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FACULTAD DE DERECHO
UNIVERSIDAD DE CHILE
PROCEDIMIENTO CIVIL
DECLARATIVO ORDINARIO:
2018
I. INTRODUCCIÓN
PROCESO Y PROCEDIMIENTO.
1) Concepto de proceso.
Por lo mismo, no es extraño que la doctrina procesal clásica haya señalado que el
proceso “es la secuencia o serie de actos que se desenvuelven progresivamente, con el objeto
de resolver, mediante un juicio de la autoridad, el conflicto sometido a su decisión.”2
Por lo mismo, a continuación se definen cada uno de estos conceptos para evitar
confundirlos con el proceso.
El expediente es la expresión material del proceso, un objeto físico, una cosa consistente
en un legajo de papeles o archivos electrónicos en que se registran los actos de un juicio.
La expresión autos es usada en múltiples sentidos por la ley: como sinónimo de proceso
en la acumulación de autos (art. 92 C.P.C.); como sinónimo de expediente (art. 161
C.P.C.) y como una especie de resolución Judicial (art. 158 C.P.C.).
2
Oral en lo Penal en el Título III del Libro II del Código Procesal Penal, etc.
2) Concepto de procedimiento.
Por ello, el proceso denota una idea de unidad, mientras que el procedimiento denota la
idea de diversidad.
El procedimiento está al servicio del proceso. Sin procedimiento el proceso sería sólo
una idea. Con el procedimiento el proceso es una realidad.3
a) Procedimientos civiles
Los procedimientos civiles, en el lato sentido de la palabra, son los que se aplican a
toda materia que no es penal o criminal. Se entiende, por lo tanto, como
procedimiento civil, el propiamente tal y el comercial, el de minas, trabajo, etc.
• De cognición o conocimiento.
• De ejecución.
3ROJAS, Nelson, El Proceso: Desarrollo, Naturaleza Jurídica y Fines, Apuntes de Cátedra de Mario
Mosquera Ruiz.
3
i) Procedimiento de cognición
b) Procedimientos penales
Los delitos de acción penal privada son aquellos cuya sanción no puede obtenerse sin
que el ofendido o las personas señaladas por la ley requieran la intervención de la
justicia, comenzando siempre la actuación jurisdiccional respecto de estos delitos por
querella.
Los delitos de acción penal pública son aquellos en que la violación de la ley interesa
a toda la comunidad y en que no es necesario el requerimiento del afectado para que
se inicie y continúe. Más aún, si el afectado no requiere que continúe o comience,
puede iniciarse por otros medios. Dichos medios en Chile son varios:
Aparte de los delitos de acción privada y pública, en Chile existe una tercera
categoría: los delitos de acción penal mixta o acción penal pública previa instancia
particular, los que en su naturaleza presentan las particularidades de los delitos de
acción penal pública, pero se asemejan a los de acción penal privada por requerirse
un requerimiento del ofendido para el inicio del procedimiento. En los delitos de
acción penal mixta, el procedimiento nace por requerimiento de la parte que la ley
4
establece, a lo menos a través de una denuncia, con lo cual se asemeja a los de acción
penal privada; pero una vez que se efectúa tal requerimiento, se considera como un
delito de acción pública para su tramitación posterior (Art. 54 CPP).
a) Procedimientos de cognición
De acuerdo con ello es que se ha señalado por Sentís Melendo que existen sentencias
declarativas de certeza, declarativas de constitución y declarativas de condena.
4ECHANDÍA, Devis, Teoría General del Proceso, Ed. Universidad, T. I, pp. 166-167.
5ENDERLE, Guillermo, La pretensión meramente declarativa, La Plata, Librería Editora Platense, 1992,
p. 41.
5
Su objetivo es establecer que una norma jurídica determinada es aplicable o
inaplicable a un caso concreto, persiguiéndose que no haya incertidumbre a su
respecto. Si el proceso es de esta clase el tribunal no crea en su sentencia una relación
jurídica nueva. Esta es preexistente, pero se discute en su alcance por una parte; y por
la otra, incluso, se discute su existencia.
Al respecto se nos ha explicado que “cuando el interesado solicita al juez que declare
la existencia o inexistencia de un derecho o relación jurídica, sin que se trate de
imponer al demandado ninguna responsabilidad, ni de alegar incumplimiento, nos
hallamos en presencia de un proceso declarativo puro, que busca la certeza jurídica
del derecho o la relación jurídica.
La sentencia dictada en un proceso declarativo produce cosa juzgada, pero dado que
en ella no se contiene la condena a prestación alguna respecto del demandado no
requiere, al igual que respecto de las dictadas en los procesos constitutivos, del
ejercicio de la acción de cosa juzgada para exigir su cumplimiento, puesto que ellas
satisfacen al actor con su sola dictación.
6ECHANDÍA, Devis, Teoría General del Proceso, Ed. Universidad, T. I, pp. 161-162.
7ENDERLE, Guillermo, La pretensión meramente declarativa, La Plata, Librería Editora Platense, 1992,
p. 40.
6
a) Cumple una misión propia del ejercicio de la jurisdicción: jurisdicere;
El procedimiento de condena “tiene lugar cuando una parte pretende frente a la otra
que esta reconozca la existencia de un derecho de la primera, quede obligada por él y
lo satisfaga, o que quede sujeta a las consecuencias del incumplimiento de una
obligación suya y se le imponga la consecuente responsabilidad. Es decir, cuando se
persigue que se imponga al demandado una condena cualquiera. Por ejemplo: se
pide que se declare un hecho ilícito o una obligación y la responsabilidad del
demandado. La condena del demandado va ligada, por lo tanto, a la declaración de
que el derecho del demandante existe como base de aquella.
Toda sentencia de condena sirve de título ejecutivo, pues no se concibe una que
imponga la prestación o sanción, sin que pueda hacerse cumplir. La ejecución es el
resultado necesario del incumplimiento de la prestación impuesta en la condena.”8
Son aquellos que tienen por objeto satisfacer la pretensión de la parte que ha
obtenido una sentencia de condena o que es titular de un derecho que permite
aplicarlo por constar en un título ejecutivo. En tales procedimiento se persigue la
8 ECHANDÍA, Devis, Teoría General del Proceso, Ed. Universidad, T. I, pp. 163-164.
7
plena satisfacción de lo establecido en la sentencia de condena o en la fuente de la
obligación que ha sido infringida.
Son aquellos en los cuales el actor pretende obtener del ejecutado que se le entregue
un objeto determinado de éste en pago de la obligación, que será una suma de dinero
en las obligaciones de género o de una especie o cuerpo cierto que no se encuentra en
poder del deudor; o del bien específico que se adeuda en caso de tratarse de una
obligación de especie o cuerpo cierto que se encuentra en poder del deudor.
Son aquellos en los cuales el actor pretende obtener del ejecutado que ejecute una
obra o se deshaga lo hecho indebidamente a su costa.
a) Procedimientos de cognición
Especial o extraordinario: Es aquél que sólo se aplica a los asuntos para los que ha
sido expresamente previsto (art. 2° C.P C.).
Sumarios: Son aquellos en que la acción deducida requiere de una tramitación rápida
para ser eficaz.
Según el artículo 680 del CPC, el llamado juicio sumario tiene una aplicación especial
en todos aquellos casos en que la ley lo hace aplicable especialmente y que se
encuentran enumerados en dicho precepto y, además, tiene una aplicación general
para todos los casos en que la acción (pretensión) deducida requiere, por su
naturaleza, de una tramitación rápida para que sea eficaz (como se indica en el inciso
primero de ese precepto).
8
Cautelares: Son aquellos en que se impetran medidas que aseguran el cumplimiento
de la sentencia que eventualmente le será favorable al demandante.
Carnelutti dice que el proceso cautelar constituye un proceso separado. Pero los
autores, en su mayoría, son contrarios a la tesis de Carnelutti. Por razones obvias, lo
que caracteriza a un proceso es su vigencia por sí solo. Sin embargo, en la
providencia cautelar no hay autonomía, pues el fin de éstas está subordinado
completamente al proceso (procedimiento) propiamente tal. Esto parece claro en la
legislación chilena, en que las medidas precautorias son accesorias al juicio principal
y se tramitan como incidentes.
b) Procedimientos de ejecución
Especiales: Los que se aplican para los asuntos para los que la ley los ha
especialmente previsto. Entre otros, pueden citarse en Chile los relacionados con las
prendas (especial, industrial, agraria) y otros establecidos en el propio Código de
Procedimiento Civil, como el cumplimiento de la sentencia en juicio de hacienda
(mediante decreto supremo) y el cumplimiento de sentencia en juicio de desahucio y
otros de arrendamiento (lanzamiento).
Incidental: Procedimiento ejecutivo que puede aplicarse ante el mismo tribunal que
dictó la sentencia en única o primera instancia, siempre que su aplicación se solicite
dentro de 1 año contado desde que la prestación contenida en el fallo se hizo exigible
(arts. 231 y sgtes. del C.P.C.).
Supletorios: Son los procedimientos ejecutivos que reciben aplicación en los casos en
que no hay medios compulsivos establecidos por la ley para cumplir la sentencia,
quedando entregados al criterio del tribunal, consistiendo principalmente en multas
y arrestos (art. 238 C.P.C.).
1) Generalidades
9
Se entiende por sistema procesal el conjunto de normas que regulan la
organización y actuación de los tribunales y de las partes para la resolución de un
conflicto.
Los sistemas procesales que existen actualmente en los distintos países del mundo
occidental reducirse a grandes rasgos al:
Las legislaciones procesales que configuran cada uno de estos sistemas son
totalmente distintas entre sí, pero existe un factor que sirve en doctrina para
caracterizar cada uno de los sistemas: los distintos principios formativos del
procedimiento.
Ello es natural, ya que los principios son mandatos de optimización. Como señala
Alexy “En tanto mandatos de optimización, los principios son normas que ordenan que
algo sea realizado en la mayor medida posible, de acuerdo con las posibilidades jurídicas y
fácticas. Esto significa que pueden ser satisfechos en grados diferentes y que la medida
ordenada de su satisfacción depende no sólo de las posibilidades fácticas sino jurídicas, que
están determinadas no sólo por reglas sino también, esencialmente, por los principios
opuestos. Esto último implica que los principios son susceptibles de ponderación y, además,
la necesitan. La ponderación es la forma de aplicación que caracteriza a los principios.”9- 10
9 ALEXY, Robert, El concepto y la validez del derecho, Barcelona, 2ª ed., Ed. Gedisa, 2004, p. 162. En el
mismo sentido, véase HARASIC Y., Davor, MATURANA M., Cristián y MARIN G., Juan Carlos,
Principios generales en el nuevo código procesal civil, En Revista de Derecho Procesal Nº 22, Santiago,
Ed. Legal Publishing, 2012, p. 197; y CERDA S., Rodrigo, Manual del sistema de justicia penal,
Santiago, 2ª ed., Ed. Librotecnia, 2009, Tomo I, pp. 27-29.
10 No obstante, parte importante de la doctrina procesal niega el carácter de principios de algunas
de estas normas, por ejemplo respecto de la oralidad, señalando que más bien constituyen reglas
técnicas o técnicas procesales, en cuanto constituyen opciones a disposición del legislador y no
imposiciones, al referirse meramente a la configuración externa del procedimiento. En este sentido,
PALOMO V., Diego, Apelación, doble instancia y proceso civil oral, En Reforma Procesal Civil, Santiago,
Ed. Legal Publishing, 2010, pp. 142-143; y PALOMO V., Diego, Las marcas del proceso oral y escrito
diseñado en el proyecto de nuevo CPC chileno, En Reforma Procesal Civil, Santiago, Ed. Legal
Publishing, 2010, pp. 111-112. También se funda el rechazo de la naturaleza de principio de normas
como la de la oralidad en que su infracción sólo implicaría una afectación a los principios a los
cuales sirve y no al sistema en su totalidad. En este sentido, CERDA S., Rodrigo, op. cit. Tomo I, pp.
35-36.
10
preeminente frente a otro principio contrapuesto. 11 Así lo destaca la doctrina: “Se
debe tener presente que la elección de un determinado principio del procedimiento implica
su aplicación predominante mas no exclusiva, salvo casos excepcionales”. 12
Así, por ejemplo, que el procedimiento sea oral no implica que todas las
actuaciones del proceso deban ser necesariamente verbales, sino sólo que sean
predominantemente orales, en especial en la etapa de prueba. Por ello, se admite
que los escritos de discusión en los nuevos procesos orales se formulen por escrito
así como los recursos respecto de resoluciones pronunciadas fuera de audiencias.
Lo mismo sucede con la inmediación, por ejemplo, en el caso de pruebas que
necesariamente deben rendirse por exhortos en que resulta imposible o
extremadamente difícil el contacto directo del juez con la prueba.
11 HARASIC Y., Davor, MATURANA M., Cristián y MARIN G., Juan Carlos, op. cit., p. 195.
12 NÚÑEZ A., René y CORTÉS R., Mauricio, Derecho procesal de familia, Santiago, Ed. Legal
Publishing, 2012, pp. 82-83.
13 Loc. Cit.
14 PALOMO V., Diego, En Reforma Procesal Civil, Santiago, Ed. Legal Publishing, 2010, pp. 463-464.
15 HARASIC Y., Davor, MATURANA M., Cristián y MARIN G., Juan Carlos, op. cit., p. 235.
16 Ibíd., pp.239-240.
17 JARA C., Eduardo, Derecho procesal de familia, Santiago, Ed. Jurídica de Chile, 2011, pp. 14-15.
11
Los principios formativos del procedimiento se aplican tanto en el procedimiento
civil como en el penal, pero con distintos matices dada la diversidad de cada grupo
de normas procesales y materias abarcadas por ellas.
Por ello se dice que entre los procedimientos penales y civiles existe una relación de
unidad, pero teniendo en cuenta la diversidad de objetivos que a través de ellos se
persiguen.
Asimismo, al ser estas normas orientadoras del sistema en general, resulta que
ellas sirven para integrar las lagunas jurídicas que pueden identificarse.
La relevancia de estos principios llega a tal nivel que incluso se establecen algunos
como requisitos de validez del procedimiento. Así, por ejemplo, en resguardo de la
inmediación, se sanciona expresamente con la nulidad procesal la delegación de
funciones judiciales en los procesos penales, laborales y de familia.19 Asimismo, la
infracción a los principios de inmediación, concentración, continuidad, publicidad
y libre valoración conforme a las reglas de la sana crítica se consagra en el artículo
374 letras b), d) y e) del Código Procesal Penal y en el artículo 478 letras b) y d) del
Código del Trabajo como un motivo del recurso de nulidad en el proceso penal y
laboral respectivamente.
Los principales principios formativos del procedimiento que pueden caracterizar los
18 BAEZA C., Gloria y PÉREZ C., Jaime, Los nuevos tribunales de familia, Santiago, Ed. Lexis Nexis,
2005, p. 30. En el mismo sentido, BORDALÍ S., Andrés, CORTEZ M., Gonzalo y PALOMO V., Diego,
Proceso civil: el juicio ordinario de mayor cuantía, Santiago, Ed. Legal Publishing, 2013, p. 48.
19 Así se constata en los artículos 35 del Código Procesal Penal, 427 del Código del Trabajo, 12 de la
12
distintos sistemas procesales son los siguientes:
iv) Preclusión.
vi) Concentración.
vii) Continuidad.
x) Probidad.
xi) Protección.
a) Principio dispositivo
Las partes son las que poseen el pleno dominio de sus derechos materiales y
procesales involucrados en la causa, reconociéndoles la plena libertad en el ejercicio o
no de sus derechos, la delimitación del conflicto que se somete a la decisión del
tribunal, el avance del procedimiento y el aporte de las pruebas que van a servir de
base al tribunal para resolver el conflicto.20
20 La aplicación de este principio es básico para determinar el modelo procesal. El modelo procesal
“adversarial” surge a partir de una contienda o disputa: se desarrolla como el compromiso de dos
adversarios ante un juez relativamente pasivo, cuyo deber primordial es dictar un veredicto. El
modo no-adversarial está estructurado como investigación oficial. Bajo el primer sistema dos
adversarios se hacen cargo de la acción judicial; bajo el segundo, la mayor parte de las acciones son
llevadas a cabo por los funcionarios encargados de administrar justicia. DAMASKA, Mirjan R., Las
13
Como consecuencia de ello, por regla general, nadie puede ser obligado en el proceso
civil a demandar, al demandado nadie puede obligarlo a defenderse, y finalmente, el
tribunal no puede hacer valer una pretensión para generar un proceso entre las
partes.
Son las partes quienes determinan las pretensiones y excepciones que delimitan el
conflicto que debe ser resuelto por los tribunales, sin que tales puedan extenderse a
puntos que no hayan sido expresamente sometidos a su juicio por las partes, ni
conceder más de lo pedido por ellas.
Por otro lado, las partes pueden disponer de las pretensiones ejercidas en el proceso,
poniéndole término al mismo mediante actos de disposición como el desistimiento, la
transacción, la conciliación y el avenimiento.
• “Nemo iudex sine actore”: Donde no hay demandante, no hay juez. El juez no
existe como tal si un sujeto no pide el ejercicio de su actividad específica.
• “Ne eat iudex ultra/extra petita partium”: el juez debe juzgar conforme a lo
que se pide y sólo sobre lo que se pide.
i) Principio dispositivo propiamente tal: es aquel que implica que las partes tienen
el pleno dominio de sus derechos materiales y procesales involucrados en la causa y
reconoce su potestad de libre decisión respecto del ejercicio o no ejercicio de estos
derechos. El dueño de un derecho no puede ser obligado a perseguirlo en juicio:
Nemo invitus agere cogatur. El ejercicio del derecho por acción queda librado al
albedrío del actor. Del mismo modo, también al demandado corresponde resolver si
quiere formular o no una defensa total o parcial.
ii) Principio de presentación por las partes o de aportación de parte: es aquel que
caras de la Justicia y el Poder del Estado. Análisis comparado del proceso legal, Ed. Jurídica de Chile, 2000,
p. 13.
14
reconoce a éstas la facultad “de determinar el alcance y contenido de la disputa
judicial” o, invirtiendo los términos, determina que “él queda limitado a la
consideración de lo que los litigantes han planeado”.
Las partes presentan al tribunal el material que deseen sea utilizado para la
averiguación del verdadero contenido de la relación existente entre ellas y cuya
selección queda entregada a su propio arbitrio. El tribunal, por su parte, espera
pasivamente la presentación de dicho material, interviniendo únicamente en lo
necesario para asegurar que las actividades procesales de los litigantes se
desenvuelvan sobre la base de métodos ordenados, sin exceder los límites
establecidos por la ley. El procedimiento adquiere así la forma de una controversia
de las partes, permitida y supervisada por el tribunal.
El proceso civil se basa en que sólo las partes pueden aportar los hechos que fijan
la causa de pedir del proceso civil. La parte es así la única que puede decidir si
acude al proceso (por el ejercicio del derecho de acción) y la única que decide los
términos de la pretensión que ejercita (elemento determinante de esa pretensión es
lo que pide y el porqué lo pide y ese por qué han de ser los hechos, los que sólo
puede aportarlos la parte). El juez no puede tener nunca la facultad de aportar
hechos al proceso para determinar la causa de pedir de la petición (ni la causa de
pedir de la excepción), y tampoco podrá apartarse de esa causa de pedir a la hora
de estimar o desestimar la pretensión (o excepción).21
Los hechos no afirmados por una de las partes al menos no existen, y los hechos
afirmados por las dos partes, o afirmados por una y admitidos por la otra,
existen.23-24
21 MONTERO AROCA, Juan, Proceso y Garantía, Valencia, Ed. Tirant Lo Blanch, 2006, p. 75.
22 MONTERO AROCA, Juan, Proceso y Garantía, Valencia, Ed. Tirant Lo Blanch, 2006, p. 76.
23 MONTERO AROCA, Juan, Proceso y Garantía, Valencia, Ed. Tirant Lo Blanch, 2006, p. 77.
24 Véase arts. 249 y 262 PNCPC
15
debate en la doctrina.
La divergencia surge por parte de quienes sustentan una postura liberal, según la
cual el juez no debe disponer de la facultad de ordenar la realización de un medio
de prueba si no ha sido propuesto por alguna de las partes, pues de este modo se
estaría afectando la existencia de los derechos subjetivos reconocidos en la norma
material.26-27
Las razones esgrimidas por los sustentadores de la postura liberal por las que no
debe admitirse que un juez posea facultades probatorias son las siguientes:
25 Los antiguos brocardos iura novit curia y da mihi factum dabo tibi ius ponen de manifiesto el deber y
facultad del juez, primero de conocer el derecho, y, segundo, de aplicar en el caso concreto que
juzga la norma adecuada. Esta facultad y deber no esta sujeta a discusión doctrinal. Las normas
existen o no independientemente de que las partes las aduzcan y la conformidad entre ellas no
puede crearlas. Montero Aroca, Juan. Proceso y Garantía. Pag.77. Tirant Lo Blanch. Valencia 2006.
La máxima de aportación se ciñe a los hechos, nunca al derecho o calificación jurídica, que en virtud
del principio de la sustentación corresponde siempre al órgano jurisdiccional (da mihi factum, dabo
tibi ius)
26 MONTERO AROCA, Juan, Proceso y Garantía, Valencia, Ed. Tirant Lo Blanch, 2006, p. 73.
27 Señala Taruffo respecto del tema que “tradicionalmente, pero también hoy en día, el tema del rol
activo del tribunal y el rol de las partes ha sido considerado mediante la bien conocida distinción
entre los modelos de litigación civil adversarial e inquisitivo. Mi opinión es que esta distinción es
equivocada e inductiva a errores: por lo tanto debiera ser dejada de lado. Dicha distinción es
descriptivamente falsa debido a que ya no existen modelos adversariales “puros” de litigación civil:
todos los modernos sistemas procedimentales (incluyendo el inglés después de 1999 y el de Estados
Unidos, pero también el de Alemania, el de Francia, el de España, el de Italia y el de China) proveen
a los tribunales con un rol de gestión, usualmente fuerte, invistiendo al juez con poderes relevantes
para recabar pruebas de su propia iniciativa. Por otra parte, si “ adversarial” significa que las partes
tienen el derecho a incoar el caso, a determinar el objeto de la litis, y a desarrollar sus propias
defensas presentando toda la prueba disponible, entonces todos los sistemas modernos son, en ese
sentido, adversariales, a pesar de que usen diferentes medios técnicos para concretar los derechos
procesales de las partes. Más aún, si “inquisitivo” significa, como el origen y la historia del término
sugieren, un procedimiento en el cual todos los poderes están en manos del tribunal y las partes no
tienen ninguna oportunidad de ser oídas, entonces ningún sistema moderno de litigación civil
podría ser apropiadamente definido como inquisitivo. La distinción también es equívoca a causa de
que, muy frecuentemente, se la usa como un arma ideológica en vez de cómo un medio de
descripción. En otros términos, se usa con el ánimo de apoyar la creencia de que un sistema
adversarial es bueno en sí mismo, porque se corresponde con la ideología liberal clásica de la
sociedad, y también con la idea de la justicia civil, siendo una estructura basada en la libre
competencia entre individuos particulares ante un juez “arbitral” y pasivo. En el sentido opuesto,
cualquier sistema inquisitivo se presenta como intrínsecamente malo y, en consecuencia, merecedor
de rechazo porque le otorga al tribunal, es decir, al Estado, la posibilidad de interferir en el arreglo
privado de las disputas, en tanto esos conflictos debieran ser dejados a la dinámica de la iniciativa
individual y privada. En mi opinión, estas razones son más que suficientes para abandonar la
distinción entre los modelos de procesos civil adversariales e inquisitivos. Por ello, no la usaré en lo
sucesivo.” TARUFFO, Michele, La Prueba. Artículos y Conferencias. Investigación judicial y producción
de prueba por las partes, Santiago, Ed. Metropolitana, 2009, pp. 74-75.
