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Dedico este trabajo que fue realizado con mucho esmero a Dios y a mis padres.
A Dios porque ha estado conmigo a cada paso que doy, cuidándome y dándome
fortaleza para continuar, a mis padres, quienes a lo largo de mi vida han velado
por mi bienestar y educación siendo mi apoyo en todo momento. Depositando
su entera confianza en cada reto que se me presentaba sin dudar ni un solo
momento en mi inteligencia y capacidad.
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INDICE
Introducción……………………………………………………….3
- La artrosis………………………..……………………...…4
Prevalencia……………………………………………………..…..4
Causas…………………………………………………………..…..5
Síntomas………………………………………………………….…6
Diagnostico……………………………………………………….…7
Tratamiento de la artrosis…………………………………….…….8
- La artritis………………………………………………..….10
Causas de la Artritis……………………………………………...…11
Síntomas de la Artritis………………………………………...…….12
Tratamiento de la Artritis……………………………………...…….16
Intervención Psicológica…………………………………..…….…...23
- La Osteoporosis……………………………………………....28
Clasificación de la osteoporosis……………………………….……..29
Causas de la Osteoporosis…………………………………………….31
Síntomas de la osteoporosis…………………………………………..33
Tratamiento d la Osteoporosis……………………………………..…36
Diferencia entre Artrosis, Artritis y Osteoporosis…………………....40
Conclusión……………………………………………………..……...44
Bibliografía………………………………………………………....….46
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INTRODUCCION
Con el presente trabajo se plantea una intervención con el manejo terapéutico del
paciente con artrosis y artritis tiene como objetivo disminuir la síntomas dolorosas e
inflamatoria, mejorar la capacidad funcional del paciente y la aplicación de
intervenciones terapéuticas eficaces y lo más seguras posibles. Un enfoque centrado
en el paciente implica su participación activa en el diseño del plan terapéutico y en la
toma de decisiones informadas oportunas en todas las etapas de la enfermedad. La
educación terapéutica, la actividad física y el ejercicio terapéutico junto con el control de
peso, en caso de sobrepeso u obesidad, constituyen el núcleo central del tratamiento.
Los autocuidados individuales y por los familiares son fundamentales en el control del
día a día del paciente. El uso de terapias físicas, ayudas técnicas de fármacos tipo
analgésicos simples, opioides y antiinflamatorios tiene evidencias demostradas en el
control del dolor, mejora la funcionalidad y la calidad de vida del paciente y una clara
recomendación de uso en el tratamiento de la artrosis y la artritis .La cirugía
conservadora y la de reemplazo articular se indican en los casos en los que no se logran
los objetivos terapéuticos en casos concretos.
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LA ARTROSIS
La artrosis provoca el deterioro del cartílago articular provocando que los huesos
se vayan desgastando y aparezca el dolor. A medida que el cartílago va
desapareciendo, el hueso reacciona y crece por los lados (osteofitos)
produciendo la deformación de la articulación. Las articulaciones son los
componentes del esqueleto que nos permiten el movimiento y, por tanto, nuestra
autonomía funcional y están formadas por la unión de dos huesos a través de la
cápsula articular. En el interior de las mismas existe, generalmente, un fluido
llamado líquido sinovial que es producido por la membrana sinovial. Los
extremos óseos que se unen para formar la articulación están recubiertos por el
cartílago articular. Cuando este cartílago articular se lesiona, se produce dolor,
rigidez e incapacidad funcional.
PREVALENCIA:
La artrosis de rodilla es más común en las mujeres que en los hombres, además
la incidencia aumenta dramáticamente con la edad. Además, según la
Organización Mundial de la Salud, cerca del 28 por ciento de la población
mundial mayor de 60 años presenta artrosis y el 80 por ciento de ésta tiene
limitaciones en sus movimientos. El aumento de la esperanza de vida y el
envejecimiento de la población harán que la artrosis se convierta en la cuarta
causa de discapacidad en el año 2020.
