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BASES SOCIALES Y CULTURALES DE LA EDUCACIÓN SEXUAL LA

FAMILIA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:

La educación sexual es el tema más espinoso y con el que más temor e inseguridad
afrontamos bien sea como padres, docentes, amigos. Muchos son los factores que influyen
en este hecho comenzando por la presión ejercida desde la educación religiosa, lo mejor es
tratar el tema con total naturalidad tratando de responder a las inquietudes de los niños,
niñas y adolescentes conforme se van planteando adecuadas a su edad y compresión.

Es labor de los padres, representantes a la par con los docentes educar a los niños en
todo lo que pueda afectar a su crecimiento como personas; para poder educar y para poder
enseñar hay que aprender, pero la realidad es que a veces los padres no están preparados
suficientemente para dar una educación sexual, aunque ciertamente hacen todo lo que se
puede y no del todo mal.

La educación sexual se basa no solo en orientar a los jóvenes sino que sirve de guía
a los padres y docentes para controlar diversas actitudes que los jóvenes presenten y a
dominar las acciones que puedan adquirir a lo largo de la vida.

El papel de los medios: La importancia de los medios de comunicación en el tema


es fundamental. "Los medios son como un supermercado de símbolos, donde cada cual
elige lo que prefiere porque están hechos para el goce y el ocio" manifestó Omar Rincón,
Director de la Especialización de Televisión de la Universidad Javeriana. "Aunque existen
ejemplos de programas y comerciales positivos, hay unos que sobresalen por su
agresividad, dejando de ser formadores de actitudes positivas hacia el papel de la mujer, la
pareja, el afecto y la sexualidad sana".

Uno de los puntos que enfatizó Rincón, es la asociación tan perjudicial que la
televisión colombiana hace entre sexo y violencia. La norma que exige informar a los
televidentes sobre el contenido de la programación, anuncia cuando el programa tiene
"escenas de sexo y violencia moderadas", como si existiera alguna relación. Este enunciado
es claramente nocivo, pues asocia el sexo con la violencia, como si formaran parte de una
misma categoría.
El contexto latinoamericano: La Dra. Stella Cerruti - médica uruguaya especializada
en educación sexual y asesora de La Organización Panamericana de la Salud, planteó que
"para posibilitar conductas saludables, placenteras y responsables en materia de educación
sexual y reproductiva, es necesario desarrollar un proceso educativo, en el que se reflexione
sobre los distintos elementos que intervienen en la conformación de las actitudes y los
comportamientos". Por esa razón, resulta prioritario el refuerzo de la autoestima, el
desarrollo de destrezas y habilidades de comunicación, la participación de los jóvenes y la
utilización de componentes lúdicos próximos a la realidad de los adolescentes.

"La educación sexual no es responsabilidad única de la escuela, ni de un solo


maestro al interior de la misma. La educación sexual se puede enseñar desde la literatura, la
biología, la educación física, la danza", señaló Cerruti.

La responsabilidad del sector Educativo. Las estadísticas demuestran que hay una
relación directa entre el nivel educativo y la edad de la primera relación de los jóvenes: a
mayor nivel educativo más tarde es la iniciación sexual y viceversa. Sin embargo, se
identificó que los jóvenes no les tienen confianza a los maestros para tratar el tema, ni los
educadores están suficientemente capacitados para enseñarlos.

Si bien hay consenso en que la escuela no es la única responsable de la educación


sexual, es claro que constituye un escenario ideal para formar a los jóvenes en una
sexualidad sana y responsable.

El papel de la familia: Por su parte, María Eugenia Rosselli -psicóloga del Colegio
Los Nogales de Bogotá- destacó que es en la familia donde el ser humano construye su
identidad. El mayor reto que tienen los padres es evitar imponerles su visión sobre la
sexualidad. "La comunicación entre padres e hijos se debe construir a partir de
conversaciones simples y sencillas, para poder llegar algún día a hablar de lo íntimo y lo
privado"- argumentó la Dra. Rosselli. Según ella, "no se le puede pedir a un joven que
hable libremente sobre sexo con sus padres, cuando éstos nunca le han preguntado ni
siquiera por su traga".
LA EDUCACIÓN SEXUAL EN EL HOGAR Y SU IMPORTANCIA, PRINCIPIOS,
PROPOSITOS Y METAS DE LA EDUCACIÓN SEXUAL:

 Principios:

¿Cómo hablar de "valores”?

