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Anticuerpos séricos contra el herpes simple
Anticuerpos séricos contra el herpes simple

El examen de anticuerpos séricos contra el herpes simple es un examen de


sangre que busca anticuerpos contra el virus del herpes simple (VHS), incluso el
VHS-1 y el VHS-2. El VHS-1 con frecuencia causa aftas (herpes labial). El VHS-2
provoca herpes genital.

Forma en que se realiza el examen


Se necesita una muestra de sangre.
La muestra se lleva al laboratorio para que se realicen pruebas en busca de la
presencia y cantidad de anticuerpos.
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Pruebas para detectar herpes

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Contenidos del tema


 Generalidades de la prueba
 Por qué se hace
 Cómo prepararse
 Cómo se hace
 Qué se siente
 Riesgos
 Resultados
 Qué afecta esta prueba
 Para pensar
 Referencias
 Créditos
Generalidades de la prueba
Aprenda más sobre Síntomas del virus del herpes simple tipo 2 (herpes genital),
imágene Use la flecha izquierda para ir al anterior

Aprenda más sobre


Síntomas del virus del…
Síntomas del virus del herpes simple tipo 1 (herpes labial), imágene
Mover a la izquierdaMover a la derecha
Las pruebas para detectar herpes se hacen a fin de encontrar el virus del herpes
simple (HSV, por sus siglas en inglés). Una infección por el HSV puede causar
llagas pequeñas y dolorosas que parecen ampollas en la piel o en el revestimiento
de tejido (membranas mucosas) de la garganta, la nariz, la boca, la uretra, el recto
y la vagina. Una infección por herpes puede causar un único brote de herpes,
pero, en muchos casos, la persona infectada presentará más brotes.
Existen dos tipos de HSV.
 El HSV tipo 1 causa herpes labial (en los labios), también llamado ampollas
febriles. El HSV-1 suele transmitirse por besar o por compartir cubiertos
(como cucharas o tenedores) cuando hay presencia de llagas. El HSV-1
también puede causar llagas alrededor de los genitales.
 El HSV tipo 2 causa llagas en la zona genital (herpes genital), por ejemplo,
en la vagina o en el pene, o alrededor de ellos. El HSV-2 también provoca
la infección por herpes que se ve en bebés que nacen por vía vaginal de
mujeres que tienen herpes genital. El HSV-2 suele transmitirse por contacto
sexual. Algunas veces, el HSV-2 puede causar llagas en la boca.
En raras ocasiones, el HSV puede infectar otras partes del cuerpo, como los ojos y
el cerebro.
Las pruebas para detectar el HSV suelen realizarse solo para llagas en la zona
genital. También se pueden hacer con otros tipos de muestras, como líquido
cefalorraquídeo, sangre, orina o lágrimas. Para ver si las úlceras son causadas por
el HSV, se pueden realizar diferentes tipos de pruebas.
 Cultivo viral de herpes. Esta es una prueba para detectar el virus del
herpes. Se añade líquido de una llaga reciente a ciertas células que se
usan para hacer que se desarrolle el HSV. Si el virus no infecta las células,
el cultivo es negativo. Si el virus del herpes infecta las células, el cultivo es
positivo. A menudo, no se detecta el virus en el cultivo, incluso cuando está
presente (resultados negativos falsos).
 Prueba de detección del antígeno del virus del herpes. Las células de
una llaga reciente se raspan y luego se esparcen sobre el portaobjetos de
un microscopio. Esta prueba detecta los marcadores (llamados antígenos)
en la superficie de las células infectadas con el virus del herpes. Esta
prueba se puede realizar junto con un cultivo viral o en su lugar.
 Prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas
en inglés). Una prueba de PCR se puede hacer en las células o en el
líquido de una llaga o en la sangre, o en otro líquido, como, por ejemplo, el
líquido cefalorraquídeo. La PCR detecta el material genético (ADN) del virus
HSV. Esta prueba puede señalar la diferencia entre el HSV-1 y el HSV-2.
Usar la prueba de PCR sobre las llagas de la piel no es común. La PCR se
usa principalmente para analizar líquido cefalorraquídeo en casos raros
cuando el herpes puede haber causado una infección en el cerebro o
alrededor de este.
 Pruebas de anticuerpos. Los análisis de sangre pueden
detectar anticuerpos que el sistema inmunitario genera para combatir una
infección por herpes. Las pruebas de anticuerpos se hacen algunas veces,
pero no son tan precisas como el cultivo viral para encontrar la causa de
una llaga específica o de una úlcera específica. Las pruebas de anticuerpos
no siempre pueden señalar la diferencia entre una infección por herpes
activa y una infección por herpes que ocurrió en el pasado. Debido a que a
los anticuerpos les lleva tiempo desarrollarse después de la primera
infección, la prueba de anticuerpos podría arrojar un resultado negativo si
se ha infectado recientemente. Algunos análisis de sangre pueden señalar
la diferencia entre el HSV-1 y el HSV-2.
Aproximadamente 1 de cada 6 adultos en los Estados Unidos tiene anticuerpos
contra el HSV-2, el virus que suele estar vinculado con el herpes genital.nota1
Una infección por herpes es incurable. Una vez que ha sido infectado por el HSV,
el virus permanece en el cuerpo toda la vida. Se "esconde" en un cierto tipo de
células nerviosas y causa más brotes de llagas en algunas personas. Las
infecciones recurrentes pueden ser desencadenadas por estrés, fatiga, luz solar u
otra infección, como un resfriado o una gripe. Los medicamentos pueden aliviar los
síntomas y acortar la duración de los brotes, pero no pueden curar la infección.
Un virus diferente del herpes (llamado varicela zóster) causa la varicela y
la culebrilla.

