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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA SALA CIVIL TRANSITORIA

Cas. 5322‐2007-Puno

Nulidad de Acto Jurídico


Lima, primero de diciembre del dos mil ocho.

LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA, en la causa vista en audiencia pública de la fecha; con los acompañados;
emite la siguiente sentencia;

MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación, interpuesto por el


demandado Porfirio Ángel Prado Pérez, contra la sentencia de vista de fojas ochocientos
cincuenticinco, su fecha veinte de setiembre del dos mil siete, que Revocando en un
extremo y Confirmando en otro la apelada de fojas setecientos noventisiete, fechada el
siete de mayo del mismo año, declara Fundada en parte la demanda; en los seguidos
por Gerardo Tarapa Chayña contra Gumercinda Pérez viuda de Prado y Porfirio Ángel
Prado Pérez sobre Nulidad de Acto Jurídico y otro;
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: La Corte mediante resolución del diez de marzo del
año en curso, obrante a fojas sesenticinco del cuadernillo formado en este Supremo
Tribunal, ha estimado Procedente el recurso sólo por la causal de: contravención de
normas que garantizan el derecho a un debido proceso; expresando el recurrente como
fundamentos: a) que la sentencia recurrida ha devenido en sentencia extra‐pretita,
puesto que se ha pronunciado por hechos no alegados por la parte actora, pues hace
referencia a la inexistencia del pago del precio, que el bien se hallaba en estado de co‐
propiedad, que se ha preterido derechos al efectuarse la venta, inexistencia de
constancia notarial de la entrega de precio; asimismo, sanciona la nulidad del contrato
de compraventa objeto de demanda por la causal de simulación absoluta cuando en
ésta solo se ha invocado la causal de simulación sin precisar si se trata de simulación
absoluta o relativa, máxime si por los hechos narrados se entiende referidos a la
simulación relativa, tal como el mismo A Quo indicó en su sentencia; b) que la Sala
Revisora no ha motivado debidamente su sentencia pues incurre en contradicciones al
señalar, por un lado, que existe un contrato simulado en forma absoluta y por tanto nulo;
pero, por otro lado, afirmar que dicho acto simulado es lícito al permitir la norma material
transferir un bien ajeno, y que además no es contrario al orden público, cuando por
principio todo acto nulo es contrario a normas que interesan el orden público, de allí que
su motivación no es clara; c) que la sentencia de vista no resuelve todos los puntos
materia de controversia, dado que pese a que como punto controvertido B, se señaló
establecer si el inmueble sub‐judice es de propiedad de los demandados o demandantes
y determinar con qué título ostentan tal calidad, la Sala no ha emitido pronunciamiento
alguno sobre la calidad de propietario de la parte actora al indicar que ello no es materia
de proceso; d) que existe deficiente valoración de los medios probatorios, puesto que
no se ha apreciado correctamente que de acuerdo al proceso penal acompañado
número ciento treinticinco – L – uno por el Delito de Estelionato se ha determinado que
la venta efectuada por la demandada y madre del recurrente demandado es lícita;
asimismo, se ha omitido valor el expediente penal acompañado número doscientos
cuarenticuatro – dos mil uno, en donde se condena a la vendedora del actor Angélica
Chuquimia de Calisaya por falsedad ideológica al haberse determinado que su derecho
de propiedad es falso y deriva de un contrato verbal inexistente;

CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, en relación al agravio a) acerca de pronunciamiento en la sentencia
de vista sobre hechos no alegados por la parte actora, debe indicarse, en principio, que
se entiende por principio de congruencia procesal a la obligatoria presencia de identidad
que debe existir entre lo resuelto por el órgano jurisdiccional y lo controvertido por las
partes, principio que actúa como límite ante cualquier aplicación desproporcionada en
sede civil del principio de iura novit curia; que es por esta razón que el artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Civil preceptúa que: “El Juez debe aplica r el
derecho que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo
haya sido erróneamente, pero no puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en
hechos diversos de los que han sido alegados por las partes”; en ese orden, el artículo
cincuenta, numeral seis del mismo Código establece que es deber de los jueces en el
proceso: “Fundamentar los autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando
los principios de jerarquía de las normas y el decongruencia”;

