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SOCIOLOGIA DE LA CULTURA

En este escrito, sugiero que los estudios culturales se pueden beneficiar de una fuerte
conexión con la sociología. En gran parte, lo que tengo que decir consiste en un
resumen critico de los recientes desarrollos en la sociología, una disciplina cuya gran
mayoría de términos no se han conceptualizado teniendo en cuenta el hecho de que,
como dijo Avery Gordon: “la realidad en sí misma y sus representaciones etnográficas o
sociológicas son… ficciones, aunque bastante fuertes, que nosotros no
experimentamos como ficciones sino como realidades”(4), analizo este trabajo no solo
para desecharlo sino porque, primero, mantiene un alto perfil en el estudio de la cultura
dentro de la disciplina de la sociología y segundo porque, e requiere reemplazar o
desplazar a los estudios culturales. Quiero resaltar aquí que a pesar de que hay otras
ramas de la sociología menos visibles e influyentes que ofrecen acercamientos más
promisorios al campo, especialmente trabajos influidos por la escuela de Frankfurt (5).
El beneficio para ambos campos será el mutuo reconocimiento, pues como señala
Avery Gordon: “el sofisticado incremento del entendimiento sobre las representaciones
y como el mundo social esta construido textual o discursivamente, aún requiere un
compromiso con las practicas socialmente estructuradas que han sido el campo para la
investigación sociológica” (6).

En lo que los sociólogos pueden contribuir más al proyecto del análisis cultural es
aportando un punto de vista sobre las instituciones y las relaciones sociales, así como
en la más amplia perspectiva de los ejes estructurados de la diferenciación social y sus
transformaciones históricas –ejes de clase, status, genero, nacionalidad y etnicidad-.
Por supuesto, uno no necesita ser un sociólogo para prestar atención a estas
dimensiones analíticas, ya que hay académicos de estudios culturales que hacen este
tipo de trabajo. (Stuart Hall, Tony Bennett y Angela McRobbie)(1).

Otro concepto que parece importante tomar dentro del análisis sería el de la sociedad
de masas, concepto que por sí mismo tiene connotaciones negativas y apunta a una
vulgarización y degradación de la cultura, sin embargo, “la importancia de este
concepto en el análisis sociológico, al igual que en la sociología de la cultura
actualmente, es el de refutar los prejuicios y las valoraciones erróneas y sesgadas que
componen este concepto ya abandonado y en desuso dentro de la disciplina” (3). En
este caso tomare el hecho de que esta, como muchos conceptos utilizados dentro de la
sociología de la cultura considera al consumidor como pasivo, receptor de la producción
de la cultura de masas, lo caracteriza como conformista, aceptante de los mensajes que
le son entregados a partir de los medios de comunicación, en simples palabras aparece
como un personaje sin creatividad, mero espectador del vasto monologo audiovisual
que los medios masivos despliegan frente a él.
En Arise se puede ver como se fabrica todo un producto cultural a partir de pequeños
trozos de otros productos culturales, es un constante flujo de referencias, un bricolage
de símbolos, prácticas y personajes amenizado a su vez por un bricolage audiovisual,
rasgo característico de esta religión, como menciona Michel de Certeau (1979) acerca
del análisis del consumo cultural “Pero también es posible interesarse en lo que el
consumidor cultural fabrica durante las horas que pasa mirando la televisión o una
película con las imágenes totalmente hechas y acabadas que se le han proporcionado”.
"...by the hand of Jehovah 1 itself, the cosmic puppeteer of the old testament, the
wrathful alien space god from some coporate sin galaxy" (Arise, 1992, 18:20). La
manera en como este grupo de personas ordinarias construye una institución religiosa a
partir de los productos culturales que tienen “a mano” o que han adquirido durante sus
vidas dentro de la cultura occidental en la que están inmersos demuestra que los
consumidores pertenecientes a la sociedad de masas han sido y son capaces de
fabricar lo que, refiriéndonos nuevamente a Boudrillard, podríamos llamar sus propios
productos e instituciones hiperreales.

Para comprender la obra hay que referirse necesariamente a su análisis de los


procesos culturales entendidos como sistemas de valores. Frente a la metodología de
Durkheim, Weber replantea el tema de la significación como interpretación. Entre el
actor social y el contexto actúa un proceso de mediación interpretativa que es el núcleo
mismo de las llamadas Ciencias Humanas y Sociales. Weber salda la polémica entre
las Ciencias Nomológicas (las que presentan un sistema de leyes regulares como son
las Ciencias referidas a la Naturaleza) y las Ciencias Ideográficas (2) (las de caso único
como son las Ciencias Históricas) con su definición de la "Verstehen"; es decir, la
"comprensión interpretativa" resulta ser el tipo de explicación empleado para entender
los datos de la Historia Cultural y de sus procesos.