Reovirus aviar (REO)

Los reovirus aviares son ubicuos en las


poblaciones de aves de corral y han sido
reportados como responsables de la artritis viral
(tenosinovitis), enanismo/crecimiento reducido,
síndrome de malabsorción y paso de la ingesta
sin digerir en aves de 4–16 semanas de edad. La
incidencia de la infección por reovirus en aves
mayores es alta, pero en la mayoría de las aves
no se observan síntomas clínicos. La evaluación
del estado inmunológico, así como la
identificación serológica del reovirus aviar,
requieren la medición de anticuerpos frente al
reovirus en suero. Los ensayos
inmunoabsorbentes ligados a enzimas (ELISA)
han demostrado eficacia en la cuantificación de
los niveles de anticuerpos frente a otras
enfermedades, y facilitan el monitoreo del estado
inmunológico en grandes parvadas.

Pruebas disponibles†
ELISA

Prueba IDEXX REO Ab


Disponibilidad/Distribución: Mundial
La Prueba IDEXX REO Ab es un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas
(ELISA) diseñado para detectar anticuerpos frente al reovirus aviar (REO) en
suero de pollo.

Togavirus
10/06/2012 por Salvador Resino

A. AGENTE ETIOLÓGICO.
1. CLASIFICACIÓN DE LOS TOGAVIRUS
La una familia Togaviridae incluye dos géneros:

– Alphavirus: infectan a varias especies de vertebrados, entre ellas a los humanos


produciendo fiebres, artritis y encefalitis; así como a invertebrados que actúan
como vectores.

1.3. DIAGNÓSTICO
a) Virológico: Aislamiento del virus de la rubéola. Se puede cultivar en Vero, RK-
13, crece lento y sin ECP. Se usa para diagnóstico en pacientes con SRC, a partir
de muestras de hisopados de fauces, orina, LCR o leucocitos del recién nacido.

b) Serológico: búsqueda de anticuerpos antirubeola

– Se evalúa por ELISA o aglutinación de latex.

– El diagnostico se confirma con la presencia de IgM específica antirubéola.

– Se utiliza también el anticuerpo IgG entre los sueros de la fase aguda y de la


fase convaleciente, para detectar una infección reciente.
– Los anticuerpos contra la rubéola se analizan principalmente al inicio del
embarazo para determinar el estado inmunitario de la mujer.

Útil para:

i) Mujer que considera su vacunación: evaluación de su estado inmunológico


mediante búsqueda de IgG.

ii) Embarazada que tiene rash en el 1er trimestre de embarazo o toma contacto
con enfermo: buscar aumento del título de IgG o IgM anti rubeola.

iii) Recién nacido con signos sugestivos de rubeola o cuya madre pudo haberse
infectado en el 1er trimestre: buscar IgM anti rubeola.

Muestras Hepatitis 1. Introducción Los virus de la hepatitis son al menos seis tipos (A a E y
G) que afectan al hígado y comparten ciertos síntomas de la infección. Sin embargo, son
distintos tanto en su estructura, mecanismo de replicación y transmisión como en la
evolución y consecuencias de la enfermedad. 2 TÉCNICA DE RECOLECCIÓN a) Sangre
obtenida a través de punción periférica CUIDADOS Y RECOMENDACIONES • Realizar
lavado de manos quirúrgico. • Mantener técnica aséptica durante todo el procedimiento. •
Utilizar campo estéril para evitar tener contacto con áreas circundantes que ofrezca el
riesgo de contaminación. • Colocar mascarilla al paciente. • Realizar antisepsia de la zona a
puncionar; no palpe la vena sin guantes estériles una vez preparada la piel. • Utilizar otros
guantes estériles para cada punción. • POR ÉSTE MÉTODO NO PUEDEN SER
PROCESADAS MUESTRAS CON HEPARINA. • En pacientes heparinizados, la toma de
muestra debe realizarse en el momento más alejado de la administración del medicamento.
• La toma deberá hacerse en un lugar perfectamente iluminado y con el paciente
cómodamente sentado. • Localizar una vena adecuada en la cara anterior del codo y colocar
el torniquete en la parte media del brazo. • Desinfectar el área con un algodón humedecido
con alcohol al 70% e introducir la aguja con el bisel hacia arriba. Si la sangre no fluye
espontáneamente y se está utilizando una jeringa, jalar el émbolo y aspirar con suavidad; si
se está empleando equipo al vacío presionar el tubo de ensaye hacia arriba. • Al empezar a
fluir la sangre retirar el torniquete. • Una vez que se haya obtenido entre 5-8 ml de sangre,
retirar la aguja y colocar una tórula con alcohol sobre el sitio de punción ejerciendo presión
para detener la hemorragia. • En recién nacidos y lactantes, donde no es fácil obtener tanta
cantidad de muestra, debe enviarse como mínimo ml de sangre completa. • Si la toma se
hizo con jeringa, retirar la aguja y verter la sangre a un tubo estéril, dejándola resbalar
lentamente por la pared para evitar hemólisis. • Tapar el tubo cuidadosamente. Si la
muestra necesaria es sangre total utilizar un tubo de hematología con EDTA (venoject ó
vacutainer TAPA MORADA). 3 2.

