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MÓDULO 2
Licenciada Maribel Miranda Otero
1. La ortografía
Como todo código de comunicación, la escritura está constituida no solo por el conjunto
de signos convencionales establecidos para representar gráficamente el lenguaje, sino por
las normas que determinan cuándo y dónde debe utilizarse cada uno de ellos.
Este conjunto de normas que regulan la correcta escritura de una lengua constituye lo que
llamamos ortografía, palabra de origen griego que etimológicamente significa «recta
escritura».
El término designa asimismo la disciplina lingüística de carácter aplicado que se ocupa de
describir y explicar cuáles son los elementos constitutivos de la escritura de una lengua y
las convenciones normativas de su uso en cada caso, así como los principios y criterios que
guían tanto la fijación de las reglas como sus modificaciones.
(Real Academia Española. Ortografía de la lengua española)
2. Reglas para la acentuación de palabras compuestas
a. Cuando un vocablo simple entre a formar parte de un compuesto como primer
elemento del mismo, se escribirá sin el acento ortográfico que como simple le
habría correspondido:
Decimoséptimo, rioplatense
Décimo + séptimo= decimoséptimo. El primer elemento pierde la tilde, sin
embargo, el segundo la mantiene.
b. Cuando los términos vayan antecedidos de un prefijo formarán palabras
compuestas y se les aplicarán las normas generales de acentuación.
Ejemplo: infeliz: aguda terminada en consonante z no se tilda.
c. Se exceptúan de la primera regla los adverbios finalizados en mente, porque
ellos conservan en el adjetivo o primer término el acento que como palabra
simple les corresponde. Todas las palabras terminadas en mente son adverbios
de modo.
Ejemplos:
Fácil + mente= fácilmente
Sutil + mente= sutilmente
d. Los vocablos compuestos por dos o más adjetivos irán unidos con guion y cada
adjetivo mantendrá la acentuación que como palabra simple le corresponda.
Ejemplos:
Teórico-práctico
Personal técnico-administrativo
e. Los gentilicios de pueblos o territorios se escribirán sin separación alguna y se
tratarán, en cuanto a su acentuación, como palabras simples.
Ejemplos: latinoamericanos, centroamericanos, norteamericanos, panameños
(deben escribirse con minúscula).
Cuando no haya fusión, sino oposición o contraste entre los elementos
componentes se escribirán con guion intermedio y cada elemento conservará su
acento.
Ejemplos:
Sueco-danés
búlgaro-francés
f. Los compuestos de verbo con enclítico más complemento se escribirán sin el
acento antes de agregar el complemento.
Ejemplo:
Cura + enclítico lo= cúralo, pierde la tilde al agregarle el complemento todo=
curalotodo.
Ejemplos de palabras compuestas con pronombres enclíticos
3. El acento diacrítico
Al acento diacrítico se le denomina también acento distintivo. Es la tilde que se coloca para
distinguir o determinar las funciones gramaticales que una palabra desempeña en la
oración.
Distinguir función gramatical, quiere decir que usaremos el acento diacrítico para distinguir
una función de otra.
Mi: no lleva acento diacrítico cuando funciona como adjetivo posesivo de primera persona
singular.
Esto es para mi hermana.
Tu: no lleva acento diacrítico cuando funcione como adjetivo posesivo correspondiente a la
segunda persona singular.
Tu primo llegó ayer.
Él: lleva acento diacrítico cuando funciona como pronombre personal masculino de tercera
persona de singular.
Él no me atiende.
El: no lleva acento diacrítico cuando es artículo determinante en género masculino y
singular.
El joven no participó.
Dé: lleva acento diacrítico cuando es inflexión del verbo dar.
Él quiere que le dé más información.
De: no llevará cuando funciona como preposición.
El muñeco es de algodón.
De: no lleva cuando se refiere al nombre de la consonante.
Esa palabra se escribe con de.
Té: se acentúa diacríticamente cuando se refiere al sustantivo o nombre de la hoja seca
que se utiliza para hacer bebidas.
Tomaremos un té después del evento.
Te: no se acentúa si funciona como pronombre personal de segunda persona en ambos
géneros y número singular.
Te dije que iremos.
Más: se le colocará acento diacrítico cada vez que sea adverbio de cantidad.
Solicitamos más atención.
