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Razón y Fe, 2013, t. 268, nº 1380, pp. 249-276, ISSN 0034-0235 249
P. Antonio Spadaro
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Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»
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pa–, conozco Santa María la Ma- dre, ¿qué le movió a tomar la deci-
yor, San Pedro… pero cuando ve- sión de entrar en la Compañía de
nía a Roma vivía siempre en Vía Jesús? ¿Qué le llamaba la atención
della Scrofa. Desde allí me acerca- en la Orden de los jesuitas?».
ba con frecuencia a visitar la igle-
sia de San Luis de los Franceses y
a contemplar el cuadro de la voca- «Quería algo más. Pero no sabía
ción de san Mateo de Caravag- qué era. Había entrado en el semi-
gio». Empiezo a intuir qué me nario. Me atraían los dominicos y
quiere decir el Papa. tenía amigos dominicos. Pero al
fin he elegido la Compañía, que
llegué a conocer bien, al estar
nuestro seminario confiado a los
jesuitas. De la Compañía me im-
«Ese dedo de Jesús, apuntando
presionaron tres cosas: su carácter
así… a Mateo. Así estoy yo. Así
misionero, la comunidad y la dis-
me siento. Como Mateo». Y en es-
ciplina. Y esto es curioso, porque
te momento el Papa se decide, co-
yo soy un indisciplinado nato, na-
mo si hubiese captado la imagen
to, nato. Pero su disciplina, su mo-
de sí mismo que andaba buscan-
do de ordenar el tiempo, me ha
do: «Me impresiona el gesto de
impresionado mucho».
Mateo. Se aferra a su dinero, como
diciendo: ‘¡No, no a mí! No, ¡este
dinero es mío!’. Esto es lo que yo
soy: un pecador al que el Señor ha
dirigido su mirada… Y esto es lo
que dije cuando me preguntaron «Y, después, hay algo fundamen-
si aceptaba la elección de Pontífi- tal para mí: la comunidad. Había
ce». Y murmura: «Peccator sum, sed buscado desde siempre una co-
super misericordia et infinita patien- munidad. No me veía sacerdote
tia Domini nostri Jesu Christi confi- solo: tengo necesidad de comuni-
sus et in spiritu penitentiae accepto». dad. Y lo deja claro el hecho de ha-
berme quedado en Santa Marta:
cuando fui elegido ocupaba, por
sorteo, la habitación 207. Ésta en
que nos encontramos ahora es una
habitación de huéspedes. Decidí
vivir aquí, en la habitación 201,
porque, al tomar posesión del
¿Por qué se hizo jesuita? apartamento pontificio, sentí den-
tro de mí un ‘no’. El apartamento
pontificio del palacio apostólico
Me hago cargo de que esta fórmu- no es lujoso. Es antiguo, grande y
la de aceptación es para el papa puesto con buen gusto, no lujoso.
Francisco una tarjeta de identidad. Pero en resumidas cuentas es co-
Nada más que añadir. Y continúo
con la que llevaba preparada co-
mo primera pregunta: «Santo Pa-
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san Pablo en la Primera Carta a los debo tomar una decisión. Suele
Corintios». ser un error. Hay que esperar, va-
lorar internamente, tomarse el
«Un discernimiento de este tipo tiempo necesario. La sabiduría del
requiere tiempo. Son muchos, por discernimiento nos libra de la ne-
poner un ejemplo, los que creen cesaria ambigüedad de la vida, y
que los cambios y las reformas hace que encontremos los medios
pueden llegar en un tiempo breve. oportunos, que no siempre se
Yo soy de la opinión de que se ne- identificarán con lo que parece
cesita tiempo para poner las bases grande o fuerte».
de un cambio verdadero y eficaz.
Se trata del tiempo del discerni-
miento.
