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los sacramentos
de La iniciación
cristiana (i):
el bautismo y la
confirmación
Esquema
ÉSTE ES EL ESQUEMA DE LO QUE
VAMOS A ESTUDIAR EN ESTA SESIÓN.
2. LA INICIACIÓN CRISTIANA
4. LA HERMANA AGUA
9. LA TEOLOGÍA DE LA CONFIRMACIÓN
9.1. ¿La confirmación es un sacramento?
9.2. Los orígenes del sacramento
9.3. Dos tradiciones: Oriente y Occidenten
9.4. Sacramento del Espíritu
8.5. Y muchas cosas más
8.6. La problemática pastoral de la confirmación
referencia
SI TE INTERESA EL TEMA, PUEDES BUSCAR MÁS SOBRE ÉL
EN LA OBRAS O PÁGINAS WEB QUE SE TE INDICAN.
Jesús E SPEJA, Para comprender los sacramentos, Verbo Divino, Estella (Navarra) 1990, 24-
S 56.
Aquí tienes el enlace a un video con una breve explicación del sacramento de la
: confirmación: http://youtu.be/qnME-QJgluU
El concepto de iniciación aparece en casi todas las religiones, incluso en las más primitivas.
Muchas veces se liga el concepto de iniciación a un estadio primitivo de la cultura o de la
religiosidad humana, pero lo cierto es que actualmente podemos encontrar ritos y procesos de
iniciación a muy diversos niveles. Llamamos iniciación a la serie de ritos por los que una persona
entra o ingresa en una sociedad o comunidad. Si la comunidad es religiosa, la entrada en la
comunidad es, al mismo tiempo, una participación en la salvación. En las sociedades religiosas
había tres tipos de ritos de iniciación: ritos de la pubertad (son los ritos que marca en cada
persona el paso de niño a adulto; todos los miembros del grupo tienen que pasar por estos ritos),
ritos de admisión al grupo y ritos unidos a experiencias místicas (por ejemplo el chamán o el
curandero de la tribu). Lo común a estos tres tipos de ritos de iniciación es que todos se
desarrollan como un proceso (muerte-renacimiento) que tiene cuatro pasos: a) segregación del
grupo (se separa a la persona de su ambiente (comunidad) y se le coloca en otro; muchas veces
esta separación está acompañada de signos); b) iniciación en los mitos (a los que van a ser
iniciados se les comunica oralmente la historia religiosa de la comunidad, una historia en la que
se mezclan el origen de la comunidad y el origen del mundo); c) pruebas y ritos de regeneración
(esta es la parte principal del proceso y la mayoría de las veces estaba ligada al secreto; en ella
se simboliza la muerte); d) reinserción en el grupo como persona nueva (utilizando signos para
simbolizar un nuevo nacimiento).
En el Antiguo Testamento el principal rito de iniciación era la circuncisión. A través de ella, el
niño pasaba de ser no-pueblo a ser miembro del pueblo de Dios.
2. LA INICIACIÓN CRISTIANA
El término iniciación no fue utilizado antes del siglo IV para referirse a la celebración cristiana,
puesto que era un término muy frecuentemente utilizado por las religiones mistéricas y los
padres de la iglesia evitaban en todo momento el dar pie a confundir la religiosidad cristiana con
la pagana. Entre los padres de la iglesia que utilizan este término destacan Orígenes y san Juan
Crisóstomo en oriente y san Ambrosio de Milán y san Agustín en occidente. Esta idea de iniciación
cristiana sufrió diversos cambios a lo largo de la historia, pero actualmente se ha recuperado en
un intento de dar unidad a los sacramentos del bautismo, confirmación y eucaristía, rescatando
así una de las más antiguas tradiciones litúrgico-teológicas de la iglesia.