Mas: no se acentuará cuando sea conjunción equivalente a pero (ha caído en desuso, por
lo tanto, se sugiere preferir pero en lugar de mas).
Deben aprobar la ley, mas (pero) no se sabe cuándo lo harán.
Sé: lleva acento diacrítico cuando es inflexión de los verbos ser y saber.
Sé que vendrán. (saber)
Sé amoroso con tus padres. (sé)
Se: no se acentúa cuando es pronombre. Tampoco cuando funciona como signo pasivo
impersonal formado por la partícula se + el verbo en voz activa en tercera persona singular
o plural, concordando con el sujeto de voz pasiva.
Se lo compraré a él.
La mamá se lo dijo a él.
Aún: palabra bisílaba. Se acentúa cuando es adverbio equivalente a todavía.
El automóvil no lo han arreglado aún.
Aun: no se acentúa cuando puede ser sustituido por hasta, también, incluso…
Aun (hasta) los jóvenes lo apoyaron en su campaña.
Aun (incluso) sus padres se opusieron a su matrimonio.
Por qué: se trata de la secuencia formada por la preposición por y el interrogativo o exclamativo
qué (palabra tónica que se escribe con tilde diacrítica para distinguirla del relativo y de la
conjunción que). Introduce oraciones interrogativas y exclamativas directas e indirectas:
Porque: se trata de una conjunción átona, razón por la que se escribe sin tilde. Puede
usarse con dos valores:
Como conjunción causal, para introducir oraciones subordinadas que expresan causa, caso
en que puede sustituirse por locuciones de valor asimismo causal como puesto que o ya
que.
No fui a la fiesta porque no tenía ganas [= ya que no tenía ganas].
La ocupación no es total, porque quedan todavía plazas libres [= puesto que quedan
todavía plazas libres].
Si la nota solo hace referencia a la última palabra del texto entrecomillado, la llamada debe
colocarse delante de las comillas de cierre:
Rodolfo Lenz llegó a afirmar que el habla vulgar de Chile era «principalmente
español con sonidos araucanos 1».
1 El araucano o mapuche es la lengua que hablaban los naturales de la antigua región de Arauco, en la zona
central de Chile.
La coma
• Para separar elementos en serie.
El revendón llevaba guineos, chinas, toronjas, nísperos y mameyes.
• Para separar el vocativo:
Pedro, baja al comedor.
En las frases explicativas.
Los animales, que escucharon la detonación, huyeron despavoridos.
• Antes y después de frases conjuntivas y de expresiones parentéticas, como: “sin
embargo”, “no obstante”…, “es decir”, “por consiguiente”, “sin duda”…:
El perro del guardián, es decir, Lobito, vigila la finca.
El maestro, finalmente, concluyó el capítulo.
• Para suplir la supresión del verbo:
Compré este libro en Paliques; aquel, en la Universidad.
• Antes de las conjunciones adversativas y consecutivas “pero”, “luego”, “pues”:
Iría, pero no puedo.
Hará el ejercicio, pues se lo ordené.
Pienso, luego existo.
• Para separar la proposición subordinada de la principal:
Cuando se termine la clase, iremos a la biblioteca.
• Después del adverbio de afirmación “sí “ al inicio de una oración:
Sí, saldremos en unos minutos.
• Para separar elementos en aposición:
Madrid, capital de España, está en el centro de la Península.
El punto y coma
Representa una pausa intermedia entre la del punto y la de la coma. Se emplea punto y
coma:
Para separar períodos de cierta extensión, relacionados por el sentido, cuando lleva
ya alguno de ellos coma:
El viernes fuimos a cenar; el sábado, a esquiar; el domingo, al cine.
Ante las conjunciones y locuciones adversativas: pero, sin embargo, no obstante,
sino, porque, entre otras cuando lo que antecede es de cierta extensión; en otro
caso, se empleará coma:
Padre e hijo llevaban separados muchos años por muchos kilómetros de
distancia; sin embargo, se querían con locura.
Para separar los elementos compuestos en una serie.
Canté al amor que desespera; a la amistad sincera, duradera; a la vida que
se va sin retorno. (Tarmarhar).
Para separar periodos relacionados entre sí, pero no enlazados por una preposición
o conjunción.
Claro, estoy de acuerdo; es mi única oportunidad.