16
• El otorgamiento de facultades al juez civil no es armónico con la disminución
de los poderes del juez penal.
• Las pruebas decretadas por el juez no pueden tener como finalidad más que
dar o negar fundamento a las demandas, excepciones o defensas propuestas por
alguna de las partes, por lo que indefectiblemente estaríamos ante un acto de parte.
Nadie discute que la afirmación de los hechos debe seguir siendo siempre un acto
de parte, porque ellos son los que integran una pretensión disponible para las
partes, pero se sostiene por algunos que siguiendo la doctrina de los europeos
luego de la primera guerra mundial y apartándose de la concepción de los
postulados liberales, debe concedérsele al organo jurisdiccional facultades para
ordenar la prueba, aunque las partes no la hayan propuesto.
iii) Principio de impulso procesal de las partes: es aquel por el cual se reconoce a las
partes (en procedat iudex ex officio) la facultad de velar por el avance del
procedimiento mediante el emplazamiento, producción de prueba, etc.
Con arreglo a este principio, las partes ejercen tal dominio sobre la demanda
formulada que la continuación y terminación del juicio depende de sus sucesivas
solicitudes. En consecuencia, los órganos jurisdiccionales sólo entran en acción en
virtud de un pedido y vuelven a caer en la inactividad tan pronto como se haya
ejecutado la medida particular solicitada. De ahí también se infiere que la
inactividad de las partes lleve consigo la del juez, causando la paralización del
juicio.
b) Principio inquisitivo
17
Concebido el principio inquisitivo en términos amplios, se pueden entender
comprendidos en él los principios de investigación judicial e impulso procesal del
tribunal, los que no pasarían a ser más que aspectos de éste.
28 La publicización del Derecho Procesal consiste en la idea o principio de que el Derecho Procesal
es un derecho público, aunque sea un instrumento de tutela de derechos privados. CAPPELLETTI,
Mauro, El proceso civil en el derecho comparado, Perú, Ara Editores, 2006, p. 53.
29 Véase art 1818 N°s 4 y 5 PNCPC
18
persecución ordenada del derecho mediante la dirección del proceso y el
conocimiento por parte del juez.
• El proceso como institución pública debe ser veraz, legal y justo, debiendo
poseer el juez poderes para acercarse a la verdad, puesto que nadie puede alegar un
derecho o ocultar al juez o engañar al juez con pruebas aparentes u omisiones de
otras. La jurisdicción es una función destinada a hacer justicia mediante una
actuación del derecho objetivo en forma igualitaria y tutelar los derechos
fundamentales y no una función concebida en beneficio de los particulares destinada
a resolver los conflictos que pudieran suscitarse entre ellos.
• El poder del juez será tanto mayor cuanto más contenido tenga el objetivo de
justicia que se intenta conseguir en la forma más rápida y eficaz.
• El juez debe buscar en el proceso la verdad objetiva para poder dictar un fallo
justo, por lo que no puede ser negligente en su labor, debiendo ejercer los poderes
que la ley le otorga, con la prudencia necesaria para no lesionar las garantías de
defensa ni los valores superiores.
• La sola actividad de las partes es insuficiente para alcanzar la verdad, por ello
se proveen al tribunal un rol activo en la clarificación y en la definición apropiada de
las materias de hecho y en la presentación de prueba
30WITHEHEAD, R. citado por Bodin. CAPPELLETTI, Mauro, El proceso civil en el derecho comparado,
Perú, Ara Editores, 2006, p. 76.
19
negar hechos (alegados por el adversario) que sepa que son verdaderos. 31
o Al decretar la prueba no sabe a quien favorece, puesto que ello solo se conoce
luego de la rendición de la prueba;
o La situación consistente en que el juez puede dar mayor valor a las pruebas
decretadas por él se limita con la motivación de la sentencia, los recursos
jurisdiccionales y una limitada iniciativa probatoria.
Por ello se ha señalado que aún cuando el juez puede disponer de oficio un medio
de prueba, no lo puede hacer más que con el objeto de indagar si hechos
espontáneamente y libremente alegados por las partes son verdaderos. No puede,
en cambio, disponer de oficio de medios de prueba al objeto de descubrir hechos
jurídicos diversos a los alegados por las partes. No puede, por ejemplo, llevar a
cabo de oficio investigaciones al objeto de descubrir si un derecho del actor ha
prescrito, a menos que la prescripción haya sido hecha valer espontáneamente por
el demandado.32
Es así, como nos indica Taruffo que “en el ámbito del proceso civil se tiende a
pensar que la implementación completa de las garantías de defensa no excluye en
absoluto la posibilidad de atribuir al juez poderes incluso tan amplios como el de
disponer de oficio la práctica de pruebas no solicitadas por las partes, cuando sea
necesario para comprobar la verdad de los hechos. En los procesos civiles
modernos hay ejemplos interesantes de esto: el modelo en ciertos aspectos más
31 CAPPELLETTI, Mauro, El proceso civil en el derecho comparado, Perú, Ara Editores, 2006, p. 85.
32 CAPPELLETTI, Mauro, El proceso civil en el derecho comparado, Perú, Ara Editores, 2006, p. 84.
20
coherente es el del code de procédure civile francés, cuyo artículo 10 prevé un poder
general del juez de disponer de oficio la práctica de pruebas no aportadas por las
partes, mientras que el artículo 16 prevé la aplicación del principio de
contradicción entre las partes en todos los aspectos relevantes de la decisión. Por
otra parte, en muchos otros ordenamientos, como por ejemplo en Italia, Alemania e
incluso en Estados Unidos se atribuye al juez diversos poderes autónomos de
iniciativa instructora. Existe, por tanto, una tendencia difusa a pensar que un papel
activo del juez en la adquisición de la prueba, e esencial para la averiguación de la
verdad de los hechos en el proceso civil.”33
“En los sistemas en los cuales el juez no tiene poderes de instrucción autónomos y
la aportación de las pruebas es obra exclusivamente de las partes, se corre el riesgo
de que las pruebas presentadas por las partes no sean todas aquellas que serían
útiles para la determinación de la verdad de los hechos. En un sistema orientado a
la búsqueda de la verdad, un riesgo de este tipo ha de valorarse negativamente, y
en realidad, se recurre al remedio proporcionado por los poderes de instrucción
del juez.”34
iii) Principio del impulso procesal judicial, es aquel en virtud del cual incumbe
al tribunal cuidar del avance del procedimiento.
Bajo el régimen del principio del impulso judicial del proceso, el tribunal, con la
instauración del pleito o, en ciertos casos especiales, con la formulación de la
solicitud, recibe por parte del litigante peticionario el deber y también el derecho
de ejecutar no sólo los respectivos actos procesales pedidos, sino de hacer, en
general, todo cuanto resulte necesario para hacer avanzar el procedimiento y
juzgar.
Así, el impulso procesal de oficio es aquel principio que ordena que sea el tribunal
quien haga avanzar el procedimiento a través de cada una de sus etapas. Atendida
la existencia de un interés público en la tramitación de los procedimientos y la
pronta resolución de los conflictos, este principio ordena que sea el tribunal quien
haga avanzar el procedimiento, aunque no lo hagan las partes. Las partes son
titulares de las pretensiones deducidas en el proceso, pero no son dueñas del
procedimiento, razón por la que no existen problemas jurídicos en entregar el
impulso procesal al juzgador.
Al respecto la doctrina señala que “La dirección formal del proceso atiende a quien
asumirá en el mismo las facultades de controlar la regularidad formal o técnica de los actos
procesales y de impulsar el procedimiento para que este se desarrolle pasando de una fase a
otra. (…) La doctrina ha estimado que no hay obstáculo alguno en aumentar las facultades
Manuel, Oralidad y Escritura en un proceso civil eficiente, Valencia, Eds.Universitat, 2008, Tomo I,
p. 393
21
procesales (y de ahí que nadie se oponga a convertir el tradicional impulso de parte en
impulso de oficio) y con ello puede entenderse que se prima el interés público sobre el
privado.”36
Las ventajas de este principio de impulso procesal de oficio es que permite una
mayor celeridad en la tramitación de los procedimientos, de manera de lograr una
pronta resolución de los conflictos y evitar el atochamiento de los tribunales por la
desidia de las partes en la tramitación de sus procesos.
Dentro del procedimiento civil rige casi sin contrapeso el principio dispositivo,
y sus derivados de presentación de partes e impulso procesal de partes.
Las partes son las que deben velar por el impulso del procedimiento, acusando
las correspondientes rebeldías respecto de actuaciones no realizadas dentro de
36 HARASIC Y., Davor, MATURANA M., Cristián y MARIN G., Juan Carlos, op. cit., pp. 216-217.
37 PALOMO V., Diego, Reforma del proceso civil chileno, op. cit., p. 459.
38 El artículo 13 de la Ley de Tribunales de Familia establece que “Promovido el proceso y en cualquier
estado del mismo, el juez deberá adoptar de oficio todas las medidas necesarias para llevarlo a término con la
mayor celeridad. Este principio deberá observarse especialmente respecto de medidas destinadas a otorgar
protección a los niños, niñas y adolescentes y a las víctimas de violencia intrafamiliar. Asimismo, el juez
deberá dar curso progresivo al procedimiento, salvando los errores formales y omisiones susceptibles de ser
subsanados, pudiendo también solicitar a las partes los antecedentes necesarios para la debida tramitación y
fallo de la causa.” Tan fuerte es este principio en el derecho de familia que incluso se faculta al
tribunales para dictar medidas cautelares y pruebas de oficio38, conforme se establece expresamente
en los artículos 22 y 29 de la Ley de Tribunales de Familia.
39 En materia laboral, el Código del Trabajo recoge este principio en su artículo 429, el que establece
que “El tribunal, una vez reclamada su intervención en forma legal, actuará de oficio. Decretará las pruebas
que estime necesarias, aun cuando no las hayan ofrecido las partes y rechazará mediante resolución fundada
aquellas que considere inconducentes. De esta resolución se podrá deducir recurso de reposición en la misma
audiencia. Adoptará, asimismo, las medidas tendientes a evitar la paralización del proceso y su prolongación
indebida y, en consecuencia, no será aplicable el abandono del procedimiento. El tribunal corregirá de oficio
los errores que observe en la tramitación del juicio y adoptará las medidas que tiendan a evitar la nulidad del
procedimiento.” Destaca nuevamente que se faculta al juzgador para decretar prueba de oficio.
40 Véase art. 3 PNCPC
22
los plazos judiciales;41 las pruebas se rinden dentro del procedimiento sólo a
iniciativa de parte (por regla general); y el juez debe fallar la causa sometiéndose
a lo que las partes le hubieren pedido durante la tramitación del proceso so pena
de incurrir en ultra petita (Art. 768 Nº 4 en relación con los Arts. 160 y 692
Código Procedimiento Civil).
• La facultad de casar en la forma de oficio una sentencia (Art. 776 del CPC)
y de casar en el fondo de oficio una sentencia (Art. 785 del CPC).
23
persecución penal de un hecho que no comprometiere gravemente el interés
público (art. 170 NCPP); la facultad de solicitar el sobreseimiento definitivo o
temporal de la causa (art. 248 a) NCPP) y la facultad de comunicar su decisión
de no perseverar en el procedimiento por no haberse reunido durante la
investigación los antecedentes suficientes para fundar una acusación (art. 248 c)
NCPP).
• El juez de garantía debe de oficio adoptar las medidas necesarias para que
el imputado pueda encontrarse en condiciones de ejercer los derechos que le
otorgan las garantías judiciales consagradas en la Constitución, las leyes y los
tratados internacionales ratificados por Chile (art. 10 NCPP);
24
para el cierre de la investigación por parte del Fiscal, oyendo previamente al
Ministerio Público (art. 234 NCPP);
Las partes son a quienes la ley reconoce la facultad de rendir dentro del proceso las
diversas pruebas que estimen pertinentes para acreditar las pretensiones,
oposiciones a la pretensión, contrapretensiones, excepciones y defensas que
hubieren hecho valer dentro de él.
Los documentos deben ser acompañados al proceso por las partes (Art. 342 y 346
Código de Procedimiento Civil), la confesión provocada existirá sólo en el evento
que ella sea solicitada por las partes (Art. 385 Código de Procedimiento Civil), el
informe de peritos e inspección personal se pueden originar como medios de
prueba a petición de parte (artículos 412-406 Código de Procedimiento Civil) y la
prueba testimonial podrá rendirse en el evento que las partes hubieren presentado
la lista de testigos en la oportunidad que señala el legislador (Art. 320-372 Código
de Procedimiento Civil).
Dichas pruebas pueden solicitarse por las partes dentro del término probatorio del
juicio ordinario, pero este sólo es fatal para la rendición de la prueba testimonial
(Art. 340 Código Procedimiento Civil), sin perjuicio de existir normas distintas
sobre oportunidades probatorias en otros procedimientos. Respecto de los otros
25
medios de prueba, se establece perentoriamente que dentro del término probatorio
deberán las partes solicitar toda diligencia de prueba que no hubieren pedido con
anterioridad a su iniciación. (Art. 327 inc. 1º del Código de Procedimiento Civil).
Nuestro legislador faculta a los tribunales para ordenar de oficio, durante el curso del
proceso, los medios de prueba de informe de peritos (Art. 412 Código de
Procedimiento Civil) e inspección personal del tribunal (Art. 406 Código de
Procedimiento Civil).
El tribunal se encuentra facultado, dentro del procedimiento civil, para que una
vez que el proceso se encuentre en estado de dictarse sentencia, decrete de oficio
alguna de las medidas para mejor resolver que contempla en forma taxativa el
artículo 159 del Código de Procedimiento Civil.
El inciso primero del artículo 159 del Código de Procedimiento Civil establece
ahora categóricamente, acotando el ejercicio de esta facultad por parte de los
tribunales, que las medidas para mejor resolver se podrán decretar de oficio sólo
dentro del plazo para dictar sentencia. Las que se dictan fuera de ese plazo se
tendrán por no decretadas.
Debemos hacer presente que, como medida para mejor resolver, el tribunal puede
generar dentro del proceso como medio de prueba todos aquellos contemplados en
la Ley, menos la prueba testimonial.
26
el artículo otorga a las partes para efectuar las observaciones que el examen de la
prueba les sugiera, hayan o no presentado escritos y existan o no presentado escritos
y existan o no diligencias pendientes.
Esta clausura del debate y de la prueba se hizo extensiva a todos los procedimientos
civiles que contempla el Código de Procedimiento Civil (Arts. 469 Juicio Ejecutivo;
561 querellas posesorias de amparo, restitución y restablecimiento; 569 denuncia de
obra nueva; 571 denuncia de obra ruinosa; 593 desahucio contrato de arrendamiento;
610 terminación inmediata de contrato de arrendamiento; 685 juicio sumario; 698 Nº
5 juicio menor cuantía; y 715 y 722 mínima cuantía).
En lo que es la determinación del objeto o tema de prueba del juicio oral, que se
determina en el auto de apertura de juicio oral que debe dictar el juez de garantía,
luego de realizada la audiencia de preparación del juicio oral (art. 277 NCPP),
puede recibir aplicación el principio inquisitivo en cuanto el juez de garantía:
• Debe excluir de la prueba que se debe rendir en el juicio oral y que hubiere
sido ofrecida por las partes, aquellas que fueren impertinentes, recayeren sobre
hechos públicos y notorios, tuvieren un carácter puramente dilatorio y aquellas
que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas o
hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales (art. 276
NCPP).
27
• Debe indicar los hechos que se dieren por acreditados en virtud de
convenciones probatorias y la prueba ofrecida por las partes que debe ser rendida
en el juicio oral (art. 277 letras d) y e) NCPP).
Por otra parte, rige el principio inquisitivo en lo que dice relación con la
determinación de las pruebas que han de rendirse en el juicio oral, y con las
exclusiones de ellas, control que debe efectuar de oficio el juez de garantía al
término de la audiencia de preparación del juicio oral (art. 277 NCPP).
a) Bilateralidad de la audiencia
42 Sobre el carácter excepcional de esta medida cabe resaltar lo señalado en el Segundo Informe de
la Comisión de constitución, Legislación y Justicia del Senado, al indicarnos que “eliminamos la
inspección personal del tribunal, porque no nos pareció consistente con el nuevo procedimiento
penal. Esta diligencia, de enorme importancia en el sistema vigente, en el cual el juez investiga y
juzga, pierde razón de ser en el nuevo Código, en que sólo juzga, sobre la base de las pruebas que le
presenten el acusador y el defensor. Son estos los que tienen la carga de ofrecer al tribunal todos
aquellos medios de convicción que, apreciándolos libremente pero con sujeción a los márgenes
legales, obren a favor de su posición, con la particularidad de que, si el acusador no logra que se
forme suficiente convicción de culpabilidad, el tribunal deberá absolver. Sin perjuicio de lo
señalado, la Comisión no quiso excluir la posibilidad de que, en alguna ocasión, fuere útil para el
tribunal de juicio oral constituirse en algún lugar para reconocerlo, durante la audiencia, y así lo
contempló en forma expresa.”
28
Sin embargo, esta norma de derecho natural no puede concretarse en su aplicación
en forma tan pura en el Derecho Procesal.
Finalmente, debería tener presente, según nos señala con agudeza el autor
argentino Peirano, que la igualdad ínsita en el principio, no es de índole aritmética;
es perfectamente posible que la trama del proceso incluya algunas pequeñas
desigualdades motivadas por necesidades técnicas y un desnivel de poca entidad,
sin que por ello se viole la esencia del contradictorio.
Como señala Couture, las consecuencias más importantes de este principio son las
siguientes:
ii) La comunicación debe hacerse con las formas requeridas en la ley bajo la pena
de nulidad. Todo quebrantamiento en las formas del emplazamiento entraña el
riesgo que el demandado no se haya enterado efectivamente de la demanda;
29
iv) Las pruebas deben ser comunicadas al adversario para que tenga conocimiento
de ello antes de su producción;
vi) Toda petición incidental que se formule, ya sea durante el debate, ya sea
durante la prueba, debe sustanciarse con audiencia del adversario, salvo disposición
en contrario;
b) Unilateralidad de la audiencia
Los actos realizados ante los tribunales son válidos no obstante que las partes o una
de ellas no han tenido conocimiento ni acceso a la realización de esas actuaciones.
30
En la actualidad, es posible sostener que el principio de bilateralidad de la
audiencia tiene un reconocimiento con rango constitucional en nuestra Carta
Fundamental.
El debido proceso legal fue desarrollado por don José Bernales Pereira en las
sesiones 100 y 103, de 9 y 16 de Enero de 1975, ante la Comisión de Estudios
sobre nuestra Constitución. En dicha exposición se precisó que el
establecimiento de este precepto significaba consagrar en la Constitución los
principios formativos del proceso y del procedimiento, que son también de
derecho básico (de derecho natural), los que serían la imparcialidad del tribunal,
la jurisdicción y la competencia. Enseguida, se expuso el principio que don
Rafael Fernández Concha, en su tratado de derecho natural, llama de disertación,
o sea, la posibilidad de que una persona pueda oponerse a la pretensión
contraria; también conocido como el principio de contradicción o el principio de
bilateralidad de la audiencia.
31
Un caso que podemos citar como aplicación clara del principio de unilateralidad
de la audiencia en materia civil se encuentra consagrado en el artículo 289 del
Código de Procedimiento Civil, que posibilita la realización de las medidas
prejudiciales sin audiencia de la persona contra quien se piden, si la ley no exige
expresamente su intervención.
En la audiencia de preparación del juicio oral que se lleva a cabo ante el juez de
garantía y en el juicio oral que se debe llevar a cabo ante el tribunal oral en lo
penal rigen sin contrapeso el principio de la bilateralidad de la audiencia,
contemplándose la notificación previa para la asistencia del fiscal, del imputado
y de todos los intervinientes a la audiencia de preparación del juicio oral (arts.
260 y 269 NCPP) y al juicio oral mismo(arts. 281, 284, 285, 286 y 288 NCPP),
32
teniendo derecho a intervenir dentro de ellas todos los intervinientes del proceso
penal en la forma prevista por la ley.
El Art. 795 del Código Procedimiento Civil establece que son trámites o diligencias
esenciales, cuya omisión o alteración posibilita la interposición del recurso de
casación en la forma en contra de la sentencia, los siguientes: el recibimiento de la
causa a prueba cuando proceda con arreglo a la ley; y la citación para alguna
diligencia de prueba.
o Prueba documental:
Si una parte desea rendir prueba documental, debe acompañar los instrumentos al
expediente y el tribunal deberá dictar una resolución para ese efecto, lo que
necesariamente se notificará a las partes.
33
acompañado bajo el apercibimiento contemplado en el Art. 346 Nº 3 del Código de
Procedimiento Civil. Si es privado emanado de terceros, lo será con citación.
o Absolución de posiciones
Si dicha notificación no se practica las veces que la ley prevé, no jugarán los
apercibimientos o sanciones que contempla el artículo 394 del Código
Procedimiento Civil.
o Prueba testimonial
Las listas de testigos presentadas por las partes deben tenerse por acompañadas al
proceso mediante una resolución del tribunal (Art. 372 Código Procedimiento
Civil).
Dicha resolución debe ser notificada a las partes para los efectos que tengan
conocimiento con la debida antelación de los testigos que van a declarar en la
causa.
Dicho conocimiento previo posibilita a las partes hacer valer respecto de los
testigos las tachas que se originen por las causas legales que motivan su falta de
capacidad o imparcialidad
− Fijación de la Audiencia
Para los efectos de rendirse prueba testimonial, es menester que el tribunal fije día
y hora para tal efecto y esa resolución sea notificada previamente a las partes (Art.
369 Código Procedimiento Civil).
− Tacha
En la audiencia, una parte puede hacer valer, antes que el testigo declare, una
tacha a su respecto por afectarlo una causal de inhabilidad.
− Repreguntas y contrainterrogaciones
34
El testigo es interrogado directamente por el “tribunal” al tenor de la minuta de
puntos de prueba presentadas por las partes (Art. 365 Código de Procedimiento
Civil).
Una vez que el testigo ha declarado en torno a la minuta, la parte que presenta al
testigo puede repreguntar, es decir, dirigirle al testigo las interrogaciones
tendientes a aclarar o complementar lo que éste ha declarado.
o Prueba pericial
En la inspección personal del tribunal, éste puede llevar a cabo esa diligencia
probatoria sólo cuando, con la debida anticipación, existe una resolución que fije
día y hora para practicarla, notificada previamente a las partes, aunque la
asistencia de éstas a la diligencia misma sea facultativa (Art. 403 C.P.C.).-
Respecto de la fase de investigación, que se dirige por parte del Ministerio Público,
ella no reviste un carácter jurisdiccional y por regla general no tienen valor
probatorio las diligencias que se practican dentro de ella.
En lo que dice relación con la actividad que se realiza ante el juez de garantía
durante la investigación, las actuaciones que se realizan ante él no tienen valor
probatorio. Excepcionalmente, nos encontraremos ante actuaciones realizadas ante
el juez de garantía que revisten valor probatorio en los casos de prueba anticipada
(arts. 191, 192 y 280 NCPP), rigiendo plenamente respecto de la rendición de ella el
principio de bilateralidad de la audiencia, en atención a que todos los
intervinientes del proceso tienen derecho a participar en la producción de esa
prueba con todas las facultades previstas para su participación en la audiencia de
juicio oral (arts. 191 inc. final y 192 inc. 3º NCPP), la que podrá incorporarse con
posterioridad al juicio oral (art. 331 NCPP).
35
Finalmente, en el juicio oral rige en plenitud la bilateralidad de la audiencia, dado
que el juicio oral sólo se puede celebrar en caso de contarse con la asistencia del
Ministerio Público (art. 284 NCPP), del acusado (art. 285 NCPP) y su defensor( art.