4. LA HERMANA AGUA
Ciertamente, inspirándonos en san Francisco de Asís podemos con mucha propiedad y con
mucha razón llamar hermana nuestra al agua. Ella es omnipresente y casi omnipotente (digo
«casi», porque el único omnipotente es Dios, lo que pasa es que el agua simboliza y realiza la
omnipotencia divina). El agua resume en sí toda la fuerza que hay en la naturaleza y al mismo
tiempo la realiza. Es la portadora de la vida (ningún ser vivo subsiste sin su presencia) y de la
muerte (el mar engulle a los pescadores y se tragó a los egipcios que perseguían a los israelitas,
y el diluvio arrasó el mundo y las inundaciones causan dolor y catástrofe...) y de ambas es
símbolo.
Y es también un símbolo religioso, porque tiene poder para limpiar la culpa, para hacer pasar
de una vida a otra vida. Es también el medio de preparación y de purificación para el encuentro
con la divinidad. Y todo en virtud de que en ella reside una fuerza sobrehumana que puede
ayudar y transformar al hombre de alguna manera: porque el agua es sacramento.
El simbolismo principal del bautismo está en el agua. Pero es demasiado pobre explicar que
de la misma manera que el agua lava la
suciedad, el bautismo lava los pecados. Su
significado y su contenido son mucho más
ricos. El agua simboliza la muerte y la vida
y la acción simbólica de sumergirse y resur-
gir del agua equivalen a morir y renacer. Lo
específicamente cristiano no está en el uso
del símbolo (no somos los cristianos los
únicos que hacemos un rito religioso con el
agua), sino en el sentido que se le da y en la
motivación última: la salvación no está en
un poder mítico que el agua tenga, sino en
el poder de la muerte y resurrección de
Jesucristo que a través de ella se hace
presente.
EL DILUVIO ES UNA DE LAS FIGURAS DE LA ANTIGUA ALIANZA A LA QUE CONTI- Muchos relatos veterotestamentarios en
NUAMENTE ALUDEN LOS PADRES DE LA IGLESIA PARA REFERIRSE AL BAUTISMO. los que el agua juega un papel fundamental
COMO EN EL DILUVIO FUE SEPULTADA AL HUMANIDAD PECADORA, EN LAS AGUAS fueron reinterpretados en el Nuevo Testa-
BAUTISMALES ES SEPULTADO NUESTRO PECADO; COMO EL DILUVIO DIO PASO AL mento y a partir de la más primitiva tradi-
NACIMIENTO DE UNA NUEVA HUMANIDAD, ASÍ DE LA FUENTE BAUTISMAL SALIMOS ción eclesial como relatos-tipo del bautismo
HECHOS CRIATURAS NUEVAS; COMO EL ARCA (MADERA) SALVÓ A NOÉ Y A LOS cristiano.
SUYOS DEL DILUVIO, ASÍ LA SEÑAL DE LA CUZ (EL MADERO) SOBRE EL AGUA NOS En la Liturgia de la Noche Pascual, cuan-
SALVA A NOSOTROS. EN LA ILUSTRACIÓN, «NOÉ Y SUS HIJOS», DE RAFAEL.
El bautismo no es un hecho aislado que afecte sólo a un individuo al que le origina unos
efectos personales; se trata de un episodio inserto en una larga historia de salvación en la que
Dios ha manifestado su voluntad de salvar a los hombres y ha dado pasos para ello. El bautismo
señala para el hombre la aceptación del deseo de insertarse en una historia comunitaria de
salvación, no sólo de trabajar en la relación individual con Cristo. El bautismo no es sólo aceptar
a Cristo, sino aceptar la comunidad; no es sólo hacerse miembro de Cristo, sino de su cuerpo.