 No hagamos de nuestra charla una conferencia (los adolescentes "odian" las


actitudes de autoridad, y están mucho más receptivos a un diálogo)
 La comunicación debe ser en ambas direcciones. Si queremos que nuestro hijo nos
escuche debemos escucharlo.
 Comuniquemos a nuestros hijos nuestras expectativas. Compartamos con ellos
nuestros valores y hagámosle saber por qué los tenemos.
 Seamos siempre la fuente de conocimientos para nuestros hijos, seamos sinceros y
exactos, y sobre todo tratemos siempre de mantener nuestros oídos abiertos a sus
necesidades.

 Propósitos:

¿Por qué hablar de sexo con nuestros hijos?

Los padres deseamos que nuestros hijos adolescentes estén sanos, que puedan tomar
decisiones responsables respecto al sexo, y que al mismo tiempo desarrollen una buena
relación. Pero tenemos que considerar que nuestros adolescentes obtienen información
sexual de un número importante de fuentes no confiables. Sus compañeros pueden
haber comprendido mal una información y pasarla mal a nuestro hijo.

Desde la niñez y hasta que llegan a la adolescencia, los jóvenes han visto una
enorme cantidad de programas de televisión y un gran número de películas de cine, han
escuchado muchas canciones, han leído diarios, propagandas, e Internet. Mucho de todo
eso que incorporaron tiene contenido sexual, no siempre correcto, ni real, ni
necesariamente saludable.
Con tanto bombardeo de información/ desinformación... ¿Cómo estar seguro de que
nuestro hijo podrá discriminar entre la fantasía y la realidad? ¿Cómo ayudarlo a
comprender mejor dentro de esta confusión? Nosotros quisiéramos que nuestros hijos
desarrollen una relación sana, basada en el respeto mutuo. Sin duda que la mejor
manera de ayudarlo a lograr esto es conversar permanentemente con ellos acerca de sus
relaciones, sus opiniones, en fin, sus vidas.

 Metas:

Una meta importante a trabajar en los adultos es la intencionalidad en la educación


sexual para que familia y escuela no dejen al azar la educación sexual de los hijos o
estudiantes, sino que asuman una actitud proactiva tomando la iniciativa para educar la
sexualidad sin permitirse delegarla a otras fuentes que probablemente sean menos
confiables.

No es necesario esperar a que hayan embarazos adolescentes para preocuparse por


la educación sexual, es importante tomar la iniciativa y de manera intencional formar
valores, virtudes, actitudes, conocimientos y habilidades relacionadas con la sexualidad.
Los adultos proactivos en la educación sexual saben que si no toman la iniciativa otras
personas lo harán por ellos.

Mientras se siga evitando hacer una educación sexual abierta, basada en la verdad,
centrada en la promoción de valores y actitudes para una sexualidad responsable,
realizante y constructiva, no se podrá esperar que las futuras generaciones tengan una
salud superior a la que han tenido las generaciones anteriores. Es por ello que
formulamos las siguientes preguntas:

 ¿Cuántos embarazos adolescentes?, ¿cuántos abortos más?, ¿cuánto incremento


de VIH/SIDA?, ¿cuánta infelicidad más en las parejas?, ¿cuántas familias
disfuncionales más?,
 ¿Cuánta paternidad irresponsable más?, ¿cuántas madres solteras más?, ¿cuánto
abuso sexual?, ¿cuántas vidas destrozadas más se necesitarán para decir SI a una
nueva Educación Sexual?
 ¿Cuánto más será necesario para que reaccionemos y escuchemos lo que nos
dice la realidad: hay que asumir responsablemente la educación sexual?