286 NCPP), previéndose expresamente la posibilidad de rendir su prueba e
intervenir respecto de la prueba que se presente la otra parte, especialmente en lo
que dice relación con el interrogatorio que pueden efectuar respecto de los testigos
y peritos que se presenten (arts. 309, 329 y 330 NCPP). Es más, podemos señalar
que la prueba se rinde dentro de éste por las partes y que el tribunal de juicio oral,
por regla general, actúa como un mero conductor de la audiencia del juicio oral,
siendo las partes soberanas para determinar el orden en el cual rendirán su prueba
(art. 328 NCPP), interviniendo el tribunal luego de haberse prestado esas
declaraciones con el fin de permitir la aclaración de los dichos por parte del
testigo.44
Este orden que sigue el proceso para arribar a la decisión del conflicto puede ser
establecido por la ley, el juez o las partes.
En virtud del principio del orden consecutivo legal es la ley la que se encarga de
establecer la secuencia de fases o etapas en que se desenvuelve el proceso. El
procedimiento, en otros términos, se encuentra preestablecido por la ley de manera
que toda persona puede saber anticipadamente la forma en que éste se desarrolla a
través de sus diversos trámites.
44Respecto de esta materia se ha señalado que pocos podrán estar dispuestos a negar que la toma
de pruebas en las salas de justicia de los EEUU sigue siendo claramente una empresa dominada por
las partes. Los poderes jurídicos de interrogatorio y especialmente aquellos de iniciativa en la toma
de pruebas sólo se usan como último recurso cuando fracasan las presentaciones dirigidas por las
partes; incluso entonces, estos poderes se utilizan con pies de plomo y dentro de límites estrechos.
DAMASKA, Mirjan R., Las caras de la Justicia y el Poder del Estado. Análisis comparado del proceso legal.
Pág 215.Editorial Jurídica de Chile. Abril 2.000.
36
En el principio del orden consecutivo convencional, la ley y el tribunal no
reglamentan ni establecen la secuencia o serie de fases o etapas en que se
desenvuelve el procedimiento, sino que se entrega a las partes la facultad de
determinar la forma en que éste se ha de desarrollar.
Dentro del procedimiento civil existe una clara aplicación del principio del
orden consecutivo legal, puesto que el legislador se ha encargado de establecer
las etapas de discusión, prueba y sentencia, perfectamente delimitadas y
reguladas, apreciándose en forma previa los diferentes escritos, resoluciones,
trámites y actuaciones que cada una de ellas comprende.
Sin embargo, en la etapa de investigación del nuevo proceso penal que realiza el
Fiscal también existe una aplicación del orden consecutivo legal, atendido a que
se regula con mucho mayor rigidez los casos en que se debe requerir la
autorización judicial previa para llevar a cabo las actuaciones que importen la
privación, restricción o perturbación de los derechos del imputado o un tercero
(art. 9 NCPP); se regula con carácter obligatorio la duración máxima del plazo
que debe tener la investigación desde su formalización, el que si no es cumplido
puede conllevar al sobreseimiento definitivo (art. 247 NCPP), y se acota a un
plazo de duración máximo el secreto de las actuaciones de investigación del
Fiscal respecto de los intervinientes, excluyendo expresamente de ese secreto a
determinadas diligencias (art. 182 NCPP).
Respecto de la audiencia de preparación del juicio oral y del juicio oral rige a
grandes rasgos el principio del orden consecutivo legal, puesto que el legislador
establece claramente las diversas actuaciones de discusión, prueba y fallo que los
conforman, fijando el orden y rangos de tiempo para iniciar cada etapa. No
obstante, también prima un orden consecutivo discrecional del juez y de los
intervinientes. Hay un orden consecutivo discrecional del juez en atención a que
el tribunal fija los horarios y números de audiencias y corresponde al juez
37
presidente del tribunal oral en lo penal dirigir el debate, ordenar la rendición de
pruebas, exigir el cumplimiento de las solemnidades legales y moderar la
discusión, pudiendo limitar el tiempo de uso de la palabra de las partes, fijando
límites máximos igualitarios (art. 292 NCPP). Por otro lado, hay un orden
consecutivo discrecional de las partes en atención a que a ellas corresponde
determinar el orden en que rendirán sus pruebas (art. 328 NCPP).
En el nuevo sistema procesal penal, se puede estimar como una aplicación del
orden consecutivo convencional las convenciones probatorias a las cuales
pueden llegar las partes en la audiencia de preparación del juicio oral, mediante
las cuales pueden dar por establecidos hechos a los cuales deberán estarse las
partes y el tribunal oral posteriormente durante el juicio oral (art 275 NCPP).
Como otras aplicaciones de este principio podrían considerarse la suspensión
condicional del procedimiento, los acuerdos reparatorios y el procedimiento
abreviado, puesto que todos ellos requieren un acuerdo con el imputado para
poder ser aplicables (arts. 237, 241 y 406 NCPP).
38
En los incidentes, se contempla la existencia de un término probatorio de 8 días. Se
discute si es fatal sólo para la prueba testimonial o para todos los medios de
prueba (Art. 90 Código Procedimiento Civil).
La prueba testimonial debe rendirse, además, dentro del término probatorio, el que
para estos efectos es fatal (Art. 340 CPC).
Los instrumentos podrán presentarse en cualquier estado de juicio hasta antes del
vencimiento del término probatorio en primera instancia y hasta la vista de la
causa en segunda (Art. 348 inc. 1º C.P.C.).
Respecto del informe de peritos establece que éste deberá aceptar el cargo, prestar
juramento, realizar un reconocimiento y emitir el informe sobre la materia respecto
de la cual se requiera su dictamen.
39
autorización previa del juez de garantía (arts. 9 y 236 del NCPP). En este caso,
utilizamos la expresión discrecional solo para poner énfasis en el criterio para
disponer que se lleven a efecto las diligencias, dado que claramente su origen es de
una parte del proceso y no de un órgano jurisdiccional.
Sin perjuicio de lo anterior, cabe tener presente que el artículo 186 del NCPP
establece que cualquier persona que se considerare afectada por una investigación
que no se hubiere formalizado judicialmente, podrá pedir al juez de garantía que le
ordene al fiscal informar acerca de los hechos que fueren objeto de ella e incluso
pedir al juez que fije un plazo para que se formalice la investigación, en cuyo caso
estaríamos ante un verdadero orden consecutivo discrecional en que es el juez el
que fija un plazo para llevar a cabo una actuación.
Sin embargo, existe una importante manifestación del orden consecutivo legal en
relación con la investigación formalizada, como es la determinación de la duración
máxima de ella a partir de la formalización.
Una vez formalizada la investigación y salvo que concurra alguna de las salidas
alternativas (como son los acuerdos reparatorios, la suspensión condicional del
procedimiento o el ejercicio del principio de oportunidad y salvo que se decrete la
procedencia de un juicio oral inmediato o de un procedimiento simplificado), el
Fiscal debe continuar la investigación hasta su cierre, lo que debe realizar dentro del
plazo de dos años. Este plazo de dos años o el menor que hubiere fijado el tribunal no
reviste el carácter de fatal, dado que su solo transcurso no extingue las facultades del
Fiscal para continuar la investigación. En efecto, transcurrido el plazo, el querellante
o el imputado pueden solicitar al juez que aperciba al Fiscal para que cierre la
investigación, debiendo citar a los intervinientes a una audiencia. Si el fiscal no
comparece a la audiencia o si compareciendo se negare a declarar cerrada la
investigación, el juez decretará el sobreseimiento de la causa (art. 247 inc. 3º NCPP).
Otra manifestación trascendente respecto del orden consecutivo legal dice relación
con la fijación de los plazos de duración máxima de la detención (arts. 129 y 131
NCPP) y de la revisión de oficio que debe hacerse respecto de la prisión preventiva y
de las otras medidas cautelares personales en caso que ellas hubieren alcanzado la
mitad de la pena privativa de la libertad que se pudiere esperar en el evento de
dictarse sentencia condenatoria o la que se hubiere impuesto de existir recursos
pendientes (art. 152 NCPP).
40
de las partes y un rango de plazo para que se lleve a cabo esta audiencia, quedando a
criterio del juez determinar su duración y número de audiencias requeridas. El único
plazo fatal que se contempla es respecto del querellante y el actor civil, dado que
puede declararse abandonada la querella (art. 120 NCPP) y la demanda civil (art. 64
NCPP) por el juez de garantía, de oficio o a petición de cualquiera de los
intervinientes, si no se deduce oportunamente la acusación particular, adhesión a la
acusación o demanda civil, o no comparece a la audiencia de preparación del juicio
oral o al juicio oral. Tratándose del fiscal y del acusado, los plazos que se contemplan
para la audiencia de preparación del juicio oral y del juicio oral no son fatales, dado
que la presencia del Fiscal y el defensor del acusado es imprescindible para que se
realice la audiencia de preparación del juicio oral (art. 268 NCPP) y la presencia del
Fiscal (art. 284 NCPP), del acusado (art. 285 NCPP) y del defensor del acusado (art.
286 NCPP) lo es para la realización del juicio oral, debiendo adoptarse las medidas
para que se subsane ese inconveniente y puedan ellas realizarse. En consecuencia, la
regulación que se efectúa de los plazos para la asistencia a las audiencias y las
consecuencias que provoca la inasistencia conllevan a verificar que no nos
encontramos ante plazos fatales, que es la regla general conforme a lo previsto en el
art. 16 del NCPP.
En el juicio oral rige también a grandes rasgos el orden consecutivo legal en cuanto al
orden que debe seguirse en la audiencia respecto de los trámites que lo componen,
sin perjuicio de otorgarle al presidente del tribunal oral facultades para limitar el
tiempo en que las partes pueden hacer uso de sus derechos y de velar porque ello se
haga dentro del tema del proceso penal (art. 282 NCPP). Por otra parte, estimamos
que los intervinientes en el juicio oral son libres para determinar la forma en que
efectuaran la presentación inicial del caso y del alegato final, así como respecto del
orden en que presentaran sus pruebas, con la clara limitación para el Fiscal que
siempre deberá actuar respecto de un hecho punible contenido en la formalización y
acusación formulada en el proceso, que es lo que constituye el objeto del juicio. En
consecuencia, el legislador ha regulado la materia en la ley, pero con criterios
abiertos, siendo el juez de garantía o el presidente del tribunal oral quienes son los
encargados de dirigir la audiencia respectiva, pero con la limitación de tener siempre
que respetar con ello el ejercicio de las partes de su derecho de defender sus
respectivos casos dentro de parámetros razonables.
5) Principio de la Preclusión
El respeto al orden legal se logra mediante la clausura definitiva de cada una de las
fases o etapas en que está dividido el procedimiento, impidiendo el regreso de
aquellas ya extinguidas o consumadas.
41
Esto se conoce como preclusión y, así, toda medida o actuación debe realizarse
dentro del período o fase que corresponda, debiendo las partes ejercer sus
facultades dentro de esas fases y los términos preestablecidos, so pena de
preclusión.
De acuerdo al concepto de preclusión dado por Chiovenda, cuatro son las formas
en que ella se presenta.
Si una parte no ejercita una facultad dentro del término que la ley ha
establecido para ello, precluirá la facultad para llevarla a cabo, en beneficio
de la parte que no debía realizarla.
El medio a través del cual nuestro legislador reconoce esta forma de operar
de la preclusión reviste gran trascendencia a partir de la Ley Nº 18.705, que
modificó el Art. 64 del C.P.C. estableciendo que todos los plazos que
establece el Código de Procedimiento Civil son fatales, cualesquiera sea la
forma en que se exprese.
45 GARCIMARTIN MONTERO, Regina, Orden y preclusión en las comparecencia en los procesos civiles,
En CARPI, Federico y ORTELLS, Manuel, “Oralidad y Escritura en un proceso civil eficiente”,
Valencia, Eds. Universitat de Valencia, 2008, Tomo II, pp. 376-377.
46 Véase art.254 N° 4 PNCPC.
42
ii) La facultad precluye por no haber respetado en su ejercicio el orden
establecido por la ley para hacerla valer.
Para lograr que en un proceso regido por el orden consecutivo legal las
actuaciones se vayan realizando en el orden lógico preestablecido, se ha
sentado el principio de la eventualidad.
43
promover las cuestiones de competencia por inhibitoria o por declinatoria.
Se da una opción al litigante para que elija una u otra, pero una vez que se
ha escogido una vía no puede recurrir a la otra”. Otro caso de preclusión lo
encontramos en el recurso de amparo: precluye la facultad de deducir el
recurso de amparo en contra de una orden de detención o prisión cuando se
hubieren interpuesto en contra de dichas órdenes, otros recursos legales.
Se aplica este principio en materia probatoria civil en todos aquellos casos en que
se encuentra establecido un plazo fatal para ejercer una actuación en materia
probatoria.
• Si se presenta una lista con tres testigos, esa facultad procesal se agotó y, en
consecuencia, la prueba testimonial sólo va a versar sobre esos testigos.
44
Normalmente no se puede presentar una lista de testigos para complementar una
anteriormente presentada. Excepcionalmente, para casos muy calificados y jurando
la parte que no tuvo conocimiento de los testigos al presentar la nómina, podrá
admitirse el examen de testigos no comprendidos en la lista (Art.372, inc. final
C.P.C.).
45
Respecto de la prueba, se regula expresamente la oportunidad para el ofrecimiento
de ella por el Fiscal, el querellante y el acusado a propósito de la realización de la
audiencia del preparación del juicio oral. Por tanto, opera la preclusión para toda
prueba que no se ofrece en esa oportunidad. Esta preclusión respecto del
ofrecimiento de prueba para que pueda ser rendida en el juicio oral se ve
morigerada por lo previsto en el art. 336 del NCPP, que permite al tribunal oral
decretar la realización de pruebas que no se hayan solicitado oportunamente
cuando se justificare no haber sabido de su existencia sino hasta ese momento.
a) La oralidad
Las soluciones extremas en que la oralidad rige para todos los actos del proceso,
adoptadas en distintas épocas de la historia, no pueden ser reclamadas en la
actualidad.50
47 HARASIC Y., Davor, MATURANA M., Cristián y MARIN G., Juan Carlos, op. cit., p. 232. En el
mismo sentido, BORDALÍ S., Andrés, CORTEZ M., Gonzalo y PALOMO V., op. cit., p. 58; y
WALTER D., Rodolfo y LANATA F., Gabriela, legal del nuevo proceso laboral chileno, Santiago, 4ª ed.,
Ed. Legal Publishing, 2008, pp. 87-89
48 ORELLANA T., Fernando, Comentarios al nuevo procesal laboral, Santiago, 3ª ed., Ed. Librotecnia,
2009, p. 68.
49 CAPPELLETTI, Mauro, El testimonio de la parte en el sistema de la oralidad, Parte Primera, Librería
222.
46
Sin perjuicio de ello, las siguientes han sido destacadas como ventajas del
procedimiento oral:
iv) Mayor eficacia debido a que el diálogo oral permite descubrir rápidamente el
asunto de hecho, permitiendo esclarecer el asunto más rápidamente mediante
preguntas directas y espontáneas que los sujetos procesales practiquen in continente;
vi) La presencia física del juez que trae aparejada la oralidad favorece una mejor
determinación de los hechos y convencimiento sobre la credibilidad de las pruebas,
al poderse apreciar datos no exentos de importancia como son los gestos de
turbación, sorpresa y análogos de las partes y testigos;
viii) Evita, o a lo menos dificulta, las tácticas tinterillas o conductas dilatorias que
no se dudan en materializar sobre el papel.51 Por eso se ha dicho que el papel engaña
sin ruborizarse;
ix) Humaniza el proceso, ya que en el proceso oral el juez tiene rostro, la justicia
es más personal, más cercana y más real, sin que ello afecte en modo alguno las
garantías constitucionales de imparcialidad e independencia;52
Sin embargo, como desventajas del procedimiento oral se han señalado las
siguientes:
51 ROSEMBERG, Leo, Tratado de derecho procesal civil, Buenos Aires, 1955, T. , pp. 395.
52 DIZ, Fernando Martin, Oralidad y Eficiencia del proceso civil, En CARPI, Federico y ORTELLS,
Manuel, “Oralidad y Escritura en un proceso civil eficiente”, Ed. Universitat de Valencia, 2008,
Tomo II, p. 37.
53 DIZ, Fernando Martin, Oralidad y Eficiencia del proceso civil, En CARPI, Federico y ORTELLS,
Manuel, “Oralidad y Escritura en un proceso civil eficiente”, Ed. Universitat de Valencia, 2008,
Tomo II, p. 38.
47
iv) Es útil y conveniente para solución de controversias de escasa complejidad,
pero no así para asuntos más complejos que requieren de forma escrita;
vi) En los casos en que no existe respaldo íntegro, se dificulta la revisión del
juicio por el tribunal superior.
En primer lugar, debe existir el necesario número de jueces para hacer efectiva la
oralidad, pues ésta exige tiempo para la adecuada dedicación al estudio de las
causas en todos los trámites en los que existe un contacto directo del juez con las
partes.
b) La escrituración
i) Facilita una mayor precisión y seguridad en la expresión de las ideas, por las
garantías que los escritos ofrecen a las partes y al juez;
54PICO JUNOY, Joan, El principio de oralidad en el proceso civil español, En CARPI, Federico y
ORTELLS, Manuel, “Oralidad y Escritura en un proceso civil eficiente”, Ed. Universitat de Valencia,
2008, Tomo II, p. 369.
48
iv) Favorece conocimiento de asuntos complejos, como ocurre en la actualidad
con muchos asuntos civiles;
Sobre el particular, nos señala Cappelletti que “la meditación sobre las memorias
escritas que los abogados y la comodidad que así se concede al juez para consultar
autores, examinar la jurisprudencia, lo ponen en condiciones no sólo de cultivar su
ingenio, sino también de dar una sentencia cognitia causa, ponderada, bien
motivada.”55
viii) Facilita revisión del juicio por parte del tribunal superior.
iv) Dificulta la publicidad externa, esto es, la referida a terceros que no son parte
del proceso.
c) La protocolización
49
• La abolición de todos los arcaicos residuos del sistema de la prueba legal
(como el juramento decisorio vinculante para el juez; el interrogatorio escrito y
formal de las partes; la prohibición de testimonio de las partes y de los terceros
interesados; las exclusiones, incapacidades y privilegios no justificados por razones
de derecho sustancial) y correspondientemente la sustitución de tales residuos por un
sistema de valoración de las pruebas dejado a la apreciación critica del juez, que se
apoye sobre institutos probatorios simples y flexibles (como la comparecencia
personal de las partes ante el juez y el examen oral de los testigos en la audiencia),
desarrollados en manera espontánea e informal y no vinculado a cuestiones o
artículos pre-constituidos por escritos;
Como se ve, lo que podemos considerar, pues, como el valor actual de la oralidad
se mueve, principalmente, en torno a la idea de una discusión oral y de una
valoración crítica de los hechos de la causa; discusión y valoración que encuentran
su ambiente natural en un proceso estructurado en torno a una audiencia (“ trial”)
pública, oral y lo más concentrada posible, en que las pruebas sean practicadas
ante el órgano decisor. Bajo este aspecto, el proceso oral, asume, por tanto, un
doble significado: de proceso más rápido, concentrado y eficiente, y de proceso
más fiel a una metodología concreta y empírico deductiva en la búsqueda de los
hechos y en la valoración de las pruebas.57
CAPPELLETTI, Mauro, La oralidad y las pruebas en el proceso civil, Ediciones Jurídicas Europa
57
50
parties non instruites, voire illettrées’, fenómeno particularmente importante allí
donde, como por ejemplo Suecia o en los países socialistas y, en cuanto a ciertas
causas también en muchos otros países, la asistencia de un abogado no es necesaria.
La importancia que, en una semejante concepción social del proceso viene a asumir
el contacto directo y personal, y por consiguiente ‘oral’ del juez con las partes, no
tiene necesidad de ilustración, así como no tienen necesidad, por otra parte, de
ilustración los riesgos -de autoritarismos, de arbitrios, de abusos- conexos con una
concepción semejante. Son demasiado conocidos, por otra parte, también los
arbitrios, los abusos y las flagrantes injusticias que por siglos se han ido
cometiendo en nombre de una absoluta neutralidad y apartamiento del juez, y de
una igualdad puramente formal. La teoría de la prueba legal fue un antiguo
ejemplo de ello. La sporting theory (teoría deportiva) del derecho procesal, es un
ejemplo moderno de lo mismo.
Lo que falta por decir es solamente que, para la realización de este aspecto ‘social’
de oralidad procesal, lo que se requiere es ciertamente una ‘gran magistratura’: un
juez honesto, socialmente sensible, diligente. Como siempre, el análisis de los
problemas de la justicia conduce a la de los hombres que la administran. El juez
austríaco, que ha asegurado el éxito del código de Klein, y el juez sueco, que ha
llegado a resultados envidiables en la actuación de la reforma modernizadora del
procedimiento en el mayor país escandinavo, son ciertamente alentadores.”58
Por ello, Cappelletti nos indica que sigue siendo verdad que normalmente no es la
forma oral, sino la escrita la más idónea para proponer las demandas y las
alegaciones, mientras que la forma oral es la que mejor se presta para hacer que el
juez entre en contacto directo con las partes y sus defensores, pueda luego expresar
las dudas y obtener las aclaraciones que las más de las veces inciden no tanto en la
voluntad declarada como en la sola manifestación y formulación de la voluntad.60-
61
58CAPPELLETTI, Mauro, La oralidad y las pruebas en el proceso civil, Ediciones Jurídicas Europa
América, 1972, pp. 79-81.
59 PALOMO, Diego, La oralidad en el proceso civil. El nuevo modelo español,, Santiago, Librotecnia, 2008,
p. 61.
60 CAPPELLETTI, Mauro, El testimonio de la parte en el sistema de la oralidad, Parte Primera, Librería
51
Debemos inclinarnos por la oralidad respecto de la aportación del material de
hecho y la posible prueba del mismo. En cambio, nos inclinamos por la forma
escrita respecto de los actos de postulación de la pretensión y la resistencia, la
prueba documental, las sentencias alcanzadas fuera de audiencia y los medios de
impugnación en su contra.
En este sentido, se señala que si hubiera que destacar algo que normalmente
caracteriza al procedimiento oral diríamos que esta clase de procedimiento suele
acabar con una audiencia oral en la cual el juez se pone en relación directa con las
pruebas personales (testigos y peritos) y con las partes.62 Sin perjuicio de ello,
también se ha destacado la importancia de la oralidad para la realización de una
audiencia previa de carácter preparatorio de la audiencia oral de prueba.
La audiencia previa se lleva a cabo en forma oral y pública, luego de concluidas las
alegaciones en el período de discusión, debiendo regir plenamente el principio de
la inmediación, sancionándose la delegación con la nulidad de pleno derecho e
insanable de la actuación.
La inmediación rige plenamente en cuanto a que el juez que debe dictar las
resoluciones sobre las materias que constituyen el objeto de la audiencia previa no
debe ser otro que aquel que ha participado en la audiencia.
Normalmente no se ha exigido que exista una identidad entre el juez que dirige la
audiencia previa y aquel que ha de llevar a cabo la audiencia de juicio y dictar
sentencia.
Sin embargo, lo ideal sería que fuera el mismo juez quien dirige la audiencia previa,
dirige la audiencia de juicio y dicta la sentencia, porque aquel juez que lleva a cabo
eficazmente la audiencia previa en cuanto a la determinación del objeto del juicio y
las pruebas que han de rendirse debe ser recompensado con la cosecha de los
frutos por él eficientemente plantados. En contra, se ha planteado que el juez de la
audiencia preparatoria debe ser distinto del juez de la audiencia de juicio para
evitar que el juzgamiento pueda contaminarse con el conocimiento de la prueba
que fue excluida en la etapa de preparación.
Por otro lado, debe tenerse presente que las audiencias siempre deberían ser
grabadas, evitándose con ello el dictado de actuaciones o escritos de las partes,
62MONTERO AROCA, Juan, Proceso y Garantía, Valencia, Tirant Lo Blanch, 2006, p. 61.
