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SOCAVACION

Para fines de Ingeniería de Vías Terrestres, la socavación en cauces naturales cruzados por puentes
puede clasificarse en dos tipos principales:

1.- Socavación General.- Es la que ocurre en condiciones normales, al presentarse una creciente y
aumentar la capacidad de la corriente para arrastrar material del fondo; a lo largo de todo el cauce
se produce una cierta profundidad de socavación. Durante el período de recesión de la creciente del
río o arroyo, el material es depositado nuevamente.

2.- Socavación Local.- Es la que ocurre cuando existe un obstáculo en la trayectoria del flujo, el cual
induce la formación de vórtices que provocan la disminución de la elevación del fondo alrededor del
obstáculo. Para los fines de esta nota, este obstáculo está representado por los apoyos de los
puentes.

Para el cálculo de la socavación general puede utilizarse el método de Lischtvan-Lebediev, que


considera como parámetros el gasto de la corriente, el tirante, el área hidráulica, las características
de los materiales del fondo y la separación y dimensiones de los apoyos, entre otros.

Para calcular la socavación local existen más de veinte métodos, de los cuales se recomienda en
esta nota utilizar el de Maza, el de Laursen, el de la Universidad Tecnológica de Dinamarca y el de
Neill, para que, con base en los diferentes resultados, se elija un valor de diseño por parte del
proyectista. Los diferentes parámetros considerados por los métodos anteriores son: el ancho de la
pila, el tirante, la velocidad y el ángulo de esviajamiento.

En cuanto a las obras de protección contra la socavación, han demostrado ser más efectivas aquellas
constituidas por pedraplenes colocados a volteo, sin ningún junteo, por presentar muchas ventajas:

a) Restan intensidad a los vórtices;

b) La estructura es flexible y sus elementos se reacomodan solos cuando se forma alguna depresión
en su vecindad;

c) Evitan la expulsión de material fino a través del mismo;

d) Su diseño es sencillo.

Puesto que el esviaje de una pila respecto a la dirección de la corriente es un parámetro muy
importante que puede aumentar la socavación del ángulo de ataque, debe tenerse muy especial
cuidado en observar si éste es importante (más de 10º) durante las inspecciones de las estructuras,
a fin de tomar medidas preventivas.

Para el detalle de los métodos de cálculo de la socavación, pueden consultarse las siguientes
publicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

- Socavación en Cauces Naturales.

- Socavación Local en Pilas.

ESTRATEGIAS PROPUESTAS PARA LA CONSTRUCCION DE PUENTES Y OBRAS MENORES DE DRENAJE


Las experiencias obtenidas por la observación del comportamiento hidráulico de los puentes y obras
menores de drenaje ante avenidas extraordinarias, así como por las situaciones de emergencia que
han sufrido tales estructuras de la red federal libre de peaje a causa de la ocurrencia de crecientes
extremas de ríos y arroyos, permiten plantear las siguientes situaciones y recomendaciones desde el
punto de vista de drenaje para puentes y alcantarillas.

1. Las estructuras que drenan corrientes con cauces de avenidas muy amplias generalmente estrechan
la sección de dichos cauces, por lo que durante las crecientes importantes trabajan forzadamente, lo
que propicia en gran número de casos el colapso de la estructura debido al fenómeno de la
socavación.

Considerando lo anterior, conviene que los puentes existentes que produzcan tal estrechamiento del
escurrimiento en cauces amplios, cuenten con terraplenes “fusibles” que puedan ser cortados
fácilmente por la corriente cuando ésta alcance un tirante 50 cm menor que el de diseño y evitar así
que el puente trabaje forzadamente desde el punto de vista hidráulico, con la posible consecuencia
de su colapso. Dichos terraplenes “fusibles” consisten en terracerías con altura igual a dicho tirante
de diseño, para que el agua sobrepase el nivel de rasante de la carretera y la erosione, con su
consecuente corte; además, los terraplenes fusibles se construyen con material puramente
friccionante sin protección contra tal erosión.