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CAUSAS:
Hasta la actualidad no se conocen con exactitud las causas que producen la artrosis,
pero existen algunos factores de riesgo asociados a su aparición:
Edad: la prevalencia de personas que sufren de artrosis aumenta con la edad, por el
envejecimiento natural de las articulaciones y cartílagos, siendo mucho más común
padecerla después de los 65 años
Actividad física elevada: los deportistas de élite tienen mayor riesgo de desarrollar
la enfermedad.
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En la mayoría de los casos, sin embargo, la artrosis aparece sin ninguna causa
aparente, pero lo claro es que la probabilidad de contraerla aumenta con la edad,
siendo el grupo etario de más riesgo el que se encuentra sobre los 55 a 60 años. La
zona afectada también puede variar con el género pues en los hombres mayores, se
da con más frecuencia en la cadera mientras que en las mujeres se da más en las
articulaciones de las manos
Esta enfermedad reumática no es hereditaria, pero sí tiene un componente de riesgo
genético que, junto con otros factores, puede hacer que aparezca con más facilidad
en los sujetos que tienen una historia familiar. Es importante conocer esto y conocer
también que factores de riesgo como la obesidad, la falta de ejercicio físico o las
alteraciones en la postura influyen en el desarrollo de la enfermedad y modificarlos
está al alcance del propio paciente tanto para prevenir o retrasar los síntomas como
para favorecer al tratamiento.
SÍNTOMAS:
Crujido
Dolor
Deformación
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conoce con el nombre de nódulo de Heberden, en cambio cuando aparecen
hacia la mitad, se denomina nódulo de Bouchard. En ambos casos los dedos
aparecen torcidos produciendo importantes dolores articulares.
Rigidez
Aparición de edemas
DIAGNÓSTICO:
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TRATAMIENTO DE LA ARTROSIS
Tratamiento no farmacológico
La balneoterapia
Es un conjunto de terapias o tratamientos destinados a curar enfermedades o
conservar la salud, que habitualmente se realizan en balnearios, se puede
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realizar mediante inmersiones en agua caliente o fría, masajes con agua en
movimiento, relajación o estimulación. Las aguas minerales de los balnearios
suelen ser ricas en ciertos minerales (sílice, sulfuro, selenio, radio) que se
pueden absorber a través de la piel.
Se emplean también a menudo las arcillas medicinales, cuya práctica recibe el
nombre específico de "fango terapia". En cuanto a la balneoterapia que hace uso
de las llamadas aguas minerales, ésta recibe el nombre específico de
"crenoterapia".
Tratamiento farmacológico
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LA ARTRITIS
CAUSAS:
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A la vez, los hombres con exceso de peso son los que están más expuestos a
desarrollar gota.
Factores involuntarios
La predisposición genética, que se hereda de los padres.
SINTOMAS DE LA ARTRITIS
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especificidad, sino también por su escasa intensidad. Lo más característico es
que en las fases iniciales la inflamación afecte sólo a una o unas pocas
articulaciones de los dedos de las manos o los pies, y que dicha afectación sea
simétrica, es decir, que comprometa casi por igual a ambos lados del cuerpo. Sin
embargo, también es posible que las primeras articulaciones afectadas sean las
más grandes, por orden de frecuencia: los tobillos, las rodillas, los hombros, los
codos, las muñecas o las caderas. Aunque es mucho menos habitual, también
puede ocurrir que al inicio la inflamación sea asimétrica, es decir, que afecte a
una o unas pocas articulaciones de un solo lado del cuerpo, o incluso que adopte
un patrón más irregular, o sea, que comprometa a algunas de un lado y a otras
del otro. Sea cual sea el patrón inicial de la inflamación articular, la tendencia
típica es que con el paso del tiempo se acaben afectando varias articulaciones
(lo que se conoce como afectación «poli articular», y que esto ocurra de forma
simétrica, a ambos lados del cuerpo. Por último, en contadas ocasiones el
trastorno se inicia con una manifestación extra articular, lo que expresa el
compromiso de otras estructuras. Por ejemplo:
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los codos, todas ellas articulaciones bien expuestas y visibles. Sin
embargo, la tumefacción de las articulaciones profundas, como la cadera,
o la de aquellas que están recubiertas por un grueso manto muscular,
como los hombros, no se puede apreciar a simple vista.