La Compañía de Jesús
Y a veces, por el contrario, el dis-
cernimiento nos empuja a hacer El discernimiento es, por tanto, un
ya lo que inicialmente pensába- pilar de la espiritualidad del Papa.
mos dejar para más adelante. Es lo Esto es algo que expresa de forma
que me ha sucedido a mí en estos especial su identidad de jesuita.
meses. Y el discernimiento se rea- En consecuencia, le pregunto có-
liza siempre en presencia del Se- mo puede la Compañía de Jesús
ñor, sin perder de vista los signos, servir a la Iglesia de hoy, con qué
escuchando lo que sucede, el sen- rasgos peculiares, y también cuá-
tir de la gente, sobre todo de los les son los riesgos que le pueden
pobres. Mis decisiones, incluso las amenazar.
que tienen que ver con la vida
normal, como el usar un coche
modesto, van ligadas a un discer-
nimiento espiritual que responde «La Compañía es una institución
a exigencias que nacen de las co- en tensión, siempre radicalmente
sas, de la gente, de la lectura de los en tensión. El jesuita es un descen-
signos de los tiempos. El discerni- trado. La Compañía en sí misma
miento en el Señor me guía en mi está descentrada: su centro es
modo de gobernar». Cristo y su Iglesia. Por tanto, si la
Compañía mantiene en el centro a
Cristo y a la Iglesia, tiene dos pun-
tos de referencia en su equilibrio
para vivir en la periferia. Pero si se
mira demasiado a sí misma, si se
«Pero, mire, yo desconfío de las pone a sí misma en el centro, sa-
decisiones tomadas improvisada- biéndose una muy sólida y muy
mente. Desconfío de mi primera bien ‘armada’ estructura, corre pe-
decisión, es decir, de lo primero
que se me ocurre hacer cuando
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viven una santidad escondida. Es- plo, leo la vida de los misioneros
ta es, para mí, la santidad común. salesianos que fueron a la Patago-
Yo asocio frecuentemente la santi- nia, leo una historia de vida y de
dad a la paciencia: no solo la pa- fecundidad».
ciencia como hypomoné, hacerse
cargo de los sucesos y las circuns-
tancias de la vida, sino también «Otro ejemplo de estos días: he
como constancia para seguir hacia visto que los periódicos se han he-
delante día a día. Esta es la santi- cho mucho eco de una llamada de
dad de la Iglesia militante de la teléfono que hice a un muchacho
que habla el mismo san Ignacio. que me había escrito una carta. Le
Esta era la santidad de mis padres: telefoneé porque aquella carta ha-
de mi padre, de mi madre, de mi bía sido muy hermosa, muy senci-
abuela Rosa, que me ha hecho tan- lla. Para mí, supuso un acto de fe-
to bien. En el breviario llevo el tes- cundidad. Caí en la cuenta de que
tamento de mi abuela Rosa, y lo se trataba de un joven que está
leo a menudo: porque para mí es creciendo, que ha reconocido a su
como una oración. Es una santa padre y le cuenta, sin más, algo de
que ha sufrido mucho, incluso su vida. El padre no puede decir-
moralmente, y ha seguido valero- le, simplemente, ‘paso de ti’. A mí,
samente siempre hacia delante». esta fecundidad me hace mucho
bien».
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contestable que apenas valiera la cribía que para ver la realidad ha-
pena dedicarle mucho tiempo co- ce falta una mirada de fe, porque
rroborando su importancia. si no, se contempla una realidad
fragmentada, dividida. Este sería
uno de los temas de la encíclica
«El Vaticano II supuso una relectu-
Lumen fidei. Tengo presente algu-
ra del Evangelio a la luz de la cul-
nos pasajes de los discursos del
tura contemporánea. Produjo un
papa Francisco durante la Jorna-
movimiento de renovación que
da Mundial de la Juventud en Río
viene sencillamente del mismo
de Janeiro. Se los cito: «Dios es re-
Evangelio. Los frutos son enormes.
al, si se manifiesta en nuestro
Basta recordar la liturgia. El traba-
hoy»; «Dios está en todas partes».
jo de reforma litúrgica hizo un ser-
Son frases que se hacen eco de
vicio al pueblo, releyendo el Evan-
la expresión ignaciana «buscar y
gelio a partir de una situación his-
encontrar a Dios en todas las
tórica completa. Sí, hay líneas de
cosas».
continuidad y de discontinuidad,
pero una cosa es clara: la dinámica
de lectura del Evangelio actualiza-
da para hoy, propia del Concilio, es
absolutamente irreversible. Luego
están algunas cuestiones concretas, Le pregunto al Papa: «Santidad,
como la liturgia según el Vetus Or- ¿cómo se hace para buscar y en-
do. Pienso que la decisión del papa contrar a Dios en todas las cosas?».