SEGUNDO: Que, empero, debe repararse que el principio de congruenciacomprende


no solo los hechos expuestos por la parte actora ni tampoco únicamente lo manifestado
por la parte demandada sino, lógicamente, el conjunto de hechos invocados por ambas
partes lo que precisamente constituye el escenario en que se ha desarrollado la
controversia materia de demanda;

TERCERO: Que, en ese sentido, las referencias que en la sentencia de vista se hace
respecto de la inexistencia del pago del precio en el contrato de compraventa materia
de nulidad, del estado de co‐propiedad del inmueble sub‐judice, de la preterición de
derechos de otros herederos al efectuarse la referida venta, inexistencia de constancia
notarial de entrega de precio; no constituyen en modo alguno violación del principio de
congruencia toda vez que son hechos que derivan de las afirmaciones realizadas tanto
por la parte actora como la parte demanda en sus respectivos escrito de demanda y
contestación de ésta; que en efecto, el demandante Gerardo Tarapa Chayña en su
demanda califica a la compraventa cuestionada contenida en la Escritura Pública de
fecha veintidós de setiembre de mil novecientos noventisiete, como: “un acto simulado
entre madre e hijo realizado en un raptus de audacia y de mala fe con la finalidad de
apoderarse de un bien ajeno, por lo mismo que deviene en nulo…”; lo que autoriza al
juzgador a verificar la presencia de cualquier elemento válido en el referido contrato que
contribuya a la tesis de la simulación o que la descarte, tales como el pago o no del
precio por la transferencia del inmueble y la existencia o no de constancia notarial de
entrega del precio; CUARTO: Que, asimismo, son los propios emplazados quienes en
su escrito de contestación de demanda han introducido el tema de la co‐propiedad al
hacer mención que el inmueble sub‐judice fue de propiedad de Máximo Prado Catacora,
quien en vida fuera cónyuge de la demandada, Gumercinda Pérez viuda de Prado; y,
padre del co‐demandado, Porfirio Prado Pérez; que el inmueble sub‐materia jamás pudo
haber sido vendido verbalmente por dicho causante a las personas de Amelia Prado
Espezua de Castillo e Irma Esperanza Prado Pérez; y que prueba de ello es que Porfirio
Prado Pérez no hizo mención alguna de dicha supuesta transferencia en su Testamento
Público de fecha veintiséis de setiembre de mil novecientos cincuentidós; que con estas
afirmaciones se ha autorizado a los juzgadores a analizar el contenido y efectos del
citado testamento público en el que el referido causante instituye como sus herederos a
los dos demandados, Gumercinda Pérez viuda de Prado y Máximo Prado Catacora, así
como también a sus demás hijos Amelia, Irma Esperanza, Porfirio y Ausberta Liduvina
Prado; considerando por ello la Sala Revisora que entonces si el inmueble fue de
propiedad en vida de Máximo Prado Catacora, sobre el mismo existiría una copropiedad
conformada por los indicados herederos; y, que por tanto, la transferencia efectuada por
la heredera y cónyuge superstite del íntegro del inmueble a uno solo de los hederos,
estaría pretiriendo el derecho de los demás herederos; advirtiéndose entonces el
cumplimiento del principio de congruencia y no su violación;

QUINTO: Que, en relación al mismo agravio a), pero respecto a la declaración de


nulidad en base a la causal de simulación absoluta que supuestamente no ha sido
invocada en la demanda; debe señalarse que, en efecto, la parte actora en su escrito
de demanda no invoca expresamente la causal de simulación absoluta sino
simplemente la de simulación; empero, tendiendo al principio de tutela jurisdiccional
efectiva y a los fines abstracto y concreto del proceso contemplados en los artículos I y
III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, al comprender la simulación del Acto
Jurídico, tanto la figura de simulación absoluta como la relativa, conforme al Título VI
del Libro II del Código Civil, el análisis y sanción por la primera de ellas no comporta la
violación del principio de congruencia;