El dolor: El dolor, probablemente el síntoma más molesto y acusado en
las personas con AR, suele acentuarse cuando se mueve o se intenta
mover la articulación afectada, pero también cuando se ejerce una presión
sobre ésta, como ocurre al tocarla o al apoyarla sobre una superficie dura.
El dolor sigue la pauta de la enfermedad: disminuye o desaparece en los
períodos de calma y se intensifica durante las exacerbaciones
sintomáticas y en las fases avanzadas. Sin embargo, su papel en la
evolución y el pronóstico de la enfermedad es mucho menos relevante
que el de la inflamación que lo provoca.
La rigidez matutina: La rigidez matutina consiste en una notoria
dificultad para mover la articulación afectada tras el reposo nocturno. En
general, persiste durante unas cuantas horas, con un mínimo de 30
minutos. A veces es leve y se percibe sólo como una tirantez, mientras
que en otras ocasiones puede ser tan pronunciada que impida realizar
cualquier tipo de movimiento con la parte del cuerpo correspondiente (por
ejemplo, cerrar el puño). Paradójicamente, el movimiento y el ejercicio
suelen aliviarla.
El primer síntoma de artritis y que refieren los pacientes con mayor frecuencia,
es el dolor en pequeñas y grandes articulaciones. El inicio es gradual o insidioso,
con progresión de los síntomas y adición de nuevas articulaciones; el curso es
crónico. El dolor es consecuencia de la inflamación de las articulaciones, que
con frecuencia se aprecia a simple vista en personas que padecen artritis.
Las articulaciones más comúnmente dañadas son las muñecas, los nudillos, las
articulaciones de los dedos, donde cabe destacar que no suele afectar a
articulaciones interfalángicas distales (articulación más cercana al extremo de
los dedos), los hombros, los codos, las caderas, las rodillas, los tobillos y los
dedos de los pies, seguidas de la cadera y las articulaciones
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temporomandibulares. El dolor de cuello también puede estar originado por la
artritis reumatoide y, por tanto, debe ser valorado por el médico.
Adelgazamiento.
Astenia o cansancio.
Fiebre inexplicable.
Debilidad muscular.
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Fiebre inexplicable (sin infección ni otra causa que la justifique), cansancio,
hormigueos en manos o pies, ronquera mantenida sin tener catarro, sensación
de falta de aire, tos continua, dolor en el pecho o los costados. En algunos
pacientes, también se asocian otras enfermedades autoinmunes como el
síndrome de Sjögren, en este caso secundario, que justifica que los pacientes
presenten sequedad de boca y ojos. En la piel, pueden aparecer nó- dulos
reumatoides, que son abultamientos duros que aparecen en las zonas de roce
(codos, dorso de los dedos, zona del talón…).
Los síntomas de la AR varían de una persona a otra y en casi todas las personas
también varían de un día para el otro, aunque siempre existe un cierto grado de
artritis. En algunas personas, la enfermedad puede ser leve, con períodos de
actividad (en los que la inflamación de las articulaciones empeora) conocidos
como episodios agudos o de exacerbación. En otras, la enfermedad permanece
activa continuamente y empeora, o progresa con el paso del tiempo.
Si usted tiene AR, es probable que sienta los siguientes síntomas en algunas
articulaciones:
• Articulaciones pequeñas
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• Más mismas articulaciones afectadas en ambos lados del cuerpo
• Anemia
• Perder peso
TRATAMIENTO DE LA ARTRITIS
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la combinación de una terapia no farmacológica y una terapia farmacológica. De
forma complementaria, a veces se recurre a la cirugía, por ejemplo para
reconstruir un tejido afectado o para reemplazar una articulación por una
prótesis. La terapia no farmacológica corresponde a una serie de
recomendaciones relacionadas con el reposo y la realización de ciertos ejercicios
destinados a mejorar la flexibilidad de las articulaciones afectadas. Asimismo, a
menudo se indica el seguimiento de técnicas de fisioterapia o la inmovilización
temporal de un segmento corporal, por ejemplo mediante el uso de férulas de
reposo. La terapia farmacológica consiste en la administración de una amplia
gama de medicamentos, por lo general de forma combinada y durante períodos
prolongados. Los analgésicos y antiinflamatorios, que disminuyen el dolor y la
inflamación, se encuentran entre los más utilizados, en particular los
antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los corticoides. Con todo, los
medicamentos más importantes en el tratamiento de la AR son los llamados
«fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad» (FAME), que
reciben esta denominación porque su acción tiende a detener la actividad
inflamatoria, por lo que pueden mejorar el curso de la enfermedad.