Benedicto estuvo dictada por la
prudencia, procurando ayudar a «Lo que dije en Río tiene un valor
algunas personas que tienen esa temporal. Es verdad que tenemos
sensibilidad particular. Lo que la tentación de buscar a Dios en el
considero preocupante es el peli- pasado o en lo que creemos que
gro de ideologización, de instru- puede darse en el futuro. Dios es-
mentalización del Vetus Ordo». tá ciertamente en el pasado por-
que está en las huellas que ha ido
dejando. Y está también en el fu-
turo como promesa. Pero el Dios
‘concreto’, por decirlo así, es hoy.
Por eso las lamentaciones jamás
nos ayudan a encontrar a Dios.
Las lamentaciones que se oyen
hoy sobre cómo va este mundo
‘bárbaro’ acaban generando en la
Buscar y encontrar a Dios
Iglesia deseos de orden, entendi-
en todas las cosas
do como pura conservación, como
defensa. No: hay que encontrar a
El discurso del papa Francisco se Dios en nuestro hoy».
inclina hacia la apertura cuando
habla de los desafíos que afronta-
mos hoy. Hace algunos años es-
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de hace tiempo, en las que el en- ce / y cada día muere! Son versos
tonces cardenal Bergoglio escribía que revelan el deseo de una espe-
que Dios vive ya en la ciudad, ranza que, sin embargo, es un fan-
mezclado vitalmente con todos y tasma irisado que desaparece con
unido a cada uno. Es otro modo la aurora.
de decir, me parece, lo que escribe
san Ignacio en los Ejercicios Espiri-
tuales cuando dice que Dios «tra- «Pues bien –prosigue el papa Fran-
baja y labora» en nuestro mundo. cisco–, la esperanza cristiana no es
Le pregunto: «¿Debemos ser opti- un fantasma y no engaña. Es una
mistas? ¿Qué signos de esperanza virtud teologal y, en definitiva, un
hay en el mundo actual? ¿Cómo regalo de Dios que no se puede re-
hacemos para ser optimistas en un ducir a un optimismo meramente
mundo en crisis?». humano. Dios no defrauda la espe-
ranza ni puede traicionarse a sí
mismo. Dios es todo promesa».
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«Fue una cosa un poco atrevida «Entonces, Santo Padre, para la vi-
–responde–. Quería encontrar la da de una persona ¿es importante
manera de que mis alumnos estu- la creatividad?», le pregunto. Se
diasen El Cid. Pero a los chicos no ríe y me responde: «¡Para un jesui-
les apetecía. Me pedían leer a Gar- ta es enormemente importante!
cía Lorca. Entonces decidí que es- Un jesuita debe ser creativo».
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Papa Francisco: P.
«Busquemos
Antonio Spadaro
ser una Iglesia…»
Orar
a estas leyes. Progresa, consolidán- memoria. Yo
expresión de puedo
la verdad
olvidarme
puedende ser
dose con los años, desarrollándose múltiples,
Él, pero yoes sémás,
que Élesjamás
necesario
se olvi-
con el tiempo, haciéndose más pro- quede
da lo mí.
seanLapara
memoria
la transmisión
funda radi-
Lanzo al Papa una última pregun-
fundo con la edad)». del mensaje
calmente el corazón
evangélico del en
jesuita:
su sig-
es
ta sobre su modo preferido de orar.
nificado
la memoria inmutable».
de la gracia, la memo-
ria de la que se habla en el Deutero-
Y prosigue
«Rezo el Papa:
el Oficio todas «San Vicente de
las mañanas. nomio, la memoria de las acciones
Lerins
Me compara
gusta rezar conel desarrollo
los Salmos. bioló- «El hombre
de Dios que va a laen
están búsqueda
la base de lasí
gico del hombre
Después, con la transmisión
inmediatamente, celebro mismo, entre
alianza y es natural
Dios y suquepueblo.
en estaEs-
delmisa.
la depositum
Rezo elfidei de una
Rosario. Lo época
que a la búsqueda pueda cometer
ta es la memoria que me hace errores.
hijo
otra, que crece y prefiero
verdaderamente se consolida es la con
Ado-el Laque
y Iglesia ha vivido
me hace tiempos
también de ge-
ser padre».