La irresponsabilidad con que la adolescencia de hoy y del mañana viva su


sexualidad será parte de la irresponsabilidad con que los adultos asuman la formación de la
sexualidad, por ende, vale la pena hacer, lo que haya que hacer, como haya que hacerlo y
cuando haya que hacerlo, con tal de lograr una educación sexual abierta, basada en la
verdad y el diálogo, sistematizada, intencional y permanente.

 Necesidad:

Los primero a tener en cuenta es que la familia es el primer referente para la educación
en general y la educación sexual en particular, eso hace que debamos tener en claro qué es
lo que queremos enseñarle a nuestros hijos. Cuáles son los valores acerca de la sexualidad
que queremos que ellos compartan con nuestra familia y nuestra comunidad. Los
adolescentes con una adecuada contención familiar tienden a posponer el inicio de sus
relaciones sexuales, a tener menos parejas sexuales, y fundamentalmente a utilizar más y
mejores métodos anticonceptivos.

 Importancia:

¿Cómo hablar de sexo con nuestros hijos? Hagamos que el tema sea tan natural como
los hábitos de higiene. No nos avergüenza enseñarles cómo mantener su higiene, por lo
tanto orientemos la conversación sobre sexo del mismo modo. Es mucho más sencillo
comenzar a hablar de ese modo, para luego ir extendiendo el mensaje. Hablemos de sexo
desde la "salud sexual".
Pero por sobre todo, cuando hablemos de sexualidad con nuestros hijos, y ellos
compartan sus puntos de vista, escuchémoslos. Si se sienten valorados por nosotros se
valorarán a ellos mismos, y se someterán a menos conductas de riesgo. Debemos hacerlos
sentir orgullosos de crecer y convertirse en hombres y mujeres. Enseñémosles a quererse y
a cuidarse en una etapa en la que todo depende de ellos.

"La educación sexual no es responsabilidad única de la escuela, ni de un solo maestro al


interior de la misma. La educación sexual se puede enseñar desde la literatura, la biología,
la educación física y la danza.

No obstante, la importancia de los medios de comunicación en el tema es fundamental.


"Los medios son como un supermercado de símbolos, donde cada cual elige lo que prefiere
porque están hechos para el goce y el ocio" manifestó Omar Rincón, Director de la
Especialización de Televisión de la Universidad Javeriana. "Aunque existen ejemplos de
programas y comerciales positivos, hay unos que sobresalen por su agresividad, dejando de
ser formadores de actitudes positivas hacia el papel de la mujer, la pareja, el afecto y la
sexualidad sana".

Posibilidades y límites de la educación sexual:

La educación sexual es responsabilidad de todos los que están en contacto con el


niño. Padres y educadores con su actitud y relación están trasmitiendo pautas sexuales,
consciente o inconscientemente. Es por ello, que se debe proporcionar al niño la
información sana y veraz que su curiosidad vaya demandando, y al ritmo de sus
necesidades.

Perspectivas Metodológicas de la Educación Sexual:

Desde una perspectiva piagetiana se deduce una independencia del proceso de


desarrollo y del de aprendizaje, sin embargo, los diferentes mecanismos de enseñanza-
aprendizaje explícitos o implícitos en la educación sexual están influyendo continuamente
de manera que afirmaríamos, junto con Vygotsky (1973), que el proceso de desarrollo sigue
al de aprendizaje, aunque nunca se produzcan de modo "simétrico y paralelo".

En líneas con el párrafo anterior, vale señalar que la incorporación en la práctica de


la perspectiva de género implica la consideración y análisis crítico de todos los elementos
del curriculum: objetivos, contenidos, estrategias de enseñanza y aprendizaje, el uso de
materiales curriculares y la evaluación. La inclusión de los contenidos, especialmente
referidos a conceptos, normas y valores, ha de considerar la diversidad en relación al
género. Por ejemplo, los intereses de aprendizaje de chicas y chicos en la adolescencia no
son siempre coincidentes como demuestran los interrogantes que se plantean. Asimismo el
conocimiento disponible sobre sexualidad no siempre está exento de los prejuicios sexistas
y androcéntricos por los que muchas de las explicaciones sobre el mundo social han sido
elaboradas siguiendo patrones masculinos.