Los FAME se suelen indicar durante períodos prolongados, ya que con ello se
pretende conseguir la «remisión clínica» del trastorno, es decir, interrumpir la
actividad inflamatoria causante de las lesiones. Algunos de estos medicamentos,
como el metotrexato, la leflunomida, la sulfasalacina y los conocidos como
fármacos antipalúdicos, se utilizan hace muchos años, y por ello se conocen
como FAME «tradicionales». Por su parte, los denominados FAME «biológicos»,
aparecidos en los últimos años, representan una nueva generación de este tipo
de medicamentos y han supuesto un avance determinante en el tratamiento de
la AR. Los principales fármacos de este grupo actúan bloqueando sustancias
que intervienen en los procesos inflamatorios, como el TNF o la la IL-1, o bien
inactivando moléculas relacionadas con la activación de los glóbulos blancos que
participan en el proceso inflamatorio. La introducción de estas terapias ha
modificado en gran medida la historia natural de la enfermedad, frenando el daño
estructural que ésta desencadena. Gracias a la combinación de los FAME
tradicionales y los biológicos, hoy en día se está consiguiendo una importante
mejora en el pronóstico de la AR. Aunque, eso sí, para obtener estos resultados
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es esencial proceder al tratamiento de forma precoz, en lo posible antes de que
hayan transcurrido tres meses desde el inicio de los síntomas.
Terapia no farmacológica:
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el dolor, mejorar la flexibilidad de las articulaciones o sentirse con más energía y
optimismo.
• No fumar.
• Realizar un ejercicio físico aeróbico moderado (30 minutos, tres veces por
semana)
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Recomendaciones para los pacientes con síntomas y/o lesiones
manifiestos:
Es conveniente que las personas con AR procuren dormir unas 8-10 horas
diarias durante la noche y que, en los períodos de mayor actividad inflamatoria,
destinen 30-60 minutos suplementarios al descanso a media mañana y a primera
hora de la tarde. Se aconseja mantener una cierta regularidad en lo que se refiere
al tiempo destinado al reposo y los horarios de sueño. También son aconsejables
los baños de agua caliente y los ejercicios de relajación tanto antes del reposo
nocturno, porque ayudan a conciliar el sueño, como al levantarse por las
mañanas, puesto que reducen la intensidad y la duración del dolor y la rigidez
matutina. Asimismo, se recomienda utilizar un colchón firme, colocar la almohada
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de forma tal que sujete la cabeza sin que quede muy levantada y, si se duerme
de lado, poner un cojín bajo la cintura, en este caso para mantener el cuerpo
bien alineado.
El ejercicio físico:
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Fisioterapia:
Dispositivos ortopédicos:
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y deje de resultar dolorosa y, por lo tanto, pueda ser movilizada nuevamente.
Éste es el caso de las férulas de reposo que se colocan en las extremidades (por
ejemplo, en los dedos) o el de los collarines que se utilizan para proteger el
cuello. En cambio, los dispositivos ortopédicos que se utilizan para prevenir
deformaciones, como por ejemplo plantillas para los pies, suelen ser necesarios
durante períodos de tiempo muy prolongados. Algunos de estos dispositivos sólo
se utilizan para realizar ciertas actividades. Así, a veces se recomienda el uso
de un bastón para evitar la sobrecarga de las rodillas y las caderas al caminar, o
el de una rodillera para subir y bajar escaleras o realizar alguna actividad
deportiva.
Terapia farmacológica:
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al margen del facultativo, pero ello no implica desconocer la medicación que se
toma.
La cirugía:
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una incisión amplia para poder actuar sobre los tejidos afectados. En general,
una vez superado el período posquirúrgico inmediato, el paciente regresa a casa
y comienza la recuperación. En esta etapa, bajo la indicación del médico
rehabilitador, el paciente deberá seguir un plan de ejercicios y reposo que
ayudará a normalizar la función articular.
