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La pasión. Poner grandes dosis de esta condición en las cosas que hacemos, poner en
ello nuestros 5 sentidos, añadiendo el cuerpo y el alma. Combustible para la acción.
Disciplina y conocimiento. El trabajo en equipo, la auto exigencia, la comunicación. Y
formación, la puesta en activo de forma pertinente del proceso de aprendizaje.
Arriesgarse. Asumir riesgos, pensar que los fracasos nos ayudan en el aprendizaje, sin
riesgo no hay progreso.
Así que ser creativo es un proceso mental que aplicamos a nuestro día a día. Dicen que el que
no es creativo, puede ser debido a varias razones, entre ellas: porque no sabe, porque nunca lo
ha aprendido, porque nadie le ha enseñado, porque no lo ha practicado.
6. Cinco hábitos para ser una máquina innovadora, ¿los activas?
Conectar. Hacer conexiones entre problemas, ideas o situaciones dispares. Y hacerlo de
manera metódica, con premeditación.
Preguntar. Se trata de buscar preguntas que nos reten y os abran la mente y nuestro
campo de visión. Se puede partir de preguntas sencillas como ¿por qué? O ¿Por qué no?
O ¿Qué pasaría si…?
Observar. Principalmente a las personas, su comportamiento, sus preferencias, sus
hábitos y también empresas e iniciativas.
Experimentar. Estar abiertos a nueva experiencia y a nuevas iniciativas, como si
partiéramos de cero, dispuestos a descubrir mundos todavía inexplorados.
Relacionarse. Hacer un networking especial con gente interesante que tengan poco en
común con nosotros y de los que tengamos cosas que aprender.
7. Ocho vicios que matan la creatividad
Vicio número uno. Crear y evaluar simultáneamente.
Vicio número dos. El síndrome del experto. Los grandes creativos viven sanamente al
margen de las opiniones dominantes y cuando se acercan a ellas es para mirarlas con
ojo crítico para precisamente hacer lo que otros no han hecho.
Vicio número tres. Miedo al error y al fracaso. ¿A quién le gusta equivocarse?
Vicio número cuatro. Temor a la ambigüedad o el querer tenerlo todo bien atado. A
veces cuando nos da la vena creativa surgen ideas que a pesar de gustarnos acaban
siendo desechadas porque por algún motivo no cuadran.
Vicio número cinco. Falta de confianza. Es una mezcla de los puntos cuatro y tres
anteriores. Aceptemos la posibilidad de errar y de nadar en la ambigüedad y seguro que
la confianza asomará su cabeza.
Vicio número seis. Los demás nos desaniman. Escuchar opiniones ajenas es
generalmente interesante porque nos amplía el campo de visión, pero manteniendo la
independencia de criterio y teniendo claro que las decisiones creativas las tomamos
nosotros.
Vicio número siete. Exceso de información.
Vicio número ocho. Los falsos límites.
8. Tú eres el genio de la lámpara. Toda la verdad en siete secretos.
El primer secreto es que NO HAY UN PLAN. La cosa pasa por no ceñirse de manera
férrea a una programación del futuro basada en razones prácticas y sí por escucharse a
uno mismo, proponerse hacer aquellas cosas que realmente le gustan a uno y que
permiten hacer un trabajo valioso, aunque se aparte del guion familiar y social. Aquí no
vale ponerse metas fijas y cortoplacistas sino dejarse llevar