SEXTO: Que, en cuanto al agravio b), sobre contradicción en la sentencia de vista, se


tiene que esta Sala de Casación no encuentra ninguna contradicción puesto que, sin
necesidad de ingresar a desarrollar el concepto de cada causal de nulidad absoluta
prevista en el artículo doscientos diecinueve del Código Sustantivo, dado que no se está
ante una causal sustantiva de casación sino procesal, se advierte del referido dispositivo
que muy distinta es la causal de simulación absoluta, contemplada en el inciso
cinco, que la de fin ilícito regulado en el inciso cuatro, y esta primera citada causal de
la de contrario al orden público previsto en el inciso ocho, de tal modo que el amparo de
la pretensión de nulidad por la causal de simulación absoluta y desestimación de la
misma por las causales de fin ilícito y contraria al orden público es perfectamente legal
y no contradictorio; no advirtiéndose una indebida motivación en la sentencia recurrida;

SÉTIMO: Que, respecto del agravio c), corresponde señalar que el Superior Colegiado
sí ha cumplido con pronunciarse sobre el derecho de propiedad de la parte demandante
sobre el inmueble sub‐judice al establecer en su considerando Décimo Tercero: “Lo
expresado por el apelante Porfirio Ángel Prado Pérez, respecto a que la compraventa
contenida en la Escritura Pública de fecha trece de junio de mil novecientos ochenta i
ocho (folios seis) efectuada por doña Angélica Chuquimia Gutiérrez (vendedora) a favor
del ahora demandante Gerardo Tarapa Chayña (comprador) resulta válido o no; este
colegiado no puede emitir pronunciamiento al respecto en el presente proceso porque
ello no es materia de la litis; sin embargo, surge de aquella el interés para accionar la
nulidad del negocio celebrado por los demandados con arreglo a lo dispuesto por el
artículo doscientos veinte del Código Civil”;

OCTAVO: Que, del extracto reproducido de la sentencia recurrida fluye claramente que
para el Colegiado Superior el derecho de propiedad emana del contrato de compraventa
contenido en la Escritura Pública e fecha trece de junio de mil novecientos ochentiocho
y que la invalidez del referido contrato legada por la parte demandada no puede merecer
pronunciamiento debido a que no es materia de la presente demanda la nulidad de dicho
contrato; cumpliendo así con pronunciarse sobre el punto controvertido que cuestiona
el recurrente;

NOVENO: Que, en cuanto al agravio d), sobre indebida valoración de los medios
probatorios, de señalarse que de conformidad con el artículo ciento noventisiete del
Código Procesal Civil, todos los medios probatorios son valorados por el Juez en forma
conjunta, utilizando su apreciación razonada,
mas en la resolución sólo serán expresadas las valoraciones esenciales y determinantes
que sustenten su decisión; asimismo, de acuerdo al artículo ciento veintidós, inciso tres,
del Código acotado, modificado por el artículo primero de la Ley número veintisiete mil
quinientos veinticuatro, las resoluciones contienen la relación de los fundamentos de
hecho que sustentan su decisión y los respectivos de derecho con la citada de la norma
o normas aplicables según el mérito de lo actuado; concluyendo el referido artículo que
la resolución que no cumpliera con los requisitos antes señalados será nula;

DECIMO: Que, lo expuesto anteriormente, concordado con los objetivos del recurso de
casación previstos en el artículo trescientos ochenticuatro del Código Procesal Civil, en
ninguno de los cuales se prevé la valoración de los medios probatorios que conduzcan
a la Sala de Casación a resolver el conflicto jurídico como si fuera una instancia de fallo,
lleva a concluir que la presencia de una valoración de los medios probatorios que
incumpla las reglas previstas por el Ordenamiento Procesal Civil comporta la afectación
del derecho al debido proceso y puede ser denunciada como tal vía recurso de casación;
empero, la Sala de Casación se limitará, en caso de configurarse el agravio, a observar
la existencia de dicho incumplimiento disponiendo la renovación del acto procesal
afectado y serán las instancias de fallo que saneando las deficiencias, les lleve, de
acuerdo a una mejor valoración, a concluir de modo distinto o a ratificar la decisión
anterior en todo o en parte;

