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ACUERDOS QUE EXISTEN ENTRE HAITI Y REPUBLICA DOMINICANA

Las nuevas relaciones interestatales


La modificación de las relaciones interestatales se efectúa esencialmente en el
contexto de las relaciones internacionales. La participación de ambos países en
las negociaciones de integración y acuerdos comerciales con el resto de los
países del Caribe; así como su participación dentro del Convenio de LOME IV
(actual Acuerdo de Cotonou), sirvieron de marco internacional para que ambos
Estados trataran de cambiar el perfil de sus relaciones, pasando a coordinar
acciones para aprovechar conjuntamente la cooperación internacional.

Desde entonces, de "vecinos indiferentes" que habían sido, ambos Estados


iniciaron una lenta marcha para encontrar un nuevo esquema que orientara sus
relaciones a tono con el nuevo orden internacional y en función de los cambios
políticos internos. Tras el ingreso de ambos países al Acuerdo de LOME IV, en
diciembre de 1989, se comprometieron a definir proyectos conjuntos y a
promover la cooperación en diversos escenarios internacionales.

Un factor de retraso en ese orden se produjo con el golpe de Estado (septiembre


1991) contra el presidente Jean-Bertrand Aritide. Si bien el gobierno dominicano
no apoyó formalmente a los golpistas, la tradición autoritaria del presidente
Balaguer y su distanciamiento con el presidente Aristide, (debido principalmente
al manejo de la cuestión migratoria de este último; quien apela a los organismos
internacionales para forzar a una mejoría a la situación de los inmigrantes
haitianos en el país vecino), los militares haitianos encontraron en la parte Este
de la Isla un fuerte apoyo, sobre todo para resolver la logística de
aprovisionamiento que les dificultaba el embargo impuesto por las Naciones
Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Hay que recordar que fue en ese período cuando el presidente Balaguer lanzó
la acusación de que Estados Unidos, Canadá y Francia, junto a la comunidad
internacional, tenían un plan para unificar el territorio de la Isla, con la idea de
que los dominicanos cargaran con el peso de la crisis haitiana. Esto surgió
debido a la solicitud de que la República Dominicana ofreciera recibir refugiados
haitianos en caso de una agudización del conflicto político en Haití y por as
presiones que recibía el gobierno de Balaguer para que suspendiera el apoyo
de facto a los golpistas; lo cual se hizo muy evidente con la reparación de la
carretera desde la frontera hasta Puerto Príncipe.

Es importante prestar atención a esa acusación lanzada contra la comunidad


internacional, debido a que desde entonces, ciertos sectores muy
conservadores de la República Dominicana le han dado entero crédito y es
empleada para justificar el rechazo de cualquier política que acerque a los dos
países que ocupan la Isla. Esa idea se unió a los prejuicios que se habían
construido desde inicios del siglo veinte.

A pesar de la situación política que se creó mientras duró el gobierno militar en


Haití (1991-1994) y la postura aparentemente contradictoria del gobierno de
Balaguer, las actividades conjuntas de negociación en los escenarios
internacionales, sobre todo con LOME IV, no cesaron, lo mismo que algunos
acercamientos entre instituciones de la Isla. En ese período fueron más
frecuentes las acciones de la sociedad civil como actor independiente y no
comprometido con la política de los gobiernos, sobresaliendo entre ellas la
actividad comercial.
Los hitos principales en el cambio de las relaciones gubernamentales son los
siguientes:
1. En 1993, mientras el depuesto presidente Jean-Bertrand Aristide se
encontraba en los Estados Unidos, su Primer Ministro, Robert Malval,
visitó al presidente Joaquín Balaguer, e inició un período de búsqueda de
acercamiento y acuerdos para la cooperación entre los dos países.
2. En marzo de 1996, el presidente René Preval visitó el país y estableció
importantes acuerdos con el presidente Balaguer, entre los cuales está la
creación de la Comisión Mixta Bilateral Domínico-Haitiana.
3. En agosto de 1996, el Primer Ministro Rosny Smart, asistió a la toma de
posesión del presidente Leonel Fernández, y quedaron establecidos los
vínculos con el nuevo gobierno dominicano y, sobre todo, el acuerdo de
continuar profundizando las relaciones.
4. En 1998, el presidente Fernández se convirtió en el primer presidente
dominicano, que desde mediados del pasado siglo, hacía una visita de
Estado a su homólogo haitiano, René Preval.

Los logros de las acciones arriba enumeradas, dieron inicio a la creación de un


clima de confianza entre los Estados, que si bien no avanza muy rápido, pueden
considerarse halagüeñas, si se compara con la situación de hasta mediados de
los años noventa, que eran tensas y muy proclives a la confrontación.

Los acuerdos intergubernamentales contribuyeron a la puesta en contacto de


los técnicos y altos funcionarios, abriendo vías de comunicación para el
conocimiento mutuo y la formulación de propuestas de solución a los problemas
comunes.

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