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A modo de resumen
Las expresiones libro colocados, ejemplares en dep�sito, devoluciones y deuda
acumulada son mantras para los distribuidores y un karma negativo para los
editores.
Los editores hablan de la necesidad del distribuidor; de lo vitales que son para el
funcionamiento del sector editorial. Y que sin ellos, y con raz�n, no llegar�an a
ninguna librer�a f�sica.
Por otro lado, critican que no hacen m�s que llevar y traer libros. Esgrimen que
abandonaron la labor comercial que hac�an antes y que ahora debe asumir la
editorial, con el consiguiente coste.
Que les da lo mismo que se venda tu libro u otro porque al final ganan igual; que
los enga�an en las liquidaciones y les pagan menos de lo debido.
Ning�n editor lo reconocer� en p�blico, pero el distribuidor es la piedra en su
zapato, su grano m�s molesto.(*)
Por otro lado, las librer�as no quieren o no pueden tener libros de autopublicados,
porque est�n saturadas de novedades editoriales.
Las librer�as de toda la vida ya no cuentan con los recursos humanos y econ�micos
suficientes. Y para tener m�s clientes esos recursos son necesarios.
Adem�s, es comprensible que los libreros teman un efecto bola de nieve. No quieren
aceptar vender libros de dos o tres autores independientes porque luego llegar�n
cien que le pidan lo mismo.
Hay un poco de ficci�n y sobrada realidad en todas las opiniones de los editores y
autores independientes. De los distribuidores no conocemos opini�n porque no
hablan, no participan, no se asoman.
Lo cierto es que las dos primeras modalidades de distribuci�n de libros son m�s
dif�ciles de controlar por parte del autor.
En cambio, las dos �ltimas descritas dan m�s poder de negociaci�n y gesti�n de la
distribuci�n, tanto al editor como al autor.
Como comentaba al inicio, no todos los tipos de distribuci�n de libros est�n al
alcance de editores y autores. A veces se usa la que se puede o la que te dejan.
�C�mo distribuyes t� los libros? �Qu� sistema te parece puede ayudarte a distribuir
mejor tus libros?
La distribuci�n de libros impresos: el rompecabezas de los autores y los editores