El bautismo está marcado por signos de muerte y de vida. Si los sacramentos —y eso es algo
de lo que estamos convencidos a estas alturas— realizan siempre lo que significan, el bautismo
cristiano debe realizar de alguna manera este paso de la muerte a la vida. Y la clave de esta
realización está en la relación entre el bautismo cristiano y la Pascua de Cristo, que es el
acontecimiento definitivo conmemorado y actualizado en cada celebración bautismal. A través
de la Pascua de Cristo todos los hombres (y nuestro mundo con nosotros) hemos pasado ya de
la muerte a la vida nueva. El bautismo individual no es sino la participación personal en aquello
que es universal, la re-presentación (no en el sentido dramático, sino en el sentido etimológico:
hacer presente de nuevo) del Misterio Pascual, de la primera Pascua que no se hace visible
físicamente (sino sacramentalmente) ni es definitiva (sino inicio de algo que debe ser aceptado
en cada acontecimiento y en cada encuentro humano).
No podemos plantearnos el problema de la institución del bautismo por Cristo como se hecho
en otros momentos históricos, buscando unos textos neotestamentarios en los que Cristo mande
a sus discípulos bautizar: corremos el riesgo de forzar los testimonios de la Escritura. Hemos de
hacer una distinción entre el hecho salvífico que constituye el sacramento y el rito sacramental
por el que los cristianos participamos de este hecho salvífico. Con respecto a lo primero, el
bautismo es el sacramento por el que participamos del acontecimiento pascual realizado en la
cruz. Esta tiene carácter histórico y, por tanto, también la salvación. Y a la hora de hacer una
fundamentación de la institución del bautismo hemos de partir de datos históricos (el bautismo
de Jesús y su muerte en la cruz). En cuanto a la institución del rito, algunos elementos existían
antes de Cristo y fueron recogidos por la iglesia para darles un sentido nuevo. El mismo texto del
final del evangelio de Mateo no nos transmite palabras de Jesús, sino palabras de la iglesia
postpascual que tiene la conciencia de haber recibido de Jesús el mandato de predicar el
evangelio y de bautizar.
A medida que avanzamos en la compresión del bautismo se nos presenta la cuestión de los
5.8. Bautismo y fe
Uno de los apelativos más frecuentes que se le han dado al bautismo es el de sacramento de
la fe. Efectivamente la fe es fundamental en el sacramento del bautismo: la fe precede, acompaña
y sucede al bautismo.
RITO DE ACOGIDA
* Saludo, presentación de los niños y recordatorio del compromiso de padres y padrinos
LITURGIA DE LA PALABRA
* Lecturas y homilía EL RITO FUNDAMENTAL DEL SACRAMEN-
* Oración de los fieles y letanía TO DEL BAUTISMOS ES EL BAÑO SIMBÓ-
* Oración de exorcismo y unción prebautismal LICO EN EL AGUA, ACOMPAÑADO DE LAS
PALABRAS QUE LE DAN SENTIDO A ESE
LITURGIA DEL SACRAMENTO SÍMBOLO: «N. YO TE BAUTIZO EN EL
* Bendición del agua NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL
* Renuncias y profesión de fe ESPÍRITU SANTO. AMÉN».
* Bautismo
* Unción con el crisma
* Ritos complementarios (vestido blanco, luz y effeta)
RITO DE CONCLUSIÓN
* Oración dominical
* Bendición y despedida
El sentido y la gracia del sacramento del Bautismo aparece claramente en los ritos de su
celebración. Cuando se participa atentamente en los gestos y las palabras de esta celebración,
los fieles se inician en las riquezas que este sacramento significa y realiza en cada nuevo
bautizado. Explicamos los más importantes.
La señal de la cruz, al comienzo de la celebración, señala la impronta de Cristo sobre el que
le va a pertenecer y significa la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su cruz.
El anuncio de la Palabra de Dios ilumina con la verdad revelada a los candidatos y a la
asamblea y suscita la respuesta de la fe, inseparable del Bautismo. El bautismo es de un modo
particular «el sacramento de la fe» por ser la entrada sacramental en la vida de fe.
Puesto que el bautismo significa la liberación del pecado, se pronuncian uno o varios
exorcismos sobre el candidato y este es ungido en el pecho con el óleo de los catecúmenos.
