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a la actualidad.
La Edad Antigua.
Buscando referencias relevantes sobre el tema, tenemos que irnos a la Edad
Antigua, a Egipto, ya que fue ahí donde se encontraron los muebles más
antiguos de los que se tiene constancia. En 1925, Mohamadien Ibrahim,
descubrió la tumba de la reina Hetepheres y en ese mismo año, Howard Carter
descubrió la tumba del faraón Tutankamon. Fue gracias a estos dos hallazgos,
donde se encontraron sillas, tronos, bancos, camas y arcas, que hoy conocemos
técnicas, materiales y diseños utilizados en la fabricación de estos
muebles. Lujosos, hechos de madera de acacia y cedro, con incrustaciones
de ébano y marfil, tapices de ricas telas y decorados con colores brillantes y
llamativos.
Junto con Egipto, Grecia y Roma fueron claves en la Edad Antigua con respecto a
la evolución del mueble.
Los romanos fueron más ostentosos, utilizaron oro y plata en el mármol tallado de
sus mesas y marfil en los muebles de madera. Son característicos de esta
época, el lectum (lecho) para dormir, comer acostados o para el estudio, cabe
mencionar que el de matrimonio era mucho más decorado. También la silla sin
respaldo y con patas en forma de tijera, la silla de dos plazas, grandes mesas con
soportes laterales de piedra.
La Edad Media.
Con la caída del imperio y la llegada del feudalismo, el mobiliario romano se divide
en dos, el estilo clásico y el estilo bizantino.
La Edad Moderna.
Nace el Renacimiento en Italia, los tapices eran más finos, la pintura y la escultura
influenciaron en el mobiliario de esta época. El mueble más popular era el
cassone, lo que hoy llamamos aparador, en el siglo XVI apareció el
escritorio inspirado en arcos romanos o en la arquitectura de los templos. Se
empezó a utilizar la técnica denominada “piedra dura” donde se utilizaba la
incrustación de mármol pulido, ágatas o lapislázuli.
La Edad Contemporánea.
Comenzamos con el Neoclasicismo, el estilo Luis XVI y el estilo Imperio fueron
pioneros en esta época. El descubrimiento de las ruinas de Pompeya
influenciaron de forma arqueológica en el diseño del mobiliario.
En Dinamarca, Kaare Klint, quería adaptar las medidas del mobiliario a las
necesidades del hogar y en función a la figura humana, fue así como
se estandarizó la altura de mesas y sillas y tamaño de cajones.
En 1910, comienza a conocerse el estilo “art decó” que estuvo en pleno auge en
1925. Se utilizaba el ébano de Macasar y la corteza de nogal del Cáucaso con
detalles de marfil, plata y otros metales. Debido a la influencia oriental se
reduce el tamaño de los asientos, se conoce la mesa de cóctel y se reaviva el
lacado.