Es en el buen sentido de la palabra; es decir, motivarlos. Pensar en ellos como unos niños pequeños, se puede darles ordenes y las realizarán como cualquier persona, hacer lo que hacen muchas empresas, o se puede motivarlos para que reinventen cada sección del negocio por lo que los clientes notarán la diferencia y preferirán como comprador por la confianza que se les imparte desde las diferentes áreas del negocio.
7. Mantener una plantilla reducida y una relación cercana
con los empleados Dirigir un negocio no es fácil; hay que ser capaz de usar correctamente los recursos. Es mejor pocos recursos de calidad que muchos de baja calidad ya que los pocos de calidad son los que generarán valor en la empresa y harán diferenciarse del resto del mercado. El tener pocos recursos de calidad permitirá entonces estar más pendiente del equipo y motivarlos por innovar y crecer.
8. La calidad como religión
La calidad, la perfección, los detalles son lo que harán diferente, pues permitirán crecer y posicionase como una marca única, de calidad, por la cuál los usuarios están dispuestos a pagar un valor por los productos o servicios evitando bajar los precios logrando vender más y generando más ganancias.
9. Aprende del fracaso
El fracaso es necesario. Hay que imaginar que en el primer acercamiento al mundo de los negocios llega un millonario y promete ofrecer millones para el proyecto. ¿Te imaginas todos los millones que se perdería fallando en temas que no se tenía experiencia? Temas como marketing, social media, relación con clientes, ventas, los diferenciales, entre otros. El fracaso prepara y si se lo asume correctamente se podrá aprender de este para potenciar la empresa.
10. El momento es ahora
Si se espera hoy, se esperará mañana también, pero no hay que dar más esperas. El momento de actuar es ahora, por lo que hay que organizarse, planificar, hay personas que han dedicado mucho tiempo a crear programas de optimizar el tiempo y los proyectos, y es muy fácil.