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Para más detalles sobre la función de los genes de efectos maternos, ver Drosophila
embriogénesis.
A Drosophila melanogaster ovocito se desarrolla en una cámara de huevos en estrecha
colaboración con un conjunto de células llamadas células de la enfermera. Tanto el ovocito
y las células de la enfermera son descendientes de una sola célula madre de línea
germinal, sin embargo citocinesis es incompleta en estas divisiones celulares, y el
citoplasma de las células de la enfermera y el ovocito está conectado por estructuras
conocidas como canales de anillo. Sólo el ovocito se somete a la meiosis y ADN
contribuye a la generación siguiente.
Se han encontrado muchos efectos Drosophila mutantes maternas que afectan a los
primeros pasos en la embriogénesis como la determinación del eje, incluyendo bicoid,
dorsal, gurken y oskar. Por ejemplo, los embriones de madres bicoides homocigotos no
producen estructuras de la cabeza y el tórax.
Una vez que se identificó el gen que está interrumpido en el mutante bicoide, se demostró
que bicoid ARNm se transcribe en las células de la enfermera y luego relocalizada para el
ovocito. Otros mutantes efecto materno o bien afectan a los productos que se producen de
manera similar en las células de la enfermera y actúan en el ovocito, o partes de la
maquinaria de transporte que se requieren para esta relocalización. Dado que estos genes
se expresan en las células de la enfermera y no en el oocito o el embrión fertilizado, el
genotipo de la madre determina si pueden funcionar.
En Aves
En las aves, las madres pueden pasar las hormonas en los huevos que afectan el
crecimiento y el comportamiento de un hijo. Experimentos en Canarias nacionales han
mostrado que los huevos que contienen más andrógenos yema se convierten en chicas
que muestran dominancia más social. Una variación similar en los niveles de andrógenos
yema de haber sido visto en especies de aves como la Focha Americana, aunque el
mecanismo del efecto aún no se ha establecido.