sino
también a mucha gente ajena a la huelga.108
Titular de La Protesta sobre el asesinato del anarquista Kurt Wilckens, en venganza por el asesinato
del teniente coronel Varela.
La participación en el gobierno ha sido señalada como un inicio del decaer del anarquismo;
para 1937 alrededor de tres millones de personas vivían en colectividades rurales, pero el
enfrentamiento entre los anarquistas, partidarios de la revolución, y los comunistas que
apoyaban el regreso del gobierno republicano crecía, y en mayo estalló en Barcelona una
revuelta civil con el resultado de más de quinientas personas muertas, en lo que ha sido
conocido como las Jornadas de mayo de 1937. La influencia anarquista acabó decayendo,
la revolución terminó y aunque la CNT continuó colaborando con el gobierno no volvieron a
tomar responsabilidad nominal por sus acciones. Con el retorno de la república en mente,
las colectivizaciones fueron anuladas, y las milicias populares, integradas en el Ejército
Popular.113
Después de la Segunda Guerra Mundial[editar]
El movimiento anarquista histórico falló en la creación de una alternativa a la nación-
estado o la economía capitalista que convenciera duraderamente a ningún gran sector de
la población mundial; también en la competición con los otros movimientos radicales que
eran sus contemporáneos históricos: el éxito revolucionario del marxismo autoritario en la
Europa del Este fue la primera derrota del anarquismo, ya que alejó de su seno a la
juventud revolucionaria y la clase obrera de las que se nutrían sus bases. La segunda y
definitiva derrota provino de España con el fin de la revolución social anarquista frente
al comunismo republicano y la subsecuente victoria del fascismo en la Guerra Civil
Española. El sindicalismo, hasta entonces dominado por las ideas anarquistas, se diluyó
bajo el peso del reformismo, siendo el acuerdo en España entre la CNT y la UGT en 1938
un exponente de su fin. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial el movimiento estaba
prácticamente desmantelado, quedando tan solo anarquistas individuales o pequeños
grupos esparcidos por el mundo, y el conocimiento de la existencia de una fuerza
autoritaria dirigida hacia la centralización universal que tiene el mundo controlado y su
rechazo en pro de una visión de pura libertad.116 La reconstrucción económica tras la
guerra también influyó en el severo retroceso del anarquismo, que afloró de forma
marginal en las luchas anti-imperialistas del sur, dominadas en gran parte por influencias
pro-soviéticas.117
A comienzos de la década de 1940 se unieron la Solidaridad Internacional Antifacista de
Cuba y la Federación de Grupos Anarquistas de Cuba, creando la organización nacional
Asociación Libertaria de Cuba, la cual tenía miles de miembros.118 Entre 1944 y 1947 la
Federación Anarco-Comunista de Bulgaria volvió a surgir, como parte del movimiento de
comités de fábrica y de puestos de trabajo, pero fue reprimida por el nuevo régimen
marxista-leninista.119 En 1945 la Fédération Anarchiste fue establecida en Francia, así
como la también sintetista Federazione Anarchica Italiana en Italia; anarquistas coreanos
formaron la Liga de Constructores Sociales Libres en septiembre de 1945119 y en 1946
anarquistas japoneses de distinta tendencia se unieron bajo la Federación Anarquista
Japonesa.120 Un Congreso Internacional Anarquista con delegados europeos fue realizado
en mayo de 1948.119 Entre 1956 se fundó la Federación Anarquista Uruguaya,121 y en 1955
la Federación Anarco-Comunista de Argentina cambió de nombre a Federación Libertaria
Argentina.
El anarquismo continuó siendo una influencia en importantes personalidades de la
literatura y la intelectualidad de este periodo, como Albert Camus, Herbert Read, Paul
Goodman, Dwight Macdonald, Allen Ginsberg, Julian Beck y el grupo surrealista francés,
liderado por André Breton, quien se alineó abiertamente con el anarquismo y colaboró en
la Fédération Anarchiste.122123
El anarcopacifismo tuvo su influencia en el movimiento contra la energía nuclear y contra
el militarismo de la Guerra Fría,124125126 como puede apreciarse en el activismo y escritos
de Alex Comfort, miembro anarquista de la británica Campaign for Nuclear Disarmament, o
en el similar activismo del anarquista católico estadounidense Ammon Hennacy.
