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Los textos son propiedad legal del CESJET BETH AHBENLEVI, salvo aquellas citas
textuales de obras o libros que se mencionen en los mismos.
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Eclipse Lunar
¿UN MAL PRESAGIO PARA EL PUEBLO DE ISRAEL?
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El calendario Judío es único en su género pues es
Lunisolar (toma en cuenta al sol y la luna con sus
respectivos ciclos en la medición del tiempo).
Con la Creación del mundo -a partir del cual se
cuentan los años en el Judaísmo- y de las diversas
luminarias del cielo, el sol, la luna y las estrellas, Di-s
demostró su intención de que fueran los astros los que
sirvieran para indicar la marcha del tiempo: “Para
distinguir entre el día y la noche y que sean para señales
y fechas, para días y años” (Génesis 1:14).
Rashi en sus comentarios basados en enseñanzas
de la tradición judía nos dice que esto se refiere a los
momentos en que las luminarias son eclipsadas, ¡y que
“esta es una señal desfavorable para el mundo”!
Por otro lado tenemos la cosmovisión simbolismo
en el judaísmo del sol y la luna, de donde entendemos
“las cualidades simbólicas” que identifican a Israel y lo
hacen diferente a las demás naciones; siendo el Sol el
símbolo o “siman” que ejemplificaría a la cosmovisión
que las naciones tienen sobre sí mismas, pero que es
una cosmovisión errada; ellas creen ser el “centro” de
todo, creen “brillar con luz propia” por lo tanto basan
mayormente su calendario en esa cosmovisión pues es
así como ellas se ven en el tiempo, como “soles” que
sería la expresión máxima del ego y vanidad con que
se ensalzan a sí mismas; y así como el sol desde que
nace y crece hasta el mediodía se le puede ver -desde
la mañana- como un sol completo que incrementa en
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todo su esplendor, al final del día se oculta y desaparece
dando paso a la oscuridad para que al siguiente día
reaparezca un nuevo sol, así son las naciones en sus
ciclos, tienden a nacer, florecer y desaparecer para dar
paso a una nueva nación o imperio.
Por el contrario Am Yisrael (El pueblo de Israel) se
ve ejemplificado con la luna, ella tiene ciclos, y a veces
brilla parcialmente, luego en su ciclo brilla a la mitad, y
hasta que alcanza a ser una luna llena, cuando creemos
que desaparece y ha dejado de ser ¡milagrosamente
“renace”! siendo esto una característica de Am Yisrael,
su capacidad de renovación y renacimiento constante,
siendo así un pueblo Eterno.
Hemos visto a través de la historia que a veces la luz
de Am Yisrael parece opacarse pero luego
milagrosamente renace con una nueva luz, los ciclos de
la luna nos recuerdan a los ciclos en la historia del
Pueblo de Israel, a esto le agreguemos que la Luna no
brilla con luz propia, sino que refleja la luz del sol, así
Israel refleja la Luz de Hashem.
Basados en esta cosmovisión no es extraño ver que las
fiestas judías suceden en luna llena, e incluso es una
mitzva santificar las lunas nuevas, y recordar que esa
luna nos habla de quienes somos como pueblo, la
única luz en la oscuridad que no brilla por sí misma, sino
refleja de forma clara y cual espejo la Luz Divina del
Creador, así como la luna en todo su esplendor así
deberíamos de ser.
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Entonces no es ajeno a esto ver que cuando sucede
un Eclipse Solar en los libros de misticismo judío se
vea como malos presagios a las naciones y a lo que les
acontece, y también cuando existe un Eclipse de Luna
seria entendible saber que el misticismo judío alude a
presagios directos para el Pueblo de Israel, e
indirectamente a los pueblos que reciben de Nuestro
Pueblo Sagrado la Luz de Hashem que Reflejamos.
Basados en estas interpretaciones místicas
encontramos que cada que ha existido un eclipse de
luna y esta se torna de color rojizo, hayan acontecido
eventos catastróficos para el pueblo de Israel; el Rab
Ari Enki comenta:
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Y, por último, hubo una luna de sangre en 1493, cuando
Tomás de Torquemada, el primer español Inquisidor,
comenzó la matanza de judíos. También en este caso,
la sangre judía se derramó”1
Si bien es cierto los eclipses son “señales”
debemos entenderlas como tales, no como un mensaje
al cual debamos estar sujetos como lo están las
naciones al Mazal, pues recordemos que Am Yisrael
está por encima del Mazal, al respecto el Rab Benjamín
Blech nos dice:
“Una ‘señal’ nos obliga a tomar nota. Tiene un mensaje.
Si haces caso omiso, sufrirás las consecuencias
reservadas para quienes toman por sentado los regalos
de Dios que hacen posible la vida. No es difícil creer que
el Creador del universo construyó señales en el camino
basadas en las leyes naturales como recordatorios para
la humanidad.”2
Por ello es importante saber discernir para que
sirven las señales y saber que ellas son solo “avisos”
o “recordatorios” del Creador, no debemos temer ni
guiarnos de ellas pues ellas solo son eso (señales); al
respecto el Rab Yoseff Bitton nos recuerda:
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(meteoritos, eclipses, cometas, etc.) ejercen algún tipo
de “poder” positivo o negativo sobre nosotros. La
creencia que los fenómenos astronómicos pueden tener
alguna influencia en nuestras vidas es la base de la
idolatría, avodá zará, también llamada, ‘avodat kojabim,
“creencia y servicio religioso a los astros estrellas”.3
Por otra parte: “encontramos en la literatura
talmúdica una sola Sugya (unidad temática), que lidia
con los eclipses solares y lunares y se encuentra en
sucá 29ª, El contexto de esta Sugya es sobre de una
discusión en torno a que la lluvia durante la festividad
de Sucot, en donde comemos y dormimos en cabañas
fuera del hogar, donde la misma representa es un mal
presagio (según los sabios es una forma que Di-s tiene
de mostrar disgusto con los seres humanos
impidiéndoles que celebren la festividad como “Di-s
manda”) y es en este contexto que el Talmud dice: “Un
eclipse solar es un mal presagio para todo el mundo…
En una segunda Braita relacionada con la primera
los sabios hacen una distinción entre un eclipse lunar y
un eclipse solar. Dicen que los eclipses lunares son un
mal presagio para Israel, ya que su calendario está
basado principalmente en la luna, mientras que un
eclipse solar es un mal presagio para las naciones del
mundo ya que ellos utilizan un calendario solar.
