Professional Documents
Culture Documents
Las instalaciones de una empresa son el lugar donde su plantilla pasa el mayor tiempo
de su jornada laboral. La limpieza de estas salas y del resto de las dependencias va a
tener una relación muy estrecha con el grado de satisfacción que tengan los
trabajadores. Es normal, ¿cómo estaría un empleado trabajando cerca de una papelera
de la que emanan malos olores?
El hecho de que una empresa se ocupe de la limpieza hace que los trabajadores de la
compañía se desentiendan y puedan centrarse en su labor, sin tener que estar pendientes
de las condiciones de las instalaciones. Es decir, tiene relación con el nivel de
productividad de una empresa. En un ambiente laboral cuidado y limpio, la plantilla va
a tener una actitud más positiva hacia el trabajo y se encontrará a gusto en su puesto de
trabajo.
Los trabajadores también tienen un papel importante dentro de este tipo de limpieza ya
que con sus buenos hábitos pueden facilitar mucho las correctas condiciones higiénicas
de la empresa. Se trata de mantener el orden, usar las papeleras correspondientes a cada
tipo de residuo o cosas tan de sentido común como toser con la mano delante.
Una de las primeras cosas que se debe tratar con La Empresa de Limpieza es la
periodicidad del servicio que se va a prestar. Para determinar las veces semanales en
las que se efectuará el servicio hace falta tener en cuenta las dimensiones de las
instalaciones de la empresa y el tamaño de la plantilla que trabaja allí. Está claro que,
cuanta más gente haya, más se necesitará dicho servicio debido al tránsito existente en
las instalaciones.
Las actividades que lleva a cabo la empresa también van a determinar las tareas a llevar
a cabo para la limpieza de oficinas. Si, por ejemplo, se manipulan elementos químicos
van a ser necesarias tareas más complejas para garantizar la salubridad y la higiene
dentro de la limpieza de oficinas.
La seguridad es lo primero
Con los productos químicos que se emplean para la limpieza hay que tener especial
cuidado, tanto con su manipulación como con su almacenaje. También si se usan
escaleras se deben asegurar para evitar caídas y adoptar posturas adecuadas para evitar
lesiones.
Lo primero que se debe hacer al comenzar la limpieza del área de trabajo es ventilar
las estancias para cambiar el aire viciado por uno fresco que aporte mayor sensación
de limpieza. Renovar el aire es vital para la mejora del ambiente, se permite la
eliminación de posibles olores y rebaja la carga de dióxido de carbono dando una
sensación de frescura, que es el componente perfecto para la limpieza de oficinas.
Limpieza y retirada de residuos en oficinas
En esta parte del procedimiento de limpieza de oficinas se comenzará por los techos y
las lámparas. Si no se tiene escaleras, se deben emplear útiles con mangos telescópicos
que no pongan en riesgo al personal de la empresa de limpieza. Esta tarea no se debe
realizar todas las semanas ya que los techos son las zonas que menos suciedad o polvo
captan.
Con las paredes ocurre algo bastante parecido, no acumulan mucha suciedad, quizás
alguna huella esporádica. Basta con pasarles un plumero o trapo húmedo y no olvidarse
de limpiar también todo tipo de molduras.
La limpieza de las ventanas de las instalaciones no es algo que se deba realizar todas
las semanas. Es otra de las tareas de la limpieza que se pueden espaciar en el tiempo.
Para la limpieza de las ventanas se deben contar con medidas de seguridad adicionales
que una empresa de limpieza profesional tendrá en cuenta. La periodicidad de esta tarea
va a variar, depende de las inclemencias meteorológicas o del tránsito y polución que
tenga la calle donde se realice el servicio de limpieza de oficinas.
Los vidrios que puedan encontrarse en el interior de las instalaciones sí que formarán
parte del procedimiento de limpieza de oficinas con más frecuencia, al igual que los
espejos que se encuentren en las instalaciones.