Época contemporánea[editar]
Murray Bookchin, importante teórico anarquista ecologista de este periodo
Destaca la labor de difusión del anarquismo de historiadores como Daniel Guérin, militante
en organizaciones anarquistas francesas como ORA, y UTCL (predecesora de la
actual Alternative libertaire), el cual participó en las revueltas de mayo del 68. Una cierta
cantidad de antologías publicadas durante las décadas de 1960 y 1970 presentaron de
nuevo a un público moderno no solo los más conocidos textos anarquistas, sino también
otros que llevaban tiempo sin publicarse; destacaron Irving Horowitz con su antología The
Anarchists (1964), Patterns of Anarchy, editada por Leonard Krimerman y Lewis
Perry (1966), The Essential Works of Anarchism, editada por Marshall Shatz (1971) o The
Anarchist Reader, por George Woodcock (1977). Desde entonces, figuras menores pero
interesantes del pensamiento anarquista han sido redescubiertas.127
El Congreso Anarquista Internacional de Carrara, Italia, celebrado entre el 30 de agosto y
el 8 de septiembre de 1968, daría surgimiento a la Internacional de Federaciones
Anarquistas, de carácter marcadamente sintetista. El congreso de Carrara tuvo una amplia
cobertura por la prensa europea contemporánea a la luz del Mayo francés; participaron
conocidas figuras libertarias, como Daniel Cohn-Bendit y Federica Montseny.128
El anarquismo tendría influencia en tendencias revolucionarias como el situacionismo, y
también en las revueltas de los años setenta que llevaban dentro de si
prácticas autonomistas. En Inglaterra obtuvo fuerte repercusión durante 1970 y 1972
la Brigada Iracunda, con acciones directas que incluían ataques a bancos, embajadas y
políticos conservadores, siendo finalmente detenidos y condenados a prisión sus
principales líderes.129 También hubo anarquistas implicados en las revueltas alrededor del
fin de dictaduras como las de Franco en España o La Junta Militar Griega; o resistiendo
contra el ascendente neo-fascismo y nuevas dictaduras como las de Uruguay130
y Argentina.131
Pintadas contra la policía en las paredes de Atenas durante los disturbios de diciembre de 2008.
Aunque en la lucha de los 60 y 70 las tendencias anarquistas estuvieron presentes en
grupos como el movimiento anti-guerra, el feminismo, el situacionismo, el Black Power,
etc., no se dio nada que pudiera identificarse como anarquismo; los grupos explícitamente
anarquistas se encerraron y adoptaron rígidas posiciones deudoras del anarquismo
clásico, como el plataformismo makhnovista.117 En su libro Anarquismo: Una historia de las
ideas y los movimientos libertarios, Woodcock dice que así como el anarquismo histórico
fue fuerte en países que, exceptuando Francia, eran en su momento tecnológica y
socialmente atrasados (como España, Italia y Ucrania), el nuevo anarquismo se ha
desarrollado más en países tecnológicamente avanzados, donde la juventud se indignaba
frente a un Estado que entendían que había asumido una máscara de bienestar que
ocultaba su asociación con el capitalismo corporativo multinacional.127
Centro Social Okupado en Barcelona. El anarquismo es una de las ideologías que impregnan el
movimiento de okupación.