Así preparado, puede confesar la fe de la Iglesia, a la cual será confiado por el bautismo.
Viene después la bendición del agua bautismal mediante una oración de epíclesis. La Iglesia
pide a Dios que, por medio de su Hijo, el poder del Espíritu Santo descienda sobre esta agua, a
fin de que los que sean bautizados con ella nazcan del agua y del Espíritu.
Sigue entonces el rito esencial del sacramento: el bautismo propiamente dicho, que significa
EL RITO BAUTISMAL PASÓ PROGRESIVAMENTE DE LA «INMERSIO» (SUMERGIRSE EN EL AGUA) A LA «MERSIO» (MATERSE EN EL AGUA HASTA LA CINTURA Y
DERRAMARLA SOBRE LA CABEZA) Y DE ÉSTA A LA «INFUSIO» (DERRAMAR EL AGUA SOBRE LA CABEZA SOLAMANTE), CON LO CUAL LA INTERPRETACIÓN
TEOLÓGICA SE FUE DECANTANDO DESDE LA «PARTICIPACIÓN EN LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE CRISTO» A LA CONCEPCIÓN DEL BAUTISMO COMO
«LAVATORIO DEL PECADO». LAS PILAS ARRIBA REPRESENTADAS SON DE LA ÉPOCA EN QUE SE HA GENERALIZADO EL RITO DE INFUSIÓN. LA DE LA IZQUIERDA,
ES DE PIEDRA CON DECORACIÓN VEGETAL. DATA DE FINALES DEL SIGLO XI Y ESTÁ EN LA IGLESIA DE SAN PEDRO DE MONTDIDIER (FRANCIA). LA DEL CENTRO
TAMBIÉN DE PIEDRA, DECORADA CON ARQUERÍAS, ESTÁ EN LA IGLESIA DE COJÓBAR (ESPAÑA) Y DATA DEL SIGLO XII. LA DE LA DERECHA, DEL MISMO SIGLO,
EN PIEDRA, COMO LAS OTRAS, CON RELIEVE DE LAS SANTAS MUJERES EN LA TUMBA DE JESÚS, PERTENECE A LA IGLESIA DE CALMENARES (ESPAÑA).
9. LA TEOLOGÍA DE LA CONFIRMACIÓN
Ante todo tenemos que partir del hecho de que en los primeros siglos la iglesia consideraba
como un todo el bautismo y los ritos postbautismales; por eso no existía un rito propio de la
confirmación ni un concepto de la confirmación-sacramento tal y como lo poseemos hoy. Esta
cuestión sólo se planteó a partir de la escolástica. En esta época los ritos postbautismales se
separaron del bautismo para formar un rito autónomo e independiente. Estos ritos fueron
adquiriendo mayor importancia y, junto al bautismo, significaron la comunicación del Espíritu.
Por tanto no se trata tanto de juzgar la legitimidad o sacramentalidad de la confirmación, cuanto
la autoridad o el poder de la iglesia para desarrollar en una época histórica una liturgia
separándola de otra.
En el Antiguo Testamento, los profetas anunciaron que el Espíritu del Señor reposaría sobre
el Mesías esperado para realizar su misión salvífica (ver Is 11,2; 61,1; Lc 4,16-22). El descenso
del Espíritu Santo sobre Jesús en su Bau-
tismo por Juan fue el signo de que él era el
que debía venir, el Mesías, el Hijo de Dios.
Habiendo sido concebido por obra del
Espíritu Santo, toda su vida y toda su
misión se realizan en una comunión total
con el Espíritu Santo que el Padre le da
«sin medida».
