Comisión Episcopal de Liturgia del Perú N° 33

Donación: S/. 0.30

Palabra de Dios
DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO
15 de julio de 2018 - Ciclo B

L
a liturgia de la Palabra de este XV domingo
del Tiempo Ordinario nos invita a meditar
en dos realidades significativas para nuestra
vida cristiana, ambas por iniciativa divina: Elección
- llamado y envío - anuncio. Dios llama al profeta
Amós, san Pablo dice a los Efesios que hemos
sido elegidos en la persona de Cristo y san Marcos
manifiesta que Jesús llamó a los doce; es Dios que
siempre toma la iniciativa por pura misericordia,
conociendo la historia personal de cada hombre,
lo escoge y lo llama para una determinada misión,
significa que Dios quiere contar con la colaboración
humana para llevar a cabo su proyecto de salvación.
Esta elección divina hecha desde la eternidad conoce
y respeta la libertad humana, Dios elige y llama, y está
en el corazón del hombre responder a este proyecto
amoroso del Padre o negarse al mismo; en el nuevo
testamento esta elección tiene mayor significado y es
elevada a mayor dignidad pues somos elegidos en
Cristo, el hijo amado del Padre.
de Cristo ha sido elegido por el Padre para ser
anunciador de buena noticia pero no aisladamente,
sino en comunidad, por ello Jesús envió a sus
discípulos de dos en dos, el enviado debe hablar
de parte de Dios y de Dios, esto implica ser capaz
de vivir la misión libre de distracciones contrarias
al proyecto de Dios, por eso el discípulo va con la
certeza que es Dios quien lo ha enviado y será Él
mismo quien lo sostendrá en su misión.
Que María, nuestra buena Madre, acompañe el
caminar de cada cristiano para que vivamos con la
certeza de haber sido elegidos en Cristo y enviados
a anunciar la buena noticia con la firme esperanza
que Aquel que comenzó en nosotros esta Obra la
llevará a buen fin, sin desanimarnos a mitad de
camino o frente al rechazo de aquellos que no
quieren escuchar el mensaje de Dios, con la firme
convicción que el mayor testimonio es el anuncio
de la propia vida.

Todo aquel que ha sido elegido por Dios debe P. Luis F. Pardo Yovera, HSA - Párroco
hablar en su nombre y defender los derechos de Parroquia María Madre de Dios - Lima
aquel que lo eligió para anunciar su mensaje al
pueblo elegido y denunciar todo aquello que es
contrario al designio salvífico de Dios, esta es la
experiencia del profeta Amós, quien por ser fiel
a Dios es invitado a salir del pueblo, porque su
mensaje resulta incómodo para los israelitas. Jesús
en el Evangelio continúa la iniciativa de Dios al
llamar a los doce, enviándolos delante de Él. En
este mismo proyecto amoroso Dios envía a su
elegido y le encarga una misión, asegurándole que
los acompañará con su providencia para llevar
adelante la tarea encomendada; así, todo seguidor

MONICIÓN GENERAL (de pie)

Bienvenidos hermanos a nuestra celebración de la Eucaristía, animados y ungidos por el Espíritu
Santo. La palabra de Dios en este domingo nos recuerda a todos nosotros nuestra elección,
nuestra llamada, nuestra vocación. Vocación que comenzó el día de nuestro bautismo y que
jamás termina. Iniciemos nuestra celebración siendo signo de esperanza y amor en medio de
nuestra comunidad.

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 ORACIÓN COLECTA
Oh, Dios, que muestras la luz de tu verdad a los
que andan extraviados para que puedan volver
al camino, concede a todos los que se profesan
cristianos rechazar lo que es contrario a este
nombre y cumplir cuanto en él se significa. Por
nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA (sentados)
Escuchemos ahora, en esta lectura, cómo el profeta
Amós es rechazado cuando quiere ser fiel a la
misión que Dios le ha encomendado.
 