63PALOMO, Diego, La oralidad en el proceso civil. El nuevo modelo español,, Santiago, Librotecnia, 2008,
p. 193.
52
permitiéndose así a las partes y al juez que se centren en los objetivos que ella
persigue con un mayor nivel de espontaneidad, profesionalismo y simplicidad.
i) Intentos de conciliación.
Estas cuestiones pueden conducir al término del juicio cuando sea imposible de
subsanar o preparar el juicio mediante el saneamiento de la cuestión procesal
CAPPELLETTI, Mauro, La oralidad y las pruebas en el proceso civil, Ediciones Jurídicas Europa
64
53
Esta visión es compartida en nuestro país por importantes miembros del poder
judicial, habiéndose señalado que “en los Códigos modernos, por ejemplo en el
modelo para Iberoamérica y en el nuevo Código Procesal Civil español, siempre
los períodos de discusión y de los recursos procesales son escritos. Para la oralidad
queda reservada la rendición de la prueba y los alegatos ante los tribunales. En el
Código nuestro (NCPP) algo de eso hay. La discusión es escrita al igual que los
recursos. La producción de la prueba es oral, tanto en los testigos y la confesión. Lo
que habría que hacer es, en vez de fijar plazos dentro del termino probatorio para
dichas pruebas, fijar audiencias determinadas para la producción de la prueba,
comenzando por la confesional, los testigos y el acompañamiento de documentos
(al igual que en materia laboral). Actualmente la cantidad de juicios no le permite
al juez tomar la prueba personalmente. Si se estableciera un número de jueces
suficiente podría lograrse que ello ocurra, lo que haría más transparente el
procedimiento. En materia criminal así ocurre en el Nuevo Proceso Penal.”65
65 Entrevista a don Eleodoro Ortiz. Ministro de la Excma. Corte Suprema en La Semana Jurídica Nº
56. Semana del 3 al 9 de diciembre de 2001, pp. 8 y 9.
66 Véase arts.230,247,310,337,356 PNCPC
54
otros medios para ese efecto, como grabaciones, videos, etc. (Arts. 39 , 40 y 41 del
NCPP).
Es aquella que se realiza por las partes en los diversos escritos o actuaciones que ellos
presentan o realicen en el expediente, donde puedan reconocer la existencia de
hechos que los perjudican.
Los testigos prestan su declaración en forma verbal, pero deben consignarse ellas
por escrito en una acta que debe ser firmada por las partes, el juez y el testigo, y
autorizadas por el receptor (artículo 370 CPC).
55
h) Aplicación de estos Principios en el Proceso Penal.
Respecto de las audiencias que se realizan ante el juez de garantía con motivo de
actuaciones relativas a la investigación y de preparación de juicio oral, rige el
principio de la oralidad, debiendo dejarse constancia de lo actuado en ellas en la
forma prevista en los arts. 40 y 41 del NCPP respectivamente.
La regla general es que estas actuaciones realizadas ante el juez de garantía durante
la investigación no tienen ningún valor probatorio y no pueden servir de base para la
dictación de la sentencia definitiva que debe pronunciarse en el juicio oral conforme a
lo previsto en los arts. 296 y 340 inc. 2º del NCPP. Excepcionalmente, las
declaraciones de prueba anticipada de testigos y peritos prestadas ante el juez de
garantía pueden incorporarse por medio de su lectura al juicio oral en los casos
contemplados en el art. 331 del NCPP.
En relación con el juicio mismo, este principio es tan trascendente que incluso le
otorga su denominación de “juicio oral”.68
Al efecto, prevé el art. 291 del NCPP que “la audiencia del juicio se desarrollará en
forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones y argumentaciones de las partes
como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en general, a
toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y
fundamentadas verbalmente por el tribunal y se entenderán notificadas desde el
momento de su pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio.
Respecto de lo actuado en el juicio oral debe dejarse una constancia íntegra por algún
medio que asegure fidelidad (art. 41 NCPP), pero ello no nos permite sostener que
estemos en presencia del principio de la protocolización, en atención a que por la
oralidad, inmediación y concentración que existe respecto de esa audiencia, resulta
evidente que ese registro no se levanta para la solución del conflicto al término de la
audiencia del juicio oral, sino que para contar con antecedentes necesarios en caso
que se deduzcan recursos en contra de la sentencia que se pronuncie.
56
174 NCPP), la acusación del Fiscal (que debe presentarse oportunamente antes de la
audiencia de juicio oral) debe ser escrita y contener las menciones del art. 259 del
NCPP, la acusación particular o adhesión a la acusación y la demanda civil deben ser
escritas y contener las menciones de los arts. 60 y 261 del NCPP respectivamente y la
sentencia definitiva debe ser escrita y contener las menciones del art 342 del NCPP.
7) Principio de la Concentración.
Por ello se ha dicho que este principio es una consecuencia del principio de la
economía procesal 69 y que permite la pronta solución de conflicto, haciendo
posible que no se materialice la máxima: “justicia que se tarda, es justicia que se
deniega.”70
Por ello, se ha dicho que la oralidad requiere por esencia que los procesos se
desarrollen en audiencias en las cuales se concentren los diversos objetivos a
alcanzarse y no que ellos se diseminen a través de diversos trámites.
Por otra parte, la concentración implica que superada una determinada fase no
será posible volver a ella. Es así que si efectuó la defensa, no será lícito permitir que
posteriormente pueda pretenderse hacer valer nuevas excepciones, precluyendo
69 Véase HARASIC Y., Davor, MATURANA M., Cristián y MARIN G., Juan Carlos, op. cit., p. 194;
CERDA S., Rodrigo, op. cit., pp. 133-134; WALTER D., Rodolfo y LANATA F., Gabriela, op. cit., pp.
91 y 99; NÚÑEZ A., René y CORTÉS R., Mauricio, op. cit., p. 96; y BAEZA C., Gloria y PÉREZ C.,
Jaime, op. cit., pp. 31-32.
70 Véase arts 9, 66y 259 PNCPC
57
las facultades de las partes una vez que se avance en el desarrollo de las diversas
audiencias.
De ahí que se haya dicho que la escrituración genera procedimientos más lentos,
ya que el proceso escrito se caracteriza porque se desarrolla a través de diversas
etapas compuestas de varios trámites que se alargan en su desarrollo a lo largo de
períodos extensos de tiempo.
Como señala Chiovenda, se establece así un arte del Palais en el que todos se
complacen en complicar y alargar al máximo los litigios, un arte cuyos voluntarios
participantes eran a menudo los jueces. 72
71 SILVA, José Pedro y DOMÍNGUEZ, Juan Pablo, Principios fundamentales del procedimiento civil, En
Justicia civil y comercial: una reforma pendiente, Santiago, Ed. Libertad y Desarrollo, 2006, p. 441.
En el mismo sentido, BORDALÍ S., Andrés, CORTEZ M., Gonzalo y PALOMO V., op. cit., p. 59;
HORVITZ L., María Inés y LÓPEZ M., Julián, procesal penal chileno, Santiago, Ed. Jurídica de Chile,
2005, Tomo II, p. 250; y JARA C., Eduardo, op. cit., p. 32.
72 AMRANI MEKKI, Soraya, El impacto de las nuevas tecnologías sobre la forma del proceso civil, En
CARPI, Federico y ORTELLS, Manuel, “Oralidad y Escritura en un proceso civil eficiente”, Ed.
Universitat de Valencia, 2008, Tomo I, pp. 97-98.
58
espacio de tiempo que media entre la rendición de la prueba y la necesaria
ponderación de la misma en la sentencia.
Dentro del procedimiento civil claramente no existe una aplicación del principio
de la concentración, sino que nos encontramos ante procesos de lato
conocimiento.73
En el nuevo sistema procesal penal, como proceso oral, existe una aplicación del
principio de la concentración.
59
conciliación y salidas alternativas, como formas de autocomposición; la
determinación del objeto de la prueba; la autorización de la rendición de las
pruebas ofrecidas por las partes para la audiencia de juicio, excluyendo las pruebas
ilícitas, impertinentes, sobreabundantes y que recaigan sobre hechos notorios o que
hubieren sido objeto de convenciones probatorias.
8) Principio de la Continuidad.
La continuidad es aquel principio formativo del procedimiento que ordena que las
actuaciones se realicen sin interrupciones o sucesivamente en el menor tiempo
posible en caso de no ser posible su continuación ininterrumpida.
El proceso oral, no sólo debe regirse por la concentración (en cuanto a que debe ser
desarrollado en audiencias), sino que para su eficacia también debe regir la
continuidad, esto es, que el procedimiento debe ser desarrollado en audiencias en
60
forma continua y sucesiva hasta el logro del objetivo para el cual está contemplado
su desarrollo, sin que sea concebible su interrupción, sino por causas
absolutamente necesarias o imposibles de subsanar sin afectar la validez y eficacia
del procedimiento.
Lo anterior es complementado por el artículo 283 del NCPP, el que establece que
“El tribunal podrá suspender la audiencia hasta por dos veces solamente por
razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el
motivo de la suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos
realizados hasta ese momento.
El juicio se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo, el
juicio seguirá adelante cuando la declaración de rebeldía se produjere respecto del
imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar declaración en el
juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta
indispensable para la prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la
sentencia.
61
testimonial en más de una de las audiencias del probatorio según las fechas que
haya fijado el tribunal normalmente en la resolución que recibe la causa a prueba.
75 MATURANA M., Cristián y MONTERO L., Raúl, Derecho procesal penal, Santiago, 2ª ed., Ed. Legal
Publishing, 2012, Tomo II, p. 777; BORDALÍ S., Andrés, CORTEZ M., Gonzalo y PALOMO V., op.
cit., p. 59; CERDA S., Rodrigo, op. cit., pp. 58-59; ORELLANA T., Fernando, op. cit., p. 69; WALTER
D., Rodolfo y LANATA F., Gabriela, op. cit., p. 94; NÚÑEZ A., René y CORTÉS R., Mauricio, op.
cit., p. 91; CORREA S., Jorge, op. cit., p. 31; ARAVENA A., Leonardo, Tribunales de familia, Santiago,
Ed. Lexis Nexis, 2005, p. 34; y JARA C., Eduardo, op. cit., p. 26-27.
76 HARASIC Y., Davor, MATURANA M., Cristián y MARIN G., Juan Carlos, op. cit., p. 238.
77 HARASIC Y., Davor, MATURANA M., Cristián y MARIN G., Juan Carlos, op. cit., p. 239.
62
En el mismo sentido, se ha señalado que “Un proceso está presidido por la
inmediación si es el juez quien conoce del proceso presenciando y dirigiendo la
audiencia en que se practica la prueba, sin delegar esa facultad en persona alguna
(…) El principio de la inmediación exige que el juez que deba pronunciar la
sentencia haya asistido a la práctica de las pruebas sobre las cuales construye su
convencimiento, y haya entrado, por tanto, en relación directa con las partes, con
los testigos, con los peritos y con los objetos del juicio, de forma que pueda
apreciar las declaraciones de tales personas y las condiciones de los sitios
fundándose en la impresión inmediata recibida de ellos y no en referencias ajenas.
Por ello se dice que debe haber identidad física de las personas que constituyen el
tribunal durante el juicio, debiendo si es colegiado rendirse la prueba ante el
tribunal en pleno y no ante un juez delegado, si se practica ante un juez delegado
por circunstancias que impongan esta circunstancia, este debe participar en la
decisión de la causa.”78
ii) Función legitimadora, al permitir el contacto del juez con las partes y así
terminar con la imagen de una justicia lejana y desentendida, en que el juez sólo se
entera del caso en la sentencia definitiva;79 y
iii) Función cognoscitiva, al permitir el contacto del juez con la prueba y así
mejorar su conocimiento, favoreciendo la búsqueda de la verdad en el proceso.80
Resulta evidente que existe una relación directamente inescindible entre las
posibilidades de que el juez tome contacto con las partes y las pruebas, y la justicia
de la sentencia que se dicte. La justicia intrínseca del fallo está casi
inexorablemente predeterminada por el alcance y medida de lo que el juez pueda
percibir en forma inmediata a través de sus sentidos. Inversamente, cuanto más
mediata y lejana sea la visión de las circunstancias de hecho que motivan la
decisión, como también de las partes, letrados y demás personas que intervengan
en el proceso, más se ha de alejar la factibilidad teórica de una decisión ajustada a
derecho.”81
63
Asimismo, la inmediación se ha ligado con los principios de concentración y
continuidad, destacándose que la inmediación es enemiga de la dilación, ya que
la dictación de la sentencia debe ser lo más próximamente posible a la rendición de
la prueba.
Por ello se concluye por Cappelletti, que no puede haber oralidad y libertad de
valoración sin inmediación. Si la prueba es recibida no digo por un tercero –en
cuyo caso lo que se afirma en lo que sigue aparece aun más evidente-, sino por el
mismo juez decidente, pero en un proceso fraccionado y dilatado en el tiempo, no
podrá realizarse y sobrevivir eficazmente el criterio de la oralidad, sino que se
impondrá por la fuerza de las cosas, más o menos acentuadamente, el sistema de la
escritura, con o contra la voluntad de la ley. Y ello porque un juez que deba decidir
mucho tiempo después de la recepción de las pruebas (y en particular lato sensu
de las pruebas testificales) será fatalmente inducido a preferir hacer de ellas una
valoración formal o legal a la libre, implicando esta última, como mejor se verá,
una extrema complejidad de elementos cuya valoración no puede ser eficaz si no
es inmediata.85
Dentro del procedimiento civil nuestro legislador ha querido que, sobre todo
respecto de la prueba confesional y de la prueba testimonial, rija el principio de
la inmediación (Arts. 365 y 388 CPC).86
82 MONTERO AROCA, Juan, Proceso y Garantía, Valencia, Tirant Lo Blanch, 2006, p. 49.
83 GIMENO SENDRA, José Vicente, Fundamentos del Derecho Procesal, Madrid, Civitas, 1981, p. 228.
84 TARUFFO, Michele, Oralidad y escritura como factores de eficiencia en el proceso civil, . En CARPI,
Federico y ORTELLS, Manuel, “Oralidad y Escritura en un proceso civil eficiente”, Valencia, Eds.
Universitat de Valencia, 2008, Tomo I, pp. 212-213.
85 CAPPELLETTI, Mauro, El testimonio de la parte en el sistema de la oralidad, Parte Primera, Librería
64
Civil establece que el tribunal en casos muy calificados, en el juicio de mínima
cuantía, puede estimar la prueba “conforme a conciencia y según la impresión
que le haya merecido la conducta de las partes durante el juicio y la buena o
mala fe con que hayan litigado en él”.
• Prueba Testimonial
Artículo 365 “Los testigos serán interrogado personalmente, por el juez” y podrá
también el tribunal exigir que los testigos rectifiquen, esclarezcan o precisen las
aseveraciones hechas”; artículo 366 “Cada parte tendrá derecho para dirigir, por
conducto del juez, las interrogaciones que estime conducentes a fin de establecer
las causales de inhabilidad legal que puedan oponerse a los testigos, y a fin de que
éstos rectifiquen, esclarezcan o precisen los hechos sobre los cuales se invoca su
testimonio”.
• Confesión en juicio
Siempre que algunas de las partes lo pida, debe el tribunal recibir por sí mismo la
declaración de litigante”.
Artículo 405 “Se llevará a efecto la inspección con la concurrencia de las partes y
peritos que asistan, o solo por el tribunal en ausencia de ellos”.
65
Artículo 408 “La inspección personal constituye prueba plena en cuanto a las
circunstancias o hechos materiales que el tribunal establezca en el acta como
resultado de su propia observación”.
Sin embargo, vale la pena insistir que lamentablemente en la práctica, por razones
no del todo imputables a los jueces, respecto de la prueba testimonial y la prueba
confesional se aplica el principio de la mediación, ya que tales son recibidas por los
receptores como ministros de fe. Ello se explica por el hecho de que muchas veces
varias audiencias están teniendo lugar al mismo tiempo en el tribunal y por la
inutilidad del ejercicio de presenciar las pruebas cuando existe un procedimiento
de lato conocimiento, desconcentrado y discontinuo que impide al juez resolver el
asunto con proximidad a la realización de las audiencias de prueba.
Por ello, la prueba testimonial y confesional tiende a ser rendida ante el receptor,
interviniendo el juez sólo para resolver las incidencias que durante su transcurso
se produzcan.
66
c) Aplicación de estos Principios en el Proceso Penal.
En el nuevo proceso penal, no cabe duda que respecto del juicio oral recibe plena
aplicación el principio de la inmediación87, dado que todo el debate, rendición de
pruebas y resolución del conflicto debe realizarse oralmente dentro de la audiencia,
en la cual se contempla como requisito de validez del juicio oral y de la sentencia
que se dicte, la presencia ininterrumpida de los jueces que conforman el tribunal
oral (art. 284 del NCPP), lo que se ve reforzado por el principio general de nulidad
que expresamente se contempla respecto de las actuaciones delegadas (art. 35 del
NCPP). La excepción en el juicio oral, en la que se aplica el principio de la
mediación, está contemplada en el art. 331 respecto de la lectura de declaraciones
anteriores.
De acuerdo con ello, resulta evidente que todas las pruebas deben rendirse por las
partes ante el tribunal de juicio oral dentro de la respectiva audiencia, y sólo esas
pruebas son las que deberán ser ponderadas por el tribunal para fundamentar la
convicción que fundadamente deben expresar en su sentencia (Arts. 296, 340, y 342
letra c) del NCPP).
En cambio, respecto de las resoluciones que se dictan por el juez de garantía recibe
aplicación el principio de la mediación en cuanto al contacto del juez con la prueba,
puesto que las diligencias que deben ser consideradas como fundamento de esas
resoluciones son realizadas por el Ministerio Público, careciendo el órgano
jurisdiccional de facultades para que se realicen ante él. Así, por ejemplo, los
requisitos para decretar la prisión preventiva (art. 140 NCPP) u otras medidas
cautelares personales (art. 155 NCPP), para decretar una medida cautelar real (art.
157 NCPP), para dictar una suspensión condicional del procedimiento (art. 237
NCPP), para aprobar un acuerdo reparatorio (art. 241 NCPP), para pronunciar un
sobreseimiento definitivo (art. 250 NCPP) o un sobreseimiento temporal (art. 252
NCPP), etc., debe pronunciarse conforme al mérito de los antecedentes de
investigación que se hagan valer en las respectivas audiencias por el Fiscal y el
Defensor, los que han sido producidos sin la presencia del juez de garantía.
67
El principio formativo del procedimiento de la publicidad es aquel que requiere
que el procedimiento mismo quede abierto no sólo a las partes y a sus consejeros
legales, sino a cualquiera que desee asistir o examinar los antecedentes y observe la
conducta adecuada, tenga o no interés en la causa.
Por ello se señala que “el principio de publicidad viene a constituir una verdadera
garantía para los ciudadanos, toda vez que la posibilidad de percibir directamente
los actos que se realicen en el ámbito judicial permite a la opinión pública controlar
las acciones de los jueces y hacer efectiva, en su caso, la responsabilidad
funcionaria. Es el ejercicio de la función jurisdiccional de ‘cara al pueblo’. En
palabras de Couture, el principio de publicidad constituye ‘el más precioso
instrumento de fiscalización popular sobre la obra de magistrados y defensores’.”93
Entre ambos principios existe una zona intermedia, en que existe la posibilidad de
conocer el contenido del expediente por las partes, y una privación del
conocimiento de éste respecto de terceros. En estos casos se habla de secreto
relativo.
88 HARASIC Y., Davor, MATURANA M., Cristián y MARIN G., Juan Carlos, op. cit., p. 248. En el
mismo sentido, JARA C., Eduardo, op. cit., p. 39.
89 BORDALÍ S., Andrés, CORTEZ M., Gonzalo y PALOMO V., op. cit., p. 61. En el mismo sentido,
NÚÑEZ A., René y CORTÉS R., Mauricio, op. cit., pp. 105-106.
90 Montero Aroca, Juan. Proceso y Garantía. Pag.64. Tirant Lo Blanch. Valencia 2006.
91 Véase art. 10 PNCPC
92 HARASIC Y., Davor, MATURANA M., Cristián y MARIN G., Juan Carlos, op. cit., p. 248.
93 SILVA, José Pedro y DOMÍNGUEZ, Juan Pablo, op. cit., p. 442.
68
Este principio también ha tenido una consagración específica a propósito de la
Ley Nº 20.886 sobre Tramitación Electrónica de los Procedimientos Judiciales:
“Art. 2 c) Principio de publicidad. Los actos de los tribunales son públicos y, en
consecuencia, los sistemas informáticos que se utilicen para el registro de los
procedimientos judiciales deberán garantizar el pleno acceso de todas las
personas a la carpeta electrónica en condiciones de igualdad, salvo las
excepciones establecidas por la ley.
Como se puede apreciar, esta norma extendió la publicidad de los actos de los
tribunales a los sistemas informáticos, permitiendo su pleno acceso por todas las
personas. Sin perjuicio de ello, estableció un secreto relativo especial de carácter
temporal, al impedir la percepción de las demandas, medidas cautelares y otras
materias afines por la parte demandada o requerida mientras tales no sean
notificadas.
iv) Por último, los procesos relativos a adopción también son reservados (Art.
28 Ley Nº 19.620 sobre Adopción de Menores), los que también constituyen un
supuesto de secreto relativo.
69
señalarnos que “las actuaciones de investigación realizadas por el ministerio
público y por la policía serán secretas para los terceros ajenos al procedimiento.”
Respecto del juicio oral, se establece que “la audiencia del juicio oral será
pública, pero el tribunal podrá disponer, a petición de parte y por resolución
fundada, una o más de las siguientes medidas, cuando considerare que ellas
resultan necesarias para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de
cualquier persona que debiere tomar parte en el juicio o para evitar la
divulgación de un secreto protegido por la ley:
70
Excepcionalmente, respecto de algunos aspectos de diversos medios de prueba
recibe aplicación el principio del secreto, a saber:
En el nuevo sistema procesal penal la regla general es la publicidad del juicio oral,
dentro del cual deben rendirse las pruebas.94
ii) Impedir el acceso del público en general u ordenar su salida para la practica
94 En el Mensaje del Proyecto de Código Procesal Penal se señala que “Pero además de constituir
una garantía, el juicio público y su realización por el método oral, constituyen un mecanismo indis-
pensable para que la administración de justicia cumpla con las demás funciones que la sociedad le
encomienda. Una de ellas es la de resolver los conflictos, en este caso penales, de un modo que sea
percibido como legítimo por la comunidad, con miras a reforzar la confianza de la ciudadanía en el
sistema jurídico. Esta función difícilmente puede ser cumplida si los actos constitutivos del proceso
no son accesibles o no resultan comprensibles al conjunto de la comunidad. En el mismo sentido el
juicio público constituye un componente antiquísimo de la cultura universal, que ha demostrado
tener la capacidad de permitir una adecuada socialización del trabajo del sistema judicial y de
mejorar su percepción por parte del común de la gente. En este mismo sentido, el establecimiento
del juicio como núcleo del sistema busca resaltar la figura del juez como actor del sistema institucio-
nal. Por otra parte se indica, que “ el enjuiciamiento público de los delitos permite socializar más
directamente el mensaje de que existe una respuesta estatal rigurosa a los actos que la sociedad
considera inaceptables, inhibiendo con ello a quienes pudieren pretender llevarlos a cabo en el
futuro y reafirmando ante el conjunto de la comunidad la vigencia de los valores del sistema
jurídico. También el juicio oral favorecerá la producción de este efecto que parece tan necesario en
el tiempo actual. Sobre la materia se señala en el Primer Informe de la Comisión de Constitución,
Legislación, y Justicia del Senado respecto de la aplicación de estos principios: Secreto y publicidad:
El sistema acusatorio se basa en que, por regla muy general, las actuaciones y audiencias del
tribunal son públicas. En cambio, en el inquisitivo, como ocurre en la etapa de sumario, las
actuaciones son secretas. Si se tiene en cuenta que, tanto el Pacto Internacional sobre
Derechos Civiles y Políticos, como el Pacto de San José de Costa Rica exigen que el proceso penal
sea público, salvo calificadas excepciones, el juicio oral aparece estrechamente vinculado con la
garantía de un racional y justo procedimiento que contempla nuestra Constitución Política.Además
de constituir una garantía, este mecanismo tiene la virtud de que la administración de justicia
cumpla con su función de resolver conflictos de un modo que sea percibido como legítimo por la
comunidad, aumentando su confianza en el sistema jurídico. El enjuiciamiento público permite
socializar más directamente el mensaje de que existe una respuesta estatal frente a los actos que la
sociedad considera merecedores de reproche penal.
