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las numerosas consultas atendidas sobre la objeción de conciencia sanitaria a raíz de la Ley Aído, y

en medio de las trabas que algunas Comunidades Autónomas están poniendo a los profesionales
sanitarios que en conciencia se niegan a colaborar en la matanza de decenas de miles de seres
humanos, que han incrementado la preocupación de los médicos, enfermeros, anestesistas, trabajadores
sociales y administrativos (entre otros profesionales del ámbito sanitario) por su libertad de conciencia.

Como destacó Teresa Fernández de Córdoba, magistrada y portavoz de Derecho a Vivir, uno de los
principales problemas que genera la Ley del Aborto es que dificulta el derecho a la objeción. Según
Fernández, "ésta ley le pone trabas al ejercicio de un derecho fundamental". Una circunstancia que, como
apunta Ignacio Arsuaga, presidente de HO, "ha despertado la preocupación de muchos profesionales
sanitarios, que se preguntan sí tienen derecho a objetar y cómo pueden hacerlo".

Las tres grandes víctimas del aborto son el niño no nacido, la madre sobre la que se ejercita una nueva
clase de violencia institucionalizada, y el servicio médico que se ve forzado legalmente a colaborar en la
consecución de la muerte de miles de seres humanos inocentes.

La objeción se notifica, no se concede: frente a las 'listas negras'

las numerosas consultas atendidas sobre la objeción de conciencia sanitaria a raíz de la Ley Aído, y
en medio de las trabas que algunas Comunidades Autónomas están poniendo a los profesionales
sanitarios que en conciencia se niegan a colaborar en la matanza de decenas de miles de seres
humanos, que han incrementado la preocupación de los médicos, enfermeros, anestesistas, trabajadores
sociales y administrativos (entre otros profesionales del ámbito sanitario) por su libertad de conciencia.

Como destacó Teresa Fernández de Córdoba, magistrada y portavoz de Derecho a Vivir, uno de los
principales problemas que genera la Ley del Aborto es que dificulta el derecho a la objeción. Según
Fernández, "ésta ley le pone trabas al ejercicio de un derecho fundamental". Una circunstancia que, como
apunta Ignacio Arsuaga, presidente de HO, "ha despertado la preocupación de muchos profesionales
sanitarios, que se preguntan sí tienen derecho a objetar y cómo pueden hacerlo".

Las tres grandes víctimas del aborto son el niño no nacido, la madre sobre la que se ejercita una nueva
clase de violencia institucionalizada, y el servicio médico que se ve forzado legalmente a colaborar en la
consecución de la muerte de miles de seres humanos inocentes.
La objeción se notifica, no se concede: frente a las 'listas negras'

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