Hepatitis
La tercera parte de la población mundial está infectada con algún virus de la
hepatitis. Frenar el avance de esta enfermedad contagiosa está en nuestras
manos. Para prevenirlo, hay aspectos que debes conocer.
Escrito por Natalia Dudzinska Camarero, Bióloga
Revisado por Dr. Pablo Rivas, Especialista en medicina interna

Diagnóstico de la hepatitis

Un análisis de sangre permitirá comprobar los niveles de transaminasas para


dilucidar si la hepatitis es aguda o crónica.
 Qué es la hepatitis
 Causas y tipos de hepatitis
 Síntomas de la hepatitis
 Diagnóstico de la hepatitis
 Tratamiento de la hepatitis
 Prevención de la hepatitis
 Consejos a viajeros para prevenir la hepatitis
 Asociaciones de pacientes hepáticos
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Cuando acude a la consulta un paciente con una sintomatología que pueda hacer
sospechar de la presencia de un trastorno de origen hepático, se procede, en primer
lugar, a estudiar su historial clínico para comprobar si sigue algún tipo de
tratamiento farmacológico, si presenta antecedentes familiares de enfermedades
hepáticas, etcétera. Además, se someterá al paciente a una serie de preguntas
destinadas a conocer sus hábitos de vida, o las actividades que desempeña que
puedan ser consideradas factores de riesgo para la adquisición de la enfermedad.

El médico solicitará a continuación una analítica para comprobar los niveles


de transaminasas; la presencia de niveles elevados de estas proteínas en sangre
se debe a su liberación al exterior por la ruptura de los hepatocitos (células que
forman el hígado) y, por tanto, indica el grado de necrosis hepática. Los mayores
niveles de transaminasas se observan en los casos de hepatitis aguda mientras
que, en la hepatitis crónica, las cifras no son tan altas, pero su concentración fluctúa.
También se analizarán los niveles de bilirrubinasérica, fosfatasa alcalina y γ-
glutamil-transpeptidasa; esto permite conocer el estado de la función hepática.

Para descartar o confirmar una hepatitis de origen viral se realizan pruebas que
detectan la presencia de anticuerpos específicos para cada tipo de virus. Con
algunas de estas pruebas, además, el médico puede averiguar la cantidad de virus
que hay en el organismo del paciente y en qué momento desaparecen tras el
tratamiento antiviral, por ejemplo.

Biopsia hepática y elastometría


Tras el diagnóstico del tipo de hepatitis, se puede realizar una prueba para
determinar el grado de afectación hepática por la enfermedad. A veces se recurre a
la biopsia hepática. Esta prueba consiste en tomar una muestra del hígado por
medio de una pequeña punción. Esta muestra se analiza al microscopio y nos
informa de la evolución de la enfermedad, lo que ayuda a tomar decisiones respecto
al tratamiento.

La biopsia hepática es una prueba que, aunque de forma infrecuente, puede


asociarse a complicaciones graves. Por ello, en los últimos años se han desarrollado
pruebas no invasivas que permiten determinar el grado de afectación hepática sin
tener que tomar biopsias del hígado. La prueba más útil posiblemente es
la elastometría, que se realiza por medio de una máquina parecida a un ecógrafo y
que se llama FibroScan®. Esta prueba mide la propagación de ondas de sonido por
el hígado. Las hepatitis crónicas producen fibrosis en el hígado que hacen que estas
ondas se transmitan más rápido. Cuanto más rápido vaya la onda más fibrosis tiene
el hígado. Cuando existe un grado importante de fibrosis se considera que el
enfermo tiene una cirrosis hepática.

Esta prueba se realiza de forma ambulatoria, no lleva más de cinco o 10 minutos,


no tiene ninguna complicación, y ofrece una información posiblemente tan fiable
como la que pueda dar una biopsia hepática. Se utiliza principalmente para valorar
la necesidad de iniciar el tratamiento con fármacos antivirales en pacientes con
hepatitis C crónica.

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