Antes de poder hablar sobre la función del psicólogo en los pacientes con la
enfermedad de artritis, se cree conveniente que empecemos a descifrar el
problema principal del paciente, estaríamos hablando del dolor y sus
consecuencias que genera a los pacientes que presentan dicha enfermedad.
Socialmente, porque se tienen que disminuir las relaciones sociales con amigos
y allegados.
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Un dolor crónico llega a hacer que las personas se planteen el para qué y el
porqué de la vida. Normalmente tenemos la experiencia de que el dolor es
pasajero y controlable; pero cuando aparece un dolor resistente, que no se pasa,
nuestra concepción del mundo se tambalea. Surge entonces la necesidad de
construir una nueva en la que tenga sentido la existencia de un dolor que no se
puede evitar y en la que podamos dar cabida a:
El dolor tiene la función de avisarnos para que hagamos algo que consiga reparar
el daño físico que pensamos que lo genera. El dolor es una sensación
generalmente terrible y, como indicio de un mal, amenazante. Por eso, una
reacción natural en el hombre es el miedo al dolor, un miedo que es adaptativo
porque nos impulsa a evitarlo y eliminarlo.
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caer en una depresión o al menos a un estado de ánimo deprimido que hace
perder el sentido de la alegría.
Nos damos cuenta de que, además del daño físico, el dolor lleva asociados una
serie de procesos psicológicos tan desagradables, duros y amenazantes como
el propio dolor y que se unen indisolublemente a él. Para entender estos
fenómenos hay que distinguir bien ente dolor y sufrimiento.
Para salir de esos círculos hay que darse cuenta que estamos ante una situación
que no se puede cambiar y que la aceptación es el único camino:
Aceptación es no hacer nada para evitar, dejar de hacer todo lo que no sirve:
desmontar los círculos viciosos y potenciar el tratamiento médico adecuado.
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La aceptación abre el camino al compromiso. A seguir haciendo aquello para lo
que valemos de acuerdo a nuestras capacidades, aunque esto signifique que
tenemos adecuar nuestras metas a nuestras capacidades limitadas por un dolor
crónico.
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5. La hipnosis es otra herramienta que incide directamente en los mecanismos
psicológicos de percepción del dolor.
Intervenciones de un psicólogo.
Existen talleres diseñados para aprender las técnicas básicas de manejo del
dolor crónico.
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vida de forma plena y compatible con el dolor, no está diseñado para los
problemas particulares de cada cual, que si son lo suficientemente grandes
pueden requerir una terapia psicológica.
La Osteoporosis
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resorción: las personas con osteoporosis pierden más masa ósea que una
persona.
Tipos de Osteoporosis:
Osteoporosis Hormonal
Osteoporosis Senil
1. Osteoporosis primaria
Es la que se presenta por pérdida normal de la masa ósea y se debe al
envejecimiento en la mujer cuando se produce una pérdida adicional con
la menopausia natural.
Este tipo de osteoporosis se divide en idiopática juvenil y del adulto,
osteoporosis posmenopáusica tipo I y osteoporosis senil tipo II:
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a) Osteoporosis idiopática juvenil y del adulto, que afecta a niños,
adultos jóvenes y mujeres premenopáusicas, se inicia generalmente entre
los 8 y los 14 años, esta se manifiesta por la aparición brusca de dolor
óseo y de fracturas con traumatismos mínimos. Sin embargo, no ha sido
posible establecer un factor etiológico preciso.
2. Osteoporosis secundaria
Es frecuente en la población joven, la presencia de uno o más factores
asociados al desarrollo de osteoporosis. La mayoría de los estudios que
analizan el impacto de los glucocorticoides en el tejido esquelético
incluyen pacientes de ambos sexos y coinciden en demostrar que todos
los pacientes, jóvenes y ancianos, varones y mujeres son susceptibles al
efecto de este fármaco sobre la masa ósea.
