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INVESTIGACIÓN FORMATIVA
ENSAYO
TEMA:
La ética y moral en nuestra sociedad
RESPONSABLE:
Bravo Moreira Irvin Jordano
CARRERA Y NIVEL:
Ing. Civil “III”
DOCENTE:
Ab. María soledad Vela Cheroni.
PARALELO "L"
PERÍODO ACADÉMICO:
OCTUBRE 2017 – FEBRERO 2018
PORTOVIEJO – MANABÍ – ECUADOR
2017-2018
Antecedentes
Estos términos tienen diferente origen etimológico. La palabra "ética" viene del
griego ethos que significa "forma de ser" o "carácter". La palabra "moral" viene de la palabra
latina morales, que significa "relativo a las costumbres".
La moral es el conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana y todos los ciudadanos
las utilizan continuamente. Estas normas guían a cada individuo, orientando sus acciones y
sus juicios sobre lo que es moral o inmoral, correcto o incorrecto, bueno o malo.
En la vida pública, el principio moral debe ser “garantía de cualquier ordenamiento externo”
(Rodríguez, 2001, p. 75). Es decir, es el precepto cívico que tienen las personas desde su
formación familiar y escolar que les ayuda a conducirse correctamente y obedecer las normas
y reglas de la sociedad.
En la actualidad la mayoría de los seres humanos hablamos de los valores sin tener una
definición concreta. Es de suma importancia tener un concepto claro de ello ya que de ahí
dependen las diferentes formas de vida que tiene el ser humano.
Los valores de la sociedad los damos a conocer por nuestra manera de actuar, formas de
pensar y en la conducta que tenemos.
“Los valores no se inventan ni se acuñan, son simplemente descubiertos van apareciendo con
el progreso de la cultura…” (Max Scheler, 1975).
Se dice que cada individuo estructura su propia escala de valores dentro de un modelo
familiar que es parte celular de una sociedad más amplia. Es en la infancia donde son
determinantes aquellos que los padres comulgan, estructuradores de la personalidad y de las
primeras relaciones humanas. Sin embargo, con el pasar de los años, son los amigos, la
familia, los maestros, los medios de comunicación y muchos otros agentes más que van
configurando lo que se define como valores éticos y morales.
Hoy en día hay muchos valores que se han ido deteriorando a través del tiempo debido a
muchos factores; uno de ellos es al poco énfasis que se le da tanto en la escuela, en el hogar
y en la sociedad, ya que para muchas personas el vivir de manera incorrecta es normal porque
según se dice cada quien vive y hace las cosas como quiere, pero no nos damos cuenta que
al hacer eso dañamos a muchas personas que están alrededor de nosotros. Es tan sencillo
llevarlos a cabo, sin embargo, para muchos de nosotros se nos hace difícil ponerlos en
práctica, debido a muchos motivos.
Con esto es fácil darse perfecta cuenta de lo mal orientados que están la mayoría de los
integrantes de nuestra sociedad actual. Conscientes de tal problemática es necesario plantear
opciones que permitan rescatar valores, para recomponer el marco social, comenzando por
el educacional y que repercuta en la familia, como base de la sociedad.
La ética se plantea una reflexión crítica de carácter filosófico que busca racionalizar el ¿por
qué? de las cosas. “Se puede decir que la ética habrá conseguido dar razón del fenómeno
moral, de modo que habremos crecido en saber acerca de nosotros mismos y, por tanto,
habremos alcanzado un mayor grado de libertad.” (Cortina, Martínez, 2001, p.9).
En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que
justifican la adopción de un sistema moral u otro las cuales rigen este sistema social para la
aplicación en sí de una moral bien definida y por lo tanto también una actitud en la cual se
va a desarrollar un pueblo o una comunidad.
Muchos rechazan los principios éticos y morales que nuestros padres y la generación anterior
nos inculcaron, por encontrarlos "pasados de moda". La razón principal es que la gente de
hoy no ve la relación entre estos principios y la realización de la persona humana. Esa
generación se limitó a transmitir unos principios, pero sin establecer claramente su dimensión
personal, su conexión con la dignidad de la persona y sus demás valores. En otras palabras,
la educación moral quedó despersonalizada. No es que nuestros padres o educadores
conscientemente dejaran de mostrárnoslos. Lo que pasó fue que el contexto social de la
generación pasada era diferente. La sociedad de hace 40 años en general gozaba de unas
leyes, un entorno, un sistema educativo, en una palabra, una cultura, que apoyaba la vida
familiar y la moral básica. La objetividad de los principios morales fundamentales no se
cuestionaba, excepto en algunos círculos académicos.
Pero vino la famosa y convulsa década de los 60 y todo lo que antes "se cocinaba en la
penumbra", por decirlo de algún modo, pasó al frente de la cultura, de la vida social. No sólo
fueron los medios de comunicación y del entretenimiento los que comenzaron a difundir el
relativismo moral que vivimos hoy.
En la sociedad actual, siempre estamos escuchando o haciendo comentarios como: "es que
se están perdiendo los valores", "existe una pérdida total de valores”. Generalmente cuando
realizamos comentarios sobre la pérdida de los valores, estamos haciendo referencia a
los valores morales y sociales.
Cada ser humano tiene distinta concepción y medida de valor, de acuerdo con sus parámetros
y necesidades, por lo que podríamos pensar que los valores morales son relativos. Sin
embargo, cuando mencionamos el término valor, siempre lo hacemos desde su connotación
positiva, siempre lo relacionamos con el lado bueno, perfecto, valioso, Además es un término
que no admite matices, por lo tanto, se tiene o no se tiene valores morales y sociales.
Conclusiones
La formación moral y ética es la columna vertebral del desarrollo humanista y social de las
personas, su diligencia conlleva una jerarquía de saberes que favorecen el conocimiento y
cuidado de sí mismo, la autorregulación y el ejercicio responsable de la libertad, el sentido
de pertenencia a una comunidad, a la nación y a la humanidad, el apego a la legalidad y el
sentido de la justicia, el respeto y valoración de la diversidad y el manejo y resolución de
conflictos.
En el ámbito ciudadano, los individuos deben informarse, estar conscientes del contexto
social donde se desenvuelven, de los problemas y situaciones que enfrentan y ser
responsables de las acciones que emprenden. Cuando su formación es endeble, las personas
demuestran actitudes y comportamientos incorrectos y dañinos hacia sus similares y el
entorno. Vale entonces destacar el rol tan importante que juega la educación en la adquisición
de valores para la convivencia como libertad, pluralismo, solidaridad, justicia, honestidad,
compromiso, responsabilidad y tolerancia. La congregación de la lista anterior le brinda al
sujeto las herramientas suficientes para transformar su realidad humana/individual y
colectiva/social. Es ese un primer paso y el espacio áulico es el idóneo para promover entre
los jóvenes tales actitudes en pequeñas dosis (Coll, 1999) aplicables en su ambiente y tiempo
inmediatos, con miras a un futuro más armónico y justo.
Bibliografía
Cortina, A. (1996). “Ética. La vida moral y la reflexión ética.” Madrid, España: Santillana.