Según la Enciclopedia Oxford de Filosofía, «no hay una sola posición definida que todos
los anarquistas mantengan, y lo más que tienen en común los que son tenidos por
anarquistas es un cierto aire de familia». Las posturas anarquistas pueden ser de carácter
global, predicando una revolución y cambio total de la sociedad, o más restrictivas,
centrándose en unidades pequeñas y cambios parciales.31
Es generalmente aceptado que el punto de partida del debate doctrinal sobre un
pensamiento anarquista moderno se remonta a finales del siglo XVIII, en la obra de William
Godwin Enquiry Concerning Political Justice and its Influence on Modern Morals and
Manners (1793),64 aunque el primer autor en autodenominarse anarquista fue Pierre-
Joseph Proudhon.133
Las fuentes académicas no se ponen de acuerdo en cuanto a la taxonomía de las
corrientes anarquistas. Algunas hacen una distinción entre dos líneas básicas de
pensamiento, individualistas y comunistas,4 con Max Stirner y Piotr Kropotkin como figuras
representativas de ambas ideologías,132 situando entre ambos extremos del espectro
anarquista otras corrientes clásicas, como el mutualismo de Pierre-Joseph Proudhon y el
colectivismo de Mijaíl Bakunin. También es común como forma de clasificación señalar las
cuatro corrientes más importantes, que son el anarquismo
individualista, mutualismo, anarquismo comunista y anarcosindicalismo, y según algunas
fuentes, también el colectivismo.5
Anarquismo individualista[editar]
Lo divino mira a Dios, lo humano mira al hombre. Mi causa no es divina ni humana, no es ni lo
verdadero, ni lo bueno, ni lo justo, ni lo libre, es lo mío, no es general, sino única, como yo soy único.
Nada está por encima de mí.
Max Stirner, Der Einzige und sein Eigenthum(El único y su propiedad), Leipzig, 1844.
El Liberty, publicado por Benjamin Tucker, fue instrumental en el desarrollo y formalización del
anarcoindividualismo en Estados Unidos. En su cabecera, una cita de Proudhon: «La Libertad no es
la hija, sino la madre del orden».
Nota de intercambio de trabajo de la Cincinnati Time Store, extraída del libro Equitable
Commerce (Comercio equitativo), de Josiah Warren, (1846).
El mutualismo surge con las ideas del francés Pierre-Joseph Proudhon (1809–1865), que
imaginaba una sociedad en la cual cada persona pudiera poseer los medios de
producción, individual o colectivamente, el intercambio de bienes y productos se produciría
a través de una forma ética de negociación o regateo, en la que cada parte buscaría tan
solo un equivalente de lo que ofrecerían.1532154 Ha sido contemplado por algunos autores
como un punto intermedio entre las versiones individualistas y comunistas del
anarquismo.2
Yo creo que ni el trabajo, ni la ocupación, ni la ley, pueden engendrar la propiedad, pues ésta es un
efecto sin causa. ¿Se me puede censurar por ello? ¿Cuántos comentarios producirán estas
afirmaciones?
¡La propiedad es un robo! ¡He aquí el toque de rebato del 93! ¡La turbulenta agitación de las
revoluciones!...