"Como todas las expresiones culturales, señala Londoño, la educación sexual ha


estado influida y reflejada en los estereotipos y prejuicios de género que han convertido el
área de la sexualidad femenina, de enorme significancia social, en un campo de ejercicio de
poder y sometimiento por su supuesta fragilidad. Esta táctica ideológica constituye una de
las expresiones que la educación sexual adecuada debe entrar a clarificar, proponiendo una
revisión y reestructuración de roles sexuales y estereotipos de género; si se prescinde de
éstos, la educación sexual no tendrá impacto a nivel de cambios en la sociedad y continuará
ajena al nuevo paradigma y cultura de los géneros" (Londoño, 1996, 244).

La educación sexual en la escuela:

La educación sexual se inicia desde que nacemos a partir de los valores y pautas
culturales y de conducta que nos transmiten en nuestra familia y en todos los ámbitos de
socialización primaria. Luego esta educación sexual se amplía a la que recibimos en la
escuela (educación sexual formal) y a la que incorporamos a través de los medios de
comunicación, la web, la publicidad y otros medios de comunicación.
Es necesario señalar que si no existe educación sexual formal en la escuela, los
chicos y chicas igual están expuestos a las otras formas informales de educación sexual. En
estos casos la información es muy variable, en general transmite nociones contradictorias
que confunden a chicas y chicos.

Cuando se objeta la educación sexual formal porque se cree que introducirá


nociones que pueden promover las relaciones sexuales precoces, no se percibe que esto se
recibe a través de la educación informal y que la educación sexual formal permitiría que los
adolescentes tengan un ámbito en el que puedan reflexionar además de informarse
correctamente. La reflexión y análisis de la adecuada información les permite a chicos y
chicas tener elementos para no incorporar lo que desde los medios y otros ámbitos "les
venden" y que no los ayuda al ejercicio libre, saludable y placentero de su sexualidad.

Programas educativos:

Para tener un concepto más claro de lo que se debe impartir en las instituciones
educativas con los programas educativos, es conveniente que se definan, expliquen e
indaguen algunos términos sumamente importantes, por ejemplo:

 Salud: como un estado de completo bienestar físico, mental y social, esto permite al
individuo rendir servicios de calidad. La higiene es la ciencia que preserva la salud,
la cual atiende a la familia, a la comunidad; por lo que se estudia desde higiene
personal, mental y sexual.

Se obtendrá evidentemente una salud mejor, no por la simple adquisición de conocimientos


de higiene, sino por su aplicación. La salud depende, no de lo que sabe, sino de lo que se
hace; se conserva gracias a una manera sana de vivir, a un régimen higiénico constante y
haciendo lo que se debe, no simplemente pensándolo, deseándolo o sabiéndolo.

 Sexo: es el conjunto de características biológicas o rasgos anatómicos y fisiológicos


que diferencian al hombre de la mujer.
 Sexualidad: comprende, además de los aspectos biológicos del rol sexual que
determina la identidad, todas las manifestaciones del estímulo sexual y las normas
sociales, religiosas y jurídicas que las regulan o castigan.
 Valorización integral del sexo: la raíz biológica del ser humano es bisexual: hombre
y mujer. La sexualidad es una forma de ser y manifestarse de lo humano. En el
ámbito sexual las principales características son:
 No empieza y termina en el mismo individuo, sino que se proyecta en otra
persona.
 Puede trascender más allá de dos individuos con el fruto de un nuevo ser.

Por lo tanto la sexualidad se considera como una experiencia de comunicación entre


dos personas y también como un mecanismo de reproducción de la especie humana.

