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El régimen de bienes familiares no es en estricto rigor un régimen de bienes, sino que es un conjunto
de normas de orden público que tienen por objetivo afectar determinados bienes que garanticen o
faciliten la comunidad familiar.
Este régimen sólo es aplicable para el matrimonio, no hay bienes familiares fuera de éste.
Tienen por sentido facilitar la comunidad propia de la familia en la forma matrimonial, asegurando que
tengan una casa y suficientes bienes muebles para que la familia se desarrolle.
Este régimen al cual quedan afectos determinados bienes no transforma a éstos en bienes
inembargables, sino que simplemente dificulta que se celebren determinados actos y contratos sobre
ellos, pero los acreedores podrían, eventualmente, realizar sus acreencias en estos bienes, con una
gran dificultad tanto el cónyuge propietario del bien familiar afecto como el no propietario pueden
hacer valer el beneficio de excusión, es decir, señalar otros bienes antes que se ejecute la casa
principal de la familia por ejemplo.
El régimen ayuda a la comunidad propia de la familia del matrimonio, con una casa y bienes muebles y
sin sacar de circulación a estos bienes para hacer realizables deudas eventualmente en él.
Concepto
Son bienes familiares aquellos que por encontrarse destinados al uso habitual de la familia
han sido afectados como tales a instancias del cónyuge no propietario, y están sometidos a
un régimen especial de administración y de disposición en el que interviene el cónyuge
propietario y el no propietario.
Hay un matrimonio, uno de los cónyuges es dueño de la casa y el otro quiere asegurar que no se
venda la casa, deciden afectar o la mujer pide al juez que afecte la casa como bien familiar. ¿El marido
puede enajenar la casa? En este caso no, para hacerlo tiene que contar con la autorización de la mujer.
Este inmueble debe ser propiedad de cualquiera de los cónyuges, pero de los cónyuges actualmente
casados con vínculos vigentes, no cabe por tanto, afectar el bien de cónyuges divorciados o anulados.
Respecto de los cónyuges separados si porque el vínculo no se rompe.
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2. Los muebles que la guarnecen, los bienes muebles que le sirven de accesorio.
Los muebles que guarnecen a este inmueble se refiere a muebles que lo complementan; accesorios
imprescindibles para la casa. Qué tipo de muebles se suele asimilar a los contenidos en el Art 567:
“Muebles son las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellas a sí mismas,
como los animales (que por eso se llaman semovientes), sea que sólo se muevan por una fuerza
externa, como las cosas inanimadas.
Exceptúense las que siendo muebles por naturaleza se reputan inmuebles por su destino, según el
artículo 570”
Si existe una sociedad propietaria de la residencia familiar y uno de los cónyuges tiene derechos o
acciones en esa sociedad dice la ley que esos pueden ser afectados como bien familiar.
La toma de decisiones que tiene que hacer esa empresa u organización con este entramado
absolutamente de fines distintos es una complicación porque se rigen por intereses distintos la familia y
la empresa. Las sociedades se rigen por el interés social.
El legislador trató de salir al paso poniendo a nombre de la sociedad el bien que sirve de residencia a la
familia.
Por ejemplo; una persona es socia de una sociedad de responsabilidad limitada tiene un 20% en los
derechos sociales, a su vez esa sociedad tiene un giro determinado giro y un inmueble a su nombre,
dentro de ese inmueble vive la familia. El fin como sociedad es realizar su propio giro, pero su marido
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podría pedirle al juez afectar los derechos sociales en la sociedad para resguardar el inmueble de la
cual la sociedad es propietaria. Si como sociedad quieren vender la casa no van a poder hacerlo.
Formas de afectación
La ley establece dos formas para obtener la afectación de los bienes familiares dependiendo de la
naturaleza de los bienes comprometidos:
1) Mediante decreto judicial:
Se aplica para los dos primeros bienes mencionados, es decir, sobre el inmueble que sirve de
residencia principal y sobre los muebles que lo guarnecen.