La pérdida de la masa ósea puede ser producida por otras enfermedades
o por exposición a medicamentos que producen la osteoporosis
secundaria, los factores que la producen se encuentran con mucha
frecuencia en la mujer premenopáusica, se calcula que este tipo de
osteoporosis afecta al 30% de las mujeres diagnosticadas con esta
enfermedad, algunos factores son:
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Factores alimentarios (dieta baja en calcio o problemas en la absorción
del mismo).
Alcoholismo.
Insuficiencia renal crónica o por inmovilización.
Prevalencia:
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CAUSAS
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de los 40 años (menopausia precoz), debido por ejemplo a la extirpación
quirúrgica de ambos ovarios, o cuando falta la menstruación
(llamado amenorrea) en deportistas, o en casos de anorexia nerviosa por
pérdida importante de peso. Además, las mujeres tienen una mayor
esperanza de vida que los hombres y, en general, su cantidad de masa
ósea es menor (especialmente en mujeres excesivamente delgadas).
Raza: más frecuente en caucásicos y asiáticos.
Algunas patologías: hay enfermedades que pueden desencadenar
osteoporosis, como el hipertiroidismo o el Síndrome de Cushing.
Inmovilización prolongada: ya sea por enfermedad o por un estilo de vida
sedentario. El ejercicio es uno de los estímulos para la formación del
hueso.
Algunos medicamentos: por ejemplo el uso prolongado de esteroides,
corticoides, antiepilépticos o fármacos para el tiroides.
El exceso de tabaco, alcohol o café.
Factores de riesgo
Modificables:
Fumar, alcohol.
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Falta de actividad física, que interviene en el desarrollo del pico de masa
ósea y en el mantenimiento de la masa ósea en edades más tardías. La
falta de ejercicio también es factor de riesgo para las fracturas
osteoporóticas.
No modificables:
Factores hereditarios.
Edad avanzada.
Raza: la raza negra presenta más masa ósea que la blanca y ésta más
que la asiática.
SÍNTOMAS
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Las más frecuentes son las fracturas de las vértebras, y una gran mayoría son
asintomáticas y se diagnostican de manera accidental por una radiografía, u otra
prueba de imagen que se solicita por otro motivo. Cuando presentan síntomas,
suelen cursar con dolor agudo o crónico (duración de más de seis meses),
deformidades en la columna (cifosis progresiva o, como se conoce
popularmente, chepa o joroba) (dibujo de persona anciana con joroba) y
disminución de la talla. Se localizan sobre todo en la mitad inferior de la columna
dorsal y en la mitad superior de la columna lumbar.
Las fracturas de cadera son también muy prevalentes y afectan al 15% de las
mujeres y al 5% de los hombres de más de 80 años. Generalmente son
consecuencia de una caída, y cursan con dolor agudo e incapacidad para
movilizar la extremidad afectada. A menudo el tratamiento de este tipo de
fracturas es quirúrgico, por lo que es una causa frecuente de ingreso hospitalario
en personas ancianas.
Existen, por lo tanto, las siguientes formas de comienzo o síntomas que pueden
indicar la presencia de osteoporosis:
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LA OSTEOPOROSIS: EFECTOS PSICOLÓGICOS
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No obstante, no es necesario llegar a estos extremos físicos y psicológicos, ya
que existen formas de precaver la osteoporosis:
- Realizar actividad física.
- Mantener una alimentación sana y equilibrada.
- Evitar el consumo del alcohol, el café y las bebidas de cola.
- Ingerir suficiente vitamina D y calcio.
5 Emociones que detonan osteoporosis
La osteoporosis es el reflejo de los estados de ánimo que ha tenido la persona
afectada con respecto a ella misma. Por ello, es importante que detectes a
tiempo las señales o emociones para prevenirla a tiempo:
1. Sensación de falta de apoyo
2. Soledad
3. Desconfianza en uno mismo
4. Falta de motivación
5. Necesidad de atención
El estudio especifica que las funciones de ese cerebro son controlar las
emociones en el estómago y favorecer la correcta digestión, así como prevenir
la presencia de enfermedades como autismo u osteoporosis, al sintetizar
correctamente la serotonina.
Por ello, es necesario que tengas pensamientos positivos sobre ti mismo, sé más
firme en tus decisiones para prevenir la osteoporosis.