Pero esta plenitud del Espíritu no debía
permanecer únicamente en el Mesías, sino
que debía ser comunicada a todo el pueblo
mesiánico (ver Ez 36,25-27; Jl 3,1-2). En
repetidas ocasiones Cristo prometió esta
efusión del Espíritu (ver Lc 12,12; Jn 3,5-8;
7,37-39; 16,7-15; Hch 1,8.), promesa que
realizó primero el día de Pascua y luego, de
manera más manifiesta el día de Pentecos-
tés. Llenos del Espíritu Santo, los apóstoles
comienzan a proclamar «las maravillas de
Dios» y Pedro declara que esta efusión del
Espíritu es el signo de los tiempos mesiáni-
cos. Los que creyeron en la predicación
apostólica y se hicieron bautizar, recibieron
a su vez el don del Espíritu Santo.
«Desde aquel tiempo, los Apóstoles, en
cumplimiento de la voluntad de Cristo,
comunicaban a los neófitos, mediante la
imposición de las manos, el don del Espíri-
tu Santo, destinado a completar la gracia JUAN BAUTISTA MAÍNO SUPO AUNAR CON SORPRENDENTE GENIALIDAD EN UN SÓLO
del Bautismo (ver Hch 8,15-17; 19,5-6). LIENZO TRES DE LAS MÁS USADAS FIGURAS PARA REPRESENTAR EL ESPÍRITU SANTO:
Esto explica por qué en la Carta a los He- LA PALOMA, EL FUEGO Y EL AGUA. EN ESTE «PENTECOSTÉS», MARÍA Y LOS
APÓSTOLES RECIBEN COMO EN UNA LLUVIA DE FUEGO LA PRESENCIA DEL ESPÍRITU.
En los primeros siglos la confirmación constituye generalmente una única celebración con el
bautismo, y forma con éste, según la expresión de san Cipriano, un «sacramento doble». Entre
otras razones, la multiplicación de los bautismos de niños y la celebración de éstos a lo largo de
todo el año (y no sólo en pascua, pentecostés o navidad, según la más antigua costumbre); y la
multiplicación de las parroquias (rurales), que agrandaron las diócesis, ya no permite la presencia
del obispo en todas las celebraciones bautismales. En Occidente, por el deseo de reservar al
obispo el acto de conferir la plenitud al bautismo, se establece la separación temporal de ambos
sacramentos. El Oriente ha conservado unidos los dos sacramentos, de modo que la
confirmación es dada por el presbítero que bautiza. Este, sin embargo, sólo puede hacerlo con
el myron consagrado por el obispo.
Una costumbre de la iglesia de Roma facilitó el desarrollo de la práctica occidental; había una
doble unción con el santo crisma después del bautismo: realizada ya una por el presbítero al
neófito al salir del baño bautismal, es completada por una segunda unción hecha por el obispo
en la frente de cada uno de los recién bautizados. La primera unción con el santo crisma, la que
daba el sacerdote, quedó unida al rito bautismal; significa la participación del bautizado en las
funciones profética, sacerdotal y real de Cristo. Si el Bautismo es conferido a un adulto, sólo hay
una unción postbautismal: la de la confirmación.
La práctica de las iglesias de Oriente destaca más la unidad de la iniciación cristiana. La de la
iglesia latina expresa más netamente la comunión del nuevo cristiano con su obispo, garante y
servidor de la unidad de su iglesia, de su catolicidad y su apostolicidad, y por ello, el vínculo con
los orígenes apostólicos de la iglesia de Cristo.
En el rito, la fórmula con la que se expresa la eficacia de la confirmación es: «Recibe por esta
señal el don del Espíritu Santo». Pero según los testimonios del Nuevo Testamento, el don del
Espíritu Santo se atribuye al bautismo. El problema de la teología es aclarar de qué manera dos
sacramentos distintos otorgan el don del Espíritu. El bautismo es el sacramento decisivo y
configurador de la vida en el Espíritu. En este sentido, lo que ocurre en la confirmación ha tenido
un inicio. Igual que la Escritura separa (aunque no son separables) el acontecimiento la
resurrección de Jesús y la donación del Espíritu Santo, de la misma manera que en la liturgia
separamos (con una función pedagógica) la Pascua de Pentecostés, así también sacramentalmen-
te separamos el bautismo de la confirmación, aunque los dos sacramentos hacen referencia aun
único e indivisible acontecimiento: la configuración con Cristo por medio del Espíritu.