Proudhon, ¿Qué es la propiedad? (1840)
Para Proudhon, que conocía a Marx y Bakunin, la tesis del capitalismo garantiza la libertad
aboliendo la igualdad, mientras la antítesis comunista sufre la contradicción opuesta;
aplicando la dialéctica hegeliana en su libro Sistema de las contradicciones económicas o
filosofía de la miseria (1847), señaló que sólo con la síntesis del mutualismo se pueden
resolver estas contradicciones, lo que provocó la ruptura de Marx con Proudhon,
expresada en su escrito crítico Miseria de la filosofía (1847).155
Proudhon afirmó que la propiedad es un robo, entendiendo como «propiedad» el mal uso o
abuso de objetos en el sentido de explotación, mientras que entendía la «posesión» como
el uso legítimo de un objeto. Proudhon se opuso tanto a la propiedad capitalista como a la
colectiva, porque siempre «abusa» y «roba» de los individuos.155 Su principio consiste en
que cada persona debe poseer sus medios de producción (herramientas, tierra, etc.) ya
sea individual o colectivamente, pero debe ser remunerado por su labor, eliminado el
provecho y la renta, lo que asegura un alto grado de igualdad.2 Esta teoría del valor-
trabajo, que compartía con los individualistas, postula que cuando el trabajo o sus
productos son intercambiados o vendidos, deben recibirse bienes o servicios incorporando
«la cantidad de trabajo necesario para producir un artículo de la misma e igual utilidad».156
Una sociedad mutualista consistiría en una economía de libre intercambio entre
productores,155 en la que la producción sería llevada a cabo por artesanos y campesinos
autónomos, pequeñas cooperativas de productores, negocios pequeños, empresas
grandes controladas por los trabajadores y cooperativas de consumidores,157 porque de
otro modo, «se establecerían relaciones entre subordinados y superiores, de lo que se
seguirían dos... castas de amos y obreros asalariados, lo cual repugna a una sociedad
libre y democrática».158 Todos los productores obtendrían el producto completo de su
trabajo y por lo tanto los intercambios serían de trabajo por trabajo, sin que hubiese lugar
para márgenes o plusvalías, rentas, intereses o beneficios derivados del capital. Todas las
asociaciones entre individuos serían de carácter voluntario y libres.159
Proudhon tenía también ideas sobre la educación del proletariado, y lanzó un proyecto
para un banco del pueblo,155 que realizaría préstamos a los productores a un interés
mínimo, cubriendo solamente sus costes de administración. A pesar de las fallas prácticas
de los experimentos de Proudhon, sus discípulos franceses tuvieron un papel influyente en
los primeros años de la Primera Internacional, antes de que las tesis mutualistas fueran
desplazadas por el colectivismo de Bakunin.2160
Anarquismo comunista[editar]
Artículos principales: Anarquismo colectivista y Anarcocomunismo.
«No queremos despojar a nadie de su sobretodo; pero queremos devolver a los trabajadores todo lo
que pueda permitir a cualquiera el explotarlos; y haremos todos nuestros esfuerzos para que, no
faltándole nada a nadie, no haya un solo hombre que se vea forzado a vender la fuerza de sus
brazos para proveer a la existencia de sus hijos y a la suya.»
Piotr Kropotkin, La conquista del pan
«Nuestro destino es llegar a ese estado de perfección ideal en que las naciones no tendrán ya
necesidad de hallarse bajo la tutela de un gobierno o de otra nación; es la ausencia de gobierno, es
la anarquía, la más alta expresión del orden». Elisée Reclus(1830-1905), uno de los primeros
anarcocomunistas franceses.
Walden (1854) es la obra más representativa del anarcoindividualista estadounidense Henry David
Thoreau, considerado uno de los precursores del ecologismo y del anarquismo primitivista.
Policía lanzando aerosol de pimienta a los manifestantes en las manifestaciones contra la cumbre
de la OMC en Seattle.
El anarquismo y la religión[editar]
Bernard Lazare
Sepultura anarquista francesa
El pensamiento anarquista se suele asociar con una postura atea o escéptica, siendo un
ejemplo de ello el lema anarquista «ni Dios ni amo». Los anarquistas tradicionalmente han
sido escépticos de las religiones organizadas e institucionalizadas, y se han opuesto a
ellas, pues en su mayoría son jerárquicas o coactivas por naturaleza y, en general,
alineadas estrechamente con estructuras contemporáneas del poder político y
corporativista, como el Estado.
A pesar de esto, algunos han mantenido una relación con lo religioso. Se puede citar el
judaísmo en Francia, con Bernard Lazare, con un pensamiento socialista pero con la
postura de que había cierta desconfianza hacia la autoridad política. Pero la mayor
vinculación entre judaísmo y pensamiento ácrata la observamos en Europa central. Como
afirma Jourdain (2014) "este movimiento libertario se constituyó a partir del encuentro entre
el mesianismo judío tradicional y el romanticismo alemán. Se elabora entonces en el seno
de ese movimiento una forma de mesianismo revolucionario sin mesías, a la vez crítico del
Estado y de la filosofía de las Luces."
