Informe Pillaje en África.

Gabriela Carolina Marín Ribaut / C.I. 26.484.305

Sección 58 - Seminario de África
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A lo largo del tiempo, se ha evidenciado una lucha constante entre grupos

beligerantes, los Estados africanos y las grandes potencias del mundo, por los
recursos naturales y energéticos de África del Norte.

En la década de 1960, en el Golfo de Guinea, se descubrieron grandes

reservas de petróleo, las cuales llevaron a que Estados Unidos se uniera a la
lucha iniciada por los Estados de Europa en relación a la posesión y dominio de
las zonas que abordaban los recursos más importantes de África del Norte.

Después de la “intervención humanitaria” en Somalia por parte de EEUU,

surgió una amenaza que afectó algunas sedes de representación diplomática, con
la muerte de varios funcionarios internaciones, y trajo consigo un escalamiento
fuera de las fronteras de África para así, terminar en el trágico suceso del 11-S, lo
cual causó un obstáculo en el cumplimiento y alcance que tenían los intereses de
EE.UU en África, entendiendo así, que debían elaborar una estrategia militar y
política que les permitiera actuar frente a esa serie de amenazas que atentaban
contra su estabilidad de Estado, por lo cual Estados Unidos decidió instalar la
campaña militar de los EE.UU en África con el fin de iniciar una lucha contra el
terrorismo que incluyera la participación de los Estados africanos y su interés por
dirimir los distintos conflictos que eran fomentados por estos grupos terroristas. En
el 2007 se instaló USAFRICOM con el objetivo de “impedir y derrotar amenazas
internacionales, prevenir conflictos en el futuro, apoyar la ayuda humanitaria a las
víctimas de conflicto y proteger los intereses de la de seguridad de los EE.UU.”,
cuando el verdadero interés principal oculto era la obtención de recursos
energéticos y naturales que le permitiera cubrir la gran demanda que generaba su
propia economía y los sectores que la integran (sector industrial, sector militar,
sector agricultor, etc.).
 Siendo una economía demandante por el alto nivel de consumo que
presenta su población, EE.UU. enfoco su política exterior a generar una
cooperación militar basada en el fortalecimiento comunicacional-tecnológico, la
capacitación de armas y elaboración de planes que buscaran resguardar las zonas
más abundantes en recursos y así posicionarse territorialmente dentro del
continente para co-ayudar en la lucha contra factores que atentaran contra la
integridad y soberanía estatal estadounidense y la de sus similares en el África,
siendo así una política destinada a mejorar el planteamiento de la seguridad
internacional, pero que en realidad funcionaba en pro del dominio territorial
estadounidense sobre todas aquellas extensiones que contuvieran rubros
energéticos y recursos naturales que le permitiera cubrir la demanda que
emanaba del sector energético.