2. Los puentes que drenan corrientes con cauces encajonados (bien definidos) llegan a fallar por
socavación cuando este fenómeno no fue debidamente analizado en los estudios básicos para el
proyecto de las estructuras, o cuando el caudal de las avenidas máximas fue subestimado. En otras
ocasiones, cuando existe estrechamiento y los apoyos extremos están ubicados dentro del cauce,
éstos pueden ser flanqueados por la corriente, y ser afectados por la socavación, a tal grado que
pudiera colapsarse la estructura.

Se deberá tener especial cuidado en proyectar de forma adecuada la estructura, considerando un


gasto de diseño debidamente analizado y una profundidad de desplante suficiente de su cimentación
para evitar la falla por socavación. De esta forma también se minimizará la probabilidad de que el
puente sea flanqueado por la corriente al sufrir la erosión y corte de los terraplenes de acceso.

Es frecuente encontrar en la actualidad, sobre todo en cortes en balcón, obras menores de drenaje
consistentes en uno o más tubos con diámetros muy pequeños - entre 60 y 90 cm., obras que si bien
pudieran ser suficientes desde el punto de vista hidráulico, no lo son para los caudales sólidos
consistentes en troncos de árboles, ramazón, palotada, sedimentos desde arenas hasta boleos
grandes, y basura. Ello provoca que el agua pase por encima de la rasante y erosione los taludes de
aguas abajo, provocándose deslaves que finalmente destruyen carretera y alcantarilla..

Así, es necesario que las obras menores de drenaje se proyecten con dimensiones suficientes que
puedan dar paso no sólo al caudal líquido sino también a los cuerpos que pueda arrastrar la corriente,
así se duplique, triplique o multiplique por un factor mayor el área que requiera la obra para drenar
exclusivamente el gasto líquido. En cualquier caso, es recomendable que la dimensión mínima de una
obra menor de drenaje sea de 1.2 m., a fin de que sea posible efectuar su limpieza sin dificultad.
Finalmente, se recomienda eliminar el uso de tubos metálicos para construir o reconstruir
alcantarillas, en todas las regiones costeras o en aquéllas en que exista la posibilidad de que ocurra el
fenómeno de corrosión.
III.- Si se colapsa el puente y se tiene un cauce divagante en una gran extensión y se tiene
material a base de arenas o cantos rodados de gran tamaño y el tirante es considerable y con
alta velocidad, se recomienda:

A) Construir un vado natural en el ancho total del cruce lo que permite restar velocidad y
reducir el tirante del agua el cual no debe exceder de 20 cm.

B) Distribuir el cauce en 2 o 3 sitios que permitan colocar rampas en claros de 10 a 12 m. Lo


que nos dará un paso provisional sin tirante de agua en la superficie de rodamiento.

C) Implementar lo necesario para colocar estructuras BAYLE, ver anexo II.


IV.- Cuando se colapse un puente y se tenga un cruce con un tirante de agua permanente no
menor de 50 cm., y longitud menor a 50 m. y el terreno del lecho del cruce sea a base de
arena, limos, etc., se recomienda:

A) Implementar lo necesario para colocar

un puente provisional a base de pontones

ver Capitulo VI de la Guía para la

atención de emergencias.

B) Implementar lo necesario para colocar

estructura BAILEY, ver anexo II.


Una vez que se cuenta con todos los componentes de la estructura metálica prefabricada en el
sitio de la obra, así como los terraplenes de acceso debidamente protegidos para evitar
deslave, es factible considerar que una estructura de 40.5 m. de 9 módulos, “Simple Simple
Reforzada” se puede armar completamente para dar paso en 96 horas (4 días), y en el caso de
una estructura “Doble Simple Reforzada” de 58.5 m. de 13 módulos dobles se arma en 144
horas es decir 6 días, tiempos que se pueden abatir incrementando el personal y los turnos,
incluyendo la superación de la curva de aprendizaje de los maniobristas.

El beneficio social es alto ya que con estas estructuras se permite el paso de vehículos y
personas de manera rápida en un caso de contingencia, resolviendo en forma casi inmediata
las emergencias provocadas por fenómenos naturales; por lo que estas estructuras
constituyen ahora una herramienta muy importante de esta Secretaría.

Finalmente, se realiza el armado de los gaviones que irán a la entrada del puente y
posteriormente la nivelación del terreno en los terraplenes de acceso (Figura 18).
Figura 18. Armado de gaviones.

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