Art 141 inciso 3: “Con todo, la sola interposición de la demanda transformará provisoriamente en
familiar el bien de que se trate. En su primera resolución el juez dispondrá que se anote al margen de
la inscripción respectiva la precedente circunstancia. El Conservador practicará la subscripción con el
solo mérito del decreto que, de oficio, le notificará el tribunal.”
Este es un efecto muy potente porque ni siquiera es necesario notificar a la contraparte, sino que dice
que en su primera resolución el juez dictará que se anote la afectación provisoria al margen de la
inscripción de propiedad respectiva.
La finalidad es evitar el fraude del cónyuge propietario, que haga durante el juicio alguna maniobra de
enajenación por ejemplo.
Termina con una sentencia que reconoce la afectación o no. Si la reconoce mandará a que se oficie
nuevamente al conservador de bienes raíces para que confirme esa subinscripción de forma definitiva o
cancele la afectación provisoria.
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una sociedad de personas, deberá anotarse al margen de la inscripción social respectiva, si la hubiere.
Si se trata de sociedades anónimas se inscribirá en el registro de accionistas correspondiente.
Efectos de la afectación
1) Cogestión entre los cónyuges (lo gestionan juntos).
Actos y contratos sujetos a limitaciones:
El dominio no se afecta, sino que permanece en el cónyuge propietario y no se ve disminuido, pero hay
actos de administración que deben ser autorizados por el cónyuge no propietario.
Art 142:”No se podrán enajenar o gravar voluntariamente, ni prometer gravar o enajenar, los bienes
familiares, sino con la autorización del cónyuge no propietario. La misma limitación regirá para la
celebración de contratos de arrendamiento, comodato o cualesquiera otros que concedan derechos
personales de uso o goce sobre algún bien familiar.
La autorización a que se refiere este artículo deberá ser específica y otorgada por escrito, o por
escritura pública si el acto exigiere esta solemnidad, o interviniendo expresa y directamente de
cualquier modo en el mismo. Podrá prestarse en todo caso por medio de mandato especial que conste
por escrito o por escritura pública según el caso.”
La autorización a que se refiere el artículo puede ser manifestada de forma expresa o tácita, e incluso
puede darse por medio de mandato. También podría suplirla el juez en dos casos:
i. Imposibilidad por ausencia o enfermedad que lo inhabilite para dar autorización.
ii. Por la negativa injustificada, cuando no se funda en el interés superior de la familia.
La autorización expresa debe ser especifica, no se puede otorgar un mandato general sino que debe
ser para un acto concreto, y debe darse por escrito o escritura publica dependiendo si el acto que se
realiza requiere o no esa solemnidad. La tácita puede ser interviniendo directamente de cualquier
modo en el acto.
Qué pasa si el cónyuge dice que es bien familiar, soy cónyuge propietario, la casa es mía y la vendo.
Desde el punto de vista jurídico adolece de nulidad relativa, por lo tanto, se puede sanear, no opera de
pleno derecho y debe pedirla la parte beneficiada por la nulidad.
Esta norma se superpone a otras que cumplen mejor la finalidad de proteger al cónyuge no
propietario.
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3) Beneficio de excusión que tienen ambos cónyuges sobre el bien familiar.
El Art 148 establece limitaciones al derecho general de prenda que gozan los acreedores del cónyuge
propietario estableciendo este beneficio de excusión que es parecido al de la fianza.
Las disposiciones de la fianza se aplicarán a este beneficio de excusión en cuanto correspondan. Sin
embargo, hay bastantes diferencias entre ambas.
¿El acreedor puede perseguir la casa sujeta a bien familiar? Si, y eventualmente ¿podría salir a remate
la casa? Si. La protección que pone la ley es que el cónyuge propietario o el otro puede pedir que se
acuda primero a otros bienes, y el mismo puede ofrecer otros bienes antes de la casa y los acreedores
están obligados a seguir esto.
Si lo hace valer el cónyuge no propietario lo hace valer por una tercería del bien familiar y si es el
cónyuge propietario puede hacer valer el beneficio de excusión como si fuera el fiador.