En el cristianismo podemos encontrar también algunos anarquistas, siendo quizá Leon
Tolstoi el ejemplo más célebre. En el islam se podría mencionar a los kurdos del Partido de
los Trabajadores de Kurdistán y movimientos allegados; si bien no se les puede calificar
ortodoxamente como anarquistas y ellos mismos no reclaman dicha etiqueta, la influencia
del anarquista Murray Bookchin en el líder kurdo Abdullah Öcalan sirvió para hacer que
este movimiento independentista kurdo, mayoritariamente musulmán, sustituyese su
marxismo-leninismo inicial por el confederalismo democrático. La Revolución de Rojava ha
sido objeto de una gran atención por parte del movimiento anarquista en todo el mundo,
por sus similitudes con lo que se espera de una revolución verdaderamente anarquista.217
El anarquismo en la cultura[editar]
Artículo principal: Anarquismo y cultura
Las ideas anarquistas han tenido una gran influencia en la cultura y han inspirado a un
gran número de personas en diversos países y a lo largo de la historia. Tanto los artistas
de ideas libertarias como aquellos que simpatizaban sin declararse abiertamente
anarquistas, han dejado una vasta y significativa contribución en diversas disciplinas, en
especial, la literatura, la dramaturgia, las artes visuales y la pintura, el cine y la música.
Esta producción artística ha sido de lo más variada, abarcando temáticas de hondo
contenido social y antiautoritario, ha sido vehículo de valores y de ideas revolucionarias,
alternando la denuncia de la opresión y la explotación con la propaganda de los
ideales utópicos. También la historia del movimiento anarquista y sus ideas han sido la
fuente de inspiración de autores ideológicamente cercanos al anarquismo, pero que no se
reivindicaban como tales. En estos casos la obra, más que los artistas, presenta fuertes
componentes y valores libertarios.
Literatura[editar]
Albert Camus
Uno de los escritores libertarios de mayor relevancia literaria fue el ruso León Tolstói,
anarquista pacifista de raíz cristiana, precursor de las tendencias naturalistas libertarias,
autor de grandes clásicos de la literatura universal, como Guerra y Paz y Ana Karénina.
También es enormemente conocido George Orwell, quien a pesar de no haberse
autodeclarado anarquista, destaca por su enorme carácter antiautoritario y sus críticas al
comunismo autoritario de Stalin. Orwell estuvo presente en la Revolución social española
de 1936 y en la Guerra Civil española, experiencia que le serviría para escribir Homenaje a
Cataluña. Otros libros suyos muy conocidos son 1984 y Rebelión en la granja. Dentro de
este mismo período tomaría importancia ligado a la filosofía y literatura existencialista la
figura de Albert Camus, quien escribió la novela La peste la obra de teatro Estado de
sitio y el ensayo explícitamente libertario El hombre rebelde, aparte de sus obras filosóficas
y colaboraciones en periódicos y organizaciones libertarias.218
Otros literatos que se pueden incluir son Octave Mirbeau (novelista y dramaturgo), Henry
Thoreau, Oscar Wilde y William Morris, críticos de la sociedad capitalista industrialista y
defensores de la soberanía individual. En el terreno de la poesía se destaca Voltairine de
Cleyre, aunque también se podrían considerar a Percy Bysshe Shelley, Lord
Byron, William Blake, León Felipe y Allen Ginsberg, cuya poesía presenta una gran
afinidad con el anarquismo. En periodismo y ensayo, podemos incluir a Rafael Barret,
autor de una extensa y variada obra, a Manuel González Prada, Rodolfo González
Pacheco, Ricardo Mella, Fernando Tarrida del Mármol, Luisa Capetillo y al geógrafo Élisée
Reclus. También se han realizado obras con temática muy cercana al anarquismo en otras
plataformas literarias como es el cómic, donde se puede citar V de Vendetta, escrita
por Alan Moore y dibujada por David Lloyd. Uno de los personajes mas trascendentales
dentro de la historia, tuvo un espacio en la Literatura, se trata de Jose Ingenieros,
argentino de raíces italianas, sus obras unas verdaderas piezas de gran valor son un
llamado a tomar conciencia socre la realidad social en que vivimos actualmente, sus obras
más destacadas son: El hombre mediocre, Las fuerzas morales, La simulación de la
locura, La locura en Argentina, etc, sus obras ayudaron al desarrollo social de Argentina y
es fuente de inspiración de la juventud de este siglo.