Tratamiento de la osteoporosis
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puede dividir en dos categorías, y el tratamiento varía para cada una de ellas:
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utilizar suplementos. Aunque no es suficiente para tratar la osteoporosis, siempre
debe acompañar al tratamiento farmacológico o preventivo que se haya
establecido. Algunos estudios han determinado que la administración de calcio
puede disminuir la velocidad del deterioro del hueso en las mujeres con
osteoporosis establecida.
Tratamiento farmacológico
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de la pérdida de la masa ósea en mujeres que se encuentran en fase
postmenopáusica, y aumenta la densidad de los huesos en un 5 a 10 por ciento
en la columna vertebral y la cadera. Además, reduce el riesgo de fractura en
estas zonas en un 50 por ciento. También se ha demostrado que los hombres
responden bien al tratamiento con esta sustancia. Hoy por hoy, es el fármaco
que ha demostrado mayor eficacia y se puede administrar a cualquier paciente,
según la doctora.
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INVESTIGACIÓN
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bisagras .Por lo tanto cuando este cartílago va desapareciendo el movimiento ya
no será tan amortiguado provocando dolor, dificultad para movernos,
sufrimiento óseo, incluso, si desaparece llega a provocar rigidez. Ocurre más en
zonas que soportan peso como caderas, rodillas y tobillos. Los motivos de esta
son el sobresfuerzo, sobrepeso, predisposición genética y lesiones.
La tercera diferencia son los síntomas, en la artrosis hay dolor con el movimiento
, desapareciendo con el reposo, siempre que estemos en los primeros estadios
ya que si evoluciona los huesos se deforman y se volverán cada vez más rígidos
y con más dolor. En la artritis hay dolor continuo, inflamación, y no cede con el
reposo, pero al igual que la artrosis con la evolución crean rigidez
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que algunos pacientes tengan que abandonar incluso las actividades de ocio y
recreación, afectando así también su vida social.
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¿Qué consecuencias trae la depresión?
4. Date crédito. Cuando hayas logrado algo, aún si fue algo muy pequeño,
tómate el tiempo para darte a ti mismo una palmadita en la espalda. Si lograste
dar un paseo de 20 minutos en el parque o llevar una dieta (cosas que te resultan
muy difíciles), debes sentirte orgulloso de ti mismo, ya que diste un paso
adelante, te ayudaste a ti mismo y debes felicitarte por ello.
5. Haz ejercicio. Si hoy odias el ejercicio, mañana lo vas a amara al darte cuenta
de lo mucho mejor que te hace sentir, tanto física como emocionalmente. Hay
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muchas opciones: yoga, nadar, caminar, taichí, etc. Procura hacer ejercicio
aeróbico, que es el que libera endorfinas; verás cómo la depresión se va.
8. Haz todo lo posible para dormir bien. Muchas personas con Artritis
Reumatoide sufren de un sueño pobre, debido al dolor. Haz un esfuerzo extra
para conseguir un sueño de calidad, ya que un mejor sueño propiciará menos
dolor y menos depresión. Ve a la cama a la misma hora, evita la cafeína y los
cigarrillos 3 o 4 horas antes de acostarte, no veas la TV en la habitación, etc.
9. Habla con tu familia y amigos. Escuchar las palabras correctas de tus seres
queridos puede ser tan poderoso como escucharlas de un profesional. Si estás
teniendo pensamientos negativos como “soy una carga para mi familia” platícalo
con ellos; a la vez ellos te podrán ayudar a darte cuenta de que es una
concepción errónea.
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CONCLUSION
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BIBLIOBRAFIA
https://www.geosalud.com/artritis/que-es-la-artritis.html
https://laartrosis.com/2012/10/31/que-tratamientos-hay-para-la-artrosis/
https://holadoctor.com/es/artritis/artritis-causas-tipos-y-tratamientos
http://psicogene.blogspot.pe/p/las-emociones-los-sentimientos-y-las.html
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zada_pacientes_familiares.
https://www.fisioterapia-online.com/articulos/artritis-reumatoide-que-
escomo-tratarla
http://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-artritis-
artrosis-13056238
http://www.lne.es/vida-y-estilo/salud/2015/10/22/diferencias-artrosis-
artritis-osteoporosis/1830582.html
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