Siguiendo la temática en otra fuente se nos ofrece
cuatro explicaciones de transgresiones que provocan
los eclipses solares: (1) Por la muerte de un presidente
3
Tomado de: https://www.enlacejudio.com/2017/08/20/los-profetas-de-israel-y-los-eclipses/
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de la corte rabínica (Av Beit Din) que no es endechado
correctamente (2) Por una joven comprometida que es
abusada en la ciudad y no hay nadie que la salve (3)
Por relaciones homosexuales (4) Por dos hermanos
cuya sangre es derramada al mismo tiempo…”4
La pregunta que muchos se hacen es: ¿debe el
pueblo judío tener miedo a estos fenómenos que según
muchos casos anuncian “presagios” negativos para el
Pueblo judío o para el mundo? ¿Acaso no dijo el
Profeta Jeremías: 10:2 “Así dijo Adonay: No aprendáis
el camino de las naciones, ni de las señales del cielo
tengáis temor, aunque las naciones las teman?” Al
respecto Rabí Iojanan nos dice:
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Tomado de: https://urielromano.wordpress.com/2017/08/18/los-eclipses-y-el-judaismo/
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Mejiltá de Rabí Ishmael 12:2:4
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Beer HaGola, 6:106
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Algunos rabinos más dicen que estos eclipses
solares o lunares que se expresan en tratados
talmúdicos no se refieren a los que son “predecibles”
sino a aquellos que no pueden ser predecibles y ocurren
por alguna causa ajena a lo que estamos comúnmente
a ver predeciblemente, aunque no descartan que los
eclipses predecibles sean “señales”
El Munkaczer Rebbe (1868-1937), siguiendo el
estilo jasídico, hace una comparación de la luz que
recibe la luna del sol a la atención Divina que el pueblo
de Israel recibe de Di-s. Cuando esta luz está
bloqueada esta hace referencia a un alejamiento del
pueblo de Di-s.7
Es peculiar que en toda la historia judía los Sabios
de Israel no nos enseñan a proferir ninguna Bendición
especial al ver un eclipse, tal y como sucede con otros
eventos naturales, y existen diversas explicaciones al
respecto ( mismas que no tocaremos en este momento).
Después de haber leído algo de lo que las diversas
explicaciones judías hacen y comentan al respecto
queda en muchos la duda:
¿Se debe temer o no temer a un eclipse como una
señal o mal augurio?
Para responder esto me gustaría citar de nuevo al
Rab Benjamín Blech que nos dice basado en los
Sabios:
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Jaim Elazar Shapiro: Divrei Torá 6:9
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“Rashi concluye su comentario (donde dijo que estas
señales son señales desfavorables para el mundo)
haciendo referencia a las palabras del profeta
Yirmiyahu: “…Como es dicho: ‘Y por las señales del
cielo no te perturbes…’ (Yirmiyahu 10:2). Cuando haces
la voluntad de Di-s, bendito sea, no debes temer de un
castigo Divino’… Un eclipse puede ser un presagio,
pero no es un veredicto ni juicio final. Es un momento
que nos sirve de recordatorio sobre el increíble poder y
bondad de Di-s. Sin el beneficio del sol, de su luz, calor,
poder, energía y rol en el sistema solar, no podríamos
sobrevivir ni un solo instante. Es por eso que, con una
infinita sabiduría y en momentos predefinidos del
calendario, Di-s nos quita sus rayos por un pequeño
instante para que podamos reflexionar sobre el milagro
de su constante presencia que tan a menudo damos por
sentado. A eso es lo que la Torá se refiere con
“señales”.8
El Talmud nos dice:
“Cuando los judíos realizan la voluntad de Di-s, ellos no
necesitan preocuparse de presagios. Así dice el Señor
‘No sea asustado por los signos de los cielos”. (Talmud
Sucá 29a)
Y en el caso contrario, que no estuviéramos realizando
la Voluntad de Di-s, deberíamos tomar esta señal como
un recordatorio de teshuvá y arrepentimiento.
El rab Uriel Romano nos dice:
8 Tomado de http://www.aishlatino.com/a/s/El-eclipse-solar-un-mensaje-judio.html
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“Y aunque fuese un mal presagio (los eclipses), como
nos sugiere el Talmud, creo también que son tiempos
para reevaluar cuales son las grandes transgresiones
de nuestra generación que hacen que Dios oculte su
luz. Creo que es una oportunidad única para
reevaluarnos como sociedad y para re-pensarnos…
9 https://urielromano.wordpress.com/2017/08/18/los-eclipses-y-el-judaismo/
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Entonces ¿cómo debemos de ver los eclipses? ¿Son
una buena o una mala señal? ¿Debemos temerles?
¿Qué mensaje nos traen?
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Recordemos que es Hashem el Creador de las
luminarias, que es Él quien las puso como “señales”
para nosotros, y es Él quien ejecuta o revierte los
decretos pues Él es el Rey de Todo el Universo, y solo
a Él debemos temer.
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NOTAS DEL LECTOR:
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