paso del
ración tiempo. Ciertamente
vespertina, incluso cuando la nialidad, como por ejemplo el del
comprensión
me del hombre
distraigo pensando encambia
otras co- tomismo. Pero también vive tiem-
con oelcuando
sas tiempo llego
y su conciencia
a dormirmede re-sí pos de decadencia del pensamien-
mismo Por
zando. se hace más por
la tarde, profunda. Pen-
tanto, entre to. Por ejemplo: no debemos con-
semos
las sieteeny cuando
las ocho, la estoy
esclavitud
ante erael fundir la genialidad
* * * del tomismo
cosa admitida
Santísimo en unay cuando
hora de la adora-
pena de con el tomismo decadente. Yo, des-
muerte
ción. se rezo
Pero aceptaba
también sin enproblemas.
mis es- graciadamente, estudié la filosofía
Por tanto,
peras se crece
al dentista comprensión
y en otros mo- Me doy cuenta
en manuales dede que seguiría
tomismo mu-
decaden-
de la verdad.
mentos Los exegetas y los te-
de la jornada». cho tiempo este diálogo,
te. En su pensamiento sobre el pero sé
ólogos ayudan a la Iglesia a madu- que,
hombre como dijo el Papa
la Iglesia deberíaunatender
vez, noa
rar su propio juicio. Las demás hay que «maltratar los límites».
la genialidad, no a la decadencia». En
ciencias y su evolución ayudan total hemos dialogado durante más
también a la Iglesia a aumentar en de seis horas a lo largo de tres se-
«La oración esHay
comprensión. paranormas
mí siemprey pre- siones, el 19, el 23 y el 29 de agosto.
una oración ‘memoriosa’,
ceptos eclesiales secundarios, una llena de He preferido organizar la redac-
memoria,
vez eficaces de pero
recuerdos,
ahora sin incluso
valorde ni ción sin divisiones, para que no
«¿Cuándo deja de ser válida una
memoria de mi historia
significado. Es equivocada una vi-o de lo que perdiera continuidad. Lo nuestro
expresión del pensamiento? Cuan-
el Señor
sión ha hecho
monolítica enmatices
y sin su Iglesia deolaen ha sido más una conversación que
do el pensamiento pierde de vista
una parroquia concreta.
doctrina de la Iglesia». Para mí, se una entrevista: las preguntas han
lo humano, cuando le da miedo el
trata de la memoria de que habla constituido como un telón de fon-
hombre o cuando se deja engañar
san Ignacio en la primera Semana do que no imponía rígidos paráme-
sobre sí mismo. Podemos represen-
de los Ejercicios, en el encuentro tros predefinidos. Incluso desde el
tar el pensamiento engañado en la
misericordioso con Cristo Crucifi- punto de vista lingüístico hemos
figura de Ulises ante el canto de las
cado. Y me pregunto: ‘¿Qué he he- pasado con soltura del italiano al
sirenas, o como Tannhäuser, rodea-
cho yo por Cristo? ¿Qué hago por español, a menudo sin advertir la
do de una orgía de sátiros y bacan-
Cristo? ¿Qué debo
«Por lo demás, hacerépoca
en cada por Cris-
el transición. No ha habido nada de
tes, o como Parsifal, en el segundo
to?’. Es la memoria de
hombre intenta comprenderse y la que habla mecánico, y las respuestas nacían
acto de la ópera wagneriana, en el
también
expresarse Ignacio
mejoren la mismo.
a sí Contempla- Y del diálogo y dentro de un razona-
palacio de Klingsor. El pensamien-
ción para alcanzar amor,
por tanto el hombre, con el tiem- cuando nos miento que he procurado reflejar
to de la Iglesia debe recuperar ge-
pide que traigamos
po, cambia su modoade la percibirse:
memoria aquí, de modo sintético, como he
nialidad y entender cada vez mejor
los beneficios recibidos.
una cosa es el hombre que se ex- Pero, sobre podido. ■
la manera como el hombre se com-
todo,
presa sé que el Señor
esculpiendo me tiene
la Nike de Sa- en su prende hoy, para desarrollar y pro-
motracia, otra la de Caravaggio, fundizar sus propias enseñanzas».
otra la de Chagall y, todavía, otra
la de Dalí. Las mismas formas de