71
de pruebas específicas;
iii) Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen
información o formulen declaraciones a los medios de comunicación social durante el
desarrollo del juicio.
Los motivos por los cuales el tribunal de juicio oral puede adoptar una o más de
esas medidas, por estimarlas necesarias, son las siguientes:
En la misma audiencia del juicio oral los miembros del tribunal oral deben dar a
conocer su decisión (art. 343 NCPP) sin perjuicio de redactar la sentencia con
posterioridad dentro de los plazos previstos por el legislador (art. 344 NCPP).
72
procesal, contravención de actos propios o cualquiera otra conducta ilícita,
dilatoria o de cualquier otro modo contraria a la buena fe.”
i) Implicancias y recusaciones
El legislador quiere que el proceso sea utilizado siempre como un medio para
dar solución a conflictos reales, y no se transforme en un instrumento dilatorio
destinado a postergar la satisfacción de los derechos que poseen los miembros
de la comunicad. Por ello, el legislador establece que aquel que pierde un juicio
puede ser condenado al pago de las costas si no hubiere tenido motivo plausible
para litigar (Art. 144 del Código Procedimiento Civil) y debe serlo
necesariamente cuando su intervención en el proceso no ha constituido más que
una maniobra dilatoria o claramente infundada (artículos 147, 471 y 787 del
Código Procedimiento Civil). Aún más, aquel litigante que goza del llamado
privilegio de pobreza puede ser condenado en costas, pero solamente cuando se
resuelva por el tribunal, fundadamente, en materia civil “que han obrado como
litigantes temerarios o maliciosos (artículo 600 Código Orgánico de Tribunales).
En el nuevo proceso penal, se establece que las costas serán de cargo del
condenado y que el querellante que abandonare la querella y la víctima que
abandonare la acción civil soportará las costas causadas por ellas (Art. 47 NCPP).
73
El legislador establece ese recurso, que doctrinariamente es más bien una acción,
con el fin de obtener de la Corte Suprema la invalidación de la sentencia
definitiva o interlocutoria firme que se hubiere obtenido con la utilización de los
medios fraudulentos que nuestra legislación establece en forma taxativa en los
artículos 810 Código Procedimiento Civil y 473 del NCPP.
i) Ampliación de la prueba
Nuestro legislador ha establecido que la prueba debe recaer sobre los hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos que emanen de los escritos presentados
durante el período discusión.
74
Finalmente, el legislador establece la carga para la parte que obtuvo el aumento del
término probatorio y no hubiere rendido prueba o sólo rinda una impertinente, de
pagar a la otra parte los gastos en que ésta haya incurrido para presenciar las
diligencias pedidas, sea personalmente o por medio de mandatarios (artículo 337
del Código Procedimiento Civil).
Fuera del juramento que los testigos deben prestar con anterioridad a su
declaración, la tacha de ellos es una manifestación más del principio de la buena fe,
puesto que constituye el sistema establecido por el legislador para inhabilitar a los
testigos en los casos en que se presume que hay de su parte falta de imparcialidad
y de idoneidad (Artículos 357 y 358 del Código Procedimiento Civil).
Constituyen una clara demostración del principio de la buena fe, en especial, las
causales de inhabilidad que se contemplan en los Nº 6 y 9 del artículo 357 y 6 y 7
del artículo 358 del Código Procedimiento Civil.
No obstante ello, debemos tener presente que el legislador, para poner término a la
mala fe que existía en la tacha infundada de falsedad de la firma estampada
respecto de los cheques, letras de cambio y pagarés, estableció que comete delito
aquel que tachare de falsa su firma y, en definitiva, resultare auténtica en el acto
del protesto o en la gestión preparatoria de la vía ejecutiva para el cobro de una
letra de cambio o pagaré (Art. 110 de la Ley Nº 18.092) o en a gestión de
notificación de protesto de cheque (Art. 43 del DFL 707).
Podrá, con todo, el tribunal admitir otros testigos en casos muy calificados, y
jurando la parte que no tuvo conocimiento de ellos al tiempo de formar la nómina
que trata el inciso anterior (artículo 372 inciso 2 y 3 Código Procedimiento Civil).
75
El legislador, para cautelar su fidelidad en el desempeño del cargo, les exige a los
peritos prestar juramento en tal sentido (artículo 417 del Código Procedimiento
Civil) y faculta a las partes para deducir en su contra causales de implicancia o
recusación (Artículo 113 del Código Procedimiento Civil).
Dentro del sistema procesal penal, sea éste el antiguo o el nuevo, se aplica el
principio de la probidad fundamentalmente mediante la protección a las partes
respecto de la debida imparcialidad del juzgador mediante el mecanismo de las
implicancias y recusaciones, el que se ve reforzado en el nuevo proceso penal al
impedir que integren el tribunal oral quienes hubieren intervenido con
anterioridad como fiscal, defensor o como juez de garantía (art 195 inc. final del
C.O.T.); con la exclusión de las pruebas ilícitas del proceso, el que tiene un
tratamiento especifico tanto en el antiguo como en el nuevo proceso respecto de
algunos medios de prueba (la tortura en la confesión, la intercepción de
comunicaciones telefónicas, etc.), mediante la sanción con el delito de perjurio a los
testigos que mientan dentro de un proceso penal, y con la condena en costas.
76
Las partes pueden hacer valer la nulidad procesal en el proceso
fundamentalmente a través de las siguientes vías:
Los incisos 1º y 2º del artículo 84 del Código Procedimiento Civil facultan a las
partes para solicitar la nulidad procesal por vía incidental en caso de haberse
omitido el cumplimiento de requisitos de validez de las actuaciones realizadas
durante el curso del procedimiento.98
De acuerdo al inciso primero del artículo 83 del C.P.C., establecido por la Ley
18.705, no cabe duda respecto a la consagración positiva de este principio,
puesto que “la nulidad procesal podrá ser declarada de oficio o a petición de
parte, en los casos en que la ley expresamente lo disponga y en todos aquellos en
que exista un vicio que irrogue a alguna de las partes un perjuicio reparable sólo
con la declaración de nulidad”.
“En doctrina, Mortara ha señalado que “la ley declara que un acto puede ser
anulado en consideración a que el vicio de que adolece corrompe su substancia y
le impide lograr su fin. Pero hay vicios que, debido a su escasa importancia, no
alteran el ordenamiento jurídico ni perjudican los litigantes. Tales incorrecciones
no habilitan para provocar la nulidad de un acto, porque tal medida es de
derecho estricto y de suyo delicada. De este modo, sólo serán valederos para
obtener la nulidad de una actuación aquellos vicios u omisiones cuya
importancia y gravedad impliquen el peligro de una injusticia al resolverse, en
definitiva, el litigio”.
Además, el inciso final del art. 84 del Código de Procedimiento Civil constituye
una clara aplicación del principio de la protección, al posibilitar al tribunal para
adoptar de oficio todas las medidas que permitan asegurar la validez de las
actuaciones que se realicen dentro del procedimiento.
77
garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, o en las demás leyes
de la República.
v) Recurso de nulidad.
78
ciertos actos procesales, si no se hubiere dado cumplimiento a los requisitos de
validez.
El Art. 324 del Código de Procedimiento Civil establece, sobre la base del principio
de la protección, que toda diligencia probatoria debe llevarse a cabo, previa
resolución del tribunal, notificada a la contraparte. La diligencia probatoria que se
lleve a efecto sin dar cumplimiento a estos requisitos es nula.
Si así no se hiciera es nula toda actuación realizada dentro del probatorio y debe
retrotraerse el procedimiento hasta el momento de notificarse válidamente dicha
resolución.
• Recurso de revisión
Tanto respecto del antiguo como respecto del nuevo proceso penal nuestro
legislador ha regulado la nulidad para los efectos de obtener que ella sea declarada
79
durante el curso del proceso respecto de todo medio de prueba que se hubiere
rendido violando las normas sustanciales o procedimentales en su rendición (arts.
68 a 73 del CPP y 159 a 165 del NCPP).
En el nuevo proceso penal, las vías para obtener la declaración de nulidad son los
incidentes de nulidad, el recurso de nulidad, y la acción de revisión, habiéndose
eliminado los recursos de casación en la forma y en el fondo.
80
i) El Código de Procedimiento Civil establece una serie de
procedimientos que, en cuanto a su latitud, guardan estricta relación con la
mayor o menor significación de las pretensiones que en él hacen valer las partes
y la rapidez que se requiere para que la satisfacción de ellas sea eficaz.
Así, por ejemplo, el demandado debe deducir todas sus excepciones dilatorias en
el juicio ordinario civil conjuntamente en un mismo escrito y dentro del término
de emplazamiento (Art. 305 Código Procedimiento Civil); el ejecutado debe
oponer todas las excepciones dilatorias y perentorias en el juicio ejecutivo en
forma conjunta en un mismo escrito y dentro del término de emplazamiento
especial señalado por la Ley (Art. 465 Código Procedimiento Civil); el
demandado debe, en el juicio sumario, hacer valer en el comparendo los
incidentes y la defensa sobre la cuestión principal (Art. 690 Código
procedimiento Civil), etc.
81
b) Aplicación de este Principio en Materia Probatoria
Así, por ejemplo, las partes deben rendir la prueba testimonial en el juicio
ordinario dentro del período probatorio, el cual reviste el carácter de fatal para
estos efectos.
Los otros medios de prueba pueden rendirse hasta la citación para oír sentencia en
primera instancia, pero debe solicitarse su rendición antes del vencimiento del
término probatorio.
ii) Se faculta a las partes para reducir la duración del período probatorio.
El artículo 328 del Código de Procedimiento Civil faculta a las partes para reducir,
de común acuerdo, la duración del término probatorio que contempla la ley.
El legislador señala en el Art. 319 del CPC que la apelación debe interponerse en
carácter subsidiario del recurso de reposición y si esta última no es acogida, se
otorgará en el sólo efecto devolutivo. Debemos advertir eso si que esta disposición,
que era de carácter excepcional, hoy constituye una regla general de acuerdo a lo
establecido en el Nº 2 del Art. 194 del C.P.C., el que establece la concesión de la
apelación en el sólo efecto devolutivo respecto de los autos, decretos y sentencias
interlocutorias.
En la prueba confesional, se establece que las partes sólo podrán exigirla hasta dos
veces en primera instancia y una vez en segunda instancia; pero si se alegan
hechos nuevos durante el juicio, podrá exigirse una vez más (Art. 385 inciso final
del Código Procedimiento Civil).
Así, por ejemplo, no se pueden acreditar las causas de inhabilidad de los testigos
de tachas por prueba testimonial (Art. 378 Código Procedimiento Civil).
82
Tampoco se puede utilizar la prueba de testigos para acreditar una obligación que
haya debido consignarse por escrito, como sucede con las que surgen de actos o
contratos que contienen la entrega o promesa de una cosa que valga más de dos
unidades tributarias (Arts. 1708 y 1709 del Código Civil).
Por otra parte, en la audiencia de preparación de juicio oral y en el juicio oral mismo,
recibe aplicación el principio de la economía procesal, dado que todas las materias
relativas a cada una de esas fases del procedimiento deben ser tratados idealmente o
a lo menos en audiencias sucesivas (arts. 282 y 283)100
El proceso no es más que una serie o conjunto de actos que se van realizando por
las partes y el tribunal en forma progresiva, con el fin de arribar a una decisión que
resuelva el conflicto sometido a la decisión del órgano jurisdiccional.
Los actos que las partes van realizando durante el curso del procedimiento se van
relacionando entre sí e integrándose los unos con los otros para configurar el
proceso.
Los actos que realicen las partes no son actos aislados que van a producir sólo los
efectos que su ejecutante desea, sino que pueden producir consecuencias jurídicas
más allá de los deseados por su autor.
Lo normal es que prime la eficacia respecto del acto que realiza la parte. La eficacia
significa que los actos jurídicos procesales no pueden tornarse en perjuicio de la
parte que promueve el proceso, si esa parte tiene la razón al promoverlo.
83
a) Aplicación del Principio de Adquisición Procesal en Materia Probatoria Civil
En materia probatoria civil se presentan algunas situaciones que pueden dar lugar
a la aplicación del principio de la adquisición procesal.
Las partes pueden –como se adelantó- en cualquier acto jurídico procesal en que no
han tenido la voluntad de favorecer a la contraparte, reconocer la existencia de
hechos que en definitiva las perjudican.
En otras palabras, ello significa que si los testigos declaran en forma contraria a los
intereses de la parte que los presentan y perjudican a ésta; al independizarse el acto
jurídico procesal de la parte que lo realiza, la declaración de esos testigos se suma a
la prueba de testigos de la contraparte.
84
II. DISPOSICIONES COMUNES A TODO
PROCEDIMIENTO
1) CONTENIDO.
• En el Título IV, denominado “De las cargas pecuniarias a que están sujetos los
litigantes”, se regula las cargas pecuniarias y se establecen las personas responsables
de ellas.
85
no sólo la clasificación de las resoluciones judiciales en atención a su naturaleza
jurídica y los requisitos formales que deben cumplirse en su dictación, sino que
también se contienen normas destinadas a regular la vista de la causa en los
tribunales colegiados, la Cosa Juzgada (Arts. 175 a 180 del CPC), el Recurso de
Reposición (Art. 181 del CPC), el Desasimiento del Tribunal, y la Aclaración,
rectificación y enmienda de las sentencias (Art. 182 del CPC.)
2) IMPORTANCIA.
Es así, por ejemplo, que cada vez que nosotros debemos determinar qué norma
rige una notificación que deba efectuarse dentro de cualquiera de esos
procedimientos o la forma que debe tener una sentencia definitiva que ha de
pronunciarse dentro de alguno de esos procedimientos, a falta de una norma
especial establecida en ellos, deberemos aplicar las disposiciones contenidas en el
Libro I.
Ello ocurre, por ejemplo, con la notificación del artículo 44 en las querellas
posesorias, en que dicha notificación puede practicarse de acuerdo a lo previsto en
el artículo 553 del C.P.C., aún cuando el querellado no se encuentre en el lugar del
juicio, o con la forma de las sentencias definitivas que debe dictar el árbitro
arbitrador, la que no se rige por el artículo 170 del C.P.C., sino que por la norma
especial del artículo 640 de ese Código.
Es así como esas normas reciben aplicación, por ejemplo, en el procedimiento sobre
juicio de arrendamiento de predios urbanos regulado en la Ley Nº 18.101, en el
nuevo procedimiento del trabajo regulado en el Libro IV del Código del Trabajo,
en los Procedimiento ante los Tribunales de Familia, en los Procedimientos ante los
Jueces de Policía Local, salvo que en ellos se contemple una norma especial diversa.
86
Sin embargo, debemos advertir que, dado que el Código de Procedimiento Civil
regula procedimientos escritos (los que son estructuralmente distintos de los
nuevos procedimientos orales que se contemplan respecto de los Tribunales de
Familia y Laborales en las Leyes Nº 19.968 y Nº 20.087), se dispone en el artículo 27
de la Ley Nº 19.968 que Crea los Tribunales de Familia y en el artículo 432 del
Código del Trabajo, que las disposiciones comunes a todo procedimiento
establecidas en el Código de Procedimiento Civil serán aplicables en lo no
regulado en esos cuerpos legales, a menos que ellas resulten incompatibles con la
naturaleza de los procedimientos o con los principios que informan los
procedimientos. En dicho caso, el juez dispondrá la forma en que se debe
desarrollarse el procedimiento (arts. 27 Ley Nº 19.968 y 432 Código del Trabajo).
Por ello, las antiguas normas del Código de Procedimiento Civil siguen siendo
aplicables supletoriamente a las causas civiles que se tramiten ante los tribunales
militares en tiempos de paz, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, los
juzgados de policía local y cualquier otro tribunal especial que no forme parte del
Poder Judicial.
En cambio, las nuevas normas del Código de Procedimiento Civil son aplicables
directa y supletoriamente a todas las causas que conozcan i) la Corte Suprema, ii)
las Cortes de Apelaciones, iii) los Presidentes y Ministros de Corte, iv) los
tribunales de juicio oral en lo penal, v) los juzgados de garantía, vi) los juzgados de
letras, vii) los juzgados de familia, viii) los juzgados de letras del trabajo y ix) los
juzgados de cobranza laboral y previsional.
87
c) Tienen aplicación por remisión en los procedimientos penales.
88
III.FORMACIÓN DE LA CARPETA
ELECTRÓNICAY EL EXPEDIENTE
1) La Formación de la Carpeta Electrónica
Así, el nuevo texto del artículo 29 del Código de Procedimiento Civil, que regula la
formación de la carpeta electrónica, actualmente establece que “Se formará la
carpeta electrónica con los escritos, documentos, resoluciones, actas de audiencias
y actuaciones de toda especie que se presenten o verifiquen en el juicio. Estos
antecedentes serán registrados y conservados íntegramente en orden sucesivo
conforme a su fecha de presentación o verificación a través de cualquier medio que
garantice la fidelidad, preservación y reproducción de su contenido, lo que se
regulará mediante auto acordado de la Corte Suprema.
101Sin perjuicio de lo anterior, la carpeta electrónica sigue pudiendo dar lugar a distintos cuadernos
separados, los que tienen que confeccionarse conforme a la ley en distintos casos. Así, existe un
cuaderno principal y otros cuadernos distintos según el caso (cuaderno de medida precautoria, de
medida prejudicial, de apremio, etc.). Como señala Juan Agustín Figuero y Erika Morgado, “Los
expedientes muchas veces tienen cuadernos principales y accesorios, y esto ocurre porque por
expresa disposición de la ley; un mismo procedimiento puede ser tramitado en cuadernos
diferentes dependiendo de las actuaciones de que se traten” FIGUEROA Y., Juan Agustín y
MORGADO S., Erika, Jurisdicción, Competencia y Disposiciones Comunes a Todo Procedimiento,
Santiago, Ed. Thomson Reuters, 2013, p. 265. En el mismo sentido, Carlos Anabalón señala que “no
siempre el proceso es único, pues cuenta, a veces, con otras piezas secundarias llamadas cuadernos,
los cuales sobrellevan el juicio en todos los casos en que una cuestión accesoria promovida por las
partes (incidentes) debe ser tramitada por separado para no entorpecer la marcha de la causa
principal. Estos cuadernos toman, entonces, el nombre de la cuestión sobre que versan, y al proceso
básico del juicio se le asigna el de cuaderno principal.” ANABALÓN S., Carlos, Tratado Práctico de
Derecho Procesal Civil Chileno, Santiago, Ediciones de la Universidad de Chile, 1946, T. II, p.. 91.
89
Como se puede apreciar, esta norma resguarda la integridad y fidelidad de la
expresión material del proceso, preocupándose que la carpeta electrónica se
conforme con todas las actuaciones que se verifican en él, sin que parte alguna de
él pueda eliminarse sin resolución judicial que lo ordene.
No obstante lo anterior, cabe tener presente que sigue siendo posible acompañar
documentos en papel y que ello es incluso necesario cuando se trata de un título
ejecutivo cuyo formato original no es electrónico, en cuyo caso resulta necesario
acompañar copias en formato digital de esos documentos para su agregación en la
carpeta electrónica. En estos casos, para obtener la devolución del documento
original en papel basta con solicitarlo102, sin que sea necesario ordenar el desglose
de su representación virtual en la carpeta electrónica (razón por la que la norma
relativa a ello fue derogada).
102 Véase al respecto el artículo 47 del Auto Acordado Nº 47-2016 de la Corte Suprema.
90
numerándose correlativamente mediante una foliación automática (Arts. 29 y 34
del CPC).
En aquellos casos en que otro tribunal requiera la remisión del expediente original
o de algún cuaderno o pieza del proceso, el trámite se cumplirá enviando la
correspondiente comunicación de la carpeta electrónica a la que deben acceder a
través del sistema de tramitación electrónica del Poder Judicial. Lo mismo se
aplicará cada vez que la ley ordene la remisión, devolución o envío del proceso o
de cualquiera de sus piezas a otro tribunal.”
91
2) Presentación de Escritos
La forma natural en la cual las partes se comunican con el tribunal para los efectos
de formular sus diversas peticiones en nuestro procedimiento civil (en el cual
predomina el principio de la escrituración) es mediante la presentación de escritos.
De acuerdo con ello, un escrito es el acto solemne que contiene las solicitudes que
presentan las partes al tribunal y que debe reunir los requisitos contemplados en la
ley.
Se desprende de dicha normativa, que los siguientes son los requisitos generales
para la confección y presentación de escritos (sin perjuicio de los requisitos
especiales para determinados escritos como la demanda, la contestación de la
demanda y los recursos, entre otros) son:
El inciso segundo del artículo 30 del Código de Procedimiento Civil establece que
“Los escritos se encabezarán con una suma que indique su contenido o el trámite
de que se trata.”
Sin perjuicio de ello, como señalan Juan Agustín Figueroa y Erika Morgado, “Por
tradición y una mínima regulación legal, los escritos tienen una determinada
estructura: suma, vocativo, individualización, fundamentación de la petición y
parte petitoria.”103 Si bien sólo la suma es una exigencia legal para todos los
escritos, en general todos comparten esta estructura.
103 FIGUEROA Y., Juan Agustín y MORGADO S., Erika, Jurisdicción, Competencia y Disposiciones
Comunes a Todo Procedimiento, Santiago, Ed. Thomson Reuters, 2013, p. 267.
104 Debemos recordar que, para dirigirse al tribunal, la Corte Suprema tiene el tratamiento de
Excelencia (Excma. Corte), las Cortes de Apelaciones tienen el tratamiento de Señoría Ilustrísima
(Iltma. Corte) y los jueces de letras tienen el tratamiento de Señoría (S.J.L., US, S.S.;) de conformidad
a lo establecido en el artículo 306 del C.O.T.
92
• La parte petitoria corresponde a la solicitud específica que se hace al
tribunal.105
b) Deben ser presentados por vía electrónica a través del sistema de tramitación
electrónica del Poder Judicial y excepcionalmente en papel por conducto del
ministro de fe respectivo o el buzón habilitado al efecto.
i) Ingreso electrónico
Uno de los autos acordados que la Corte Suprema dictó al efecto corresponde al
Acta 37-2016, la cual establece en su artículo 3º que “La Corporación
Administrativa dispondrá el funcionamiento de una Oficina Judicial Virtual,
compuesta por un conjunto de servicios entregados en el portal de Internet del
Poder Judicial, al que tendrán acceso los usuarios que previamente se identifiquen
en conformidad a lo dispuesto en los incisos siguientes.
Para utilizar la Oficina Judicial Virtual se deberá aceptar en el primer ingreso sus
condiciones de uso.”
105 Véase FIGUEROA Y., Juan Agustín y MORGADO S., Erika, Jurisdicción, Competencia y
Disposiciones Comunes a Todo Procedimiento, Santiago, Ed. Thomson Reuters, 2013, pp. 267-268.
106 ANABALÓN S., Carlos, Tratado Práctico de Derecho Procesal Civil Chileno, Santiago, Ediciones de
93
Por lo mismo, todo escrito debe, por regla general, ser presentado por medio de la
Oficina Judicial Virtual (OJV), siguiendo las indicaciones establecidas en el Manual
de Ingreso de Escritos de la OJV.
