You are on page 1of 3

La Reforma y los ecos lejanos de una subversión

Carlos Melone (especial para Contrahegemonía)

“Desde hoy contamos con una vergüenza menos y una libertad más. Los
dolores que quedan son las libertades que nos faltan. Creemos no
equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando
sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana”.

Manifiesto Liminar. (fragmento)

A veces, la palabra escrita alcanza tal grado de volumen y consistencia, danza


con delicadeza y a la vez se vuelve roca y viento que solo hay que
contemplarla.

Solo contemplarla como quién ve a un Turner o un Van Gogh

La palabra dice tanto que solo convoca al mutismo. Solo escucharla como se
escucha a Beethoven.

La Reforma y El Manifiesto, siameses insurrectos, atraviesan la historia


argentina con el silencio de lo inexplicable mucho más que con la sonoridad
de los hechos fundantes.

La Reforma y El Manifiesto son apenas y a penas cobijados por un


reconocimiento tibio en algún discurso desvaído que recorre los pasillos de
un edificio universitario; se recuestan en algún reconocimiento de un texto
que se amarillea con pocas lecturas; se buscan con pasión languideciente en
la narración histórica de los devenires de esta tierra rota y reconstruida
(tantas veces).

Esa pasión resucitada por los fervores decimales de la datación histórica que,
apenas pasados eventos y conmemoraciones, se volverán apenas una
pequeña llama cuidada por muy pocos.

Algunas preguntas recorren la mudez del desatino. O del destino, vaya uno a
saber.
¿La Reforma era burguesa? Posiblemente. Muchos aseguraran que sin duda.
¿Y?

No es ese carácter su condena a la penumbra.

¿La Reforma era para la Universidad? Allí se quedó, renga y dolida. Iba más
lejos y sabía que si no salía de la vieja Casa de Altos estudios se volvería una
ilusión primaveral.

Y Perséfone volvió a casa.

¿La Reforma era Doctrina? No. Ni un poquito. Era denuncia y propuesta. Era
señalar y actuar. Pero, ante todo, era iniciar un camino donde la traza era
desconocida y el destino final claro: una sociedad más justa.

La Hora Americana era la sociedad más justa. Los ecos de la helada estepa
rusa y el polvoriento México acunaban la esperanza.

¿La Reforma era Liberal? Muchos de sus aspectos y sus protagonistas


reivindicaban las más caras y sublevatorias tradiciones liberales. Había en
algunos de ellos muchos más que la versión degradada del liberalismo
anclado en genocidios y privilegios de clase. Claro que existía una razón
ilustrada y perfumada.

Pero con búsqueda de La Bastilla

¿Triunfó La Reforma? El triunfo tiene resonancias greco-romanas en las


Academias y futboleras en el Campo Popular. Si uno se pregunta acerca de la
victoria de la Reforma, parece pírrica. Anclada en el puerto que no quería,
nunca pudo navegar las tempestades que desató.

Quedó recluida donde no podía volar y si bien inspiró reformas en buena


parte del Mundo, no pudo ni supo derribar los muros de la vida
político/académica.

Alguien podrá, sensatamente, eludir criterios ideológicos y políticos y señalar


que simplemente era un espíritu profundamente ingenuo el que orientaba el
horizonte de los reformistas del 18. Esa sensatez, sospechosamente
burguesa, podrá ser acompañada por aplausos cartesianos sobre la
posibilidad y la razón.

No participo de ello aunque entiendo.

Prefiero imaginar los deslindes de la pasión, los desmadres de las


convicciones y dejar, en una cuenta imaginaria, que el asunto no terminó,
que sigue pendiente, que estamos en deuda.

Aunque se celebren los funerales.

A 100 años de la parición reformista, en una fría tarde cordobesa donde el sol
solo alumbraba, se iniciaba la jornada de cierre de la ¿celebración? de la
reforma.

Mientras se observaban videos, desfilando entre las numerosas sillas y el


público, una treintena de estudiantes, con sombrillas coloridas y panfletos
hijos de toda la sencillez y la austeridad, coreaban ¿Dónde está Deodoro?

Indiferencia, curiosidad y gestos de fastidio de los asistentes acompañaban el


repiqueteo de la pregunta.

La bella escultura que corona el Boulevard de la Reforma parecía ser solo


eso: una escultura.

You might also like