 Educación afectiva sexual: es indispensable que el niño reciba amor para poder
darlo. Las primeras experiencias maternas (pecho, caricias, alegría, ternura, etc.)
Son esenciales para la vida futura. La ayuda al niño para que integre su propio
sexo es fundamental. El desarrollo libre de su motricidad y de experiencias e
iniciativas personales va a condicionar una sexualidad sana, así como el
establecimiento de unas relaciones paterno/filiales.
 Información sexual: es un aspecto de la educación sexual que consiste en
contestar con verdad, sencillez y precisión a las preguntas que realizan los niños
y en proporcionarles los conocimientos adecuados a su edad. Los modos de
información pueden ser:
a) No verbal, que se realiza al contemplar espontáneamente las diferencias
sexuales entre padre y hermanos.
b) Verbal familiar, que es efectiva cuando se informa adaptándose a la
edad, se responde sin ir mucho más lejos de lo que el niño solicita y se
asigna a cada cosa su nombre correcto.
c) Científica, es una instrucción sistemática y programada, cuyos
contenidos básicos serian el aparato reproductor, la higiene sexual y los
aspectos psico-biológicos de la relación y complementación humana.
Cabe señalar que la educación sexual corresponde a la familia en cuanto
a educación afectiva y a la escuela en cuanto que esta se desarrolla en un
régimen de coeducación. La formación e instrucción corresponde a la
familia por lo menos en cuanto a información espontánea y sistemática.
También en la familia es importante manejar gradualmente lo científico
y sistemático, aunque esto muchas veces está condicionado por el nivel
cultural. Otros canales de socialización y educadores de la sexualidad
son:
 La religión
 Los amigos
 Los medios de comunicación masivos
 Las leyes, entre otros.

Rol y condiciones del docente-orientador sexual

Los profesores/as de la etapa de educación infantil, además de cuidar sus actitudes,


deben programar aspectos de educación sexual, dentro de la metodología globalizada que
incorpora todos los temas de interés para el niño y para su formación integral. Si la
sexualidad está presente desde el nacimiento, la educación sexual aparecerá desde ese
momento en base a las actitudes de cariño y aceptación.

La educación sexual atenderá a las necesidades de los estudiantes, y por tanto irá
variando (la información a proporcionar y metodología) a lo largo de los cursos escolares.
Hay que tener en cuenta que todos los ámbitos que rodean al niño, familia, escuela, grupo
de amigos, medios de comunicación, realizan educación sexual, ya que a través de ellos el
niño adquiere información y pautas de conducta. Además, para ejecutar y demostrar el rol y
condiciones del docente-orientador sexual es importante mencionar los siguientes aspectos:

 Promover un comportamiento sexual responsable mediante la ejecución de


programas de educación a la población mediante el uso de diversos medios para
prevenir la explotación, acoso, manipulación y discriminación sexual.
 Eliminar el temor, prejuicio, discriminación y odio relacionado con la sexualidad
y las minorías sexuales donde se conocería y respetarían las identidades sexuales
masculina y femenina, y las diferentes conductas sexuales y orientaciones
sexuales (homosexualidad, bisexualidad, heterosexualidad).
 Eliminar la violencia de género en las que se reconocerían la violencia sexual en
diversas formas y las diferentes formas de prevención de las mismas.
 Integrar programas de salud sexual dentro de la salud pública mediante
evaluaciones generales y protocolos de intervención.

Actitudes del docente-orientador como educador sexual:

La educación sexual, pretende la formación de actitudes positivas frente al sexo y la


sexualidad, y asimismo ha de pretender que el niño pueda tener la base suficiente apoyada
en la información objetiva y técnica para formarse criterios sobre aspectos particulares de la
sexualidad.

Requisito para ello es en primer lugar que el educador (bien sean padres o
profesores):

 Acepte su yo sexual; el adulto que rechaza su sexualidad no podrá ser modelo de


identidad sexual, ni transmitir actitudes positivas
 Conciba la sexualidad como una parte integrante del ser humano
 Sea objetivo en la transmisión de la información
 Se haya formado criterios comprensivos y abiertos sobre la sexualidad humana
 Tenga actitudes positivas sobre la sexualidad

Los puntos señalados nos ayudarán en Educación Infantil a que el profesor con su
comportamiento y actitud frente al tema promueva actitudes positivas de: aceptación de su
yo sexual, actitud sana y espontánea, actitud de respeto, responsabilidad, comprensión,... en
los niños; y con la información que les proporciones, ayudarles a que se formen un juicio
personal, dependiente de sus valores, sobre ciertas manifestaciones de la sexualidad.

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