• Cuando se trate de una persona autorizada por el tribunal para ello por
carecer de los medios tecnológicos necesarios; y
• Cuando las circunstancias así lo requieran.
En consistencia con esto último, el inciso final del artículo 3 del Auto Acordado Nº
37-2016 estableció que “En aquellos casos en que la Oficina Judicial Virtual no se
encuentre disponible, la Corporación Administrativa emitirá y publicará en el
portal de Internet del Poder Judicial un certificado especificando el día, hora y
duración del incidente.”
Con ello, se permite dar certeza de cuándo resulta posible el ingreso de escritos en
formato papel. No obstante, para impedir que no quede constancia del escrito en la
carpeta electrónica, la Ley Nº 20.886 y el Auto Acordado Nº 37-2016 han
establecido el deber de digitalizar ese escrito inmediatamente para incorporarlo a
la carpeta electrónica.
94
En este sentido, el inciso final del artículo 5 de la Ley Nº 20.886 establece que “Los
escritos presentados en formato papel serán digitalizados e ingresados a la carpeta
electrónica inmediatamente.” Complementando ello, el artículo 41 del Auto
Acordado Nº 71-2016 establece que recibidas las presentaciones, ellas “deberán ser
digitalizadas e incorporadas a la carpeta electrónica correspondiente, conforme a
las políticas de digitalización adoptadas por el tribunal.”
En los casos que estos escritos en papel sean recibidos por el secretario (en lugar de
ser ingresados por un buzón dispuesto al efecto), el artículo 36 del Código de
Procedimiento Civil establece que “Entregado un escrito al secretario, deberá éste
en el mismo día estampar en cada foja la fecha y su media firma, o un sello
autorizado por la respectiva Corte de Apelaciones y que designe la oficina y la
fecha de la presentación. Deberá, además, dar recibo de los documentos que se le
entreguen, siempre que lo exija la parte que los presenta, sin que pueda cobrar
derecho alguno por los servicios a que este artículo se refiere.”
Adicionalmente, los escritos deben ser firmados electrónicamente por todas las
personas que aparecen suscribiéndolos.
95
En el caso de los escritos en papel, tales deben estar firmados manuscritamente por
quienes aparecen suscribiéndolos. Como se destaca desde antiguo, “Respecto de la
firma puesta al pié de un escrito, como se comprende, ella <<es la manifestación de
que el firmante hace suyo y responde del contenido de la solicitud>>. Además,
como requisito indispensable para la validez del escrito, la firma debe ser puesta
en la debida oportunidad, y por consiguiente, no se cumple con el trámite o la
actuación correspondiente si el escrito aparece firmado después de expirado el
plazo que la ley señala al efecto. Por último, la firma en los escritos y actuaciones
judiciales debe ponerse y ser escrita de puño y letra por el interviniente en el
acto…”107
Para dar publicidad a ello, el mismo artículo estableció que “Las especificaciones
técnicas a las que refiere el inciso anterior se encontrarán publicadas en el portal de
Internet del Poder Judicial.”
En particular, cabe destacar que estos manuales han establecido que los escritos
deberán adjuntarse en formato PDF con un tamaño que no exceda de 10 megabytes
por cada archivo, con un peso máximo de 30 megabytes en el total de archivos
adjuntados.
3) Presentación de Documentos
i) Documentos electrónicos
107ANABALÓN S., Carlos, Tratado Práctico de Derecho Procesal Civil Chileno, Santiago, Ediciones de
la Universidad de Chile, 1946, T. II, pp. 91-92.
96
caso de requerirlo así las circunstancias, se acompañarán en el tribunal a través de
la entrega de algún dispositivo de almacenamiento de datos electrónicos.”
En la práctica, esto implica hoy que si el documento electrónico tiene formato PDF,
tal se deberá acompañar a través del sistema de tramitación electrónica del Poder
Judicial.
97
Conforme al artículo 47 del Auto Acordado Nº 71-2016, al momento de acompañar
materialmente documentos cuyo formato original no sea electrónico, se deberá
presentar un escrito con la individualización de los documentos o títulos ejecutivos,
comprendiendo a lo menos los siguientes datos: tipo, cantidad de páginas de cada
documento, monto en el caso de ser valorados y fecha de emisión, suscripción,
autorización u otra según corresponda.
Los documentos que se han presentado materialmente (sea por constituir títulos
ejecutivos o documentos que voluntariamente se optó por acompañar en su
formato original no electrónico) deberán acompañarse con una copia en formato
digital a través del sistema de tramitación electrónica del Poder Judicial o, en caso
de requerirlo así las circunstancias, en el tribunal, a través de la entrega de algún
dispositivo de almacenamiento de datos electrónicos (Art. 6 III Ley Nº 20.886).
98
Además, una vez que la causa termine, el tribunal ordenará el retiro de los
documentos y títulos ejecutivos custodiados, pudiendo destruirlos en el plazo de 3
meses contados desde que aquélla se encuentre ejecutoriada u ordenar su envío al
archivo judicial cuando lo estime pertinente (Art. 32 Auto Acordado Nº 71-2016).
99
IV. PLAZOS
1) Reglamentación
2) Concepto
El plazo o término procesal es el espacio de tiempo fijado por la ley, el juez o las
partes para el ejercicio de una facultad o la realización de un acto jurídico procesal
dentro del proceso.
Hay quienes efectuaban una distinción entre el plazo, que era el período
establecido para cuestiones derivadas del cumplimiento de obligaciones civiles y el
término, que era el período establecido para cuestiones procesales. En nuestra
legislación, doctrina y jurisprudencia no se efectúa esa distinción, siendo ambas
expresiones sinónimas.
De acuerdo con ese precepto legal “todos los plazos de días, meses o años de que
se haga mención en las leyes o en los decretos del Presidente de la República, de
los tribunales o juzgados, se entenderá que han de ser completos y correrán
además hasta la medianoche del último día del plazo.
Si el mes en que ha de principiar el plazo de meses o años constare de más días que
el mes en que ha de terminar el plazo, y si el plazo corriere desde alguno de los
días en que el primero de dicho meses excede al segundo, el último día del plazo
será el último día de este segundo mes.
De acuerdo al artículo 49 del Código Civil, "cuando se dice que un acto debe
ejecutarse en o dentro de cierto plazo, se entenderá que vale si se ejecuta antes de
la medianoche en que se termina el último día del plazo; y cuando se exige que
haya transcurrido un espacio de tiempo para que nazcan o expiren derechos, se
entenderá que estos derechos no nacen o expiran sino después de la medianoche
en que termine el último día de dicho espacio de tiempo.”
100
Según estas normas contenidas en el Código Civil, dos son los principios que se
establecen respecto del cómputo de los plazos:
ii) El plazo corre hasta la medianoche del último día del plazo, si este es de días,
meses o años.
Los plazos son susceptibles de ser clasificados desde diversos puntos de vista:
Desde este punto de vista los plazos se clasifican en plazos legales, judiciales y
convencionales.
b) En atención a su extensión.
Desde este punto de vista se clasifican en plazos de horas, días, meses y años.
Estas clasificaciones son importantes por los diversos aspectos en atención a los
cuales se establecen y porque ellas deben ser relacionadas entre sí para establecer
los efectos que genera el transcurso de uno u otro plazo, su forma de cómputo o la
forma de extinción de la facultad por su transcurso.
101
Plazos legales son aquellos establecidos por la ley.
Ejemplos típicos de los plazos legales son todos aquellos que se establecen dentro
de los diversos procedimientos para los efectos de evacuar el o los trámites que se
comprenden en el período de discusión, el término probatorio y para deducir los
diversos recursos legales.
Plazos judiciales son aquellos fijados por el juez cuando la ley lo autoriza
expresamente para ello.
Plazo convencional es aquel fijado de común acuerdo por las partes o por aquel
que debe concurrir a realizar un acto jurídico unilateral.
Esta clasificación, que se efectúa atendiendo al origen del establecimiento del plazo,
tiene importancia para los siguientes efectos:
Los plazos que establece el Código de Procedimiento Civil son fatales, salvo que se
refieran a actuaciones propias del tribunal (Art. 64 del C.P.C.). Los plazos judiciales
revisten el carácter de no fatales (Art. 78 del C.P.C.). La fatalidad del plazo
convencional debería depender de la voluntad de las partes.
Los términos legales no son prorrogables. Los plazos judiciales son prorrogables en
el evento de darse cumplimiento a los requisitos que establece la ley (Art. 67 CPC).
Los términos convencionales son prorrogables de común acuerdo por las partes.
102
En cuanto a la extensión del término es posible distinguir dentro del
procedimiento el establecimiento de plazos de horas, de días, meses y años.
En el mismo sentido, el art. 15 del NCPP establece que los plazos de horas
establecidos en este Código comenzarán a correr inmediatamente de ocurrido el
hecho que fijare su iniciación, sin interrupción.
ii) En cuanto a su carácter de continuo o discontinuo, puesto que sólo los plazos
de días y que se encuentran establecidos en el Código de Procedimiento Civil se
suspenden durante los días feriados (Art. 66 del C.P.C.).
103
En nuestro derecho se encuentra contemplada la existencia de los plazos fatales en
los artículos 49 del Código Civil, en el inciso primero del artículo 64 del Código de
Procedimiento Civil y en el artículo 16 del Código Procesal Penal.
Al efecto, establece el mencionado artículo 49 del Código Civil que "cuando se dice
que un acto debe ejecutarse en o dentro de cierto plazo, se entenderá que vale si se
ejecuta antes de la medianoche en que se termina el último día del plazo; y cuando
se exige que haya transcurrido un espacio de tiempo para que nazcan o expiren
derechos, se entenderá que estos derechos no nacen o expiran sino después de la
medianoche en que termine el último día de dicho espacio de tiempo."
104
Excepcionalmente, no revisten el carácter de fatal, no obstante tratarse de
términos contemplados en el Código de Procedimiento Civil, aquellos
establecidos para la realización de actuaciones propias del tribunal.
Algo parecido se reconoce en el artículo 344 del NCPP, aunque en forma menos
exigente. Esta norma dispone que “Al pronunciarse sobre la absolución o condena,
el tribunal podrá diferir la redacción del fallo y, en su caso, la determinación de
la pena hasta por un plazo de cinco días, fijando la fecha de la audiencia en que
tendrá lugar su lectura. No obstante, si el juicio hubiere durado más de cinco días,
el tribunal dispondrá, para la fijación de la fecha de la audiencia para su
comunicación, de un día adicional por cada dos de exceso de duración del juicio.
105
El transcurso de estos plazos sin que hubiere tenido lugar la audiencia citada,
constituirá falta grave que deberá ser sancionada disciplinariamente. Sin
perjuicio de ello, se deberá citar a una nueva audiencia de lectura de la sentencia,
la que en caso alguno podrá tener lugar después del segundo día contado desde
la fecha fijada para la primera. Transcurrido este plazo adicional sin que se
comunicare la sentencia se producirá la nulidad del juicio, a menos que la
decisión hubiere sido la de absolución del acusado. Si, siendo varios los acusados,
se hubiere absuelto a alguno de ellos, la repetición del juicio sólo comprenderá a
quienes hubieren sido condenados.”
Al efecto, el artículo 78 del C.P.C. establece que "vencido un plazo judicial para la
realización de un acto procesal sin que éste se haya practicado por la parte
respectiva, el tribunal de oficio o a petición de parte, declarará evacuado dicho
trámite en su rebeldía y proveerá lo que convenga para la prosecución del juicio,
sin certificado previo del secretario."
106
tribunal, no obstante haber transcurrido el plazo, la facultad no se extingue y
puede ser ejercida por la parte.
De acuerdo con ello, para que una facultad procesal se extinga por la rebeldía de la
parte respectiva en su ejercicio es menester que concurran los siguientes requisitos.
ii) Que haya transcurrido el plazo judicial sin haberse ejercido la facultad por la
parte respectiva;
iv) Que se notifique la resolución que declare tener por evacuado el trámite en
rebeldía, puesto que esa resolución no produce efectos mientras ella no sea notificada
de acuerdo a lo establecido en el artículo 38 del C.P.C.
En los plazos fatales, la facultad para realizar la actuación se extingue por el sólo
ministerio de la ley al transcurso del plazo; en cambio, en los plazos no fatales es
necesario para que se extinga la facultad que, además del transcurso del plazo, se
proceda a declarar la rebeldía mediante una resolución judicial y que ella sea
debidamente notificada a las partes.
Para los efectos de obtener una prórroga de un plazo judicial es menester que se
cumplan copulativamente con los siguientes requisitos:
107
En consecuencia, nunca será prorrogable un plazo judicial si la prórroga se solicita
una vez transcurrido el término judicial, sin perjuicio de poder ejercer la facultad si
no se hubiere acusado la rebeldía.
iii) Que se alegue justa causa, la que será apreciada prudencialmente por el
tribunal.
En todo caso, la prórroga que se conceda por el tribunal nunca podrá comprender
una ampliación del término más allá de los días asignados por la ley de acuerdo a
lo previsto en el artículo 68 del Código de Procedimiento Civil.
Sin embargo, el artículo 17, titulado nuevo plazo, dispone que “el que, por un
hecho que no le fuere imputable, por defecto en la notificación, por fuerza mayor o
por caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar
una actividad dentro del plazo establecido por la ley, podrá solicitar al tribunal
un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el mismo período. Dicha solicitud
deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere
cesado el impedimento.”
Constituyen ejemplos de esta clase de plazos el que establece el legislador para los
efectos de deducir el recurso de apelación conforme a lo previsto en el artículo 189
del C.P.C. y, por interpretación jurisprudencial, el plazo del ejecutado para oponer
excepciones dentro del juicio ejecutivo.
Plazos Comunes son aquellos que corren conjuntamente para todas las partes a
contar de la última notificación.
108
10) PLAZOS CONTINUOS Y DISCONTINUOS.
Plazos Continuos son aquellos que corren sin interrumpirse por la interposición
de días feriados.
En materia del derecho común, el artículo 50 del Código Civil establece que "en los
plazos que se señalaren en las leyes o en los decretos del Presidente de la
República o de los tribunales o juzgados, se comprenderán aún los días feriados, a
menos que el plazo señalado sea de días útiles, expresándose así, pues en tal caso
no se contarán los feriados".
Para que nos encontremos en los actos que emanan de esos Poderes ante un plazo
discontinuo es menester que expresamente se le otorgue ese carácter.
ii) Tampoco tendrán el carácter de plazos discontinuos, los plazos de días si ellos
no se encuentran establecidos en el Código de Procedimiento Civil, sino que en otro
cuerpo legal, a menos que en éste se contemple expresamente la interrupción del
plazo durante los días feriados como ocurre en el procedimiento ante los Jueces de
109
Policía Local (Art. 27 Ley Nº 18.287).
Esta clasificación tiene importancia para los efectos de establecer los días que no
deben ser considerados en el cómputo de un plazo.
En el proceso penal, los plazos son continuos, sin perjuicio de extenderse cuando
vencen en feriados hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere
feriado. Conforme al artículo 14 del NCPP, “Todos los días y horas serán hábiles
para las actuaciones del procedimiento penal y no se suspenderán los plazos por la
interposición de días feriados.
En cuanto a si dentro del término pueden realizarse actuaciones judiciales por una
o más de las partes en el proceso o bien sólo por alguna de ellas, se clasifican los
plazos en generales y especiales.
Un plazo es especial si se encuentra establecido para que sólo una de las partes
pueda realizar una actuación judicial dentro de él.
La regla general es que los plazos son generales y se requiere norma expresa para
que se entienda que los plazos son especiales.109
110
El proceso puede paralizarse durante su tramitación por la inactividad de las
partes y de los órganos de la jurisdicción.
Este derecho sólo podrá ejercerse hasta por dos veces en cada instancia, sea o no
por periodos iguales, sin perjuicio de poder acordar la suspensión, además, ante la
Corte Suprema en caso que, ante dicho tribunal, estuvieren pendientes recursos de
casación o de queja en contra de sentencia definitiva.
111
De acuerdo con ello, tenemos que la suspensión tiene su origen en una convención
de carácter procesal, puesto que ella sólo puede operar por el acuerdo de ambas
partes.
Ello significa que el período que media entre la presentación al tribunal del escrito
de suspensión de común acuerdo por las partes y el del vencimiento del plazo de
suspensión acordado no debe ser considerado para el cómputo de ningún plazo
dentro del procedimiento, puesto que se establece expresamente la suspensión de
ellos dentro de ese período.
Por otra parte, los tribunales superiores de aquel que conoce de un proceso pueden
ordenarle al inferior la suspensión de la tramitación de una causa mediante la
orden de no innovar en los recursos de apelación concedido en el sólo efecto
devolutivo y en el recurso de queja. Tratándose del recurso de queja, la orden de
no innovar no suspende el curso de los plazos fatales que hayan comenzado a
correr antes de comunicarse dicha orden de acuerdo a lo previsto en el Nº 7 del
Auto Acordado de la Corte Suprema sobre Tramitación y Fallo del Recurso de
112
Queja de 6 de Noviembre de 1972, que se contiene en el Apéndice del Código
Orgánico de Tribunales.
Sin embargo, existen otros medios anormales de poner término al proceso, como la
transacción (Art. 2.460 Código Civil), el avenimiento y la conciliación total (Art. 267
del CPC), el desistimiento de la demanda (Art. 148 del C.P.C.), el abandono del
procedimiento (Art. 152 y siguientes del C.P.C.), y el abandono de la acción penal
privada. (Art. 402 del NCPP).
113
CAPITULO IV: LAS ACTUACIONES JUDICIALES.
I. REGLAMENTACION.
II. CONCEPTO
De acuerdo con ello, las actuaciones judiciales son los actos jurídicos procesales,
más o menos solemnes, realizados por o a través del tribunal, por las partes, los
terceros o auxiliares de la administración de justicia, de las cuales se deja
testimonio en el expediente y que deben ser autorizadas por un ministro de fe.
1.-Deben realizarse ante o por orden del tribunal que conoce de la causa;
110 En adelante, cada vez que se indique un artículo sin indicar el Código al cual pertenece se
debe entender que corresponde al Código de Procedimiento Civil.
111 Ver art 70 del CPC.
112 Véase art. 61 inc. 3° del CPC.
114
5.- Debe ser autorizada por el Ministro de Fe o funcionario competente, salvo en
los casos de resoluciones judiciales suscritas con firma electrónica avanzada.
1.-Las actuaciones judiciales deben realizarse ante o por orden del tribunal que
conoce de la causa.
Una actuación judicial que se realiza por orden del tribunal será, por ejemplo, el
comparendo de discusión en el juicio sumario.
Por otra parte, será una actuación judicial que se realiza ante el tribunal la
rendición de una prueba de testigos (art. 365 del C.P.C.), la confesión judicial
provocada o absolución de posiciones (art. 388 del C.P.C.), etc.
Excepcionalmente, las actuaciones no se realizan ante el juez o por orden del juez
que conoce de la causa en los casos en que se encomienden expresamente por la ley
a los secretarios u otros ministros de fe, o en que se permita al tribunal delegar sus
funciones, o en que las actuaciones hayan de practicarse fuera del lugar en que se
siga el juicio.
"Son días hábiles los no feriados". Es decir, son días hábiles a los cuales la ley no le
haya conferido el carácter de feriados (Véase la Ley Nº 2.977 que figura en el
Apéndice del Código Civil). En la actualidad ya no se consideran como días
inhábiles los días comprendidos dentro del feriado judicial, que comenzaba el 1º de
febrero de cada año y se extendía hasta el primer día hábil de Marzo inclusive, por
encontrarse este derogado (Art.313 del C.O.T.).
"Son horas hábiles las que median entre las ocho y las veinte horas”.
No obstante, dicha regla general respecto de los días y horas en que deben
practicarse las actuaciones judiciales puede experimentar modificaciones a través
de la habilitación de días u horas de acuerdo a lo establecido en el artículo 60 del
C.P.C.
115
Según ese precepto legal, "los tribunales pueden, a solicitud de parte, habilitar para
la práctica de actuaciones judiciales días u horas inhábiles, cuando haya causa
urgente que lo exija.
- Las actuaciones cuya dilación pueda causar grave perjuicio a los interesados.
- Las actuaciones cuya dilación pueda hacer ilusoria una providencia judicial.
En materia penal, no hay días ni horas inhábiles para las actuaciones del proceso
de acuerdo a lo previsto en el artículo 14 del Código Procesal Penal.115-116
En el nuevo proceso penal, el artículo 14 del Código Procesal Penal prevé que
todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y
no se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
El juez debe pronunciar la sentencia de acuerdo con el mérito del proceso según lo
previsto en el artículo 160 del C.P.C., por lo que necesariamente debe dejarse
testimonio fidedigno de las actuaciones que se practiquen en la carpeta electrónica.
Al efecto, prescribe ese precepto que “de toda actuación deberá dejarse testimonio
fidedigno en la carpeta electrónica, con expresión del lugar, día, mes y año en que
se verifique, de las formalidades con que se haya procedido, y de las demás
indicaciones que la ley o el tribunal dispongan.
116
A continuación y previa lectura, firmarán todas las personas que hayan
intervenido; y si alguna no sabe o se niega a hacerlo, se expresará esta
circunstancia. El acta correspondiente se digitalizará e incorporará a la carpeta
electrónica inmediatamente.”
Incluso, el mismo artículo dispone en su inciso final que “En los casos de contarse
con los recursos técnicos necesarios, podrán registrarse las audiencias en que
participe el tribunal mediante audio digital, video u otro soporte tecnológico
equivalente, el que se agregará a la carpeta electrónica inmediatamente.”
La primera de dichas normas dispone que “Todas las actuaciones del proceso se
registrarán y conservarán íntegramente y en orden sucesivo en la carpeta
electrónica, la que garantizará su fidelidad, preservación y la reproducción de su
contenido.”
En el nuevo proceso penal, el artículo 39, titulado Reglas generales, dispone que de
las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía, el tribunal de juicio oral en
lo penal, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema se levantará un registro en
la forma señalada en el Párrafo 6 del Título II del Libro I del NCPP.
En todo caso, dispone que las sentencias y demás resoluciones que pronunciare el
tribunal serán registradas en su integridad.
En el artículo 41, titulado Registro de actuaciones ante los tribunales con competencia en
materia penal se dispone que las audiencias ante los jueces con competencia en
materia penal se registrarán en forma íntegra, por cualquier medio que asegure
fidelidad, como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente.
117
En el artículo 42, titulado Valor del registro del juicio oral, se prescribe que el registro
del juicio oral demostrará el modo en que se hubiere desarrollado la audiencia, la
observancia de las formalidades previstas para ella, las personas que hubieren
intervenido y los actos que se hubieren llevado a cabo. Lo anterior es sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 359, en lo que corresponda.
El artículo 43, titulado, Conservación de los registros, prescribe que mientras dure la
investigación o el respectivo proceso, la conservación de los registros estará a cargo
del juzgado de garantía y del tribunal de juicio oral en lo penal respectivo, de
conformidad a lo previsto en el Código Orgánico de Tribunales.
Cuando, por cualquier causa, se viere dañado el soporte material del registro
afectando su contenido, el tribunal ordenará reemplazarlo en todo o parte por una
copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere de ella directamente.
Finalmente, el artículo 44, Examen del registro y certificaciones, dispone que salvo por
las excepciones expresamente previstas en la ley, los intervinientes siempre
tendrán acceso al contenido de los registros.
Los registros podrán también ser consultados por terceros cuando dieren cuenta de
actuaciones que fueren públicas de acuerdo con la ley, a menos que, durante la
investigación o la tramitación de la causa, el tribunal restringiere el acceso para
evitar que se afecte su normal substanciación o el principio de inocencia.
En todo caso, los registros serán públicos transcurridos cinco años desde la
realización de las actuaciones consignadas en ellos.
