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Por ello y procurando encuentros con una dinámica fluida y amena se propone el
siguiente esquema:
Nos sintonizamos...!
Nos sinceramos...!
Nos dejamos Iluminar...!
Nos comprometemos...!
Cada parte del encuentro inicia con un “NOS”, la razón para ello es empezar a crear
conciencia de grupo, es decir que “todos son uno”, donde lo que sucede a cada
miembro es también algo que le ocurre a los demás.
1. Nos sintonizamos: Esta primera parte consiste en crear el clima apropiado para
el encuentro, esto pues generalmente luego de cierto tiempo de no ver a los
hermanos y hermanas de comunidad o durante los ajetreos de la semana, se
quiere que durante los encuentros se preste atención solo a lo que “ME ha
sucedido” y se deja de lado el NOS, así que en esta parte se pueden realizar
actividades que ayuden al grupo a iniciar con el encuentro, facilitando y
estimulando la participación de cada uno en un ambiente relajado y a la vez
respetuoso.
4. Nos comprometemos: Cada encuentro con el grupo de vida debe dejar una
huella en los miembros del grupo, esto se logra si cada persona
responsablemente asume un compromiso personal consigo misma.
Por ello, es necesario plantear como prioridad responder no solo qué es una
comunidad, si no cómo identificar a cada persona que la integra y el rumbo que hemos
de seguir. Así que la primera propuesta de encuentro sea la siguiente:
Objetivos:
1) Nos Sintonizamos:
Nota: La película es sola una sugerencia, pues si el grupo lo desea pueden ver otra
que les guía para observar como se desarrolla una comunidad de vida.
2) Nos Sinceramos:
Una vez vista la película es momento de que podamos dialogar sobre ella y sobre las
enseñanzas que podría dejar a nuestro grupo de vida.
Una vez que hemos compartido nuestras ideas acerca de quienes somos como
comunidad, es el momento de escuchar lo que Dios nos quiere decir:
Hech 2, 42ss
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participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Un santo
temor se apoderó de todos ellos, porque los Apóstoles realizaban muchos prodigios y
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signos. Todos los creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común:
vendían sus propiedades y sus bienes, y distribuían el dinero entre ellos, según las
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necesidades de cada uno. Íntimamente unidos, frecuentaban a diario el Templo,
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partían el pan en sus casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón;
ellos alababan a Dios y eran queridos por todo el pueblo. Y cada día, el Señor
acrecentaba la comunidad con aquellos que debían salvarse.
4) Nos comprometemos:
Como comunidad necesitamos comprometernos con tareas concretas que nos ayuden a
crecer y acercarnos al Señor de la Vida, cada miembro asume un rol en el proceso de
crecimiento y así el grupo construye su camino.
Disfruten y crezcan...
Se despide, Osva...
gruposdevida@xtoalternativa.com