Muchas organizaciones donde nos desempeñamos desarrollan sus tareas
como un “equipo de béisbol” como señala Drucker (1997), donde cada uno de nosotros jugamos nuestro propio partido, si bien el trabajo en equipo es una condición que implica trabajar en cooperación con otros de una manera coordinada, armónica y enfocada, aprovechando las fortalezas de cada cual y potencializándolas a favor del grupo mediante la sinergia; un buen trabajo en equipo no debe generar trabajos o logros independientes, ni ambientes competitivos, protagonismos o rivalidades internas; más bien debe garantizar un logro general como equipo, un crecimiento tal que todos se sienten como en familia, se generan grandes lazos y donde probablemente surjan muy buenas amistades de todos los integrantes y un ambiente laboral tal que todos se sienten como en familia.
El modelo tipo “equipo doble de tenis”, es el que puede lograr la mayor
sinergia ya que minimiza las debilidades de cada uno y potencia los puntos fuertes. Claro que para alcanzar tal desempeño se necesita de alto grado de coordinación que se logra después de bastante tiempo de trabajar como equipo. Drucker señala que se debe elegir el modelo de equipo adecuado y que no se debe buscar híbridos, los modelos deben aplicarse en su forma "pura" y que además el cambio de un modelo de equipo a otro puede ser bastante difícil y traumático.
RECOMENADACIONES
Es fundamental para la implementación o construcción de equipos de
trabajos es que existan dos condiciones: formas de ejercer la autoridad y liderazgo y la cultura de trabajo, ya que dependerá de estas para ampliar o reducir la participación de sus miembros, y así promover un mejor desempeño y el logro de los resultados
El trabajo en equipo se encuentra ampliamente difundido en nuestras
organizaciones, pero frecuentemente la productividad de dichos equipos es disminuida con respecto a su potencial por problemas en la dinámica del grupo. En una situación como la actual, la competitividad de nuestras organizaciones es vital para superar la recesión y para competir a nivel global. Por ello, entendemos que intervenir en los equipos de trabajo para que desarrollen todo su potencial, es una inversión de tiempo y esfuerzo que debe llevarse a cabo, pues aumenta la eficacia y la eficiencia de los mismos, aportando más valor a los procesos internos y aumentando la productividad y la competitividad de sus miembros.