118
Excepcionalmente, las actuaciones judiciales no se realizarán ante el tribunal que
conoce de la causa en los siguientes casos:
Así, por ejemplo, corresponde a los secretarios autorizar los poderes judiciales (Art.
380 Nº 5 del C.O.T.); corresponde a los Receptores practicar las notificaciones
personales o por cédula en los lugares hábiles que no sean las oficinas de los
secretarios y actuar en los procesos civiles como ministros de fe en la recepción de
la prueba testimonial y absolución de posiciones (Art.390 del C.O.T.); etc.-
Así, por ejemplo, la avaluación de las costas procesales puede ser delegada por el
tribunal unipersonal en el secretario y por el tribunal colegiado en uno de sus
miembros de acuerdo a lo previsto en el inciso segundo del artículo 140 del C.P.C.;
la dictación de los decretos en los tribunales colegiados que pueden ser dictados
por uno solo de sus miembros de acuerdo al art.168 del C.P.C.; la interrogación de
testigos y absolución de posiciones en los tribunales colegiados puede ser delegada
en uno de los ministros de acuerdo a lo previsto en los artículos 365 y 388 y 389 del
C.P.C. respectivamente; etc.-
- Cuando la actuación haya de prestarse fuera del lugar en que se sigue el juicio,
caso en el cual se encomienda la práctica de la actuación a otro tribunal por medio
de un exhorto de acuerdo a lo previsto en los artículos 71 y siguientes del C.P.C..-
En el nuevo sistema procesal penal, se regulan las comunicaciones nacionales e
internacionales en los artículos 20,21 y 22 del NCPP.
Así, por ejemplo, el secretario o receptor debe certificar haber practicado una
determinada notificación (Arts. 43, 48 y 50 del C.P.C.); el receptor debe autorizar el
acta de una información sumaria de testigos, de una prueba testimonial o de una
prueba confesional o de absolución de posiciones rendidas en un procedimiento
civil. (Art.390 del C.O.T.).
119
Sin embargo, ya no es necesario que el secretario autorice la firma que el juez
estampe en una resolución debido a que la Ley Nº 20.886 sobre tramitación
electrónica de los procedimientos judiciales estableció en su artículo 3 que las
resoluciones y actuaciones del juez serán suscritas con firma electrónica avanzada,
por lo que tales no requerirán de la firma ni de la autorización del ministro de fe
correspondiente.
120
Al efecto, el artículo 63 del C.P.C. establece que "cuando sea necesaria la
intervención de intérprete en una actuación judicial, se recurrirá al intérprete
oficial, si lo hay; y en caso contrario, al que designe el tribunal".
En todo caso, conforme al artículo 63 del CPC, "los intérpretes deberán tener las
condiciones requeridas para ser peritos y se les atribuirá el carácter de ministros de
fe.
- Con Audiencia
- Con Citación
- Con Conocimiento
- De Plano
En consecuencia, los dos aspectos que deben tenerse claro para diferenciar las
diversas formas de decretar una actuación judicial consisten en determinar la
tramitación que ha de darse a la solicitud y precisar el instante a partir del cual ella
puede practicarse.
121
El que la práctica de una actuación judicial se ordene “con audiencia” significa que
el tribunal, antes de decretarla, debe conferir traslado por un plazo fatal de tres
días a la parte que no solicitó la actuación para que exponga respecto de ella lo que
estime conveniente.
Dicha actuación judicial sólo podrá llevarse a cabo una vez que se hubiere fallado
por el tribunal el incidente que generó la solicitud, dando lugar a ella y esa
resolución sea notificada a las partes.
La solicitud de una actuación judicial que debe decretarse con audiencia importa,
que a ella debe dársele la tramitación de un incidente, proveyendo la solicitud
“traslado” y que la actuación puede efectuarse a partir de la notificación de la
resolución que falle favorablemente el incidente dando lugar a la solicitud.
En otras palabras, ello significa que, presentada una solicitud de parte para la
práctica de una actuación judicial que debe decretarse con citación, el tribunal debe
proveer el escrito en que solicita ésta "Como se pide, con citación".
Dentro del plazo de esos tres días fatales la parte contraria puede asumir dos
actitudes:
122
En este caso, la actuación judicial podrá llevarse a cabo inmediatamente de
transcurrido el plazo de tres días contados desde la notificación de la resolución
que dio lugar a su práctica al proveer la solicitud “Como se pide, con citación ".119
La actuación judicial podrá llevarse a cabo en este caso sólo una vez que se haya
fallado y notificado a las partes la resolución que rechace el incidente que generó el
escrito de oposición u observaciones a la solicitud de la realización de la diligencia.
Notificación,
Solicitud de una de Providencia: instante en que
las partes de la práctica como se pide empieza correr el
de una actuación. con citación plazo de tres
días para
oponerse.
La solicitud de una actuación judicial que debe decretarse con citación importa que
ella debe ser proveída de inmediato "Como se pide, con citación"; la que puede
efectuarse luego de transcurridos los tres días de notificada esa resolución si no se
deducen observaciones u oposición por la otra parte, o luego de notificado el fallo
que resuelve el incidente a que dan lugar las observaciones u oposición que se
hubiere formulado dentro de esos tres días.
Como ejemplo de esta forma de decretar una actuación judicial podemos citar el
aumento del término probatorio para rendir prueba dentro del territorio de la
República (Art. 336 C.P.C.).
La jurisprudencia ha establecido con razón que cuando una actuación se decreta con citación no
119
procede el recurso de reposición en contra de esa resolución, puesto que el medio de impugnación
consiste en este caso en la oposición dentro de tercero día y no el recurso de reposición dentro de
quinto día, puesto que, si se aceptara dicho recurso, se estaría ampliando el plazo fatal para objetar
de tres a cinco días. Véase FIGUEROA Y., Juan Agustín y MORGADO S., Erika, Jurisdicción,
competencia y disposiciones comunes a todo procedimiento, Santiago, Ed. Thompson Reuters, 2013, p.
221.
123
V.3.- ACTUACIÓN JUDICIAL DECRETADA CON CONOCIMIENTO.
Debemos advertir que esta forma de decretar de plano las actuaciones judiciales no
se encuentra contemplada en nuestro ordenamiento jurídico y que no sería posible
darle aplicación a menos de existir disposición legal expresa, puesto que las
actuaciones siempre deben, a los menos, ser ordenadas por una resolución judicial,
la que para producir efectos requiere, como regla general y salvo norma expresa
especial en contrario, ser siempre notificada a las partes de acuerdo a lo previsto en
el artículo 38 del C.P.C.
124
V. LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
1) CONCEPTO
B) CLASIFICACIÓN
125
b) Si proceden recursos se debe subdistinguir:
b.1) Si se han deducido los recursos: queda firme la resolución desde que se
notifique a las partes del decreto que ordena cumplirla (cúmplase), el que se
pronuncia por el tribunal de primera instancia.
Sentencias que causan ejecutoria son aquellas que pueden cumplirse a pesar de
existir recursos pendientes deducidos en su contra (art. 231 del C.P.C.).
En el nuevo proceso penal, la regla general es que las sentencias causen ejecutoria,
dado que la interposición de un recurso no suspende la ejecución de la decisión,
salvo que se impugnare una sentencia condenatoria o que la ley dispusiere
expresamente lo contrario (art. del 355 NCPP).
En este punto, debemos dejar en claro que nuestro legislador utiliza también en
algunas ocasiones la expresión sentencia de término (P. ej. art. 98 del C.P.C.), .
Sentencia de término es aquella que pone fin a la última instancia del juicio. Así,
son sentencias de término la sentencia definitiva de única instancia y la sentencia
definitiva de segunda instancia.
126
Se clasifican en sentencias definitivas parciales y totales.
Sentencia definitiva parcial son aquellas que se pronuncian sólo sobre algunas de
las cuestiones planteadas en el proceso por haber llegado con antelación al estado
de fallo, reservándose la resolución de las restantes hasta que ellas lleguen a ese
estado (art.172 del C.P.C.).121
Se clasifican en:
Ejemplo típico de esta clase de resoluciones son las de condena al pago de una
indemnización de perjuicios.
Ejemplo típico de esta clase de resoluciones son las que declaran el divorcio, la
nulidad de matrimonio, la separación de bienes, etc.
Ejemplo de esta clase de sentencias son las que declaran la inexistencia de una
obligación, la falsedad de un documento, etc.
127
d) Sentencia cautelares. Son aquellas que no suponen un pronunciamiento sobre
el fondo del derecho, sino que se dedican a declarar en vía sumaria una medida de
seguridad.
Su necesidad emana del hecho de que desde que se solicita la actividad del juez
hasta que éste dicta sentencia media un lapso de tiempo en el cual pueden variar
las circunstancias, haciendo imposible o dificultoso cumplir el fallo que se dictará
en el proceso, y tienen por ello como objeto conservar el estado de las cosas
existentes al momento de solicitarse su dictación.
Esta clasificación reviste importancia por los diferentes efectos que producen unas
y otras.
A) SENTENCIA DEFINITIVA
Para que una resolución revista el carácter de sentencia definitiva es menester que
concurran copulativamente los siguientes dos requisitos:
ii) Debe resolver la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio.
La instancia es cada uno de los grados jurisdiccionales que la ley establece para
que los tribunales puedan conocer y fallar los negocios sometidos a su decisión con
128
facultad soberana para pronunciarse sobre todas las cuestiones de hecho y de
derecho que en ellos se suscitan.
B) SENTENCIAS INTERLOCUTORIAS
C) AUTOS122:
Se encuentran definidos en el inc. 4º del art.158 del C.P.C. por exclusión de los
efectos que produce el fallo de un incidente respecto de las sentencias
interlocutorias de primer grado.
122Véase art. 185 PNCPC, según el cual no se contemplan los autos como una categoría de
resoluciones.
129
incidente, lo que no ocurre en esa otra clase de resoluciones que sólo se pronuncian
sobre un trámite que ha de servir de base para el pronunciamiento de una
sentencia definitiva o interlocutoria.
Sin embargo, el inc. 3º del art.70 del C.O.T. nos da una definición más precisa
respecto de ellos, al señalar que "se entienden por providencia de mera
sustanciación las que tienen por objeto dar curso progresivo a los autos, sin decidir
ni prejuzgar ninguna cuestión debatida entre partes".
De acuerdo a los arts. 61 y 169 del C.P.C. toda resolución debe cumplir con los
siguientes requisitos:
130
i) Expresar en letras el lugar y fecha en que se expide.
ii) Llevar al pie la firma electrónica avanzada del juez o jueces que las dictaron o
intervinieron en el acuerdo. Cuando después de acordada una resolución y siendo
varios los jueces se imposibilite alguno de ellos para firmarla, bastará que se
exprese esta circunstancia en el mismo fallo.123
Fuera de los requisitos generales, los decretos deben indicar el trámite que el
tribunal ordena para dar curso progresivo a los autos.
Así, la resolución que recae sobre la demanda debe cumplir con los requisitos
comunes a toda resolución y deberá ordenar "traslado” para contestar la demanda.
Además de los requisitos generales, los autos y las interlocutorias de primer grado
deben pronunciarse sobre la condena en costas (art. 144 del C.P.C.). Por otra parte,
de acuerdo al art. 171 del C.P.C., las sentencias interlocutorias y los autos, además
de la decisión del asunto controvertido (elemento obligatorio), pueden en cuanto la
naturaleza del negocio lo permita, contener considerandos de hecho y de derecho
que sirvan de fundamento al fallo (elemento voluntario) (art.171 del C.P.C.).
131
Al efecto, se establece expresamente en el artículo 36 del Código Procesal Penal
que será obligación del tribunal fundamentar las resoluciones que dictare, con
excepción de aquellas que se pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite.
Además de los requisitos generales de toda resolución, estas deben cumplir con los
requisitos establecidos en el art. 170 del C.P.C. y en el Auto Acordado sobre la
Forma de las Sentencias de 30 de septiembre de 1920, contenido en el apéndice de
ese Código (en adelante, el Auto Acordado).
a) Parte expositiva:
4.- Si las partes fueron citadas a oír sentencia o no en lo casos previstos en la ley
(Nº 4 del Auto Acordado).
b) Parte considerativa:
1.- Las consideraciones de hecho que sirven de fundamento al fallo (art. 170 Nº 4
del C.P.C. y Nos 5, 6 y 7 del Auto Acordado).
2.- Las consideraciones de derecho aplicables al caso (art. 170 Nº 5 del C.P.C. y Nos
8 y 9 del Auto Acordado).
c) Parte resolutiva:
132
1.- La decisión del asunto controvertido (art. 170 Nº 6 del CPC y Nº 11 del Auto
Acordado).
ii) Las declaraciones que de oficio puede hacer el tribunal respecto de asuntos en
que la ley le mande o permita proceder así (art. 160 del CPC.). Por Ej. La nulidad
absoluta de acuerdo al art.1.683 del CC.
Si no existiera este precepto, el fallo adolecería de ultra petita (art. 788 Nº 4 del
C.P.C.).
En el nuevo sistema procesal penal, el artículo 342 del Código Procesal Penal se
encarga de regular el contenido de la sentencia definitiva en el juicio oral; y el art.
413 regula el contenido de la sentencia definitiva en el procedimiento abreviado;
1.- La sentencia de primera instancia a confirmar cumple con todos los requisitos
legales.
133
2.- La sentencia de primera instancia a confirmar no cumple con uno o más de
los requisitos legales
1) Casar de oficio la sentencia y proceder este tribunal, acto continuo y sin nueva
vista, pero separadamente, a dictar la sentencia que corresponde con arreglo a la
ley;
Excepcionalmente no recibe aplicación el art. 775 del C.P.C. cuando las acciones y
excepciones no fueron resueltas por el tribunal de primera instancia por ser
incompatibles con las aceptadas o cuando el vicio fuere cometido en la sentencia
definitiva dictada en un juicio sumario, habiéndose hecho valer las acciones y
excepciones en el procedimiento y existiendo solicitud de parte al tribunal de
segunda para que la falle. En tales casos, el tribunal de segunda instancia se
encuentra facultado para pronunciarse directamente sobre ellas.
Para establecer la forma que deben revestir estas sentencias de segunda instancia
debemos distinguir:
134
En este caso, la sentencia de segunda instancia modificatoria o revocatoria deberá
reunir todos los requisitos legales, esto es, deberá constar de parte expositiva,
considerativa y resolutiva.
En el nuevo proceso penal, la decisión del conflicto, concluido el juicio oral, puede
revestir de dos etapas, la que debe ser concluida dentro de plazos perentorios bajo
apercibimiento legal y que opera por el solo ministerio de la ley de la nulidad del
juicio, siendo ellos: a) La comunicación fundada de la decisión; y b) La Redacción
posterior de la sentencia definitiva y su lectura a los intervinientes.
135
El vencimiento del plazo adicional mencionado en el inciso precedente sin que se
diere a conocer el fallo, sea que se produjere o no la nulidad del juicio, constituirá
respecto de los jueces que integraren el tribunal una nueva infracción que deberá
ser sancionada disciplinariamente (Art. 344 del NCPP).
Los requisitos que debe reunir la sentencia definitiva penal que se pronuncia en el
juicio oral se encuentran previstos en el artículo 342 del NCPP y son los siguientes:
“La sentencia definitiva contendrá:
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada
uno de los hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;
e) La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada
uno de los delitos que la acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare
sobre la responsabilidad civil de los mismos y fijare el monto de las
indemnizaciones a que hubiere lugar;
136
g) La firma de los jueces que la hubieren dictado.
La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal
colegiado, designado por éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada
por su autor. La sentencia señalará el nombre de su redactor y el del que lo sea de
la disidencia o prevención.
Los requisitos previstos en el artículo 342 del Código Procesal Penal son
plenamente aplicables a la sentencia definitiva del procedimiento simplificado y
del procedimiento por crimen o simple delito de acción penal privada conforme a
lo establecido en los artículos 389 y 402 del mismo cuerpo legal.
137
E) EL DESASIMIENTO DEL TRIBUNAL.
En el nuevo sistema procesal penal, son inapelables las resoluciones dictadas por
un tribunal de juicio oral en lo penal (art. 364 del NCPP). Las resoluciones dictadas
138
por el juez de garantía sólo son apelables en los siguientes casos: a) Cuando
pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o la
suspendieren por más de treinta días, y b) Cuando la ley lo señalare expresamente
(art. 370 del NCPP).
3.- El recurso de nulidad, que persigue obtener dentro del nuevo sistema procesal
penal la invalidación del procedimiento o sólo de la sentencia definitiva
pronunciada por un tribunal de juicio oral o por el juez de garantía en un
procedimiento simplificado o de acción penal privada, de parte del tribunal
superior jerárquico establecido en la ley, basado en las causales de haber sido
pronunciada dicha resolución con infracción substancial de los derechos y las
garantías asegurados por la Constitución o por los tratados internacionales que se
encuentren vigentes, por haberse efectuado una errónea aplicación del derecho que
hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo o por haberse incurrido
en uno de los motivos absolutos de nulidad contemplados en la ley (arts. 372 a 374
del NCPP).
4.-El llamado recurso de revisión, que persigue obtener que se invalide una
sentencia definitiva o interlocutoria firme o ejecutoriada que ha sido ganada
injustamente en los casos expresamente señalados por la ley. Se interpone
directamente ante la Corte Suprema para que lo resuelva ella misma en forma
exclusiva y excluyente.
En el nuevo proceso penal, cabe la acción de revisión, por las causales previstas
por el legislador, en contra de las sentencias firmes en que se hubiere condenado a
alguien por un crimen o simple delito, sin que exista plazo para su interposición.
(arts. 473 y 474 del NCPP).
139
En nuestra legislación se encuentran contemplados una serie de otros recursos que
persiguen determinados objetivos de acuerdo a la naturaleza de cada uno de ellos,
a saber:
2.-El recurso de protección, que persigue que se adopten las medidas necesarias
para brindar la adecuada protección frente a una acción u omisión arbitraria o
ilegal, que constituya una amenaza, perturbación o privación de alguno de los
derechos que la Constitución establece y que son procedentes de resguardar
mediante este medio. Se interpone directamente ante la Corte de Apelaciones
respectiva, para que lo resuelva ella en primera instancia.
4.- Finalmente, tenemos el recurso de queja, que persigue que el tribunal superior
jerárquico adopte todas las medidas necesarias para poner término a la flagrante
falta o abuso cometida por el tribunal inferior jerárquico en la dictación de una
resolución que tenga la naturaleza de sentencia definitiva o interlocutoria, de
aquellas que pongan término al juicio o hagan imposible su continuación, y que no
sean susceptibles de recurso alguno, ordinario o extraordinario (Art.545 del C.O.T.).
El recurso de queja no tiene un objetivo específico de enmienda o invalidación de
una resolución, ya sea en forma total o parcial, puesto que el superior jerárquico
podrá adoptar esa o cualquier otra medida dependiendo de la falta o abuso
cometida y de la medida que deba adoptarse para reparar ésta. Si bien es cierto que
actualmente la procedencia del recurso se establece en atención a la naturaleza
jurídica de la resolución y la improcedencia de otros recursos en su contra, la
causal que lo hace procedente es haberse incurrido en una falta o abuso flagrante,
la que, de acogerse el recurso, debe además dar lugar a la aplicación de una
sanción disciplinaria en contra del juez o jueces que la pronunciaron.
140
VI. LAS NOTIFICACIONES
1) REGLAMENTACIÓN
Se rigen por las reglas del Título VI del Libro I del C.P.C. (art.38 y ss. del CPC) y
por las disposiciones comunes referentes a las actuaciones judiciales del Título VII
del Libro I del C.P.C.
Especial importancia reviste el artículo 32 del Código Procesal Penal, según el cual
en lo no previsto en dichos artículos, las notificaciones que hubieren de practicarse
a los intervinientes en el procedimiento penal se regularán por las normas
contempladas en el Título VI del Libro I del Código de Procedimiento Civil.
Dicha regla reconoce una clara excepción en el nuevo sistema procesal penal, en el
cual se contempla que cualquier interviniente en el procedimiento podrá proponer
por sí otras formas de notificación, que el tribunal podrá aceptar si, en su opinión,
resultaren suficientemente eficaces y no causaren indefensión (art. 31 NCPP). Es así
como en la actualidad no es de rara ocurrencia que los abogados de los
intervinientes soliciten ser notificados por correo electrónico de las resoluciones
que se dictan dentro de dichos procesos129 o bien que se cite a imputados o testigos
a través de mensajes de texto o llamadas telefónicas.
En consecuencia, el interviniente, con las anuencia del tribunal, puede acordar otra
forma de notificación (p. ej. por envío de correo electrónico), la que el tribunal debe
aceptar si es que es suficientemente eficaz y no causa indefensión. Debemos hacer
presente que en el nuevo proceso penal son los jueces los que instan por estas
nuevas formas de notificación que tienen incluso una mayor efectividad en cuanto
formas de conocimiento efectivo que los antiguos medios y brindan una mayor
rapidez y economía en su realización.
Sin perjuicio de ello, estimamos que claramente dicha norma reconoce como
limitación la imposibilidad de alterar la forma de notificación en la cual se ha
contemplado la presencia personal de las partes, como ocurre, por ejemplo,
respecto de la sentencia definitiva, respecto de la cual se contempla su lectura en
presencia de las partes (art. 346 del NCPP).
Finalmente, debemos tener presente que a las personas que revisten carácter de
imputados o testigos muchas veces se les solicita además de su correo electrónico,
128 En el Proyecto de Código Procesal Civil, en adelante PNCPC, se regula las notificaciones en el
Título 5°del titulo X del libro I, que comprende los artículos 89 a 110.
129 En semejante sentido art. 108 PNCPC
141
también su número de teléfono fijo o celular para practicarle notificaciones, lo que
facilita enormemente la práctica de la notificación de las resoluciones que deban
efectuársele en el proceso.
2) CONCEPTO
3) IMPORTANCIA
Al efecto, el art.38 del C.P.C. prescribe que "las resoluciones judicial sólo producen
efectos en virtud de notificación hecha con arreglo a la ley, salvo los casos expresamente
exceptuados por ella".130
a) Las medidas precautorias, que pueden decretarse y llevarse a efecto sin previa
notificación (art. 302 del C.P.C.);
142
c) La resolución que ordena la suspensión de una obra nueva (art. 566 C.P.C.).
Al efecto, dispone ese precepto que las resoluciones pronunciadas durante las
audiencias judiciales se entenderán notificadas a los intervinientes en el procedimiento que
hubieren asistido o debido asistir a las mismas. De estas notificaciones se dejará constancia
en el estado diario, pero su omisión no invalidará la notificación.
Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas resoluciones, las
que se expedirán sin demora.
El desasimiento del tribunal, uno de los más importantes efectos que se producen
respecto de las resoluciones judiciales, es el que impide al tribunal que la dictó
alterarla o modificarla en manera alguna una vez notificada a alguna de las partes
(art. 182 C.P.C.).131
4) CARACTERÍSTICAS
1.- Las notificaciones son una categoría especial de actuaciones judiciales y como
tales, salvo norma expresa en contrario, se les deben aplicar las disposiciones del
Título VI del Libro I del C.P.C.
2.- Las notificaciones, como con la mayoría de los actos jurídicos procesales, son
actos de carácter unilateral. Ello se ratifica expresamente para las notificaciones
por el art. 39 del C.P.C., el cual prescribe que "para la validez de la notificación no se
requiere el consentimiento del notificado".
Al respecto, agrega el art. 57 de ese Código, que "las diligencias de notificación que se
estampen en los procesos, no contendrán declaración alguna del notificado, salvo que la
resolución ordene, o que por su naturaleza, requiera esa declaración".132
143
2) Cuando la resolución, por su naturaleza, requiera tal declaración. (P. Ej. art. 417
inc. 2º del C.P.C. correspondiente a la designación perito; art. 434 Nº 4 inc.1º del
C.P.C. correspondiente a la notificación del protesto de una letra de cambio, pagaré
o cheque).