DÉCIMO PRIMERO: Que, en el presente caso, el recurrente afirma que la Sala Revisora
no ha apreciado que de acuerdo al proceso penal acompañado número ciento
treinticinco – L – uno por el Delito de Estelionato, se ha determinado que la venta
efectuada por la demandada, Gumercinda Pérez viuda de Prado, madre del co‐
demandado recurrente, Porfirio Prado Pérez, es lícita; sin embargo, ello carece de
asidero real, puesto que en el considerando Décimo Octavo la Sala señala
expresamente: “…conforme es de apreciarse del proceso signado con el número dos
mil guión cero nueve (ciento treinticinco –L uno), seguido en contra de Gumercinda
Pérez viuda de Prado por el elito Contra el Patrimonio en la modalidad de Estelionato,
previsto y penado en el inciso cuatro in fine del artículo ciento noventisiete del Código
Penal (…), mediante sentencia de vista (…) fue absuelta de los cargos formulados por
el señor Fiscal Provincial en su acusación escrita de folios ciento cincuenta;
constituyendo cosa juzgada dicha decisión jurisdiccional. Del mismo modo, no existe fin
ilícito en tanto el resultado que se pretende lograr mediante la venta de un bien no
contraviene la ley…”; consideración que precisamente justifica la desestimación de la
pretensión de nulidad por la causal de fin ilícito pero ello no se extiende a la causal de
simulación absoluta por constituir un supuesto de hecho diferente a la de fin ilícito;

DÉCIMO SEGUNDO: Que, finalmente, en relación a la no valoración del expediente


penal acompañado número doscientos cuarenticuatro – dos mil uno, en donde se
condena a la vendedora del actor Angélica Chuquimia de Calisaya por falsedad
ideológica al haberse determinado que su derecho de propiedad es falso y deriva de un
contrato verbal inexistente; se advierte también de autos que la Sala Revisora sí ha
valorado la sentencia recaída en dicho expediente conforme se lee del Considerando
Vigésimo, apreciando el Ad Quem que el demandante, Gerardo Tarapa Chayña fue
absuelto; concluyendo que, en todo caso, no es pertinente la valoración de la
mencionada sentencia penal dado que en el presente proceso no es materia de nulidad
el contrato de compraventa del actor; afirmación esta última que se encuentra ajustada
al principio de congruencia; y, si bien es verdad una excepción a este principio es la
facultad de los juzgadores para declarar de oficio la nulidad de un acto afectado con
nulidad absoluta, conforme lo contempla el artículo doscientos veinte del Código Civil,
ello se aplica siempre y cuando la nulidad “resulte manifiesta” y tal notoriedad no ha sido
advertida por el Superior Colegiado máxime si en sede casatoria no corresponde valorar
los medios probatorios como instancia de fallo;

DÉCIMO TERCERO: Que, en tal virtud, ninguno de los agravios denunciados en la


causal de contravención se configuran; por lo que no hay lugar a casar la sentencia de
vista, debiendo desestimarse el recurso de conformidad con el artículo trescientos
noventisiete del Código Procesal Civil; estando a las consideraciones que preceden;
declararon. -

INFUNDADO el recurso de casación, interpuesto a fojas ochocientos setentiséis por


Porfirio Ángel Prado Pérez; en consecuencia: NO CASARON la r esolución de vista de
fojas ochocientos cincuenticinco, su fecha veinte de setiembre el dos mil siete;
CONDENARON al recurrente al pago de las costas y costos del recurso, así como a la
multa de una Unidad de Referencia Procesal; ORDENARON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”; en los seguidos por Gerardo
Tarapa Chaiña con Gumercinda Pérez viuda de Prado y otro sobre Nulidad de Acto
Jurídico; y, los devolvieron; interviniendo como Vocal Ponente el señor Palomino
García:

S.S.
TICONA POSTIGO
SOLIS ESPINOZA
PALOMINO GARCIA
CASTAÑEDA SERRANO
MIRANDA MOLINA
crb

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