Lectura de la profecía de Amós 7, 12-15
En aquellos días, dijo Amasías, sacerdote de Betel,
a Amós:
—«Vidente, vete y refúgiate en tierra de Judá;
come allí tu pan y profetiza allí. No vuelvas a
profetizar en Betel, porque es santuario del rey y
templo principal del reino».
Respondió Amós:
—«No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y
cultivador de higos.
El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo:
“Ve y profetiza a mi pueblo Israel”».
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL Sal 84
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu
salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor: «Dios anuncia
la paz a su pueblo y a sus amigos». La salvación
está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará en
nuestra tierra. R.
La misericordia y la fidelidad se encuentran, la
justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la
tierra, y la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará lluvia, y nuestra tierra dará su
fruto. La justicia marchará ante él, la salvación
seguirá sus pasos. R.
SEGUNDA LECTURA
El comienzo de la carta, que ahora vamos a
escuchar, es un himno de alabanza a Dios, que por
medio de Jesucristo nos ha renovado con su gracia.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Efesios 1, 3-14
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo con
toda clase de bienes espirituales y celestiales.
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Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de
crear el mundo, para que fuésemos santos e
irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por
pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la
gloria de su gracia, que tan generosamente nos
ha concedido en su querido Hijo, redunde en
alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la
redención, el perdón de los pecados. El tesoro
de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un
derroche para con nosotros, dándonos a conocer
el misterio de su voluntad.
Éste es el plan que había proyectado realizar por
Cristo cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y
de la tierra.
Por medio de él hemos sido hechos herederos.
A esto estábamos destinados por decisión del
que hace todo según su voluntad.
Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo,
seremos alabanza de su gloria.
Y también ustedes, que han escuchado la palabra
de verdad, el Evangelio de salvación, en el que
creyeron, han sido marcados por Cristo con el
Espíritu Santo prometido, el cual es garantía de
nuestra herencia, para liberación del pueblo
adquirido por Dios, para alabanza de su gloria.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
MONICIÓN ANTES DEL VERSÍCULO
Los discípulos marchan a proclamar el mensaje
y a manifestar las señales del Reino, como Jesús
lo hacía. Como ellos, anunciemos el Evangelio a
nuestros hermanos.
VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO (de pie)
Cf. Ef 1, 17-18
El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los
ojos de nuestro corazón, para que comprendamos
cuál es la esperanza a la que nos llama.
 Lectura del santo Evangelio según san Marcos
6, 7-13
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los
fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad
sobre los espíritus inmundos. Les encargó que
llevaran para el camino un bastón y nada más,
pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la
faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica
de repuesto.
Y añadió:
—«Cuando entren en una casa, quédense en ella
hasta que se vayan de aquel lugar.
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 Y si en algún sitio no los reciben ni los escuchan,
márchense de allí, sacúdanse el polvo de los pies,
para que les sirva a ellos de advertencia».
Ellos salieron a predicar la conversión, echando
muchos demonios, ungían con aceite a muchos
enfermos y los curaban.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE (de pie)
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible
y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de
todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del Padre, por
quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo
(todos se inclinan), y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó
al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y
su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida, que procede del Padre y
del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria; y que habló por los
profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un solo
bautismo para el perdón de los pecados. Espero
la resurrección de los muertos y la vida del mundo
futuro. Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Cristo, que nos ha marcado con el
sello de su Espíritu y pidámosle que manifieste
al mundo su salvación.
1. Para que en la Iglesia nunca falten profetas
que anuncien la salvación de Dios y denuncien
las injusticias de los hombres.
Roguemos al Señor.
2. Para que Papa Francisco y los obispos,
con espíritu de servicio y cercanía cordial,
manifiesten la misericordia que viene de Dios.
Roguemos al Señor.
3. Para que la justicia y la paz se besen en
nuestro mundo, y para que los pobres gocen
de la prosperidad y libertad.
Roguemos al Señor.
4. Para que los cristianos nos hagamos presentes
en medio del mundo, y los hombres reconozcan
en nuestras actitudes la fidelidad de Dios.
Roguemos al Señor.
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5. Para que la buena noticia de la salvación
corra por el mundo, y todos podamos celebrar
a Jesucristo en la mesa del altar y en la caridad.
Roguemos al Señor.
Tú que llamaste a los doce y les diste autoridad,
manifiesta tu amor y tu poder a tu pueblo
que confía en tu misericordia. Por Jesucristo
nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.
Mira, Señor, los dones de tu Iglesia suplicante
y concede que sean recibidos para crecimiento
en santidad de los creyentes. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 83, 4-5
Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido donde colocar sus
polluelos: tus altares, Señor del universo, Rey
y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN (de pie)
Después de recibir estos dones, te pedimos, Señor,
que aumente el fruto de nuestra salvación con
la participación frecuente en este sacramento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA BIBLIA DE CADA DÍA
16 LUNES DE LA XV SEMANA
Is 1, 10-17; Sal 49; Mt 10, 34-11,1
Se puede celebrar la memoria de la
Bienaventurada Virgen María del Monte
Carmelo (blanco).
17 MARTES DE LA XV SEMANA
Is 7, 1-9; Sal 47; Mt 11, 20-24
18 MIÉRCOLES DE LA XV SEMANA
Is 10, 5-7. 13-16; Sal 93; Mt 11, 25-27
19 JUEVES DE LA XV SEMANA
Is 26, 7-9. 12. 16-19; Sal 101; Mt 11, 28-30
20 VIERNES DE LA XV SEMANA
Is 38, 1-6. 21-22. 7-8; Sal: Is 38; Mt 12, 1-8
Se puede celebrar la memoria de san
Apolinar, obispo y mártir (rojo).
21 SÁBADO DE LA XV SEMANA
Mi 2, 1-5; Sal 9; Mt 12, 14-21
Se puede celebrar la memoria de san
Lorenzo de Brindis, presbítero y doctor
de la Iglesia (blanco) o de santa María en
sábado (blanco).
22 DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO
Jr 23,1-6; Sal 22; Ef 2,13-18; Mc 6,30-34
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 LA IGLESIA NOS ENSEÑA
EL PADRE NUESTRO
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN
(CEC nn.2846-2849)