En cuanto a la renuncia de los recursos debemos tener presente que ellos pueden
renunciarse expresamente sólo una vez notificada la resolución contra la cual
procedieren según lo establecido en el inciso 1° del art. 354.135
4.- Las notificaciones deben realizarse en días y horas hábiles o habilitables y en los
lugares previstos por el legislador.
De allí que si una notificación que debe realizarse por cedula se efectúa
personalmente, y si una notificación que debe realizarse por el estado diario se
efectúa por cedula, dichas notificaciones son válidas.
144
A contrario sensu, si en vez de producirse un perfeccionamiento sino que un
deterioro en cuanto a la notificación practicada, como ocurriría si se notifica por
cedula la resolución que debería ser notificada personalmente, la notificación
adolecería de nulidad.136
5) CLASIFICACIÓN
136 Véase FIGUEROA Y., Juan Agustín y MORGADO S., Erika, Jurisdicción, competencia y
disposiciones comunes a todo procedimiento, Santiago, Ed. Thompson Reuters, 2013, p. 223 y 224.
145
2.- EN CUANTO A LA FORMA.-
El Título VI del Libro I del C.P.C. reglamenta las siguientes especies o formas de
notificación:
A.- CONCEPTO
3. - Debe dejarse constancia escrita en el proceso (art. 61 inc.1º del C.P.C.), lo que se
realiza mediante una certificación o acta de haber efectuado la diligencia.
146
ocho y las veinte horas, ha experimentado modificaciones respecto de la práctica
de la notificación personal mediante la dictación de la Ley Nº 19.382.
Sin embargo, debemos tener presente que “si la notificación se realizare en un día
inhábil, los plazos comenzarán a correr desde las cero horas del día hábil
inmediatamente siguiente”(Art. 41, primera parte del inciso tercero, del Código de
Procedimiento Civil).137
Por otra parte, existe una expresa constancia que el cómputo del término de
emplazamiento no puede comprender días inhábiles, por lo que de efectuarse la
notificación en día inhábil, siguiendo a éste otros días inhábiles, el plazo se
comienza a computar sólo a partir del día hábil inmediatamente siguiente.
El legislador, en el inciso final del artículo 41 del C.P.C., no ha señalado los días
hábiles para la práctica de la notificación personal cuando ella se verifique en el
147
oficio del secretario, la casa que sirva de despacho del tribunal y la oficina o
despacho del ministro de fe que practique la notificación. 138
En efecto, para determinar cuáles son las horas hábiles para la práctica de la
notificación personal es imprescindible referirnos en forma separada a cada uno de
esos lugares.
De acuerdo a lo previsto en inciso primero del artículo 41 del C.P.C., en los lugares
y recintos de libre acceso al público, la notificación personal se podrá efectuar a
cualquier hora, procurando causar la menor molestia al notificado.139
148
De acuerdo a lo previsto en inciso segundo del artículo 41 del C.P.C., “la
notificación debe hacerse entre las seis y las veintidós horas en la morada o lugar
donde pernocta el notificado o en el lugar donde éste ordinariamente ejerce su
industria, profesión o empleo, o en cualquier recinto privado en que éste se
encuentre y al cual se permita el acceso del ministro de fe.140
En materia penal, debemos recordar que "no hay días ni horas inhábiles para las
actuaciones del proceso, ni se suspenden los términos por la interposición de días
feriados. No obstante, cuando un plazo de días concedido a las partes para recurrir
o hacer uso de cualquier derecho, aunque sea término no fatal, venza en día
feriado, se considerará ampliado el término hasta las doce de la noche del día
siguiente hábil (art. 14 NCPP).
3. - Debe dejarse constancia escrita en el proceso (art. 61 inc.1º del C.P.C.), lo que
se realiza por el Ministro de fe mediante una certificación o acta de haber
efectuado la diligencia.
149
certificación que se realiza en el proceso del hecho de haberse practicado, precise la
manera en que el ministro de fe comprobó la identidad del notificado".
150
Sobre la materia y según lo informado por la Comisión Mixta, de lo cual se dejó
constancia en las actas de la Sesión Nº 54 de 4 de Abril de 1995 de la Cámara de
Diputados, es menester tener presente que en ellos, “la notificación personal se
podrá efectuar en cualquier día y a cualquier hora, procurando causar la menor
molestia posible al notificado. Tratándose del juicio ejecutivo, se prohíbe el
requerimiento de pago en público, por lo que, en caso de haberse notificado la
demanda ejecutiva en alguno de estos lugares, el ministro de fe citará al
emplazado para practicar el requerimiento.
“Se acordó dejar expresa constancia que puede causarse molestia al notificado, por
vía de ejemplo, si se le notifica en ceremonias, matrimonios, funerales y reuniones
similares, o si el receptor le da a conocer el contenido de los documentos que debe
entregar a viva voz frente a terceros, puesto que, por su naturaleza, y salvo
disposición legal en contrario, el acto de notificar consiste solamente en la entrega
que el receptor hace de las copias de la resolución y de la solicitud en ella recaída,
sin que esté autorizado para revelar su contenido.
b) La morada del notificado, esto es, la casa en la que una persona vive.
151
Además, cuando la persona a quien se trata de notificar no tenga habitación
conocida en el lugar en que ha de ser notificada, el tribunal puede autorizar que la
notificación se practique en otros lugares. La circunstancia de no tener habitación
conocida en el lugar, hace procedente la habilitación de lugar, lo que se debe
acreditar con un certificado del ministro de fe, en el cual dejara constancia de haber
hecho las indagaciones posibles para tal averiguación (art. 42 del C.P.C.). Este
artículo para la habilitación de lugar en el cual puede practicarse una notificación
dejó de tener una real aplicación práctica, dada la amplitud de los lugares hábiles
que actualmente se contemplan para la verificación de una notificación.
En el nuevo sistema procesal penal, se establece que las notificaciones deben ser
efectuadas en los siguientes lugares:
152
Al respecto, debemos tener presente además que:
b) En caso que, por ausencia, inhabilidad u otro motivo calificado, los receptores
judiciales no pueden practicar la notificación, el tribunal puede designar receptor
(ad-hoc) a un empleado de la secretaría del mismo tribunal para el sólo efecto que
practique esa determinada actuación (art. 392 del C.O.T. e inciso segundo del
artículo 58 del C.P.C.).
153
debida información del notificado o para el adecuado ejercicio de sus derechos (art.
25 del NCPP).
En primer lugar, la notificación personal por ser la más completa de aquellas que
establece la ley puede ser utilizada en todo caso para notificar cualquiera
resolución judicial, puesto que ella es supletoria a todas las otras que contempla la
ley. Al efecto, se dispone que podrá usarse la notificación personal en todo caso
(art. 47 inc. final del C.P.C.).147
Al respecto, debemos tener presente que la ley nos habla de "la primera
notificación” y no de la notificación de la demanda.
Por otra parte, la primera notificación es personal sólo respecto del sujeto pasivo
y no respecto del actor, a quien sólo se le notifica por el Estado Diario (art. 40 inc.
2º del C.P.C.).
b.- Cuando la ley dispone que se notifique a alguna persona para la validez de
ciertos actos (art. 47 del C.P.C.) como ocurre, por ejemplo, en la notificación de la
cesión de un crédito nominativo (art. 1.902 del Cód. Civil), notificación de títulos
ejecutivos a los herederos del deudor fallecido (art. 1377 del C. Civil), notificación
del pago por consignación (1603 inc. 1º C. Civil); etc.
154
a) Las notificaciones que se hagan a terceros que no sean parte en el juicio
(testigos, peritos) o a quienes no afectan sus resultados (art. 56 del C.P.C.).
En estos casos en que puede notificarse una resolución en forma personal o por
cedula, lo normal será que se emplee esta última por ser sus requisitos de menor
entidad.
Sin perjuicio de ello, se regula además las citaciones judiciales, las que se refieren
fundamentalmente a los terceros no interesados que deben comparecer ante el
tribunal.
Al efecto, dispone el artículo 33 del NCPP, titulado Citaciones judiciales, que cuando
fuere necesario citar a alguna persona para llevar a cabo una actuación ante el
tribunal, se le notificará la resolución que ordenare su comparecencia.
155
Respecto de las citaciones no judiciales, esto es aquellas que practica el ministerio
público durante una investigación, dispone el artículo 22 del NCPP, que cuando el
ministerio público estuviere obligado a comunicar formalmente alguna actuación a
los demás intervinientes en el procedimiento, deberá hacerlo, bajo su
responsabilidad, por cualquier medio razonable que resultare eficaz. Será de cargo
del ministerio público acreditar la circunstancia de haber efectuado la
comunicación.
A.- PROCEDENCIA.
Esta forma de notificación personal se aplica cada vez que, intentando el ministro
de fe competente practicar la notificación del art. 40 (personal en persona), ésta no
se verifique por no haberse encontrado a la persona que se trata de notificar en su
habitación o en el lugar donde habitualmente ejerce su profesión, industria o
empleo, en dos días distintos (art. 44 inc.1º del C.P.C.).148
B.- PROCEDIMIENTO.
Esta notificación personal siempre se efectúa fuera del recinto del tribunal, por lo
tanto, el único funcionario competente para practicarla es el receptor, y en aquellos
lugares en que no exista éste, el Notario Público u Oficial de Registro Civil que
exista en la localidad.
1.- Búsqueda.-
2.- Certificación.
3.- Solicitud de notificación personal subsidiaria.
4.- Resolución del Tribunal que ordene la práctica de la notificación.
5.- Notificación.
6.- Aviso.
156
7.- Acta y devolución de expediente.
1.- Búsqueda.-
2.- Certificación.
Se entiende por lugar del juicio, la ciudad donde el tribunal tiene su asiento.
Dos eran los sentidos que se le daban a la expresión morada hasta antes de la
dictación de la Ley Nº 19.382, uno amplio y otro restringido.
En su interpretación restringida, morada era sólo el lugar donde una persona vive
con su familia, un lugar donde cena, duerme y convive.
En su sentido amplio, morada no sólo se refiere al lugar donde uno vive o convive,
sino que comprende también al lugar donde una persona ejerce su industria,
profesión o empleo (oficio), y en general, a todo lugar donde la persona que se
trata de notificar pase una parte considerable del día.
157
“Se puntualiza también que la entrega de las cédulas puede hacerse tanto en la
morada del que se va a notificar como en el lugar donde ejerce su industria,
profesión u empleo.”
En efecto, para los efectos de llevar a cabo la notificación del artículo 44 del CPC,
antes de la dictación de la Ley Nº 19.382, era menester que previamente el tribunal
ordenara mediante una resolución judicial que se rindiera una información
sumaria de testigos, la que era ofrecida por el demandante para ese efecto.
Los testigos que debían servir para acreditar el hecho de que el notificado se
encuentra en el lugar del juicio debían ser "singulares", siendo tales los que están
de acuerdo en el hecho principal, pero que difieren en sus circunstancias esenciales.
158
determinadas personas -por eso se llaman “jureros”- para que hagan las
declaraciones pertinentes. Todo ello se acaba con el presente proyecto. En lo futuro,
las constancias serán hechas por el receptor, como ministro de fe, y contra ellas se
ordenará la notificación especial por cédula".
Del tenor de dicho precepto legal se colige claramente que, para practicarse por el
Ministro de Fe la notificación personal subsidiaria, es menester que el tribunal
previamente la ordene dictando una resolución judicial para tal efecto.
Además, dado los términos imperativos del precepto legal, acreditados los
supuestos que hacen procedente la notificación, es obligatorio y no facultativo para
el tribunal dictar la resolución ordenando la práctica de la notificación personal
subsidiaria.
5.- Notificación.
Señala el art. 44 inc.2º del C.P.C. que una vez que se hayan acreditado los dos
hechos mencionados precedentemente con el certificado del ministro de fe,
"ordenará el tribunal que la notificación se haga entregando (el receptor) las copias
a que se refiere el art. 40 a cualquiera persona adulta que se encuentre en la
morada o en el lugar donde la persona que se va a notificar ejerce su industria,
profesión o empleo. Si nadie hay allí, o si por cualquiera otra causa no es posible
entregar dichas copias a las personas que se encuentren en esos lugares, se fijará en
la puerta un aviso que dé noticia de la demanda, con especificación exacta de las
partes, materia de la causa, juez que conoce en ella y de las resoluciones que se
notifican ".-
159
de notificar es evidente, toda vez que no es necesario notificar a la persona misma
que debe serlo sino que a cualquier persona adulta que recibe del Ministro de Fe
las copias que el precepto indica o debe fijarla en la puerta si nadie acude a sus
llamados.
2º Copia íntegra de la resolución que sobre ella haya recaído (Art. 40 del C.P.C.).-
6.- Aviso.
El legislador, por la Ley 18.705, modificada por la Ley 18.804, introdujo el envío de
un aviso por carta certificada para asegurarse que, en la notificación del art. 44, el
notificado tuviera conocimiento de ella.
160
La omisión en el envió de la carta no invalidará la notificación, pero:
Una vez practicada la diligencia, el receptor debe levantar un acta con las
menciones que indica el art. 45: "La diligencia de notificación, en el caso del
artículo precedente, se extenderá en la forma que determina el art.43, siendo
obligada a subscribirla la persona que recibe las copias, si puede hacerlo, dejándose
testimonio de su nombre, edad, profesión y domicilio". Además, en ese testimonio
deberá expresarse el hecho del envío de la carta certificada, la fecha, la oficina de
correo donde se hizo y el número de comprobante emitido por tal oficina. Este
comprobante deberá ser pegado al expediente a continuación del testimonio".
(art.46 del C.P.C.).
Una vez que el receptor ha certificado lo por él obrado y firmada que sea el acta
respectiva, debe proceder a dejar testimonio íntegro en la carpeta electrónica (art.
393 del C.O.T.).
A.- CONCEPTO
B.- REQUISITOS.
Además, deben cumplir con los requisitos propios de la notificación por cédula,
que son:
161
El lugar hábil para practicar la notificación es "el domicilio del notificado".
El domicilio del notificado es aquel que debe designar todo litigante en la primera
gestión judicial que realice, el que debe encontrarse dentro de los límites urbanos
del lugar en que funciona el tribunal. Esta designación se considerará subsistente
mientras no haga otra la parte interesada, aunque de hecho cambie su morada".150
El inc. 2º del art. 49 del C.P.C. debemos entenderlo derogado orgánicamente por la
eliminación de los tribunales inferiores (jueces distrito y subdelegación) efectuado
por la Ley Nº 18.776.
Esta sanción por expresa disposición de la ley, se hace efectiva "sin necesidad de
petición de parte y sin previa orden del tribunal (art.53 del C.P.C.).
Dado que la notificación por cédula se debe efectuar en un lugar que no es el oficio
del secretario, este nunca podrá practicar esta notificación. La notificación por
cédula debe ser efectuada por el receptor.
162
hubiere expedido la resolución, que hubieren sido designados para cumplir esta
función por el juez presidente del comité de jueces, a propuesta del administrador
del tribunal u otro ministro de fe si existiere previa orden del tribunal.
En la estructura del Código las resoluciones que se notifican por cédula son:
3) La resolución que ordena recibir la causa a prueba en el juicio (art. 48 inc.1º del
(C.P.C.).
La resolución que recibe un incidente a prueba se notifica por el Estado Diario (art.
323 C.P.C.).
163
5) Las notificaciones que se practiquen a terceros que no son parte en el juicio, o a
quienes no afecten sus resultados, se hará personalmente o por cédula (art. 56 del
(C.P.C.).
A. CONCEPTO.
La notificación por el estado constituye una ficción legal, ya que nunca se produce
un conocimiento directo de la resolución que se notifica. En los tres casos
anteriores, la parte toma conocimiento directo del contenido de la resolución
porque ella recibe la notificación; en cambio, en la notificación por el Estado Diario,
ella se entiende practicada por el sólo hecho de incluirse en una lista la noticia de
haberse dictado una resolución en un determinado proceso.
Señala el art.50, inc.1º, del C.P.C. que " Las resoluciones no comprendidas en los
artículos precedentes se entenderán notificadas a las partes desde que se incluyan
en un estado que deberá formarse electrónicamente, el que estará disponible
diariamente en la página web del Poder Judicial con las indicaciones que el inciso
siguiente expresa"153
b) Que existe una ficción legal completa porque se entiende notificada una
resolución por el mero hecho de incluirse la noticia de haberse dictado ésta en la
lista de notificaciones.
2) Las resoluciones que, debiéndose notificar por cédula, no lo son por no haberse
designado domicilio conocido (art. 53 del C.P.C.);
3) La resolución que recibe la causa a prueba en los incidentes (art. 323 del C.P.C.);
164
4) La sentencia definitiva de segunda instancia (art. 221, inc.1º del C.P.C.), etc.
De acuerdo a lo establecido en el Nº 2 del art. 380 del C.O.T., son funciones de los
secretarios practicar las notificaciones por el Estado Diario.
El Estado significa lista, rol o relación. De acuerdo con ello, señala el art. 50, inc.2º
y ss. del CPC: "Se encabezará el estado con la fecha del día en que se forme, y se
mencionarán por el número de orden que les corresponda en el rol general,
expresado en cifras y en letras, además por los apellidos del demandante y del
demandado o de los primeros que figuren con dicho carácter si son varios, todas
las causas en que se haya dictado resolución en aquel día, y el número de
resoluciones dictadas en cada una de ellas.”
Para posibilitar lo anterior, el art. 51 del CPC, en concordancia con el art. 169 del
mismo cuerpo legal, señala que "para los efectos del artículo precedente, a todo
proceso que se inicie se asignará un número de orden en la primera resolución que
se dicte y con él figurará en el rol del tribunal, hasta su terminación".
El Estado debe formarse diariamente en la página web del Poder Judicial. Estos
estados se mantendrán durante tres días en dicha página web de una forma que
impida hacer alteración de ellos.
165
A.-CONCEPTO.
Señala el art.54 del CPC. que "cuando haya de notificarse personalmente o por
cédula a personas cuya individualidad o residencia sea difícil de determinar, o que
por su número dificulten considerablemente la práctica de la diligencia, podrá
hacerse la notificación por medio de avisos publicados en los diarios o periódicos
del lugar donde se sigue la causa cabecera de la provincia, o de la capital de Región,
si allí no los hay”(inc.1º).154
Los requisitos que deben concurrir para la práctica de una notificación por avisos
son:
2.- La concurrencia de las circunstancias que habilitan para solicitar esta forma
de notificación.
En ningún caso el tribunal puede fallar sin más y de plano la solicitud. En efecto,
prescribe el art.54, inc.2º del C.P.C. que "para autorizar esta forma de notificación,
y para determinar los diarios o periódicos en que haya de hacerse la publicación y
el número de veces que deba repetirse, el cual no podrá bajar de tres, procederá el
tribunal con conocimiento de causa".
166
En la resolución que se dicta el tribunal debería autorizar la notificación por avisos,
determinar los diarios en que haya de practicarse y establecer el número de veces
que deben efectuarse las publicaciones, el cual no puede ser inferior a tres.
C.-FORMA DE REALIZARSE.-
La notificación por avisos se concreta en las publicaciones que exige la ley. Estas
publicaciones deben realizarse por lo menos tres veces en el diario o periódico del
lugar en que se sigue el juicio y, en caso de no haberlo, se publicarán en el de la
cabecera de la provincia o de la capital de la Región si allí no los hay.
La ley establece que los avisos publicados contienen los mismos requisitos y
menciones que se exigen para la notificación personal y por cédula, pero si la
publicación en esta forma es muy dispendiosa, atendida la cuantía del negocio,
podrá disponer el tribunal que se haga en extracto redactado por el
secretario.(Art.54 inc.1º del C.P.C.).-
Agrega el art.54, inciso final que “cuando la notificación hecha por este medio sea
la primera de una gestión judicial, será necesario además, para su validez, que se
inserte el aviso en los números del Diario Oficial correspondiente en los días
primero o quince de cualquier mes, o al día siguiente, si no se ha publicado en las
fechas indicadas."
A.- CONCEPTO.
Al tratar de esta materia, la ley aplica uno de los más importantes principios
formativos del procedimiento: el de la economía procesal y el de la protección.
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El legislador parte de la base de que es absurdo exigir una notificación cuando
quien va a ser notificado demuestra que ya ha tomado conocimiento de lo que se
trata de notificarle. En esto consiste precisamente la notificación tácita o presunta:
la ley le da valor de una notificación a una actuación de parte que no es,
propiamente una notificación, pero que, por el acto realizado, la supone. No es
procedente en este caso declarar la nulidad de la notificación, puesto que el
notificado no ha experimentado un perjuicio con la falta de notificación o con la
realización viciada de ella.
Señala el art. 55 del C.P.C. que "aunque no se haya verificado notificación alguna o
se haya efectuado en otra forma que la legal, se tendrá por notificada una
resolución desde que la parte a quien afecte haga en el juicio cualquiera gestión
que suponga conocimiento de dicha resolución, sin haber antes reclamado la falta
o nulidad de la notificación". Esta actuación es un ejemplo de manifestación tácita
de voluntad.155
B.- REQUISITOS.
Estos son:
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Si la notificación es declarada nula por el tribunal de primera instancia, la
resolución se entenderá notificada desde que se notifique la sentencia que declaró
la nulidad de la notificación practicada.
a) Que más que una notificación tácita se trata de una notificación ficta, puesto que
la parte afectaba por la nulidad de la notificación realizó una gestión destinada a
impugnar ésta, faltando por ello un elemento esencial para que nos encontramos
ante una notificación tácita.
b) Esta notificación ficta opera por el sólo ministerio de la ley en las oportunidades
señaladas.
Los interesados tienen el plazo de treinta días fatales para oponerse a la solicitud.
Ese plazo se cuenta desde la publicación. (inc. 4º).
169
ordenando, además, fijar carteles durante 15 días en los lugares públicos que él
determine.
Los interesados pueden oponerse dentro del plazo de treinta días, contados desde
la última publicación del aviso. Si no lo hacen, inmediatamente se ordena la
inscripción en el Registro Conservador de Bienes Raíces. (arts.10 y ss.).
D.- CÉDULA DE ESPERA.- A ella se refiere el art. 443 Nº1 del C.P.C., relativo a la
notificación del requerimiento de pago: "Este requerimiento debe hacérsele
personalmente (al deudor); pero si no es habido, se procederá en conformidad al
art.44, expresándose en la copia a que dicho artículo se refiere, a más del
mandamiento, la designación del día, hora y lugar que fije el ministerio de fe para
practicar el requerimiento".
Respecto del juicio arbitral, señala el art. 629 del C.P.C. que las notificaciones en los
juicios arbitrales pueden ser personales o por cédula, a no ser que las partes
unánimemente acuerden otra forma de notificación. Así, por ejemplo, se notifican
por carta certificada, por simple carta, por telegrama, por teléfono, etc.
En el juicio de partición de bienes, señala el art. 663 del C.P.C. que: "Los resultados
de la partición se consignan en un Laudo o sentencia final, que resuelva o
establezca todos los puntos de hecho y de derecho que deben servir de base para la
distribución de los bienes comunes, y en una ordenata o liquidación, en que se
hagan los cálculos numéricos necesarios para dicha distribución".
El artículo que nos interesa, para los efectos de la notificación, es el 664 del CPC,
que es del siguiente tenor: "Se entenderá practicada la notificación del Laudo y
Ordenata desde que se notifique a las partes el hecho de su pronunciamiento, salvo
el caso previsto en el art. 666. Los interesados podrán imponerse de sus
resoluciones en la oficina del actuario y deducir los recursos a que haya lugar
dentro del plazo de quince días".
Aquí, como vemos, existe una ficción legal, cuyo fundamento o razón de existir es
muy sencillo: normalmente dichas sentencias son extraordinariamente extensas,
haciendo gravosa la notificación del texto íntegro a cada uno de los interesados".
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