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HISTORIA DE LA DANZA

FOLKLÓRICA MEXICANA I
ELIEZER MÁRQUEZ MARTÍNEZ
Verano 2016
 Los Bailes folklóricos en México han sido tradicionalmente una forma de
honrar a la cultura mexicana y una representación de las luchas y las alegrías
de la vida cotidiana mexicana. Es una celebración de los rituales religiosos,
culturales y festivales, que se celebra por la gente de nuestro país.
 El origen de las danzas folklóricas mexicanas se encuentra en los tiempos
mesoamericanos, cuando la danza ritual se realizó para apaciguar a los dioses
de los Mayas y los Aztecas.
 Cuando los españoles llegaron en el siglo 16, trajeron con ellos, los bailes al
estilo europeo, como el vals, el ballet, la polka y chotis, lo que influyó en la
forma de la danza indígena.
 Conquistas posteriores permitieron las danzas alemanas, francesas, españolas
e italianas, que se mezclan con la danza popular original y la aparición de las
tres formas de la danza folklórica mexicana.
 El primero es ‘danza’, que es una danza ritual indígena, realizado en entornos
religiosos o comunitarios. La segunda categoría de formas de danza folclórica
mexicana, es “mestizo”, que muestra las influencias occidentales en la danza
indígena, ya sea en los pasos o el tema. Los ‘bailes Regionales “o los bailes
regionales, son una manifestación de la forma de la danza por cada
comunidad.
 El deseo de libertad del pueblo mexicano se comienza a manifestar en
muchas actividades culturales y políticas en las cuales el arte no podía ser la
excepción. Al término de la lucha de la independencia, y durante las
intervenciones extranjeras que sufrió la nación, además de las luchas internas
entre liberales y conservadores, adquirió un nuevo clima patriótico. Se buscó
en las artes los valores que nos identificaran, encontrando en los bailes una
verdadera tradición nacionalista. De esta forma, los bailes acentuaron el
carácter costumbrista y localista, al desarrollar nuevas formas de bailar, que
definían estilos de acuerdo con una tradición construida en tres siglos de
mestizaje racial y cultural, con fundamento netamente mexicano.
 En la región norte se bailaron las polkas, redovas y shotises, conforme a la
ejecución y coreografía de la cuadrillas; los bailes de todas las clases sociales
adquirieron una fuerza inusitada. En los pueblos de la costa del Golfo de
México se interpretaron fandangos y huapangos, y sones en las comunidades
del occidente y pacífico sur.
 En ese tiempo, surgen los mariachis, quienes reproducen sones y jarabes a los
que se les llamó “sonecitos de la tierra”, y en los cuales el zapateado se
convierte, con sus variantes regionales, en el común denominador de los
pasos, por su fuerza y virilidad.
 Los bailes entonces, tienen un alto contenido político y revolucionario que,
junto con las ideas de libertad y las maneras de divertirse, adquiridas por los
luchadores insurgentes, se difundieron por todo el país. Tanto el baile como la
música, comentan, describen y ridiculizaban las condiciones políticas y
sociales que vivía la nación.
 La población ya no se ocupó de los bailes de salón que resultaban ya muy limitados
para expresar la euforia del sentimiento nacionalista y el rescate de la soberanía
del país. Las victorias logradas en las batallas requerían una alegría más
desbordante. Los bailes se hacen más espontáneos, breves, naturales, de acuerdo
con la necesidad de comunicar la alegría y el vigor demostrados durante la
batalla.
 Los pasos y la coreografía se identificaron con los cambios que requería la nueva
condición del país y surgieron bailes que caracterizaron e hicieron referencia a las
actividades laborales y artesanales, como son los bailes campesinos, mineros,
ganaderos, etcétera.
 Los sones y jarabes se bailaron muchas veces con ejecuciones de “suertes”, que
eran acciones en las que los bailarines demostraban sus destrezas con objetos al
bailar o bailaban con machetes, botellas, jarros con agua sobre la cabeza. Los
bailarines gustaban de las “suertes” para demostrar sus habilidades y obtener el
reconocimiento del pueblo y la admiración de la mujer que les interesaba.
 No se puede afirmar categóricamente el origen definido de una forma o estilo
de un baile tradicional por la falta de datos y el carácter anónimo. Sin
embargo, se pueden señalar algunas zonas o regiones del territorio nacional.
Los bailes regionales surgen como producto de pasos y estilos que se pusieron
de moda. Al penetrar al país se arraigaron con tal fuerza que caracterizaron
la expresión dancística del pueblo que los acogió.
 Aunque se reconozca que los bailes pertenecen a una constante invasión
cultural de Europa a América, no se puede negar que el estilo, significado y
manera de ejecutarlos que aportaron los mexicanos de diferentes regiones
renovaron sus características.
 Los lugares para bailar se hacen menos exigentes y se improvisan escenarios
en plazas, mercados, patios, tertulias, ferias, etcétera, que sirvieron de
descarga emocional de las tensiones y como manifestación de los nuevos
acontecimientos sociales.
 A partir de allí, el “son” surge como una forma musical y dancística de mayor
gusto por las nuevas sociedades; su origen en las seguidillas, fandangos y
zapateados españoles de antaño, se modifica para producir diversos pasos y
formas coreográficas y en cada región del país.
 * El hombre y la danza, "Patricia Bárcena Alcaraz, Julio Zavala González,
Graciela Vellido Peralta", Editorial Patria, México. 1994

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