¿Qué implica decir: “No nos dejes caer en la

tentación”?
Es un pedido a Dios para que nos conceda la
gracia de no ofenderle.

¿Qué es una tentación?

Es una oferta para ofender a Dios. Conviene
decir que toda tentación siempre viene bajo la
apariencia de un bien, en otras palabras se muestra
atractiva, de lo contrario no la aceptaríamos.

¿De dónde vienen las tentaciones?

De tres fuentes: uno mismo, el mundo y el diablo.

Las tentaciones vienen de uno mismo

pues tenemos la concupiscencia, que es la
inclinación al mal (cf. Rm 7,14-20). Vienen
del mundo entendido aquí mundo como lo
que el hombre construye a espalda de Dios
(cf. 1 Jn 2,15-17), por ejemplo, el mundo de
la corrupción, el mundo de la pornografía, etc.
Vienen de las seducciones del diablo, padre de
la mentira (cf. Jn 8,44).
¿Quién nos enseña a vencer las tentaciones?
Nuestro Señor Jesucristo nos ha enseñado
a rechazar las tentaciones y a no entrar en
diálogo con las ofertas mentirosas del maligno
(cf. Mt 4,1-11; Mc 1, 12-13; Lc 4, 1-13).
«Por medio de su oración, Jesús es vencedor del
Tentador, desde el principio (cf. Mt 4, 11) y en el
último combate de su agonía (cf. Mt 26, 36-44).
En esta petición a nuestro Padre, Cristo nos une a
su combate y a su agonía» (CEC n.2849).
¿Qué hacer para no caer en la tentación?
En primer lugar orar constantemente y, junto
con ello, no meternos en ocasión de pecado.
Dicho en otras palabras, aparte de ser personas
de oración debemos ser muy prudentes, hay
que vigilar. Pues ¿de qué vale orar si no somos
cuidadosos y coqueteamos con la tentación?:
«La vigilancia del corazón es recordada con
insistencia en comunión con la suya (cf. Mc 13, 9.
23. 33-37; 14, 38; Lc 12, 35-40). La vigilancia es
“guarda del corazón”, y Jesús pide al Padre que
“nos guarde en su Nombre” (Jn 17, 11). El Espíritu
Santo trata de despertarnos continuamente a esta
vigilancia (cf. 1 Co 16, 13; Col 4, 2; 1 Ts 5, 6; 1
P 5, 8). Esta petición adquiere todo su sentido
dramático referida a la tentación final de nuestro
combate en la tierra; pide la perseverancia final.
“Mira que vengo como ladrón. Dichoso el que
esté en vela” (Ap 16, 15)» (CEC n.2849).
Pbro. Dr. Carlos Rosell De Almeida
Rector de la Universidad Católica San José - Lima
En la próxima hoja dominical:
Y LÍBRANOS DEL MAL

COMISIÓN EPISCOPAL DE LITURGIA DEL PERÚ

Jr. Estados Unidos 838 Jesús María - Lima Teléfonos: 463-1808 / 463-1010 anexos 266 y 269
E-mail: liturgia@iglesiacatolica.org.pe - www.comisiondeliturgiadelperu.com

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