Son los valores, por tanto, los que nos caracterizan el plano de la acusación social en
última instancia. Y para demostrar su metodología de comprensión interpretativa
reformulará la teoría marxiana e historicista de la formación del Capitalismo.

Para seguir la relación entre el pensamiento y las prácticas sociales, que son en últimas
las que determina la forma como vemos la realidad, introducimos un autor
contemporáneo muy importante Pierre Bourdieu, quien toma los planteamiento de Marx
y de Elías, para hablarnos sobre las relaciones de dominación que se presentan en
diferentes campos sociales, “los campos están determinados por los intereses del
campo, los elementos que entran en la lucha, y quienes están en ese proceso”(2), por
ejemplo el campo académico tiene unos intereses particulares imponer una forma de
entender un problema social en particular a través de unas explicaciones teóricas,
entonces hay varios grupos en disputa que luchan por imponer su mirada, quien lo logra
domina el campo por esto no es estático y hay un intento continuo por imponer la
mirada eso hace dinámico este campo. Bourdieu a la hora de efectuar sus análisis
sociológicos valora como capital no sólo el acumulable en forma de moneda,
infraestructuras y bienes materiales intercambiables. La producción de cultura es
distinta teniendo en cuenta conceptos capitalistas que dan lugar a la manera de
producir y circular las obras. Es lógico que cada clase social tenga sus formas de
comportamientos ya que son diferentes una de la otra, históricamente. Si comparamos
con un juego, lo que hacemos es competir. Ahora, cada campo genera su capital. Cada
agente trata de acrecentar sus capitales, usando las distintas estrategias que cada
grupo que en cada campo se encuentra para seguir incrementando su capital, es esto
mismo lo que da pie a las jerarquías y a las revoluciones. Generando estructuras para
seguir con su capital, es decir con el poder.

Por último el concepto de estilo de vida es importante para entender las combinaciones
de elementos culturales de diferente origen que caracterizan a la iglesia y le confieren
una identidad, es en este proceso de mixtura de productos y prácticas de diverso origen
el cual es a su vez un reflejo de las contradicciones de la llamada sociedad
postmoderna y de la diversificación de los gustos que convive junto a los elementos
comunes que identifican a los seguidores de esta religión y que les permiten crear sus
propios códigos que les permite identificarse como parte de un grupo. Para ser más
claros, la Iglesia de los Subgenios se puede entender como un producto de la
maleabilidad de la cultura, de los estilos de vida cambiantes y contradictorios y de la
mutable identidad del hombre posmoderno. Una de las características que quizás
puede distinguir a este grupo de sujetos es el hecho de que, al menos aparente
provengan de la misma clase social, sin embargo manifiestan diferentes prácticas y
gustos.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. Baudrillard, Jean. (1978). Cultura y Simulacro. Barcelona: Kairós.

2. Smith, Douglass. (1992). Arise! Subgenius Recruitment Film #16. Dallas, Texas:
Subgenius Foundation.

3. De Certeau, M. (1979). Prácticas Cotidianas. Les Cultures Populaires , 23-30.

4. Gordon, Avery, Ghotly Matters, Haunting and the sociological imagination


(Mineapolis, Universty of Minesota Press, 1077), p. 11.

5. Weber, M., Economía y Sociedad, y específicamente, Fundamentos racionales y


sociológicos de la Música, Fondo de Cultura Económica, México, 1983. pág.
1174.

6. Parsons, T., El Sistema Social. Alianza Universidad, Madrid, 1984. págs. 359-
399.

7. Julien Freund, Las teorías de las ciencias humanas. Península, Barcelona, 1975.
págs. 103-117 y 122-128.

8. Arte y Cultura TV. (2010). Vargas Llosa, discurso de la Cultura [Video].


Recuperado dehttps://www.youtube.com/watch?v=AVqy2o1hhNM

9. Hernández, J. (2013). Cultura ¿Qué es cultura? [Video]. Recuperado


de https://www.youtube.com/watch?v=E95xx_owJnE
10. Moreno, R. G. (2014). Cap 6 Cultura, persona y sociedad[Video]. Recuperado
de https://www.youtube.com/watch?v=O4A3wb-XYUg
11. Recalde, H. E. (2014). Capítulo III: Cultura y Personalidad. En H. E. Recalde
(Ed.), Sociología (p. 71-106). Recuperado
dehttp://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/reader.action?docID=1113
8283&ppg=8

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