No es ajeno el hecho de que músicos blancos grabasen versiones de temas originales de

músicos negros durante la década de 1950, los cuales se conocieron como covers. Lo
anterior es conocido como el gran robo cultural de la producción blanca a la influencia
cultural negra, siendo una de las anécdotas más significativas el cover del “Hound Dog”
de Willie Mae Thornton realizado por Elvis Presley. Lo anterior fue captado desde otro
punto de vista por el experto de la teoría queer, Jack (Judith) Halberstam, quien asiente
un conjunto de orígenes alternativo del rock and roll conectado a las innovaciones
vocales presentes en las performances con influencia queer (como el drag),
específicamente de las músicos negras masculinas (black butch musicians) y la figura de
Big Mama Thornton. En primer lugar, Halberstam habla de que un número de drag
kings afroamericanos de finales del siglo pasado se inspiraron en artistas de blues de los
30´s y 40´s para realizar sus performances, dejando de forma explícita las
personalidades queer y masculinas de una mayoría de mujeres cantantes de blues. Tal
como señala el autor, la historia heteronormativa del blues reprime su fase queer, pero a
pesar del rechazo y olvido, las performances y prácticas de estos artistas siguen
perdurando silenciosamente en la escena artística por medio de gestos, canciones, la
forma de cantar, etc. Se tiene registro de las culturas drag y de interpretaciones queer
desde la década de los 30´s, siendo el caso del drag king y performances masculinas
algo prevaleciente en comunidades de mujeres negras en forma de subcultura dominante
por sobre las comunidades lesbianas blancas. Es esta tradición drag en la que la mujer es
un hombre y la cultura lésbica de bar del siglo XX en la que se enmarca la tradición del
blues a los que Jack Halberstam usa como sujeto de estudio para probar su
interpretación de los covers, examinando la vida y música de Willie Mae “Big Mama”
Thornton.
El primer camino por el que el autor analiza a Thornton son las razones y legados que
hay detrás del acuñamiento del apodo Big Mama. Se supone que la artista en cuestión
fue apodada de esa forma por su contextura grande, ruda y por su gran voz, resultando
curioso el que la llamen así a pesar de su estilo abiertamente ahombrado. Por otro lado,
el apodo Big Mama no tiene la intención de enmarcarle un lado maternal o femenino, ya
que como señala Halmbertam citando a Angela Davis, existe una ausencia de figura
materna en el mundo que rodea al blues, ya que se trató como un culto irrelevante para
sus vidas. El que se haya usado el término “ma” o “mama” en mujeres amachadas tiene
un sentido de domesticar ese espíritu distinto, o en otras palabras, un forma de
recodificar la falta de feminidad en estas mujeres bluseras, las cuales muchas eran
lesbianas y lo demostraban a través de su forma de ser y en su música.
Por otro lado, Halberstam habla de la información que se transmite desde el legado de la
carrera musical de Big Mama Thornton sobre el significado del blues y el entorno queer
que lo envuelve. El autor encuentra lógico que las experiencias emocionales englobadas
como blues son la teorización de lo perdido o desde punto de vista del psicoanálisis una
castración, ya que más que tratarse de un estilo musical con escalas que contienen blue
notes, es un compendio del legado social y emocional de la esclavitud negra. Es ahí
donde entra la figura de la cantante amachada de blues, es su posición de divergencia en
cuanto a la normativa sexual y su estado intermedio entre los dos géneros, como el
narrador de la historia del mundo negro y la encarnación de la humillada masculinidad
negra que fue capaz de ganarle al patriarcado blanco.
Finalmente, Halberstam trata la problemática de la subvaloración de Thornton como
artista y los dramas raciales en cuanto a la autoría. La historia del rock and roll está
inmersa en un abierto machismo, posicionando a las artistas mujeres o queer como
antecedentes o continuistas de los grandes, todos hombres, hecho que el autor entiende
como un dificultad para entender la verdaderas influencias que tuvieron las minorías
artísticas en los interpretes hombres y los géneros musicales hetero, hecho ejemplificado
en el cover de “Hound Dog”. Big Mama Thornton representó en “Hound Dog” la
promiscuidad masculina y la decepción femenina, siendo lo especial de su
interpretación el que habite los multiples roles, aportando a la canción una movilidad de
género que la hizo atractiva a hombres y mujeres. Le siguió la apropiación de la canción
por parte de los blancos a través de Elvis Presley, cambiando a una letra apropiada al
discurso hetero de Presley pero conservando todos los demás, existiendo una reprimida
y oculta influencia de la interpretación y actitud de la propia Thornton. Big Mama
nunca pudo ganar la batalla por la autoría de la canción que hizo rico a Elvis Presley,
resaltando el sentido de pertenencia de la canción por parte de Thornton que resulta un
extensión más de su masculinidad.
Es impresionante el legado de Willie Mae “Big Mama” Thornton, una cantante queer
que a pesar de su condición de extrema minoría en temas sexuales, de género y raza,
logró trascender como la encarnación viva del blues y como la imagen de las influencias
queer en los orígenes del rock and roll, sucesos que planteó y sacó a la palestra Jack
Halberstam en su texto Queer Voices and Musical Genders. Resulta impactante pero
muy cierto el hecho de que la figura de Elvis Presley como icono de la masculinidad sea
el resultado de la absorción de la producción cultural negra y las influencias del lado
queer de la música del siglo XX, resultando eso en sí mismo como un especie de
“cover” . Es por esto que encuentro muy acertado el pensamiento del autor cuando
habla de que los hombres blancos leyendas del rock son simples ecos de las cantantes
negras masculinas (black butch musicians), ya que con lo expuesto en el texto es
innegable cuestionar lo que sabemos de la historia de la música en general. Lo que se
nos ha dicho ha sido contado principalmente por hombres blancos y heteronormados
que omiten lo que les parece inapropiado, lo que en este caso era ocultar el que una
mujer polémica como Big Mama Thornton más que precursora fue una figura influyente
que sentó las bases de la icónica masculinidad que fue usada en el rock and roll.