Teatro[editar]
El más importante dramaturgo nórdico, y uno de los más importantes de la historia del
teatro moderno fue el anarquista Henrik Ibsen, autor de conocidas obras como Casa de
Muñecas y Un enemigo del Pueblo. En el Río de la Plata fue el Uruguayo Florencio
Sánchez la figura más descollante. Entre sus obras más destacadas se encuentran M'hijo
el dotor, Canillita y Los derechos de la salud. Florencio Sánchez ejerció además el
periodismo y la militancia social, colaborando en el periódico anarquista La Protesta. El
multifacético escritor anarquista y director del periódico La Antorcha, Rodolfo González
Pacheco, también incursionó en la dramaturgia, aunque con obras menores.
En 1946 Julian Beck y Judith Malina fundan el Living Theater, inspirado en principios
libertarios. Se basaba en temas controversiales, apelando a la improvisación y la
participación del público. Si bien fue concebido como teatro experimental, en la década del
sesenta obtuvo bastante popularidad. El Living Theater influenció a muchas compañías
teatrales de las décadas siguientes hasta la actualidad.
En 1975 Pier Heller estrena en Argentina una obra inspirada en aspectos de la vida
de Severino di Giovanni obra que se presentó en el Teatro Latino de San Telmo.
Una obra de teatro de especial relevancia para el anarquismo es la famosa novela Morte
accidentale di un anarchico del ganador del premio nobel de literatura Darío Fo. La obra es
una comedia (con una fuerte presencia de crítica social) inspirada en los hechos que
tuvieron lugar en 1969 en Milán, Italia, en donde murió el anarquista Giuseppe Pinelli a
manos de la policía cuando era interrogado acerca de la explosión de una bomba en la
Piazza Fontana.
Howard Zinn es el autor de Emma (1976), una obra teatral basada en la vida de la
anarquista Emma Goldman.
Cine[editar]
No se puede hablar propiamente de directores declaradamente anarquistas, con excepción
de Jean Vigo, cuya obra Cero en conducta es un clásico del cine francés. Muchos
cineastas, en cambio, han tomado temáticas relacionadas con la historia del
anarquismo. Lina Wertmüller, con Amor y anarquía, y Giuliano Montaldo, con Sacco y
Vanzetti, constituyen el principal aporte desde Italia. La multipremiada La Patagonia
rebelde, de Héctor Olivera y con guion de Osvaldo Bayer, y el filme Quebracho, de Ricardo
Wullicher, se centran en las huelgas de obreros y peones rurales argentinos
inmediatamente posteriores a la Primera Guerra Mundial. La Revolución social española
de 1936 ha sido tema recurrente de la filmografía postfranquista, y al respecto
destacan Libertarias, de Vicente Aranda, La mujer del anarquista, de Peter Sehr y Marie
Noëlle, y sobre todo Tierra y libertad, de Ken Loach. Salvador (Puig Antich), de Manuel
Huerga, se enfoca en la resistencia al régimen franquista. Battle in Seattle, de Stuart
Townsend (2008), cuenta los acontecimientos de la manifestación contra la Organización
Mundial de Comercio de 1999.
Existen muchas películas cuyo argumento y propuesta tienen fuertes afinidades con el
anarquismo: 1984, basada en la novela de George Orwell, ha sido filmada por Michael
Anderson (1956) y por Michael Radford (1984); Farenheit 451, del laureado
director François Truffaut (1966); El club de la lucha, de David Fincher (1999); La
estrategia del caracol, de Sergio Cabrera (1993), y V de Vendetta, basada en el cómic del
mismo nombre, etc.