El mobiliario es una de las zonas que más se ensucia y en la que se debe poner especial
ahínco en este tipo de servicio. El mobiliario coge polvo de manera natural con el paso
del tiempo, pero, además, los trabajadores usan sus escritorios a diario, con la suciedad
que ello conlleva. Lo ideal es pasar una bayeta humedecida para que el polvo se quede
atrapado y que no pulule por el ambiente. Si el acabado del mueble es de algún material
que requiere tratamiento especial se deben usar productos acordes.
El pavimento
Una de las últimas zonas de las que encargarse en este proceso de limpieza es el suelo.
Las técnicas empleadas en el pavimento dependerán del material del que esté hecho.
Normalmente se realiza en primera instancia un barrido para eliminar los desperdicios
y desechos materiales que puedan estar en la superficie. Para terminar, se pasa una
fregona humedecida.
Si el material del suelo es delicado, como por ejemplo la tarima natural, puede pasarse
una mopa rociada con algún producto en spray para evitar hacerle sufrir. Cuando el
pavimento está muy sucio se debe usar la técnica del doble cubo: primero se pasa la
fregona usando un cubo de agua con producto y después se aclara usando otro cubo
distinto sólo con agua. Esta técnica garantiza una correcta limpieza pero es muy
importante que se realice de una forma correcta.
Los aseos siempre han sido considerados zonas sensibles en los que la limpieza debe
ser exhaustiva ya que son considerados como posibles focos de infección. Es muy
importante que el servicio de limpieza cumpla con todas las normativas necesarias.
Entre las tareas de limpieza para tenerlos en orden está la desinfección con productos
adecuados ya que las bacterias de estos lugares tienden a proliferar con rapidez.
No todas las compañías cuentan con una estancia destinada a la cocina, algunas tienen
un pequeño apartado denominado ‘office’ en el que pueden parar a tomar un café o
calentarse una comida. Dentro de la limpieza de estas zonas se encuentra esta zona
sensible debido a que, por las actividades que se llevan a cabo en ella, la aparición de
bacterias es común si no se desinfecta adecuadamente.
Podemos diferenciar dos áreas en este aspecto, por un lado, está el mantenimiento de
las instalaciones, que nos asegura un correcto funcionamiento y estado de todos los
equipos y mobiliario de la oficina. Por otro lado, encontramos la limpieza, que se
encarga de crear un ambiente aséptico y cómodo fundamental para el normal desarrollo
del trabajo.
El mantenimiento preventivo de oficinas se corresponde con dos labores que hay que
diferenciar:
Hay que tener en cuenta que determinadas instalaciones de la oficina reciben un uso
constante y esto produce su rápido deterioro. Por ejemplo, los interruptores de la luz o
la grifería de los servicios requieren de una revisión y mantenimiento constantes para
evitar que dejen de funcionar correctamente.
Del mismo modo se debe actuar sobre los elementos de seguridad activa y pasiva del
lugar de trabajo. Extintores, señalización para evacuación de emergencia, bandas
antideslizantes en escaleras, etc. Estos elementos requieren de una supervisión
constante para comprobar que todo se encuentra en perfecto estado y sustituirlo si es
necesario. La normativa sobre prevención de riesgos laborales específica que este
trabajo debe hacerse, de no hacerlo podríamos incurrir en una negligencia por no
respetar las debidas condiciones de seguridad laboral.
A la hora de limpiar oficinas, hay que seguir unos protocolos y técnicas concretos, así
como prestar atención a cada equipo, superficie y material para evitar su deterioro o
avería. Una empresa profesional especializada en limpieza de oficinas le ofrecerá un
amplio catálogo de servicios orientados a la perfecta higienización de cada elemento
en concreto. Contar con el equipo y los productos necesarios para llevar a cabo la
limpieza requiere de una planificación previa, por eso es recomendable que deje este
trabajo en manos de profesionales especializados.
También hay que tener en cuenta aspectos como la retirada de los residuos, el vaciado
de papeleras, etc. Para mantener la oficina en óptimo estado de limpieza y sin ninguna
clase de olor desagradable.
Limpieza de mobiliario
Es importante tener en cuenta las características del material sobre el que se trabaja.
Usualmente el mobiliario de oficina es de aglomerado con un acabado en melamina
plástica. Para limpiar este tipo de superficies es suficiente con el procedimiento
estándar.