Además de esta significación primera en referencia al bautismo, desde muy antiguo la iglesia
vio en la confirmación el sacramento del fortalecimiento, de la fuerza y del envío para el
testimonio cristiano, la armadura para el combate contra el mal, la preparación para el
compromiso, el sacramento de la madurez. Todos estas significaciones podemos considerarlas
RITOS INICIALES
* Saludo y oración
LITURGIA DE LA PALABRA
* Lecturas y homilía
RITOS DE CONCLUSIÓN
* Oración dominical
* Bendición y despedida
textos escogidos
ESTOS TEXTOS SIRVEN DE PIE
PARA LA REFLEXIÓN Y EL TRABAJO QUE SE TE INDICAN DESPUÉS.
(15) Los que se presentan por primera vez a escuchar la palabra, serán conducidos ante los doctores
antes que acuda el pueblo. Serán interrogados acerca de las razones que los condujeron a la fe y
quienes los trajeron darán testimonio respecto de su capacidad para escuchar la palabra. Se les
preguntarán luego sobre su estado de vida: ¿tiene una mujer? ¿es esclava? Si alguno fuera esclavo de
un fiel, y su amo lo permite, él escuchará la palabra. Pero si su amo no atestiguara a su respecto
diciendo que es bueno, será rechazado.
Si su amo fuera pagano, se le enseñará a serle agradable para no ser calumniado por él.
Si un hombre tuviera mujer o una mujer marido, se les enseñará a contentarse, al marido con su
mujer y a la mujer con su marido. Si alguien no tuviera mujer, aprenderá que no debe cometer
fornicación. Él tomará mujer conforme a la ley; de lo contrario, permanecerá tal como está.
Si alguien estuviera poseído por el demonio, no escuchará la palabra de la enseñanza hasta no
estar purificado.
(16) Se hará una encuesta a fin de conocer cuáles son los oficios y profesiones de aquellos que
fueron traídos para su instrucción.
Si alguno tuviera una casa de prostitución, cesará en su explotación o será rechazado.
Si alguno fuera escultor o pintor, se le enseñará a no fabricar ídolos: dejará de hacerlo o será
rechazado.
Si alguno fuera actor, o hiciere representaciones en el teatro, dejará de hacerlo o será rechazado.
Aquél que enseña a los niños es mejor que deje de hacerlo; si él no tuviera otro oficio entonces
se le permitirá enseñar.
Del mismo modo, tanto el cochero que asiste, como aquél que toma parte en los juegos, dejarán
de hacerlo o serán rechazados. El gladiador así como aquel que enseña a los gladiadores a combatir,
el bestiario que en la arena participa de la cacería y también el funcionario vinculado con los juegos,
dejarán de hacerlo o serán rechazados.
Si alguno fuera sacerdote o guardián de un ídolo, dejará de serlo o será rechazado. El soldado
subalterno a nadie matará y, en caso de recibir la orden, no la ejecutará ni prestará juramento. Si
así no lo hiciera, será rechazado.
El que tiene el poder de la espada y también el magistrado que lleva la púrpura, lo dejarán o serán
1 a) Bautismo
b) Confirmación
c) Iniciación cristiana
d) Catecumenado
e) Circuncisión
f) Unción
g) Mistagogia
a) El texto de la Tradición apostólica que está en el número 1 puede ser ilustrativo para
2 el estudio del catecumenado antiguo. Procura descubrir en él cada una de las fases de
la institución catecumenal.
b) ¿Qué cosas te parece que seguimos haciendo hoy prácticamente como entonces?
c) Y ¿cuáles te parecen verdaderamente novedosas con respecto a la praxis actual?
d) ¿Hay algún detalle que te haya sorprendido? ¿Cuál? ¿Por qué?