Durante la Revolución Española la producción
cinematográfica anarcosindicalista autogestionada se articulaba a través de las
productoras SIE Films, FRIEP y Spartacus Films. Entre agosto de 1936 y junio de 1937 se
produjeron 84 filmes, entre los que destaca la película Aurora de esperanza, de Antonio
Sau, una joya del cine clásico español.219
Hay además una gran cantidad de documentales que cuentan la historia del anarquismo,
entre los que se puede mencionar Vivir la utopía, Ácratas, 1937 - Un pueblo en
armas, Néstor Makhno, un campesino de Ucrania (de Helene Chatelain), Buenaventura
Durruti, anarquista (Els Joglars), etc.
Artes plásticas[editar]
Desde el siglo XIX se iniciaron numerosos contactos entre el anarquismo y el mundo
del arte: Proudhon trató en sus obras la teoría del arte, influyendo en los
ideales estéticos del realismo pictórico y, más adelante, en el realismo socialista. Para
Proudhon, el arte debía servir a unos objetivos sociales y morales, rechazando el «arte por
el arte» y defendiendo la figura del artista como un ser de rectos principios que contribuye
como todos al desarrollo de la sociedad. Para él, el arte «es una representación idealizada
de la naturaleza y de nosotros mismos con el objetivo de perfeccionar física y moralmente
nuestra especie».220
Proudhon influyó especialmente a Gustave Courbet, amigo personal suyo; tanto él
como Camille Pissarro, Georges Seurat, Paul Signac, etc, desarrollaron conceptos
estéticos libertarios. Courbet es autor del famoso cuadro Pierre-Joseph Proudhon et ses
enfants(Retrato de Proudhon y sus hijos), de 1865. Signac expresó en 1902: «el pintor
anarquista no es aquel que pinta cuadros con motivos anarquistas, sino el que sin ánimo
de lucro, sin esperar ninguna recompensa, lucha con todo su individualismo y todo su
esfuerzo personal contra la burguesía y los convencionalismos oficiales».
Durante el siglo XX hubo algunos vínculos entre las corrientes dadaísta, surrealista y el
anarquismo, aunque no siempre muy explícitos, especialmente en la década del '50
en Francia.221 Durante esos años se destaca la producción artística de Miguel García
Vivancos, exintegrante del grupo de Durruti, exiliado en Francia.
Una mención aparte merece el arte desarrollado en función de la propaganda
revolucionaria y de los ideales anarquistas, en especial en la ilustración de publicaciones
periódicas libertarias y los afiches callejeros. Esta última expresión tuvo su apogeo en
España durante la Guerra Civil.
Música[editar]
En la música relacionada con el anarquismo, han existido desde el siglo XIX músicos,
compositores y temas muy conocidos. Dentro de éstos últimos, han alcanzado especial
importancia las canciones en castellano «A las barricadas» e «Hijos del pueblo», ambas
muy populares durante la Guerra Civil Española y la Revolución Española de 1936, y que
han sobrevivido hasta nuestros días convirtiéndose en auténticos himnos del anarquismo y
siendo versionadas innumerables veces.
En Estados Unidos la canción de protesta libertaria tuvo como principales exponentes
a Joe Hill y a Woody Guthrie. En Argentina destacaron el payador Martín Castro y el
compositor de tangos Juan de Dios Filiberto, autor de célebres obras
como Caminito y Malevaje. En Francia el movimiento musical conocido como «la chanson»
tuvo entre sus principales exponentes a Georges Brassens222 y Léo Ferré. En Argentina el
cantautor pacifista Facundo Cabral manifestó su adhesión a las ideas
anarquistas.[cita requerida] En Chile la idea ha sido llevada contemporáneamente por la Lira
libertaria y grupos de hiphop como 81 puñaladas.
Críticas al anarquismo[editar]
Artículo principal: Críticas al anarquismo