Hay que prestar también atención a la limpieza de elementos como los teléfonos, ya
que son usados por muchas personas y tienden a ser focos de patógenos. La limpieza
con un producto desinfectante sobre estos equipos nos ayudara a prevenir la
propagación de enfermedades en la oficina.
Los baños de la oficina son utilizados con mucha regularidad y requieren de una
limpieza constante. La limpieza de los baños y sanitarios de una oficina es
fundamental para su normal uso y crear un ambiente confortable para los trabajadores
o cualquier persona que tenga que hacer uso de ellos. La frecuencia con la que se
limpian depende del volumen de personas que los utilicen a diario, pero puede llegar a
ser necesario realizar la limpieza dos y tres veces al día.
Para la limpieza del baño es necesario utilizar productos desinfectantes, así como
bayetas o paños que solo se usen para este trabajo. Es necesario tratar cada superficie
por separado, prestando atención a los sanitarios, que deben estar siempre limpios y
brillantes. Repasar las superficies y secar el exceso de agua, así como limpiar espejos,
pomos de puertas y otros elementos que pasan desapercibidos pero que hay que tener
en cuenta.
Todo debe limpiarse para dejar el baño con un ambiente totalmente aséptico y libre
de olores. Asimismo, es necesario reponer el papel higiénico, las toallas secantes y el
jabón para asegurar de que todas las instalaciones cumplen correctamente su función.
Limpieza de suelos
El suelo es uno de los elementos a los que se debe prestar mayor atención en la limpieza
diaria de una oficina. Cada tipo de suelo tiene sus exigencias, así que no se puede
establecer un protocolo general de actuación, hay que tratar cada material debidamente
para mantenerlo correctamente.
En el caso de suelos de mármol hay que retirar el polvo con mopas de microfibra,
el mármol no debe tratarse nunca aplicando demasiada agua sobre él. El fregado se
realiza siempre sin empapar el material y con un producto específico que respete las
cualidades del mármol y no estropee su acabado. Del mismo modo hay que actuar con
suelos de piedra pulida o terrazo. Asimismo, estos materiales necesitan de un
mantenimiento específico cada cierto tiempo, así como un abrillantado periódico.
Los suelos de madera deben tratarse retirando el polvo con una mopa y realizando
un fregado con poca agua al que se añade un producto especial para madera natural.
En caso de materiales sintéticos que imitan la madera, como la tarima, son algo menos
exigentes, pero igualmente no soportan el encharcamiento. Un producto limpiador
especial para materiales sintéticos será suficiente para dejarlos en perfecto estado de
limpieza y brillo.
Los suelos de baldosas o gres resultan poco exigentes, un aspirado del polvo y un
fregado con un producto desinfectante son adecuados para dejarlos completamente
limpios.
Por último, los suelos de moqueta deben ser aspirados con regularidad y en
profundidad. Periódicamente se debe efectuar un mantenimiento que incluya un
tratamiento en mojado que desinfecte e higienice el material.
Para contar con un ambiente de trabajo limpio y ordenado, deberá seguir los siguientes
pasos en la limpieza de su oficina. En este proceso, desde la ventilación del lugar, hasta
el tratamiento de suelos, requiere un papel clave para alcanzar su objetivo: un entorno
de trabajo limpio y saludable.
Contar con un servicio de limpieza para su oficina, le dejará tiempo libre para poder
invertirlo en otras tareas.
1-. Retire todos los papeles de las mesas de trabajo y tire a la basura los deshechos que
queden en la oficina.
2-. Cambie todas las bolsas de basura utilizadas, por unas nuevas.
3-. Limpie con un trapo el mobiliario en general. Recuerde que, dependiendo del tipo
de material de la superficie, deberá utilizar un producto de limpieza específico para
madera, metal… uno en cada caso. El uso del plumero le servirá en determinadas
ocasiones si existe algún objeto delicado por limpiar.
5-. Pase a limpiar los asientos de la oficina con un producto poco agresivo para no
estropear el material de la silla o sillón.
7-. Si la oficina cuenta con cocina, limpie la encimera y los restos que hayan podido
quedar del día.